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Confianza Interpersonal y

Supervisión Positiva
Conductas de la Confianza Interpersonal
 

Ricardo Vargas Trepaud


 

   

El artículo contiene un conjunto de reflexiones mías sobre las trece conductas de la confianza
interpersonal, propuestas por Stephen M. R. Covey en su obra: El factor confianza. El valor que
lo cambia todo. Editorial Norma, 2006.
 

Confianza Interpersonal y Supervisión Positiva


Conductas de la Confianza Interpersonal

Ricardo Vargas Trepaud


Correo-e: psicoseg@speedy.com.pe

¿Qué es la supervisión?

Supervisión es una palabra compuesta originaria del latín, y que por sus raíces etimológicas
deviene del latín “super”, que significa “sobre, exceso o grado sumo”; y también del latín “visio”,
que tiene el significado de “acción y efecto de ver”. Así pues, desde un punto de vista
etimológico, la palabra supervisión significaría la acción de observar de forma privilegiada el
trabajo realizado por quienes son supervisados.

La supervisión es una actividad técnica que constituye una responsabilidad laboral especializada
que requiere formación y entrenamiento. El supervisor es la persona dotada de autoridad formal 1
por la organización que, en mérito a sus conocimientos especializados y experiencias laborales,
asume la conducción de otras personas en el desempeño de su trabajo para dirigirlas hacia el
cumplimiento de un objetivo específico. Sin olvidar que la supervisión como proceso implica las
clásicas funciones administrativas de planificación, organización, dirección y control.

Conductas de la confianza interpersonal

Las 13 conductas propuestas por Stephen M. R. Covey en su libro El factor confianza. El valor
que lo cambia todo (2006), son efectivas para fortalecer la confianza en las relaciones
interpersonales, bien sea en los ámbitos conyugal, familiar, amical, laboral y social. Sin embargo,
para poder vigorizar el “músculo de la confianza”, estas 13 conductas deberán ser puestas en
práctica con la necesaria energía, persistencia y creatividad. Además, cada una de estas
conductas debe expresar la confianza personal que se encuentra asociada al principio de la
credibilidad, y se fortalece sobre la base de carácter y competencia. El carácter se basa en la
integridad e intención, y la competencia sobre capacidades y resultados.
 

Seguidamente le propongo doce preguntas para que se forme una idea comprensiva de lo que
son estas dimensiones.

A. Carácter: 1. Integridad: ¿Con qué valores se ha comprometido, y de qué manera es que


cumple su compromiso?; 2. ¿Cuáles son los valores que usted representa y deja traslucir a
través de su conducta?; y 3. ¿Se muestra lo suficientemente abierto al comunicarse con sus
interlocutores?

B. Intención: 1. ¿Cuáles son las motivaciones más importantes de su vida?; 2. ¿Cuáles son los
principales objetivos de su vida para el corto, mediano y largo plazos?; y 3. ¿Qué es aquello que
usted comparte en su trabajo con sus jefes, pares y colaboradores?

C. Capacidades: 1. ¿Cuáles son sus puntos fuertes más aprovechables en la ejecución de sus
actividades laborales?; 2. ¿Qué actividades formativas está llevando a cabo durante este año
para perfeccionar sus competencias técnicas?; y 3. ¿Cómo es que se ve a sí mismo dentro de
cinco años en el futuro?
2
D. Resultados. 1. ¿Qué resultados efectivos ha conseguido durante el último año en su trabajo?;
2. ¿Cuáles son sus expectativas de crecimiento en el desempeño de su puesto de trabajo dentro
de un año?; y 3. ¿Puede plantear un ejemplo real de despliegue de fuerzas hasta el límite de sus
posibilidades para alcanzar un objetivo importante en su vida durante el último año?

La confianza interpersonal está ligada al principio de la conducta. Así, las cinco primeras
conductas se relacionan con el carácter, las cinco siguientes con la competencia y las tres
últimas son una mixtura de carácter y competencia. Veamos a continuación, cuales son estas
trece conductas a través de 91 tips para comprenderlas más fácilmente. Previamente debe
comprenderse que el fortalecimiento de la confianza personal es una base necesarísima para
poder fortalecer la confianza interpersonal.

