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ACTOS DE AMOR

Colección Literaria
Universidad Popular
2011
ACTOS DE AMOR
Antonio Praena

Universidad Popular
San Sebastián de los Reyes
2011
Portada original del poeta:
JOSÉ HIERRO

Consejo Editor:
Francisca Aguirre
Tacha Romero
Óscar Martín Centeno

Directoras de la Colección Literaria:


Guadalupe Grande y Luz Pichel

© ANTONIO PRAENA
© AYUNTAMIENTO DE SAN SEBASTIÁN DE LOS REYES

Edita:
Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes
Departamento de Publicaciones de la
Universidad Popular José Hierro
Tels.: 91 658 89 98 / 92 - Fax: 91 651 52 68
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ni por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico,
de grabación o de fotocopia, sin permiso previo del autor.
Un jurado compuesto por los poetas Joaquín
Benito de Lucas, Pureza Canelo, Luisa Castro,
Pablo García Baena, Ángel García López y
Antonio Hernández concedió por unanimidad
a este libro el XXII Premio Nacional de Poesía
«José Hierro».
Dilige et fac quod vis
DE LA MISERICORDIA ESPIRITUALES

Quien no ama no ha conocido a Dios,


porque Dios es amor.
1Jn
VIDA OCULTA
Ser y amor son coextensivos.
Hans Urs von Balthasar

Von Balthasar lo dijo de una forma


distinta, pero siempre ha sido así:
amar y ser son actos coextensivos.
San Pablo, sin embargo, fue más claro
en esa carta suya a los conversos
de Roma cuando afirma
que no hay dolor ni vida ni futuro
que puedan separarnos del amor.
También aquel amigo que volvía
por pascua a visitarte hizo cumplirse
la misma convicción: abandonado
de la única persona a la que quiso
con todo su temblor en este mundo,
segó su propia sangre una mañana
perdida para siempre de diciembre.

Son formas diferentes de afirmar el mismo hecho.

Quizá por eso mismo nuestra vida


transcurre silenciosa entre la celda y el oficio:
primero el cementerio,

13
un poco más allá la biblioteca,
el claustro, el de profundis y, al final
del largo corredor en el que cuelgan las cogullas,
la cruz a cuyos pies hora tras hora
cantamos.

14
CASTIDAD

Dime tan sólo que tan sólo


mi vida ha sido inútil, pues declara
von Balthasar que no hay otra belleza
más honda en el amor que el simple acto
de amar sin beneficio. Dime sólo,
tan sólo, que mi angustia ha sido eso:
despojo de mí mismo en manos rotas,
la eterna profesión de amar de balde.

15
UN HOMBRE ENTRA EN LA NIEVE

Un hombre se desnuda ante la nieve.


Abraza a sus amigos y uno de ellos
lo toma suavemente de la mano:
—Francisco, no nos dejes.

Pero Francisco tiene estrellas en los ojos


y lo único que escucha está muy lejos,
tan lejos que da golpes en su pecho,
y sólo ese lugar donde no hay nada
—la nieve, nada, nada, nada, nada—
lo aguarda para unirlo a su blancura
y hacerse un solo amor fundido en sangre.

—Podéis vivir sin mí.


Mi vida os la he entregado: no me quedan
palomas azuladas que deciros.
Dejadme ahogar mi fuego
en esta hoguera blanca,
partir desnudo y solo hacia el abismo,
lo mismo que llegué,
desnudo y solo, hasta este abismo
de lágrimas y lobos, de muertes y de partos.
Ya soy alguien distinto del que he sido.

16
Es algo que algún día entenderéis,
cuando en la clara soledad que ahora me espera
no existan mi cansancio ni mi calma,
sino el amor humildemente y sin retorno.
Partid sin recordarme. Yo bendigo
los días en que fuimos hombres libres
desnudos de este mundo. Aquí os entrego
mi usado corazón: multiplicadlo.

Un pobre entra desnudo en la pobreza.

Después de caminar unos segundos,


un golpe de fulgor cruje en los ojos de los frailes
que vuelven de repente sus miradas
a allí donde Francisco estuvo un día.

Sus huellas, sin embargo, ya no estaban.

17
1Pe 4, 8

Sabes muy bien, Antonio, por qué sigues.


Lo has escuchado muchas veces
en la Primera Epístola de Pedro a no se sabe
qué grupo de judíos clandestinos
en la cercana Roma de principios de esta era.
Se dice en esa carta que el amor
cubre la multitud de los pecados.
Y es esa la verdad.
Si fuera de otra forma, simplemente,
tu vida no sería necesaria.

18
ACUÉRDATE DE LA MUERTE

A veces es preciso regresar


a los lugares donde fuimos infelices
y abrir allí la herida y respirarla
y ser el hombre roto que perdura
con muerte muy adentro de nosotros,
lo mismo que el terror en la belleza.

