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Colegio Médico abre proceso ético disciplinario a médico Carlos Moreno

Dr. Carlos Moreno, quien estaría implicado en actos de corrupción desde el


Seguro Integral de Salud (SIS).

Recuerden que el SIS nace para la población más vulnerable y pobre del país.

los galenos están al servicio de la sociedad con profesionalismo y ética.

Comentario Ros Maria Palacios.

Los hechos son simples. El Presidente de la República nombra a un Consejero


Presidencial en asuntos de salud pública a días de llegar a Palacio. Se trata del doctor
Carlos Moreno, quién ha sido su gastroenterólogo personal y a quien conoce como su
médico. Moreno aparentó ante el futuro Presidente conocer mucho el sector público y
tener ideas interesantes. Causando buena impresión, me cuentan, insistió en tener un
nombramiento. Descartado para Ministro, le dieron un cargo de Consejero.

Moreno, en teoría, acudiría a dar consejo al Presidente, ad honorem, cuando él lo


llamará. En la práctica consiguió que le den oficina en Palacio de Gobierno y
desde ahí organizó, según sus propias palabras un “negociazo”, una “mina de
oro” donde “ahora vas a ganar plata papá”. Sus interlocutores lo grabaron y lo
denunciaron, tal vez, espantados de los negocios de Moreno y asustados por estar
inmersos en algún acto delictivo. Así, enviaron copia del audio a Fernando Zavala, al
Arzobispo de Lima y a la periodista Graciela Villasis de Cuarto Poder. Moreno fue
confrontado con su voz por el Ministro. Renunció. Se aceptó su renuncia, pero los
audios revelaban la tentativa de actos delictivos. El Ministro pidió informe a
asesoría jurídica de PCM. El viernes pasado, seis días después de la confrontación
anunció que Moreno sería denunciado a la fiscalía por indicios de comisión de siete
delitos. Moreno reclama haber sido editado.

¿Que lecciones en la lucha anticorrupción se pueden sacar de esta historia fatal


para el gobierno de Kuczynski y el Arzopispado de Lima? Aquí van algunas
elementales.

Chequear antecedentes. Parece increíble pero el doctor Carlos Moreno llegó a un


puesto de enorme influencia sin que nadie se tomará la molestia de revisar su
trayectoria. Una revisión tan simple como poner su nombre en google le hubiera dado
alguna información de interés al gobierno. Y también a la prensa, que no notó nada
(culpables, todos y yo también) Así, se habrían enterado que ya tenía una condena por
delito doloso contra la administración pública. Si bien cumplió el tiempo de su pena
(prisión suspendida) y de acuerdo a nuestro Código Penal los antecedentes
desaparecen, no es posible que se admita el nombramiento de personas que
cometieron delitos contra el Estado sin que esto sea al menos conocido y debatido
públicamente. Aún no hay ley de “muerte civil”, es decir la separación de por vida de
servicio público de aquellos que delinquen contra el Estado. La propuesta fue de PPK
en campaña. Sin embargo, se puede y se debe investigar las trayectorias. Se puede
proponer al menos, un Registro de Condenados por delitos contra la administración
pública que no oculte, con el tiempo esta información sustancial. De otro lado, la
trayectoria política del doctor Moreno también era de cuidado. Ha trabajado como
asesor del Ministerio de Salud en varios gobiernos, incluyendo el de Fujimori, pero lo
más sorprendente es que fue presentado como parte del equipo de profesionales del
Apra en la última campaña electoral. En efecto, las imágenes son claras. ¡Este mismo
verano era asesor de Alan García! Eso revela que el doctor quería llegar al poder
como fuera. Y se le abrió una puerta impensada. Su querido paciente resultó elegido
Presidente del Perú. Bingo. En esto el gobierno falló, pero tiene una oportunidad de
hacer un gran cambio para que no vuelva a pasar.

