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Primero escribe una letra cualquiera para cada sílaba, sin valor sonoro
convencional.
Luego para cada sílaba de la lengua oral escribe una letra con
valor sonoro convencional, casi siempre la vocal que le
corresponde.
Hablarles y escucharles.
Leedles a vuestros hij@s un cuento cada día.
Leer con nuestros hij@s las producciones que hayan realizado (notas
informativas, poesías, trabajos o proyectos,...) valorando siempre positivamente
su esfuerzo.
Cada vez que vuestros hij@ haga una pregunta dadles la respuesta. Si los niñ@s
se interesan por lo que pone en cualquier sitio o por escribir algo es porque están
maduros para aprender a leer y escribir. Si ell@s no preguntan no insistáis, no
les agobiéis.
Una forma de ayudarles a escribir es vocalizando exageradamente las sílabas de
cada palabra para que les sea más fácil identificar las letras.
Manejar mucha cantidad y variedad de material impreso: revistas, propagandas,
libros, periódicos, recetas, poesías, prospectos médicos, cuentos, carteles de la
calle,...
Lo más importante es que los niñ@s se den cuenta de la utilidad del lenguaje
para ello podéis: escribir con ellos notas para traer al cole, escribir o leer juntos
una receta de cocina, hacer con ellos la lista de la compra, que hagan ellos las
invitaciones para su cumpleaños, jugar a leer los carteles de la calle (farmacia,
stop…), leer con ellos envases de alimentos…
Dejarles escribir libremente y después “transcribir” lo que ell@s han escrito
diciendo por ejemplo “ahora yo lo voy a escribir como lo hacen los mayores”.
Aceptar las producciones de los niñ@s como su forma de comunicarse desde el
momento lectoescritor en el que se encuentran y no como errores que han
cometido.
No decirles nunca “lo has escrito mal”, hay que animarles para que sigan
progresando y valorar sus logros.
Presionar o comparar las producciones de vuestras hij@s, siempre hay que
respetar el proceso natural e individual en el que se encuentran.
No rompáis sus producciones.
No obligarles a ponerse en situación de lectura y escritura hay que esperar a que
el niñ@ este motivado y a que él lo necesite.
Agobiarnos con el aprendizaje de la lectoescritura, y no a agobiar a nuestros
hij@s.