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Prof.

GABRIEL RESTREPO
Sociólogo
Universidad Nacional de Colombia

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ue Viva la Música es una novela de canciones y de postales urbanas, escrita


con la lógica de la publicidad o de la propaganda, en una fiesta sin fin vista
a través de unajoven heroína. Es necesario entender entonces qué es una
canción, pese a que creamos que es lo más sabido, y qué es una postal,
qué son la publicidad y la propaganda, qué es una fiesta interminable y qué
significa escribir sobre una alocada ciudad con el registro de una persona
joven, que además figura como la heroína. Estos conceptos se entrelazan
en la trama del mundo actual.
En un célebre texto sobre "La Historia del Tango", Borges se apropiaba
una frase De Andrew Fletcher: "Si me dejan escribir todas las baladas de una
nación, no me importa quién escriba las leyes". Nada quizás hay en América
Latina que denuncie su ser ladino y mestizo como las músicas: los boleros, los
tangos, la salsa, el rock, los corridos, los vallenatos, las sambas, los porros, las
guabinas y todo lo que dicha musa mnemosina y la memoria del pueblo evocan
de amor y de desamor, de baile amarrado o de baile suelto de los transeúntes
urbanos en los bares, grilles, discotecas, lupanares, calles y buses. Amor y
desamor, porque al compás de la música, por lo general alicorada se rifa la vida,
se apuesta al asesinato, se entabla el duelo de amor o el duelo de muerte,
eros-tánatos convocados por la música, como también lo registraba el aun-
que ciego visionario Borges. Y nada que sea sin embargo menos estudiado.
Hay que retroceder a Hegel para comprender lo que es la canción.
MYRISTICA Gronov En ella la poesía lírica se hace rnúsicaz. Y se hace baile, se añadirá, tanto
M. fragrans Houtt. más en pueblos donde la vida es todavía somática, a diferencia de culturas
Myristicaceae
Zonas cálidas y tropicales de Europa.
Africa y Asia
• Notas sobre Andrés Caicedo y su novela Que Viva la Música. En memoria de Humberto Peña Taylor, "El
duce", a cuya solicitud se escribió este ensayo un mes antes de ser asesinado en la Universidad Nacional,
en mayo 5 de 1995. En su primera versión, el ensayo estaba dedicado a la memoria de Rafael Chaparro
Madiedo.
1. Borges, Jorge Luis. 1874. Obras Completas. Buenos Aires, Emecé, p. 164.
2. Hegel, G. W. F. 1947 Poética. Buenos Aires, España, p. 127.

