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Mónica Torres,
Graciela Schnitzer
y Jorge Faraoni
(c o m p i l a d o r e s )
Eric Laurent
Monica Torres
Graciela Schnitzer
Liliana Mauas
Jorge Faraoni
Graciela Musachi
Karen Monsalve
Alejandra Antuna
Mönica Wons
Walter Sierra
Liliana Mauas
Alejandra Loray
Sandra Petracci
« CO;
Marie-Hélène Brousse
Serge Cottet •H C o
Fabian Fajnwaks
Gustavo Dessal
Maria Inès Negri
*[? !
Sergio Laia * 0 5
Blanca Sanchez
Pablo Russo
Indice
Prólogo.......................................................................................... 9
Jorge Faraoni, Graciela Schnitzer
Presen tación................................................................................. 11
© Grama ediciones, 2010. Parentalidad, diferencia y matrimonio homosexual
25 de Mayo 790, P B “F ” (1642) San Isidro Mónica Torres
Provincia de Buenos Aires, Argentina
Tel.: 4 7 4 3 -8 7 6 6 • grama@gramaediciones.com.ar
http: //www.gramaediciones.com.ar Sexuación y homosexualidades
- Masculinidades y feminidades h o y .................................................. 23
Monica E. Torres Mónica Torres
Uniones del mismo sexo : diferencia, invention y se-
xuacidn / Monica E. Torres ; Graciela Schnitzer ; Jorge La elección homosexual. Nuevas normas de la homosexualidad 41
Faraoni. - la ed. - Buenos Aires : Grama Ediciones, 2010. Eric Laurent
212 p . ; 21x14 cm.
GLTTBI............................................................................................... 53
ISBN 978-987-1649-28-0
Graciela Musachi
1. Psicoanälisis. I. Schnitzer, Graciela II. Faraoni, Jorge
III. Titulo El lazo homosexual en la época dei Otro que no ex iste 59
CDD 150.195 Liliana Mauas
H echo el depósito que determ ina la ley 1 1.723 El cuerpo y la diferencia sexual...................................................... 85
Queda prohibida la reproducción total o parcial de este libro Karen Monsalve
por medios gráficos, fotostáticos, electrónicos o cualquier otro La sexualidad, de la verdad a la invención................................... 93
sin permiso dei editor. Alejandra Antuna
U n IONES
las promesas de las audacias freudianas... hasta Lacan.
DEL MISMO
Trabajo publicado en la revista Enlaces N" 11, publicación dei Depar
tamento de Estúdios Psicoanalíticos sobre la familia - Enlaces, dei Centro
de Investigaciones dei Instituto Clínico de Buenos Aires, Grama edicio-
SEXO
nes, Bs. As., 2006. Extraído de la revista La cause freudienne 60 "Les nouve
lles utopies de lafamille", publicación de l'École de la Cause Freudienne, Paris,
junio 2005. 139
La revolución lacaniana permanente El triunfo de la religion
Las consecuencias actuales de la segunda revolución en psico- La última ensenanza de Lacan, en sí misma muy variada, me
análisis son extraídas, paso a paso, gracias a la orientación dada parece acompanar, incluso anticipar, las mutaciones de la civiliza-
al movimiento lacaniano por Jacques-Alain Miller. Planteemos, en ción cuyos efectos son percibidos por Lacan desde los anos seten
principio, que la revolución lacaniana en psicoanálisis fue perma ta. De este modo, en una pequena intervención hecha en ocasión
nente: a lo largo de toda su ensenanza, Lacan sigue un hilo que de las Jornadas de la Escuela Freudiana,2 afirma la declinación dei
radicaliza, por una parte, y que innova, por la otra, en el campo padre y despeja las consecuencias. Si, por un lado, el apoyo toma
abierto por la experiencia generalizada de la práctica dei psicoa do por las nuevas formas dei discurso dei amo en el discurso de
nálisis. En su texto "Los complejos fam iliares",1 la familia es la ciência puede alimentar un sueno de universalismo, la frag-
arrancada dei mito y de la biologia, como de la esfera victoriana mentación dei Nombre del Padre, llamada hoy "multiculturalis-
