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ANÁLISIS Y DISCUSIÓN

Los resultados encontrados plantean el siguiente panorama: en términos generales,


con el conjunto total de los estudiantes, la hipótesis propuesta se acepta. En efecto, la
probabilidad de que los estilos de aprendizaje preferente -visual, auditivo y kinestésico- se
asocien por azar con el pensamiento creativo, es 0,000, inferior a 0,05, lo suficientemente
baja para aceptar las hipótesis de investigación (Anexo N° 04 - A, B y C). Esto implica que
el nivel de cada estilo de aprendizaje preferentes se asocia al nivel de pensamiento
creativo, o, lo que es lo mismo, el nivel de estilo de aprendizaje preferente influye en el
nivel de pensamiento creativo que logra el estudiante.

Ahora bien, se hace claro que en el nivel de cada estilo de aprendizaje preferente y
el nivel de pensamiento creativo, predomina el nivel medio. En cuanto al estilo de
aprendizaje visual, destaca el nivel medio, que reúne más de la mitad del conjunto (52.6%
del total), asimismo, en el estilo de aprendizaje auditivo también predomina el nivel medio
(62.6%); en el estilo de aprendizaje kinestésico predomina, de igual manera, el nivel medio,
con el 55.8% del total (Tablas N° 02, 03 y 04). Con respecto a la variable pensamiento
creativo, una proporción parecida (54.2% de la totalidad) se sitúa en el nivel medio (Tabla
N° 05).

No obstante, la distribución de las variables evidencia diferencias en lo que


concierne a sus categorías extremas, los niveles altos y los niveles muy bajos. Así, mientras
que en el estilo de aprendizaje visual se identifica una distribución casi equivalente entre el
grupo que se distribuye en el nivel bajo, y el grupo que se distribuye en el nivel alto, con
17.4% frente a 26.3%: en lo que respecta al nivel de pensamiento creativo, también se
advierte la distribución similar: el 17.9% en el nivel bajo frente al 27.9% ubicados en el
nivel alto (Tabla N° 06).

Además, en el estilo de aprendizaje auditivo también se identifica una distribución


similar entre el grupo que se distribuye en el nivel bajo, y el grupo que se distribuye en el
nivel alto, con 21% frente a 15.8%: en lo que respecta al nivel de pensamiento creativo,
también se advierte la distribución similar: el 17.9% en el nivel bajo frente al 27.9%
ubicados en el nivel alto (Tabla N° 07). En el estilo de aprendizaje kinestésico se advierte
igualmente una distribución análoga: con el 55,8% en el nivel medio frente al 34.7% en el
nivel alto; en lo referente al nivel de pensamiento creativo, también se advierte la
distribución similar: el 17.9% en el nivel bajo frente al 27.9% ubicados en el nivel alto
(Tabla N° 08).

Por una parte, los estilos de aprendizaje, como si bien señalan Alonso, Gallego y
Honey (2006), son los rasgos cognitivos, afectivos y fisiológicos, que sirven como
indicadores relativamente estables, de cómo los discentes perciben, interaccionan y
responden a sus ambientes de aprendizaje; los rasgos cognitivos están relacionados con la
manera en que el alumno estructura los contenidos, conceptualiza, interpreta, resuelve
problemas, selecciona medios de representación visual, auditivo, kinestésico, etc. Los
rasgos afectivos están relacionados con los intereses, motivaciones y expectativas que
influyen en el proceso de enseñanza – aprendizaje. Los rasgos fisiológicos se vinculan al
entorno y al biorritmo del estudiante.

En efecto, Padilla, Rodríguez y López (2010), sostienen que constituyen ventajas el


conocimiento de los estilos de aprendizaje de los estudiantes durante su formación
académica, recomendando la necesidad de realizar un diagnóstico de los alumnos al inicio
del ciclo escolar, de tal manera que el docente apoye estratégicamente al grupo aplicando
una planeación acorde a los diferentes estilos de su grupo, de igual manera poder apoyar a
cada alumno visual, kinestésico o auditivo, con estrategias de aprendizaje que apoyen a la
generación significativa de conocimientos, competencias, habilidades y destrezas.

