Abdías

1. Trasfondo y tema del libro

Nada se sabe de la persona de Abdías, “siervo del Señor” que es titulo descriptivo de su
nombre. Tres son los temas (Hacer una lectura sin capítulos ni versículos haciendo que los
alumnos hagan su propia estructura del libro):
1. Edom será castigado
2. el Día del Señor
3. el reinado de Dios en Sión.
El texto incluye varios versículos presentes en el profeta Jeremías (ver Ab.1-5 y Jer.49:14-
16,19) por lo cual nos conduce a pensar que los hechos refieren a la toma de Jerusalén por
los babilonios en el año 586 a.C.
Para comprender su breve profecía conviene recordar la relación entre Judá y Edom que
según la tradición bíblica se remonta a los dos hermanos gemelos Jacob y Esaú.
 Lee los siguientes pasajes para valorar la identidad de Edom y su relación con el
pueblo de Israel: Gn.25:21-28;35:23-36,43; Nm.20:14-21; 2 Sam.8:13-14; 1
Re.9:26-28; 2 Re.8:16,20-22; Sal.137:7.
Edom e Israel, una hermandad tensa. La tradición nos recuerda que durante el éxodo
Edom rehusó el paso a los israelitas (Nm.20:14-21) durante la monarquía, Judá y Edom se
mantenían en conflicto. Según el testimonio de los profetas Amós y Ezequiel las relaciones
no mejoraron ya que Edom guardó “un odio eterno” (Ez.35:5), “ahogando toda piedad, por
mantener para siempre su cólera”(Am.1:11). Cuando Nabucodonosor asediaba Jerusalén
los edomitas apostaron y apoyaron a Babilonia, acontecimiento celebrado en el Salmo
137:7.
4. Resumen y lectura del libro (alumno). Trabajo en clases: Hacer una lectura sin
capítulos ni versículos haciendo que los alumnos hagan su propia estructura del
libro.

5. Teología del libro

A los ojos del mundo la debilidad de Judá reflejaba la debilidad de Dios que quedó
subordinada a los dioses de Babilonia y Edom entre otros. No importa que Edom se
muestre inaccesible, de su riqueza, su pericia, sus recursos humanos, tanto nativos como
extranjeros; aún mas fuerte es Dios juez justo y soberano sobre todas las naciones que
tumbará a Edom (2-7). ¿Cómo se manifiesta la soberanía de Dios? En que actúa en la
historia, mas allá de los proyectos humanos, Dios realiza sus propósitos a través de los
acontecimientos pasados, presentes y futuros.

El pecado de Edom sigue siendo actual, es decir, el pecado de la soberbia y la

complacencia. Es un prototipo del que se aprovecha de la desgracia de su vecino.
“En palabras de Abdías se nos enseña que quienes fueron oprimidos poseerán la tierra y
que el día llegará en que la justicia de Dios se ha de manifestar en toda su dimensión. Ese
día serán juzgados quienes humillaron a los débiles y descubrirán que su poder-ya hecho
cenizas-no les servirá para evitar su propio desastre”. Andiñach

Abdías señala que Yahvéh es un Dios que demanda justicia. Aunque con interminable
paciencia, no siempre tolerará un comportamiento contrario a su voluntad revelada. Yahvéh
es gobernante de cielo y tierra, Dios de todas las naciones. Si Yahvéh sólo fuese el Dios de
Israel, ¿cómo podría castigar a Edom o aun esperar que escuchasen su palabra? ¿Cómo
responsabilizar a Edom la violencia perpetrada contra su hermano Jacob? Esta no es una
idea tardía en Israel. Subyace también a las profecías iniciales en Amós y aparece en casi
todos los profetas.

La gente todavía se siente molesta y gime bajo las injusticias de este mundo, y anhela el día
en que las cosas sean “como deberían ser”. Esto se hace evidente en campañas electorales
y revoluciones políticas y se contempla en teorías pedagógicas y filosóficas. La
intervención humana, aunque crucial, no es la respuesta final a este clamor por la justicia.
Pero Dios promete que su día vendrá. Y cuando venga, corregirá los males, restaurará a los
justos sus posesiones (v. 19s.) y establecerá su gobierno sobre la tierra. Sanfor

6. Conexión con el Nuevo Testamento

El N.T. no cita explícitamente a Abdías, la única referencia implícita se encuentra en

Ap.11:15 donde se habla de la venida del reinado de Dios (Ab.21). Algo también se deja
ver el clamor de los santos que claman debajo del altar por justicia en Apocalipsis.

