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METÁFORAS BIOLÓGICAS APLICADAS A LAS ORGANIZACIONES

Editores

LUZ ALEXANDRA MONTOYA RESTREPO

IVÁN ALONSO MONTOYA RESTREPO

UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS

BOGOTÁ

2012
Metáforas biológicas aplicadas a las organizaciones / Editores:
Luz Alexandra Montoya Restrepo e Iván Alonso Montoya Restrepo
– Bogotá: Universidad Nacional de Colombia. Facultad de
Ciencias Económicas. Centro de Investigaciones para el
Desarrollo (CID), 2012, 234 p. -- (Colección 60 años; v. 1), ISBN 978-
958-761-104-5. http://www.libreriadelau.com/metaforas-
biologicas-aplicadas-a-la-organizaciones-administracion-
1.html#.VPDQjnyG_s4
Tabla de Contenido
Introducción

I. COOPERACIÓN O COGESTIÓN

1. Características de una aproximación biológica para el estudio de


mecanismos de integración empresarial
2. Algunas reflexiones acerca de la cogestión: ¿panoramas socialmente
posibles o una metáfora aparente?
3. Reflexiones sobre el apoyo mutuo a partir del diálogo para la
coevolución en las organizaciones

II. COEVOLUCIÓN

4. Una revisión de la teoría de la evolución darwiniana y sus diferentes


aplicaciones a la realidad
5. Organizaciones: una aproximación evolucionista, darwiniana,
poblacional y ecosistémica
6. Sistemas organizacionales y empresariales entendidos como un
sistema complejo adaptativo (SCA)
7. Crítica a los nichos organizacionales
8. Coevolución como propuesta para el desarrollo de la responsabilidad
social

III. EUSOCIALIDAD

9. Eusocialidad: elementos y explicaciones


10. Una mirada a las organizaciones a partir de la inteligencia de
enjambre: algunos aportes y retos para la gestión

IV. METÁFORAS APLICADAS A LA RESPONSABILIDAD SOCIAL

11. La ecología organizacional como modelo de metáfora biológica


para abordar el mercadeo ecológico en cuanto estrategia de
competitividad
12. El huevo y la gallina: una metáfora biológica para proponer criterios
de acción de responsabilidad social empresarial (RSE)
13. El hambre desde una mirada orgánica

V. METÁFORAS APLICADAS AL TERRITORIO

14. Aplicación metafórica de elementos de la sociobiología en la


formación comunitaria de la identidad territorial
15. Aplicación de un modelo coevolutivo a la construcción de redes para
el desarrollo rural territorial
PRESENTACIÓN

El seminario de metáforas biológicas desarrollado desde el primer semestre


de 2010 ha sido una valiosa posibilidad para que, con un enfoque de
investigación, los estudiantes de la Maestría en Administración y los
profesores de la Universidad visualicen diferentes perspectivas de la gestión
de las organizaciones de todo nivel, a través de la metodología de
metáforas biológicas aplicadas.

Este libro presenta los artículos preparados por los profesionales, algunos de
ellos ya graduados del programa, en los cuales aplicaron diferentes
metáforas a la solución de inquietudes organizacionales. Además, se divide
en cinco grandes áreas de aproximación biológica: los procesos de
cooperación y cogestión, la coevolución, la eusocialidad, metáforas
aplicadas a la responsabilidad social y metáforas aplicadas al territorio por
profesores invitados de la facultad de Agronomía de la Universidad
Nacional.

En el primer apartado se evalúa la cooperación empresarial como una


estrategia biológica para solventar los problemas y alcanzar los objetivos de
las empresas con escasez de recursos, en el documento titulado:
«Características de una aproximación biológica para el estudio de
mecanismos de integración empresarial». «Algunas reflexiones acerca de la
cogestión: ¿panoramas socialmente posibles o una metáfora aparente?»
presenta conceptos de cogestión o cogerencia, como la capacidad de
compartir el proceso de gestión de las organizaciones. Así mismo, se señalan
las posibilidades del apoyo mutuo para permitir el mejoramiento de las
condiciones empresariales en «Reflexiones sobre el apoyo mutuo a partir del
diálogo para la coevolución en las organizaciones».

Posteriormente, en el apartado de coevolución, dado que la capacidad


que tiene una organización y un organismo de comprometer la evolución
paralela a la suya es la capacidad de permitir que ambos evolucionen
conjuntamente para adaptarse y aprovechar mejor las condiciones del
entorno, «Una revisión de la teoría de la evolución darwiniana y sus diferentes
aplicaciones a la realidad» presenta las características de la evolución en
Darwin y los conceptos de aplicación. «Organizaciones: una aproximación
evolucionista, darwiniana, poblacional y ecosistémica» hace una reflexión
sobre este proceso de evolución darwiniana en ámbitos más amplios como
el ecosistema. «Sistemas organizacionales y empresariales entendidos como
un sistema complejo adaptativo» propone el análisis de los sistemas desde
las diferentes aproximaciones de los sistemas complejos adaptativo (SCA).
«Crítica a los nichos organizacionales» establece el concepto de nicho
organizacional como una aplicación metafórica y proporciona un análisis
del mismo. Y como último documento de esta serie, «Coevolución como
propuesta para el desarrollo de la responsabilidad social» manifiesta las
propiedades de la evolución conjunta para apalancar la responsabilidad
social empresarial.

En el apartado de Eusocialidad, como modelos sociales primitivos que


nacen a partir de los beneficios de la vida en sociedad, se tienen los
capítulos: «Eusocialidad: elementos y explicaciones» y «Una mirada a las
organizaciones a partir de la inteligencia de enjambre: algunos aportes y
retos para la gestión», que señalan las oportunidades ofrecidas por la
inteligencia de insectos sociales.
Las dos últimos apartados son aplicaciones de la metáfora, la primera con
respecto a la responsabilidad social, con los títulos: «La ecología
organizacional como modelo de metáfora biológica para abordar el
mercadeo ecológico en cuanto estrategia de competitividad», «El huevo y
la gallina: una metáfora biológica para proponer criterios de acción de
responsabilidad social empresarial (RSE)» y «El hambre desde una mirada
orgánica»; la segunda con respecto al territorio, particularmente abordado
desde una concepción rural: «Aplicación metafórica de elementos de la
sociobiología en la formación comunitaria de la identidad territorial» y
«Aplicación de un modelo coevolutivo a la construcción de redes para el
desarrollo rural territorial».