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donde la escritura ha desarraigado de muerto. Empero, si resucita a las (como la llama) y de los otros prota-
tal modo a la mente del cuerpo, que muertos y bestializa a los vivos, por- gonistas de la novela de Andrés Cai-
ya éste ni se siente, como se dice, y que los pone en la misma condición cedo. Ciudad y músicas se confun-
parece ser territorio ajeno y enemigo, de audición pasiva del perro. la misma den. Los transeúntes surcan la ciudad
algo así como una inteligencia artifi- en las que nos coloca Rabelais al co- como "sintetizadores" de diferentes
cial instalada en un ente equivocado mienzo de su célebre obras, no por canciones y ellos mismos poseen la
(el computador tiene memoria, pero ello pierde la canción su fugacidad. certidumbre de una propia fugacidad
no corazón ni afectos). La música y el No hay canción eterna, que se sepa. o de su ser labil, evanescente y como
baile forman parte de las llamadas in- La canción es momentánea. No suspendido, que es similar al de las
teligencia musical e inteligencia el- dura más que tres o cuatro minutos. canciones. O son como fantasmas o
nestésico-corporal, dos formas de in- Es por ello el equivalente de la imagen como sonámbulos que sueñan en me-
teligencia que según Howard Gardner fotográfica instantánea y semejante a dio de lo único vivo, la tecnología.
son semejantes a otras cinco modali- la corta duración de una propaganda. Acaso incluso las canciones duren
dades de múltiples inteligencias, no Expresa la máxima aceleración del más que la propia vida, que se hace
reductibles a una de ellas, la lingüísti- tiempo -incluso si el ritmo es lento, y deshace en el trozo de los instantes.
ca y lógica-matemática que ha sido la por ejemplo si es un bolero-, por todo Ningún pasaje más apropiado
privilegiada en la modernidad, a costa lo que condensa en tan corto lapso. que el siguiente para ilustrar lo anterior:
de las otrase. Está hecha de redundancias, apropia- "No llegué cansada. Me paré en
Para Hegel la canción encierra das para la memorización y para el toda la esquina y la gente dura me tiró
"toda la infinita diversidad de senti- ritmo propio del baile. Se dirige al oído respeto. Un embolador con pinta de
mientos y de pensamientos Iíricos"4 y y por medio de su laberinto a las ca- gusano, con la piel enrollada en sur-
es por ello la mejor expresión de una vidades de cada laberíntico ser urba- cos en torno al palo del esqueleto,
nación. La canción pertenece al sen- no. Una canción sucede a otra en el ofreció embolarme mis botas gratis y
timiento de lo bello y a emociones de continuo de lo auditivo, pero también yo acepté, y mientras el brillaba el
tristeza, alegría, nostalgia. Por eso es en el gusto de la moda. Sin embargo, cuero yo tiraba el ritmo que salía a
efímera y hecha para pasar o ser tran- como sucede con ésta, a veces viejas puro palo de seis negocios, así que
seúnte, a diferencia de la epoyeya, canciones vuelven, como si jamás hu- había que sintetizar, dar un solo son-
que sublime como es, provoca la re- bieran muerto: forman por decirlo con sonete de brincos, así es la música,
petición y el recuerdo permanente y a Jean Baudrillards ese inmenso reper- no le sirven rejas ni ventanas con los
la vez expresa la gesta de todo un torio de lo muerto que vuelve de vez postigos cerrados: y aún así se escu-
pueblo o el heroismo agónico de un en cuando a ocuparse de lo vivo, tal rre (negrilla de Gabriel Restrepo)?s.
individuo. La epopeya era ella misma como lo hacía Prudencio Aguilar en la Repárese en el significado de la
canción, pero una canción de larga mejor novela de Gabo 7. esquina como lugar abierto, como op-
duración, por emplear el término acu- Rock y salsa dictan los ritmos de ción, como encrucijada. La esquina,
ñado por Braudel, a diferencia de la vida de "la heroína" o de "la mona" nos indican los jóvenes de Ciudad Bo-
corta duración de la canción. La epo- lívar entrevistados por Arturo Alape,
peya es la forma del mito, la canción 5. "A ejemplo del perro. os conviene ser discretos es el lugar del encuentro y de la liber-
del episodio. para oler. tocar y estimar los buenos libros de alta tad juvenil, que no se halla ni en la
Hasta aquí Hegel, que no nos enjundia. fáciles de buscar y difíciles de encontrar.
Después. con curiosa lectura y meditación frecuente. escuela ni en la casas
puede ayudar más porque no conocía Adviértase en el pasaje citado
romperéis el hueso y succionaréis la sustanciosa mé-
la revolución eléctrica que hizo posi- dula (es decir. lo que yo expreso con símbolos pita- que junto con la música fluye el habla
ble el gramófono y la radio. Nada que góricos). con esperanza cierta de trocaros más sabios en su creatividad cotidiana y callejera,
ilustre más lo que estos aparatos sig- y más prudentes merced a dicha lectura. en la que con su jerga específica. Ello forma
nificaron que la imagen del perro de hallaráis un muy otro gusto y escondida doctrina. la
cual os revelará muy altos sacramentos y misterios parte de lo que ha dicho Néstor García
la Voz de la Víctor que reconoce en el Cancltni sobre las ciudades latinoa-
horríficos, tanto en lo que concierne a vuestrta reli-
gramófono la locución de su amo gión como al estado político y vida económica". Ra· mericanas como un inmenso "trans-
belais. Gargantíay Pantagruel. Versión castellana de formador" y "mezclador", para em-
3. Gardner, Howard 1994la Estructura de la Men· Juan G. de Luaces. Barcelona. Plaza y Janés. sin
plear metáforas de la electrónica -que
te. las Inteligencias Múltiples. México. F.C.E. Las fecha. p. 11.
otras son la inteligencia dirigida hacia sí mismo (lo
que Freud llamaba fortaleza del yo). la inteligencia 6. Verel capítulo 111."La moda o la magia del código". 8. Caicedo. Andrés. Oue Vivala Música. Bogotá, Ins-
dirigida a los demás (inteligencia cooperativa). la in· en: El intercambio simbólico y la muerte. Caracas. tituto Colombiano de Cultura. 1977.
teligencia espacial y la inteligencia espiritual. Monte Avila. 199'2. pp. 101 a 115.
9. Alape. Arturo. Ciudad Bolívar. la hoguera de las
4. Obra citada. 7. CienañosdeSoledad. Bogotá. Oveja negra. 1968. ilusiones. Bogotá. Planeta. 1995.

