Grecia

Guerra ocn turquia en 1920 – 22. En el 22 gana Turquía

Pacto de Lausana. Paz de Turquía con aliados en primera guerra

1923 conflicto con Albania Mussolini bombardea isla griega de corfú

Valenzios trata de acercarse a gb y lo ven mal

Resumen y Propuesta de tema de estudio (María Daira Yaconis)

Finalizada la Primera Guerra mundial en Europa, la ambición y arbitrariedad de la división

territorial que se suscitó en Versalles a favor de los estados ganadores y sus aliados fue una de las
grandes fuentes de continuidad y surgimiento de nuevos conflictos territoriales así como de
fuertes movimientos nacionalistas.

Frente a países descontentos y conflictos latentes, es de destacar la voluntad de mantener el

status quo de los países que conforman la entente balcánica. Resulta de interés estudiar cómo los
distintos gobiernos de Grecia, Turquía, Rumania y Yugoslavia se alinearon.

Debieron superar diferencias, especialmente Grecia y Turquía, y actuaron frente a una creciente
amenaza Italiana y Búlgara, con aspiraciones revisionistas. Debieron adaptar y cambiar su política
exterior, mantener constantes negociaciones a los fines de integrar sus distintas aspiraciones
geográficas.

Se propone estudiar además de cómo se llegó a la conformación de la entente; en que medida la

misma fortaleció a sus miembros y los convirtió en un ejemplo de resistencia a través de la
integración en contraste con las ambiciones revisionistas y las presiones de las grandes potencias.
Por otro lado, me parece importante destacar el rol y la evolución de la política exterior italiana
que tuvo un giro decisivo para provocar percepción de falta de seguridad de los Balcanes y además
el surgimiento de colectivos nacionalistas.

The International Financial Commission and Anglo-Greek

Relations (1928-1933)
En el gobierno de Valenzianos se considera que se realizaron grandes logros en política exterior
(como los tratados de amistad con Italia, Yugoslavia y Turquía) aunque el autor considera de
importancia la relación con los demás poderes que sostenían la economía griega.

Además se destaca la influencia y buena relación con Inglaterra, debido a que en ese período
Grecia llevó a cabo una serie de reformas internas para las cuales las inversiones inglesas, el
crédito de Londres fue fundamental.
Por los numerosos préstamos que Grecia había recibido y su crisis tras la guerra Greco-Turca, una
intervención en su economía de otros grandes poderes, que después de la primer guerra se
redujeron a Gran Bretaña, Francia e Italia únicamente, resultó necesaria.

Esto significaba la incapacidad de autosuficiencia griega y la dependencia en grandes poderes que

la dejaba en una posición limitada y de debilidad.

A través de la comisión que gestionaba y monitoreaba los préstamos, el gobierno inglés tenía una
gran influencia en grecia, dado que las condiciones en que le realizaban los préstamos eran
exigentes; conllevaban ajustes, control de impuestos, de ganancias aduaneras, etc. Así fue
ejerciendo distintas presiones sobre el gobierno griego que amenazan con dejarlo sin crédito,
como por ejemplo limitando las oportunidades de recibir préstamos americanos.

Fue recién al firmar el acuerdo financiero con Turquía (en 1930), que Grecia puedo ejercer una
mayor presión hacia la comisión para el manejo de sus fondos. Sin embargo, la presión británica
continuó siendo abrumadora. Fue así que traería como consecuencia que cuando Gran Bretaña se
desligara del patrón oro, Grecia hiciera lo mismo con la libra girando su paridad hacia el dólar.

Sin embargo, la comisión (y por ende Gran Bretaña) mantuvieron una gran cuota de poder e
influencia que dejaba al gobierno griego en desventaja.

The Balkan Pact and Its Immediate Implications for the Balkan
States, 1930-34
Luego de la Primer Guerra mundial, tanto los estados balcánicos como las grandes potencias
europeas se dividieron entre los que habían resultado ganadores e incorporado territorios y
quienes no y reclamaban una revisión del tratado de versalles.

El mayor estado revisionista balcánico resultaba ser Bulgaria, no solo por sus numerosas pérdidas
después de la gran guerra sino también en las Guerras Balcánicas previas.

El autor resalta la importancia de las diferentes etnias que habían quedado del lado de otra
frontera distinta de la del país en el que preponderaba su etnia como un factor clave de los
conflictos y argumento de los distintos reclamos.

Con el Pacto de Lausanne los conflictos territoriales entre Grecia y Turquía llegaban a su fin,
promoviendo la posibilidad de cooperar. Al principio se dudaba del futuro de esta relación pero
eventualmente tanto los líderes políticos como militares de ambos países proclamaron deseos de
cooperar y así se firmó un tratado de amistad y a su vez Grecia y Turquía cada uno firmó un
tratado de amistad con Italia.

En 1930 firman un tratado acordando cuestiones de dominio y luego otro de amistad, arbitraje y
conciliación. Así, los gobiernos y cancilleres de ambos países mantuvieron conversaciones e
intercambios que derivaron en la firma de la Entente balcánica. El mismo les proveía
principalmente de seguridad geográfica a ambos países ante las amenazas de Bulgaria.
Sin embargo, existen registros de que se contempló la incorporación de Bulgaria a la Entente,
siempre y cuando la misma abandonara sus reclamos revisionistas, lo que resultó inviable.

Por otro lado, también era importante para Grecia la participación de Yugoslavia en la Entente, ya
que era el punto más débil de un posible ataque Italiano, la necesitaba para apoyar su posesión de
Macedonia ante el reclamo Búlgaro y temía que de ser excluida fuera Bulgaria quien pactara con
ella.

Italia por su parte, se mostraba en oposición al pacto ya que el mismo significó un alejamiento y
una mayor dificultad en la relación de Italia con los Estados Balcánicos.

A Venizelos le preocupaba que Italia se sintiera intimidada ya que quería seguir manteniendo
buenas relaciones. Su intención era asegurar la frontera con Bulgaria pero no que Italia sintiera
que el pacto era una acción específica en contra de ella. Por eso mismo, Venizelos logró incorporar
como condición al Pacto una cláusula que implicaba que el mismo era en defensa en contra de
ataques de países Balcánicos y no así de grandes potencias. Lo que significó que Italia podía estar
tranquila de que no era un acción en su contra.

Sin embargo, esto conllevaba una falla importante porque si Bulgaria atacaba en su nombre pero
apoyada por Italia, los países de la entente tendrían que enfrentarse a ambos. Por ello, se
continuaron realizando negociaciones posteriores para remediarlo; Grecia siempre enfatizó que
solo se enfrentaría a potencias balcánicas dejando una clara referencia a Italia.