Agradecemos profundamente a los autores que hacen posible esta


publicación, a la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad
Nacional y su Centro de Gestión Editorial, además de todos los profesionales
que de forma anónima revisaron, corrigieron y aprobaron estos documentos
para hacerlos llegar a este ejemplar, que esperamos sea útil en una forma
innovadora y alternativa de pensar las organizaciones, desde un
pensamiento más sistémico, y que nos permita a su vez entender mejor y
aprovechar el mundo que nos rodea.
INTRODUCCIÓN

El estudio de las características biológicas de las empresas permite un mayor


entendimiento de diferentes ciencias y puede hacerse a través de la
comparación, las analogías y las metáforas. La metáfora como recurso (del
griego meta, que significa ‘más allá’, y forein, que es ‘pasar, llevar’
[Montoya, 2010: 33]) consiste en identificar dos términos entre los cuales
existe alguna semejanza y proporciona nuevos conocimientos haciendo
imagen, relacionando dialécticamente lo abstracto con lo concreto, la
lógica formal con la lógica figurativa, la sintáctica y la semántica con la
pragmática, la complejidad con la simplicidad. (Mendoza, 2005: 12). Se
emplea la metáfora siempre que se intenta comprender un elemento de
experiencia en términos de otro.

El empleo de la metáfora ha sido favorable en la creación de diferentes


disciplinas y en el entendimiento de las mismas. Es así como en los ámbitos
de la ciencia y de la filosofía resulta ilustrativo un análisis del proceso de
rivalidad y sustitución entre dos redes de metáforas, como caracterización
de los paradigmas, en los cuales una red aceptada por la comunidad es
puesta frente a una nueva que se propone completar o refutar la anterior.
En estos ámbitos teoréticos la aparición de una teoría científica o filosófica
suele tener en su base, o generar como resultado, una metáfora creativa y
una red de metáforas subsidiarias de ella (Samaniego, 1996), lo cual tiene
varias consecuencias importantes:

 Permite proponer un nuevo modelo o un nuevo marco de referencia


para conocer la realidad.
 Crea una red de metáforas subsidiarias que posibilita la generación
de un número indefinido de aseveraciones sobre esa realidad,
congruentes con la metáfora básica.
 Entra en colisión y sustituye, si tiene éxito, a las teorías rivales anteriores
y/o contemporáneas cuyas redes de metáforas se muestren
incompatibles con la nueva concepción.
 La metáfora se reconoce en el proceso de trasformación-tensión
entre lo dado en la descripción y lo interpretado en el enunciado.
 Se convierte en una figura del lenguaje que no se reduce
exclusivamente a la descripción, sino que posee un doble
componente: el primero, descriptivo, que ordena y clasifica; el
segundo, considerado constructivo, que se orienta a la formación de
nuevos ámbitos de creación, porque al usar la metáfora el
interlocutor no se conforma con lo dicho, sino que busca siempre un
componente de innovación creativa. Es por este motivo que lo más
importante de la metáfora está en la construcción, ya que la
intencionalidad del discurso, en donde se pone en crisis el
componente de predicación (lo que se dice de algo) como el
referente de lo que significa realmente, para dar paso a las nuevas
significaciones posibles (Mendoza, 2005: 13).

Estas características permiten a la metáfora ofrecer un camino de


innovación desde la complejidad, primero, al cambiar un concepto
tradicionalmente utilizado y, segundo, en la tensión que conforma la
esencia de la metáfora (Mendoza, 2005: 13; Montoya et al., 2010: 8).

En consecuencia, como se afirmará en el primer artículo de este libro, las


metáforas son formas del lenguaje que permiten entender una realidad en
términos de otra, son oportunas como modelo conceptual y posibilitan
realizar agenciamientos (también denominados “nomadismos”, según
Guyot, 2005) desde diferentes ciencias. Siguiendo a Wallerstein (2003), las
ciencias sociales se permiten a sí mismas un desarrollo sistemático sobre la
realidad que posibilita un tipo de validación empírica; como tal, son una
construcción social (lo que también significa que es socialmente posible
tener un conocimiento válido) y la metáfora viabiliza un nuevo orden. Se
sostiene, entonces, que la reestructuración de las ciencias sociales puede
ampliar las posibilidades de la metáfora al tomar en cuenta las críticas que
se han formulado a la práctica pasada y al construir estructuras que sean
verdaderamente pluralistas y universales.

En la ciencia, “las metáforas aparecen con el fin de hacer familiar lo que no


es familiar, como un mecanismo que además de poner límites en el cuerpo
del conocimiento sobre las organizaciones (Cornelissen et al., 2005), permite
pensar la organización de nuevas formas (Cox y Minahan, 2006); es así como
las metáforas se convierten en los modelos mentales que los investigadores
organizacionales tienen sobre la organización, de manera que las teorías
están basadas en metáforas que llevan a los investigadores a
comprenderlas de formas distintas y parciales” (Cadavid, 2010:17).

Las metáforas organizacionales propenden por la utilización de conceptos


de diferentes ciencias, desde las económicas y sociales, hasta las naturales
y de la salud, entre otras. Los primeros desarrollos de la teoría organizacional
se fundamentaron en las teorías científicas derivadas de la visión del mundo
mecanicista, basado a su vez en las leyes matemáticas y físicas.

Los modelos biológicos han sido utilizados ampliamente para superar el


paradigma mecanicista, integrando conceptos como sistemas,
retroalimentación y flujos, en los cuales se observa la realidad mucho más
integrada al provenir de las ciencias de la complejidad representadas por
Morin (1988) y Capra (1998), entre otros. Dichos conceptos han sido utilizados
en las organizaciones desde diferentes niveles, haciendo comparaciones
con el cuerpo humano (como en el caso de Illera, 1982, y Morgan, 1991),
con la cibernética y la mecánica de fluidos (Beer, 1977), con los insectos
sociales (Tinaut, 1999) y, en general, con el comportamiento biológico de
ecosistemas, especies e individuos.

La metáfora del desarrollo de ecosistemas en las organizaciones resulta


particularmente útil, debido a las múltiples interacciones que pueden
compartirse tanto en las ciencias sociales como en las biológicas. Estas
interacciones pueden ser benefactoras, dañinas o neutras. Sin embargo,
demandan especial atención las interacciones altruistas, basadas en el
hecho evolutivo de que puede ser benéfico para los genes de un individuo
invertir un poco de esfuerzo en un plazo inmediato, a cambio de recibir
beneficios en el mediano y largo plazo. La principal característica
compartida es la escasez de recursos y la necesidad de aumentar la
producción o la productividad. Hannan y Freeman (1977) ofrecen un
ejemplo de la comparación biológica a través de la autoorganización, en
donde los procesos económicos se observan como comportamientos en un
contexto biológico. Así, una perspectiva de ecología de poblaciones es una
forma de organización relacionada con el medioambiente que propone
una perspectiva de adaptación. Estudios recientes señalan cómo la biología
se ha convertido en un pilar que generalmente no se estudia como una
única disciplina, sino como un conjunto de “subdisciplinas” (Margulis, 1985;
Otto y Towle, 1992).

