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El desarrollo japonés
El paso del siglo XIX al XX en Japón está marcado por la era Meiji, es decir, por el reinado
del emperador Meiji que abarca de 1868 a 1912. En esos 45 años el país había cambiado
significativamente: se pasó de un sistema feudal a una rauda modernización. Este desarrollo
incide en dos ejes, el económico y el militar que desembocará en el expansionismo. A esos
ejes quedara supeditadas las estructuras políticas, aunque siempre bajo la figura del
emperador, considerado una deidad.
El expansionismo japonés
Japón con deseos de tener la misma equidad que los países del Oeste empieza a solidificar su
sistema político liberal y expande su ejercito por el norte, y la armada por el sur. (Loor, 2016).
Cuestiones socio-políticas
Escándalos financieros y dudosas relaciones establecidas por los partidos políticos con el
exterior (Roger y Thomas, 2015).
La Inequidad entre las zonas rurales y las urbanas, causó cierta desconfianza del supuesto
sistema político izquierdista (Roger y Thomas, 2015).
Al mismo tiempo por la falta de libertad de expresión impuesta por las leyes de la época, el
pueblo japonés comenzó a temer de una posible instauración de un régimen izquierdista
radical (Roger y Thomas, 2015).
Japón fue dependiente del comercio mundial y sus exportaciones se redujeron drásticamente
por los impuestos establecidos en los demás países (Roger y Thomas, 2015).
Sin embargo Japón comenzó a obtener un gran crecimiento económico desde 1932 lo que
conllevo a una rápida recuperación (Gonzalez,2014).
La relación que tuvo Estados Unidos con Japón al final de la Segunda Guerra Mundial, tenia
como objetivo el desarrollo y la expansión en el sistema capitalista a nivel mundial
(Fuertes,2016).
Para 1930, Japón por problemas en su mandato y economía, termina estableciendo una:
A finales de los años 20 China atravesaba una crisis económica (Rogery Thomas, 2015).
Mientras que El Partido Comunista de China forma un Frente Unido e inicia la "Expedición
del Norte" (Roger y Thomas, 2015). Su fin era establecer un Gobierno Central y quitar poder
territorial a los jefes militares.
Causas.-
La invasión japonesa de Manchuria por el Ejército de Kwantung del Imperio del Japón,
comenzó el 19 de septiembre de 1931, inmediatamente después del Incidente de Mukden.
Tras el Incidente de Mukden y en violación a las órdenes emitidas por Tokio, el comandante
en jefe del Ejército de Kwantung, Shigeru Honjō, ordenó a sus fuerzas que ampliaran
rápidamente sus operaciones a lo largo del Ferrocarril del Sur de Manchuria. Bajo las órdenes
del teniente general Jirō Tamon, las tropas de la 2.ª división se movilizaron hacia la línea del
ferrocarril y capturaron a prácticamente todas las ciudades a lo largo de sus 1.114 km (693
millas) en cuestión de días, ocupando An-shan, Haicheng, Kaiyuan, Tieling, Fushun, Szeping-
chieh, Changchun, Kuanchengtzu, Yingkou, Antung, y Penhsihu.
El gobierno civil japonés perdió su autoridad por este masivo acto de insubordinación. Sin
embargo, por los informes de las rápidas victorias sucesivas obtenidas por el ejército no fue
capaz de oponérsele, tomando la decisión de enviar tres divisiones de infantería adicionales
desde Japón, comenzando con la Brigada Mixta 14.ª de la 7.ª división. Eventualmente, el
Emperador aprobó la ocupación de Manchuria. A principios de octubre las fuerzas totales del
Ejército de Kwantung eran de cerca de 35.400 soldados.
De los 160.000 soldados del Ejército del Noreste al principio del incidente de Manchuria,
cerca de 60.000 desertaron al lado japonés. De los restantes, unos 40.000 soldados del ejército
del señor de la guerra Zhang Xueliang se retiraron sin ofrecer mucha resistencia, adhiriéndose
a la política del generalísimo Chiang Kai-Shek. El resto de las tropas, leales al Ejército
Nacional Revolucionario, se mantuvieron en la provincia de Heilongjiang y principalmente en
los alrededores de Harbin bajo el mando del General Ting Chao.
Movimientos de secesión
Luego de que el Gobierno provincial de Liaoning huyera de Mukden, éste fue reemplazado
por un "Comité de Preservación del Pueblo" que declaró la separación de la provincia de
Liaoining de la República de China. Otros movimientos secesionistas fueron organizadas en
la provincia de Jilin, ocupada por los japoneses, bajo el mando del general Xi Qia, cabeza del
«Nuevo Ejército de Kirin»; y en Harbin, por el general Chang Ching-hui.
Sin embargo, el general Dou Lianfang atacó su vanguardia y la forzó a retirarse con fuertes
pérdidas. Durante la batalla, el puente ferroviario de Nenjiang fue dinamitado por las tropas
leales al general Ma Zhanshan1 para evitar cualquier intento de cruzarlo.
A pesar de los esfuerzos del consulado japonés, opuesto al estallido de nuevos combates, el
Ejército de Kwantung decidió enviar a los operarios para reparar el puente el 4 de
noviembre.2 Los combates estallaron entre las fuerzas japonesas y las tropas leales al
gobernador de la provincia de Heilongjiang,2 el general Ma Zhanshan, quien optó por
desobedecer la prohibición impuesta por el Gobierno del Guomindang de ofrecer resistencia a
la invasión japonesa. Los dos primeros días los chinos lograron rechazar a las unidades
japonesas, hasta que estas recibieron refuerzos.2 EL 7, con el grueso de las tropas de Ma en
Qiqihar y Ang'angxi, los japoneses atacaron Sanchienfang al tiempo que exigían
infructuosamente la dimisión de Ma y la retirada de sus tropas.3
a pesar de haber perdido más de cuatrocientos hombres y tener a trescientos más heridos, el
general Ma Zhanshan rechazó un ultimátum japonés para entregar Qiqihar.4 El 18 tres mil
quinientas tropas japonesas bajo el mando del general Jirō Tamon comenzaron un ataque que
terminó forzando a Ma a abandonar Qiqihar el 19 de noviembre y refugiarse en Hailun.4
Sin embargo, las dos partes fallaron en el intento de alcanzar un acuerdo. El gobierno de
Wataksuki prontó cayó y fue sustituido por un nuevo gabinete liderado por el primer ministro
Tsuyoshi Inukai. Negociaciones posteriores con el gobierno del Kuomintang fallaron, por lo
que el Gobierno japonés autorizó el refuerzo de las tropas en Manchuria. Las fuerzas totales
del Ejército de Kwantung se incrementaron hasta cerca de los 60 450 soldados.
Con esta importante fuerza el ejército japonés anunció el 21 de diciembre el inicio de una
gran escalada con el objetivo de sofocar el creciente movimiento de resistencia por parte de la
población china en las provincias de Liaoning y Jilin.
La última fuerza importante china en el norte de Manchuria fue liderada por el general Ting
Chao, quien organizó con éxito la defensa de Harbin frente al general Qia hasta la llegada de
la 2.ª división bajo el mando del general Jirō Tamon, tomando las fuerzas japonesas Harbin el
5 de enero de 1932.
El 27 de febrero de 1932 el general Chao ofreció cesar con las hostilidades, terminando así de
manera oficial la resistencia china en Manchuria, aunque los combates contra las guerrillas y
algunas fuerzas intermitentes continuarían por varios años en la campaña para pacificar
Manchukuo.
Comisión de Lytton
La Comisión Lytton fue un grupo de trabajo establecido por la Sociedad de Naciones en 1931
para investigar las causas del Incidente de Mukden y determinar los motivos y consecuencias
del ataque de Japón contra China y la posterior proclamación del estado de Manchukuo.
