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EVALUACIÓN DE MÉTODOS DE PROPAGACIÓN VEGETATIVA EN PLANTAS

HERBÁCEAS Y LEÑOSAS.

Daniela Carolina Cubillos, Zuly Andrea Ladino, Germán Andrés Romero y Daniela
Alejandra Sierra1

Especies trabajadas: Romero (Rosmarinus officinalis), Menta (Mentha spicata), Brevo


(Ficus carica), Curuba (Passiflora tripartita), Feijoa (Acca sellowiana) y Rosa (Rosa sp.)

1. INTRODUCCIÓN
La propagación vegetativa es uno de los métodos ampliamente utilizados en cultivos
agrícolas desde épocas mileniales con el fin de propagar plantas con determinadas
características tales como el rendimiento, el sabor, la altura de la planta, entre otras,
conservando primero las características deseadas y la uniformidad genética de su cultivo. Es
una técnica que ha adquirido gran importancia en la multiplicación y conservación de
especies en peligro de extinción o que están amenazadas (Rojas et al., 2004).

La propagación asexual consiste en producir clones de la planta madre, los cuales son
materiales homogéneos, con características idénticas al progenitor (Trujillo y Molano, 2007).
Este tipo de propagación, se puede dar por medio de la reproducción de tejidos, células u
órganos como hojas, tallos, raíces y flores, debido a que presentan totipotencia celular; y
algunas plantas presentan semillas apomícticas (Huanca, 2000).

Por medio de la propagación asexual, se puede conservar características favorables, que se


pueden perder con la reproducción sexual (Trujillo y Molano, 2007), se obtienen poblaciones
uniformes, se reduce el tiempo en las fases de desarrollo de la planta y se puede propagar
especies cuando las semillas presentan problemas de germinación, además de ser técnicas de
bajo costo, y eficientes ya que de una sola planta madre se puede obtener muchas en un
espacio y tiempo reducido (Huanca 2000). Sin embargo, la principal desventaja es la
disminución de variabilidad genética de las especies, ya que no hay recombinación,
perdiendo así la capacidad de adaptación (Trujillo y Molano, 2007).
La propagación vegetativa, presenta dos variantes: la propagación natural por medio de
bulbos, rizomas, estolones y macollas; y la propagación artificial por medio de estacas,
acodos e injertos.

1
Estudiantes pregrado Ingeniería Agronómica, Universidad Nacional de Colombia, Sede
Bogotá.
En la propagación por estacas se separa de la planta madre una parte del tallo, de la raíz o la
hoja, se establecen en un medio y condiciones ambientales favorables para inducir la
formación de raíces y tallos. Existen diferentes tipos de estacas, como leñosas, semileñosas,
de raíz y herbáceas (Huanca, 2000). Comúnmente, se utilizan estacas de tallo, ya que,
enraízan mejor que otros órganos, porque tienen mayor cantidad de tejido indiferenciado,
facilitando la formación de primordios radicales (Beltrán y Castillo, 1992).

En el método de acodos, se induce la formación de raíces adventicias a un tallo que se


encuentra adherido a la planta madre, una vez enraizado, el tallo se separa de la planta madre
y se siembra para producir una planta nueva, el tallo acodado recibe los nutrientes y el agua
de la planta ya que el xilema sigue intacto (Huanca, 2000).

Hay varios tipos de acodos, los acodos de punta, donde el enraizamiento tiene lugar en la
punta de la rama, las cuales se doblan hacia el suelo, el acodo simple, donde se dobla la rama
hasta el suelo cubriendo parcialmente con tierra o medio para enraizar, se deja descubierto el
extremo enderezando los último 15-20 cm de la rama, el acodo compuesto, es similar al
sistema del acodo simple, pero en este caso la rama queda cubierta y descubierta
alternadamente, y por último el acodo aéreo, donde las raíces se forman en la parte aérea,
donde el tallo se anilla o se le hace un corte angosto inclinado, en la zona del corte se
envuelve el punto de la herida con un medio de enraizamiento, el cual se debe mantener
húmedo (Huanca 2000). Con el acodo aéreo se obtienen individuos uniformes; partiendo de
ramas de similar forma y edad, asegurando de esta manera la propagación clonal, aspecto de
gran relevancia especialmente en especies frutales.

