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EL RENACIMIENTO MEXICANO

Con el arribo del nuevo régimen emanado de la revolución mexicana y concretado


en la presidencia de Álvaro Obregón se inicia un largo periodo de reconstrucción
nacional con una profunda política social de corte socialista que buscó erradicar las
asimetrías económicas, sociales y culturales que prevalecían desde el siglo XIX
entre los diversos sectores de la población mexicana, para ello se promovió la
cultura con las misiones culturales y se financió el muralismo mexicano como el
máximo programa de divulgación cultural y artística en todo el país que rindió frutos
inmediatamente al consagrar una nueva épica nacionalista.

Con el muralismo se logró en muy corto tiempo la homologación de una identidad


mexicana en todos los rincones del país e infundió un sentido de pertenencia nunca
antes visto. “A falta de museos, murales” diría Monsivais. Diego Rivera aseguró que
se trató de reescribir la historia de México pintándosela a la gente que no podía leer
libros; tal vez por ello es el pueblo el gran protagonista de todos los cambios sociales
del país, se le consagra como el motor de la grandeza del proceso de su evolución,
donde el indígena y el obrero cobran nivel de figuras míticas y devocionales para
todos los creadores.

Ese programa gestionado por José Vasconcelos entre 1921 y 1924, se continuó con
éxito durante los gobiernos de Plutarco Elías Calles (1924-1928) y su Maximato (de
1928 a 1934) adquiriendo diversos matices como el enfrentamiento ideológico con
el clero y el gran capital, hasta alcanzar el nivel de la oficialmente llamada ESCUELA
MEXICANA DE PINTURA. En el sexenio de Lázaro Cárdenas (1934-40) el
muralismo se patrocinó para extenderlo a todo el país con el apoyo de los municipios
y sindicatos. Sin embargo, con el gobierno de Ávila Camacho este movimiento se
fue diluyendo paulatinamente dada su política de unidad nacional que conllevó el
rechazo de la ideología socialista heredada por sus predecesores.

CONTEMPORÁNEOS DEL MUNDO

Rufino Tamayo y Mathias Goeritz fueron las figuras señeras que determinaron los
nuevos rumbos del arte en México para toda la segunda mitad del siglo XX.
Tamayo regreso a vivir definitivamente a México hasta 1964 después de vivir y
enseñar arte en Nueva york de 1938 a 1949 y triunfar en parís de 1949 a 1964, con
retrospectiva en el Moma, triunfador en la bienal de Venecia en 1950, con el Primer
Premio de la Bienal de São Paulo en 1953, pero nunca dejó de tener estancias
intermitentes en México donde se convirtió en un paradigma para la nueva
generación de pintores mexicanos, les mostró la ruta para construir propuesta
plástica de lo mexicano con valores internacionales actuales.

Todavía en 1955 se consideraba a la escuela mexicana de pintura como la corriente


artística oficial del gobierno, sin embargo vino la irrupción de un primer grupo
integrado por Enrique Echeverría, Rafael y Pedro Coronel, Cordelia Urueta, Vlady,
Alberto Gironella que gestionaron la galería Prisse, la primera en comercializar arte
abstracto en 1952; después emergió otro grupo mucho más dinámico y protagónico
integrado por jóvenes muy talentosos y bien formados artistas como José Luis
Cuevas, Manuel Felguerez, Lilia Carrillo Fernando García Ponce, Günther Gerzo,
Arnold Belkin, Francisco Icaza, Roger von Gunten, Vicente Rojo, entre otros
muchos, estos jóvenes protagonizaron la corriente alterna llamada “La Ruptura” y
que estuvieron reunidos por el proyecto de la galería Antonio Souza, a los que se
vio como una orquestada penetración imperialista , todo lo cual dividió el paisaje del
arte nacional en REALISTAS (los que seguían el canón de los tres grandes
muralistas) y los ABSTRACTOS (todos aquellos que no pertenecían a su
corriente).Cada uno o en equipos de trabajo informal, en sus obras, promulgaron
los nuevos valores cosmopolitas, abstractos y apocalípticos de la nueva plástica
mexicana. A través de su trabajo deseaban encontrar una universalidad plástica sin
recurrir a la ideología o al populismo, pero sin traicionar la herencia de sus
antepasados como lo apreciaban en ejemplos de gran trayectoria anterior como
Tamayo y su éxito mundial, de Carlos Mérida y su geometrismo en clave de cultura
maya, Juan soriano el inclasificable o el refinamiento cromático de Wolfgang Paalen.