Trabajo de la Comisión
El nombre de la Comisión se debió a su jefe máximo, el diplomático británico G. R. Bulwer-
Lytton, segundo conde de Lytton, quien dirigía a un conjunto de funcionarios de la Sociedad
de Naciones con experiencia en relaciones internacionales, y quien mantuvo reuniones con los
líderes gubernamentales de China y Japón, dedicando tiempo a la investigación in situ de los
conflictos entre ambos países y buscar fórmulas de acuerdo entre ambos para mantener la paz
en Asia Oriental. Las funciones de la Comisión empezaron en abril de 1932 hasta el mes de
agosto del mismo año.
Conclusiones de la Comisión
La Comisión Lytton, que examinó más de la explosión de trenes.
La Comisión Lytton emitió un informe final, denominado Informe Lytton, describiendo las
relaciones internacionales de China y Japón antes del Incidente de Mukden y reflejando los
intereses políticos y económicos de ambos estados. Para expresar los sucesivos eventos
previos al Incidente de Mukden, el reporte tomó como base relatos de testigos y de
participantes directos, indagando también sobre los antecedentes de la fundación del Imperio
de Manchukuo y su posterior evolución (la creación oficial de dicho Estado ya había ocurrido
antes que la Comisión pudiese llegar a Manchuria). El reporte también contenía diversas
sugerencias a la Sociedad de Naciones para alentar algunas soluciones a los puntos de
enfrentamiento político y económico entre Japón y China, con propuestas de acuerdo que
serían estudiados por la Sociedad.
El reporte indicaba, entonces, que las tropas imperiales japonesas habían realizado
operaciones de agresión contra China, y no de simple autodefensa como arguyó el gobierno
de Tokio, con lo cual el Incidente de Mukden era determinado como de responsabilidad
exclusivamente nipona. Respecto de Manchukuo, el reporte de la Comisión expresaba que
dicho Estado se sostenía solamente con el apoyo de tropas japonesas, que sin la ayuda directa
de Japón no podría seguir existiendo Manchukuo ni el régimen de su "emperador" Pu Yi, y
sobre todo que no había una auténtica adhesión de la población local de Manchuria (población
mayormente china) al recién formado Estado, ni había surgido siquiera un verdadero
movimiento de independencia en dicha región. Tales conclusiones contradecían abiertamente
las versiones oficiales que Japón había indicado a los gobiernos extranjeros.
Antecedentes
Desde la victoria bolchevique en la Guerra civil rusa, el nuevo estado soviético había asumido
las responsabilidades del Imperio ruso en el Ferrocarril Transmanchuriano, el cual atravesaba
el territorio chino pero que a su vez era de un gran valor estratégico para la Unión Soviética.
Desde que se creara la administración del ferrocarril, la compañía tenía su sede en Harbin y
los soviéticos incluso tenían participación en el consejo local de la ciudad. Las disposiciones
administrativas quedaron formalizadas en un tratado sino-soviético firmado en 1924.
. Entre 1925 y 1927 tuvieron lugar numerosas provocaciones del señor de la guerra en
Manchuria, Zhang Zuolin, contra los soviéticos.2 Zuolin se encontraba, además, en conflicto
con el Gobierno central de Nankín y en una difícil situación con los japoneses, establecidos en
Corea. Después de que Zuolin fuera asesinado por agentes japoneses en 1928, su hijo Zhang
Xueliang asumió el mando del gobierno en Manchuria.
Desarrollo.-
A comienzos de 1929 las autoridades chinas de
Harbin, con el consentimiento de Zhang Xueliang,
se hicieron con el control de la red telefónica de la
ciudad, la cual había sido instalada y era
administrada por la Compañía del ferrocarril
transmanchuriano. Los soviéticos protestaron por
esta acción, ya que la consideraron una violación
del Tratado sino-soviético, pero Xuelinag
argumentó que estos acuerdos se referían
exclusivamente a los ferrocarriles. Durante los
siguientes meses Zhang se mostró muy agresivo
ante las quejas soviéticas.3
Mientras las negociaciones entre ambas partes seguían desarrollándose, a finales de verano
estalló el conflicto armado entre ambas partes. El 9 de septiembre la aviación soviética
bombardeó y destruyó la estación ferroviaria de Suifenhe, provocando un importante número
de bajas. A lo largo de las siguientes semanas los aviones soviéticos desarrollaron una intensa
campaña aérea contra objetivos estratégicos en el noreste de Manchuria. A mediados de
noviembre la línea ferroviaria entre Tsagan y Chalainor había sido intensamente
bombardeada, provocando el corte de las comunicaciones. Para esa fecha los chinos ya habían
tenido unas bajas de dos mil muertos.5 Por su parte, las negociaciones continuaron, pero
fueron ralentizadas considerablemente por la actitud china hacia la propuesta soviética.
Finalmente, el 22 de diciembre los representantes de la URSS y el general Zhang firmaron en
la ciudad soviética de Khabarovsk un acuerdo que puso fin a las hostilidades.
Consecuencias
La actuación del Ejército chino del Noreste al mando de Zhang Xueliang había sido
decepcionante, lo que posiblemente contribuyó a que con posterioridad Zhang se mostrase
reticente a entablar combate con el Ejército Imperial Japonés.6 Por su parte, la actitud
soviética supuso una muestra excepcional, en un período en que la Unión Soviética mantenía
en política exterior una actitud más cauta.1 Es también probable que dos años más tarde,
cuando las fuerzas imperiales japonesas invadieron Manchuria, la voluntad soviética de
combatir disuadió a los japonesas de continuar avanzando hacia el norte.1 La intervención
soviética rápidamente puso fin al conflicto y obligó a los chinos a restaurar la administración
conjunta chino-soviética del Ferrocarril, con el establecimiento de una nueva cúpula
administrativa.
Primera guerra sino-japonesa (1894-1895)
La guerra fue un claro indicio del fracaso del intento de la dinastía Qing de modernizar sus
fuerzas armadas y defenderse de las amenazas a su soberanía, sobre todo en comparación con
el éxito de Japón posterior a la Restauración Meiji. Por primera vez, el dominio regional en el
este de Asia pasó de China a Japón, y el prestigio de la dinastía Qing, junto con la tradición
clásica en China, sufrieron un duro golpe. La humillante pérdida de Corea como Estado
vasallo de la dinastía Qing provocó una protesta pública sin precedentes. En China, la derrota
fue un catalizador para una serie de revoluciones y cambios políticos dirigidos por Sun Yat-
Sen y Youwei Kang. Estas tendencias se manifestarían más tarde en la Revolución de 1911,
que acabó con la monarquía.
En marzo de 1895, se firmó el Tratado de Shimonoseki entre Japón y China por el cual esta
cedía Taiwán, las islas Pescadores y Liaodong al Imperio del Japón.
Enfrentamientos
El 25 de julio7 de 1894, la Armada japonesa hundió el buque de guerra chino Gaosheng sin
previo aviso, precipitando el estallido de la guerra entre los dos países.3 El enfrentamiento
supuso la culminación de una rivalidad de dos décadas entre los imperios y puso a prueba las
medidas modernizadoras que los dos países habían puesto en marcha en los últimos años del
siglo.3 El hundimiento del buque privó a China de unos mil hombres, de los mejores con los
que contaba en la región.
China sufrió una serie ininterrumpida de derrotas: Pingrang y Mar Amarillo (septiembre de
1894), Lushun (noviembre de 1894), Weihaiwei (febrero de 1895).3 Para principios de
octubre, las fuerzas japonesas habían conseguido expulsar a las chinas de Corea y a
comienzos del mes siguiente habían ocupado importantes puntos del territorio chino
nororiental, como el puerto de Port Arthur.