De otro lado, en la teoría de la gestión y las ciencias económicas también


se encuentra desde hace un tiempo, de manera semejante al
comportamiento evidenciado en el desarrollo de la biología, resaltado por
un interés creciente en el estudio de los mecanismos de integración y la
relación de las organizaciones con el entorno. Por lo anterior, estas nuevas
imágenes y metáforas a través de las cuales se estudian situaciones sociales,
y en especial las organizacionales, ayudan a describir la forma de las
organizaciones y ofrecen perspectivas de cómo podrían ser en un futuro
(Montoya, 2010).

Por lo anterior, el lector podrá encontrar en el presente libro una gran


diversidad de aplicaciones metafóricas organizacionales, las cuales le
servirán para darse una idea de la multiplicidad de oportunidades que
tienen las ciencias que estudian las organizaciones al acudir a referentes de
las ciencias biológicas.

Bibliografía
Beer, S. (1977). Cibernética y administración. (6a ed.). México D. F.:
Continental.
Cadavid, L. (2010). Propuesta para la medición del ajuste entre las metáforas
organizacionales y las herramientas de modelado. Medellín: Facultad
de Minas, Universidad Nacional de Colombia.
Capra, F. (1998). La trama de la vida. Barcelona: Anagrama.
Chamizo, P. (2005). La metáfora (semántica y pragmática). Proyecto Ensayo
Hispánico. Consultado el 15 de mayo de 2012 en
http://www.ensayistas.org/critica/retorica/chamizo/introd.htm
Cornelissen, J. P., Kafouros, M. y Lock, A. R. (2005). «Metaphorical Images of
Organization: How Organizational Researchers Develop and Select
Organizational Metaphors». Human Relations, 58(12), 1545-1578.
Cox, J. W. y Minahan, S. (2006). «Organizational Decoration: A New Metaphor
for Organization». Journal of Applied Behavioural Science, 42(2), 227-
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Guyot, V. (2005). «Conceptos extranjeros, campos de conocimiento y
complejidad». Educación y alteridad. San Luis, Argentina: Ediciones
Novedades Educativas.
Hannan M. y Freeman, J. (1977, marzo). «The Population Ecology of
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Illera, E. (1982). Anatomía y fisiología de la organización. Bogotá: Universidad
de La Salle.
Margulis, L. y Schwartz, K. N. (1985). Cinco reinos. Guía ilustrada de los phyla
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Mendoza, V. (2005). «Metáfora: racionalidad comunicativa y
responsabilidad ética». Revista Número Actual, 35, 1-10.
Montoya, A. (2010). Gestión de sistemas de integración empresarial desde
una perspectiva biológica [disertación doctoral, documento en
línea]. Consultada el 15 de mayo de 2012 en
http://www.bdigital.unal.edu.co/2140/
Montoya, L., Montoya, I. y Castellanos, O. (2010). «La metáfora
organizacional: alternativa de entendimiento procedente de otras
ciencias». Revista de la Facultad de Ciencias Económicas de la
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Morgan, G. (1991). Imágenes de la organización. México: Alfaomega.
Morin, E. (1988). El método: el conocimiento del conocimiento. Madrid:
Cátedra.
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Samaniego, F. (1996). La traducción de la metáfora. Valladolid: Servicio de
Publicaciones, Universidad de Valladolid.
Tinaut, A. y Ruano, F. (1999). Parasitismo social. Granada: Departamento de
Biología Animal y Ecología, Facultad de Ciencias, Universidad de
Granada.
Wallerstein, I. (coord.). (2003). Abrir las ciencias sociales. México D. F.: Siglo
XXI.
I. COOPERACIÓN O COGESTIÓN

1. CARACTERÍSTICAS DE UNA APROXIMACIÓN BIOLÓGICA PARA EL


ESTUDIO DE MECANISMOS DE INTEGRACIÓN EMPRESARIAL1
Luz Alexandra Montoya R. PhD2 y Iván Alonso Montoya R. PhD3

La metáfora biológica como forma de entendimiento de las organizaciones


ha sido una metodología aplicada al estudio de la gestión desde el inicio
de su desarrollo conceptual. En general, puede decirse que se ha utilizado
para comprender situaciones y fenómenos económicos, y es por eso que:

La ciencia biológica ha elaborado un conjunto de esquemas de


pensamiento especialmente útiles para el estudio de sistemas
dinámicos. Aplicarlos al estudio de las relaciones económicas es
muy diferente a una mera generalización analógica. Es aplicar
instrumentos de análisis intelectual a realidades distintas de
aquellas para las que fueron creados pero con funcionamiento
similar. Los resultados de la aplicación de dichos instrumentos
obtendrán su validación científica de la constatación en el campo
propio (Martínez, 1986: 6).

De acuerdo con Morgan (1991: 6), el empleo de la metáfora implica un


“modo de pensar” y un “modo de ver” que traspasa la forma como se
comprende el mundo en general, de ahí que sea usada siempre que se
intenta comprender un elemento en términos de otro, como también
acontece en el mundo de las organizaciones. Uno de los aspectos más
interesantes de la metáfora está en el hecho de que siempre produce una
clase de discernimiento por lo menos bilateral: el que corresponde a su

1
Adaptado del artículo presentado en el XIV Congreso Internacional de Investigación en Ciencias
Administrativas, “El Rol de las Ciencias Administrativas en el Desarrollo Social Tecnológico de Monterrey”,
realizado en Monterrey, México, en abril de 2010.
2
Profesora Asociada, Facultad de Ciencias Económicas, Universidad Nacional de Colombia:
lamontoyar@unal.edu.co
3
Profesor Asociado, Facultad de Minas, Universidad Nacional de Colombia: iamontoyar@unal.edu.co
entorno de origen y el referido a su ámbito de aplicación. Lo anterior quiere
decir que esta clase de pensamiento tiene importancia para comprender
la organización y la gestión, en vista de que son un fenómeno complejo y
paradójico que puede entenderse de muchas maneras y desde
perspectivas diferentes; allí radica su importancia como metodología
comprobada en el estudio de distintas ciencias y muy particularmente las
sociales y económicas:

Las ciencias de la complejidad no sólo intentan descifrar lo simple


y lo complejo: también buscan las semejanzas y diferencias entre
los sistemas complejos adaptativos implicados tan diversos como
el origen de la vida, la evolución biológica, la dinámica de los
ecosistemas, el sistema inmunitario de los mamíferos, el
aprendizaje y los procesos mentales de los animales, la evolución
de las sociedades humanas, el comportamiento de los inversores
en mercados financieros y el empleo de programas y/o equipos
informativos diseñados para desarrollar estrategias o hacer
predicciones basadas en observaciones previas (Gell-Mann, 1999:
151).

