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El Aval

 Etimología.

La palabra aval proviene de la palabra árabe “Haval” que puede significar


delegación de deuda, orden e incluso letra de cambio, pero los italianos la han
empleado desde el siglo XI exclusivamente en el sentido de garantía cambiaria. Con
igual significado, el artículo 438 del código de comercio, enuncia que el pago de una
letra de cambio puede ser garantizado por medio de aval por un tercero, por un
signatario de la letra. No obstante la letra no podrá ser avalada por el aceptante
quien es el obligado principal de la letra. Si el librado escribe sobre la letra “aceptada
por el aval”, tal declaración, según algunos no constituye una aceptación de la letra;
otros en cambio sostienen que es una aceptación pura y simple que solo expresa
que tiene lugar por una deuda extracambiaria ajena.

Según el diccionario jurídico de Manuel Ossorio.

El aval es un escrito en que uno responde de la conducta de otro. Su interés


jurídico está vinculado al derecho mercantil; puesto que supone la firma que se pone
al pie de una letra u otro documento de crédito para responder de su pago en caso
de no efectuarlo la persona principalmente obligada a él.
En el ámbito comercial, el aval es la firma que se coloca al pie de una letra
de cambio o de otro documento de crédito y que implica que el firmante responderá
de su pago en el caso de que este no sea efectuado por la persona que haya
asumido dicha obligación en primer lugar

El artículo 439 del código de comercio regula la forma del aval, y se lo escribe
sobre la letra de cambio o sobre una hoja adicional, el código no se refiere al aval
por acto separado, de importancia práctica, sobre todo en Francia. La fórmula
normal es “bueno por aval”, pero se puede usar cualquier fórmula equivalente. Debe
ser firmado por el avalista.
 Sujetos.
 El avalista

El avalista es quien realiza la declaración cambiaria. Es el sujeto que presta


la garantía, el aval. Puesto que la finalidad del aval es reforzar la letra de cambio,
cobra pleno sentido cuando el avalista es un tercero ajeno a la letra de cambio, pero
nada impide que alguien que ya firmó la letra de cambio en cualquier concepto la
firme también como avalista.

 El avalado

El avalado es el obligado cambiario cuya posición jurídica u obligación se


avala. La ley exige que se especifique el sujeto avalado y esa indicación puede
hacerse bien identificándolo personalmente (avalo a Pepito) bien identificando su
posición en la letra de cambio (avalo al tomador, al librado, a quien sea). Si faltare
esta indicación la Ley considera que la voluntad del avalista ha sido avalar al
aceptante, porque al ser esta la posición deudora más comprometida y más rigurosa
es la que más interesa a los acreedores. Para los supuestos en que la letra de
cambio no tenga aceptante se considerará avalado entonces al librador.

 Beneficiario del aval

Es el que ha solicitado al avalado la presentación de un aval para


asegurarse que el avalado cumplirá sus obligaciones.

 Lugar y Forma
La letra puede avalarse válidamente en cualquier momento entre la emisión
y el vencimiento del título; según lo establecido en el Código de Comercio en el
artículo 439, la forma de realizar el aval a una letra de cambio consiste en escribir
sobre dicha letra o sobre una hoja adicional, expresando por medio de las palabras
“ Bueno por Aval” o por cualquier otra fórmula equivalente y debe estar firmado por
el avalista; adicionalmente nos indica que se reputa que el aval existe cuando
resulta de la sola firma del avalista estampada en el anverso de la letra, salvo
cuando se trate de la firma del librado o la del librador.
Además de lo expresado anteriormente el aval debe indicar por cuenta de
quien se hace avalista, en el caso de no indicar se reputa hecho a favor del librador.
 Características:
 Formal: se exige la escritura, se proporciona la fórmula legal y se
requiere la firma del avalista estampada en la letra.
 Abstracto: el avalista se obliga sin considerar la causa de su
obligación, ni la del avalado.
 Literal: la obligación del avalista resulta determinada únicamente por
el tenor de su declaración.
 Expreso: el aval debe estar gráficamente consignado en el título.
 Autónomo: el avalista se obliga independientemente de la obligación
del avalado.
 Directo: el avalista afronta como propia la deuda cambiaria.
 Coincidente: la obligación del avalado es el parámetro de la
obligación del avalista; éste se obliga de la misma manera de aquél
por quien se constituye en garante.
 Puro y simple: como toda obligación cambiaria ya que el aval
condicionado es nulo.
 Formalmente accesorio: la letra de cambio "puede ser" garantizada
por medio de aval, no es una institución necesaria dentro del nexo
cambiario.
 Garantía de orden personal: es de carácter objetivo ya que no
garantiza que el avalado pagará, sino que la letra de cambio será
pagada a su vencimiento.