de lo íntimo, para pasar a la estructura. Esta articulación entre m o", empuja a modos de goce dei tipo segregativo. De la misma
familia y estructura encuentra su despliegue en la promoción que manera, en una conferencia de prensa llevada a cabo en Roma el
hace Lacan de la categoria de lo simbólico, fundada en la estruc 29 de octubre de 1974, Lacan anuda la extension del dominio de
tura dei lenguaje dei inconsciente. La familia, entonces, es abor lo real producido por la ciência al desarrollo dei poder de la reli-
dada según el triple registro de lo simbólico, lo imaginario y lo gión porque, dice él, ésta "tendrá allí muchas más razones aún
real: marco de la reproducción de la especie humana, organiza para apaciguar a los corazones".3
dora de la filiación y fundamento de toda transmisión. En 2005, no podemos enganam os más con la interpretación dei
Para Lacan, tanto al padre como a la madre hay que pensarlos, término "apaciguamiento". Se trata de un apaciguamiento dei
en principio, como función: función de nominación y función de tipo integrista, la paz de Ias llamas y del cementerio. Porque Ia
cuidados, respectivamente, en el seno dei materna lingüístico de religion por venir no es ciertamente la religion de antano. Es nece-
la metáfora. Los padres y madres de la realidad de las existências sario, en efecto, poner en perspectiva este triunfo de la religion
singulares son entonces los atributos significantes puestos al tra- profetizado por Lacan desde 1974 con la declinación de Ia función
bajo en Ia función, al mismo tiempo que nutren lo imaginario de paterna. Será, entonces, una religion de hermanos, y no más una
la novela familiar. religión dei Padre. Más precisamente, serán religiones: el "multi-
En el hilo de los avances de la elaboración lacaniana, esta reduc- religionismo" nació. El campo religioso no puede, él tampoco,
ción de la familia a sus elementos estructurales pierde su importân escapar a esta fragmentación dei Nombre del Padre que es una de
cia en provecho de un modelo aún más formal: A, a, $, S, y S2; mate las características del nuevo lazo social.
rnas que constituyen el discurso, es decir, el lazo; teoria borromea de El orden de vecindad, con la multiplicación de los fenómenos
los modos de anudamiento que dan cuenta de la organización dei de borde, de frontera que implica, viene a reemplazar el orden -/iN
ser hablante (parlêtre). La teoria analítica se encuentra, entonces, jerárquico que caracteriza a una autoridad única.
desembarazada de todo resto familiarista, lo que por supuesto no c
Z
B rousse
quiere decir que las vidas singulares de los sujetos, y por conse- o
z
cuencia el discurso dei analizante, dejen de referirse a ella. m
co
En este sentido, podemos decir que después de una interpreta- O
m
ción dei Edipo freudiano por la metáfora paterna, la última ense r—
élène
Separa el modo de goce dei sujeto y dei Otro, de la función paterna. 2 Esta intervención de J. Lacan en 1968 en el Congreso de la Escuela freu- s
diana de Paris (publicada en las Lettres de l'EFP, 7, marzo de 1970) ha °
sido traducida al italiano y comentada por A. di Ciaccia en La Psicoanalisi, £
1 L a c a n , J., "Estructura cultural de la familia humana", La familia, Argo 33, 2003, p. 8.
nauta, Bs. As., 1978, pp. 14-15. L a c a n J., Le Triomphe de la religion, Le Seuil, Paris, 2005, p. 79. 141
g
3
El discurso analítico intérprete una manifestación de los efectos en el orden familiar de la muta-
ción de la civilización anunciada a partir de los anos setenta por
Al plantear que el discurso dei inconsciente tiene la misma Lacan.
estructura que el discurso dei amo, Lacan pone al psicoanálisis en
posición de analizar las transformaciones dei discurso dei amo.