Manejar una crisis: decir toda la verdad, con rigor y lo mas rápido posible. Ese es el
consejo básico de manejo de crisis. Primero, identificarla. Segundo, actuar con
serenidad pero con rapidez para acumular toda la información posible. Tercero, salir
con el vocero autorizado antes que los medios. ¿Hizo eso el gobierno? A medias. El
Ministro Zavala confrontó a Moreno con los audios y este renunció – según el médico,
“indignado” por que se graba en Palacio- aceptándosele la renuncia y “agradeciendo
por los servicios prestados” en Resolución Suprema, firmada por Zavala y el
Presidente. Mal. Error. Se le cesa. Se que es un formulismo pero estos símbolos
existen para algún propósito. La resolución transmite una idea inicial de la molestia del
gobierno. Eso, no se hizo. Pero lo que es peor, mientras asesoría jurídica de PCM
elaboraba su informe, el Presidente, consultado por la prensa por esta renuncia señaló
que se fue porque tenía “mucho trabajo”. Mal. Otro error. ¿Por que no se informaron
los hechos correctamente al Presidente? ¿Los conocía y no quiso hablar del asunto?
Lamentablemente no salir con la verdad por delante y rápido genera la sensación de
encubrimiento. Cierto es que toda persona tiene derecho a la presunción de
inocencia y que no se puede acusar sin pruebas, pero ¿tenía que demorar el informe
seis días? ¿No pudieron resolver que debía denunciarse a fiscalía en 24 horas y
mientras tanto retener la aceptación de la renuncia para darle la forma correcta? ¿Lo
que apuro al Ministro Zavala fue enterarse que los mismos audios ya estaban en poder
de Cuarto Poder y luego de otros medios? Esa duda la ha creado el no responder
rápido. Creo que después de la salida del Ministro Zavala a dar explicaciones el
viernes pasado, el manejo de la crisis ha sido excelente. El problema es que la falta de
reflejos iniciales ya dejo la duda y ese error, en política, se paga.

¿Por qué el SIS se presta para un “negociazo”? Esta es la madre del cordero. El
Seguro Integral de Salud es un fondo administrado casi sin supervisión. En el origen,
la idea tiene lógica. Se trata de subsidiar la demanda. Es decir de subsidiar al
paciente, no al establecimiento de salud. Así, cada prestación de salud tiene una
tarifario que se aplica por el número de pacientes atendidos y eso constituye la
transferencia que recibe el establecimiento. A más atenciones, más subsidio. Eso ha
hecho que los incentivos por atraer pacientes crezcan . ¿Tiene sentido? Hay que
considerar que hay millones de peruanos que no tienen acceso a la salud pública
porque aun siendo gratuita tiene pequeños cobros, es lejana geográficamente o no
se confía en ella por razones culturales. ¿Cómo hacemos que se acerquen?
Ofreciendo un “seguro”. En realidad no es ningún seguro porque las “primas” las paga
el Estado. Es decir el servicio sigue siendo íntegramente subsidiado, pero quien esta
inscrito en el SIS califica como pobre y por tanto no paga nada. Hasta ahí todo
bien, salvo la sobrecarga de trabajo para el personal de salud. Sin embargo, el sistema
de salud no tiene infraestructura propia suficiente para atender la nueva demanda.
¿Qué se les ocurrió? Hacer convenios con establecimientos de salud privados
que tengan mucha oferta y poca demanda. Ahí es donde entra el “negociazo” del
doctor Moreno que quiso juntar las piezas de un rompecabezas donde se hacía rico
sin poner un centavo. ¿Cómo? Conseguía infraestructura ociosa de la Iglesia Católica,
colocaba médicos del hospital Loayza con el mismo tarifario del SIS pero que va
directamente a sus bolsillos y ganaba en los servicios conexos que ofrecía en
infraestructura ajena a muy bajo precio. ¿Qué ganaba la Iglesia? Nada, salvo poner
en funcionamiento infraestructura y servir a los pacientes. ¿Qué ganaba la salud
como servicio público? Nada. ¿Qué ganaba Moreno y sus compinches? El lo
dijo: “una mina de oro”.

Los cargos sin marco legal abren la puerta a la corrupción. El cargo de Consejero
Presidencial fue creado por Alejandro Toledo copiando el sistema de los Estados
Unidos. Sin embargo, nunca se dio un marco regulatorio a este cargo. Este es un
problema grave en la administración publica. Primero, porque en derecho público el
funcionario solo puede hacer lo que la ley le manda. Nada más. Es el principio inverso
a la del ciudadano común. Cualquier cosa que haga fuera de su mandato específico es
ilegal y puede ser hasta delictivo. Segundo, porque el terror en reforma del Estado son
los funcionarios con objetivos “autoreferentes”, es decir, como “nadie sabe que me
toca hacer, me inventó mi mandato”. La discrecionalidad entonces es infinita y eso es
un peligro. El caso Moreno es una prueba de ello. Uso Palacio de Gobierno para
impresionar a sus interlocutores, se jactó de contactos reales o simulados y
hasta sorprendió a un Obispo. ¿Cómo pudo hacer eso? Porque su cargo no tiene
límites. No hay un reglamento de Consejeros Presidenciales.