Las cosas son así.


Si Platón no nos engaña,
camino hacia la muerte es todo aquello
que vamos descubriendo en esta vida,
y, en vida, sin saberlo, estoy pisando
la tierra en que he de abrirme mi sepulcro.

Mi carne, al fin y al cabo, es una forma


consciente de amistad con la certeza
de que todo se acaba. Yo diría
aún más: dar a la muerte unas entrañas
que encarnen su victoria y la transformen
en una causa más para la vida.

A veces es preciso que sintamos


el tránsito que un día ya fue cierto.

19
Tan cierto que, si quieres que te diga
sus ojos, su verdad, sus apellidos,
puedes llamarme Antonio.

20
ESTADÍSTICA

Me pierdo sin querer en el Trastévere.


Llego a la iglesia que buscaba
en el momento en el que ya no la buscaba.
Un grupo numeroso de personas
celebra el funeral de un tal Francesco,
alguien que dedicó
—por lo alcanzo a comprender—
toda su vida a la estadística.
En las palabras del sermón
el nombre de Giannetta se repite varias veces.
Al parecer, cuando Francesco cayó enfermo,
Giannetta se ocupó de su cuidado,
pero ella fue llamada a las moradas
azules poco antes que su esposo.

Las cosas nunca ocurren como deben.


Más bien, sobre las horas capitales,
un golpe que se escapa a lo previsto
decanta cada vuelco de la vida,
la muerte y el amor y la palabra;
como ha ocurrido hoy, en esta iglesia,
en este funeral, en mi persona
perdida sin saberlo en el Trastévere,

21
a las tres de la tarde,
mientras el ábside cuajado
de dorados mosaicos
comienza a iluminarse con el rayo
de un sol poco probable este diciembre.

22
Jn 1,1

Intento que recuerden mis alumnos


de dogma el mayor número de voces
por las que traducir del griego el logos
al que canta san Juan en los umbrales
de su canto de amor y de silencio.

En el principio ya existía la palabra.


En el principio la belleza, en el principio
la comunicación.

La comunicación estaba en Dios


y ya era Dios en el principio
la comunicación.

La comunicación vino a los suyos,


pero los suyos no la recibieron.
Los suyos siguen solos, sin belleza.
Tan solos. Demasiado. Todavía.

23
NUNC DIMITIS
Bodegón de Sánchez Cotán.
Cartuja de Granada

Entre la biblioteca y el altar


son una forma de costumbre
la muerte y el amor.

Hasta las hortalizas más humildes


en el pincel del monje son milagro,
pues surgen de la nada y, en el fondo,
aguardan para alguien. Me pregunto
por qué.

Mis nombres ya han cesado entre estos muros.


Mi vida no era yo, sino tan sólo
razones que interpreta un actor muerto.
Mas hace ya bastante de aquel hombre,
y es hoy, por toda ciencia, lo más claro
de cuanto de mí mismo sé decir
que tengo descuidada la pregunta
por la felicidad.

Supongo que el olvido fue creciendo


entre el silencio y la palabra
del huerto y del oficio.

24
El canto de los salmos milenarios
compendia los saberes de este mundo.
Y hasta la biblioteca en su concierto
de voces es un orbe de otra cosa,
pues ha aprendido a amar y a amar enseña.

Buscaba soledad y he sido yo encontrado.

Mis ojos no me ven.


Es algo muy sencillo y es por eso
que todo lo que fui ya no me duele,
como si no importara el tiempo y, al igual
que frutas y verduras, sólo exista
sabiendo que mi vida es vida de alguien.

Un día en estos claustros es un ciclo


completo alrededor de la existencia.

Y, al cabo de las horas, un cansancio


más parecido al cielo de una noche
cuajada de luceros
que a la melancolía
de quien ha dado todo lo que tiene
a cambio de la nada más perfecta,
hace que exclame absorto: nunc dimitis.

25
MUNDO

Guarda a tu amigo bajo la llave de tu propia vida.


W. Shakespeare
CUARENTA

A Juan Antonio González Iglesias

Yo no he cumplido aún 40 años,


pero ya he gobernado algunas vidas.
A diferencia del emperador,
mi voluntad no fue tenida en cuenta.
Como Djuna Barnes,
después de haber probado casi todo,
he estado recluido en un convento
la mitad de mis días,
que es forma de vivir 40 años
de modo condensado, pues el ritmo
del mundo es diferente para aquellos
que eligen el amor en dosis pura.
Y como Marco Polo, minucioso,
he anotado en libros olvidados
los exotismos de mis viajes
con un lenguaje propio del que tiene
cumplidos los 40.
Pero yo no he llegado a los 40.
Cuando llegue
—animula, vagula, blandula—
espero arrepentirme de estos versos.

29
LOGO

Es algo elemental y apela a nuestro instinto


sin que sepamos cómo.
La imagen del poder, la marca de la fuerza
brutal y delicada.

