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2018

Universidad privada
domingo savio
Ventana operacional-asentamiento de
tuberías de explotación

Grupo #4

Integrantes:
Renzo Ramírez
Crhistian moore
Jeaneth tapia
Sandro
Introducción.-

Los problemas de estabilidad e hoyo tienen lugar cuando los esfuerzos en las
cercanías del hoyo exceden la resistencia de la roca. Para prevenir este problema,
debe existir y mantenerse un balance entre los esfuerzos y la resistencia de la roca
durante toda la perforación del pozo.

La columna de material rocoso y fluidos extraída durante la perforación no solo


induce nuevos esfuerzos, sino también modifica las presiones del hoyo.
La estabilidad del pozo se considera, cuando el diámetro de este, es el mismo que
el de la barrena con la cual se está perforando. Por el contrario, la inestabilidad del
pozo se refiere a las condiciones que originan fallas por compresión o por tensión
en la roca presente en las paredes del pozo. La mayoría de los problemas de
inestabilidad ocurren en formaciones con presencia de lutitas, puesto que, sus
propiedades varían significativamente de una zona a otra. Las fallas por
compresión, se generan debido a efectos químicos como la hidratación de arcillas,
que provoca aumento en la presión de formación (poro) y posteriormente
derrumbes y ensanchamiento del pozo. Mientras que las fallas por tensión, se
producen debido a efectos mecánicos que provocan fracturamiento hidráulico en
la formación, debido a que la densidad del lodo de perforación excede la
resistencia a la tensión de la roca. En general, la inestabilidad del pozo se
relaciona con problemas de atrapamiento de tubería, derrumbes o colapso del
pozo, pozos esbeltos, desviación no programada del pozo, entre otros. Si los
cambios de los esfuerzos inducidos por las operaciones de perforación o
Producción no se anticipan, los desafíos y costos que implica el manejo de un área
prospectiva pueden exceder de manera significativa las expectativas iniciales de
un operador.

De igual manera la determinación de las profundidades de asentamiento está en


función de las condiciones geológicas a perforar. El criterio de selección de la
profundidad de asentamiento varía de acuerdo a la función específica de cada
sarta de Tubería de Revestimiento.
Las TR’s representan una considerable porción del costo total del pozo, que varía
entre el 15 y 35 % del mismo, por lo tanto cualquier reducción en el costo de los
tubulares puede generar ahorros sustanciales en el costo total del pozo.
Ventana operacional de un pozo.-

La ventana operativa nos dice si podemos perforar o no un pozo, es el área definida


principalmente por las curvas de presión de poro y el gradiente de fractura. (Fig. 1)

Las siguientes dos curvas en las que consiste la ventana operacional son el esfuerzo
mínimo (cierre de las fracturas inducidas, y límite de rompimiento, pérdida total de
circulación). Estas cuatro curvas permiten definir las densidades de lodo y
asentamiento de tubería de revestimiento óptimo, que garantice la integridad
mecánica y el gradiente de formación suficiente para la planeación de cada etapa.

Los estudios geo mecánicos nos ayudan a determinar la ventana operacional,


pueden ser tan sencillos o complejos dependiendo de la información con la que se
cuente pero al final se debe generar la curva de colapso de la formación (Fig. 2). La
relación entre la curva de colapso de la formación y la presión dentro del pozo
determina la presencia de cavernas, cierres de pozo, atrapamientos de sarta, y
fractura de la formación entre otros fenómenos.
La ventana operacional de perforación se construye considerando el producto de la
combinación de los gradientes de ovalizacion y fractura y un factor de seguridad,
como datos clave para prevenir la iniciación de las fallas de corte y fracturas durante
las actividades de perforación. (Fig. 3)

Una de las formas de mantener el pozo en la ventana operacional es con el fluido de


perforación, que está limitado por dos fronteras (Fig. 4):

Frontera superior: Es la presión que causa la falla de tensión que origina la pérdida
de fluido de perforación. La frontera es estimada desde el campo de esfuerzo en sitio
representado por un gradiente de fractura o presión máxima determinada. La máxima
densidad del lodo es la que se crea una presión de poro que supera la suma de las
resistencias a la tracción de formación y el esfuerzo tangencial en la pared del pozo.