¿Qué queda después del escándalo? Se abre la oportunidad para que varias
reformas puedan ser impulsadas: a) Un sistema de verificación de trayectorias antes
de un nombramiento. Basta con formar un grupo de trabajo en PCM al que se le den
24 horas para investigar antecedentes en colaboración con otras instituciones del
Estado, desde la UIF hasta el Ministerio Público y la Policía Nacional. b) Debatir la Ley
de Muerte Civil para funcionarios condenados por delitos dolosos contra la
administración pública. c) Crear un marco regulatorio para los Consejeros. d) Reformar
el SIS. Ayer el ex Ministro Oscar Ugarte señaló en entrevista a Ideeleradio que ya se
había detectado problemas en el proceso de transferencia y en el mismo servicio que
dirige el doctor Moreno en el Hospital Loayza, obteniendo subsidios con sobreprecio
por parte del SIS. Ugarte asegura que esto fue informado. Si nadie hizo nada, hora de
hacerlo.

¿Todo el peso de la ley para Moreno? El problema es que la ley pesa poco. En el caso
Petroaudios se declaró que la prueba ilícitamente obtenida no es prueba. Así todos los
de los faenones salieron libres y mas limpios que pasados por lejía. Si ese precedente
se aplica a este caso y a todos los que vengan con este material, no hay forma de
luchar contra la corrupción. El doctor Moreno puede respirar tranquilo. Por ahora. Pero
esto tiene que cambiar. Si cambio para los vladivideos puede volver a cambiar.
La Comisión de Ética del Colegio Médico del Perú abrió un procedimiento indagatorio
disciplinario al exasesor Carlos Moreno, por los audios de presuntos negociados
para beneficiarse del sistema de salud, informó el decano de esa orden profesional,
Miguel Palacios.

Comentó que la conducta en la que habría incurrido Moreno, exasesor presidencial


en temas de Salud, perjudica la imagen, el compromiso moral de los médicos y
su vocación de servicio.

Carlos Moreno fue denunciado ante la fiscalía por siete delitos, entre ellos colusión,
tráfico de influencias y asociación ilícita para delinquir. Por el primero de ellos,
podría recibir una condena de hasta 15 años.

Introducción

La ética tiene su punto de partida antes de nuestra era, simbolizada por el más
ilustre médico de la antigüedad, Hipócrates, cuya doctrina ha tenido gran influencia en
el ejercicio de la profesión en los siglos posteriores.

Durante siglos se va produciendo una lenta transformación evolutiva de la ética y


como parte de ella, de la ética médica, de acuerdo con el propio desarrollo de la
medicina y la ciencia y, especialmente por los cambios ocurridos. La influencia de las
corrientes filosóficas burguesas traza pautas desde el siglo pasado para consolidar
una ética médica burguesa, que encuentran en las revoluciones sociales, una nueva
visión de la ética médica. A cada régimen social corresponde una ética subordinada a
los intereses de las clases dominantes.

Los conflictos y dilemas éticos que surgen después de la Segunda Guerra Mundial
con la defensa de los derechos humanos y el avance impetuoso de las tecnologías de
salud le dan nuevas visiones y dimensiones.

Actualmente, la ética médica aborda múltiples temas relacionados con la


práctica médica, el ejercicio de la profesión, la gestión de salud, los avances de
la ciencia y las tecnologías médicas y la regulación de la vida. Es objetivo del
trabajo caracterizar los principios y valores éticos en el médico aplicables al médico del
deporte.

Desarrollo

La ética como forma de conciencia social, se expresa en las más variadas


dimensiones de la actividad del hombre, dentro de las éticas profesionales,
enmarcamos la ética médica, admitida también como Bioética.

La ética médica es una manifestación de la ética en general, concepto íntimamente


relacionado con la moral y se refiere, específicamente, a los principios y normas que
rigen la conducta de los profesionales de la salud, 1 Así, ha sido concebida también
como el conjunto de principios, valores morales y de acciones relevantes del conjunto
de personas responsables de la salud: médicos, médicos del deporte, enfermeras,
técnicos y funcionarios que poseen el imprescindible encargo social de cumplir con los
objetivos científicos, técnicos y humanistas de la medicina y su práctica profesional.

La base o el fundamento de la ética médica es la idea tradicional sobre la


ocupación, especialmente humana, del trabajo del médico. Una de sus primeras
exigencias es la ayuda a todos los enfermos sin distinción, independientemente
de su posición social y la riqueza que posea.