En marzo de 1895, las fuerzas japonesas ya amenazaban la capital china, Pekín, y al mes
siguiente el Gobierno chino tuvo que solicitar la paz, que incluía términos humillantes para el
imperio.3
A pesar de estas derrotas, al comienzo las unidades chinas estaban bien armadas, en algunos
aspectos como los rifles (Mauser frente a los Murata japoneses) mejor que sus enemigos.14
En artillería los japoneses disponían de una ligera ventaja.14 La estrategia principal de los
mandos chinos fue defensiva; la falta de movilidad de las unidades y la tradición militar china
favorecían la defensa frente al ataque.15 una de las principales debilidades de las tropas
chinas era su falta de instrucción: a menudo bien armados, los soldados en ocasiones no
sabían utilizar sus armas.16 Ante la falta de un cuerpo de oficiales adecuadamente formado,
China había descuidado la instrucción de sus tropas, que era muy inferior a la de los
japoneses.17 Esta deficiencia también influía en la falta de disciplina, en contraste con la de
las fuerzas japonesas, alabada por los observadores extranjeros.18 Las deserciones supusieron
un grave problema para las unidades chinas durante toda la guerra.19 Además, en bastantes de
los enfrentamientos de la guerra los japoneses contaron con superioridad numérica frente a los
chinos, a pesar de que el Ejército chino era varias veces más grande que el japonés.20
Asimismo, buena parte del Ejército chino no tenía valor militar alguno y constaba de unidades
anticuadas; el nuevo Ejército de Beiyang contaba con unos 25 000-30 000 hombres en 1893,
pero tenía dificultades financieras para crecer.21
En la batalla de Pingrang, capturado por los japoneses después de un ataque desde el norte
que desbarató las defensas chinas, los chinos abandonaron abundante armamento.22 Este solo
comenzó a escasear y ser anticuado hacia el final de la guerra, cuando los japoneses habían
derrotado ya a las mejores unidades del Ejército chino.23 En esta batalla unos 20 000 chinos
se enfrentaron a una fuerza ligeramente superior de japoneses (23 800).20
En el asedio de Lushun, los japoneses contaron con veinte mil hombres frente a los siete mil
defensores chinos.20
Fin de la guerra
Tratado de Portsmouth (1905)
Tratado de Portsmouth concluyó de modo formal con la Guerra Ruso-japonesa de 1904-
1905. Se firmó el 5 de septiembre de 19051 tras la negociación que se produjo en el Astillero
Naval Portsmouth, cerca de Portsmouth (Nuevo Hampshire) en los Estados Unidos.
Negociaciones
Los delegados que firmaron el acuerdo de paz fueron Serguéi Witte y Román Rosen por
Rusia y Komura Jutarō y Takahira Kogoro por Japón. Fiódor Martens y otros diplomáticos de
ambos países se alojaron en el Hotel Wentworth en New Castle.
De acuerdo con el tratado, tanto Japón como Rusia se comprometían a evacuar Manchuria y
devolver la soberanía a China, pero Japón obtenía la península de Liaodong (donde se
encontraban Port Arthur y Talien), y el sistema ruso de ferrocarriles en Manchuria
meridional,2 con acceso a recursos estratégicos. Japón recibía de Rusia la mitad meridional de
la isla de Sajalín.2 La cesión de este territorio cercenaba en la práctica las comunicaciones por
mar entre Vladivostok y Kamchatka, mientras que el establecimiento japonés en Liaodong les
permitía obtener una base para poder extenderse hacia el norte y cortar las comunicaciones
terrestres desde la Rusia europea a Vladivostok.
Aunque Japón obtuvo mucho del tratado, no fue tanto como la opinión pública japonesa
esperaba, ya que la posición inicial japonesa reclamaba la totalidad de Sajalin y una
indemnización. Esta frustración causó los disturbios de Hibiya y provocó la caída del gabinete
de Katsura Tarō el 7 de enero de 1906.
Theodore Roosevelt fue mediador en las negociaciones, por lo que obtuvo el Premio Nobel de
la Paz en 1906. Ambas partes buscaban la paz; los rusos habían sido derrotados repetidamente
y los japoneses sufrían importantes dificultades financieras. Las negociaciones se produjeron
en agosto. En julio de 1905, antes del comienzo de las negociaciones los japoneses habían
firmado el acuerdo Taft-Katsura con los Estados Unidos, por el que acordaban el control
japonés sobre Corea a cambio del domino estadounidense en Filipinas.
Consecuencias
Además de suponer un paso más en el
afianzamiento del control japonés de la zona
manchú, el Tratado fue la base de las relaciones
entre Japón y la Unión Soviética tras la
Revolución de Octubre por exigencia de los
japoneses,que reclamaron su aceptación por los
soviéticos como requisito para el establecimiento
de relaciones diplomáticas, comenzadas el 20 de
enero de 1925, a pesar de los intentos rusos de
revisarlo.
TRATADO DE PAZ EN PARIS DE 1919
La Conferencia de Paz de París fue la reunión en 1919 de los Aliados después del armisticio
para acordar las condiciones de paz con los países de las Potencias Centrales: Alemania, el
Imperio otomano, Bulgaria, Austria y Hungría, estos dos últimos como representantes del
desaparecido Imperio austrohúngaro. Los aliados empezaron sus labores de negociación entre
sí el 18 de enero de 1919 bajo la dirección del Comité de los Cuatro: Wilson, Clemenceau,
Lloyd George y Orlando,aunque los que realmente dirigieron las negociaciones fueron los tres
primeros.4 A los países vencidos no se les dejó asistir a estas reuniones, así que los que
decidieron el futuro de los vencidos, fueron los países vencedores, que tenían distintas postura
Logros
Consecuencias
Los vencidos, sobre todo Alemania, se quedaron con la sensación de haber sido tratados
injustamente (revanchismo y nacionalismo),16 que, entre otras cosas, causaría el estallido de
la Segunda Guerra Mundial. Además no se resolvió el problema de las nacionalidades
quedando en evidencia el principio teórico de las negociaciones
Tratado naval de Washington 1922
El Tratado Naval de Washington fue un intento de las potencias vencedoras de la Primera
Guerra Mundial de evitar una carrera armamentística entre ellas que llevara a otra contienda,
fue suscrito en 1922. Fue acordado en la Conferencia Naval de Washington.
Fue firmado por representantes de las potencias que resultaron vencedoras en la guerra
(Imperio Británico, Estados Unidos, Francia, Reino de Italia y el Imperio Japonés) el 6 de
febrero de 1922, así como por representantes de los dominios de la Commonwealth británica.
En este tratado se estipulaba el tonelaje total de buques de guerra del que podría disponer cada
país firmante, así como las características de los mismos. En esas fechas el Tratado de
Versalles de 1919 había prohibido a Alemania poseer marina de guerra, Austria-Hungría
había sido desmembrada y las naves de su flota de guerra habían sido entregadas al Reino de
Italia o al joven Reino de Yugoslavia; por otro lado la antigua flota imperial de Rusia había
desaparecido y la Armada Soviética estaba muy debilitada para ser invitada al Tratado.
Acuerdos
Como en aquella época el buque de guerra más importante (el capital ship, en inglés) era el
acorazado, se comenzó con definirlo. Se estipuló para el acorazado un desplazamiento de 35
000 toneladas inglesas o tons (1 ton = 1016 kg) y armamento principal compuesto por
cañones de calibre no superior a 16 pulgadas (406 mm). La distribución inicial de acorazados
que podrían tener las potencias era la siguiente:
Resultados
No obstante, el Tratado de Washington sufrió un primer revés en 1934 cuando el gobierno
de Japón anunció que no renovaría su adhesión a los términos del Tratado, lo cual estaba
previsto realizar en el Segundo Tratado Naval de Londres a suscribirse en 1936. Así,
Japón aplicó los término del Tratado naval de Washington sólo hasta 1936, rechazando
nuevas limitaciones a la construcción de naves de guerra, al considerar que el Tratado
impedía que la Armada Imperial Japonesa, que entonces era la tercera flota de guerra más
grande del planeta, creciera al mismo ritmo que la Royal Navy británica y la Armada de
los Estados Unidos, justo en esos momentos estaba comenzando la Segunda guerra sino-
japonesa.
