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El aislamiento térmico es uno de los puntos clave para que toda vivienda se

considere energéticamente eficiente. Cada vez más el estudio y desarrollo sobre


materiales, técnicas y ventajas de un buen aislamiento térmico han ido desarrollando la
tecnología y mejoras necesarias para encontrar hoy en día una amplia variedad de
aislamientos.

Algún ejemplo de mal aislante térmico son los metales, ya que en contraposición de otros
materiales estos son buenos conductores del calor. Los materiales de construcción como
el yeso, el ladrillo o los morteros tienen una resistencia térmica media, mientras que los
mejores aislantes térmicos son las lanas minerales (de roca y de vidrio) y las espumas
plásticas.

Actualmente también se está poniendo muy de moda el eco-aislamiento, se trata de las


azoteas y las fachadas verdes. Mediante la disposición de un jardín vertical en la fachada,
dichas plantas también actúan como aislante térmico, a la par que mejoran la sostenibilidad
ambiental al regenerar el CO2 por O2.

El aislamiento térmico de la envolvente de un edificio es una acción muy importante


si queremos tener mejoras energéticas considerables. En arquitectura existen varias
soluciones técnicas para aislar térmicamente un edificio, pero los SATE (sistema de
aislamiento térmico exterior) se consideran el sistema más eficiente. En invierno
reducimos la pérdida de calor que se escapa desde dentro hasta fuera; mientras que en
verano es todo lo contrario, el aislamiento térmico nos ayuda a bloquear el calor entrante
del exterior.

Los aislantes tradicionales como los pilares o los cantos de forjado crean fácilmente
puentes térmicos (zonas donde se transmite más fácilmente el calor que en las zonas
aledañas). Así pues, debemos revestir nuestra vivienda con un buen aislante térmico, ya
que las ventajas de hacerlo son considerables:

– Garantizaremos el confort de la vivienda al mantener estable la temperatura interior


independientemente de las condiciones exteriores.

– Minimizaremos la pérdida de calor de forma considerable.

– Aumentaremos la eficiencia energética del edificio, ya que los edificios son los
responsables de más del 40% de la energía consumida, de la cual se estima que el 50%
se pierde a través de los cerramientos opacos del edificio.

– Reduciremos al menos un 30% los gastos en aclimatación: las pérdidas y ganancias


de calor a través de las fachadas corresponden a más de un 30% del total de la energía
consumida de una casa unifamiliar.
El Sistema de Aislamiento Térmico Exterior (SATE o EIFS por sus siglas en inglés)
califica a un conjunto de soluciones constructivas que tienen en común aportar el necesario
por su cara exterior; a modo de envolvente térmica, al igual que la mayoría de los seres
vivos. Nació como un recurso de rehabilitación de fachadas aportando ahorro energético y
actualmente se aplica también en obra nueva por sus demostradas ventajas.

Tiene su origen en Centroeuropa en torno a 1950 para protegerse del frío y como ahorro
energético en arquitectura. Actualmente se emplea en todo el mundo, también en zonas
secas como Dubái, para protección ante el calor.

La combinación en obra de varios materiales forma el sistema:

 Perfil perimetral de arranque en aluminio para la correcta alineación y nivelación


del sistema así como punto de arranque estanco en la fachada.
 Aislamiento. Instalación de planchas de EPS (Poliestireno expandido) o lana
mineral en el grosor elegido (mínimo recomendado: 6 cm).
 Anclaje de las planchas de aislamiento a la fachada mediante fijaciones con mínima
acción de puente térmico.
 Sellado y reforzado de ventanas y vértices de la vivienda. Mediante diversos tipos
de cantoneras de PVC acompañadas con malla de fibra de vidrio. Se adhieren con
mortero especial.
 Revestido integral. Se revisten las planchas de aislamiento con malla de fibra de
vidrio embebida en mortero especial.
 Imprimación y acabado mediante revoques estructurados desde 1mm a 3mm en el
color elegido. Revoques de silicato, resina sintética, acrílica, de silicona(con
nanotecnología), etc. Debido a que el aislamiento térmico posterior evita la difusión
del calor la energía del sol incidente sobre los aproximadamente 3 mm de concreto
armado con malla de fibra de vidrio puede alcanzar temperaturas de hasta 80°C. Es
importante utilizar terminaciones claras o productos desarrollados por la NASA
para el transbordador espacial como el "Super Therm" 1 a base de micro-esferas
cerámicas.

Los revoques y pinturas de resina de silicona, gracias al desarrollo nanotecnológico, poseen


altísima capacidad de impermeabilización, pero a su vez son muy transpirables. Por este
motivo se ensucian muy poco y son muy resistentes a las acciones meteorológicas,
manteniendo su hidrofobia y su inalterabilidad cromática a lo largo del tiempo.

Los Sistemas SATE deben ser aplicados por empresas especializadas, ya que existen unos
pasos a seguir que garantizan el correcto funcionamiento de dichos sistemas.

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