Sei sulla pagina 1di 2

LA BROMA ACERCA DE MI NARIZ

Alguna vez fui graciosa. Muy graciosa. Todo lo que hacía y decía
era gracioso. Tal vez te estés riendo en este momento. Ojalá. Me
gustaría poder darte ejemplos de lo graciosa que era, pero
entonces seguían siendo graciosa. Sé que es difícil creerlo
viéndome ahora. Luzco tan bonita, ¿no? ¿No soy bonita? En
realidad las mujeres bonitas no se parecen a nada en particular. Se
ven como todas sueñan verse, pero no se parecen a nada que
pueda identificarse. Cuando describes a una muchacha bonita
dices cosas como "Ah, Ashley, qué linda es". Pero cuando
describes a muchachas no tan bonitas siempre dices algo especial
de ellas, algo sobre cómo se ven. Ah, María, la de la cabellera
indomable, o Tania, sus piernas son algo cortas pero tiene unos
senos fabulosos.
Antes, cuando era graciosa, me veía graciosa. Como algo
inesperado a punto de suceder. Y todo por mi nariz. Era inmenso,
fea y graciosa. Mi nariz era graciosa. Mi nariz hacía sentir a gusto a
todo el mundo. Rompía el hielo. De alguna forma les hacía saber a
todos que podían confiar en mi. Es difícil de explicar, pero mi nariz
me daba chance. Me inspiraba ideas locas. Me volvía atrevida. Era
como si me dijera: nunca serás como los demás así que bien
podrías ser tú misma. Yo siempre era la payasa del grupo. Me
decían Gonzo. Como el muppet.
Mis papas no son malas personas. Sé que me quieren. Mis padres
que tanto me quieren planearon, organizaron y finalmente lograron
acabar con mi nariz. Asesinarla.
Cuando cumplí dieciséis le pagaron a un hombre para que me
quitara la nariz. Contrataron a un matón para que liquidara mi
pobre nariz. EI único problema es que mi nariz estaba pegada a mí.
Yo no tenía idea de qué pasaba. Ellos insistían en que me sentiría
bien, que todo mejoraría y yo se lo agradecería porque mi vida
sería mucho mas fácil. Pensé que me llevaban al Paradise Chang.
Que disfrutaríamos de mi comida favorita. Pero de pronto
estábamos en una pequeña clínica. Yo no entendía. Había un
doctor que, curiosamente, también tenia una narizota. Me dijo que
era un procedimiento muy sencillo. A mi mamá parecía remorderle
la conciencia, pero no dejaba de sonreír. Entonces el doctor me
drogó. Cuando desperté supe que había pasado algo terrible. Mi
nariz se me salía por todos lados, arruinada, martillada destruida.
Lloraba, aunque en realidad no sabia cómo llorar sin nariz. Mi papá
me tomó de la mano y me dijo: Ahora serás una princesa", y yo le
dije: "No quiero ser princesa. Era feliz siendo payasa. Mi nariz
resaltaba, me hacía lo que era. Ahora no hay nada. Sólo este
revoltijo espantoso en plena cara.
Sé que es difícil de creer pero nunca soñé con ser bonita. Las
bonitas me daban lástima porque no dejaban de mirarlas. Nunca
hablaban ni hacían nada. Sólo estaban ahí, como... bonitas. Peces
de colores en una pecera. siendo observadas Ocasionalmente
mordisqueando alimento para peces, pero mordisqueando porque
todos sabemos que bonita es igual a flaca. No en otra cosa
consiste ser bonita. Hay tantas cosas que no tienes que hacer para
ser linda. No como. Picoteo. Doy vueltas. Me privo. Paso hambre.
Ya que no como, no tengo mucha energía. Sí es cierto que la
comida hace que tu cerebro funcione. Así que las bonitas son
lentas, No pueden hacer demasiado. No tienen ideas muy
elaboradas. Pero no lo necesitan. Son bonitas.
Las graciosas pueden comer todo lo que quieran. A mí me
encantaba comer. Lo puedes gozar porque las graciosas gozan
todo.
Extraño mi nariz. Todos los días la froto y sueño con decir mentiras,
como Pinocho para que vuelva a crecer. Fui a una cita secreta con
un muchacho que me dijo que soy bonita. Pero en realidad no lo
soy. No nací bonita. No soy bonita por naturaleza. Soy una bonita
falsa. Él no entendía así que me besó, porque eso es lo que hacen
los hombres cuando no comprenden algo y no quieren parecer
tontos. Cuando me besó, nada se interpuso. Fue demasiado fácil.
Yo no tuve que hacer una broma sobre eso. Y esto fue triste porque
la broma acerca de mi nariz siempre hacía reír al muchacho y
luego los dos nos relajábamos, y los besos eran siempre mucho
mejores entonces.

Potrebbero piacerti anche