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CAUSAS EXIMENTES
A. MIEDO INSUPERABLE
El miedo al que se refiere el código penal, es aquel que le deja una opción o posibilidad
de actuación. No siendo un miedo de origen patológico, sino que debe ser producido por
estímulos externos al agente.
Aunque en apariencia una persona haya realizado la conducta propia de un delito existen
algunos casos en los que no se le podrá hacer responsable del mismo, así como otros en
los que dicha responsabilidad puede matizarse o intensificarse. Por todo ello es preciso
hablar de las circunstancias eximentes, atenuantes y agravantes del delito.
Estado pasional.
Estado de emoción violenta.
A. EMOCION VIOLENTA
La emoción: Este aspecto del ser humano abarca muchas particularidades de su vida
afectiva, como la tristeza, la alegría, la cólera, el miedo, entre otras. Así mismo es
necesario delimitar qué se entiende por “EMOCIÓN” teniendo en cuenta que todo ser
humano, además de ser una persona que tiene procesos cognitivos o racionales y volitivos.
VARIABLES FISIOLÓGICAS
Existen muchas clasificaciones en las cuales hay muchas similitudes como, por ejemplo:
la clasificación de PLUTCHIK, TOMKINS, IZARD y LAZARUS.
De la variedad de emociones nos interesa sobre todo dos, la ira y el miedo, que tienen
importancia penal. Al respecto, Lazarus considera que el miedo y el enojo, generan
fuertes tendencias biológicas a actuar de una manera determinada. Esto es algo que hemos
heredado de nuestros antepasados animales. La tendencia de la acción se define por lo
que ésta hará por nosotros psicológicamente.
B. ARREBATO U OBCECACIÓN
PERÚ:
Los precedentes históricos que ella registra en nuestra legislación son dos. En primer
lugar, está el Código Penal de 1863 que consideraba como atenuante genérica que el
agente hubiera cometido el delito “bajo influencia de impresiones tan violentas que
produzcan arrebato u obcecación” (artículo 9, inciso8).
Luego la fórmula contenida en el Código Penal de 1924, que se refería al agente del delito
apreciando “las emociones que lo hubieran agitado” (artículo 51, inciso 1). No ha
existido, pues, en nuestra evolución legislativa, una disposición idéntica a la que ahora se
analiza.
Un estado afectivo muy intenso puede llegar a reducir el campo de la conciencia, con la
limitación de la atención y concentración, que se puede traducirse en una insuficiente
comprensión de la realidad, e incluso puede originar una valoración distorsionada de la
realidad.
A. ARREBATO:
C. ESTADO PASIONAL