Sei sulla pagina 1di 6

DERECHO SUBJETIVO

Derecho objetivo y derecho Subjetivo


El concepto de derecho tiene dos significados:

El punto de vista objetivo: Es el conjunto de normas (leyes, costumbres,


resoluciones judiciales y preceptos doctrinarios).

El punto de vista subjetivo. Son las facultades que tienen las personas para actuar
en la vida jurídica. Desde el punto de vista subjetivo en el derecho tiene siempre un
carácter individual, pues la norma coloca en manos de una persona una facultad de
obrar frente a otras.

Esta facultad puede contemplarse:

a) como libertad (es lícito todo acto que no sea prohibido o penado por el derecho);
b) como poder jurídico (el cual encierra la posibilidad de realizar los actos jurídicos
para los cuales tenga capacidad cada persona); y

c) como pretensión (o sea el derecho de exigir de otros el cumplimiento de un


deber impuesto por las normas).

El primer aspecto es unilateral; el segundo crea una relación entre dos o más
sujetos, la cual surge precisamente a raíz del acto jurídico; y el tercero consiste en
la facultad de hacer efectiva la consecuencia de esa relación, exigiendo de otros la
conducta a la cual se han obligado o que una norma les impone.

Definición de Derecho subjetivo

El Derecho subjetivo implica las facultades, la potestad jurídica que se le


reconocen a los sujetos de derecho por naturaleza y que se encuentran
expuestas en la normativa vigente. Con un ejemplo lo veremos más claro, el
derecho a la educación que tenemos las personas es un derecho de tipo subjetivo.
El derecho subjetivo, un poder que el ordenamiento jurídico le concede a la persona
para que en el contexto que opera actúe de la manera más conveniente a la hora
de satisfacer intereses y necesidades, protegiéndose legalmente esto, pero claro,
siempre sujeto y limitado a la realización y protección del bien común.

Los derechos subjetivos se originan a través de una norma jurídica, que podrá ser
una ley o bien un contrato, a partir del cual las partes intervinientes acuerdan sus
voluntades para que un derecho sobre el otro pueda hacerse efectivo.

Otras definiciones del derecho subjetivo:

El conjunto de facultades que una persona tiene para obrar lícitamente, a fin
de conseguir un bien asegurado por una norma jurídica natural o positiva.
Prerrogativa otorgada o reconocida a las personas, que éstas tienen en potencia, y
cuya utilización queda librada a su voluntad discrecional.

En efecto, el derecho objetivo consiste en un ordenamiento social justo. Pero por


eso mismo, es decir, en cuanto justo, ha de reconocer a las personas humanas la
posibilidad de obrar en vista de sus propios fines.

El derecho subjetivo son las facultades o potestades jurídicas inherentes al


hombre por razón de naturaleza, contrato u otra causa admisible en Derecho. Es la
facultad reconocida a la persona por la Ley que le permite efectuar determinados
actos, un poder otorgado a las personas por las normas jurídicas para la satisfacción
de intereses que merecen la tutela del Derecho.

Un derecho subjetivo nace por una norma jurídica, que puede ser una ley o un
contrato, a través de un acuerdo de voluntades para que pueda hacerse efectivo
este derecho sobre otra persona determinada. La cara contrapuesta de un derecho
subjetivo, es una obligación. Todo derecho supone para una o más personas una
obligación de respetarlo, ya sea de forma activa (obligación de hacer) o pasiva
(obligación de no hacer). El derecho subjetivo también designa la facultad de hacer
o exigir algo que la norma reconoce a favor de un sujeto.
Clasificación.

1. Atendiendo a la conducta debida, se distingue entre derechos subjetivos a la


conducta ajena o propia:

 A la Conducta Propia: Hacer / Omitir (no hacer lo que yo diga).


 A la Conducta Ajena: Exigir una conducta positiva (que se haga algo)
o negativa (que no se haga algo).

2. Atendiendo a su efecto, se distingue entre derechos subjetivos relativos o


absolutos:

 Derecho Subjetivo Relativo: Se hacen valer ante otra persona o


personas concretamente identificadas.
 Derecho Subjetivo Absoluto: Se hacen valer ante todas las
personas que integran la sociedad.

3. Atendiendo a su régimen jurídico, se distingue entre derechos subjetivos


públicos y privados:

 Públicos: conjunto de facultades que se hacen valer frente al Estado


y representan una serie de limitaciones que el Estado se impone a sí
mismo.
 Privados: Facultades que se ejercen en las relaciones de los
particulares entre sí o con el Estado, cuando éste no actúa en su
carácter de ente soberano.