Parafraseando a Yuri Serbolov, podría decir: “Al final de la jornada de trabajo, el supervisor solo
podrá mostrar sus dos brazos: uno lleno de resultados, frutos, ganancias, y otro lleno de
excusas, explicaciones, justificaciones”. De manera que la última palabra siempre estará en
manos de aquellos supervisores que actúen en sus empresas expresándose con integridad
moral, intenciones positivas, capacidades fortalecidas y resultados óptimos.
 

Conducta 1: Hable claro

1. A la verdad no hay que darle tantos rodeos, simplemente el supervisor tiene que decir las
cosas de frente y con la verdad por delante, vale decir que hay que aprender a decir con
firmeza y respeto: “al pan, pan; y al vino, vino”.

2. Debe emplear un lenguaje comprensible al dirigirse hacia sus subordinados, no existe la


necesidad de impresionarles con un lenguaje artificioso, sofisticado o rebuscado.

3. El líder tiene como un imperativo moral decir siempre la verdad a sus colaboradores sobre
la condición productiva, laboral y económica por la que atraviesa su empresa. El derecho
a conocer la verdad es de todos los servidores de la empresa.

4. El mejor liderazgo que puede ejercerse es mediante el ejemplo personal, y es, además, la
mejor forma de actuar y demostrar integridad, comprensión, valor y servicio.

5. El supervisor no tiene que disfrazarse de nada para dar la mejor impresión posible a sus 3
colaboradores. Siempre vale más la autenticidad y la naturalidad en las relaciones
humanas.

6. No es responsable hacer que los hechos sean tergiversados, simplemente hay que hablar
siempre con la verdad para que ese sea siempre el mejor lenguaje en la empresa: ¡el
lenguaje de la verdad!

7. No es suficiente que los supervisores den órdenes, después de todo lo más importante es
que los trabajadores comprendan muy bien lo que han escuchado y que, incluso, puedan
repetir las instrucciones recibidas sobre el trabajo.
 

Conducta 2: Demuestre respeto

1. El respeto se demuestra en todas las acciones que emprende el supervisor: dar órdenes
efectivas, ser ejemplo de trabajo, inspeccionar las tareas ejecutadas, enseñar a las
personas adultas, dirigir las obras por ejecutar, motivar, controlar y sancionar, etcétera.

2. La amabilidad no es una muestra de debilidad sino de cortesía, la misma que siempre


podrá expresarse con pequeños detalles que adquieren especial significado psicológico
para todas las personas.

3. La sinceridad es una “camiseta” que todo el mundo siempre podrá ver y agradecer.

4. Los supervisores deben interesarse de verdad por sus colaboradores, después de todo no
solo son trabajadores sino que ante todo y sobre todo son personas humanas en el
trabajo.

5. Los supervisores y los supervisados deben respetar mutuamente la dignidad de cada 4


persona y de cada papel que se desempeña en la organización.

6. Todas las personas deben ser respetadas, y la regla de oro de las relaciones humanas
adquiere absoluta relevancia en las relaciones laborales: “Trata al otro tal como tú mismo
deseas ser tratado”.

7. Una forma inteligente de relacionarse los supervisores con los trabajadores es


demostrándoles que sienten genuino interés por su trabajo y su persona.
 

Conducta 3: Cree transparencia

1. Deben dejar de ser practicados los juegos psicológicos propios de las personas que se
muestran ante los demás como charlatanes, fanfarrones, faroleros, jactanciosos,
orgullosos, ostentosos, presumidos y ufanados.

2. El supervisor debe comunicar con toda claridad a sus supervisados cuáles son los
objetivos que deberán ser cumplidos, y cómo es que deberá trabajarse para que puedan
ser cumplidos en los plazos previstos.

3. En las relaciones humanas debe actuarse de manera abierta y franca ante jefes, pares y
colaboradores. La verdad tiene un extraordinario valor moral y estratégico para fortalecer
la confianza personal y enriquecer la confianza interpersonal.

4. Esconder la información de la empresa no le concede más autoridad de la que el


supervisor pueda tener en su empresa. Aprenda a compartir la información que los
trabajadores necesitan para que puedan realizar mejor su trabajo. 5
5. Los hechos son los hechos y las interpretaciones son las interpretaciones. En
consecuencia, el rol del supervisor es decir siempre la verdad para que sus colaboradores
puedan comprobarlo.

6. Los trabajadores no son enemigos ocultos que pretenden causar daño a la empresa y a
sus supervisores, solo son servidores que pretenden ganarse la vida con efectividad,
responsabilidad y decencia, tal como los mismos supervisores.