Las imágenes y metáforas a través de las cuales se estudian situaciones


organizacionales que son complejas, ayudan a describir la forma de las
organizaciones y ofrecen ideas y opiniones claras de cómo podrían ser. Los
procesos de estudio, diagnóstico y evaluación crítica sugieren un
acercamiento que propicia un modo de comprensión al combinarse; y en
ese sentido, según Morgan (1991: 323), las imágenes metafóricas, son
marcos conceptuales de trabajo que a menudo permiten llevar a la
práctica lo que en la teoría se formuló.

En el presente artículo y gracias a la metodología de aplicación de la


metáfora biológica, se brindarán elementos para resolver las siguientes
preguntas: ¿cuáles metáforas basadas en los comportamientos biológicos
se han usado para entender las organizaciones? ¿Cómo pueden estudiarse
las formas de integración empresarial mediante dichos comportamientos?

Metáforas organizacionales
Los autores de la teoría de las organizaciones se han basado en diferentes
metáforas biológicas para permitir un mejor entendimiento de las mismas.
Beer (1977), por ejemplo, para acercarse a lo que llama la ciencia de la
administración, empleó distintos tipos de modelos para entender su
complejidad y creó el ABC de las formas, sugiriendo así que a cada una de
las primeras letras del abecedario podría acercársele una teoría de
investigación en administración. También señaló que el sistema de control
de la empresa era “como” el sistema nervioso central del cuerpo humano,
y que en el peor de los casos esto podía llegar a ser una metáfora literaria
simplista, pero en el mejor, la analogía tendría cierta parte de razón; el
peligro estaría en “que aunque una comparación sea fundamentalmente
correcta, es sumamente fácil emplearla de un modo incorrecto” (114).

Illera (1982: 21), por su parte, probó que en contraste con la administración
científica, las organizaciones entendidas como seres vivos y ecosistemas
podían estudiarse gracias a la teoría de sistemas, y que estos últimos
responden a una jerarquía similar a la de la naturaleza. Para estudiar la
organización de ese modo, la relacionó con diferentes partes del sistema
humano: estructura o sistema de sostén, sistema de coordinación central,
sistema circulatorio y sistema de nutrición. Incluso, señaló cómo la analogía
que él mismo aplicó al comparar el cuerpo humano con las funciones de la
organización, desde la fisiología y la anatomía, podía ser insuficiente para
explicar el funcionamiento general, reconociendo grandes diferencias entre
los procesos biológicos, los procesos sociales y los socio-psicológicos. Sin
embargo, su afirmación resultó pionera tanto en Latinoamérica como a nivel
mundial, y se convirtió en un modelo muy interesante de aprendizaje y de
entendimiento de las organizaciones.

Lessem (1990) también realizó un aporte en cuanto a los pasos en la


administración, en el cual visualizó una metáfora donde se relacionan las
teorías con lo que denominó el árbol del conocimiento. Además de mostrar
los diversos estadios de esa disciplina y su evolución, Lessem representó con
dibujos y gráficos distintas culturas y personalidades, y cada una de las
cuatro áreas que señaló, refleja diferencias en el tiempo y el lugar de origen.
Por otro lado y según la analogía viviente del árbol, afirmó que éste tiene
una gran variedad de raíces, un tallo importante, muchas ramas, hojas y
frutos; y concluyó que el suelo es como la atmósfera que le da el
enriquecimiento cultural en particular; las raíces dan el sostenimiento teórico
al tallo, el cual debe ser visible, claro, firme y coherente; sus ramas muestran
las diferentes teorías, las cuales se extienden desde el tallo para cada
aplicación, y sus frutos representan los ejemplos de caso.

Gell-Mann (1994: 93) se lamentó por no haber sido capaz de descubrir antes
cómo funcionaba la empresa científica. No obstante, planteó que el
proceso por el cual las teorías resultaban seleccionadas de acuerdo con su
experiencia, coherencia y generalidad, no era muy diferente de la
evolución biológica, donde se seleccionan patrones genéticos que tienden
a producir organismos con mayor capacidad de reproducción.

Ahora bien, si se analizan detenidamente los autores que han estudiado las
organizaciones de una manera metafórica se hallarán muchas referencias
a comparaciones entre la organización y aspectos de la vida cotidiana, así
como en relación con diversas ciencias; uno de los aportes más importantes
en los últimos tiempos ha sido el de Morgan (1991), quien entre las diferentes
metáforas específicas en el estudio de las organizaciones, en las que se
profundizará brevemente, señaló:

• La organización como una máquina: la mecanización se toma el


mando.
• Las organizaciones como organismos: la naturaleza interviniendo.
• Las organizaciones como cerebros: hacia la autoorganización.
• Las organizaciones como culturas: la creación de la realidad social.
• Las organizaciones como sistemas políticos: intereses, conflictos y
poder.
• Las organizaciones como cárceles psíquicas, espacios de cambio y
transformación, y sujetos de dominación.

En un acercamiento diferente, Montoya (1999) propuso que la analogía


también podía referirse al sistema genético, un mecanismo de
comunicación y reproducción de los seres vivos que cuenta con
características similares a los sistemas de información gerencial. Con este
nuevo tipo de perspectiva y los estudios correspondientes se ha dado origen
a una línea de investigación denominada Biogestión, que con el apoyo de
las facultades de Ciencias Económicas, Agronomía e Ingeniería de la
Universidad Nacional, trata de dar un aporte a la biótica, relacionando la
gestión de las organizaciones con las formas genéticas y otros
comportamientos biológicos (Castellanos, 2002, 2004).

Otros enfoques como el de Pauli (1999) con su gerencia inmunológica –que


describe un sistema que contiene en sí mismo toda la información necesaria
para reconocer un virus, por ejemplo, aún luego de diez generaciones, y es
capaz de decidir cómo actuar, es altamente descentralizado, redundante,
y permite tomar decisiones en forma rápida y acertada–, unidos a una
propuesta de metáfora de estudio genético, pueden llegar a abrir nuevas
posibilidades para que las empresas se adapten mejor a un mundo
velozmente cambiante. El sistema inmunológico y el código genético
pueden referirse a experiencias de hace miles de años pues presentan una
excelente red de memoria, en la que cada célula cuenta con toda la
información y consiente actuar cuando un elemento extraño se acerca. Un
sistema inmunológico similar aparte de ser autoorganizador puede ser el
mejor modelo de gerencia descentralizada y de empoderamiento
(empowerment).

Una metáfora organizadora alternativa sugiere que una célula es un ser vivo
que posee las principales características de la vida y puede actuar, tanto
de manera independiente como en concurso con otras células, para dar
origen a un ser más complejo y superior. Según Rivas, la metáfora parte de
la idea de que en una organización celular existen grupos autodirigidos o
unidades autónomas que pueden operar, solas o en conjunción con otras,
para crear mecanismos de negocio superiores. Cada célula en la
organización tiene una responsabilidad empresarial con todas las partes, así
que los clientes de una también pueden serlo de otras células. En ese
sentido, el otorgar responsabilidad a cada una es un rasgo de este tipo de
organización y la necesidad de coordinarse con otros equipos o células
hace que una de sus habilidades básicas sea la colaborativa. Para reforzar
los comportamientos deseables, cada célula es recompensada de acuerdo
con sus resultados ya que, como centro de éstos, los miembros desarrollan
un sentido psicológico de logro en el espacio de clientes y del negocio
reservado para ellos.