Es ese sentido, nuestros hallazgos son similares a los de Padilla, Rodríguez y López
(2010), ya que sostienen que el mayor porcentaje de alumnos resultaron ser visuales, mientras
que los de estilo kinestésico alcanzaron promedios de calificaciones más altas, concluyendo así que
existe relación en el estudio de la odontología entre el estilo de aprendizaje y el rendimiento
académico.

En la misma línea, González (2011) sostiene que los estilos de aprendizaje son
flexibles y pueden modificarlos para un mejor aprovechamiento docente; además, concluye
que el diagnóstico de los estilos de aprendizaje en los estudiantes posibilita mayor éxito en
la intervención, la estimulación y desarrollo de la autonomía en el aprendizaje. Finalmente,
precisa que acorde a los estilos de aprendizaje preestablecidos en el sujeto se desarrollará
en mayor o menor plazo la autonomía en el aprendizaje.

Ahora bien, nuestros hallazgos se asemejan también a los de Juárez, Hernández y


Escoto (2011), dado que los estudiantes muestran tendencias por los estilos reflexivo,
pragmático, teórico y activo, evidencia de que el estudiante posee características, en
términos de Alonso, Gallego y Honey (2006), tales como: ser ponderado, concienzudo,
receptivo, analítico, exhaustivo, observador, elaborador de argumentos, estudioso de
comportamientos, investigador, experimentador, práctico, directo, eficaz y realista.

Asimismo, nuestros resultados coinciden con los de Loret de Mola (2011) quienes
sostienen que existe relación entre los estilos de aprendizaje y el rendimiento académico,
porque se obtuvo 0,745 existiendo una relación positiva significativa, según el coeficiente
de la r de Pearson; además, coincidimos con los autores citados ya que es necesario
identificar los estilos de aprendizaje de los estudiantes para mejorar la calidad de enseñanza
y superar los niveles cognitivos reflejadas en el rendimiento académico. Igualmente,
nuestros hallazgos se asemejan con los de Blumen, Rivero y Guerrero (2011) quienes
afirman que los estilos de aprendizaje teórico y activo predominan en estudiantes de
pregrado, mientras que los estudiantes de posgrado no presentan preferencias. Existe
relación entre los Estilos de aprendizaje y el rendimiento académico en los niveles de
pregrado (estilo teórico) y posgrado (estilos reflexivo y pragmático).

Sin embargo, nuestros resultados discrepan con los de Meza y Gómez (2006),
quienes sostienen que los estilos de aprendizaje no influyen en el rendimiento académico de
los estudiantes, ya que no tienen conocimiento de la predominancia de un estilo de
aprendizaje, además que existen factores internos y externos que inciden en el éxito
académico.

En definitiva, se encontró relación entre las variables de estudio. Esto se constata


tanto a nivel descriptivo como a nivel inferencial. En primer lugar, al analizar la tabla de
contingencia, la mayor concentración de casos corresponde al cruce del nivel medio de los
estilos de aprendizaje visual, auditivo y kinestésico con el nivel medio del pensamiento
creativo, donde aparecen 72, 80 y 74 casos, respectivamente. Sigue en importancia el cruce
del nivel alto de los tres estilos de aprendizaje y el nivel alto de pensamiento creativo,
donde se ubican 27, 21 y 38 estudiantes, en el visual, auditivo y kinestésico,
respectivamente. Tal como se ha observado en las tablas que describen cada variable, esto
era de esperarse, dado que la mayor concentración de casos se advierte en el nivel medio y
alto de estilo de aprendizaje preferente y pensamiento creativo. En forma precisa, esta
relación expresa que existe correspondencia entre el nivel de estilo de aprendizaje
preferente y el nivel de pensamiento creativo (Tablas N° 06, 07 y 08).
Finalmente, la prueba chi cuadrado que se ha efectuado corrobora la presunción
hecha en el análisis de las tablas de contingencia en el sentido que las variables nivel de
estilo de aprendizaje preferente y nivel de pensamiento creativo se relacionan entre sí.
Como se explicó anteriormente, la prueba efectuada y la decisión para la prueba de
hipótesis, se basa en el criterio del p –valor o significación de prueba. Los resultados de
esta prueba –estadístico exacto de Fisher de 0.000, inferior a 0.05- muestran la existencia
de relación entre ambas variables (Anexo N° 4 –A, B y C). En otras palabras, el nivel de
estilo de aprendizaje preferente (visual, auditivo y kinestésico) se asocia al nivel de
pensamiento creativo.

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