Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
La Sampablera ................................................................................................................... 15
Bibliografía ............................................................................................................................ 17
La Aldea de San Pablo
San Pablo, una de las parroquias desaparecidas de Caracas, muestra un espacio perdido
de la memoria de los caraqueños, actualmente poseemos una colección consistente en los
restos humanos, tiestos cerámicos, materiales constructivos, entre otros; de una
comunidad que formó parte de la sociedad caraqueña colonial y republicana, a través de
la cual se ha podido reconstruir parte de la vida cotidiana de esta parroquia y de sus
habitantes a lo largo de la historia.
Por la epidemia de viruela se encomiendan los feligreses a San Pablo y fue tan eficaz,
cuentan las crónicas, que milagrosamente comenzaron a experimentar la sanidad, y como
muestra de devoción decidieron erigir un templo en su memoria, siguiendo la tradición de
visitarlo y rendirle homilía cada quince de enero.
Esta iglesia estaba situada a siete cuadras de la Catedral hacia el sur. Se componía de dos
naves: una grande y otra pequeña; en la grande se halla la Capilla Mayor con su retablo y
sagrario dorado. Al lado del Evangelio: Altar de la Santísima Trinidad y Altar de Animas. Al
lado de la Epístola: Altar de San Pablo, en la nave pequeña Altar del Santo Cristo de
Nuestra Señora de la Caridad; Altar de Nuestra Señora del Carmen; Altar de Jesús
Nazareno. La iglesia de San Pablo, consistía de una sola nave central y una nave de capillas
más pequeña y estrecha. Esta última nave incluía una torre de dos cuerpos que posterior a
su construcción, separaba la iglesia del hospital del mismo nombre, el baptisterio, la
sacristía y su antesala. Además de los altares del Santo Cristo, Nuestra Señora de la
Caridad, Nuestra Señora del Carmen y Jesús Nazareno.
Real Hospital de San Pablo
En cabildo abierto, se produjo la elección del santo a quien se le consagraría la recién
fundada ermita, quedando Pablo El Ermitaño seleccionado. No obstante, luego de paliada
la peste la ciudad dispone de mantener el hospital para atender a los pobres y
desamparados.
Se agregaron así uno o dos aposentos a la ermita, donde con el tiempo habitaban un par
de hermanos de la congregación de San Juan de Dios: En abril de 1620 Pedro Cerrato
declaraba en un juicio que Juan Arias atendía en dicho hospital, y “… le conoció así mesmo
traer el hábito del señor San Juan de Dios en el hospital desta dicha ciudad, que es el de
señor San Pablo".
Lo cual indica que el hospital de San Pablo se regía entonces por la regla de la orden de los
hospitalarios de San Juan de Dios, quien de hecho no era oficialmente santo para la fecha
de la declaración. Fue canonizado diez años después, en 1630.
Desde España los reyes católicos, ordenan que los hospitales deban ser creados en los
poblados de las indias, bajo la supervisión de las iglesias, por lo que deberían estar cerca
de las mismas.
Ya para finales del siglo XVI, se establece el primer hospital, denominado Hospital de los
Reies (1589-1597), bajo las órdenes del Gobernador y Capitán General don Diego de
Osorio. El hermano Pedro de San Juan y Martín Rolón, fueron los que adquirieron el
terreno (1597), donde posteriormente se asentaría el primer nosocomio efectivo de la
ciudad, en conjunto con una ermita, con el que atendían a los habitantes de esta
comunidad.
Esta institución, que era exclusivamente para la atención de hombres indigentes, fue
erigida al sur de la ciudad, al lado del Templo de San Pablo, donde se encontraba el
Nazareno de San Pablo, y separado del mismo por una torre de dos cuerpos, limitando al
este con la iglesia, al sur con casas y fábricas particulares, al oeste con el hospicio y
hospital de mujeres, que se construyó posteriormente, y al norte con una plaza homónima
con su respectiva fuente de agua, todo lo cual ocupaba una manzana casi completa. =J=
El hospital fue abocado para los enfermos pobres, y en 1690, se aceptaban presidiarios,
soldados de La Guaira y a la gente de mar, y finalmente en 1777 se transforma en un
hospital cívico-militar.