La tabla No. 1 señala los principales componentes del nuevo paradigma de


la organización celular.
Tabla No. 1
Componentes del nuevo paradigma de la organización celular
Componente Características
Así como el ADN en las células
determina su conducta, en la
La estrategia es todo organización celular la estrategia
es la que dirige el ciclo de vida del
negocio.
Apoyada en la teoría del caos, que
indica que pequeños cambios de
temperatura en el Pacífico pueden
desencadenar huracanes en el
Pequeñas acciones individuales
Atlántico, adecuaciones de una
pueden generar grandes cambios
célula pueden generar grandes
transformaciones en la
organización celular.
Los cambios del entorno deben
promover una evolución de las
células de la organización hacia un
organismo superior. Las células
La evolución es la maquinaria del tienden a autoorganizarse. Del
cambio mismo modo que ocurre con los
seres vivos, las células se
autodirigen y organizan los
cambios del entorno.
La dinámica de evolución implica
la construcción de organismos más
El cambio sigue trayectorias
complejos, por las redes de
incrementales
relaciones que se construyen.
Puesto que existen organizaciones
dentro de la organización, el
El todo está presente en todas entendimiento del todo es vital
partes para entender el rol de cada
célula.
La única forma de descifrar el
La forma de las interrelaciones
entramado organizacional es
determina los contornos del
mediante sus relaciones de
universo
intercambio.
Este es realmente el único
La célula es la base del diseño paradigma de este tipo de
organizacional organizaciones. Unidades
pequeñas, con diez a veinte
expertos, altamente
especializadas, enfocadas a un
mercado, a un cliente, a un
producto o servicio.
Fuente: Adaptado de Rivas (2002, 36).

De otro lado, se puede mencionar como una de sus ventajas que la


metáfora de alto componente biológico aporta al entendimiento de las
organizaciones en lo que se refiere a su integración con sistemas
interconectados; también se señala la posibilidad de generar procesos
innovadores y, gracias al posible enfoque ecológico, se refuerza la idea de
relaciones interorganizacionales que permiten comprender cómo el mundo
de la organización se desenvuelve actualmente. En cambio, como
desventaja de esta metáfora de organización, es necesario reconocer que
aun cuando brinda un marco útil para el análisis de las complejas relaciones
recíprocas que existen entre las variables que operan dentro de las
organizaciones, se queda corta al no identificar las variables internas que
afectan la administración. De esta manera, tal como lo afirman Kast y
Rosenzweig (1980: 45), la perspectiva de sistemas no pudo ser desarrollada
lo suficiente como para hacer de ella un marco de referencia totalmente
integrador y útil.

De cualquier modo, las metáforas son inicialmente formas del lenguaje que
permiten entender una realidad en términos de otra; son oportunas como
modelo pedagógico y conceptual, y posibilitan realizar agenciamientos
desde diferentes disciplinas, tal como ha sido probado por todas,
especialmente por las ciencias sociales y económicas. En esa medida,
puede decirse que la biología, la sociología y la antropología se vuelven
ramas particulares de otras áreas del conocimiento, y es así como el
concepto de biología se agranda y complejiza, llevando a Morin (2000: 150)
a concluir que todo aquello que es sociológico y antropológico es por ende
biológico, y que tanto la física como la biología dejan de ser reduccionistas,
simplificadoras y se vuelven fundamentales. Lo anterior, según Rosnay,
permite los nomadismos científicos:

Circulan los conceptos provenientes de todas las disciplinas. Más


allá de las analogías, esta circulación permite buscar lo que no es
común a los diversos sistemas. No se trata de reducir un sistema a
otro, considerarlo como mejor conocido (lo económico a lo
biológico, por ejemplo) ni de transponer lo que se sabe de un nivel
de complejidad inferior a otro nivel. Se trata de segregar
invariantes, es decir, principios generales estructurales y
funcionales que puedan aplicarse tanto a un sistema como al otro
(1975: 24).

Con este recorrido puede entonces observarse la importancia de la


metáfora en la nueva construcción de las ciencias, por consiguiente en las
económicas, tanto como fenómeno pedagógico, como interpretativo y
creativo.

Características de la aproximación biológica


Retomando las diferentes teorías que se mencionaron en el apartado
anterior, se pueden enumerar las siguientes características primarias con
miras a proponer una aproximación biológica que permita desarrollar una
gestión de organizaciones con un enfoque sistémico:

1. Las organizaciones se comportan como un sistema biológico: Siguiendo a


Bertalanffy (1987: 26), el estudio de las organizaciones como sistemas se
deriva de la metáfora de la organización como sistema cibernético, es
decir, dotado de comunicación y control. Daedalus (2009) complementa lo
anterior afirmando que esta perspectiva permite abordar la complejidad
del análisis organizacional a través de una forma de pensamiento basada
en la totalidad y también en sus particularidades, lo cual lleva a que el
reduccionismo científico decrezca al ampliar su objeto de estudio y
cobertura.

Estos enfoques de sistemas son subsidiarios tanto del evolucionismo como de


la exploración científica que intenta aprehender totalidades. Presuponen la
posibilidad de abordar la realidad como un todo, considerando sus
componentes y los distintos estados de interacción entre ellos. Para su
explicación, se abandona el paradigma de la causalidad lineal y de la
explicación probabilística, propio de los problemas de complejidad no
organizada, y es por eso que la realidad se entiende como una complejidad
organizada en todos los niveles de la estructura jerárquica del universo, de
lo cual, según Covarrubias (2002), se desprende que deba ser interpelada
mediante leyes también sistémicas.

La importancia de este enfoque se deriva de su relación con el carácter de


sistema con el que se presentan los hechos sociales. Al respecto, Bunge
(1983: 10-22) plantea que toda sociedad puede dividirse en cuatro
subsistemas: el subsistema biológico (mantenido por organizaciones de
parentesco y por organizaciones de salud pública), el económico
(relaciones de producción, intercambio y consumo), el cultural (relaciones
de información) y el político (relaciones de poder y de participación en
éste). Puesto que los cuatro subsistemas son parte de una misma sociedad
están fuertemente ligados entre sí y, por estarlo, ninguno de ellos puede
estudiarse adecuadamente con independencia del otro. Por consiguiente,
establece Montoya (1999: 13), todas las ciencias sociales son
necesariamente sistémicas antes que individualistas, porque tratan de socio-
sistemas.
Las posibilidades de explicación de la realidad social que brindan los
enfoques sistémicos guardan una asociación con el desarrollo de una teoría
del cambio estructural. Esta asociación se deriva del hecho de que los
sistemas sociales son "sistemas abiertos" que tienden a ser muy flexibles y
asimilan las perturbaciones exógenas en su estructura periférica de manera
similar a los procesos homeostáticos, permitiendo la transformación
estructural de forma evolutiva. No obstante, puede ocurrir que las
perturbaciones internas o externas sean más graves de lo esperado,
afectando también la estructura básica, lo cual genera un exceso de
mecanismos defensivos que contrarrestan las alteraciones.