7. Siempre, siempre, siempre debe actuar demostrando que es una persona honesta y
sincera. Alguien podrá mentir una vez, dos veces, pero con toda seguridad en la tercera
oportunidad la mentira quedará descubierta y aparecerá el descrédito por faltar a la
verdad.
 

Conducta 4: Corrija errores

1. El error humano siempre será una posibilidad, de tal forma que si se comete un error en el
ejercicio del trabajo hay que reconocerlo, primero, y enmendarlo, después. Nadie es
infalible en el trabajo, siempre puede cometerse errores, pero también siempre puede
aprenderse.

2. El orgullo no es un buen consejero para nadie, antes bien puede perjudicar porque se
interpone entre la absurda conservación de una falsa imagen y la decisión correcta con la
que debe comprometerse.

3. Los errores pueden ser corregidos, de tal manera que si se cometen errores cabe la
posibilidad de corregirlos y superarlos en la medida de lo posible y aprovecharlos como
una fuente de aprendizaje.

4. Nadie conoce todas las respuestas, ni tampoco puede formular todas las preguntas.
Entonces lo más inteligente es aprender a aprender, continuar aprendiendo y desplegar 6
siempre los mayores esfuerzos para continuar aprendiendo cada vez más.

5. No deben negarse los errores ni tampoco cabe el ocultamiento para que pasen
desapercibidos, simplemente deben ser reconocidos con honradez y asumidos con
decisión y coraje por las consecuencias que pudieran significar.

6. No oculte las cosas malas debajo de la alfombra, simplemente descubra los errores y
esfuércese por superarlos porque la mejor actitud que corresponde es el mejoramiento
continuo.

7. Si se ha cometido un error en el desempeño del trabajo, lo que siempre cabe es saber


disculparse con las personas que hayan sido afectadas, corregirse y superarse para que
no vuelva a producirse el mismo error.
 

Conducta 5: Muestre lealtad

1. El cumplimiento de las normas productivas, laborales, sanitarias, tributarias,


medioambientales y demás disposiciones normativas es una forma inteligente de
demostrar lealtad hacia la autoridad, la empresa y la sociedad.

2. Es de pésimo gusto hablar en forma incorrecta de las personas a sus espaldas,


especialmente porque los que escuchan podrían terminar creyendo que de forma similar
también podría hablarse de ellos al no estar presentes.

3. Hay que saber valorar y distinguir a los autores de las iniciativas creativas y los trabajos
productivos que son satisfactorios y meritorios. En otras palabras, hay que darle “Al César
lo que es del César”, puesto que no es bueno para nadie el aprovechamiento indebido de
los méritos ajenos.

4. La información que ha sido revelada con la seguridad de la privacidad para un


determinado uso, siempre deberá ser respetada en esos mismos términos. 7
5. La lealtad debe comprender a todas las personas: subordinados, pares, jefes, además de
la propia empresa, proveedores, clientes y, en general, el público.

6. La lealtad se demuestra hablando de las terceras personas solo si éstas están presentes
para que puedan asumir en forma personal su propia representación, salvo que puedan
ser representadas con el debido respeto y consideración.

7. La valoración de los méritos en el trabajo requiere no solo el conocimiento de la técnica


evaluativa sino también el estricto ejercicio de la ética laboral.
 

Conducta 6: Presente resultados

1. Cree un sistema sencillo, efectivo y económico que le permita llevar los resultados que
logra en sus diversas actividades en el trabajo, pues es de manera práctica que podrá
registrarlos, compararlos, estandarizarlos, graficarlos y mejorarlos.

2. La gestión de un supervisor está limitada por parámetros predeterminados por la empresa,


lo que deberá tomar en cuenta para aceptar solo compromisos posibles y generar
expectativas realistas.

3. La responsabilidad por los resultados positivos corresponde a la supervisión, de manera


que el despliegue de energías y recursos en el tiempo previsto es esencial para lograr que
las cosas salgan bien.

4. La supervisión cuenta con un presupuesto y un tiempo para poder cumplir con los
objetivos definidos, de tal suerte que siempre deberá justificar un uso realmente efectivo
de los recursos y tiempos para no encarecer el costo de los productos y/o servicios. 8
5. Las excusas jamás podrían reemplazar la palabra empeñada o el compromiso asumido.
Después de todo las coartadas, defensas, disculpas, evasivas, justificaciones, pretextos y
subterfugio son solo eso . . . palabras, palabras, palabras.