Antiguo y postmoderno, teológico y pagano,


quizá en algún gen loco
—sin plena utilidad pero vigente—
del guerrero que fuimos
resida el potencial de este tatuaje
que exhiben en sus ropas hight-tech
los hombres y mujeres más veloces.
Pero tampoco es desdeñable la teoría
que encuentra en la perfecta comunión
de un Dios que, siendo tres, es sólo uno
y, siendo un ser inmóvil, es la suma
de todo movimiento,
la clave de este signo
que aquieta y moviliza.

Mejor será vestirlo,


hincharlo de materia en el gimnasio,

30
entregarse sin más disquisiciones
de marketing y ética al abuso
de la contradicción de un logo simple:
las tres rayas de adidas.

31
MI VIDA SEGÚN BACON

A principios de junio
de 1973,
justo en los días de mi nacimiento,
Bacon termina el tríptico en que un hombre
escupe, caga, piensa y se contempla
sobre unos vanos negros que,
según la grabación de la audioguía,
pretenden ser memoria de la muerte.

Quizá a las mismas horas en que Bacon,


en un estudio sucio a las afueras
del Londres más borracho y escabroso,
firmaba su retrato de lo humano,
en un perdido pueblo de Granada
llegaba a la existencia un niño pobre.
Y ahora mismo
—14 de febrero, 2009,
sala de exposiciones temporales-
se encuentran aquel hombre que ya nunca
podrá escupir, pensar ni contemplarse
sobre ventanas negras, y este niño,
que, gracias a que Bacon la ha pintado,
contempla su otra vida y no la extraña.

32
I

ELEGÍA

y enterrar a los muertos. Mi querido


Javier: esa es la última manera
de amarte de entre todas las maneras
de amor que en este mundo son posibles.

Darle tu cuerpo a la ceniza, mi guerrero


Javier, para el que nada era bastante,
mi vehemente
corcel, que alimentabas tu alegría
con polen de amapola y nieve amarga
y ahora ya no tienes alegría,
amigo sepulcrado, y ni tu rostro
refleja lo que fuiste: potro en vuelo.

No tiemblan tus arterias a deshora


colmadas de traspasos y de escarcha
ni acudes a mis ojos, como antes,
después de estar perdido 9 días,
9 nocturnos días, entre bocas
que muerden tus pezones y te escupen
y vuelven a morderte y te intercambian

33
de gramo en gramo, cuerpo en cuerpo,
mientras tu corazón busca el olvido.

Pero esta vez volviste sin olvido


y fue el dolor tan obvio que encontraste
refugio en las espumas de otras aguas.
No vas a regresar hasta mi vida
en busca del perdón que siempre hallabas
en atrio de mi labios, mi silencio,
mi forma de quererte de otra forma
que nunca te bastaba y sin embargo
sabías que era amor, que era amor limpio.

Yo quise de tu ser la lumbre ebria,


no un rayo que la noche se tragara.
Y ahora, todas juntas, las tormentas
me entregas en tu cuerpo amoratado
para que con mis manos en un surco
de estiércol y de sombra lo abandone.

Javier, tanta fiereza ¿dónde ha ido?


Y aquella bruta fuerza ¿qué alimañas,
insectos y raíces alimenta?
¿Por qué has querido darme por destino
ser casa de tu nombre y estas uñas
que no puedo limpiar y con que araño,

34
Javier, mi corazón, que fue tu almohada
y es hoy tu sepultura y mi desvelo?

Javier, hermana furia, sangre amiga,


¿qué vínculo verbal no has desatado
entre esta muerte mía y el exceso
de amor que en cada abrazo te encelaba?

35
II

RESPONSO

Que los potros de Cristo te salgan al encuentro.


Que canten para ti los coros de los ángeles
y que el gesto rotundo de tu animal mandíbula
sea ya, solamente, belleza.

Espero que ahora entiendas mis lágrimas absurdas


sobre el cuerpo del mundo tantas veces vertidas.
Porque esos manantiales, que riegan las praderas
que ahora estás pisando, son pena trashumada

que mi llanto por ti —Javier, el de los ojos


oscuros y palomas, Javier, el de los brazos
palabra y arteriales— roció sobre las verdes
llanuras de la patria. Yo quiero que descubras

en esa luz total, que, al fin, todo lo explica,


que el llanto que se llora sobre el cuerpo de un hombre
engendra en el Edén arroyos de agua virgen
para aquellos que amamos en este valle oscuro.

Bebe en ellos, Javier, guerrero hermano mío.


Tú que estás en la vida, no te olvides de mí.