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Caicedo usa en este pasaje bajo el descuaderna en "instantáneas". El hilismo contemporáneo". Ni antes, ni
nombre del sintetizador-, en las que tiempo como puntualidad, según He- después, todo se resueve en la pun-
conviven, como ya sucedía en el ba- gel, es a la vez la negación y la verdad tualidad. La fotografra captura el ins-
rroco, temporalidades y culturas disí- del espacio". El eterno ahora. La fu- tante y lo desgaja del contexto. Ex-
miles y donde "se prende una vela a gacidad reaparece en la foto, que trae, como dice Walter Benjamín, el
Dios y otra al Diablo", como se dice10. atrapa y sin embargo olvida lo demás. aura del momento". Razón que ha lle-
Somos un país de múltiples sincro- vado a algunas comunidades indíge-
El vértigo de la velocidad es un meca-
nías y diacronías, un país de yuxta- nas a negarse a la exposición fotográ-
nismo para borrar las huellas" y des-
puestas temporalidades, que no ha fica, en la creencia de que el disparo
truir a punta del éxtasis o del vértigo
encontrado el dueto o el trans/ducto de luz puede robarles el alma, como
(por decirlo de otra manera, su traduc- de la velocidad la memoria o consa-
el petróleo puede quitarles lo sacro a
ción) para que todas ellas dialoguen grar el 01vid014: en ello consiste el ni-
los Uwas. Aura y alma.
en sincronía. Chorros de luz -y recordemos
Caicedo dibuja en forma precio- 12. Heidegger, Martin. Ser y Tiempo. Bogotá, Fondo
de Cultura Económica, 1995. que el trópico es copioso en ilumina-
sa dicho talante, cuando la protago- ción- la fotografía es sin embargo ela-
nista dice: "Y camino yo a mi cuarto 13. Freud, Sigmund. "Inhibición, síntoma y angus·
tia", en Obras Completas. Madrid, Biblioteca Nueva, borada en la sombra o en la cámara
en donde tengo una vista de Santa 1948. pp. 1213 a 1256. "El neurótico intenta supri- oscura. La caverna reaparece como
Bárbara y otra de Janis Joplin pegada mir por si mismo el pasado mediante actos motores" preámbulo de la luz. Menciono el si-
a una botella de alcohol"!'. Recorde- 1229.
guiente pasaje para trabajar el carácter
mos que Santa Bárbara es ya ella una 14. Ver la similitud de lo indicado por Freud con lo reticular y cinético de la novela:
imagen del travestimiento cultural, co- que afirma Milán Kundera en su novela La Lentitud.
Barcelona, Tousquets, 1995. Y ver además la rala- "Y ella me propuso: "Nos la co-
moquiera que encubre a Changó de
ción de los dos anteriores con lo planteado por el memos las dos? -se refiere al falo de
la religión yoruba. Santa Bárbara es
poeta Milosz en la nota siguiente sobre la destrucción un gringo atrapado, nota de G.R.-"Y yo
aquí la patrona de la salsa, como Ja- del recuerdo histórico. Dice Kundera sobre el símbolo reí, imaginándome la estampa: yéndo-
nis Joplin del rock. Salsa y rock seña- del hombre en moto (que bien podrla tomarse de Ja-
lan las relaciones de intercambio mu- mes Dean en la película Rebelde sin Causa): "Qué
contestar? Tal vez lo siguiente: el hombre encorvado universo. ¿Por qué habrá desaparecido el placer de la
sical entre la metrópoli y la colonia lentitud?", pp. 10 y 11.
azucarera, del mismo modo que en los encima de su moto no puede concentrarse sino en el
instante presente de su vuelo; se aferra a un frag· 15. Sobre ello versó el discurso de recepción del no·
juegos panamericanos de Cali -tras- mento de su tiempo desgajado del pasado y del por- bel del poeta Czeslaw Milosz en 1980: "Los aeente-
fondo de la novela- se comenzó a in- venir: ha sido arrancado a la continuidad del tiempo; cimientos de las últimas décadas, de importancia tan
tercambiar droga por euforia y dinero, a está fuera del tiempo; dicho de otra manera, está en decisiva que de su conocimiento o de su ignorancia
más de que los juegos fueron un mo- estado de éxtasis; en este estado, no sabe nada de depende el futuro de la humanidad, pasan desaperci·
tivo adicional para empujar la gran mi- su edad, nada de su mujer, nada de sus hijos, nada bidos, palidecen y pierden toda consistencia, como si
de sus preocupaciones y, por lo tanto, no tiene miedo, el pronóstico de Nietzsche acerca del nihilismo euro-
gración del pacífico hacia los Estados porque la fuente del miedo está en el porvenir, y el peo encontrara aquí su realización literal. 'El ojo de
Unidos. que se libera del porvenir no tiene nada que temer. La un nihilista' escribla en 1887, 'desconfía de sus re-
velocidad es la forma del éxtasis que la revolución cuerdos; deja que mueran y pierdan sus hojas y lo que
técnica ha brindado al hombre. Contrariamente al que no hace con él mismo, tampoco hace con todo el
va en la moto, el que corre a pie está siempre obligado pasado de la humanidad. Lo deja morir'. Nuestra épo·
POSTAL~S URBA",IAS a pensar en sus ampollas, en su jadeo; cuando corre ca no conserva del pasado más que ficciones centra-
siente su peso, su edad, consciente más que nunca rias al sentido comín y a la más elemental percepción
de sí mismo y del tiempo de su vida. Todo cambia del bien y del mal. Tal como afirmaba recientemente
Una vista de Santa Bárbara. cuando el hombre delega su facultad de ser veloz a el diario 'Times' de los Angeles, el número de libros
Una postal. Una imagen. Una estam- la máquina: a partir de entonces, su propio cuerpo en varios idiomas que niegan la veracidad del Holo·
pa. Figuras equivalentes para un ojo queda fuera de juego y se entrega a una velocidad causto y lo atribuyen a una invención de la propagan-
que es incorporal, inmaterial, pura velocidad, veloci· da judía, supera el centenar. Si somos capaces de
que ama la luz, pero que debe reve-
dad en sí misma, velocidad éxtasis. Curiosa alianza: semejante desvarlo, ¿por qué habría de ser ilT1lroba-
larla en la sombra. La fotografía es el la fria impersonalidad de la técnica y el fuego del ble la pérdida total de memoria como estado perma-
equivalente a la canción. El hecho de éxtasis. Recuerdo una norteamericana, a la vez ceñu· nente del esplritu? ¿Y acaso no representa ello un
que a la fotografía se la llame "la ins- da y entusiasta, especie de apparatchik del erotismo, peligro mucho mayor que la ingeniería genética o la
tantánea" es ya significativo. Una ins- que hace treinta años me dio una lección (gélidamente degradación del medio ambiente?", en Milosz, Czes-
teórica) sobre liberaciónsexual; la palabra más recurren· law. Poemas. Barcelona, Tusquets editores, 1984,
tantánea reemplaza a otra. La vida se
te en su discurso era la palabra "orgasmo"; conté las pp. 137 y 138.
veces: cuarenta ytres. Elculto al orgasmo: el utilitarismo
1O. Garcla Canclini, Néstor 1990 (1989). Cuhuras puritano proyectado en la vida sexual; la eficacia contra 16. Benjamín, Walter. "El arte en la época de la re-
Híbridas. Estrategias para entrar y salir de la modero la ociosidad; la reducción de coito a un obstáculo que hay productibilidad técnica", "Pequeña historia de la fo-
nidad. México, Grijalbo. que superar lomás rápidamente posible para alcanzar la tografia", en Discursos Interrumpidos. Madrid, Tau-
11. Página 183. explosiónextática, única meta verdadera del amor y del rus, 1973 (Suhrkamp, 1972).