6. Los supervisores cuentan con su propia credibilidad para lograr influenciar en sus
colaboradores, por lo que solo deberá empeñarse la palabra cuando se cuenta con la
seguridad de poder cumplirla.

7. Puede hacer bien lo que no debe hacer, pero si acaso lo hace no le servirá de nada; así
pues, lo más inteligente que puede hacer bien es lo que en verdad debe hacer, lo que no
solo servirá sino que además es necesario.
 

Conducta 7: Mejore

1. Es un lugar común señalar que los cambios empresariales son cada vez más veloces,
complejos y desafiantes, pero lo que nunca debiera darse por sentado es que nuestras
competencias del presente serán las necesarias y suficientes para enfrentar los retos del
mañana.

2. Existe la posibilidad real de crear, mejorar, superar y enriquecer las fortalezas ligadas a
las capacidades, siempre y cuando las personas se comprometan a fondo con su
superación personal.

3. La filosofía del mejoramiento continuo es aplicable no solo en la fabricación de productos y


en el ofrecimiento de servicios, sino que también lo es en todas las dimensiones de la
personalidad humana: física, mental, socioemocional y espiritual.

4. La retroalimentación permite que puedan conocerse los juicios de las demás personas,
pero también que puedan corregirse y superarse las acciones incorrectas o deficientes, de 9
la misma manera que puedan mejorarse cada vez más las acciones correctas y efectivas.

5. Nacemos para vivir, amar, aprender y dejar un legado, según la filosofía de Stephen R.
Covey. El aprendizaje es un proceso que debe ser constante durante toda la vida porque
permite crecer y desarrollar a las personas en todas las dimensiones de su vida.

6. Si las personas hacen un esfuerzo por compartir sus ideas, es de buen gusto agradecer
su gentileza para reforzar en forma positiva su buena intención y participación.

7. Todas las opiniones en el trabajo son valiosas -incluso las suyas- a pesar de que pudieran
estar equivocadas o ser cuestionadas, porque representan un esfuerzo hecho con buena
fe para contribuir dando lo mejor de sí mismo.
 

Conducta 8: Afronte la realidad

1. Aprenda a sostener conversaciones con todas las personas en forma equilibrada y


valerosa. No se deje intimidar y no recurra a la agresión, pues siempre será preferible que
se mantenga equilibrado.

2. El lenguaje humano es verbal (oral y escrito), pero también se expresa mediante el


lenguaje no verbal (expresiones faciales, gestos corporales, movimientos del cuerpo,
mímicas y posturas) y el lenguaje para verbal (tono, timbre, volumen y entonación de la
voz).

3. El supervisor debe aprender a promover una cultura de comunicación democrática, vale


decir de diálogo abierto, sincero y directo. Si se aspira a la confianza, la comunicación es
la columna vertebral de la supervisión.

4. En el rol de supervisor se necesita expresar sinceridad y honestidad frente a las personas


a las que se pretende liderar. Esto es válido si se trata de compartir situaciones 10
agradables, así como también las condiciones desagradables.

5. La supervisión implica afrontar en la función diversos aspectos relacionados con las


conductas y los resultados de los trabajadores, todos las cuales deberán ser abordadas
con respeto y consideración e, incluso algunos, con delicadeza.

6. Los problemas siempre deben ser abordados con decisión y coraje, no debe esconderse
la cabeza debajo de la arena, y menos todavía si pretende asumirse el liderazgo de los
subordinados.

7. Los temas que de verdad son los más importantes para la empresa deben ser abordados
con respeto y con valor y no soslayados o dejados de lado.
 

Conducta 9: Clarifique las expectativas

1. Compruebe por los medios disponibles y adecuados si las expectativas que tienen los
interlocutores son las correctas en el momento, esto es valídelas con la objetividad del
caso.

2. Las expectativas para que estén claras para todas las personas tienen que ser explicadas
en forma detallada y sustentada. Bien vale la pena explicar con toda claridad cuáles son
los alcances de las expectativas, vale decir explicar cuáles son sus beneficios y límites.

3. Pueden y deben ser discutidas las expectativas si posee el nivel de autoridad y se


encuentra en posesión de la información necesaria.

