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PRINCIPIOS RECTORES DE LA POLÍTICA AGRARIA COLONIAL

De sobra se sabe que el problema primordial de la sociedad guatemalteca es la mala distribución


de su más importante medio de producción. La tierra se halla concentrada en pocas manos, mientras
carece de ella la gran mayoría de la población dedicada a la agricultura, ya porque no la tenga en
absoluto o porque sea escasa y mala la que posee. Censos y estudios recientes ponen a la vista las
proporciones del fenómeno.
Los orígenes del latifundismo guatemalteco se encuentran en la organización económica de la
sociedad colonial. El presente trabajo se propone señalar cuáles fueron los principios rectores de la
política agraria colonial, y de qué manera esos principios determinaron el desarrollo inicial decisivo
del latifundismo en nuestro país.
Algunos estudiosos de las leyes y de las instituciones indianas han insistido en que la legislación
de Indias tuvo un carácter marcadamente casuista, vale decir que estuvo enderezada a resolver
casos y problemas surgidos en determinados lugares y tiempos, y que, por tal motivo, fue una
legislación caprichosa y des-provista de unidad sistemática. Esa es una verdad de superficie, que
desafortunadamente encubre importantes hechos de fondo. Las leyes que emite un Estado
cualquiera son, en una u otra forma, expresión jurídica de los intereses de las clases dominantes a
quienes ese Estado representa; y como entre tales intereses tiene que haber necesariamente algunos
que sean principales y permanentes, de ahí que toda legislación, por muy casuista que sea, deba
estar regida por ciertos principios fundamentales que le confieren unidad interna. La legislación
indiana se formó principalmente es cierto con un caudal de Reales Cédulas que le buscaban
solución a problemas muy concretos y hasta circunstanciales, pero ese cúmulo de disposiciones,
ordenadas oportunamente en una Recopilación, integraron y ponen a la vista un cuerpo de Derecho
bastante coherente.
Por lo que hace a la tierra, el estudio atento de las fuentes coloniales guatemaltecas permite
descubrir los lineamientos de una política agraria perfectamente definida. Es más: pueden señalarse
con cierta precisión los cinco principios que configuraron aquella política, todos emanados de
intereses económicos que la propia documentación no oculta. Cuatro de esos principios hallaron
expresión en las leyes coloniales de tierras; el otro es revelado por documentos de diversa
naturaleza. Vamos a referirnos principalmente a la legislación, pues, sin atribuirle fuerza de factor
determinante que nunca la tiene, sino como expresión de intereses económicos.
Reseña histórica sobre la Política Agraria y los orígenes del latifundio en Guatemala
Cuando evocamos el término “Agricultura”, tenemos la imagen del cultivo de la tierra; del conjunto
de trabajos que es necesario emplear para obtener un producto agrícola; de los instrumentos de
producción utilizados en dicha actividad; la cantidad de frutos y productos cosechados al final del
ciclo productivo, etcétera. Una definición de agricultura destaca que es: la rama de producción de
bienes materiales donde son aprovechados los recursos de la naturaleza y especialmente la
fertilidad de los suelos, la utilización de la mano de obra del hombre y algunos instrumentos de
trabajo con el fin de obtener alimento o materias primas para mejorar las condiciones de vida.
La Política Agraria en la Época Prehispánica
La agricultura prehispánica guatemalteca es mucho más antigua de lo que se ha creído, 1500 años
antes de nuestra era, la evidencia última de las actividades arqueológicas nos dan datos que
asciende alrededor de 7000 antes de nuestra era. El hecho es indiscutible que al iniciarse la
agricultura en especial con la siembra y la cosecha es una innovación verdaderamente
revolucionaria, por crear las condiciones de una evolución neolítica.
Los pueblos prehispánicos de Guatemala llegaron a utilizar las porciones de tierra favorables para
el cultivo del suelo, también crearon las condiciones de cultivo en aquellas zonas donde no existían,
la subordinación de la naturaleza a las acciones del hombre. Con la ayuda de los instrumentos de
producción, en los periodos, precarios llegaban a satisfacer las necesidades que se presentaban,
ejemplos de ello son las pequeñas hachas de piedra que comenzaron a ser cuidadosamente
seleccionadas y pulidas. Junto con el hacha aparecen el cincel y el cuchillo, los palos para cavar
(coas), también los instrumentos caseros como las piedras de moler cereales y los recipientes de
arcilla.