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nos encima del Bárbaro y del gringo gor- lencia. Sexo y proyectil. Sexo y muer- público, ya en el siglo XX su significa-
dito, ambos bajo la acción sextransmu- te. Estamos de nuevo en la órbita de do se refiere a la erotización de los
tadora del violento 45, y nosotros dien- Historia del Tango, de Borges, cuan- productos, como mediación ineludible
tes pelados para la buena .prasa, la do muestra que la guerra es una fiesta en la sociedad de consumo. Ya la pu-
1
dulce y espesa bajo ese sol" • y que el tango es una guerra y que la blicidad no se refiere al estado, o sea
¿ Un sol semejante al experi- cúpula es un duelo a muerte (lo que ya no a lo público, sino mas bien al
mentado por el Extranjero de Camus, en sus poemas llama "la incestuosa reino de las fantasías de cada sujeto,
el algeriano? Una estampa equivalen- guerra"). No por azar el cine surgió a sus sueños, a la configuración de
te a la postal o a la fotografía, donde cuando Nietzsche formulaba su teoría sus deseos, al terreno privado que
la imaginación debe completar el cua- del superhombre y su visión de la his- cada vez más es despojado de su fue-
dro? Pero hay algo más que nos re- toria como guiada por la pura voluntad ro propio. Para sostenerse, ni el esta-
vela esta brevísima escena y que es de poder y en el mismo año en el que do ni el capital necesitan de la violen-
de una riqueza polisémica o semiótica Freud dijo a Fliess que había descu- cia física, les basta la violencia
extraordinarias. Es la dimensión de bierto la clave de los sueños 18. psíquica ejercida por la socialización
Andrés Caicedo como cinéfilo, que De nuevo, la imagen del hombre y por el capital simbólico. Y ni siquiera
traslada a la costura de la novela, he- en la caverna. La intensísima luz del el mercado se refiere ya como mo-
cha de estampas superpuestas como cine sometida por partida doble a la mento determinante a la producción,
en el cine. oscuridad del revelado y a la oscuri- como había señalado Marx, y ni si-
El cine es un proyectil. El cine dad de la sala. quiera a la distribución, sino al mo-
es un "violento 45" (se refiere al cali- mento culminante del consumo y de
bre del revólver, pero también se po- la decisión individual, que es un de-
dría pensar que al año de las primeras PUBLICIDAD seo preformado por la publicidad o la
explosiones de proyectiles nuclea- Y PPOPAG;6NDA propaganda. La erotización se hace
res). Se diría que el cine se diferencia con el registro de la fugacidad sonora
de la fotografía porque es "la imagen y visual del disco, de la fotografía, del
en movimiento", la imagen que corre La novela está escrita con la ló- cine y del video y en la cual el imagi-
o que transcurre. Y sin embargo, en gica de la publicidad o de la propagan- nario de la mujer entra a formar parte
la base del cine está la superposición da. Es la lógica de la novela urbana como el significante por excelencia
de fotografías que ofrece la ilusión del tal cual está expuesta en elUlises, de
del amor y del deseo.
movimiento. Lo esencial en el proyec- James Joyce, novela en la cual no La publicidad y la propaganda
tor es su capacidad como "proyectil" sólo se prodigan los avisos, que son
están al servicio de "la marca". Ello ya
para superponer una imagen tras enseña de la propaganda y muestra
fue así con el ejemplo que se ha indi-
otra, que recompone como movimien- del poder semiótico y polisémico de la
cado del logo del perro de La Voz de
to la caja negra del espectador, bajo ciudad, sino que además contiene un
la Víctor, caso paradigmático que de-
el principio de la persistencia de la re- telas o una finalidad encaminados ha-
mostró en los comienzos del siglo el
tina. La metáfora del cine como pro- cia la mujer, puesto que remata en un
éxito de la propaganda, tanto como lo
yectil (y aún la de la ametralladora) fue maravilloso monólogo nocturno el
había hecho en años anteriores la
muy usada en los comienzos del cine modo como la ciudad ha sido apropia- 2o
Westinhouse al demostrar contra la
y habría que rescatarla si se está de da por lo femenino y cómo todos los
competencia de Edison las bondades
acuerdo en que la sociedad telemáti- afanes del día convergen en el éxtasis
de la corriente continua !nada menos
ca es una sociedad de emisiones de del lecho de la noche, del mismo
que en la invención y uso de la sñla
modo que los afanes diurnos del hom-
ondas electroacústicas que "bombar- eléctrica, un espectáculo que ní si-
bre se traducen en revelaciones oní-
dean" a un sujeto que pierde su apa- quiera hubiera soñado el mismo To-
ricas en la pantalla inconsciente 19.
rente autonomía para trasmutarse en mas De Quencey, el autor del libro:
Si la publicidad fue referida en
un receptor que sólo tiene la opción Del asesinato considerado como una
el siglo XVIII a la Ilustración, 'porque 21
de cambiar de canal. No por azar el de las Bellas Artes !
se entendía por ella el espacio de lo
cine ~se proyectil- se regodea en el
tema de la guerra y de las balas. 20. Hanson, Dirk. los nuevos alquintistas. Sillicon
18. "Debería escribirse una placa que dijera que en
y lo que se narra de forma ciné- esta casa le fue revelado el24 de julio de 1890 al Dr. Valley y la revolución microelectr6nica. Barcelona,
tica o cinematográfica en la breve es- Sigrnund Freud el misterio de los sueños", citado en Planeta, 1982.
cena evoca otros motivos. Sexo y vio- Flem, Lydia.LrrhommeFreud. París, Seuil, 1991. 21. Ouencey, Thomas de. Del asesinato consítlerado
19. Joyce, James. U/ises, Trad. de Jacques Mercan· como una de las bellas artes. Trad. Luis Loayza. 2a.
17. Página 161. ton. Buenos Aires, Losada, 1962. reimpresión ··1 a. 1985·· Madrid, Alianza, 1989.