4. Si acaso las expectativas se encuentran por encima de las reales posibilidades de


cumplimiento, solo cabe que sean renegociadas para que puedan ser cumplidas en los
mejores términos.
11
5. Si existe la real posibilidad de cumplir con las expectativas planteadas, solo cabe que
estas sean cumplidas y respetadas con fidelidad.

6. Si se quebrarán en forma arbitraria las expectativas acordadas, lo más probable es que se


generen frustraciones, conflictos y crisis de confianza en los actores sociales.

7. Una persona que carece de la información necesaria para negociar no puede


responsabilizarse. Mas si a esa misma persona se le brinda la información
correspondiente, no podrá hacer otra cosa que negociar y asumir la responsabilidad.
 

Conducta 10: Practique la responsabilidad

1. Conceder la responsabilidad a los trabajadores es darles la confianza necesaria, por lo


que también se hace necesario que éstos honren la confianza otorgada.

2. El supervisor debe contribuir con su propia actuación a consolidar una sólida “cultura de
responsabilidad” en su empresa, dado que es un pilar fundamental del desarrollohumano y
social.

3. La supervisión debe responsabilizarse por el planeamiento y organización de su área de


trabajo, la dirección de las personas en sus labores, la motivación y formación de sus
subordinados y los resultados de su equipo de trabajo.

4. La motivación puede ser generada por los supervisores cuando otorgan responsabilidad a
los colaboradores para que emprendan tareas más desafiantes.

5. La supervisión constituye una responsabilidad y todas las personas que son supervisadas 12
también tienen sus propias responsabilidades. Esto significa que todas las personas están
comprometidas frente a diversas responsabilidades.

6. Las responsabilidades del supervisor siempre deben ser asumidas, puesto que no pueden
ser delegadas, encargadas, cambiadas, suspendidas o abandonadas por la simple
voluntad unilateral del responsable.

7. Una función capital de la supervisión es lograr que los subalternos se mantengan


responsables por su puesto de trabajo, sus acciones y sus resultados.
 

Conducta 11: Escuche primero

1. Es preferible recibir una crítica por escuchar mucho a las personas que por acaparar las
reuniones para lanzar discursos sosos o interminables peroratas.

2. La comunicación humana es un proceso que comprende no solo la dimensión racional


sino también las dimensiones emocional y social.

3. La negociación ganar /ganar, el trabajo en equipo y los resultados sinérgicos se logran


mediante la comunicación cara a cara. Todavía no existe una tecnología que pueda suplir
a las personas que se relacionan mediante el diálogo constructivo y maduro y los
principios de cooperación y servicio.

4. Los diversos problemas en las empresas pueden y deben ser diagnosticados, primero, y
prescritas las correspondientes soluciones, después.

5. Podrá tenerse muchas preguntas que formular, pero no necesariamente se tendrá todas 13
las respuestas. Por esta razón, debe mantenerse la sana actitud de abrir la mente para
poder aprender de las demás personas.

6. Recuerde que quien más habla tendrá más oportunidades para equivocarse, por esta
razón debe limitarse a hablar lo justo y necesario. Recuerde siempre que las palabras
pueden ser bellas y sabias, pero también tontas y necias.

7. Si se tienen dos orejas y una boca, pues es en esa misma proporción que debe
escucharse y hablar. Esto es muy necesario para poder sintonizar con el quinto hábito de
Stephen R. Covey: “Procurar primero comprender, y después ser comprendido”.
 

Conducta 12: Mantenga los compromisos

1. El respeto por los compromisos asumidos es el símbolo de la credibilidad y fe que inspira


la palabra del supervisor ante su equipo de trabajo. Este es un terreno que compromete la
dignidad personal y con el que no puede jugarse.

2. La confianza se va ganando con el paso del tiempo y con el cumplimiento satisfactorio de


la palabra comprometida.

3. La palabra del supervisor se convierte en ley si aquello que dice es aquello que cumple en
el marco del respeto pleno a la integridad de las personas.

4. La palabra empeñada debe ser siempre la palabra cumplida para que se afiance
fuertemente la credibilidad. Si por algún motivo de fuerza mayor no puede cumplirse con la
palabra comprometida, pues deberá ser negociado un nuevo acuerdo de manera
satisfactoria entre las partes.
14
5. Los compromisos deben ser bien pensados porque se asume que siempre deberán ser
cumplidos.