2. Las organizaciones pueden verse como comportamientos biológicos: La


organización puede asimilarse como un organismo social compuesto por
partes interdependientes que son diseñadas con base en unas normas de
estructuración, determinadas de antemano o no, que llevan a coordinar las
actividades que allí se ejecutan. Diferentes enfoques y aportes se han
basado en la metáfora biológica, los cuales pueden ser observados en la
tabla No. 2:

Tabla No. 2
Principales autores que han trabajado la metáfora biológica desde la
perspectiva cognitiva
Autor Año Metáfora
Bateson 1972 Pensamiento sistémico
Beer 1974, 1977 Relación con otras ciencias
Illera 1982 Estructura humana
Martínez 1986 Bioeconomía
Brigs y Peat 1989 Cerebro
Lessem 1990 Árboles de conocimiento
Maturana y Varela 1990 Proceso cognitivo
Sheldrake 1990 Campos morfo genéticos, colonias.
Morgan 1991 Cerebro
Hannan y Carroll 1992 Concepto de nicho organizacional
Prigogine 1993 Red autopoyética
Wheatley 1996 Autoorganización
1993-1996
Moore Ecosistema de negocios
– 2005
Pauli 1999 Sistema inmunológico
Branderburger y
Nalebuff; 1997; 1998 Coopetencia
Shapiro y Varian
1997; Ecosistemas organizacionales y
Hannan; Polos; Freeman
2003; 2005 nichos
Hatch; Becker 1997; 2007 Ecología de organizaciones
Capra 1998 Organismo vivo
Gell-Mann 1999 Sistemas complejos adaptativos
Montoya 1999 Sistema genético
Morin 2000 Sistemas complejos
Castellanos y Montoya 2002 Biogestión
Tinaut 1999 Parasitismo organizacional
Lima 2001 Modelo evolucionista de gestión
Thompson 2003 Modelos evolutivos
Holland 2003 Sistemas complejos adaptables
Agentes autónomos, relieves
Kauffman 2003
adaptativos
Modelos de integración con
Nooteboom 2002, 2003
enfoque evolucionista
Cooperación empresarial como
García, Lara y Taboada 2004 sistema biológico. Modelos
coevolutivos organizacionales
Pech y Oakley 2005 Hormesis organizacional
Fischer-Kowalski y Haberl 2007 Metabolismo socioeconómico
Gouillart 2007 Bioingeniería
Rammel 2007 Comanagement
Zimmer; Pereira, 2007;
Swarm Intelligence
Theraulaz y Bonabeau 2008, 2001

La posibilidad de ver las organizaciones como sistemas biológicos facilita su


estudio, comprensión y actuación para mejorar su desempeño en unos
mercados altamente competitivos y sensibles.
3. Las organizaciones pueden ser vistas como seres vivos: Este enfoque ha
sido trabajado por Capra (1998), quien señaló que las organizaciones como
seres vivos tienen tres características fundamentales: la autoproducción o
autopoyesis, la estructura disipativa y los procesos cognitivos; las cuales
pueden relacionarse en las organizaciones con la estrategia, la estructura y
la cultura organizacional, como se puede observar en la tabla No. 3.

Tabla No. 3
Las organizaciones como seres vivos
Seres vivos Organizaciones
Autopoyesis Estrategia
Estructura disipativa (Prigogine,
Estructura
1993)
Procesos Cognitivos (Maturana y
Cultura Organizacional
Varela, 1990)

Para Montoya (2007), la estrategia es el mecanismo adaptativo que tiene la


organización para permanecer en el medio; para Chandler (1962), la
estructura es la capacidad de organización interna que permite seguir la
estrategia y además alcanzar su crecimiento, y la cultura organizacional es
el proceso cognitivo de aprendizaje que posibilita a la empresa continuar
con su desarrollo y alcanzar un tercer objetivo, muy importante, que tiene
que ver con la rentabilidad.

4. Las formas de integración empresarial permiten solucionar los problemas


de competitividad: Los estudios macroeconómicos, mesoeconómicos y
microeconómicos han mostrado la importancia de solucionar los problemas
de competitividad, en especial en países en desarrollo, gracias a la
cooperación empresarial, la cual puede darse en diferentes tipos de
integración. La posibilidad de estudiar, desagregar y mejorar cada uno de
los eslabones de la cadena de valor, a través de diversas formas
organizacionales, permite que ésta configure todos sus procesos de manera
más eficiente y competitiva, y que se genere valor real para cada una de
las organizaciones que la constituyen. De hecho, estudios como el de
Bejarano (1995) admiten una correlación positiva entre las formas de
integración y la competitividad.

Las organizaciones internacionales promotoras de dichos conceptos


también han hecho énfasis en estos análisis y en el fomento de estas
actividades, financiando directamente proyectos que asuman esa
dirección. Los indicadores que miden la competitividad dan especial
importancia al desarrollo empresarial y a la capacidad de generación de
redes y enlaces para el mejoramiento de las condiciones empresariales del
país. De igual forma, son verificables los impactos positivos en diferentes
áreas organizacionales que se mejoran cuando las empresas deciden
trabajar conjuntamente, algunos de los cuales pueden resumirse en:

• Mejoramiento en las condiciones de negociación con proveedores.


• Ventaja en los procesos productivos haciéndolos más eficientes.
• Posibilidad de ampliar y mejorar los mercados.
• Mayor capacidad de innovación y desarrollo.
• Economías de costos.
• Incremento de la imagen pública.
• Disminución de los impactos ambientales.
• Mayor acceso a capital de trabajo y de inversión.

Es por esto que el BID señala que una de las estrategias empresariales más
efectivas para operar en el contexto competitivo de negocios, es realizar
una gestión fuertemente basada en la creación de vínculos de
colaboración con otros agentes del entorno cercano. A través de la
especialización y cooperación las empresas pueden acelerar sus procesos
de aprendizaje, alcanzar economías de escala y concentrarse en los
ámbitos donde poseen mayores ventajas competitivas. Siguiendo a
Nascimiento y Mota (2004: 22-23) en la economía global no son las empresas
individuales las que compiten, sino las redes o cadenas de empresas junto a
las instituciones con las que interactúan, que además las apoyan en la
generación de conocimientos.