7. Aplicaciones, preguntas, reflexiones

 ¿Cómo puedo aplicar este libro a mi vida? La enseñanza del libro de Abdías es que
cada persona, grupo y nación en este mundo están llamados a ser solidarios con los
demás, especialmente en tiempos de desgracia. Las personas, iglesias e instituciones
pueden revertir la tendencia del individualismo e indiferencia – de tradicional “no te
metas” ; del aprovecharnos de la desgracia ajena; “hacer leña del árbol caído” –;
siendo mas bien activos de los abusados y las abusadas, trabajando con ellos para su
liberación y dignidad. BMH
 ¿Qué valor tiene para la actualidad un discurso sobre las luchas internas entre Jacob
y Esaú? ¿Debemos relegar el mensaje a un momento futuro o puede ser aplicado
hoy? Si el mensaje tenía como destinatario principal a Israel y no a Edom, entonces
los que pertenecen a la familia de la fe hoy se considerarán también destinatarios.
Edom era reconocido por su sabiduría y su orgullo pero 1 Co.1:25 se opone a esto,
por lo tanto Abdías es particularmente relevante es esta época de humanismo
secular.
 ¿Será Abdías una oración hacia los enemigos? ¿será una respuesta al Salmo 137?
¿debemos ignorar o suprimir los salmos imprecatorios? ¿puede un cristiano orar
contra sus enemigos? Hay que entender este libro a la luz del hecho de Cristo
(Mt.5:43) “debemos amar a nuestros enemigos y amar la justicia (odiar la
injusticia)” la cruz de Cristo nos muestra cuan violento es el ser humano pero
también el amor que es fruto del perdón.
 Que opinan: “la cruz no solo sirve para desenmascarar la violencia de quien en ella
se acerca. Le invita a ir mas allá. Pues la cruz no solo es fruto de la violencia sino
también fruto del amor, y supera la violencia incrustada en el corazón humano”
 ¿Hasta que punto pueden llegar a fracturarse las relaciones con nuestros familiares?
¿tenemos familias de las cuales podamos decir “no me quiere ni ver”?
 ¿Por qué mandó el Señor un oráculo fuerte de juicio contra Edom? Identifica el
pecado o la falla de Edom y comenta su severidad (v.2-3)
 Abdías

Visión de Abdías. Así dice el Señor a Edom: Hemos oído un mensaje de parte del Señor,
un mensajero ha sido enviado a las naciones: ¡Arriba, a combatir contra ella! Te convierto
en la nación más pequeña y despreciable: tu arrogancia te sedujo; porque habitas en
rocas escarpadas, asentadas en las cimas, piensas: ¿Quién me derribará en tierra? Pues
aunque te remontes como un águila y pongas el nido en las estrellas, de allí te derribaré
—oráculo del Señor—. Si te invadieran salteadores o ladrones nocturnos, ¿se llevarían
más de lo que necesitan? Si te invadieran vendimiadores, ¿no dejarían racimos? ¡Ay de
Esaú, destruido! Le han registrado y requisado sus tesoros; te han empujado a la frontera
tus aliados, tus amigos te han engañado y sometido, tus comensales te ponen trampas
debajo. Pues aquel día —oráculo del Señor— acabaré con los sabios de Edom, con los
prudentes del monte de Esaú y no les quedará habilidad. Se acobardarán tus soldados,
Temán, y se acabarán los varones del monte de Esaú; por la violencia criminal contra tu
hermano Jacob, te cubrirá la vergüenza y perecerás para siempre. Aquel día estabas tú
presente, el día que bárbaros capturaron su ejército, cuando extraños invadían la ciudad y
se rifaban Jerusalén, tú eras uno de ellos. No disfrutes del día de tu hermano, su día
funesto, no te alegres por los judíos, el día de su desastre, no hables con insolencia el día
del aprieto, no entres en la capital de mi pueblo el día de su ruina, no disfrutes tú también
de su desgracia el día de su ruina, no eches mano a sus riquezas el día de su ruina, no
aguardes a la salida para matar a los fugitivos, no vendas a los supervivientes el día del
aprieto. Se acerca el día del Señor para todas las naciones: lo que hiciste te lo harán, te
pagarán tu merecido. Como bebieron en mi monte santo, beberán todas las naciones por
turno, beberán, se hartarán y desaparecerán sin dejar rastro. Pero en el monte Sión
quedará un resto que será santo y la casa de Jacob recobrará sus posesiones. Jacob
será el fuego, José será la llama, Esaú será la paja: arderá hasta consumirse; no quedará
superviviente al pueblo de Esaú —lo ha dicho el Señor—. Ocuparán el Negueb, el monte
de Esaú, ocuparán la Sefela y Filistea, Benjamín y Galaad, los campos de Efraín, los
campos de Samaria; los desterrados israelitas, esos desgraciados, ocuparán Canaán
hasta Sarepta; los desterrados de Jerusalén que viven en Sefarad ocuparán los poblados
del Negueb; después subirán victoriosos al monte Sión para gobernar el monte de Esaú, y
el reino será del Señor.