La Política Agraria en la Época Colonial
Cuando llegaron los europeos a Mesoamérica se encontraron con una producción agrícola rica,
variada y altamente organizada. Su base eran las plantas cultivadas, que se habían domesticado en
diferentes áreas de la región, pero cuya producción, expansión y comercio estaban organizados,
como una unidad, bajo el comando de un grupo dominante, la mayoría de las comunidades vivía
al nivel de villas o pueblos, con un sistema de agricultura de subsistencia. Ciertas comunidades, en
Guatemala, habían desarrollado prácticas de riego y conservación de suelos y un sistema avanzado
de mercados.
En la conquista de América por Españoles, dio inicio a un proceso de formación ideológica, a través
de lo religioso, lo cultural, lo económico y particularmente lo político, entre otras, que permitió el
dominio ideológico, y llevó a destruir el aparato estatal de los prehispánicos o nativos, para luego
construir el modelo Colonial, dentro de esa lógica y principios jurídicos, se procedió a
desestructurar a la sociedad antigua de Mesoamérica en su conjunto, esto implicaba desarticular
todas sus instituciones, poderes, prácticas y sus símbolos que les daba una identidad y cohesión
social.
La tierra era fundamental para la reproducción del Estado colonial, razón por la que los monarcas
castellanos iniciaron un proceso de reparto de tierras, partiendo de un principio de lealtad, que fue
la afirmación y confirmación de sus derechos jurídicos e inalienables sobre los territorios recién
descubiertos; de esa cuenta los indígenas fueron despojados de sus legítimas tierras y fueron
obligados a reconocer un nuevo orden legal.
Para el Estado colonial poseer tierra era tener el poder económico, social y político, pues era
el factor primordial para la satisfacción de las necesidades de vida y fuente de riqueza. A la
estratificación militar entonces vigente. La primera era atribuida a los soldados y la segunda, a los
oficiales de mayor rango. Esta distinción se traducía en las diferentes dimensiones que ambas
figuras tenían. La intención profunda de estos repartos de tierras consistía en estimular a esos
hombres a radicarse de manera definitiva que permitiría iniciar el proceso de colonización.
Encomiendas, Repartimientos y Mandamientos.
El proceso de producción estaba basado en la explotación de la tierra a favor de los conquistadores
y posteriormente colonos, mediante el trabajo forzado, pago de tributos y formación de los pueblos
de indios, características esenciales del modelo colonizador. Una jerarquía de la avanzada sociedad
colonial, lo cual nos permite entender la política agraria colonial y los orígenes del latifundio en
Guatemala.
En las ciudades vivían los peninsulares y los criollos; en los pueblos de indios, los maceguales
prehispánicos o siervos coloniales, es decir los indios; y en las villas, vivían los ladinos, que no
eran otros que los mestizos, zambos y negros huidos o libertos. Las contradicciones étnicas–
sociales entre todos estos grupos, han sido fomentadas por las clases dominantes desde la época de
la colonia con la única finalidad de no permitir la unidad y el consenso entre la sociedad, y de
suministrar protección a los intereses de poder y privilegios heredados de la lejana conquista y de
su más recientes efectos.
La relación de explotación existe del ladino para con el indígena constituye la contradicción
dominante en la estructura de clase: El ladino monopoliza la tierra de alta productividad, el ladino
confisca la plusvalía, producto de su explotación, utilizando la mano de obra indígena, desde el
establecimiento de la encomienda, repartimiento, habilitaciones, hasta la actualidad, el ladino
monopoliza el crédito, el ladino mantiene una disposición de dominación en los circuitos
comerciales, el ladino monopoliza todos los medios de representación política (gobierno, congreso,
servicios, el ladino defiende su posición de clase por medio de una multitud de organizaciones que
monopoliza (partidos políticos, cámara de comercio, industria, agricultura, banca, el ladino, por
esta posición de explotación y dominación, se encuentra en una relación antagónica con el indígena.