En 1685, comienza a limitar con su pared oeste por el hospicio y hospital de la Caridad,
fundación auspiciada con la riqueza de María Marín de Narváez y es don Pedro Jaspe de
Montegro, quien idea el proyecto y realiza la construcción de esta edificación, limitando al
oeste con la quebrada de Catuche. El hospital abría sus puertas para mujeres de la mala
vida y otras pecadoras, y en última instancia fungía como galera (cárcel de mujeres), eran
atendidas y reconducidas nuevamente por el camino del cristianismo. Ambos hospitales
estaban fabricados con los materiales de rigor cal, canto y tapias.
El hospital de San Pablo o Real Hospital de San Pablo, fue atendido en el primer siglo de
función por la Orden de la Capucha, una congregación de hermanos que hicieron voto de
pobreza, y fueron los encargados de administrar el hospital y auxiliar a los enfermos,
constatando el hecho que el nosocomio era dirigido por una orden eclesiástica.
A mediados del siglo XVIII, se comienza a utilizar el lado sur del hospital como cementerio.
Este hecho es concatenado a la crisis epidémica de viruela en 1778, que tuvo una mayor
afectación en la población indígena, iniciando al manejo del terreno como camposanto, de
acuerdo a las directrices reales que solicitan que los lugares de reposo mortuorio fueran
aledañas a los templos eclesiásticos “Por las Constituciones sinodales del Obispado de
Caracas, aprobadas por el soberano español en 1698, se ordenó que los cementerios,
estuvieran al lado de las Iglesias parroquiales”.
El hospital del poblado de San Pablo, obtuvo un renombre dentro de las dependencias
capitalinas, ya que se encargaba de unciones vaporizaciones mercuriales para tratamiento
de la sífilis, tratamiento para los “Eticos” o pacientes tuberculosos (Conocida como Fiebre
Héctica para la época) y existía la llamada sala de San José, para los enfermos de viruela.
En el edificio se contaba con una sala para presos o reos de Estado. También se recibía al
personal militar, esta sección para 1757, para la atención de los batallones de Veteranos
de Caracas, de Milicianos Blancos y el de Pardos, llegándose a conocer como el Hospital de
Caridad de San Pablo y Tropa, habiendo absorbido todo el edificio, para 1802, pasando a
ser conocido como el Hospital de Militares.
Ambas edificaciones, el templo de San Pablo y el hospital, fueron afectados por múltiples
desastres, en 1641 ambos quedaron derruidos por un terremoto e igualmente afectados
por el terremoto de 1812, desolados por las guerras de independencia y finalmente, tanto
el templo como los restos del edificio que sirvió al hospital San Pablo fueron demolidos en
1876, durante la presidencia de Antonio Guzmán Blanco, en el espacio ocupado por estos
inmuebles, se edificó el teatro epónimo del presidente, y que luego pasó a llamarse
Municipal.
Glosario médico de la época colonial
Nosocomio: Espacios para la recepción y cuidado de los pobres que padecen enfermedad,
el primero en Caracas fue ubicado en San Pablo.
Mayordomo: Personas llanas y abandonadas que trabajaban como administradores de los
hospitales coloniales bajo la Ley de Patronazgo Real.
Protomedicato: La primera Institución encargada de la administración de la salud pública,
y el control del saber y de la práctica médica y farmacéutica.
Facultativo: Personas curiosas y de buena disposición, que se instruían, para presenciar la
operación y poderla ejecutar, distinguir la verdadera de la falsa vacuna.
Sífilis: Enfermedad de trasmisión es venérea, ya existen en la época colonial, afectando
todo tipo de tejido.
Trepanación: Consiste en la perforación intencional del cráneo; la trepanación requiere
siempre una intencionalidad, horadar el cráneo.
Enfermedad de éticos o tuberculosis: El patógeno común, Mycobacterium tuberculosis se
presenta a causa de sus paredes celulares, y cuyo proceso infeccioso avanzado, la
tuberculosis provoca la descomposición de los pulmones.
Viruela: Es la enfermedad más mortal de la época, transmitido por el virus Variolamajor,
los síntomas son fiebre, dolor de cabeza, dolor de garganta, erupciones cutáneas (llagas y
pústulas), en todo el tejido mucoso, por lo que afectaba las zonas labiales, nasales y
cartilaginosas. En los años 1606, 1635 y 1692, fueron los episodios más mortíferos de este
enfermedad que asolaron en Venezuela (Archila, 1961).
Lepra: El patógeno, la Mycobacterium lepra, entra y contagia al paciente por la piel, hasta
afectar el esqueleto humano, está enfermedad está presente en la historia venezolana ya
en la época colonial.