Pacto de las Cuatro Potencias (1933)
Los representantes de las cuatro naciones firmaron en efecto un acuerdo, versión limitada
de la propuesta original italiana. El objetivo de la sugerencia italiana era estrechar las
relaciones con Francia,pero fracasó como método de calmar la situación política en
Europa.El tratado confirmó la adhesión de los cuatro países a la Sociedad de Naciones, al
Tratado de Locarno y al Pacto Briand-Kellogg. Debía servir como instrumento para
facilitar la cooperación entre las naciones, creando un bloque de cuatro grandes potencias
en la Sociedad de Naciones que privase de parte de su poder a los países menos
poderosos. Como la sugerencia de Mussolini suponía un cambio claro de la situación
política surgida de la guerra mundial, alarmó a Francia y a sus aliados; estos, a excepción
de Polonia, limitaron su oposición al pacto gracias a la intervención francesa y a la
modificación de la propuesta inicial italiana.3 Francia logró que lo que debía haber sido
un sistema alternativo a la Sociedad se convirtiese en una proclama en favor de su
reforzamiento con escasas consecuencias prácticas.3 Para el Reino Unido, por el
contrario, la sustitución de la Sociedad por un sistema similar a la antigua diplomacia de
las grandes potencias era aceptable.7
Acuerdo.-
El concierto entre los dos bandos, basado estrictamente en el borrador presentado por la
delegación japonesa, que no aceptó cambios, estipulaba que se crearía una zona
desmilitarizada10 a lo largo de la Gran Muralla. En esta, el orden quedaba a cargo de la
policía china.12 Esta quedaba encuadrada en una nueva unidad, el Cuerpo de
Mantenimiento de la Paz, que debía excluir a los elementos hostiles a Japón.Aquellos
disturbios que esta unidad no pudiese sofocar, debían ser solucionados según las medidas
que aprobasen conjuntamente las autoridades chinas y japonesas.Por su parte, obtenidas
estas concesiones del Gobierno chino, los japoneses se comprometían a retirar sus tropas
al norte de la Gran Muralla.
Para evitar las críticas al acuerdo, el 2 de junio Wang se dirigió a la nación, declarando
que el acuerdo era simplemente una tregua militar para poner fin al enfrentamiento bélico
que no incluía cesión política alguna. El 3 de junio, el principal organismo político del
Kuomintang aprobó la tregua, gracias a la insistencia de Chiang y Wang.13
En apariencia, el acuerdo cumplía los objetivos que se habían marcado los mandatarios
chinos: era exclusivamente militar y no incluía cláusulas políticas ni mención alguna de
Manchuria. Acababa además con una lucha que estaba a punto de alcanzar Pekín y
Tianjin. Pero permitió al Ejército japonés asentarse en el noreste de la provincia de
Hebei,desde donde fue extendiendo paulatinamente su influencia hacia el sur y marcó el
comienzo de la expansión militar japonesa en el norte de China, al sur de Manchuria.Fue
una nueva claudicación del Gobierno chino a las ansias expansionistas niponas. Marcó
además el fin de la fase de expansión territorial japonesa mediante las armas que había
comenzado en septiembre de 1931 con el incidente de Mukden.
Batalla de Shanghái (1932)
la situación empeoró durante las siguientes semanas. Para el 27 de enero, Japón ya había
concentrado unos treinta buques, cuarenta aviones y cerca de 7.000 soldados en las costas
de Shanghái, con el objetivo de neutralizar cualquier foco de resistencia y defender los
intereses japoneses en caso de que la situación degenerase.
Durante todo este tiempo, el 19.º Ejército de Ruta (en chino: 十九陸軍, pinyin:
shíjǐulùjūn) se había concentrado a las afueras de la ciudad, para consternación tanto de la
administración civil china de Shanghái como de las administraciones extranjeras. El 19.º
Ejército de Ruta era vista como poca más que una fuerza de mercenarios propias de un
señor de la guerra, siendo tan peligroso para los Japoneses como para la propia Shanghái.
Al final, Shanghái donó una suma sustancia de dinero en concepto de soborno para el 19.º
Ejército, con la esperanza de que se fuesen sin incitar un ataque japonés.
Proceso de paz
Acto conmemorativo en honor a los soldados chinos caídos en los combates.
Tras el cese de las hostilidades, el 19.º Ejército fue reenviado por Chiang Kai-shek a
suprimir la revuelta comunista en Fujian. Aunque ganaron algunas batallas contra los
comunistas, acabaron negociando con ellos. El 22 de noviembre, los líderes del 19.º
Ejército de Ruta se reveló contra el Kuomintang, estableciendo el Gobierno Popular de
Fujian, independiente de la República de China. El nuevo gobierno de Fujian no fue
apoyado por todos los elementos comunistas, y fue rápidamente neutralizado por el
ejército nacionalista en enero de 1934. Los líderes del 19.º Ejército escaparon a Hong
Kong, mientras que el resto del ejército fue desmantelado y reasignado a otras unidades
del Ejército Nacional Revolucionario (China)
La batalla de Nanking [1937]
La Masacre de Nankín o Nanking ,conocida también como la Violación de Nankín, se refiere
a los crímenes cometidos por el Ejército Imperial Japonés en Nankín (China), y sus
alrededores, tras la caída de la capital de la República China frente a las tropas japonesas el 13
de diciembre de 1937.1234
El ejército japonés se trasladó hacia el norte tras capturar Shanghái en octubre de 1937, y
conquistaron Nankín en la batalla de Nankín, el 13 de diciembre de 1937. Los comandantes
del ejército nacionalista chino habían huido de la ciudad antes de la entrada del ejército nipón,
dejando atrás a miles de soldados chinos atrapados en la ciudad amurallada. Muchos de ellos
se quitaron sus uniformes y escaparon a la llamada Zona de Seguridad preparada por los
residentes extranjeros de Nankín. Lo que ocurrió después de la entrada del ejército japonés en
la ciudad de Nankín es y ha sido la base de la acalorada discusión histórica y tensión política,
particularmente entre China y Japón en años recientes.
Los crímenes de guerra cometidos durante este episodio incluyen el pillaje, la violación, y la
matanza de civiles y prisioneros de guerra. El alcance de las atrocidades es debatido entre
China y Japón, que van desde la afirmación del gobierno chino de una cifra de muertos no
combatientes superior a 300 000, hasta la afirmación del ejército japonés en el Tribunal
Militar Internacional de Extremo Oriente (conocida como el Tribunal de Guerra de Tokio)
después de la Segunda Guerra Mundial, de que las cifras de muertos eran todas de militares y
que no hubo masacres organizadas o atrocidades cometidas contra los civiles. El Tribunal de
Guerra de Tokio juzgó un caso en que el número total de muertes fue de 250 000. En la
sentencia de muerte emitida contra el comandante del ejército japonés en Nankín, el general
Iwane Matsui, la cifra fue establecida en 100 000.56 En diciembre de 2007, algunos
documentos del Gobierno Federal de los Estados Unidos recién publicados, que hasta
entonces habían sido un secreto de Estado, consideraron el número total de muertos en 500
000, teniendo en cuenta lo que pasó alrededor de la ciudad antes de su captura.
En China, este hecho es un punto principal del nacionalismo chino. En Japón, la opinión del
público está dividida al respecto, especialmente entre los conservadores, para los que la
Masacre de Nankín ha sido exagerada como un arma diplomática dirigida contra Japón. Tales
opiniones son consideradas revisionismo histórico entre los chinos, y como tal, continúan
generando rabia y resentimiento.