Frontera inferior: Presión requerida para proveer el esfuerzo de confinamiento, el


cual es removido durante la perforación. El esfuerzo de confinamiento promueve la
creación de una zona plástica y previene la falla de corte. La frontera es estimada
desde el campo de esfuerzo en sitio. La presión mínima de lodo es la que crea un
gradiente de presión de ovalizacion por ruptura de la pared del pozo.
En el siguiente esquema (Fig. 5) se tiene el gradiente de ovalizacion por ruptura de la
pared del pozo y fracturamiento mostrando la densidad estática equivalente ESD y la
densidad de circulación equivalente ECD. La estabilidad del pozo se consigue
cuando la ESD y la ECD se mantienen dentro de la ventana segura (barra verde).

Si la densidad de lodo está por debajo de la presión de poro o por encima de la


presión de fractura, el pozo puede colapsarse o la formación fracturarse
respectivamente, los cuales constituyen condiciones severas de pérdida de control
de pozo.

Presión de Formación (Poro)..-

Es la presión, a la cual se encuentran confinados los fluidos dentro del espacio


poroso, está en función de los fluidos de formación y de las cargas que este
soportando.
Para entender el mecanismo de generación de la presión de formación o de poro,
se deben considerar los eventos geológicos del área de estudio.
La figura 1.12, muestra un ejemplo, de generación de presión de poro para un
ambiente deposicional deltaico, donde los sedimentos fueron depositados de
manera lenta. En un inicio el material dentrítico, era acarreado por el rio como
partículas en suspensión, hacia el mar. Las partículas en suspensión que
precipitaron y depositaron, formaron a profundidades someras un sedimento poco
compacto, no consolidado, con porosidad y permeabilidad alta; el agua de mar al
estar mezclada con estos sedimentos, genera una presión hidrostática. Al
incrementar la depositación de los sedimentos, el peso de las partículas sólidas es
soportada por el contacto grano a grano, de tal manera que no afecte la presión
hidrostática, por lo que, dicha presión, estará en función de la densidad del fluido
contenido en los poros. Como la depositación sigue incrementando, los
sedimentos previamente formados, se van enterrando cada vez más, provocando
que el contacto grano a grano incremente, de tal manera, que la roca se compacte
y la porosidad disminuya. Al incrementar la compactación, el diámetro de poro
disminuye, provocando que el agua confinada en los poros sea expulsada hacia
otras zonas a través del medio poroso permeable. A esto se le conoce como
equilibrio hidráulico. Como el fluido en el espacio poral sigue comunicado con el
agua de mar, se mantiene el equilibrio hidrostático y como consecuencia existirá
una presión hidrostática teórica en los poros (Trejo, 2009).
A la presión de formación, generalmente se le llama gradiente de presión.
Estrictamente no lo es, ya que el gradiente de presión se obtiene dividiendo la
presión de formación entre la profundidad. Sus unidades serán kg/cm2/ m o
lb/in2/ft (psi/ft).

Clasificación de la Presión de Formación..-

El tipo de presiones de formación que se encuentran en un pozo pueden ser


subnormales (bajas), normales y anormales (altas) (Busquet, 2014).
Presión de Formación Subnormal.-

La presión de formación subnormal, es menor que la presión normal, la cual se


define como la presión hidrostática que ejerce una columna de agua dulce a la
profundidad de interés. Generalmente esta presión se encuentra en zonas donde
la formación posee un alto esfuerzo matricial y alta porosidad (Trejo, 2009).
Los pozos con presiones subnormales, pueden requerir TR’s adicionales para
cubrir las zonas débiles o de baja presión cuyo origen pueden ser, factores
geológicos, técnicos o yacimientos depresionados por su explotación.

Presión de Formación Normal.