Osteoporosis: Enfermedad metabólica, que se expresa en la pérdida de minerales de los
huesos (deosificación o reducción de la masa ósea).
Caries: Enfermedad infecciosa y transmisible, en donde la destrucción progresiva de la
estructura dental se inicia a partir de una actividad microbiana.
Sarro: Capa insalubre por la falta de limpieza en la boca, y la dieta alimenticia, que puede
causar la caída de los dientes afectados.
Método Hipocrático: Los cuatro ‘humores’ -sangre, flema, bilis negra (‘melancolía’) y bilis
amarilla- constituían la base de esta teoría médica. Cada uno de estos humores tenía su
‘complexión’: la sangre, caliente y húmeda; flema, frío y húmedo; la bilis negra, fría y seca;
y la bilis amarilla, caliente y seca. De allí que, los individuos, e incluso las enfermedades,
las medicinas, los alimentos y la mayor parte de las cosas tenían una complexión. En
términos generales, había cuatro factores que determinaban el grado de “calidez” o
“frialdad” de un alimento: el origen (lo vegetal es más “frío” que lo animal), la edad (a más
joven, más “frío”), el tamaño (cuanto más grande, más “cálido”) y el hábitat (el animal
terrestre era más “cálido” que el acuático) (Foster, 1980: 125 citado en Escudero, 2008:
17).
La Aldea sube el telón
Durante el septenio del presidente Antonio Guzmán Blanco, el Ilustre Americano, se
construyeron múltiples edificaciones con la intención de manifestar en la ciudad, la capital
de la ilustración y concretar su sueño de la pequeña Paris. Los mejores especialistas
diseñaron obras para crear iglesias, plazas, vías, parques, y en la cima, un teatro en su
honor.
Los materiales para la construcción y el mobiliario del Teatro Guzmán Blanco fueron todos
importados de Inglaterra y Estados Unidos, siendo la única materia prima de Venezuela la
cal que se extraía de La Vega. Sin embargo, debido a los retrasos en las obras, se destituye
del cargo al Ing. Ricard y se elige al Ing. Jesús Muños Tebar, introduciendo cambios
estructurales en la edificación.
A comienzos del año de 1880, el teatro estuvo prácticamente terminado para ser
decorado y amoblado en sus diferentes espacios, lo que se inició trayendo al edificio los
objetos que se almacenaban en distintos lugares de la ciudad: Luis Tartaret conservaba,
desde 1877, en el iglesia de Santa Teresa las decoraciones de óperas traídas por él desde
Francia, además de gran parte del mobiliario que Juan Luis Aldrey había traído desde
Estados Unidos, con la promesa de terminar esta obra a finales del año.
En 1930 se llevó a cabo una remodelación importante bajo la dirección del ingeniero
Ricardo Razetti: se hicieron cambios a nivel de entrepisos, se construyó otro sótano con
una puerta para dar acceso a las escenografías, se cambió toda la decoración interior, se
cambiaron los vidrios de colores de las ventanas por vidrio blancos escarchados, se
ampliaron las fotos de orquesta y se diseñó una superficie pictórica para el plafón en
papel, por el artista venezolano Suárez Borges.
Con las excavaciones de 1994, bajo la tutela de los doctores Mario Sanoja e Iraida Vargas,
se rescataron elementos de cultura material que forman parte de la colección del Teatro
Municipal, sin embargo, la colección no se resguardó ni se hizo un estudio investigativo
posterior, por lo que se pierde el valor que se le reconoce dentro de los calificativos de
valor socio-cultural, del carácter estético, la propiedad histórica y la característica
simbólica que les compete.
Con base a los estudios arqueológicos del proyecto de restauración integral del Teatro
Municipal en el año 1994, la antropóloga Iraida Vargas plantea cuatro fases constructivas
para el sitio de la aldea de San Pablo, de acuerdo a la intervención humana del entorno
natural.
La primera fase o fase constructiva (1590 y 1630).
Fundación de la aldea de San Pablo. Aldea que surge en primer lugar como espacio
destinado a la agricultura y la cría de animales y en segundo lugar como puesto de
vigilancia con un puesto de alcabala y puesto defensivo de la ciudad recién fundada.
En esta fase se construyo entre 1589-1597 un hospital, conocido como el Hospital de Reis
o el hospital de los Reyes, el primero de Caracas, al parecer sucesor del Hospital de San
Pablo, que existió en el lugar a partir del siglo XVII, junto a la Ermita del mismo nombre.