Por el método de injertos se propagan variedades de árboles sobre patrones obtenidos por
semilla. Existen varios tipos de injertos, el injerto de yemas en T, es el más utilizado para
obtener árboles frutales, se realiza un corte en T sobre el patrón donde se inserta la yema, otro
tipo es el injerto de parche, en el cual se realiza un recuadro en el patrón, donde va la yema
del mismo tamaño y forma, por lo general unos 2,5 cm de ancho para que encaje
perfectamente. El injerto de púa, consiste en insertar sobre el patrón un trozo de tallo que
lleva varias yemas es decir unas púas. El injerto por aproximación consiste en soldar dos
ramas. La clave de los injertos es que queden en contacto el cambium del patrón y el
cambium de la variedad. Si no quedan totalmente en contacto, el injerto fracasa (Huanca
2000).

En las plantas existen sustancias reguladoras del crecimiento (hormonas) que desempeñan un
papel muy importante en el crecimiento y desarrollo de los vegetales, entre estas hormonas
están: auxinas, giberelinas, citoquininas, ácido abscísico y etileno, una de las principales
funciones de las auxinas es promover el enraizamiento en estacas de diferentes plantas. Así
mismo, Hartmann et al. (1993) indicaron que no existe una mezcla de enraizamiento
universal o ideal para las estacas, el medio de propagación para usar depende de la especie de
planta, tipo de estaca, estación, tipo de sistema de propagación y costo y disponibilidad de los
componentes del medio.
2. OBJETIVOS
Objetivo general
● Evaluar los métodos de propagación asexual: Estacas de tallo herbáceas en plantas
aromáticas de Romero (Rosmarinus officinalis), Menta (Mentha spicata) y en plantas
leñosas de Brevo (Ficus carica), estacas de hojas y de tallo de Curuba (Passiflora
tripartita), acodos en árboles de Feijoa (Acca sellowiana) e injertos en Rosa (Rosa
sp.)

Objetivos específicos
● Comparar y analizar el efecto de aplicación de auxinas y de despunte de yema apical
sobre el enraizamiento y crecimiento de estacas de tallo en plantas de Romero
(Rosmarinus officinalis) y Menta (Mentha spicata).
● Determinar el efecto de la posición de estacas apicales y basales (ciclofisis) de Brevo
(Ficus carica) con auxinas en relación con la planta madre.
● Identificar y analizar la respuesta de enraizamiento en estacas de tallo y hojas de
Curuba (Passiflora tripartita), y en acodos aéreos de Feijoa (Acca sellowiana) en
presencia y ausencia de auxinas.
● Reconocer y evaluar el método de injertación por yema en T y por parche en Rosa
(Rosa canina)

3. MATERIALES Y MÉTODOS

Establecimiento del experimento y material vegetal

Los ensayos de propagación asexual se desarrollaron en el invernadero de la Universidad


Nacional de Colombia, el cual presenta una temperatura entre 20 y 25°C, humedad relativa
entre 60-90% y altura de 2640 msnm (Criollo y García, 2009). Se utilizaron esquejes de
plantas herbáceas de Romero (Rosmarinus officinalis) y Menta (Mentha spicata), estacas
leñosas de Brevo (Ficus carica), estacas de hojas y de tallo de Curuba (Passiflora tripartita),
se hicieron acodos en árboles de Feijoa (Acca sellowiana) e injertos en Rosas (Rosa canina).

El sustrato utilizado para los acodos fue turba Klassmasn y para los demás los ensayos,
excepto para los injertos, fue fibra de coco humedecida con agua. En los tratamientos con
auxinas se utilizó el regulador de crecimiento hormonagro® (0,40% ANA) el cual se
disolvió en poca agua hasta formar una pasta. Los semilleros de los ensayos se cubrieron con
tapas de plástico y se procuró mantener la humedad del sustrato aplicando riego por
nebulización 2 veces al día durante 5 minutos. Las mediciones se realizaron a las 10 semanas
después de siembra (sds)