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La propaganda funda su domi- un significado especial en la corrien- ha padecido por el hecho de que en
nio en las propiedades del signo como te de los días: es el momento del la evolución social no se haya encon-
referencia a un ente ausente, que por regreso al hogar, del olvido del afán, trado hasta ahora un término medio
medio del signo se presenta o repre- de la recuperación del cuerpo para entre parricidio y filicidio fisicos o psí-
senta. Pero el ente ausente es ya él funciones distintas a la reproducción quicos. La lucha generacional -lucha
mismo un mundo de lo vivo y de lo material. tan tenaz como la que ocurre entre los
muerto, que se intercambia con cierta Se trata del retorno de lo dioni- dos sexos, pese a los pretextos del
indiferencia, de nuevo a la manera de síaco. O más precisamente, de la fies- amor- ha reclamado hasta ahora o la
Prudencia Aguilar o de los muertos en ta primordial. Un retorno que es tam- victoria de los adultos o ancianos, o la
Cien anos de Soledad, que entran al bién el resurgir de lo orgiástico, con la victoria de los jóvenes. La moderni-
mundo de los vivos como Pedro por violencia que lo orgiástico suscita y dad surgió como ruptura contra la tra-
su casa. Además la propaganda in- con los modos como lo orgiástico re- dición. Y sin embargo, pese a la ga-
corpora los principios de persistencia clama un fin con la escogencia de un nancia de los modernos contra los
retiniana, propios de la imagen, y de chivo expiatorio, de un cordero sacri- antiguos, una vez aquietada la bur-
persistencia auditiva, propios de la ficial que reinstaure el principio del guesía en el siglo XIX durante la era
canción. Eleva de este modo a la má- control social, la disciplina de los días victoriana, se ensañó contra los jóve-
22
xima potencia la redundancia y la fu- laborales . nes, a quienes imponía la nueva tra-
gacidad de la canción y de la instan- La protagonista es una joven mu- dición. La carta de Kafka al padre re-
tánea. Y llega hasta el punto de jer que pasa de calle en calle, de can- vela la magnitud de la doblegación del
determinar la voluntad del individuo ción en canción, de sexo en sexo como hijo ante una sociedad europea que
por medio del mensaje subliminal. si fuera una sacerdotiza que perpetuara
se preparaba para los holocaustos ele
la fiesta del viernes en la noche.
la guerra, a la cual destinaba a la ju-
24
ventud , Freud mostró en que medi-
U~~A +=I~STA SIN +=11\)
da el exceso de autoridad de los pa-
S~R JOV~N dres en la infancia de los niños,
La protagonista vive la Ciudad formaba o psicóticos o neuróticos. Por
en perpetua fiesta. ¿ Qué significa la su parte, Rimbaud y Nietzsche pro-
fiesta? Se trata de un tiempo que ol- Sartre llamó la atención sobre porcionaron la mejor argumentación a
vida la linealidad, que aspira a consa- un célebre pasaje de Nizán, que ha la rebeldía y la mejor apelación a la
grar el ahora como un acontecimiento sido muy citado cuando se reflexiona juventud como constructora de uto-
interminable. Es equivalente enton- sobre el problema de la juventud ''Yo pias, argumentación que se mostraría
ces a la ilusión de la eternidad que tenia entonces veinte años. No permi- en las vanguardias.
provocan la canción y la instantá- tiré que nadie diga que es la edad más Más tarde Erick Erickson resca-
nea. He ahí la paradoja: se inviste hermosa de la vida. Todo amenaza taría conceptualmente a la juventud
un ahora de eternidad que en la ce- con la ruina a un hombre joven: el
del vacío dejado por Freud, quien se
lebración se despoja de toda refer- amor, las ideas, la pérdida de la fami-
habría olvidado de la adolescencia
encia a un siguiente ahora, a un des- la, la entrada al mundo del adulto. Le
por fijarse en la infancia. Se refirió en
pués. Con la anulación del tiempo y es duro aRrender cuál es el lugar en
23 efecto a la juventud como el momento
del mundo de los relojes también se el mundo" -. En el fondo, la juventud
en el cual el individuo se hace "hijo de
quiere suprimir todo aquello que
ellos designan: la disciplina, la re- 22. Girard, René.la violencia y lo sagrado. Caracas,
24. "Tú habías llegado tan alto por medio de tus
Monte Avila, 1975.
nuncia, el trabajo, el principio de re- propios esfuerzos y por eso confiabas en tu opinión
alidad, el revestimiento del cuerpo 23. Citada por Alape, Arturo. Ciudad Bollvar. la Ho- en forma ilimitada. Esto no me deslumbraba tanto
para la vida de los horarios. guera de las Ilusiones. Bogotá, Planeta, 1995, p. cuando era niño como me deslumbraba en mi adoles·
243. A la vez fue citada por Moreno-Durán R. H. en cencia, cuando estaba en formación. Desde tu sillón
Es la aspiración a cancelar todo
"la memoria irreconciliable de los Justos", en Maga- gobernabas al mundo. Tu opinión era la correcta y
aquello que es consustancial a la ciu- zln Dominical (Bogotá) número 266, primero de mayo cualquier otra era alocada, excéntrica, chiflada, anonnaL
dad de los lunes a los viernes. De he- de 1988, p_ 22. Y éste a la vez Heg6 a la novela de Era tan grande tu seguridad en ti nismo, que ni siquiera
cho, se trata de eternizar el fin de se- Nizan, Aden Arabia, a través de los comentarios de era necesario que fueras consecuente para que sil em-
mana, de trastocar los ritmos de la Sartre, Jean Paul a la novela de Nizan, escritos en el bargo no dejaras de tener razón ...Entonces adquirlas
ciudad, de habitarla con la mentalidad preludio de los años de lajuventud, en marzo de 1960: para mi el extraño misterio que tienen todos los tiranos,
"Paul Nizán: prólogo a Aden Arabia, Parls, Masperó, cuyo derecho no se basa en los pensanientos silo en la
mercurial y hermética del viernes en persona. Al menos asl me lo parecla". Kafka, Franz.
1960, ensayo contenido en: literatura y Arte. Situa-
la noche que es como la bisagra entre tions IV. Buenos Aires, losada, 1966 /1964 en edi· Cartaal padre. México, Editorial Concepto, 1988, pp. .
el trabajo y el hogar. El viernes tiene torial Gallimardl, pp. 86 a 141. 15 y 16.