Así que en esta fase existió la vecindad de la ermita junto al hospital, así como la
estructura militar, al estilo de un “Reducto”, que serviría de refugio a la población
caraqueña, relativamente autosuficiente.
Para las primeras décadas del siglo XVII existía un complejo de estructuras de San Pablo
que incluía el hospital, la ermita y una unidad de apoyo, donde se procesaban y cocinaban
los alimentos que se consumían, tanto del hospital como de la ermita. Y es a partir de este
núcleo constructivo que se desarrollaría la estructura posterior del hospital. Marcado por
la erección de edificios con muros de piedra y de tapia. Es una fase de consolidación del
Conjunto San Pablo.
Para 1742, de acuerdo a la Real Cedula del 21 de septiembre del año en cuestión, se pedía
recuperar y reparar el Hospital de San Pablo, así como aumentar el número de camas. Por
lo cual se presuponía que las estructuras estaban en estado ruinoso y era necesario una
ampliación del mismo.
Esta fase estaría relacionada con la remodelación y ampliación de la aldea de San Pablo.
Para ello se emplean novedosas técnicas constructivas en las edificaciones, como la
técnica del canteado de la piedra, cimentadas con tierras y apuntaladas con guijarros
naturales. Para finales del siglo XVIII, las edificaciones alcanzaron las dimensiones que se
detallan en el plano de 1772. Estas trabajos de remodelación de la iglesia San pablo y su
hospital, logran independizar físicamente las dos edificaciones, las que antiguamente se
comunicaban, separando las funciones de ambas instituciones
Iraida Vargas: Las excavaciones en sí del Teatro Municipal las realice yo en el año
1995, porque en el de 1994 excave en el Teatro Ayacucho y recuerdo que Mario
Sanoja estaba excavando en la Escuela José Ángel Lamas mientras yo excavaba San
Pablo.
2 ¿Cómo se organizó el trabajo arqueológico dentro del proceso de restauración del
Teatro Municipal?
Después fue que se armó el equipo de antropología física, con Maryorit Pacheco a
la cabeza de un grupo de estudiantes, Gerardo Mancini, María Elena Galizia, Paula
Pizani
4 ¿En base a lo encontrado podemos reescribir la historia de Caracas y de este
espacio en base a los vestigios encontrados?
Si, por supuesto, es decir, cuando nosotros decimos que había un reducto, es
porque nosotros logramos con las excavaciones determinar que se trataba de un
reducto de manera real. Un reducto se entiende que es una estructura compuesta
por una iglesia, un hospital, un cuartel y fortificaciones, eso es un reducto.
Los resultados están abalados por los vestigios encontrados, además del uso del
dato etnohistórico que nos ayuda a entender lo encontrado, tanto las estructuras,
las colecciones y los materiales constructivos y las fases constructivas.
5 ¿Cuáles fueron la estructuras encontradas durante la excavación, podemos
establecer la evolución del lugar a nivel de la reconstrucción urbana e histórica?
Era fácil de realizar la musealización, se hacían unas escaleritas para entrar al área,
desde donde está el Palco Presidencial e inmediatamente te encontrabas con las
ruinas y seguías el contorno del teatro. Lo primero que te encontrabas eran las
ruinas del hospital real de 1721 aproximadamente, luego se ven unos muros y las
divisiones del cuarto del practicante, donde encontramos una colección de vidrio….
Ayyy Dios mío que maravilla¡¡¡¡
8 ¿Algún dato interesante sobre este espacio patrimonial?
Mario Sanoja: Hay que decir que el arquitecto francés Esteban Ricard, quien diseño
el Teatro Municipal, salvó las ruinas de la aldea de San Pablo, gracias a ese diseño.
El teatro se construyó como un palafito, o sea esos muros o estructuras fueron el
sostén o apoyo, donde se sostienen las paredes del mismo. El croquis se asemeja a
un instrumento de madera de cuerda, como una guitarra. Y la misma no es de
ladrillo, es de madera, tela, barro y caña, son unas paredes ligeras.
