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r e s e ña s r e s e ña s

Una realidad tabú para las ciencias sociales, con la


finalidad de clarificar lo que se ocultó
se esconden los “bombardeos desde
1955 hasta la semana pasada en todo
de ficción tras la demolición de El Cartucho, y el territorio donde yacen rezagos cam-
también para rescatar la historia de pesinos, acompañados de políticas de
En un lugar llamado El un lugar que no solo se hundió en el motosierra y boleteo” [págs. 10 y 11].
Cartucho [crónica] olvido, sino del que se desconoce la En pocas palabras, la tugurización del
Ingrid Morris Rincón historia que condujo a su degradación centro de la ciudad capital no es un
Alcaldía Mayor de Bogotá, Instituto urbana y social. Para escribir esta resultado accidental de un crecimien-
Distrital de Patrimonio Cultural, obra, la autora rastreó diversas fuen- to estrictamente endógeno, sino que
Bogotá, 2011, 135 págs., il. tes geográficas, históricas, sociales, está conectado con la historia trágica y
demográficas y económicas sobre el violenta del país en los últimos sesenta
En Bogotá existió hasta hace poco barrio Santa Inés, como se llamaba y cinco años.
tiempo un barrio conocido con el nom- inicialmente El Cartucho, pero ade- De ser un sitio de refugio de cam-
bre de El Cartucho, ubicado en pleno más realizó un exhaustivo trabajo de pesinos despojados de sus tierras, y
centro de la ciudad, y considerado en campo con cuatro sobrevivientes del de alojar a trabajadores de diversos
diversos informes burocráticos como mencionado barrio, quienes, a su vez, oficios –desde las vendedoras de la
uno de los lugares más peligrosos del formaron parte del equipo de investi- plaza de Mercado de la calle 10, hasta
mundo. En pocas cuadras vivían haci- gación. La autora utilizó el método de pequeños comerciantes, tenderos y ti-
nados varios miles de seres humanos la Investigación Acción Participativa, pógrafos–, en un momento no del todo
empobrecidos, la mayor parte de ellos con el ánimo de permitir la inter- preciso, pero que seguramente fue a
encadenados al bazuco, y soportando vención de protagonistas directos en finales de la década de 1970 y comien-
pavorosas condiciones de existencia, la terrible y dolorosa historia de El zos de la de 1980, el bazuco se tomó
como ejemplo de la degradación que Cartucho. el barrio y lo transformó, hasta con-
puede alcanzar la condición humana La reconstrucción histórica relata vertirlo en un hervidero de negocios
y un resultado de la desigualdad y la que en un principio, desde finales del crimen, del tráfico y de la miseria
injusticia de una sociedad profunda- del siglo XIX, se construyó un ba- humana. Sobre esta fase, que constitu-
mente excluyente como lo es la colom- rrio con casas republicanas, en el ye la parte central de la investigación,
biana. Ese barrio fue demolido y en su cual habitaban prestantes familias la autora hace una reconstrucción a
lugar se construyó el horroroso parque de la élite bogotana y que mantuvo partir de la memoria de Benjamín
Tercer Milenio. Este hecho, que fue ese carácter durante cerca de media Rengifo, Sandro Camacho, Wilheim
impulsado por un alcalde de Bogotá centuria. A mediados del siglo XX, y Orly y Carlos Vargas, quienes vivieron
que se presenta a sí mismo como por- como un efecto directo de la migración durante varios años en El Cartucho.