36
AMÉRICA

Es algo realmente curioso que entre todas


las formas de decir amor en el romano
nada más que dos verbos entraran en la historia
del modo en que se quiere en este idioma nuestro:
quaero, que no es querer sino buscar,
y amo, que no es amar sino esperar.
La búsqueda y la espera. Echo de menos
un verbo más pasivo, pero entiendo
que busca y esperanza son bastante
para cruzar el mar, creer que se ha llegado
al mundo pretendido y amar en una tierra
completamente virgen, distinta a la buscada;
ponerle al nuevo mundo un nombre que no es suyo
ni nunca podrá de serlo. Y no saber volver.
Y acaso si se vuelve, jamás ya ser el mismo.

37
POÉTICA

La parte más extraña en mi existencia


es esta parte misma que ahora exhalo.
Tan sólo al pronunciarla cobra vida.
Tan sólo sin mí mismo me define.

Porque hay que dejar ir las cosas buenas:


vaciarse, enloquecer, irse de quicio;
no ser, ser muchos hombres, transfundirse
y luego recibir todas las sangres

en nuestro corazón y aunar de nuevo


la nada con el todo en la garganta
y darle al mundo un hombre renacido
que tiene nuestros ojos pero es otro.

Te doy lo que no tengo: aquí voy todo.


Libértame de mí, méteme dentro.
Gozoso de perder, gano la vida.
Entrando en tu pupila, nazco entero.

38
VIDA Y RAZÓN

Nosotros no sabemos enterrar de otra manera.


Tu voluntad era distinta,
pero nosotros no sabemos enterrar de otra manera.
Cantaremos, rezaremos, rociaremos
agua bendita sobre el plomo
que sella el ataúd que te contiene.
¿Cómo depositarte sin palabras
en la hilera de nichos, de igual forma
que un libro se abandona en una balda?
Era tu voluntad. Pero la mía es esta:
soy yo quien sigue viva, así es que elijo
vivir en la locura en la que puedo
vivir.
Si acaso tú tenías
razón
—no hay nada que esperar, todo se pierde—
entonces ya no importa lo que haga:
el polvo ya no siente ni conoce.
Si, en cambio, el que yo creo es tu destino,
no sólo entenderás esta costumbre
que cumplo al enterrar a un hijo muerto:
me estás pidiendo a gritos que lo haga.

39
NO ES UNA TIERRA EXTRAÑA

No es una decisión ni es un castigo.


Tampoco una manera de venganza
para con la existencia o con sus daños.
A veces es indicio de carencias
biológicas o fallos funcionales,
pero esa es otra cosa: duele menos.
No es el viaje a un mundo diferente
más fuera o más acá dentro del mundo,
ni un modo de salvar las pocas cosas
que importan cuando es poco ya importante.
Tampoco es el lugar donde los truenos
liberan su lenguaje y donde el rayo
no cesa en su descarga sobre el alma.
A veces se reviste de razones
maduras sumamente y hasta excelsas,
y a veces es posible que el silencio
la encubra, pero clama en mil idiomas.
Parece el privilegio de los pocos
que ven lo que no ve quien está cuerdo,
mas no es lugar tampoco para hombres
que encuentran en delirios las respuestas.

40
No es una tierra extraña la locura.
Es la única manera en que podemos
morir cuando de formas diferentes
nos es completamente prohibido.

41
CONTRA MI OFICIO

Afirmo que el amor son las palabras.


Que no existe el amor si no se dice.
Afirmo, de igual modo, que al cantar
los días los dejamos ya engastados
en una forma extraña de sintaxis
que no puedo expresar con otro nombre
distinto del de amor.

Y afirmo lo contrario.
Que nunca las palabras bastarán
para dejar constancia de las cosas
que puede un hombre amar y, de hecho, ama.
Que está la vida fuera de estas líneas.
Que, si jamás deseo alguno me brotase
de decir lo que aquí digo, seguiría
viviendo en lo que aquí no he pronunciado,
amando en lo que aquí no halla lenguaje
ni quiero que lo halle por si un día
vosotros me buscáis entre mis nombres.

La vida es tan hermosa porque nada


la puede hacer hablar si ella no quiere.

42
Vivir es siempre más que darse cuenta.
Amor es siempre amor porque no sabe
de amor quien no se pierde en el distinto
misterio de otra carne incomprensible.

Y necio yo sería si pensara


que porque un día mis palabras engendraron
amor,
amé yo más,
vivir,
tuve la vida.

43
CARNE

Los demonios son muchos, y eros es uno de ellos.


Platón
8 DE JUNIO

Nací el 8 de junio.
Toda la luz se derramó en mi sangre,
pero hace tiempo que no encuentro
ni la luz ni mi sangre.

Pensé que era mejor poner mi vida


muy lejos de las cosas que he querido,
muy lejos de las cosas de este mundo,
muy lejos de tu amor, que ha sido el mundo.

Me fui fuera de ti
para poder volver un día
curado de la bestia que me ocupa.
Pero la bestia se ha hecho grande,
tan grande como puede hacerse un hombre,
y vamos los dos juntos de la mano
camino de la muerte:
¡si me vieras!,
los ojos que quisiste son agujas
clavadas hacia dentro.