Muchos años después, cuando la vieja iglesia de San Pablo el ermitaño, fue demolida y en
su lugar el presidente Guzmán Blanco construye el Teatro Municipal, para el año de 1948,
durante los trabajos de construcción de la avenida Bolívar se demolió algunos fragmentos
de lo que fue la plazoleta que entornaba al Municipal se encontró un fragmento de lápida
de una tumba, donde se podía leer LAM, con la idea que era un trozo de mármol funerario
del compositor, recogiéndose los huesos de la tumba contenida, sin embargo los restos no
aparecieron luego para ser sepultados, perdiéndose los mismos.
La imagen del Nazareno de San Pablo, ícono que actualmente se encuentra en la Iglesia de
Santa Teresa, devoción de todos los caraqueños. Es una talla en madera de pino de
Flandes de Sevilla, de autor desconocido. Fue traída a Caracas, a la ermita de San Pablo el
ermitaño, de ahí su nombre de Nazareno de San Pablo, y consagrada por Fray González de
Acuña, el 4 de julio de 1674. La talla es la representación de Cristo cargando la cruz
vestido de color morado, camino a la crucifixión.
Son muchas las leyendas que desde el inicio se han asociado a esta imagen, una de ella
está relacionada a una de las tantas epidemias que azotaron la ciudad. Para ese entonces,
así reza la leyenda, que en un lugar cercano al templo de San Pablo existía un limonero, y
mientras sacaban en procesión al Nazareno, en solicitud de los feligreses por la epidemia
del vomito negro que afectaba la ciudad, y mientras pasaba la figura por el limonero, un
racimo de limones cae, los devotos lo recogen y fue dado a los enfermos como medicina,
quienes prontamente sanaron.
Esta imagen estuvo hasta 1880 en el templo de San Pablo, cuando Guzmán Blanco ordenó
la demolición de la aldea de San Pablo, para levantar en el lugar el Teatro Municipal,
inaugurado en 1881, al tiempo que ordena la construcción de la Basílica de Santa Teresa
en honor a su esposa, trasladando el Nazareno de San Pablo a dicho templo.
La Sampablera
Este es un vocablo que se origina en Caracas y están referidos a los sucesos acaecidos el 2
de agosto de 1859, en el inicio de la guerra federal, frente a la plazoleta de la ermita de
San Pablo, donde se veneraba al Nazareno, histórica imagen que todos los años encabeza
la liturgia capitalina el Miércoles Santo.
Aquiles Nazoa en su libro Caracas física y espiritual contó que la confusión que reinó entre
los bandos de los conservadores y los federales, presentándose un combate de aspaviento
y alharacas. Del cual se origino la palabra caraqueña sampablera, que designa alteración
masiva del orden.
Tal suceso, tenía que ver con el jefe Federal Pedro Vicente de Aguado, quien dominaba el
territorio de La Guaira y marchó con sus tropas hacia Caracas, esperando ser recibido con
júbilo y vítores por los caraqueños. Sin embargo, tuvo la ingrata sorpresa de ser recibido a
fuego cerrado en una escaramuza en la plaza de San Pablo, donde actualmente se
encuentra el Teatro Municipal.
Una de ellas fue la creación en las Indias de las Casas de Arrepentidas, instituciones de
beneficencia donde se confinaban a las prostitutas con la finalidad de alejarlas del pecado
por medio del aislamiento y la religión.
El inmueble de la casa fue construido al lado del hospital de San Pablo, en donde hoy se
encuentra el Teatro Municipal, entre las esquinas de San Pablo, Municipal y Reducto, tal
como se evidencia en la Real Cédula del 30 de diciembre de 1697 y luego en 1772 cuando
el Obispo Mariano Martí en su visita Pastoral a la ciudad de Caracas, hace referencia al
hospital de San Pablo y el hospicio de mujeres los cuales se encontraban contiguos a la
iglesia de San Pablo.
La Casa de Recogimiento de Caracas funciono desde su fundación hasta mediados del siglo
XIX
Para 1641, tanto la iglesia como el hospital fueron destruidos por el nombrado terremoto
de San Bernabé. El regidor Domingo de Vera Ibargoyen en 1662, manda a construir de
nuevo el templo y su hospital, en el mismo lugar. Edificaciones que se conservaron con
sus respectivas ampliaciones hasta 1812, cuando ocurre el otro terremoto que devasto la
estructura.
Bibliografía
LANDAETA, M. (1906). Los Cementerios de Caracas desde 1567 hasta 1906. Biblioteca Luis
Ángel Arango del Banco de la República Colombia.
NAZOA,Aquiles (1977) Caracas física y espiritual. Caracas. Consejo Municipal del Distrito
Federal.