Dominación sexual y racial

NOMBRE: Ana María Páez Rangel

Fecha de entrega: 20 de mayo de 2018

Tema: Críticas feministas decoloniales

Palabras claves: victimas, relaciones sociales, universalización, autonomía, dicotomía,

decolonizar, prácticas comunitarias.

Reflexión personal:
La labor sociológica implica situarse en un contexto socio histórico claro, de ahí que las
críticas feministas que hacen las mujeres que viven en los países de sur, sean tan
valiosas para la sociología, puesto que reconoce la forma particular en la que emergen
los sujetos de los países colonizados. En ese sentido las profundas reflexiones a las que
han llegado estas mujeres pueden ser tomadas como una estrategia analítica para el
análisis social desde una postura comunitaria.

Es justamente la postura comunitaria sobre la que se erige el pensamiento feminista

decolonial donde se puede ver la contraposición al pensamiento feminista hegemónico
occidental, los aportes de estas autoras del sur permiten visibilizar el carácter
universalizador que se le daba a la opresión de la mujer, desconociendo los múltiples
contextos en los que las mujeres llevan su vida cotidiana.

El texto de Chandry Mohanty presenta el panorama desde el cual en variados textos de

Feminismo occidental, la mujer del “Tercer Mundo” es construida como víctima y
dependiente entrando así en la misma lógica del capitalismo que denomina a los otros
desde con una posición de inferioridad, además no tienen en cuenta los contextos
particulares sino que entienden la opresión hacia las mujeres de forma universal,
cayendo en trampas metodológicas que resultan siendo reduccionistas y no permiten
una acción política que tenga trasfondo sociohistórico. Es muy interesante la crítica que
hace Mohanty frente a la producción material de las feministas occidentales ya que entra
en la misma lógica en la que se suprime la heterogeneidad en un entendimiento analitico
con consideraciones universales y homogeneizadoras.

Así mismo, es importante retomar la concepción de comunidad ya que permite

plantearse y problematizar la realidad desde un panorama más amplio que el sistema
análitico dicotomico y jaraquico que deviene con el capitalismo. Como ya lo han
demostrado varias comunidades indígenas es posible hacer resistencia a las formas
dicotómicas de entender el mundo, construyendo significados resistentes que estén
organizados en contraposición a la organización social del poder, como es la concepción
de Chacha - Warmi que implica el reconocimiento de la complementariedad desde el
mutuo respeto y rompiendo con las jerarquías o como la concepción Sumak Kawsay que
reconoce la comunidad no solo en tanto seres humanos sino con respeto hacia la madre
tierra y los animales, en donde todas las relaciones median en una resistencia a las
formas de imposición colonial.

Por todo lo anterior, es necesario retomar los análisis de estas mujeres feministas que
nos han brindado una importante herramienta para entender nuestra realidad como
países en un sistema económico jerarquizado en el que las formas de opresión
trascienden todos los ámbitos sociales, pero reconociendo que son variados. Es
importante tener en cuenta que el reconocimiento como mujer y hombre oprimidos,
exige una tarea de deconstrucción de la mayoría de nuestras concepciones incluso en la
forma dicotómico y limitada de entender el mundo, siendo posible adscribiendose de
forma intelectual y práxica a las formas en que se dan las resistencias indígenas,
reivindicando el pasado con la finalidad de establecer prácticas políticas cotidianas que
aboguen por la autonomía de pensamiento y acción.