Soy uno de esos hombres que desguaza


las flores con sus botas de jinete.

47
Consumo polen ácido,
comulgo reno crudo, escupo arcilla.
Me digo con palabras que les lamen
los ojos cancerosas a los ciegos.

Confieso que he bebido cera hirviente


tratando de sellar todas mis puertas.

A veces, si mi bestia se ha dormido,


planeo una manera de escaparme:
me visto un traje nuevo, me anudo una corbata,
mas, vueltos al espejo mis dos ojos,
descubro que me mira un hombre muerto.

Y entonces, inhumano, desterrado,


retorno al colchón sucio de mi siglo
y cumplo un año más lejos de todo.

No he vuelto a escuchar luz.


No he vuelto a besar pulso.
Me alumbran y devoran la garganta
estrellas tan brillantes que son negras.

Mas dejo testimonio de que todas


las noches de mi vida he pronunciado
tu nombre con gemidos animales.

48
Tan fuerte te he llamado que no existe
frontera entre el aullido y mi persona.

Quizá sólo fui alguien un instante


del 8 de aquel junio de aquel año,
lo mismo que son hombres los que lloran
y dejan de existir los que no aman.

49
TEORÍA DE LA TRADUCCIÓN

Cerca de ti, tan lejos como una traducción


—un pórtico de Atenas en tierras de la tundra,
un verbo equivalente, que nunca un sustituto—
mi vida transcurrió sin ser mi vida.

De ti llevé en mi boca el terciopelo


de tu boca jugosa. De ti la noche oscura
de tus ojos sin fondo. Tu mano entre mi mano
latiendo con el pulso retroactivo

que une en la distancia a dos que se perdieron


buscándose en la luz, la luz de cada uno,
por aguas de mil ríos que son un mismo agua,
sentí cuando de mí nada sentía.

Fue el éxtasis, la gloria. Vibraron con mi verbo


las almas más sensibles. El semen de los libros.
La carne en los hoteles. Y al fin, cuando la muerte
fue más que la obsesión y la certeza,

tan sólo me restaba sin labios de ternura


decirles la verdad, la escena que resume
lacónica el escueto sentido de las cosas
de forma universal, luego concreta:

50
yo no era el que vivía.
Mi vida quedó allí
donde la abandonamos,
desnudos, abrazados, terciopelo
de bocas que se comen mutuamente
lo único real que las nutría:
mis lágrimas, tus besos.

51
BITÁCORA

He naufragado en el amor.
He naufragado en la vida.
Nadie naufraga en la muerte.

52
CORDURA

Supongo que no estoy


llamado a la belleza. Son muchos, demasiados,
los días sin palabra, los días sin mañana.
Tan pronto he aceptado lo que he sido
—dos hombres que conviven—
ninguno ha vuelto a hablar de lo que importa.
Ninguno ha vuelto a herirse la garganta,
ninguno a ser paloma o rata antigua.
Es casi como un río que se seca.
Es triste, pero es eso. No debiera
haber pedido paz. Esto no es paz.
Más bien es el vacío.
Añoro la locura y todos dicen:
¿qué fue de tu violencia,
tu rabia hermosa y clara, tu manera
de amar con todo el cuerpo, tu dureza
de espuelas, tu ternura en las espigas?
No sé. Parece que está claro
que he sido alguien de excesos,
de polos imposibles como sólo
se puede permitir quien está vivo.
Pero ahora que está en calma cada extremo,
tan sólo soy un hombre, apenas nada.

53
Mejor reconocer que no era mío
tal río de relámpagos y nieve.
Supongo que no he sido yo el poeta.
He vuelto a la cordura y me he perdido.
He vuelto a la cordura y estoy muerto.

54
LEGIÓN

Como puede decirlo


tan sólo quien no sabe lo que dice,
se mueren en ti
los hombres que no he sido.

No he sido aquel que amaste, ni tampoco


el hombre que soñó que tú lo amabas.

No he sido el que ahora mismo te recuerda,


pues no recuerdo bien cuál fue mi sueño.

Posiblemente todos se extraviaron


por sendas que jamás transitaré.

Y ahora que en la noche llamo a alguien,


tan sólo aquel que un día tú quisiste
podría socorrerme si viviera.
Mas ese solamente estuvo vivo
el tiempo de tu tiempo y es por eso
mejor dejarlo aquí:
ya es tarde, me confundo
y debo abandonar a este que escribe
en aguas somnolientas y encontrarme

55
mañana con un ser desconocido
en este cuerpo mismo que me habita.
Mas, antes de entregarlo
a la disolución,
la última pregunta:
¿podrá tal vez la vida devolverme,
con estos mismos ojos y este llanto,
de todos los que fueron sólo a aquel
que tuvo vida en ti?