Otro aspecto importante que tenemos que resaltar, es la forma como se inició el proceso de acceso
a la tierra en la época colonial y la evolución latifundista de la misma. “Una vez establecida la
Audiencia de Guatemala como resultado de la promulgación de las leyes nuevas (1542), asumió la
prorrogativa del reparto de tierras. A partir de entonces las concesiones de tierras se hicieron bajo
la figura de la merced real de la tierra. Ésta consistía en una porción de 4 caballerías de extensión
otorgada gratuitamente con la condición de que el beneficiario la cultivara en la brevedad posible,
comprometiéndose a no venderla o traspasarla a otra persona sino hasta cuatro años después de
haberla recibido
ORÍGENES DEL LATIFUNDIO Y LOS CINCO PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA POLÍTICA
AGRARIA COLONIAL
La estructura agraria colonial guatemalteca está en función del proyecto de conquista de nuevas
tierras estipulado por la Corona Española. Todas las tierras descubiertas y conquistadas se harían
en nombre del rey y por tanto a él le pertenecían porque los conquistadores no eran más que
representantes del rey en los arriesgados viajes trasatlánticos que tenían como motivo descubrir,
conquistar y apropiar. Así que a partir del momento del descubrimiento y conquista de América, el
rey se convirtió en el legítimo propietario y Señor dominador de las nuevas tierras. El rey visualiza
en las tierras maravillosas la oportunidad de pagar compromisos adquiridos y como estímulo para
los españoles para ir y conquistar nuevas tierras, por ser precisamente la tierra una gran fuente de
riqueza no solo para las personas a las que se les otorgarían tierras sino también para las cajas
reales.
El problema que surge a partir del proceso de ceder tierras es que el rey no tiene conocimiento
preciso en cuanto a la magnitud de las nuevas tierras que dispone. Negligencia que es aprovechada
por los hacendados que ya recibieron determinadas tierras para expandirlas y crear latifundios. En
el momento que los representantes del rey (Burocracia) se percatan del proceso que estaban
realizando los terratenientes, le notifican al rey, quien en vez de exigir la devolución de las tierras,
exige un pago por las tierras que usurparon los terratenientes para que ellos se conviertan en los
dueños legítimos de esas extensiones de tierra de más y para que la Corona percibiera nuevos
ingresos.
La Política Agraria en la Época Independiente
En 1824 se promulga la Constitución de la República Federal de Centro América y en 1825 la
Constitución Política del Estado de Guatemala; ambas redactadas a la luz de la ideología liberal,
establecen el principio de ciudadanía, reconociendo como “ciudadanos” a los que ejercitan alguna
profesión útil o tengan medios conocidos de subsistencia de manera individual, lo que significa
que deja fuera de la ciudadanía a la mayoría de la población indígena.
El régimen liberal establece los principios que justifican la privatización de las tierras comunales,
las tierras baldías y las ejidales. Se emiten varios decretos encaminados a eliminar las tierras
comunales.
Gobiernos liberales de 1885 a 1930 Justo Rufino Barrios comandante en jefe del Ejército, fue
nombrado presidente en (1873-1885). Dando inició un periodo de gobiernos liberales que duraría
hasta 1920. En su intento por revivir la federación de las Provincias Unidas de Centroamérica por
medios militares, invadió El Salvador y murió en la campaña. Su sucesor, el general Manuel
Lisandro Varillas, restableció las relaciones con El Salvador y los demás países de Centroamérica.
José María Reina Barrios, electo presidente en 1892, fue asesinado seis años después. Durante los
siguientes 22 años, el político Manuel Estrada Cabrera (1898-1920) gobernó Guatemala. En 1906
el antiguo presidente Varillas organizó una rebelión en contra de su régimen, provocando una
guerra que envolvió a toda Centroamérica, con la excepción de Nicaragua. Las hostilidades cesaron
gracias a la intervención del presidente de Estados Unidos, Theodore Roosevelt, y del presidente
de México, Porfirio Díaz. En 1920 se obligó al presidente Estrada Cabrera a renunciar. Carlos
Herrera y Luna fue designado presidente provisional, pero fue derrocado en 1921 por el general
José María Orellana, que ocupó la presidencia hasta su muerte en 1926. Le sucedió el oficial del
Ejército, Lázaro Chacón. En 1930 los efectos de la depresión económica y las acusaciones de
corrupción contra del presidente Chacón provocaron su derrocamiento. El general Jorge Ubico
Castañeda fue nombrado presidente en 1931; bajo su régimen, la economía guatemalteca logró
recuperarse de la depresión económica de 1930, la principal beneficiaria fue la compañía
estadounidense United Fruit, así como las familias de la oligarquía nacional. La dureza de su
régimen provocó que un movimiento cívico-militar le obligara a dimitir en junio de 1944, acabando