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sí mismo,,25.Por su parte Marcusse dan como slndrome de Peter Pan o no es para Clarisolcita,pues cuando ae-
abogó por la juventud cuando mostraba atributo de un carácter que se niega a ció llegó a parecerse tanto a mi herolna
en su libro Eros y Civilización,que había crecer 27 y que deni
ernqran como rasgos de que lo desmereció por completo",39.
en las sociedades capitalistas un exce- carácter propios de la denominada Humoroso, Andrés Caicedo
so de represión. El libro coincidió no por "generación Spock,¡28,sin ver que tal abunda en toda la novela en diminuti-
azar con la rebeldía de la juventud es- negativa a crecer es en muchos casos vos que acentúan el carácter de retazo
cenificada por James Dean en la pelí- una negativa a aceptar los valores do- o de fugacidad de los personajes siem-
cula Rebelde sin Causa, con el macar- minantes de una sociedad hipócrita. pre disminuidos en una sociedad ana-
tismo de Estado al compás de la guerra No obstante, se debería pensar crónica y agónica. Pero además no le
de Corea, con las primeras manifesta- que tanto el Puer Aetemus como el faltaba risa para saber que su "heroína"
ciones del rock y con el inicio del creci- Peter Pan se resisten a esa muerte y connotaba un doble sentido: mirar la
miento mundial de la población juvenil. renacimiento maduro que significa el ciudad a través de una mujer y obser-
El capitalismo supo reciclarse. acceso al si mismo (un sujeto trascen- varla bajo el efecto de la droga, la he-
dental) mediante la lucha contra la roina, en una fiesta permanente. Dicha
Un capitalismo ahora telemático y fi-
sombra y la reconciliación del ánima heroina es también llamada "la mona",
nanciero incorporó a sus códigos y a
y del ánimus, un sujeto que es todo lo intercambiabilidad que subraya más el
sus imaginarios visuales y musicales
contrario al hombre adaptado que enigma de mujer y phsfTTIakon, el reem-
la insurgencia juvenil. En el capitalis-
predica el establecimiento. Pero la re- plazo de una droga por otra, pero en el
mo más sofisticado, aquel que surge
sistencia a crecer no es propia sólo de fondo la contingencia que hace que el
de la fusión del capital financiero y del
la juventud: se trata más bien de un que usa el phafTTIakon sea él mismo el
capital simbólico, se santificó la ima-
capitalismo vanidoso que todavía no chivo expiatorio, pues como ha set'lala-
gen del Puer Aetemus 26,imagen que
quiere salir de la etapa de la nigredo, do René Girard en la obra citada el con-
los capitalistas más conservadores til- es decir del ennegrecimiento (que cepto de phafTTIakon se refería en Gre-
puede ser simbolizado por la destruc- cia a aquel que desde la infancia se
25. Coles, Robert. Eríek H. Ericson. la evolución de su
ción del medio ambiente, por el abuso sabía iba a ser sacrificado como una
obra. México,Fondode Cultura Económica, 1975(1970).
de las drogas extraídas de su contex- dosis de violencia para no caer en una
26. López Pedraza, Rafael. Ansiedad Cultural. Cara· to ritual, por la destrucción del hombre violencia mayor.
cas, Psicología Arquetipal, 1987. Allíha indicado que
por el hombre y p'or la indiferencia ¿ Qué es la ciudad para la mu-
la imagen del Puer aetemus ··representado por la 9
religión cristiana en el Divino Niño y en una relación ante las injusticias/ . jer? En la pregunta ya se adivina la
de permanente adherencia a la madre- proviene de respuesta, pues reúne dos (emeni-
todas las religiones antiguas. Dice allí sobre este con- nos, ciudad y mujer. La ciudad es en
cepto arquetipal creado por Jung y sus sucesores. LA Ht;;;ROIi'JA buena medida femenina, comoquiera
"El Puer y el Sénex conforman un arquetipo de dos que ha sido la ciudad la que ha traldo
cabezas, pues no existe el uno sin el otro ... De esta
la emancipación a la mujer, si bien en
manera son pensados ... los arquetipos en su polari- La dedicatoria del libro de Andrés
dad esencial ... Ellos corresponen a apresuriamientos un principio para que fuera destroza-
Caicedo es muy diciente. "Este libroya da por el estado y el capital en sus
y velocidades juveniles y a lentitudes y limitaciones
de la vejez, marcan el calendario del vivir... Elpuer operaciones alquímicas de corte y de
nos hace sentir que en la adolescencia hay una velo- de descenso... Muchas veces el descenso sucede
separación, o luego como partícipe o
cidad mental que ... hace posible que el hombre apren- bruscamente ...", pp. 86 y 87.
cómplice, gracias a la mimesis varo-
da lo que tiene que aprender a esa edad. Se estudia 27. Kiley, Dan. El Síndrome de Peter Pan. Buenos
nil, de un capitalismo salvado por la
como una velocidad en la conciencia que permite ha- Aires, Javier Vergara Editor, 1985 (1983).
incorporación de la mujer como sím-
cer las I11CI!ltiplesconexiones que son el deleite, el 28. Así la denominaban algunos conservadores de los
enriquecimiento, la embriaguez y la fantasía del ado· años sesenta en alusión al pediatra Benjamin Spock, bolo del deseo o como fuerza de re-
lescente y que produce la maravilla, casi el éxtasis, caracterizado por una perspectiva liberalen la educación producción de sus cadenas.
de que en la velocidad mental el Puer llegue a tanta- del niño, todo lo opuesto a la forma como el padre de Si recordamos la historia, la mu-
sear que tiene "el mundo en la mano", pero también Shreber había educado a su hijoparanoico en la segunda jer inventó la casa, como lo dice el
que vea a los hombres de mayor edad como lentos, nitad del siglo XIX o a la manera del padre de Kafka o 31
sociólogo George Simmel , pero el
caducos, incapaces. Aquí ya sentimos el problema al modo de aquel lema que decía que "la letra con sangre
más inmediato del Puer cuando aparece muy pclari- entra", lema no ajeno a la viok!ncia colombiana. Ver
Spock, Benjamin. Tu¡'¡o. Ediciónrevisada y actualizada 30. Página cinco.
zado: que es trer.Jendamente inconsciente del Sénex, el
otro polo que lleva adentro, y tan i1consciente es, que del libropara padres más leído del mundo. Buenos Aires, 31. Simmel, George. Cultura Femenina. Filosofía de
por lo genr,'allo proyecta ... La naturaleza del Puercon· Javier Vergara Editor, 1989. La primera edición fue jrs- la coquetería. lo masculino y lo femenino. Filosofía
lleva el vue~1,el desasirse. Una concepción del vuelo del tamente en el año del fin de la guerra, 1945. de la moda. México, Espasa Calpe, 1961 (sexta edi-
Puer, ya hec:-'o arte, nos la da El Pri1cjJito... El Puer 29. Los conceptos en cursiva son tomados del libro ción, primera en español en Revista de Occidente,
Aetemus vivo iloy su época de oro... Para que las velo· de Jung, Karl. Aion. Zürich, Rascher Verlag, 1952, 1934). Textos Traducidos de: Philosophische Kultur:
cidades del Puer toquen tierra tiene que darse unproceso pero aplicados a una época. Gesammelte Essays. Leipzig, Loener, 1911.