5. Algunas de las formas de integración empresarial pueden verse como


comportamientos biológicos organizacionales exitosos: Entre estos modelos
se encuentran cadenas productivas, clústeres, distritos industriales, parques
tecnológicos e industriales (centrados en un sector) y redes. Ellos se derivan
de la posibilidad de encontrar las semejanzas de la cooperación,
establecida de forma libre, flexible, autónoma y autoorganizada, de cada
una de las empresas que actúan como miembros del sistema y de que su
intervención dentro del proceso implique una tarea específica que les
permita sobrevivir en un entorno competitivo, pero que a la vez se hace
participativo. Los elementos comunes que fundamentan el que se vea a las
organizaciones como sistemas biológicos son:

• La capacidad de adaptación para sobrevivir en situaciones de escasez


y recursos limitados, lo cual permite la evolución.
• La posibilidad de alcanzar la coevolución entre cada uno de los
miembros de dicho sistema, gracias a la interacción entre los individuos
de la misma especie y la competencia entre los individuos de especies
que comparten el ecosistema.
• Características tales como la competencia, la selección, la variación,
la cooperación e incluso la reproducción.
• La posibilidad del estudio del ciclo de vida.
• La emergencia de capacidades del sistema individuo-comunidad-
ecosistema que les permiten adaptarse y evolucionar.
• Según Capra (1998: 1-35), la característica de sistema vivo que pueden
tener las organizaciones gracias a sus capacidades de
autoproducción, generación de estructuras disipativas y procesos
cognitivos.
• La posibilidad de generar nuevos nichos.

Estas formas integradoras posibilitan aumentar las ventajas comparativas y


competitivas de las organizaciones, y permiten el análisis de los problemas
individuales empresariales para fortalecer el grupo a través de la
competitividad. La posibilidad de su estudio a través de las
conceptualizaciones y las metáforas biológicas hace viable el entender
mejor sus características, y desarrollar nuevas habilidades que les faciliten
una adecuada adaptación y comportamiento en el complejo medio
empresarial.

6. Las organizaciones pueden verse desde un enfoque evolutivo: La


aplicación de las formas evolutivas ha resultado muy exitosa en diferentes
ciencias sociales y en especial en las ciencias económicas; sin embargo, la
utilización de los principios de Darwin no significa que los mecanismos de
evolución en el mundo social y biológico sean iguales. De acuerdo con
Aldrich et al (2008), es obvio que la evolución en sistemas biológicos y en
sistemas sociales difiere en muchos detalles, pero también tienen
mecanismos que comparten.

Darwin focaliza su atención en los posibles mecanismos a través de los


cuales la variedad (la selección y la retención) es preservada y creada, lo
cual puede darse en dos vías: (1) la migración de un grupo a otra área con
un ambiente diferente y (2) la creación de nuevos y diferentes nichos. Estos
elementos pueden ser ampliamente aplicables en el mundo empresarial, en
el cual la variedad (diferenciación de mercados, de productos y servicios),
la selección y la retención (en esos mercados competitivos y la posibilidad
de permanencia en ellos) han resultado de gran utilidad para entender el
comportamiento social de las empresas. Estas últimas, como se mencionó
en una característica anterior, al comportarse como sistemas abiertos,
permiten la interacción con un entorno que es altamente competitivo (ya
sea en el nivel de nicho o de ecosistema).

Para Nooteboom (2003: 78), la metáfora de la evolución es muy fuerte en


economía porque es sumamente útil para entender la diversidad de las
formas y es crucial en el aprendizaje organizacional. Basados en él, Lara y
Taboada (2004) realizan un acercamiento a las formas de integración que
se fundamentan en relaciones evolucionistas y admiten que este tipo de
aproximación resulta exitoso con características tales como:

• Una especie o población caracterizada por un genoma.


• Genes heredables, con desarrollo disponible en una variedad de
formas individuales, fenotipo.
• Algunas de estas variedades se ajustan mejor a su medio ambiente
(adaptación).
• Todas las formas de vida producen juntas más ventajas que les
permiten sobrevivir.
• Existen mejores adaptaciones que dan pie a una mayor probabilidad
de supervivencia (selección [Noteboom, 2003: 76]).

De igual forma, siguiendo a Lima et al. (2001), el modelo evolucionista de


gestión señala que el objetivo general de la organización empresarial es
solucionar la competencia para alcanzar la supervivencia a través de los
mecanismos de adaptación. Es así como pueden identificarse novedosos
esquemas o comportamientos evolutivos, que pueden encontrarse en las
ciencias económicas y que se aplican de forma particular a la solución de
problemas puntuales.

7. Las organizaciones coevolucionan en los procesos de integración


empresarial y con ello mejoran sus capacidades competitivas: La
coevolución, como aquella relación benéfica que tienen dos especies para
evolucionar, puede darse entre miembros de la misma especie; sin
embargo, es más importante la relación benéfica interespecies, en cuanto
éstas son totalmente distintas, generan mecanismos adaptativos y
desarrollan ventajas competitivas que les posibilitan mejorar y modificar el
medio. La necesidad de hacerse más competitivas debido a la presión por
recursos escasos, es lo que obliga a las especies a integrarse y coevolucionar
para poder mejorar su adaptabilidad.

El efecto coevolutivo se presenta en múltiples niveles dentro de la empresa


y entre organizaciones; en esta idea Pettigrew (2000) diferencia las
interacciones externas (contexto económico, político y fuerzas sociales) de
las internas (recursos, capacidades, cultura y políticas internas de la
organización), mientras Baum (1999) considera la coevolución en los niveles
de comunidad, población, organización e inter-organización.

Las organizaciones influencian su ambiente sistemáticamente, el cual se


compone de otras entidades e instituciones, por lo que esta interacción
repetitiva deviene en interdependencias y causalidades circulares. Lara y
Taboada (2004: 18) afirman que cada empresa influye en otra y ésta es
influenciada por la conducta de esa otra o de una tercera; en esta
interacción la perspectiva unidireccional de la relación causa y efecto da
forma a una visión recursiva bidireccional de mutua e incluso de múltiple
causalidad.

Dos modelos coevolutivos resultan altamente pertinentes para las formas de


integración empresarial y son discutidos por Moreno y Lara (2007): la
coevolución cooperativa, en primer lugar, que se manifiesta en
determinadas asociaciones y en variadas relaciones adaptativas entre
diferentes especies, en las que ambas obtienen un beneficio; y en segundo
lugar, la coevolución por mutualismo, como un ejemplo en el que dos o más
especies mantienen una relación simbiótica, y por tanto, necesaria para la
supervivencia de ambas. Es gracias a estos mecanismos que se puede
alcanzar la adaptación, la cual es definida por Holland (2003: 24) como el
proceso por el que un organismo se amolda a su medio ambiente. La
experiencia que guía los cambios en la estructura del organismo permite,
con el paso del tiempo, que éste haga mejor uso del medio ambiente y logre
alcanzar sus propios fines. En definitiva, dichos mecanismos permiten
estudiar el aprendizaje y los procesos relacionados con él.