Segunda guerra sino-japonesa
La invasión japonesa de 1937 tenía como objetivo la conquista de la capital china, Nankín, y
la expulsión de los nacionalistas de la región del bajo Yangtsé, la más desarrollada del país.9
Como la conquista y devastación de la capital no bastó para obligar al Gobierno chino a
rendirse, la guerra prosiguió, primero en torno a la nueva capital china de Wuhan (Batalla de
Wuhan) y luego en los principales enclaves costeros del país y en algunas regiones rurales,
donde habían aparecido guerrillas, principalmente comunistas.9 Durante los primeros meses
de la guerra, el avance japonés fue casi imparable: para finales de 1937, se habían apoderado
de Pekín, Tianjin, Nankín, Shanghái, Qingdao, Taiyuan, Cantón, de Chahar y Suiyuan y de
gran parte del norte de China.10
A principios de 1938, la suerte de los combates pareció favorecer a los chinos, con la victoria
de Li Zongren en Taierzhuang y la denodada resistencia de la nueva capital, Wuhan, pero para
el otoño los chinos habían perdido esta, así como las provincias de Anhui y Jiangxi.10 A
finales de año, el frente se estabilizó hasta el último gran avance japonés de 1944, que tuvo
lugar durante la Operación Ichi-Go, que permitió a los nipones unir los territorios que
dominaban en el norte y en el sur del país.9 Japón controlaba las ciudades más importantes
del país —concentradas en el centro y este del territorio— y las principales vías de
comunicación —fundamentalmente, líneas férreas—.
Inicialmente los japoneses lograron victorias importantes, como en Shanghái, y para finales
de 1937 capturaron la capital china de Nankín. Después de no poder detener a los japoneses
en Wuhan, el gobierno central de China se trasladó a Chongqing, en el interior del país. En
1939, tras las victorias chinas en Changsha y Guangxi, y con líneas estiradas de
comunicaciones profundas en los territorios del interior de China, la guerra llegó a un punto
muerto. Los japoneses también fueron incapaces de derrotar a las fuerzas comunistas chinas
en Shaanxi, que siguieron realizando operaciones de sabotaje contra los japoneses utilizando
tácticas de guerra de guerrillas.
Fin de la guerra
Preparativos aliados para la invasión de Japón
Los Aliados prepararon la conquista de Japón tras la victoria en Europa, sellada el 8 de mayo
de 1945 con la rendición de Alemania.269 El plan aliado consistía en un desembarco en dos
fases en las islas japonesas que no emplearía el territorio chino para las operaciones, sino la
isla japonesa de Okinawa, ya en su poder.269 La primera fase, la Operación Olympic, se
planeó para el 1 de noviembre y se asignaron a ella doce divisiones; a la segunda, la
Operación Coronet, veinticinco.269 Los soviéticos debían impedir la llegada de refuerzos
desde Manchuria invadiendo la región.269 Los mandos estadounidenses sostenían que la
campaña sería dura y no lograrían sojuzgar Japón en menos de quince meses.269 En junio, los
japoneses comenzaron a retirarse de los territorios chinos conquistados durante la larga
campaña de 1944 y concentraron sus fuerzas en la costa y en el norte del país, no sin antes
arrasar algunas de las ciudades que evacuaron.269
También durante la primavera de 1945, China había obtenido concesiones diplomáticas de sus
aliados: se le otorgó el derecho de veto en la nueva Organización de las Naciones Unidas,
señal de que se la consideraba una de las grandes potencias mundiales.212
La guerra concluyó casi un año antes de lo que se preveía.116 Por entonces Japón aún
controlaba los amplios territorios que habían conquistado al comienzo de la contienda y
mantenía un millón de soldados en China.116 La rendición de las fuerzas japonesas
destacadas en China —más de un millón doscientos mil soldados— tuvo lugar en septiembre,
en presencia del representante chino, el general He Yingqin, jefe supremo de los ejércitos
chinos.
Consecuencias
La guerra, que había durado más de ocho años, causó una enorme destrucción y unos veinte
millones de muertos, la gran mayoría, civiles.9 Los ejércitos gubernamentales chinos quizá
perdieron un millón de soldados.9 China se hallaba arrasada por la larga contienda.273
Extensas zonas rurales quedaron dominadas por los comunistas, en especial en el norte del
país.274 Otras estaban en poder de unidades militares a menudo ligadas a los desaparecidos
Gobiernos títeres chinos.275 El Gobierno nacionalista, deseoso de recuperar el control del
mayor territorio posible, de que este no cayese en manos de los rivales comunistas y de
aumentar sus fuerzas, aceptó en general la inclusión en el Ejército de estas unidades.275
Aunque algunas de las unidades se integraron en el ejército comunista, el grueso engrosó las
filas del Gobierno del Kuomintang.275 A diferencia de los mandos militares filojaponeses,
que no sufrieron en general castigo alguno de los vencedores, los políticos que habían
colaborado con los nipones sí sufrieron duras represalias, primordialmente porque no
resultaban necesarios en la posguerra, en contraste con los militares.275
Hechos posteriores
El final de la guerra supuso la salida definitiva de Japón del territorio chino. Todo el territorio
ocupado, así como Manchuria y Taiwán, volvían a estar bajo soberanía nominal china, y
Chiang Kai-shek restablecía el gobierno de Nankín. Sin embargo, las fuerzas comunistas de
Yan'an, muy fortalecidas por los años de guerra y por la intervención soviética en Manchuria,
aumentaban su influencia sobre numerosas zonas de la China rural. La salida de los japoneses
daba paso así a una guerra civil abierta entre el KMT de Chiang Kai-shek y los comunistas de
Mao Zedong.271
Corea dejó de ser japonesa y se dividió en dos partes: Corea del Norte, la parte apoyada por
los soviéticos y Corea del Sur apoyada por Estados Unidos. La escalada de tensión entre
ambas degeneró en una guerra abierta cuando Corea del Norte invadió Corea del Sur el 25 de
junio de 1950, comenzando la guerra de Corea, que supuso el primer conflicto armado serio
de la Guerra Fría.
Incidente del Puente de Marco Polo
El incidente del Puente de Marco Polo, ocurrido el 7 de julio de 1937,12 marcó el inicio de la
Segunda guerra sino-japonesa entre el Imperio del Japón y la República de China. Los
soldados de ambas potencias se enfrentaron 15 kilómetros al suroeste del centro de Pekín, en
el Puente de Marco Polo.
En este ambiente de gran tensión, los japoneses hicieron maniobras militares a las afueras de
Pekín. Durante las maniobras un soldado japonés se perdió durante un corto periodo de
tiempo y se produjo un tiroteo de origen desconocido. Esta escaramuza pronto creció hasta
convertirse en un enfrentamiento entre las unidades chinas y japonesas que se encontraban en
las cercanías, a pesar de los acuerdos de los mandos locales para resolver pacíficamente el
incidente. Mientras los mandos de las unidades implicadas acordaban una resolución para el
conflicto, los subalternos continuaban el enfrentamiento.
Este enfrentamiento, aunque menor, acabó desencadenando una serie de acontecimientos que
llevaron a una guerra abierta entre las dos naciones.1 Asimismo, la expansión japonesa en el
norte de China y el crecimiento del nacionalismo chino llevó a un conflicto difícilmente
evitable.1 Numerosos historiadores describen el incidente como un pretexto del Ejército nipón
para justificar la guerra, de manera similar al anterior Incidente de Mukden que llevó a la
ocupación de Manchuria.1 Otros, por el contrario, consideran que no se trató de una
conspiración de los militares japoneses (a diferencia del Incidente de Mukden),2 sino de un
choque que llevó a la guerra debido a la reacción de los Gobiernos chino y japonés
PACTO TRIPARTITO
El Pacto Tripartito, también conocido como el Pacto del Eje, fue un pacto firmado en Berlín
el 27 de septiembre de 1940 por Saburō Kurusu, Adolf Hitler y Galeazzo Ciano,
representando al Imperio de Japón, la Alemania nazi y el Reino de Italia, respectivamente.
Este pacto constituyó una alianza militar entre estas naciones, y oficialmente se conformaron
las Fuerzas del Eje, opuestas a las Fuerzas Aliadas en la Segunda Guerra Mundial.