Ausente como yo, mi voz responde:


tu vida fue verdad, querido Antonio,
tan sólo con el paso de la suya.
El resto, solamente
materia de un poema.

56
AUTORREPROCHE

Piérdete, vuélvete tan invisible


como la noche en la noche.
Ahoga tu pupila en tinta oscura,
como la tinta en la tinta.
Sumérgete en tu sangre respirando
tu sangre ennegrecida hasta que alcance
la yema de tus dedos. Descomponte,
no dejes de ti mismo ni el recuerdo,
lo mismo que el amor no consumado
no deja del amante su ceniza,
su humo, su potencia o su posible
memoria en este mundo donde nada
que no es amor no es ser ni puede serlo.

Como un pellejo henchido de cochambre,


deshaz todos los ciclos de la vida
fundiéndote en tu podre hora tras hora,
minuto tras minuto, recuerdo tras recuerdo.

No hay nadie que te quiera, ni tú mismo.


Doy fe cierta de ello porque he sido
la fe que te devuelvo, el miedo incluso.

Y no regreses nunca con la aurora.

57
MATERNIDAD

Borro tu huella por el pueblo.


Como si no tuviera hijo.
Como si no hubieras nacido.
Y ocupa tu lugar un haz de espesa sombra,
de sombra tan espesa que se va cristalizando
hasta alcanzar la transparencia del diamante
y, al fin, ser invisible, ser ya nada.

El vientre de las madres es caverna


de aquellos hijos suyos que no saben
amar.

No vuelvas a nacer, no me avergüences.


Destrúyete tú mismo: no se acuerda
ya nadie de tus ojos. Eres nadie.
Tampoco este poema te está hablando:
las madres sólo hablamos con los vivos o los muertos.
No estás, nunca has estado, entre los vivos ni los muertos.
No te has podrido aún, porque no puedes:
no hay verbo que se pueda conjugar junto a la nada.

Y hablemos de otra cosa, dulce mundo,


hablemos de mentiras, de las nubes, de la alegre
mañana que tenemos por delante.

58
ACTO DE AMOR
και ουδεν αφωνον
1Co 14,10

Como en la teología negativa luterana,


lo he aprendido subcontrario:
ni un verso, ni un pronombre, ni una coma,
ni una preposición, ni un gesto, ni un vacío:
nada
debe el que canta permitirse
si no es acto de amor.

Tampoco las razones que desprecian


el pulso que enardece nuestro cuerpo
con la única verdad, la que es de carne.
Amor hace posible entre las cosas
distintas y contrarias lo que ignoran:
la extraña redención de la afonía
en canto comunal de equivalencias.
Y amor halla entre iguales magnitudes
opuestas sin quebrar la analogía
que todo lo copula en fiel sintaxis.

Las voces de otros siglos vivirán


en el siglo presente si quien carga

59
en su respiración con sus mentiras
lo hace por amor.
Y todo será nuevo aunque mil veces
se cante si en quien vuelve a hacerlo boca
amor es la razón de su estallido.

No acepto más criterio, no escucho otro silencio,


no admito contextura que no sean
la rabia, la piedad,
el canto por el canto o el delirio
que rapten mi existencia y la derrochen
en puro acto de amor.

60
TEORÍA DE LOS ACTOS VERBALES

Igual que la teoría cognitiva


de los actos de habla
descubre dimensiones colindantes
con nuestra realidad que van más lejos
de la correspondencia del sentido
con lo empíricamente contrastable,
toda teoría no formal de la existencia
ensaya aplicaciones sobre aquello
que envuelve el corazón de cada hombre.

Yo lo aplico a los actos


de amor. Un excedente
de amor se da en el acto
de aquel que realizándolo lo crea.
Es algo desbordante, un privilegio
difícilmente transferible
a códigos y signos. Algo puro
profundamente incomprensible, pero cierto
como los sueños que se tienen cuando niño
y no pueden volver a repetirse.

61
DE LA MISERICORDIA CORPORALES

Y Telémaco, abrazado a su padre,


sollozaba derramando lágrimas.
Homero
VOLVER

… pero has sobrevivido a los poemas


del libro en el que fuiste personaje.
Como era de esperar,
la vida es diferente a las palabras
y, ahora que lo sé, sólo deseo
que acabe este viaje por el norte
de Europa para estar junto a vosotros.

En un mercado de Oslo te he comprado


un bolso de diseño y a Emmanuel
la nueva camiseta de Cristiano
Ronaldo. Supongo que es su talla.
Habrá crecido mucho. Se me parten
los huesos en el sueño de tenerlo
de nuevo entre mis brazos. Que me diga
«te quiero», como sólo él lo pronuncia,
y ponga en mi mirada espuma virgen
nacida de sus dos ojos marinos.