En este contexto, la orientación lacaniana permite pensar la evo- La parentalidad: borramiento
lución de las prácticas sociales, de las costumbres, de las mentali- de la diferencia funcional
dades y dei derecho de la familia. Es como decir, en consecuencia,
que la perspectiva conservadora o reaccionaria que fue a menudo El término de parentalidad, como Christiane Alberti lo ha
la dei psicoanálisis, no puede ser la nuestra, por razones lógicas. remarcado, tiende a reemplazar al de familia. Por mi parte, lo cali-
En un reciente artículo, Jacques-Alain Miller despeja las tres fico de "neologism o". Se distingue, en efecto, de los términos tra-
vias de la práctica actual dei psicoanálisis. dicionales de parentesco o parentela. Parece, más bien, tomado en
La primera, "reaccionaria", "explica que hoy, el psicoanalista, el movimiento que modificó el adjetivo que calificaba la autori-
teniendo que vérselas con sujetos sin brújula, debe verdadera- dad en el matrimonio según el Código Civil.
mente renunciar a su subversión antigua para comenzar a pasar- Hemos pasado de la autoridad paternal a la autoridad paren
les, a ponerles en la mano, en la cabeza, a sus pacientes, los signi- tal, donde el padre no predomina más. La parentalidad surgió,
ficantes de la tradición, a falta de lo cual nada podría pasar. (...) Y entonces, de esta modificación. Ciertos analistas habían propues-
quizás manana tengamos un psicoanálisis cuyo objetivo sea tos, anos antes, el término de "fam ilia (parent)7 com binada", que
reconstituir el inconsciente de papá. Por otra parte, en su princi no había salido del ghetto de la literatura analítica. El calificativo
pio, esta reacción psicoanalítica no es diferente dei ascenso de los "com binada" estaba, sin ninguna duda, de más. En efecto, la
fundam entalism os".4 Agreguemos que esta corriente actual se parentalidad reposa sobre la exclusion de toda combinación o
inscribe en una tradición que, después ya de Freud y contra él, complementariedad de funciones. Implica una simetria y una
arrastra al psicoanálisis hacia posiciones muy conservadoras. igualdad entre el padre y la madre en Io que concierne al orden
La segunda vía es "pasatista"; ella "consiste -continua J.-A. familiar.
M iller- en un 'no pasa nada, nada ocurrió'. El inconsciente es ^Qué deducir de este cambio, que surge por la declinación dei
eterno, escucha lo eterno que es tu Dios". padre senalada por Lacan? La familia (parent) viene a reemplazar
En cuanto a la tercera vía "que se esboza ( ...) se puede decir al padre y a la madre (parents). Hay pues un borramiento de la
que ella es progresista". Ella "consiste en poner (...) al psicoanáli diferencia entre funciones que hasta ese momento estaban dife
sis al paso dei progreso de las ciências y de las falsas ciências". renciadas.
Concluye que ninguna de estas tres vias puede ser la de la orien EI abordaje freudiano dei Edipo como de otros mitos dei
tación lacaniana porque las tres dan lugar "a prácticas de suges- padre, así como lo destaca Lacan en su seminário "El reverso dei
tión".5 psicoanálisis", es una tentativa de hacer consistir una relación por
U n io n es
la ley. La ley familiar, fundada en la diferencia, vela la falta de
B rousse
Entonces solo queda inventar una cuarta, "en la vía que el últi
mo Lacan (...) abrió".6 Es en esta perspectiva que intentaré pen relación sexual. La parentalidad inscribe una similitud o una
sar la "parentalidad", término dei cual podemos plantear que es
del
a r i e - H élène
mism o
7 Nota del T.: Parent, en singular, significa pariente, también familia. Tam-
4 Miller, J.-A., "Una fantasia", revista Lacaniana 3 "C u rar con el psicoaná bién se usa para referirse al padre o madre que educa solo a su hijo, parent
lisis", publicación de la Escuela de la Orientación Lacaniana, Bs. As., unique. Parents, en plural, significa padre y madre, los padres. La autora
sexo
agosto de 2005, p. 13. juega con este equívoco, irreproducible en castellano. He optado donde
M
5 Ibíd., p. 13. dice parent, traducirlo por familia. (Dictionnaire de la langue française, Le
142 6 Ibíd., p. 13. Robert). 143
equivalência allí donde se planteaba una relación. Ella torna evi Desanudamiento de los tres registros
dente, entonces, que la afirmación según la cual no hay relación
sexual, que pareció escandalosa cuando Lacan la profirió, hoy es El psicoanálisis trabajó para demostrar que la familia es el