Es la presión hidrostática ejercida por una columna de agua de 80,000 ppm de


NaCl, cuya densidad es de 1.074 gr/cm3 =0.465 psi/ft. La tabla 1.6, muestra
gradientes de presión normal para diferentes áreas que han tenido una actividad
de perforación considerable (Trejo, 2009).
Generalmente, los pozos con presión normal no crean problemas para su
planeación. Las densidades de lodo requeridas para perforar estos pozos varían
entre 1.02 y 1.14 gr/cc.
Una técnica de identificación de la presión de poro normal, se realiza mediante el
análisis de las propiedades de la lutita medidas por los registros geofísicos (tiempo
de tránsito, resistividad, densidad y porosidad) así como la velocidad acústica y el
esfuerzo efectivo de la roca. Cuando estas propiedades se grafican con respecto a
la profundidad, y la presión de poro normal está presente, los perfiles de estas
propiedades mostraran las tendencias de la figura 1.14.
Presión de Fractura.-
La presión de fractura, se define como la fuerza por unidad de área necesaria para
vencer la presión de poro y la resistencia de la roca (esfuerzo matricial mínimo) es
decir es la presión, a la cual se presenta una falla mecánica de una formación,
originándose una pérdida de circulación. Estas presiones se pueden originar por
trabajar con lodos de alta densidad, cambios bruscos de presión, como el efecto
de pistón o mantener una presión arriba de la presión máxima permisible. La
resistencia de la formación a ser fracturada depende de la cohesión y solidez de la
roca y de los esfuerzos de compresión a los que esté sometida (Trejo, 2009).
Las formaciones superficiales solo presentan la resistencia presentada por la
cohesión de la roca, debido a esto, y la experiencia confirma que las fracturas
creadas en las formaciones someras pueden ser horizontales.
Sin embargo, a medida que aumenta la profundidad, se añaden los esfuerzos de
compresión de la sobrecarga de las formaciones. Esto es una razón que confirma
que la mayoría de las fracturas creadas en formaciones profundas son verticales.
Se ha observado que la roca generalmente se rompe a presiones menores que la
presión teórica de sobrecarga.
Se requiere conocer el gradiente de presión de fractura, para determinar la forma
en la que se ha de controlar el pozo, ya sea durante la perforación o durante la
terminación.

El gradiente de fractura sirve parara:


1. Determinar el programa de densidades de los fluidos de perforación y
control.
2. Determinar la profundidad de asentamientos de las TR’s.
3. Realizar el diseño de las tuberías de revestimiento.
4. Establecer los valores de densidad diferencial del fluido de perforación por
viajes (presiones de suaveo y surgencia).
5. Determinar las velocidades de introducción o extracción de tuberías al
pozo.
6. Planear la cementación de las tuberías de revestimiento.
7. Planear las operaciones de terminación y mantenimiento del pozo.
8. Cálculos de control de brotes.
9. Operaciones de lavado de pescados y manejo de pescantes.
Valores comparativos.
1. Los valores de presión de fractura mayores a la presión de sobrecarga
llevan a generar fracturas verticales.
2. Los valores de presión de fractura menores a la presión de sobrecarga
llevan a generar fracturas horizontales.
3. Generalmente la roca se rompe a presiones menores a la presión de
sobrecarga.

TUBERÍA DE EXPLOTACIÓN.-

Estas tuberías tienen como objetivo principal aislar el yacimiento de fluidos


indeseables en la formación productora y de otras zonas del agujero, también para
instalación de empacadores de producción y accesorios utilizados en la
terminación del mismo.
En el diseño de esta tubería se deberá tener especial atención, considerando
todos los elementos que intervienen en su programación.
Sus principales funciones son:

Aislar las formaciones o yacimientos para producir selectivamente.


