Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Ir a la navegaci�nIr a la b�squeda
Para otros usos de este t�rmino, v�ase p�tina.
...
-Me parece, se�or Berm�dez, que este famos�simo cuadro del ilustre...
-Cence�o.
�No se�or; �qu� ahumado! �respondi� el sabio, sonriendo de oreja a oreja�. Eso que
usted cree obra del humo es la p�tina; precisamente el encanto de los cuadros
antiguos.
��La p�tina! �exclam� el del pueblo convencido�. S�, es lo m�s probable. Y se jur�,
en llegando a Palomares, mirar el diccionario para saber qu� era p�tina.
...
Dieron vuelta a toda la sacrist�a. Cerca de la puerta hab�a algunos cuadros nuevos
que eran copias no mal entendidas de pintores c�lebres. A la Infanz�n debieron de
agradarle m�s que las maravillas de Cence�o, sin duda porque se ve�an mejor. Pero
su prudente esposo, considerando que Berm�dez pasaba con afectado desd�n delante de
aquellos vivos y flamantes colores, dio un codazo a su mujer para que entendiera
que por all� se pasaba sin hacer aspavientos. Entre aquellos cuadros hab�a una
copia bastante fiel y muy discretamente comprendida del c�lebre cuadro de Murillo
San Juan de Dios, del Hospital de incurables de Sevilla. A la se�ora de pueblo le
llam� la atenci�n la cabeza del santo, que desde que se ve una vez no se olvida.
-S�, es bonito; pero muy conocido. Y volvi� la espalda a San Juan, que llevaba
sobre sus hombros al pordiosero enfermo, entre las tinieblas. El se�or Infanz�n dio
un pellizco a su mujer; se puso muy colorado y en voz baja la reprendi� de esta
suerte: Siempre has de avergonzarme. �No ves que eso no tiene... p�tina?7?
Notas
Acepci�n 2 Real Academia Espa�ola y Asociaci�n de Academias de la Lengua Espa�ola
(2014). �p�tina�. Diccionario de la lengua espa�ola (23.� edici�n). Madrid: Espasa.
ISBN 978-84-670-4189-7.
Philip Ball, La invenci�n del color.
Acepciones 2, 3 y 4
Bulletin de l'Institut Royal du Patrimoine artistique, n�mero IX, a�o 1966 (pp.
138-143) Versi�n castellana.
Mar�a Eugenia Mar�n Benito y Dora M. M�ndez S�nchez, Una reflexi�n sobre La noci�n
de p�tina y la limpieza de las pinturas, de Paul Philippot.
El Museo del Prado restaura y expone 'San Juan de Dios' de Murillo, El Pa�s, 6 de
febrero de 2006.
[1]