REVISTA
COLOMBIANA
DE PSICOLOGIA 135
DOSSIER

hombre introdujo la espada, la rueda, ben de su poder como magia blanca alopatia consideraría la drogadicción'
el estado y la guerra, lo cual es toda o negra, es prueba de que el corte como una enfermedad del individuo
una redundancia. Si la Odisea es una mortal y el agónico nigredo del capita- que debe ser curada con su erradica-
obra mltica y epopéyica y por lo tanto lismo puede ser insoportable para ción por otros medios, la cárcel o el
es un paradigma que permanece y re- muchos sin el recurso al placebo de hospital psiquiátrico.
toma a diferencia de la canción que un pharmakon distinto a estimulantes La segunda, la concepción ho-
pasa, como lo prueba su actualidad disfrazados como el trabajo, la acu- meopática -que ha sido la propia del
en el Ulises de Joyce (que a propósito mulación, la religión compulsiva, el esoterismo, pero que también es el
revive en los retazos urbanos de An- arte o el deporte. principio de las vacunas-, cura una
drés Caicedo), es porque trazó de Que la mayorla de las drogas enfermedad con una cierta dosis (y la
modo magistral esa parábola del exi- sean nombradas con un género feme- proporción es definitiva) de aquello
lio guerrero del hombre que se aven- nino tampoco extraña, si se tiene en mismo que es veneno o que enferma,
tura en las lejanlas y que vuelve con- cuenta que ellas, salvo algunas como bajo el supuesto de que las defensas
vocado por la nostalgia al eros que el LSD, son productos de la madre tie- se fortalecen en la lucha contra la mis-
habla dejado en la madre tierra. Del rra y que su misteriosa y alucinada ma fuente del mal. Una concepción
hombre en la tradición, el alejarse de convocatoria se hace, sin que se sepa homeopática estimaría la drogadic-
la casa en la aventura guerrera. De la acaso, en nombre de una aventura que ción como un sintoma de la enferme-
mujer en el patriarcalismo, el perma- tiene por fin suprimir la aventura: la dad, ya no del individuo, sino de la
necer en la casa, urdiendo como Cli- aventura de la guerra, pero también la misma sociedad y se empeñaría en
temnestra o como Amaranta el velo aventura que ha producido la riqueza curarla con una dosis del mismo mal,
de la boda o de la muerte, que se con- pero a la vez enajenación planetaria. la enajenación alucinatoria, hasta que
funden en la misma operación de Por lo demás, hay una perfecta la sociedad repare en que es ella mis-
Scherezada que ensartaba un cuento simetria entre canción, instantánea, ma patológica y enajenante.
con otro para evadir la muerte. publicidad, fiesta y droga. Esta es Si es preciso detenerse tanto en
, De modo que la reunión de ca- equivalente a aquellas en la brevedad esta fenomenología de la droga es
sas en una ciudad es la promiscuidad o fugacidad, lo mismo que en la inten- porque en la novela de Andrés caíce--
de lo femenino y de lo masculino, de sidad. En todas estas dimensiones do está sugerida su traza, mucho an-
la guerra y del sexo, del estado y de hay algo de instante que se quiere ha- tes de que irrumpiera en la conciencia
la intimidad. cer perdurable o eterno. Se trata en pública nacional e internacional, por
todas ellas de una temporalidad que lo demás en lo que fue no la primera,
se anula a si misma por su impulso sino por lo menos la tercera ola o el
fL Pl-1ARMAKON trascendente. No ocurre de modo dis- tercer regreso de la droga, puesto que
tinto en la mayoria de las drogas, que el signo anterior habla sido en los fi-
¿ Qué tiene que ver con ello la provocan una euforia que es pasaje- nales del siglo XIX -recuérdese el epi-
"herolna"? La misma Odisea ofrece ra, pero que se experimenta con tal sodio de Freud con la cocaína- y éste
una respuesta. Asl como las sirenas intensidad que el adicto busca su re- a su vez habia sido un eco de la afi-
ejerclan un encanto trágico, una subs- petición o redundancia, pese a que ción por el opio de los románticos de
tancia, el loto, ofrecla a quien lo co- sabe de antemano el efecto de disfo- fines del siglo XVIII (Newton lo toma-
miera, a los lotófagos, un contento tal ria o de depresión que sigue a aquella. ba en la solución de láudano, como
que lo inmunizaba contra todo "he- Si las expresiones sefialadas son re- Coleridge o Thomas de Quencey), re-
roismo". lativamente equivalentes, la droga es currencias o ciclos que como se ve
Los comedores de loto simboli- en buena medida tanto placebo, como parecen ser finiseculares.
zaban en la epopeya a aquellos que exutorio. No deja de ser toda una ironia
desistieron incluso del regreso, que En el fondo, lo que presencia el que la droga haya hecho su camino a
cortaron toda relación con la nostal- mundo contemporáneo frente a la los Estados Unidos a través de los
gia, que por la aventura de la droga droga no es más que una lucha entre poetas beatnik, como fue el caso de
olvidaron toda otra aventura. una concepción alopática y una ho- Burroughs en su viaje al Putumayo en
Que drogas en distintas modali- moeopática. La alopatía se refiere a busca de Yagé; luego a través de los
dades como el opio, la morfina, la he- aquellas drogas que curan por una in- cuerpos de paz y de los soldados nor-
rol na, la marihuana y la coca se hayan fluencia externa y distinta: a excep- teamericanos estacionados en Viet-
extendido en diversos momentos del ción de las vacunas, la mayorla de la nam; y más adelante, en un momento
capitalismo, desgajados del uso y del medicina contemporánea opera por quizás decisivo, a través de los juegos
control ritual de los indlgenas que sa- drogas alopáticas. En este caso, la panamericanos y de la atracción que

