El Simbolismo Masónico y el Rito Masónico

Q:.H:. Reynaldo Tejada Valencia, C:.M:.

R:.L:.S:. Alfa y Omega 169-9.

Valle del Callao, 31 de enero de 2019 (e:.v:.)

Una definición enciclopédica de simbolismo podría ser: sistema de signos escritos cuya
disposición responde a unas reglas y que traduce visualmente la formulación de un
razonamiento.

Un símbolo es un término, una palabra, un objeto natural o artificial que puede ser conocido en
la vida diaria con un significado corriente y obvio, hasta allí es un signo, pero cuando su
significado no es limitado sino que representa una connotación difusa o abstracta que representa
algo más que su significado inmediato, se convierte en un símbolo. Por ejemplo el grafema “ +”
de primera impresión representa el signo de la operación aritmética llamada “suma”, sin embargo
si a este signo lo coloreamos de color rojo pasaría a ser el símbolo de la Cruz Roja Internacional.

Nosotros los masones hemos utilizado el simbolismo como método de enseñanza del Arte Real,
los símbolos masónicos se refieren a un conjunto de ideas relacionadas directamente con el
conocimiento de la Cosmogonía y por lo tanto del hombre.

El simbolismo es un patrimonio ancestral de nuestra institución. La riqueza simbólica de la

masonería, es sin duda la herencia de múltiples tradiciones, es decir aglutina en su seno
numerosas herencias, algunas de ellas que se remontan a los orígenes mismos de la humanidad,
todos ellos integrados en el simbolismo masónico con distintos grados o niveles.

Los masones somos guardianes tanto del conocimiento como de enseñanzas a temporales que
perviven en el tiempo y nuestra orden tiene el deber sagrado de preservar esta herencia recibida,
incrementarla y transmitirla correctamente a las siguientes generaciones.

La palabra “símbolo” procede de un verbo griego que significa “unir” “reunir”, pero unir o reunir
¿qué? Según los alquimistas, la realidad sagrada jamás puede confundirse ni limitarse a la mera
espiritualidad sino que se trata de una realidad física no evidente a nuestros sentidos carnales.
Los símbolos participan de lo sagrado y de lo profano, puesto que muestran la luz pura bajo la
apariencia de imágenes mundanas Es en ese sentido que el símbolo (unir o reunir) une o reúne
el cielo con la tierra, lo infinito con lo particular. Las imágenes simbólicas no son signos
referenciales de significados establecidos por convenciones humanas, sino que son formas de
unos contenidos universales ajenos a las convenciones históricas.

Como ya dijimos anteriormente, la masonería adopta el simbolismo como un método de

enseñanza práctica de sus principales fundamentos, sin embargo hay que tener presente que al
no tener la masonería dogmas, nosotros no adoramos ni creemos en los símbolos, sino que
tratamos de comprender el conocimiento y las enseñanzas que nos brinda, es decir el símbolo
es solo un vehículo y no un objeto de culto y menos un dogma, pues los símbolos admiten varias
interpretaciones, pero todas son complementarias, no excluyentes y cada masón según su
grado, obtiene una parte de la verdad a partir de ellos.

El Rito Masónico:

Cómo ya indiqué, el verdadero tesoro y patrimonio vivo de la tradición masónica es su

simbología.

Los símbolos podemos clasificarlos como:

 Símbolos geométricos y visuales.

 Símbolos sonoros y vocales.
 Símbolos en movimiento que no son otros que los ritos.
De todos ellos, quiero explayarme únicamente de la simbología en movimiento, es decir en el
Rito Masónico.

El rito es el símbolo convertido en gesto, el rito pone en práctica la idea que el símbolo expresa.
De nada servirá entender lo que el símbolo manifiesta si después ese entendimiento no se vive
como una realidad verdaderamente transformadora.

No basta con estudiar o saberse el rito de memoria sino, comprender la simbología que en él se
transmite pues, sin esa constante vivificación de los símbolos los trabajos que se hacen en la
Logia carecerían de toda “Fuerza” y “Vigor” convirtiéndose en meras alegorías cuando no en
actos puramente mecánicos. La realidad es que una Logia es verdadera si en su seno se realiza
con perfección y conciencia el ritual, debiéndose cultivar el silencio interior por respeto a la
simbología del ritual, dejando afuera del templo, junto con los metales, todos los asuntos de
índole individual, problemática social o económicas que pudiéramos tener, es decir todo tema de
carácter profano.

Los ritos son esenciales en la medida que tienen un carácter simbólico y conllevan a una
enseñanza en sí mismos, y ellos deben servir sobre todo de soporte para la meditación, que es
el comienzo del trabajo interior en nosotros mismos.

Bibliografía

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Ariza Francisco, La Masonería Símbolos y Ritos; Libros del Innombrable, Priemra edición octubre
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