tavoz de la modernización urbana, fue del campo a la ciudad que generó la Como resultado, surgen testimonios
publicitado como un gran paso para la violencia de la década de 1950, hacia personales que entretejidos forman
recuperación del centro de la ciudad, Santa Inés empezaron a llegar oleadas un relato que parece extraído de las
aunque nunca aclararon a quien bene- de campesinos que se instalaban allí novelas negras o policiacas y produc-
ficiaba dicha recuperación. por las cercanías tanto a la Estación de to de una mente desbordada por una
Esta es, por lo menos, la versión la Sabana, sede de la estación central imaginación febril. Lo lamentable
rosa del asunto, porque nunca se del ferrocarril, como a los terminales es que no sea así y, por el contrario,
mencionó que este era uno de los de buses intermunicipales que empe- la terrible realidad de lo acontecido
primeros pasos tendiente a “limpiar” zaron a funcionar en el sector. A raíz en El Cartucho sobrepase cualquier
el centro de sus incómodos habitantes de este hecho, se fue modificando la ficción literaria.
para valorizar la tierra y emprender composición sociodemográfica del Ese desolador cuadro, en el que
grandes proyectos y megaobras atrac- barrio y las familias de la élite se des- aparecen desde asesinatos, violaciones,
tivas para el capital internacional y con plazaron hacia el norte de la ciudad. descuartizamientos, prostitución infan-
el objetivo de convertir a Bogotá en Los labriegos de Boyacá, del oriente til, vendettas entre pandillas, no puede
una ciudad “mucho más cerca de las de Cundinamarca, de los Llanos ocultar que, en medio de la miseria y
estrellas”. Al traducir lo que significa Orientales huían en masa para salvar el abandono, algunos seres humanos
este eslogan burocrático y publicitario sus vidas y se instalaban en los hoteles trataban de sobrevivir a pesar de todo,
se sabe que en realidad se quiere decir para “turistas pobres” que funciona- aunque eso fuera casi imposible, como
una ciudad mucho más próxima a los ban entre la carrera 10ª y la avenida recicladores y pequeños comerciantes.
intereses de grandes inversionistas Caracas. Como bien lo dice Manuel Lo significativo radicaba en que todo
urbanos y financieros, deseosos de Hernández en el prólogo del libro, El discurría en un pequeño reducto del
obtener ganancias extraordinarias y Cartucho “nació por un problema de centro de la ciudad, rodeado por el
en poco tiempo con la modernización movilidad nacional afectado por un batallón Guardia Presidencial, la esta-
del centro de Bogotá. crecimiento sin planeación y fustiga- ción de Policía más grande del país (La
Esta temática es analizada con do por hostilidades militares sobre el Cien), de la sede principal de Medicina
detalle en el libro de la antropóloga campesinado que ya eran graves des- Legal, y a pocas cuadras del Palacio
Ingrid Morris Rincón, quien con sen- de 1955”, o, dicho, en forma todavía Presidencial. Siendo esto así, es difícil
sibilidad se acercó a estudiar un tema más directa: detrás de El Cartucho suponer que la policía no participara

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en los turbios negocios de El Cartucho porque simplemente estos se reprodu- modernizador del gran capital, como
y se beneficiara de los mismos, porque cen y expanden por diversos lugares se evidenció en las administraciones
todos los testimonios revelaron… a de la ciudad, debido a que nunca se de Luis Eduardo Garzón y de Samuel
la Policía como un ente que negociaba intentó resolver el problema social y Moreno Rojas.
con los ‘jíbaros’, que les pedía una es- laboral de sus habitantes, sino que solo Finalmente, puede señalarse que
pecie de impuesto para dejarlos allí y se les expulsó y se les envió a otros en algunos pasajes del libro hay un
quedarse callados (sic) sobre muertes lugares, con la intención de dejar el lenguaje impreciso cuando se habla
o ventas ilegales de estupefacientes, espacio libre a los prósperos inverso- de barrios desfavorecidos, habitantes
inclusive a René Coronado muchas res y financistas urbanos. Como dice pudientes y poco pudientes y sectores
veces le tocó hospedar a la misma Manuel Hernández, El Cartucho no marginales. En el esquema cartográfico
policía en su propiedad para que se acabó, puesto que las que se presenta al final en la contracu-
consumiera. [págs. 64-65] ollas se multiplicaron entre los bierta existen algunas impre­cisiones,
barrios de Ciudad Bolívar, Bosa y como cuando se ubica el teatro Pre-
Por supuesto, este barrio degrada- Soacha, con sus correspondientes sident (que estaba en la carrera 10ª y
do hasta el extremo, cumplía con las fenómenos de dominio paramilitar y no en la calle 10) y el teatro Ponce,
condiciones de renovación urbana que limpieza social. Ya no son los vende- que sí estaba en la calle 10, pero unas
exigían los “modernizadores neolibe- dores de mecánica del parque de Los cuadras más abajo del sitio indicado.