En toda sociedad que aspire a una práctica profesional humanista, la concepción


social sobre la labor de un médico, en particular, está relacionada con su preparación y
motivación para llegar siempre en ayuda, sin considerar las dificultades, los
obstáculos, llegando, incluso, hasta la autoinmolación, en aras de la salvación de la
vida del enfermo. En el caso del médico del deporte opinamos debe estar siempre
preparado para asistir al deportista sin interesar su estatus social, así como el lugar
donde le corresponda realizar esta actividad.

Del médico y de quienes trabajan en la asistencia médica, se requiere una actitud


cuidadosa y atenta hacia el enfermo, empleando todos los medios para la
conservación y mantenimiento de su vida, incluso cuando la situación del enfermo se
considere desesperada.
Las facilidades y la acción que emanan de estos profesionales deben hacerse con
toda justicia, debido a que todos los seres humanos tienen los mismos derechos a una
atención esmerada, a una salud oportuna y de la misma calidad para todos y todas.

Desde tiempos pretéritos, la ética médica considera uno de los crímenes más
graves la ejecución de experimentos riesgosos con las personas (lo que, por ejemplo,
era ampliamente ejecutado por los “médicos” fascistas). En contraposición, la medicina
conoce de muchos casos cuando el médico ha probado un nuevo preparado en sí
mismo, poniendo en peligro su vida pero no la vida del enfermo.

La ética médica se enfrenta también a dilemas tradicionales complejos como, por


ejemplo, la cuestión de si se debe decir siempre la verdad al enfermo acerca del
estado de su salud o si padece de una enfermedad incurable.

Se considera importante en este caso hacer alusión a principios básicos de la ética


médica entendidos para muchos estudiosos del tema como los principios cardinales.

¿Qué son y para qué sirven los principios? Si todo argumento necesita de
premisas, la ética médica requiere de principios, indican algo que debe hacerse, una
conducta apropiada y valiosa que hay que adoptar: principios como razones para la
acción.

Los principios son un tipo de normas. Tienen carácter general y, sobre todo,
marcan el límite más allá del cual no se puede ir: “dibujan la línea”. Establecen qué
está dentro de lo aceptable y, muy importante, qué ha de quedar fuera (“nunca
más…”)

Las normas siempre prescriben o prohíben algo, pudiendo ser de dos tipos,
principios y reglas. La diferencia consiste en qué aquellos prescriben en términos
generales; indican algo que hay que realizar, según distintos grados. No son
definitivos, por tanto, sino “mandatos óptimos”.

A la vista de los comportamientos de los sujetos conviene hacerse desde el prisma


de los autores antes señalados, algunas preguntas sobre el papel de las reglas y
principios. Por ejemplo: ¿cuál es su fuerza, de qué principio se trata, qué influencia
poseen los principios sobre las decisiones, qué papel juegan la autonomía, la justicia y
la beneficencia para analizar los casos prácticos, que a veces se analizan desde los
principios y desde las normas, desde los mandatos?
La beneficencia es el principio moral de actuación del profesional de la salud:
lo primero es el bien al paciente, a la humanidad. La exageración de este principio
lleva al paternalismo y su aplicación autoritaria al menoscabo del principio de la
autonomía.

La autonomía es el principio moral que sustenta el comportamiento del paciente


respecto a la atención de su salud. Las opiniones del paciente deben ser tenidas en
cuenta y sus valores y creencias deben ser respetados. Como garantía del
cumplimiento de este principio se ha consolidado la respetabilidad al consentimiento
informado y el secreto médico. La actuación consciente de un paciente en detrimento
de su propia integridad pone al profesional de la salud ante un dilema ético de difícil
solución, está en el deber de utilizar todos los argumentos persuasivos para tratar de
conseguir un cambio positivo en dicha conducta.

La justicia permite valorar éticamente la interrelación y conflictos entre los dos


principios anteriores, así como para evaluar la atención de salud a la población en
cuanto a equidad, pertinencia y calidad científico-técnica y humana.

Otro elemento a considerar son los valores que caracterizan al médico en la


actualidad aplicable también para el médico del deporte. Los valores son
determinaciones espirituales que designan la significación positiva de las cosas,
hechos, fenómenos, relaciones y sujetos, para un individuo, un grupo o clase social, o
la sociedad en su conjunto. 2

Están condicionados por las relaciones sociales predominantes, constituyen


componentes esenciales de la ideología, expresión de la cultura y la historia de una
sociedad en una época determinada, y de los intereses, puntos de vista, necesidades
y contradicciones de los diferentes sujetos.