un hecho admitido. En el lugar de la diferencia entre el padre y la lugar de sustitución de lo biológico por lo simbólico, al definir
madre, se impone la equivalência y la inter-cambiabilidad de los padre y madre como funciones. Puede parecer paradójico, en la
dos padres. época en que el desarrollo de la biologia parece precisar la repro-
Más allá dei borramiento de la diferencia entre función pater ducción humana en términos de real, que la evolución dei discur
na y función materna, y de la inter-cambiabilidad de la autoridad so dei amo hipermoderno vaya en sentido contrario a tomar en
y dei cuidado -q u e las recientes innovaciones jurídicas, por otra cuenta esta diferencia biológica entre macho y hembra. Esta para-
parte, vuelven manifiestas al modificar las condiciones de trans- doja no es más que aparente, porque la biologia define el sexo a
misión dei nombre patroním ico-, es la diferencia hombre/mujer partir de elementos que surgen menos de la percepción de las
lo que es también tocada. Los matrimônios homosexuales, o aún imágenes globales que de la combinatória de cromosomas, que
más timidamente el reciente PACS, tocan detrás dei padre y de la permiten, de este modo, encarar la reproducción humana cada
madre, la diferencia hombre/mujer, diferencia hasta entonces tra vez más independientemente dei acto sexual.
dicional en las sociedades humanas, y que organizaba el dominio La familia (parent) es una función que viene a reemplazar al
de la alianza. Entonces, es todo el sistema de parentesco que se padre y la madre borrando el resto de real que aseguraba su dife
encuentra transformado. A llí también, al lugar de la diferencia rencia. Confiado a Ia ciência, lo real de la reproducción se encuen
sexual y de la ficción de relación que engendraria, viene a susti- tra separado de lo simbólico de la filiación.
tuirse el m ismizar (mêmeté) y, en consecuencia, la equivalência. Este doble borramiento de la función tradicional de la diferen
Como lo nota Jacques-Alain Miller, el discurso hipermoderno cia manifiesta una modificación del funcionamiento dei sistema
de la civilización no es más el reverso dei discurso dei analista, simbólico en el campo de las estructuras de parentesco. Es este
"tiene la estructura dei discurso dei analista".8 El no hay relación punto que cine la clínica borromea de Lacan, que pone a las tres
sexual no lo asusta más, sino que le parece una verdad de sentido dimensiones de lo simbólico, de lo imaginario y de lo real al
común. El ascenso de la homosexualidad masculina, como la evo- mismo nivel de determ inación, yendo hasta proponer tres
lución de los movimientos feministas por la reivindicación de la "Nom bres dei Padre": la inhibición como nominación imaginaria,
obtención de los derechos masculinos hacia la afirmación de la la angustia como nominación real y el sintoma como nominación
separación radical de los sexos son, sin duda para muchos, este simbólica.
cambio im puesto al amo que es el borramiento dei poder de orde- Jacques-Alain M iller muestra que si Lacan dice que el sintoma
namiento por la diferencia. es real, afirma también que hay que creer en él. Para elucidar Io
La parentalidad implica que el padre sea sustituido por los que podrían parecer dos afirmaciones contradictorias, el da el
pares o las pares. Ella se declina, por otra parte, con la noción de ejemplo de la homosexualidad. Al comienzo planteada como tras-
coparentalidad o de monoparentalidad. La predicción de Lacan torno dei orden natural, es "luego de una presión, de una relación
UNIQUES
dei ascenso de la segregación, es correlativa a este borramiento de
B rousse
DEL MISMO
parentalidad surgió de un proceso similar y se impuso como el
a r i e - H élène
SEXO
M
UNIONES
B rousse
dictadura, conviene bastante para caracterizar la relación que actual dei discurso dei amo. Significante único que viene a reem-
cada vez más los padres mantienen con sus hijos. plazar al de padre y madre, pertenece a la época de los Unos sepa
Hay una industria de cosas infantiles: la infancia comanda un rados y dispersos, entre los cuales la relación no está más organi
DEL MISMO
consumo particular. Hay un estilo de vida ligado al hecho de edu zada por la diferencia significante sino por la equivalência, es
a r i e - H élène
car hijos. La prueba de esta dictadura dei nino como estilo de decir, el valor común.