rales”, entre quienes han descollado Mártires, son los mismos soplones Estos son aspectos secundarios, que
la mayor parte de los alcaldes de la de barrio que toman revancha por no le quitan mérito a esta interesante
ciudad de los últimos dos decenios, tumbes de cien mil pesos. La limpieza investigación, que por su novedad
empezando por Enrique Peñalosa, social en los Altos de Cazucá está recibió el Premio Ciudad Imaginada.
quien fue el abanderado de la destruc- viva. Está ejerciendo su sombría tarea
ción de El Cartucho y la construcción de producir un terror sordo y barato. Renán Vega Cantor
del parque Tercer Milenio. De este El parque Tercer Milenio no ha ‘pe- Profesor titular,
proyecto se presentó su cara bonita gado’ aún. Así vamos. El Cartucho Universidad Pedagógica Nacional
de “pulmón verde” lleno de árboles, entonces no se acabó, se multiplicó.
para oxigenar la ciudad –lo cual hasta [pág. 12]
ahora no se ha cumplido y nada indi-
ca que vaya a ser así en las próximos A los antiguos habitantes de El
decenios–, pero, como es apenas ob- Cartucho tampoco se les “resocia-
vio, nunca se anunció que se trataba lizó” –para utilizar tan horroroso
de la recuperación del centro para el vocablo– y no se les permitió parti-
capital nacional y transnacional, con cipar en el reciclaje, una actividad
el fin de comprar tierras a bajo precio. que ha sido concedida a poderosos
En efecto, una zona que debía formar intereses privados, incluso ligados a
parte del parque se vendió para que clanes familiares de ex presidentes de
se hiciera un centro comercial y la la República. Para la autora resulta
otra parte se dispuso para un Centro casi incomprensible que en pleno si-
Internacional de Comercio Mayorista, glo XXI, se repliquen esquemas que
que se está construyendo, y cuyo solo consideran que “el espacio habitado
anunció elevó los precios del suelo en por humanos, puede ser planeado
forma exponencial. Ahí está el secreto con fórmulas rígidas y técnicas sin
escondido del parque Tercer Milenio tener en cuenta la ­subjetividad de las
que, además, se convirtió en el punto ciudades, las culturas y la historia de
de partida de expulsión de los pobres sus gentes y sus procesos humanos”
de diversos lugares del centro, porque [pág. 114].
Peñalosa y los alcaldes que lo han El libro está muy bien editado y
sucedido continuaron con el mismo fue impreso en un papel fino, algo
proyecto, y luego prosiguieron con paradójico si se le compara con el
la destrucción de Las Cruces y otros tema expuesto. La Alcaldía Mayor de
barrios del centro de Bogotá. En re- Bogotá, que lo publicó, había podido
sumen, ese parque fue construido no realizar una edición más económica
para airear la ciudad, sino para valo- y producir miles de ejemplares para
rizar las tierras de los barrios circun- que los habitantes de la ciudad co-
dantes, pero no para sus propietarios nocieran esta parte de la historia del
actuales, sino para los que vienen: para centro de la capital. Bueno, de pronto
los grandes capitalistas del suelo urba- a los burócratas de la Alcaldía del
no, tanto nacionales como extranjeros. Polo Democrático tampoco les inte-
Ese proyecto, sin embargo, no ha resaba difundir esa historia, porque
significado el fin de Los Cartuchos, ellos también comparten el proyecto

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