Se llaman derechos subjetivos, a las facultades que el ordenamiento jurídico


(Derecho Objetivo) le reconoce a un individuo o a las personas, para que exijan de
sus congéneres un comportamiento determinado, o una abstención, que se
constituye para estos en un deber jurídico u obligación. O sea, que el Derecho
Objetivo, es la norma, la ley, de donde emana la pretensión de quien exige el
Derecho Subjetivo. Por ejemplo, una persona reclama que se le pague una deuda
(Derecho Subjetivo) en virtud de un contrato firmado con su deudor (“el contrato es
ley entre las partes”).

No hay oposición entre Derecho Objetivo y Subjetivo, sino correspondencia. El


Derecho Subjetivo existe pues encuentra su reconocimiento en el Derecho Objetivo,
y este a su vez, cobra sentido cuando otorga a quienes está dirigido, derechos
subjetivos.

Existen deberes jurídicos que se corresponden con la misma persona que ejerce el
Derecho Subjetivo, y en este caso se llaman derechos-deberes, como por ejemplo,
la patria potestad, que comprende un derecho subjetivo sobre la persona de sus
hijos, como el derecho de educarlos, pero también poseen el deber jurídico de
hacerlo.

Según su contenido patrimonial o económico, los derechos subjetivos, pueden ser


patrimoniales (si tienen un objeto económico, como los derechos, reales, personales
e intelectuales) o extrapatrimoniales, si no lo poseen (derechos de la personalidad
y derechos de familia).

Ejemplos de derechos subjetivos.

 El derecho a la vida
 El derecho a la libre expresión
 Derecho a vender algún bien mueble o inmueble.
 Derecho de donación
 Derecho de cobrar una deuda
 Derecho a la libertad.
 Derecho a votar.

EL CONTRATO

Una de las consecuencias de la transformación jurídica derivada de las revoluciones


del siglo XVIII, fue el triunfo del individualismo y con ello, la retracción del Estado en
la vida social, dejar que las relaciones entre particulares se rigiera mediante el
acuerdo entre ellos mismos, alcanzando así el contrato. La propiedad individual y la
libertad de contratación fueron las dos instituciones fundamentales de la nueva
organización social y de su régimen jurídico.

Sin embargo, el propósito de dejar al contrato la regulación de las relaciones entre


particulares, encontró algunos límites en la realidad de la vida social; se presentan
casos que por razones de equidad, la autoridad debe suplir la voluntad de un
particular, a fin de evitar que una de las partes abuse de la otra, como el caso de
minoría de edad o la incapacidad mental del sujeto se encuentra impedido para
expresar libre y conscientemente su voluntad, lo que puede generarse vicios de
voluntad como son el error o la presión, pueden determinar la nulidad del contrato.

La libertad contractual se basaba en la igualdad de condición entre los contratantes


y, por lo mismo, en su capacidad para hacer valer sin trabas su voluntad. Sin
embargo, esta igualdad y libertad entre los contratantes, muchas veces resulta ser
una presunción o una ficción jurídica, ya que en la realidad los desequilibrios
existentes en la sociedad, impiden que se realice en la práctica esos supuestos y
como consecuencia, la parte más débil se vea forzada a aceptar condiciones que le
son desfavorables.

Por otra parte, la manera en que se ha venido desarrollando la economía en los


últimos tiempos ha ocasionado nuevos y más graves desequilibrios entre los
contratantes, que, ante la fuerza de uno de ellos hace irrelevante la voluntad del
otro. Esto ocurre a través de la formación de poderosos grupos y consorcios
empresariales que dominan la oferta en los mercados e imponen sus condiciones.

La teoría económica liberal pensaba que este riesgo se evitaría mediante la libre
competencia, que permitiría al consumidor escoger a quien le ofreciera mejores
condiciones, pero en la práctica la concentración de capital propiciada por las
propias leyes del mercado ha permitido que se establezcan formas monopólicas
que fácilmente burlan la insuficiente legislación que prohíbe tales prácticas,
principalmente a través de la sociedad anónima.
Esta forma de contratación se lleva a cabo por medio de la contratación denominado
“contrato de adhesión” conforme el cual el ofertante fija unilateralmente las
condiciones del contrato, eliminando toda posibilidad de negociación para llegar a
un acuerdo, de tal modo que la parte contraparte no tiene más opción que aceptarlas
o rechazarlas, pero éste último, en muchas ocasiones, no le es materialmente
posible ya que los bienes o servicios que desea adquirir le son indispensables, como
la vivienda, la educación, la salud y los artículos de primera necesidad.

Potrebbero piacerti anche