En los siguientes meses, los reinos de Bulgaria, Hungría, Rumania y Yugoslavia se adhirieron
al pacto —los tres primeros para recibir territorio en los Balcanes, y el último para evitar ser
invadido—. La República Eslovaca también se adhirió al Pacto tras la desmembración de
Checoslovaquia.
Justificación
Para la fecha de firma del pacto, el Reino de Italia y la Alemania Nazi ya habían iniciado
campañas militares contra los aliados. El Imperio de Japón solamente había ocupado
pacíficamente a la Indochina francesa, luego de presionar a las autoridades francesas
coloniales que no podían contar con ayuda alguna de la metrópoli (invadida por la Wehrmacht
desde el mes de junio). Hasta entonces, la potencia colonial de Asia, el Reino Unido, había
destinado unidades militares en pequeño número para la protección de sus colonias, en parte
porque la mayoría de sus tropas ya estaban muy ocupadas luchando contra Alemania.
Solamente los Estados Unidos habían estado preparándose para hacer frente a la amenaza
militar nipona, pero no estaban preparados para afrontar una guerra en dos frentes, es decir,
contra Alemania y Japón de modo simultáneo.
ARTÍCULO 4: Con miras a aplicar el Pacto, comisiones técnicas, designadas por los
respectivos gobiernos de Japón, Alemania e Italia, deben reunirse sin demora.
ARTÍCULO 5: Japón, Alemania e Italia afirman que los acuerdos no afectan en ninguna
manera el estatus político actual entre cada una de las potencias firmantes y la Rusia
soviética.
Hungría solicitó poder firmar el Pacto al poco de crearse este, por una confusión en la que el
periódico Deutsche Allgemeine Zeitung indicó que el ministro de Asuntos Exteriores alemán
Joachim von Ribbentrop había expresado la expectativa alemana de que los Estados
favorables a Alemania se adherirían al Pacto, cuando, en realidad, solo había mostrado su
disposición a admitirlos sin darles un rol principal.1 Alemania no dio una respuesta
inmediata.
Hungría consideraba que la firma podía reportar beneficios al país sin imponerle grandes
exigencias. No solamente no quedaban estas claras en el texto del Pacto,1 sino que este era
claramente no ofensivo y podía servir al gobierno de Horthy tanto para retirar el apoyo
alemán a los movimientos extremistas en Hungría como para reforzar sus demandas
territoriales exteriores y mantener las ventajas logradas en el reciente arbitraje de Viena.1
La firma se llevó a cabo el 20 de noviembre de 1940, cuando ya los alemanes contaban con
más candidatos para sumarse al acuerdo, aunque concedieron a los húngaros de ser la primera
nación en firmarlo tras los fundadores.1 Voces de destacados políticos húngaros de la
oposición se alzaron en el parlamento contra la decisión de rubricar el pacto -que fue siempre
interpretado según la voluntad alemana y no húngara- pero sin resultado.1
República Eslovaca
La República Eslovaca, uno de los satélites más fieles a Alemania, con su tratado de
protección firmado a los pocos días de la proclamación de la independencia del país bajo
tutela alemana,2 se apresuró a adherirse al Pacto. El 24 de noviembre de 1940 los
representantes eslovacos lo firmaban.2
Bulgaria
Documento del Pacto Tripartito firmado por Bulgaria (rúbrica del primer ministro Bogdan
Filov).
Tras el fracaso de la invasión de Grecia por los italianos en octubre de 1940, Hitler decide
ayudar a su aliado para impedir que los británicos se asienten en el continente y pongan en
peligro su abastecimiento de petróleo rumano.3 Para alcanzar Grecia, el III Reich necesita la
colaboración de Bulgaria (que debió entregar su litoral mediterráneo a los griegos tras la
Primera Guerra Mundial). A pesar de los deseos de los soviéticos de mantener a las tropas
alemanas fuera de Bulgaria, expresados durante enero y febrero de 1941, los alemanes
alcanzaron un acuerdo con los búlgaros, que firman el Pacto el 1 de marzo de 19413 Los
soviéticos fueron avisados por los alemanes solo dos días antes de la adhesión búlgara.3
Yugoslavia
Para asegurar su flanco derecho durante la invasión de Grecia y forzar la elección de bando de
los yugoslavos, que trataban de mantenerse neutrales en el conflicto mundial,3 Hitler exigió a
Yugoslavia su adhesión al Pacto Tripartito (22 de marzo de 19411). Tras intentar evitarlo, el
regente Pablo de Yugoslavia cedió, tratando de evitar así mayores concesiones, como el paso
de tropas por el país.
Croacia
Finlandia
La Alemania nazi había expresado su deseo de que Finlandia se adhiriese al Pacto Tripartito
ya en 1940, considerando que dicho Estado podría ser un aliado valioso en la planificada
invasión de la Unión Soviética, y de hecho Finlandia colaboró con el ataque alemán contra la
URSS a partir de 25 de junio de 1941 en lo que el gobierno finés designó como la Guerra de
Continuación contra los soviéticos. No obstante que Finlandia se adhirió al Pacto
Antikomintern en noviembre de 1941, hasta el fin de la guerra rehusó requerimientos del
Tercer Reich para unirse al Pactro Tripartito, considerando que los objetivos políticos y
militares fineses no eran iguales a los de Alemanes.
Fin del Pacto
Luego de la invasión aliada de Sicilia, el gobierno italiano inició las negociaciones con los
Aliados para firmar un armisticio. En efecto, el primer miembro del Pacto en abandonarlo fue
el Reino de Italia en 1943 pues la República Social Italiana de Mussolini, que mantuvo
formalmente el Pacto por parte italiana, en la práctica era un régimen por completo
dependiente de la Alemania nazi. Entre agosto y septiembre de 1944, Bulgaria y Rumania
fueron invadidas por el Ejército Rojo y para evitar una segura derrota se volvieron aliadas de
la Unión Soviética, desligándose del Pacto.
Hungría también intentó cambiar de bando, pero fue ocupada militarmente por Alemania en
octubre de 1944, aunque semanas después fue también invadida por el Ejército Rojo, al igual
que Eslovaquia. Con la derrota de Alemania en mayo de 1945, Japón fue el único miembro
del Pacto que quedó, y como éste era un pacto de cooperación, dejó de tener validez en la
práctica.
Según Churchill, Gran Bretaña había estado de acuerdo en prohibir el tránsito de materiales
bélicos desde Birmania a China mientras los dos bandos en guerra (Japón y China) intentasen
llegar a un acuerdo. Sin embargo, Japón ha dejado pasar la oportunidad y ha optado en su
lugar por firmar un pacto de diez años con el Eje. En las actuales circunstancias, Gran Bretaña
no encuentra motivos suficientes para renovar el
acuerdo suscrito.
Ataque a Pearl harbor
El ataque a Pearl Harbor fue una ofensiva militar sorpresa efectuada por la Armada Imperial
Japonesa contra la base naval de los Estados Unidos en Pearl Harbor (Hawái) en la mañana
del domingo 7 de diciembre de 1941. El ataque pretendía ser una acción preventiva destinada
a evitar la intervención de la Flota del Pacífico de los Estados Unidos en las acciones militares
que el Imperio del Japón estaba planeando realizar en el Sureste Asiático contra las
posesiones ultramarinas del Reino Unido, Francia, Países Bajos y Estados Unidos. Los
japoneses hicieron coincidir esta ofensiva con el ataque a las posesiones del Imperio Británico
en Hong Kong, Malasia y Singapur, las cuales estaban ya en su poder a mediados de febrero
de 1942.