así con las dictaduras militares que habían dominado el país durante un siglo. LA REFORMA
AGRARIA REVOLUCIONARIA DE 1944 A 1954La Revolución de 1944 fue una época de la
historia que marcó la vida de Guatemala más que cualquier otra. Previa a esta revolución, el país
estaba en un estado inestable y feudal. La United Fruit Company (UFCO) tenía control sobre el
gobierno y un gran porcentaje del terreno nacional. En 1945 Juan José Arévalo fue el primer
presidente electo democráticamente por los tres millones de ciudadanos. Su campaña política
estaba enfocada en tres puntos: la construcción de una carretera del Atlántico al Pacifico, el
proyecto de una hidroeléctrica en el Rió Michatoya y la Reforma Agraria. Cada uno de estos puntos
era un ataque hacia las empresas estadounidenses. La construcción de la carretera le quitaba el
monopolio a la UFCO, la hidroeléctrica le quitaba el monopolio a la Empresa Eléctrica, y la
Reforma Agraria expropiaba las tierras ociosas de la Frutera (entre otros propietarios de
latifundios). Durante el primer año de la administración de Arbenz se discutió la Reforma Agraria
entre los diversos sectores de la sociedad. Los partidos de derecha y los dueños de los latifundios
estaban en contra de la reforma. Los argumentos de estos sectores no fueron escuchados. Arbenz
procedió con el Decreto 900: Reforma Agraria el 17 de junio de 1952. El Decreto consistía en 107
artículos que determinaban las condiciones bajo las que se expropiarían tierras y en las que se
otorgarían. El propósito del Decreto 900 era acabar con los latifundios y brindarles oportunidades
a los campesinos. No serian expropiadas las tierras en producción, únicamente las de propiedad
privada que no estuvieran cultivadas, que pasarían a formar parte del patrimonio nacional. Las
tierras no cultivadas eran más del 60% en todo Guatemala. La Frutera fue expropiada de
aproximadamente 400,000 acres (97% de su propiedad). Todas las tierras fueron indemnizadas en
su valor en libro con bonos de la reforma agraria. La Reforma Agraria les otorgaba a los campesinos
usufructo vitalicio de las tierras y eventualmente propiedad, aunque en algunos casos se otorgaron
Propiedades inmediatamente. Por lo tanto la oferta aumento drásticamente, lo que tendió a
disminuir el precio, pero debido a que los terrenos se otorgaban sin costo al campesino, el precio
era prácticamente cero. La fuerza laboral disminuyó, ya que los trabajadores que solían cultivar los
latifundios tenían sus propias fincas ahora. Esto aumentó los salarios de los cultivadores y creó la
posibilidad de ganancia de cultivos para los trabajadores de campo que no tenían tierras
anteriormente.
Cuál es el objetivo del estatuto agrario 559
A los propietarios cultivadores directos de tierras, ubicadas en la zona y que expresamente lo
soliciten, no se les expropiará la superficie de las mismas que de acuerdo con las normas señaladas
en el Plan General de Desarrollo de la Zona, pudiera serles atribuida. Esta superficie reservable,
será fijada en atención a la extensión de las fincas, sistema de labranza de la tierra y, en todo caso,
será primordialmente tenida en cuenta la necesidad de instalar el mayor número posible de colonos,
armonizando la consecución de este objetivo, con los legítimos intereses de la propiedad privada y
con la obtención del máximo rendimiento de la producción agrícola de la zona. Para los efectos de
esta ley, se entenderá por zonas de desarrollo agrario, aquellas áreas del territorio nacional de gran
extensión, susceptibles de una profunda transformación de sus condiciones económicas y sociales,
que exigen para su ejecución obras y trabajos complejos que superando la capacidad privada hacen
necesario el apoyo técnico, financiero y jurídico del Estado. La declaración de alto interés social
del conjunto de trabajos y obras de transformación, así como la aprobación del Plan General de
Desarrollo, se harán por acuerdo del Consejo Nacional de Transformación Agraria, quedando desde
ese momento facultado el Instituto para ocupar los bienes, cuya enajenación forzosa fuere
necesaria, por haber sido declaradas tierras ociosas. Una vez definida como de alto interés social
la transformación de una zona de desarrollo agrario, alcanzará a dicha transformación los
beneficios de esta ley, debiendo sujetarse a los trámites y condiciones que en la misma se
establezcan. Queda derogado el Decreto número 559 del Presidente de la República que contiene
el Estatuto Agrario y todas las leyes, decretos, acuerdos, reglamentos y demás disposiciones que
se opongan a la presente ley. En tanto no se introduzcan las reformas pertinentes al Decreto 994
del Congreso (Ley Orgánica del Banco Nacional Agrario), La Junta Directiva de dicha Institución
bancaria seguirá funcionando de conformidad con lo estipulado por el citado decreto.