Se forman en el proceso de interacción entre los hombres y el objeto de su


actividad, en la producción y reproducción de su vida material y espiritual. Se
convierten en formaciones internas del sujeto, acorde al nivel de desarrollo
alcanzando, la experiencia histórico social e individual y el impacto de los factores de
influencia educativa.

Como orientadores y reguladores de la conducta, constituyen un sistema, pues


guardan relación dinámica unos con otros, y conforman una jerarquía entre ellos, que
es decisiva en los momentos de elección moral.
Existe un conjunto de valores que se caracterizan por su grado de universalidad,
estos son los llamados grandes valores (o clásicos) como la libertad, la paz, la
justicia, la felicidad, el bien, la belleza, la igualdad, etc. A estos atributos a veces se
les caracteriza como abstractos o absolutos.

En cambio existen otros valores que son más concretos y precisos, como son:
la honestidad, la fidelidad, la valentía, la responsabilidad, la amistad, el decoro, la
franqueza, la confianza, el coraje, y otros. Intentar una clasificación precisa se torna
como algo en extremo difícil y complejo, aunque no imposible.

El asunto no es precisamente declarar valores, pues se trataría de un acto formal e


inauténtico, sino de adherirnos, de asumirlos, de apropiarnos de ellos como legado
individual; de lo contrario, se torna en extremo difícil la formación o educación en
valores a la que aspiramos.

De aquí que reconocer los valores que generan las distintas sociedades, proceso
que en lo esencial es universal, y proponer incorporarlos en la vida cotidiana,
constituye uno de los mejores proyectos que puede unir a los miembros de una
sociedad.

Enfrentar con altura humana, los dilemas y conflictos morales de un siglo que
termina y otro que comienza; clasificar los valores morales y de otra índole que vale la
pena incorporar y trasmitir; tener preparadas respuestas a la altura de lo que se
merecen los seres humanos, constituye una pregunta que es pertinente discutir y
clarificar.

Se expresan las manifestaciones del sistema de valores éticos que a nuestro juicio
no deben faltar en el médico del siglo XXI, pensando también en el médico del
deporte.

Humanismo

Es el amor hacia los seres humanos, y la preocupación por el desarrollo pleno de


todos sobre la base de la justicia.
Ser benevolente, siempre hacer el bien, dedicar todos los conocimientos y
esfuerzos a la prevención, recuperación y rehabilitación de la salud .Sensibilidad ante
los problemas de los pacientes y sus familiares, ayudarlos a resolverlos. Amor hacia
los demás y hacia la profesión. Identificarse con el ser humano independientemente de
su posición. Ejercer la profesión con altruismo, ver al hombre como el fin supremo de
la actividad médica y no al medio.

Humildad

Estilo desprovisto de artificios, moderación en las relaciones interpersonales con


gran sentido de humildad, sin que decrezca el médico, sin que lo eleve, no creerse por
encima de los demás.

Honestidad

Valoración del paciente por igual, independientemente de las posibilidades


económicas, parentesco y relación personal, rachazo al soborno y a la mentira,
actuando de buena fe, con justeza. Congruencia entre el discurso y el hacer.

Responsabilidad

Es el cumplimiento del compromiso contraído ante sí mismo, la familia, el colectivo y


la sociedad. Compromiso permanente, personal y voluntario del médico con el
paciente y con las demás tareas, manifestado en la actuación correcta, en el
cumplimiento cabal de sus obligaciones, sin que eso limite su autenticidad y
creatividad en el desempeño de su profesión.

Profesionalidad

Hacer sagrada la carrera, entrega a la profesión, demostrar preparación médica


especial, dominio de la técnica y la tecnología de avanzada e interés por la
investigación. Respetarse así mismos, respetar a pacientes, familiares, colegas y
demás personas. Salvaguardar las confidencias de los pacientes aún después de
fallecidos.
Solidaridad

Es comprometerse en idea y acción con el bien de los otros: en la familia, en la


escuela, los colectivos laborales, la nación y hacia otros países. Es estar siempre
atento a toda la masa humana que lo rodea.

Identificación de la política internacionalista de la revolución cubana y con las


causas justas de otros pueblos, prestar o aceptar ayuda desinteresada a cada uno de
estos, en cualquier forma o establecer intercambios mutuamente ventajosos.

Conclusiones

El médico es reconocido por su misión de salvar vidas, así en todas las épocas y
lugares ha tenido una connotación especial su cometido. En la actualidad lo
engrandece un sistema de principios y valores éticos que les van a guiar su conducta
en todo momento.