Evitar la migración de fluido entre zonas.
Instalar empacadores y accesorios para la terminación del pozo.
Servir de aislamiento al equipo de control (cabezal) que se instalará para
manejar la producción del pozo.
MÁRGENES DE CONTROL SOBRE LA PRESIÓN DE PORO (MPP).-
Durante el movimiento de tuberías se producen cambios en la presión de fondo
que pueden ocasionar flujo de fluidos de la formación al pozo (brote), si no se
consideran estos efectos durante los viajes. Lo anterior hace necesario tomar en
cuenta un margen de control para el diseño del asentamiento de las tuberías de
revestimiento cuando se analizan por efecto de la densidad fluido de control. Este
El margen de control sobre la presión de poro estará conformado por la suma del
margen de viaje y un factor de seguridad.
Para estos márgenes es necesario realizar cálculos de las presiones de empuje y
succión en pozos de correlación o suponiendo una geometría conocida del pozo a
perforar. Esto se debe realizar a diferentes profundidades, en función de las
propiedades del fluido de control, la geometría del pozo y a diferentes velocidades
de viaje de la sarta de perforación en condiciones críticas (barrena embolada) y/o
diferentes velocidades de introducción de las tuberías de revestimiento. Sin
embargo, existen valores reportados en la literatura que varían entre 0.024 a 0.060
gr/cc para el margen de viaje (succión y empuje).
Además de estos márgenes, es deseable emplear pesos de lodo que ejerzan una
presión mayor a la presión de formación, por lo que se debe considerar un factor
de seguridad para la densidad equivalente del lodo a utilizar, de entre 0.024 a
0.036 gr/cc.
Asumiendo lo anterior, se puede definir el margen de control como la suma del
margen de viaje y el factor de seguridad dando como resultando valores entre 0.05
a 0.10 gr/cc sobre el gradiente de presión de poro. Los valores recomendados se
muestran en la siguiente tabla:
MARGEN DE CONTROL SOBRE LA PRESIÓN DE FRACTURA (MPF).-

Así mismo, se debe utilizar un margen de fractura por efecto de empuje durante la
introducción de tuberías o en el caso del control de un brote, por lo que se debe
reducir al gradiente de fractura pronosticado en el rango del margen de viaje
(0.024 a 0.060 gr/cc).
Este valor puede ser obtenido para cada área en particular de pozos de
correlación donde se hayan realizado operaciones de control de brotes, es decir,
la densidad del fluido para controlar el brote menos la densidad del fluido de
perforación antes de que ocurriera el brote. El valor recomendado es de 0.030
gr/cc.

ASENTAMIENTO DE LA TUBERÍA DE EXPLOTACIÓN.-

Aunque generalmente una tubería de explotación hasta la profundidad total


programada, se debe considerar que la premisa es asentarla a la profundidad
donde se permita la explotación de los intervalos definidos. Por tanto en la
graficación de los parámetros se deberá señalas la profundidad de los objetivos y
la profundidad total programada.
Puede existir el requerimiento de explotar o probar varios objetivos a diferentes
profundidades, pero se deberá solicitar la jerarquización de los mismos, para
establecer un solo, como objetivo principal; y para el cual la geometría
programada del pozo deberá priorizar los asentamientos de las tuberías de
revestimiento.
De acuerdo a las cuencas petroleras de México existen principalmente tres
posibilidades para el asentamiento de tuberías de explotación, de acuerdo a los
objetivos del pozo:
Pozos con objetivo jurásico (mesozoico)
Pozos con objetivo cretácico (mesozoico)
Pozos con objetivo terciario
Asentamiento para pozos con objetivo a nivel de jurásico
En este caso una TR de explotación se ubica al nivel de jurásico, a la profundidad
total programada, y otra en la base del cretácico, a la entrada del jurásico.

Asentamiento para pozos con objetivo a nivel de cretácico


Se programara una TR de explotación a la profundidad total programada, a nivel
del cretácico o en la cima del jurásico superior.
Una TR intermedia será necesaria a la cima del paleoceno o cretácico.

Asentamiento para pozos con objetivo a nivel de terciario


En principio, se programara una TR de explotación a la profundidad total
programada, la cual deberá cubrir el objetivo más profundo del pozo.
Para el caso de objetivos adicionales y más someros se deberá revisar la posición
de los mismos y en caso de ser necesario ajustar el o los asentamientos de las
TRs intermedias, para adicionar una o más tuberías de explotación.
Estas consideraciones deben ser revisadas y analizadas después de completar el
esquema de asentamientos convencionales.

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