Un análisis del decreto ley 551 transformación agrariaGuatemala requiere de una reforma del
marco jurídico del agro y de un desarrollo institucional en el área rural que permita poner fin a la
desprotección y el despojo que han afectado a los campesinos y, en particular, a los pueblos
indígenas; que permita la plena integración de la población campesina a la economía nacional; y
que regule el uso de la tierra en forma eficiente y ecológicamente sostenible de acuerdo a las
necesidades del desarrollo. Con este fin y tomando en cuenta en todos los casos las disposiciones
del Acuerdo sobre Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas, el Gobierno se compromete a:
Reforma legala) Promover una reforma legal que establezca un marco jurídico seguro, simple y
accesible a toda la población con relación a la tenencia de la tierra. I) Dicha reforma deberá
simplificar los procedimientos de titulación y registro del derecho de propiedad y demás derechos
reales, así como simplificar los trámites y procedimientos administrativos y judiciales) Promover
la creación de una jurisdicción agraria y ambiental dentro del Organismo Judicial mediante la
emisión de la ley correspondiente por el Congreso de la República) Promover una revisión y
adecuación de la legislación sobre tierras ociosas de manera que cumpla con lo estipulado en la
Constitución y regular, incluyendo incentivos y sanciones, la subutilización de las tierras y su uso
incompatible con la utilización sostenible de los recursos naturales y la preservación del ambiente;
d) Proteger las tierras ejidales y municipales, en particular limitando estrictamente y de manera
pormenorizada los casos en que se puedan enajenar o entregar por cualquier título a particulares;
e) En cuanto a tierras comunales, normar la participación de las comunidades para asegurar que
sean éstas las que tomen las decisiones referentes a sus tierras; ii) Resolución expedita de los
conflictos de tierra f) Establecer y aplicar procedimientos judiciales o no judiciales ágiles para
dirimir los litigios sobre tierra y otros recursos naturales (en particular arreglo directo y
conciliación), teniendo en cuenta los compromisos del Acuerdo sobre Reasentamiento de las
Poblaciones Desarraigadas por el Enfrentamiento Armado y el Acuerdo sobre Identidad y Derechos
de los Pueblos Indígenas. iii) Además, establecer procedimientos que permitan: i) Definir fórmulas
compensatorias en caso de litigios y reclamos de tierra en los que agricultores, campesinos y
comunidades en situación de extrema pobreza han resultado o resultaren desposeídos por causas
no imputables a ellos; ii) Restituir o compensar, según el caso al Estado, las municipalidades,
comunidades o personas cuyas tierras hayan sido usurpadas, o que con abuso de autoridad hayan
sido adjudicadas de manera anómala o injustificada; g) Regularizar la titulación de las tierras de
las comunidades indígenas y de los beneficiarios del Instituto Nacional de Transformación Agraria
que poseen legítimamente las tierras otorgadas; Institucionalidad h) Para 1997, haber puesto en
marcha una dependencia presidencial de asistencia legal y resolución de conflictos sobre la tierra
con cobertura nacional y con funciones de asesoría y asistencia legal a los campesinos y
trabajadores agrícolas para hacer valer plenamente sus derechos y, entre otras, las siguientes: i)
Asesorar y dar asistencia legal a los campesinos y trabajadores agrícolas y/o a sus organizaciones
cuando así lo soliciten; ii) Intervenir en controversias sobre tierras a solicitud de parte para lograr
soluciones justas y expeditas; iii) En el caso de litigios judiciales, otorgar asesoría y asistencia legal
gratuita a los campesinos y/o sus organizaciones que lo soliciten; iv) Recibir denuncias sobre
abusos que se cometan en contra de las comunidades, de las organizaciones campesinas y de los
campesinos individuales y hacerlas del conocimiento de la Procuraduría de los Derechos Humanos
y/o de cualquier otro mecanismo de verificación nacional o internacional.
Escudo de Guatemala tras la Reforma Liberal
Ataque al poder político y económico de la Iglesia Católica
Los escritores liberales explicaban su posición frente a las órdenes regulares de la Iglesia Católica
en términos similares a los aquí utilizados por Ramón Rosa:
«En América, en donde la instrucción popular se difunde con la celeridad de la luz, y en donde no
existen, como en Europa, muy arraigados y tradicionales intereses religiosos, que dan poder y
privilegios a numerosas clases sociales; en nuestra América, en donde la libertad de conciencia es
ya una conquista definitiva: todas, todas las religiones positivas tienen que desaparecer, en no
remoto día, con sus artificiosos y contradictorios dogmas, con sus litúrgicos aparatos teatrales, con
sus sangrientas historias, con sus egoístas y mal disfrazados intereses mundanos, con sus hipócritas
santidades, con sus privilegiadas y ensoberbecidas castas, y con sus execrables tiranías .

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