El ataque comenzó a las 7:48 a. m., hora local, y fue llevado a cabo por 353 aeronaves
japonesas2 que incluían cazas de combate, bombarderos y torpederos que despegaron de seis
portaaviones.2 Resultaron dañados los ocho acorazados estadounidenses atracados en el
puerto, y cuatro de ellos se hundieron. De estos ocho, dos fueron reflotados y cuatro
reparados, por lo que seis pudieron volver a entrar en servicio más tarde, durante la guerra. El
ataque japonés también hundió o dañó tres cruceros, tres destructores, un buque escuela y un
minador. Los norteamericanos perdieron 188 aeronaves, murieron 2403 estadounidenses3 y
otros 1178 resultaron heridos de diversa consideración.4 Sin embargo, los japoneses no
atacaron la central eléctrica, el astillero, las instalaciones de mantenimiento, los depósitos de
combustible y torpedos, los muelles de submarinos y el edificio del cuartel general y de la
sección de inteligencia. Los nipones perdieron 29 aeronaves y cinco minisubmarinos, además
de sufrir 65 bajas militares entre muertos y heridos. Asimismo, un marino japonés fue
capturado vivo.
La inexistencia de una declaración formal por parte nipona mientras se llevaban a cabo
negociaciones que parecían prosperar, llevó al presidente estadounidense Franklin D.
Roosevelt a calificar al 7 de diciembre de 1941 como «una fecha que vivirá en la infamia».
Debido a que esta ofensiva se llevó a cabo sin una declaración de guerra previa y sin ningún
aviso explícito, el ataque a Pearl Harbor fue juzgado en los Juicios de Tokio como un crimen
de guerra.
Objetivos
Mapa de la bahía de Kinko, en la prefectura de Kagoshima (en verde), donde se realizaron los
ejercicios de simulación bélica por su parecido con la bahía de Pearl Harbor.
Sin embargo, golpear a la Flota del Pacífico estadounidense que estaba anclada en el puerto
hawaiano tenía dos claras desventajas: los buques a atacar estaban fondeados en aguas muy
poco profundas, con lo que podrían ser reflotados y reparados con relativa facilidad, y la
mayoría de sus tripulantes sobrevivirían al ataque porque se encontrarían de permiso en tierra
o serían rescatados desde el puerto. Otro contratiempo importante, conocido por los
japoneses, fue la ausencia en Pearl Harbor de los tres portaaviones de la Flota del Pacífico
(Enterprise, Lexington y Saratoga). Irónicamente, el alto mando de la armada japonesa estaba
tan imbuido de la doctrina de una «batalla decisiva» del almirante Alfred Mahan, que
aseguraba la victoria para la armada que destruyera más acorazados del enemigo, que
Yamamoto, a pesar de sus preocupaciones, decidió seguir adelante. La confianza de Japón en
su capacidad para lograr la victoria en una guerra que pensaban sería corta, les llevó a ignorar
otros objetivos en el puerto hawaiano, como el astillero, los depósitos de combustible y la
base de los submarinos. Ninguno fue atacado porque los nipones pensaron que la guerra sería
tan breve que estas instalaciones no llegarían a influir en el desarrollo de la misma.41
Cubierta de vuelo del portaviones japonés Akagi en la bahía de Hitokappu, en la isla de Iturup
del archipiélago de las Kuriles, antes de zarpar para atacar Pearl Harbor.
El 26 de noviembre de 1941 una fuerza de ataque japonesa compuesta por seis portaaviones
,al mando del vicealmirante Chuichi Nagumo zarpó en secreto de la bahía de Hitokappu, en la
isla de Iturup del archipiélago de las Kuriles. Fue entonces cuando se informó a las
tripulaciones y a los pilotos de que el objetivo de la misión era atacar Pearl Harbor.43
En total se iban a emplear 408 aeronaves: 360 para dos oleadas de ataque y 48 para tareas
defensivas de patrulla aérea de combate. La primera oleada sería el ataque principal, mientras
que la segunda intentaría rematar lo que no hubiera podido destruir la primera. La oleada
inicial portaba el grueso de las armas destinadas a inutilizar los grandes buques,
principalmente los torpedos aéreos Tipo 91 que habían sido diseñados con un mecanismo
anti-giro y una extensión en el timón que les permitirían operar en aguas poco profundas.44
A los pilotos japoneses se les ordenó seleccionar los objetivos más valiosos (acorazados y
portaaviones) o, si estos no estaban presentes, cualquier otro gran buque de guerra (cruceros y
destructores). Los bombarderos en picado atacarían objetivos en tierra y a los cazas se les
encomendó el ametrallamiento y destrucción de todos los aviones estadounidenses en tierra
para intentar asegurar que no despegaban y contratacaban a los bombarderos, especialmente
en la primera oleada. Cuando el combustible de los cazas se estuviera agotando, tendrían que
regresar a los portaaviones a repostar y después reincorporarse al ataque. Antes de comenzar
la ofensiva despegaron desde cruceros dos aeronaves de reconocimiento para explorar sobre
Oahu e informar de la presencia de cualquier flota enemiga y su localización. Otras cuatro
aeronaves de reconocimiento patrullaron el área entre la fuerza de portaaviones japonesa (la
Kido Butai) y Niʻihau con la finalidad de que ésta no fuera tomada por sorpresa en un
contraataque.
Submarinos
Minisubmarino japonés Ha-19 varado en Oahu. A bordo navegaba Kazuo Sakamaki, primer
prisionero de guerra japonés capturado por EE. UU. en la guerra.
Los submarinos de la flota I-16, I-18, I-20, I-22 e I-24 embarcaron cada uno un
minisubmarino Tipo A y lo transportaron a las aguas de la isla de Oahu.46 Los cinco
submarinos partieron desde el Distrito Naval de Kure el 25 de noviembre47 y llegaron a la
boca del puerto hawaiano el 7 de diciembre.4849 A las 03:42 (Tiempo de Hawái)50 el
dragaminas USS Condor avistó el periscopio de uno de los minisubmarinos al suroeste de la
bocana de Pearl Harbor y alertó al destructor USS Ward.51 Este pequeño submarino quizá
entró en Pearl Harbor. Sin embargo, el Ward hundió otro minisubmarino a las 06:37,52 en lo
que suponían los primeros disparos estadounidenses en el Teatro del Pacífico. Al norte de la
isla Ford otro minisubmarino estuvo cerca de torpedear al portahidroaviones Curtiss y
tampoco acertó a dañar al destructor Monaghan con su segundo torpedo antes de que éste lo
hundiera a las 08:43.51
Un tercer minisubmarino, el Ha-19, encalló en dos ocasiones, una frente a la entrada del
puerto y otra al este de Oahu, lugar en que fue capturado el 8 de diciembre.53 Uno de sus
tripulantes, Kazuo Sakamaki, nadó hasta la orilla y fue capturado, con lo que se convirtió en
el primer prisionero de guerra japonés. Un cuarto minisubmarino resultó dañado por una
carga de profundidad y fue abandonado por su tripulación antes incluso de poder disparar sus
torpedos.54
Un análisis de las fotografías del ataque por parte del Instituto Naval de los Estados Unidos en
1999 llevó a descubrir que uno de los minisubmarinos había conseguido disparar con éxito
uno de sus torpedos contra el acorazado West Virginia. Las fuerzas japonesas recibieron un
mensaje de radio de un minisubmarino a las 00:41 del 8 de diciembre que afirmaba haber
dañado uno o más grandes barcos dentro de Pearl Harbor.55 La posición final de este pequeño
sumergible no se conoce,56 pero nunca regresó al submarino desde el que partió.57 El 7 de
diciembre de 2009 el periódico Los Angeles Times informó que había evidencias de tres
partes de submarino encontradas a unos 5 km al sur de Pearl Harbor, halladas entre 1994 y
2001 y que podían pertenecer a este minisubmarino desaparecido. También decía que había
claras evidencias de que este sumergible había disparado dos torpedos contra el canal de los
acorazados en el interior del puerto. Los restos habían sido sacados del puerto como parte de
los esfuerzos por ocultar el desastre de West Loch, una explosión de munición que se produjo
en 1944 y que destruyó seis buques de desembarco que se estaban preparando para la
Operación Forager
Declaración de guerra de Japón
El ataque tuvo lugar antes de que el Imperio del Japón hiciera ninguna declaración de guerra