Querida hermana mía: ha regresado


de nuevo la esperanza. Ya no sueño
con coágulos de sangre en las paredes
del metro Charing Cross por calle Oxford.

65
No he vuelto a herirme más. Son sólo uno
los hombres que ahora soy y el que no he sido.

En el trabajo bien. Tan sólo libros viejos.


Hace un par de semanas abrí uno
que con ingenuidad enumeraba
las siete en tinta roja santas obras
de la misericordia corporales:
vestir al desnudo, dar de comer
al hambriento, de beber al sediento,
posada al caminante, visitar
al preso, asistir a los enfermos.
Sepultar a los muertos.
Siete actos
de amor. Me han parecido vanguardistas,
porque, precisamente en siglo roto,
usar infinitivo y complementos
tan simples se convierte en una forma
de pura transgresión.

Transgredo. No me importo. No te asombres


si el hombre que desciende del avión
no se parece a mí: cuando te abrace
sabrás muy bien quién soy. Traigo de lejos
las cosas que estuvieron siempre cerca:
la vida que me disteis, el amor

66
que sólo los hambrientos, los sedientos, los desnudos,
los presos, los enfermos, los errantes
y muertos recibimos como amor.

Querida hermana mía: así es la vida.


¡Qué bien pueden decir las frases hechas
los misterios del hombre!
El porvenir
que juntos aguardamos, el mañana,
que nunca amanecía, empieza hoy:

lo llevas de tu mano en este instante:


es rubio, ojos azules, 4 años,
y espera a que descienda del avión
el hombre que jamás dejó Granada.

67
EMMANUEL

Cuántas veces, Emmanuel, he querido


mostrarte lo que sé para que tú me digas
las cosas que no pueden aprenderse.

Yo te hablaré de Ulises, que viajaba


buscando a su familia. Y de Francisco
que huyó de su familia hacia la nieve
y fue misericordia entre los lobos.

De Eckhart, de Hildegarda, que en la nada


abrieron una puerta a lo que oriente
tenía de común con occidente
por sendas del amor, que todo lo abre.

De Edith, la judía, y Federico


que amaron contra el tiempo de su tiempo
y fueron sepultados en la noche
de todos los espantos de algún tiempo.

Un día te diré por qué mi voz es tan terrible


aun siendo, como soy, un hombre bueno.

Y tú serás la más honda alegría,


mi vida en otra vida, mi terrible

68
razón para abrazar el signo incluso
del tiempo que no tengo por delante.

Tú, con tus 4 azules años,


el hijo de mi hermana, mi otra alma;
mi amigo, mi Emmanuel, el compañero
del siglo que sin ti no emprendería.

69
CUANDO SEPAS LEER

La estrella de papel,
las alas de angelote que tu padre
te ha hecho esta mañana, ya están dentro
del reino de tus ojos, son ya parte
de todo lo que eres y algún día
querrás mirar de nuevo en las estrellas.

Yo lo canto
por eso en estos versos
que aguardan para ti.

70
QUIA ABSURDUM
Credo quia absurdum
Tertuliano

No pienso renunciar al privilegio


benigno y confesante del ridículo
a la hora de decir una verdad
que funda sus razones en lo absurdo:

tu vida es, Emmanuel, porque es absurdo,


sentimental y poco literario,
mil veces más mi vida que yo mismo.

71
ESPEJO

Querido Emmanuel:
cuanto más te conozco,
más clara mi existencia se me hace.

Te dan el mismo amor que a mí me dieron:


¿cómo no voy a ser un hombre alegre?
Y un día buscarás
el mismo amor que ahora ya tienes:
¿cómo no voy a ser un hombre que no cesa
de anhelar en el mundo lo imposible?

72
PATRIA

Tu mañana de Reyes,
cuando tenías nueve años,
comenzaba en la cuadra de las cabras.
Las contabas una a una,
bajo la luz de una bombilla amarillenta,
y las sacabas al corral donde los dedos
violetas de la aurora iban tintando
los bultos de la paja aún escarchada.

Las calles silenciosas, las veredas entre espartos.


Tus ojos ante el mundo recién amanecido.
Apenas tu estatura era más grande
que el pequeño rebaño que guiabas,
pero tu corazón era tan claro
que el campo se encendía a tus pasitos.

Papá, toda la fuerza de tu vida


ha estado en la inocencia y en ser bueno.

Y hasta mi corazón desesperado


conduces con la fuerza de tus nueve
apenas limpios años y apacientas

73
haciéndome saber que aún existe
—porque existes, papá, y apenas has crecido—
un lugar en el mundo al que volver.

74
MELOCOTONEROS

Te cansaste demasiado aquel verano


sulfatando los melocotoneros.
Tú no sabías del aroma
poético, oriental y evanescente
que la palabra melocotoneros
exhala al florecer en algún libro.
Yo sí que lo sabía, sí sabía
de flores y poemas, cosas tontas,
porque mi condición ha sido estéril,
pues nunca he dado frutos
tan dulces y redondos, tan solares
como esa fruta tuya:
de mi mano
nunca ha comido nadie, de mi esfuerzo
tan sólo un hambre nueva se ha seguido.