 Diferencia

 La figura del aval es diferente a la fianza y a la deuda solidaria. El


avalista sólo se compromete en títulos de crédito y es siempre
solidario.
 El fiador se compromete en un contrato de fianza y goza de los
beneficios de orden y de excusión.
 El deudor solidario se compromete contractual o cambiariamente. Un
aval es imprescindible para conceder un préstamo.
 La fianza es una figura de derecho civil, mientras que el aval es
mercantil o cambiario.
 El aval garantiza un título valor, mientras que la fianza está vinculada
a un contrato.
 Excepciones oponibles por el avalista.

En cuanto a las excepciones debemos mencionar que el avalista se obliga


de la misma manera que aquel por el cual se ha constituido, lo que quiere decir que
su compromiso es válido aunque la obligación que haya garantizado (avalado) sea
nula por cualquier causa menos por un vicio de forma, por lo que podemos decir
que es aplicable en cuanto a las excepciones del avalista el artículo 425 del Código
de Comercio y no el artículo 1832 del Código de Civil, lo que quiere decir que este
puede oponer al portador las excepciones que le correspondan contra este, pero no
aquellas que pertenezcan al garantizado ni, en principio, las excepciones
personales que tenga contra el avalado.

 Aval parcial y aval condicionado

En cuanto al primero, aparece cuando el avalista restringe su obligación a


una cantidad inferior al importe total de la letra de cambio. En estos casos, el
contenido de la obligación del avalista no se integra por el contenido de la del
avalado, sino que se reduce en la forma consignada en el tenor escrito del aval.
Aunque el precepto legal no menciona de manera expresa otras limitaciones que la
relativa a la cantidad, al no exigirse que el aval sea puro y simple, podría llevar a
pensar que se admiten los avales condicionados y por lo tanto se debe hacer uso
de la jurisprudencia.
 Derecho de reembolso.

El avalista que pague, podrá reclamar al tenedor la entrega de la letra de cambio,


pues se trata de un título de rescate. Sobre la base de la letra de cambio, el avalista
podrá reclamar el pago al avalado y a los que sean responsables cambiariamente
respecto de éste, cuando el avalista pagare la letra de cambio adquirirá los derechos
derivados de ella contra la persona avalada y contra los que sean responsables
cambiariamente respecto de esta última.

 Prescripción

 Contra el librado: a los 3 años de su vencimiento. Contra el librado no hay


caducidad sino prescripción que puede ser interrumpida por la vía civil, es
decir, registrando la demanda.
 Contra el librador y endosantes: 1 año a partir del protesto levantado en
tiempo útil. Si la letra es sin aviso y sin protesto 1 año a partir de su
vencimiento.
 De endosante contra endosante: 6 meses a partir de la demanda de uno
de los endosantes.

El art. 479 del Código de Comercio establece que todas las


acciones derivadas de la letra de cambio contra el aceptante, prescriben a los tres
años contados desde la fecha del vencimiento.
Las acciones del portador contra los endosantes y el librador prescriben al año
a partir de la fecha del protesto sacado en tiempo útil, o de la del vencimiento en
caso de cláusula de resaca sin gastos.
Las acciones de endosantes los unos contra los otros y contra el librador,
prescriben a los seis meses a contar desde el día en que el endosante ha
reembolsado la letra o desde el día en que el mismo ha sido demandado.

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