LA NUEVA BÚSQUEDA

En la década de los 80 los creadores mexicanos dejaron de organizarse en grupos,


fueron dejando detrás las estéticas abstraccionistas, informalistas o conceptuales y
se ocuparon en recuperar propuestas estéticas exitosas de otras décadas tal vez
porque las devaluaciones y la corrupción mexicana les mostro que México no era
tan moderno, ni tan rico, como se soñó; entonces se recurrió a los neos como
fórmula de éxito individual; así, los críticos de arte señalan varios estilos y sus
protagonistas que conformaron el catálogo de las artes plásticas mexicanas en esta
década:

1. Nuevos Mexicanismos: Julio Galán Enrique Guzmán, Adolfo Patiño, Carla Rippey,
Javier de la Garza, Eloy Tarcisio, Nahum B. Zenil; los performances de Ema
Villanueva o de la Congelada de Uva
2. Neo dadaístas como Felipe Ehrenberg
3. Neo-surrealismo o realismo mágico: Francisco Toledo, Rodolfo Morales, Guillermo
Olguín, Demián Flores.
4. Neo academicismo: Arturo Rivera, Rafael Cauduro, Roberto Cortázar.
5. Neo Pop: Melquiades Herrera, Germán Venegas, Enrique Guzmán
6. Se dio el apogeo del video-arte con Rafael Corkidi, Gómez Peña, Felipe Ehrenberg,
Juan José Díaz Infante, Elías Levín y Ximena Cuevas.

LA POSTMODERNIDAD

Con el régimen de Carlos Salinas de Gortari se da un salto cualitativo hacia la


política económica neoliberal para ingresar al mundo globalizado, sin embargo, los
apoyos al arte y la cultura se institucionalizaron y se privilegió el arte enfocado al
mercado y a la política cultural como estandarte de actualidad internacional.
MATERIA: DINAMICA SOCIAL

MAESTRA: MELINA LIMON LILI

ALUMNO: DANIEL RUIZ ROMERO

CARRERA: ING. GESTION EMPRESARIAL

TRABAJO: RESEÑA DE CONFERENCIAS

FECHA DE ENTREGA: 29 DE ABRIL DEL 2019


DIALOGO CON SILVIA EUGENIA CASTILLERO

Silvia Eugenia es una ensayista y poeta con un doctorado en literatura por la


universidad de Nouvelle Sorbone de Paris. Su libro mas reciente es En un laúd -La
Catedral, ganador del certamen internacional letras del bicentenario Sor Juana Ines
de la Cruz 201. Actualmente es directora de la revista literaria Luvina, esta se divide
en 6 compuestos por el portico, Vitrales, La nave principal, Cantos, El coro y La
cripta, recrea una catedral romántica, imaginada por ella que recuerda que hace 10
años comenzó a trabajar esta idea, a partir de su vista al famoso recinto de Norte
Dame en Paris.

una sinécdoque de la condición humana, pero más contextualmente de los


problemas asociados a la enunciación femenina y, en específico, de las vicisitudes
personales/pasionales del sujeto textual. De esta manera el bestiario se comprende
extensión de las vivencias; los seres imaginarios se muestran encarnaciones de
afectos: en el caracol y el corcel restalla la fuerza del erotismo, la migala trasmite la
afección del tedio, la desesperanza convoca a las arpías. Detrás del abigarramiento,
de ese constante devenir que propicia la luz, se encuentra
una discursivización sobre la feminidad, sobre la subjetividad y, en suma, una
reflexión, con el signo de interrogación inclinando su trazo sobre el discurso de
manera cerrada, en torno a las propiedades de un ser humano.

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