No. 4 AÑO MCMXCV

136 U. NACIONAL DE COLOMBIA


BOGOTA,D.C.
GABRIEL RESTREPO REMOLINO Y VERTIGO URBANOS

ejercieran los Estados Unidos a una memoria de Rafael Chaparro Madie-


inmensa población del occidente co- do?
lombiano, que al migrar llevó salsa y Porque Rafael Chaparro Madie-
trajo rack y en muchos casos cargó en do es Andrés Caicedo revivido. Por-
sus maletas con algo más que salsa, que también Chaparro Madiedo fue
el mismo atractivo que sumió a los lo- otro ángel caído, de aquellos que pre-
tófagos en un sopor que los desco- cursara el poeta Rimbaud, que en una
nectaba de un viaje hacia otra tierra. sociedad con un culto fatuo, superfi-
De todo ello es indicio Que Viva cial y engañoso al Puer aetemus, al
la Música, un curiosísimo caso de niño eterno, se rozó para destilar
trasvestismo, pues Andrés Caicedo como alquimista el vértigo de la ciu-
se mimetizó como la heroína para ex- dad, narrado con semejante humor al
presar, como en una canción o en una de Caicedo en su novela Opio en las
34
película, la voz dolida de un pueblo. Nubes .
Un trasvestismo literario que, pese a Vendrán otros Caicedo y otros
ser ficticio, arriesgaba a catalizar el Chaparros Madiedos: la fatalidad nos
odio que la transgresión sexual con- ha acostumbrado a la reviviscencia
lleva en una sociedad tan reprimida del drama, que se libra en cada joven
como la nuestra. Con ello asumió la de los barrios de las ciudades de Co-
trágica condición del pharmakon vivo, lombia. Alguien en algún año tan leja-
aquel en el cual se encarna la ira y la no como el 2.050, cuando el mundo
violencia de la sociedad. acaso se arrope bajo el signo de la
lentitud y equilibre el vértigo del Puer
aetemus con la lentitud y sapiencia
CODA del Senex se asombrará quizás al re-
parar lo que nosotros sumidos en el
En las páginas finales de la no- instante no podemos atisbar: el trance
vela, la heroína o la mona dice: "pues histórico, planetario y tal vez cósmico
muy pronto me tragará esta noche y -¿por qué no?- también cómico que
que ha visto nacer mi relato, y no quie- nos cupo en suerte como marco no
ro ~ue a todo esto lo apañe el olvi- digo para vivir, sino tal vez para sobre-
do" 2. Fue ese como se sabe el propio vivir. Apresurar tal asombro forma
y prematuro destino de Andrés Caice- parte de la lucidez de quienes hoy pa-
do, posesionado de la escatología de recen sepultados en vida, en una es-.
su protagonista. pecie de catalepsia 'I'
Noche y olvido, tinieblas lumino-
sas, la misma muerte en la cual se ha
sumido esta porción del iluminado tró-
pico, tan ciego a veces en cuanto a
claves de su ilustración. Pero como a
Andrés Caicedo y como a Rafael Cha-
parro Madiedo hay que evitar que al
país lo apañe el olvido y lo cubra la
sombra. Es preciso revelarlo en la os-
33
curidad, devolverlo a la luz .
¿Por qué he dedicado estas re-
flexiones sobre Andrés Caicedo a la

32. Págma 171.


33. iNo hubiera podido imaginar cuando escribla es-
tas lineas que un mes más tarde deberla dedicarlas
a Humberto Peña Taylor! Ello muestra cuán incierta 34. Chaparro Madiedo, Rafael. 1992. Opio en las
es la vida, cuán segura es la muerte en esta Colombia. Nubes. Bogotá, Colcultura.

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COLOMBIANA
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