8. Al igual que en ciertas especies, como los insectos, la integración


empresarial favorece el éxito adaptativo: La naturaleza, número y
distribución de las organizaciones existentes en cualquier tiempo, dependen
de la disponibilidad de los recursos y de la competencia dentro y entre las
diferentes “especies” de organización. El “ambiente” es, por lo tanto, el
factor más crítico para determinar cuáles organizaciones serán exitosas y
cuáles fracasarán, seleccionando los “competidores” más robustos y
eliminando los más débiles. Bajo esta perspectiva organicista, asegura
Morgan (1991), la capacidad de adaptación es lo más relevante para
asegurar la supervivencia de la organización.
Según Sheldrake (1990: 370) todas las sociedades humanas poseen
características fundamentales comunes que implican la incorporación de
individuos en grupos con estructuras de organización social, además de
mitos y rituales que de algún modo están relacionados imponiendo
expectativas, obligaciones, reglas y leyes. En ese sentido, Jaisson (2000: 30)
asevera que las formas sociales biológicas tienen una gran ventaja frente a
aquellas que se encuentran aisladas, ésta es: el cooperón social, como una
asociación de individuos multicelulares (integración de individualidades
complementarias y mutualistas) de la misma especie, en comunidades
estables y organizadas por división de las funciones entre sus miembros.
Wilson (1995, 2002) y Alcock (2001) demuestran que comparadas con los
individuos solitarios, las sociedades aportan una ventaja considerable al
garantizar la rentabilidad del trabajo de cada uno de sus miembros, aun
cuando este trabajo quede inconcluso por la muerte de un individuo, pues
éste es recuperado y continuado por sus compañeros, lo que aumenta la
rentabilidad selectiva del grupo.

Las sociedades surgen, entonces, como un hecho de la evolución, una


forma de vida que organiza la existencia de los individuos, de tal manera
que este modo de vida presenta ventajas adaptativas que justifican su éxito.
Ejemplo de ello se puede dar entre los insectos, de los cuales se poseen
datos precisos que permiten comparar el impacto ecológico y adaptativo
de las formas sociales en relación con las formas que no lo son. El valor –o
adecuación– adaptativa de un individuo se mide no solamente en su éxito
personal en materia de reproducción, sino también en el beneficio que
puede obtener de la reproducción de un tercero.
El comportamiento cooperativo tiene grandes ventajas, algunas muy
importantes para la adecuación adaptativa; siguiendo a Wilson (1995: 49),
se tienen las siguientes:

• Incrementa la habilidad competitiva.


• Fomenta la eficiencia de conseguir insumos.
• Permite penetración de nuevas zonas adaptativas.
• Facilita la eficiencia reproductiva.
• Promueve la supervivencia de los nacimientos.
• Mejora la estabilidad de la población
• Permite modificar el ambiente.

Además, dice Martínez (1986: 12), esta posibilidad admite desarrollar la


Estrategia Evolutivamente Estable (EEE) que, como pauta de
comportamiento, si es adoptada por la mayoría de miembros de una
población, cualquier individuo que elija una diferente se verá seriamente
perjudicado, y encontrará difícil reproducirse y transmitir este tipo de
comportamiento a sus descendientes. Esta estrategia supone que todos los
miembros de una población la siguen y ninguna competencia mutante
podría luego invadir la población bajo la influencia de la selección natural.
La EEE, según Jaisson (2000) y Alcock (2001: 107), es una estrategia tan eficaz
que no existe otra potencialmente competidora.

Así mismo, la EEE es muy útil cuando se aplica a modelos de integración


empresarial porque permite entender que cualquier organización que se
quede por fuera del conglomerado se verá perjudicada al no recibir los
beneficios que ofrece. Un ejemplo práctico es la integración de los países, o
en un caso específico, la Unión Europea (UE), quien según su portal oficial
(consultado en 2011), como una comunidad política de derecho, se
compone de veintisiete estados europeos y entró en vigor con el Tratado de
la Unión Europea (TUE), el 1 de noviembre de 1993. Aquí, la estrategia
primordial fue pertenecer a la comunidad y permanecer en ella, así que no
existió una estrategia que pudiera competir contra el hecho de integrarse.

En los enfoques biológicos, las formas de comportamiento social


demuestran que la posibilidad de alcanzar un desarrollo personal, a partir
del sacrificio en el corto plazo de ciertas condiciones, y la posibilidad de
cooperación garantizan el éxito competitivo. Sin embargo, este éxito tiene
que darse en las organizaciones bajo condiciones fundamentales:

• La posibilidad de intercambio completo de información.


• La capacidad de los agentes de estar en modelos competitivos.
• El desarrollo competitivo de cada organización debe ser
independiente del modelo de integración.
• Cada organización debe tener habilidades propias en el modelo que
le permitan ser benéfica para la relación interempresas.
• Deben existir proyectos específicos para que las organizaciones tengan
claro su papel en el modelo de integración, y cada organización debe
tener tareas específicas y responder por ellas.

Conclusiones
Como ha podido observarse a lo largo de este artículo, un elemento
fundamental de un modelo de integración empresarial basado en
metáforas biológicas tiene que ver con los procesos coevolutivos, pues las
organizaciones vistas como seres vivos también tienen que realizar un
importante esfuerzo para adaptarse, crecer y coexistir en un medio
ambiente que es altamente competitivo. Dichas metáforas permiten, a
través de las sinergias, que las empresas se adecúen entre sí y puedan
desarrollar ventajas adaptativas en el mercado.

Por otro lado, las formas integradoras requieren que las empresas trabajen
en conjunto y que sean exitosas de manera autónoma, con el fin de que
pueden alcanzar beneficios mutuos a través de su interacción; si cada una
tiene ventajas independientes y conexas, pueden convertirse en sistemas
eficientes a través de la relación conjunta y llegar a interesantes modelos
coevolutivos.

En últimas, así como los seres vivos posibilitan a través de las formas de
comportamiento social el mejoramiento de sus condiciones, y las
sociedades humanas permiten que los seres evolucionen y lleven a cabo
trabajos diferenciados; la oportunidad de que las empresas se integren
como un modelo social ofrece ventajas evolutivas y adaptativas, con la
virtud de no perder la individualidad.

Si bien en el presente documento se respondieron las preguntas


establecidas al inicio, se señalaron las principales metáforas
organizacionales basadas en los comportamientos biológicos y se
presentaron las características fundamentales para realizar una
aproximación a las formas de integración empresarial (entendidas como la
interacción de distintas organizaciones para el logro de objetivos
específicos); nuevas investigaciones tenderán a la aplicación de estos
conceptos en mecanismos de integración empresarial, estudios de caso y
análisis de la comprensión de estas metáforas de los gestores de las
organizaciones.

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