Bibliografía

Autonomía: Este principio nos pide ver a los individuos como agentes con la
capacidad de tomar sus propias decisiones cuando cuenten con la información
necesaria sobre los procedimientos a los que se les va a someter, su propósito, y sus
posibles riesgos y beneficios, así como las alternativas que tienen. Así mismo, es
importante que tengan presente que pueden hacer cualquier pregunta sobre los
procedimientos y que pueden abandonarlos en cualquier momento. A partir de este
principio se deriva la práctica del consentimiento informado. En caso de que el
paciente no sea competente, las decisiones las debe tomar el representante legal.

Beneficencia: Las investigaciones desarrolladas tienen siempre que tener el propósito


de beneficiar a los participantes o a los futuros pacientes.

No Maleficencia: Es importante minimizar las posibles daños a los participantes en las


investigaciones o a los pacientes.

Justicia: Se deben de distribuir los bienes y servicios buscando proveer el mejor


cuidado de la salud según las necesidades y promover el interés público.

1. El médico estará dedicado a proporcionar servicios médicos competentes con


compasión y respeto por la dignidad humana.

2. El médico debe tratar honestamente con pacientes y colegas, y exponer a aquellos


médicos deficientes en carácter y competencia, o que practiquen el fraude y el
engaño.
3. El médico debe respetar la ley y asumir la responsabilidad de buscar cambios en
los requerimientos que sean contrarios a los mejores intereses del paciente.

4. El médico debe respetar los derechos de los pacientes, de los colegas y de otros
profesionales de la salud, y también debe mantener la confidencialidad del paciente
dentro de los límites de la ley.

5. El médico debe continuar estudiando, aplicando y avanzando el conocimiento


científico, comunicar la información relevante al paciente, a los colegas y al público,
solicitar consultas y usar el talento de otros profesionales de la salud cuando esté
indicado.

6. Excepto en emergencias, el médico debe poder decidir libremente a qué pacientes


atender, y el ambiente en el que desea proporcionar sus servicios.

7. El médico debe aceptar su responsabilidad de participar en actividades que


contribuyan a mejorar su comunidad.

El consentimiento informado (principio de autonomía).

velar por un trato digno y respetuoso con el paciente, razón de ser de nuestra
profesión.

El Colegio Médico del Perú y la salud pública (principio

de justicia).

Para Gostin (11) si la salud es un valor fundamental, entonces los valores de equidad
y justicia social exigen una distribución justa de las condiciones necesarias para que
las personas sean saludables, condiciones que incluyan una variedad de factores
educativos, económicos, sociales y ambientales que son necesarios para una buena
salud.

En esta línea, el CMP se ha pronunciado desde un inicio

por el establecimiento de un sistema de salud integrado,

descentralizado, participativo y financiado; por la

universalización de la seguridad social y el aseguramiento

en salud; por el acceso universal a los medicamentos

esenciales; por la mejora de la salud pública, privilegiando

a los sectores secularmente excluidos y cuya pobreza los

hace más vulnerables a todo tipo de enfermedades; por


el respeto a los derechos de los pueblos amazónicos y

otros grupos étnicos que conforman nuestro país, y cuyos

ecosistemas deben ser preservados, estableciéndose con

ellos un diálogo alturado y respetuoso con miras a lograr

También, se aprecian situaciones que puede avasallar la dignidad humana. Han


aparecido nuevas técnicas intervencionistas en la medicina, que hacen necesario
velar por el mejor interés del paciente. De otro lado, la velocidad de la expansión
de la industria farmacéutica y de otras industrias relacionadas con tecnologías para
el diagnóstico o el tratamiento, hace necesario vigilar que sus ensayos e
investigaciones respeten los derechos de quienes estén sujetos a dichos estudios.

Esta incongruencia sobre los malos médicos, que insisto si los hay, no significa meter
a todos al mismo saco, pues tambièn hay mèdicos que anteponen su paciente incluso
a su Salud, y se contagian de tuberculosis por atender tantos pacientes tuberculosos,
y encima el estado ni los considera de manera especial, ni tenemos seguro de riesgo
ocupacional. Pero, bueno, volvemos al punto, estos médicos anéticos que prefieren el
dinero al honor abundan por ahí, incluso tienen ecógrafos y locales en todo Lima,
frente a los hospitales grandes, otros hasta tienen programas de televisión, si, asi
estàn las cosas.

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