vida, está dada por el hecho de que numerosos sujetos no se com- Sin embargo, podemos preguntarnos dónde se refugió la dife
prometen en la parentalidad sin ambivalência, temen el dominio rencia, ya que ella pertenece a lo simbólico a título de principio de
SEXO
dei nino sobre sus otros modos de gozar. funcionamiento. Quizás, ^podemos veria manifestarse en forma
M
La habitación dei nino, las actividades de los ninos, la alimen- aleatória? Tomemos el ejemplo dei apellido. Si es posible elegir el
j 5?
S
nombre de uno de los dos padres, o bien conservar los dos, tene-
mos cuatro combinaciones posibles: A, B, AB y BA.
En lugar de la repetición de una única elección posible, apare- El nino como reverso
cen cuatro, sometidas al capricho de los Unos dispersos. En lugar
de la necesidad única de la ley paterna, un orden de relativa con
de las famílias*
tingência y una elección en parte aleatória, diferenciará a los suje-
E r ic L a u r e n t
tos. Reencontramos, entonces, en este punto la diferencia.
Cuando prevalecen los significantes "padre" y "m adre", la
ausência de relación es cubierta por el efecto de sentido fálico
operado por la metáfora. Si imaginamos que pueden desaparecer
en provecho de un solo significante, "fam ilia" (parent), el centrar-
se en el nino vendrá entonces a un primer plano. La cuestión dis
criminatória en cuanto al sintoma dependerá, sin embargo, dei
valor, fálico o no, que tome este objeto. En el lazo con el nino, las
funciones están ya cada vez menos repartidas a partir de la iden-
tidad sexual. Las mismas pueden evolucionar hasta una distribu-
En dos siglos pasamos de una justificación de la elaboración
ción aleatória y temporaria. La estructura se situará, entonces, en
religiosa de la familia a su completo abordaje jurídico.
función de los modos de goce predominantes y permanentes en él
En el cristianismo, las relaciones "fam iliares" en el seno de la
o los padre(s) parent(s), más que en función de las identificacio-
Divinidad y de la Santa Familia permitieron poner a punto la fun
nes a los tipos ideales de los dos sexos.
ción del Nombre del Padre. La familia se encontraba justificada
No hay ninguna razón para pensar que el goce estará allí más
por Hegel como una institución esencial, como lugar institucional
en su lugar que en otra parte, ya que su característica es la de no
dei amor. "Como substancialidad inmediata dei espíritu, Ia fami
estar jam ás allí donde se lo convoca. Entonces, es probable que
lia se determina por su unidad sentida por el am o r".1
con la parentalidad, incluso si el orden familiar se encuentra
La substancialidad inmediata, dice J.-A. Miller en "Hacia las
transformado, los sintomas tienen todavia muchos dias por
próximas Jornadas de Ia Escuela"2 es que la familia en los confi
delante.
nes de la instalación dei liberalismo, aparecia como el sueno de un
lazo social que fuera natural. Dos siglos más tarde es el derecho
T r a d u c c ió n : M a r ía I n é s N e c r i
quien articula la familia después de haber aislado sus funciones,
V e r s ió n n o r e v is a d a p o r e l a u t o r
haber externalizado algunas y haber desarticulado algunas otras.
Los derechos específicos: derecho fiscal, derecho laborai, derecho
social, derecho de la inmigración, remiten ahora "la substanciali
U n IONES
dad inmediata dei espíritu" y "la unidad sentida por el amor" al
B rousse
DEL MISMO
Publicado en El goce sin rostro, Editorial Très Haches, Bs. As., 2010, y "La
a r i e - H élène
5EXO
phiques, PUF, tomo 1, p. 952.
M