formal, aunque ésta no era la intención del almirante Yamamoto, quien en un principio
estipuló que la ofensiva no debería dar comienzo hasta treinta minutos después de que Japón
hubiera informado a los Estados Unidos de que las negociaciones de paz habían llegado a su
fin.5960 Los japoneses intentaron respetar las convenciones de la guerra al tiempo que
lograban una sorpresa decisiva, pero el ataque comenzó antes de que se pudiera entregar
ningún aviso. Tokio transmitió una notificación de 5000 palabras en dos bloques
(comúnmente llamada el «Mensaje de 14 partes») a la embajada japonesa en Washington,
pero la transcripción del mensaje llevó demasiado tiempo al embajador y no pudo entregarlo a
tiempo (de hecho, los criptógrafos estadounidenses habían descifrado y traducido la mayor
parte del mensaje horas antes).61 La parte final de las 14 que lo componían es descrita a
menudo como una declaración de guerra, pues aunque no la declaraba abiertamente y no
rompía relaciones diplomáticas, numerosos funcionarios y militares del gobierno
estadounidense lo interpretaron como un indicador claro de que las negociaciones se
romperían y de que la guerra estallaría en cualquier momento.63 En su edición del 8 de
diciembre de 1941 muchos periódicos japoneses publicaron en su portada una declaración de
guerra, pero ésta no fue enviada al gobierno norteamericano hasta un día después del ataque.6
Durante décadas la creencia general ha sido que Japón atacó sin ninguna advertencia oficial
de la ruptura de relaciones por culpa de los incidentes y la torpeza que retrasaron la entrega a
Washington de un documento que hacía alusión a la guerra. Sin embargo, en 1999 Takeo
Iguchi, profesor de derecho y relaciones internacionales de la Universidad Cristiana
Internacional de Tokio, descubrió documentos que apuntaban a un fuerte debate en el
gobierno sobre si informar y de qué forma a Washington de las intenciones de Japón de
romper todas las negociaciones e iniciar una guerra. Un documento del 7 de diciembre hace
alusión a la guerra: «Nuestra diplomacia engañosa conduce al éxito». Sobre esto dijo Iguchi:
«El diario muestra que el ejército y la armada no quisieron entregar una declaración de guerra
o un aviso de la finalización de las negociaciones… y claramente se impusieron»
Consecuencias.-
Pearl Harbor, como manifestación de un conflicto internacional, tuvo claros antecedentes
internos y externos que afectaban la política y la expansión económica norteamericana. Los
antecedentes y consecuencias del ataque japonés a Pearl Harbor permiten ubicarlo y
entenderlo dentro del proceso histórico norteamericano y mundial. Pero es igualmente
interesante, en términos del conocimiento histórico, analizarlo desde una perspectiva
revisionista, en búsqueda del significado y de lo que representa la totalidad del episodio, en
relación con los valores y el espíritu que supuestamente identifican la sociedad
norteamericana.
En lo que se refiere concretamente a la guerra del Pacífico, entre Estados Unidos y Japón,
iniciada tras el bombardeo japonés a Pearl Harbor, hay dos explicaciones básicas: desde el
punto de vista del Japón, la guerra ofrecía perspectivas favorables para la expansión política y
económica en el continente asiático; en tanto que, desde la conclusión de la Primera Guerra,
los Estados Unidos venían ejerciendo su poder para limitar la expansión naval del Japón en el
Lejano Oriente.
El Japón inició su carrera como rival de las potencias europeas a partir de la restauración de la
dinastía Meiji en 1868; allí comenzó la transición hacia el Japón moderno, basada en la
industrialización rigurosamente planeada, priorizando la estratégica. Simultáneamente se creó
y se profesionalizó el ejército. La Primera Guerra le permitió avanzar enormemente en su
desarrollo, pero la posguerra lo enfrentó al reacondicionamiento a la competencia europea y a
las barreras norteamericanas que obedecían a la política de "alto al Japón". La crisis de 1929,
al restringir y dificultar los mercados, ahondó el problema de este país con una base
geográfica tan pequeña. La solución se presentó en el avance de un movimiento militarista
con el objetivo de buscar la expansión militar en Asia. En 1937, el militarismo se impuso:
eliminó la participación de los partidos políticos en el gabinete y desapareció el control
parlamentario. Para la expansión existía, no obstante, un problema fundamental: la
dependencia de abastecimiento externo de petróleo.
Para los Estados Unidos, el avance del Japón afectaba el balance de poder económico y
político en el Lejano Oriente, dificultando, entre otras cosas, el usufructo de la política de
"puerta abierta" al comercio en la China. Durante más de un año, con anterioridad a Pearl
Harbor, el gobierno norteamericano ejerció medidas de presión económica para "desanimar"
al Japón: embargo de envíos de metal para la industria nipona como consecuencia del pacto
que Japón había firmado con Alemania e Italia; interrupción del comercio, incluyendo el
petróleo, a raíz de la invasión japonesa a Indochina... En noviembre de 1941, la
"intelligentsia" norteamericana sabía que Japón no se rendía y que pensaba atacar. En ese
momento, ya el 25% de la industria norteamericana estaba destinada a la producción de
guerra.
Para las condiciones internas de Estados Unidos, la guerra también presentaba una buena
oportunidad. El presidente Roosevelt era un internacionalista convencido de la importancia de
aumentar la participación del país en el sistema económico mundial y la interdependencia
política. Por otra parte, el "New Deal" no había logrado realmente la recuperación de la
economía tras la crisis del año 29. A pesar de que la opinión pública se manifestaba contra la
guerra, en octubre de 1940 se hizo el primer reclutamiento en tiempos de paz. En marzo de
1941 el presidente logró la autorización para prestar o arrendar armas a cualquier país cuya
defensa fuera indispensable para los Estados Unidos. En septiembre, los submarinos nazis y
los barcos americanos se enfrentaban en una guerra no declarada.
El clímax de toda esa situación fue el bombardeo del 7 de diciembre de 1941, en la base naval
de Pearl Harbor, en Hawai, donde los japoneses destruyeron casi toda la flota norteamericana
del Pacífico. Al día siguiente, el Senado votó por unanimidad la declaración de guerra.
Pero sí hay algunas discrepancias entre los analistas, respecto a los antecedentes y a las
consecuencias de la guerra, discrepancias que son más radicales cuando se trata de explicar lo
que realmente motivó a la dirigencia del país hacia la participación en la guerra. ¿En los
principios de defensa de la libertad, la igualdad o la democracia, podría justificarse su
participación? ¿Era consecuente ideológicamente con los valores norteamericanos y con las
condiciones que vivían algunos sectores de la sociedad? ¿Serían los elementos del nazismo,
intervencionismo y racismo, fundamentalmente distintos del expansionismo e
intervencionismo adelantados con éxito por Estados Unidos desde hacía mas de cincuenta
años, o del rechazo y segregación que vivían los negros y otras etnias en el país? Mientras los
análisis tradicionales no parecen presentar dudas en cuanto a la necesidad de movilizar al
pueblo en defensa de valores superiores y contra la dictadura del fascismo y los horrores
nazis, la historiografía crítica plantea, con convencimiento, argumentos que invitan a
reflexionar a los lectores desprevenidos ideológicamente.
El historiador Howard Zinn, entre otros, se pregunta si es posible afirmar que quienes
enfrentaban el nazismo representaban, en términos estrictos, algo fundamental distinto. La
defensa del principio de no intervención era insostenible para los Estados Unidos. En un
documento del secretario de Estado, Dean Rusk, presentado al Senado en 1962, para justificar
las acciones en Cuba, enumera 103 anteriores intervenciones en problemas internos de otros
países.