6. Más vale reconocer con hidalguía que no se ha cumplido un compromiso, que tratar de
vender una excusa absurda que la más de las veces insulta la inteligencia de las
personas.

7. Su dignidad como persona humana será medirá con el metro del cumplimiento de la
palabra empeñada y cumplida.
 

Conducta 13: Amplíe la confianza

1. ¿Confianza ciega con todo el mundo? No tiene porque ser cándido, incauto o ingenuo.
¿Desconfianza de todo el mundo? Tampoco tiene porque ser escéptico, incrédulo o
suspicaz. El justo medio es precisamente la confianza inteligente que debe aprenderse.

2. En la realidad humana no existe el riesgo cero, de manera que debe aprenderse a confiar
en las personas considerando la situación específica, el riesgo que se asume y la propia
credibilidad de los demás.

3. La confianza es una puerta que siempre deberá dejar abierta para las personas, a menos
que alguien no se haga acreedor a la misma y deba cerrarla. Recuerde que la confianza
es un sustantivo y que confiar es un verbo, de manera que sea confiable y actúe
generando confianza.

4. No debe incurrir en la torpeza de sentir, pensar y decir: ¡No creo en nada ni en nadie!
Aprenda más bien a analizar y valorar cada situación particular, a considerar la integridad 15
y las intenciones, así como también a valorar las capacidades y los resultados logrados
por las personas.

5. ¿Puede exigir a las personas que confíen en usted? Simplemente demuestre con sus
intenciones y acciones que usted es una persona digna de la mayor confianza.

6. Otorgue su confianza a todos aquellos que se la hayan ganado por sus propias méritos
emprendidos con buena fe y positivos resultados, y señale los condicionamientos que se
deben a los que están haciendo el esfuerzo de merecerla.

7. Si la confianza es un aprendizaje, las personas solo pueden aprender a confiar en usted


sobre la base de acciones efectivas, honestas y transparentes. En todo momento debe
demostrar a los demás que es una persona digna y responsable en quien puede confiarse.
 

Supervisión negativa

Las conductas opuestas a la supervisión positiva, y que más bien tienen el potencial de generar
un clima laboral y una cultura de desconfianza, serían precisamente las siguientes:

Conducta 1: Hable falsedades;


Conducta 2: No demuestre respeto;
Conducta 3: Cree oscuridad;
Conducta 4: No corrija los errores;
Conducta 5: Sea desleal;
Conducta 6: No presente resultados;
Conducta 7: Desmejore sus competencias;
Conducta 8: No afronte la realidad;
Conducta 9: No clarifique las expectativas;
Conducta 10: Practique la irresponsabilidad;
Conducta 11: Primero sea escuchado;
Conducta 12: No mantenga los compromisos; y 16
Conducta 13: Cierre la confianza.

Puedo garantizarle que todas estas conductas negativas en las empresas conforman un tóxico
caldo de cultivo que logran expresarse bajo la forma de estrés laboral, riesgos psicosociales,
insatisfacción laboral y clima organizacional insalubre. No existe ningún beneficio en practicar la
supervisión negativa, pues siempre resultará mucho más inteligente revisar con sentido crítico
aquellas conductas que lesionan la dignidad de las personas y que generan malestar en las
organizaciones.

Enriquecimiento de la confianza

Siempre podrá y deberá valorar y practicar aquellas conductas que fortalecen la credibilidad
personal y la confianza interpersonal. Con su valioso ejemplo personal podrá influir muy
positivamente en sus superiores, pares y colaboradores, al mismo tiempo que también
fortalecerá su confianza personal y su confianza interpersonal. Recuerde que en mi Cuestionario
 

de 50 preguntas sobre la confianza interpersonal, están planteadas 50 conductas que pueden


ayudarle a orientar sus estrategias para fortalecer su propia confianza y la confianza de los
demás.

Finalmente, no debiéramos olvidar que resulta de la mayor importancia para todas las
organizaciones estimular la generación de conductas que enriquezcan la confianza, porque a no
dudarlo estas conductas tendrán un significativo impacto sobre la productividad, la calidad, la
seguridad, así como también sobre la satisfacción laboral, la salud laboral y el clima laboral. Y,
por el contrario, los fenómenos psicosociales como el estrés laboral y los riesgos psicosociales
tienen su correlato con la desconfianza que se refleja en reclamos, denuncias, conflictos y crisis.

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