Papá, me da vergüenza
sentir que cada letra de esta página
también ha sido tuya, sólo tuya,
papá, que te cansaste demasiado
cuidando que el gusano de la muerte
no entrara al corazón del alimento.

75
Papá,
si hubiera néctar dulce en estos versos,
si dejo aquí esperanza y no se pudre,
será sólo por ti,
por ti que sin saberlo me enseñaste
las cosas imposibles que yo canto.

76
ÁBSIDE DE NUESTROS LABIOS

Pureza Canelo

Papá, mamá: no puedo imaginarme


la vida sin vosotros.

Por más que intento ser un hombre fuerte


más arduo se me hace concebir
que el mundo continúe siendo el mundo
después de vuestra ida.

Procuro ver el paso de los años


como algo natural. Hacer, como los monjes,
costumbre de la muerte. Mas sólo una palabra
me salva de la angustia.

La digo y me consuelo.

Y vuelvo hasta el sofá, me siento a vuestro lado


haciendo que estuviera leyendo algo importante.

Pero no,
no estoy leyendo nada:
aguardo la mañana
de la resurrección.

77
PRÓLOGO

Per pietatis viscera in se


infirmitatem caeterorum transferant.
Gregorio Magno
PRÓLOGO

Las profundidades del mar escupen hombres


ya muertos o camino de la muerte
como mi corazón me escupe a mí.

No es asco lo que el mar siente en su fondo:


su única manera de salvar lo perdido.

No sé si un sentimiento similar
tiene mi corazón al vomitarme.

Lo único seguro es que sus muertes


no pueden compararse con la mía:
yo muero de estar muerto, me muero de mí mismo.

Varones de dolores, magullados


de sal, hermanos míos
sufriendo mi silencio.
Despojos de la mar, dolor oscuro
me una a vuestra piel. Pido perdón
por esta pena chica
de un pobre corazón que ya está lejos
de mí, libre de mí,

81
posiblemente navegando
tan indocumentado que tan sólo,
tan sólo es corazón sobre la playa.

…y tú, mientras, Antonio,


estúpido hijo mío,
hablándole a tu voz.

82
PARA SER SINCERO

No pasaré de nuevo por la vida,


lo sé,
así es que dejo la palabra
por amor.

83
Los poemas «Elegía» y «Responso» hacen memoria de a quienes
quise en mis años de trabajo voluntario en el módulo 10 de la
cárcel de Topas, Salamanca, y de la casa para terminales de Sida
Mas al vent, Valencia. Como dirían mis queridos The Cranberries,
“no more inside”.
ÍNDICE

Pág.

DE LA MISERICORDIA ESPIRITUALES .............................. 11


Vida oculta ................................................................................................... 13
Castidad .......................................................................................................... 15
Un hombre entra en la nieve ............................................................ 16
1Pe 4, 8 ........................................................................................................... 18
Acuérdate de la muerte ....................................................................... 19
Estadística ..................................................................................................... 21
Jn 1, 1 ............................................................................................................... 23
Nunc Dimitis ............................................................................................... 24

MUNDO ............................................................................................................. 27
Cuarenta ......................................................................................................... 29
Logo .................................................................................................................. 30
Mi vida según Bacon ............................................................................. 32
I. Elegía .......................................................................................................... 33
II. Responso .................................................................................................... 36
América .......................................................................................................... 37
Poética ............................................................................................................. 38
Vida y Razón .............................................................................................. 39
No es una extraña tierra ....................................................................... 40
Contra mi oficio ........................................................................................ 42

85
Pág.

CARNE ............................................................................................................... 45
8 de Junio ...................................................................................................... 47
Teoría de la traducción ......................................................................... 50
Bitácora ........................................................................................................... 52
Cordura ........................................................................................................... 53
Legión .............................................................................................................. 55
Autoreproche .............................................................................................. 57
Maternidad .................................................................................................... 58
Acto de amor ............................................................................................... 59
Teoría de los actos verbales .............................................................. 61

DE LA MISERICORDIA CORPORALES ................................ 63


Volver .............................................................................................................. 65
Emmanuel ..................................................................................................... 68
Cuando sepas leer .................................................................................... 70
Quia Absurdum ......................................................................................... 71
Espejo .............................................................................................................. 72
Patria ................................................................................................................. 73
Melocotoneros ............................................................................................ 75
Ábside de nuestros labios ................................................................... 77

PRÓLOGO ........................................................................................................ 79
Prólogo ............................................................................................................ 81
Para ser sincero ......................................................................................... 83

86
Esta obra se acabó
de imprimir en Madrid
el día 8 de Diciembre de 2011

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