En estacas herbáceas de Romero (Rosmarinus officinalis) y Menta (Mentha spicata) se


establecieron cuatro tratamientos con cinco repeticiones cada uno: i) Estacas con yema apical
con auxina ii) Estacas sin yema apical con auxina, iii) Estacas con yema apical sin auxinas,
iv) Estacas sin yema apical sin auxinas. Se realizó el corte de los esquejes con ápice y sin
ápice conservando la polaridad con una longitud de 11 y 10 cm para esquejes de Romero y de
Menta, respectivamente. Para los tratamientos con auxinas la pasta formada se aplicó en la
base de las estacas según la polaridad y se dejó secar al aire libre alrededor de 10 minutos,
posteriormente se procedió a sembrar las estacas en semilleros que contenían el sustrato a una
profundidad de 3 cm aproximadamente.
En estacas leñosas de Brevo (Ficus carica) se establecieron dos tratamientos con cuatro
repeticiones cada uno: i) Estaca basal de la rama, ii) Estaca apical de la rama. Se
seleccionaron cuatro ramas de Brevo (Ficus carica), se cortaron estacas de la parte basal y
apical conservando la polaridad, en donde la longitud de las estacas osciló entre 21 y 22 cm,
el grosor de las estacas apicales en promedio fue de 1,2 cm y para las basales 1,4 cm, se
cortaron las hojas a la mitad según el largo de cada una; y a todas se les aplicó hormonagro®.
Posteriormente, las estacas fueron sembradas en bolsas de plástico con sustrato humedecido a
una longitud de 3-4 cm.

En estacas de tallo y hojas de Curuba (Passiflora tripartita) se establecieron cuatro


tratamientos con cuatro repeticiones cada uno: i) Estaca de hoja con auxina ii) Estaca de hoja
sin auxina, iii) Estaca de tallo con auxinas, iv) Estaca de tallo sin auxina. Se registró en
promedio un ancho de la hoja de 9,5 cm y un largo de 8,5 cm, y para el tallo una longitud de
13 cm. Las estacas se sembraron en semilleros que contenían el sustrato evitando el contacto
entre la hoja y el sustrato.

El acodo aéreo se realizó en un árbol de Feijoa (Acca sellowiana) cercano a los invernaderos
de la Universidad y se plantearon dos tratamientos con una repetición: i) Acodo aéreo con
auxinas, ii) Acodo aéreo sin auxinas. Se seleccionaron dos ramas con crecimiento ortotrópico
y un grosor promedio de 4,5 cm; en el tercio de la rama a acodar se realizaron dos incisiones
periféricas en la corteza, posteriormente se retiró de la corteza 4,5-5 cm de longitud para
formar el anillo evitando el corte de los haces vasculares. Las auxinas fueron aplicadas
directamente sobre el anillo con un pincel en forma de polvo, y la turba Klassman
humedecida se colocó en un plástico negro en donde se procedió a atar el sustrato al anillo
con un alambre en cada extremo. El riego se efectuó por inyección cada 7 a 8 días con 5 ml
de agua.

En el método de injertación se plantearon dos tratamientos en rosas (Rosa canina) con una
repetición: i) Injerto de yema en T, ii) Injerto en parche. Para el primer tratamiento, en el
patrón Rosa canina se hizo una incisión con la cuchilla de forma longitudinal y transversal en
forma de T, asegurando que se pudiera levantar la corteza e introducir la yema que se extrajo
de la variedad Freedom, por lo cual se debe procurar cortar el mismo tamaño entre la yema y
el patrón, para fijarlas con cinta para injertar. En el segundo tratamiento, se extrajo del
patrón un parche rectangular de aproximadamente 2 a 2,5 cm de largo y una yema de la
variedad a injertar, procurando que sean del mismo tamaño y grosor se inserta de inmediato
la yema y se ató con cinta para injertación. Las mediciones se realizaron a las 4 semanas
después de injertación.

Variables a evaluar

En el muestreo realizado a las 10 semanas después de siembra (sds) se determinó: número de


estacas muertas, estacas vivas y estacas enraizadas, número de raíces formadas, longitud de
raíces formadas, peso fresco de raíces, ausencia o presencia de callo, número, peso fresco y
longitud de brotes formados en estacas leñosas.

Adicionalmente, se calculó el porcentaje de enraizamiento y de viabilidad de estacas para


cada tratamiento, por medio de la fórmula:

% enraizamiento de estacas = número estacas enraizadas / número estacas sembradas *


100%
% viabilidad de estacas = número de estacas vivas / número estacas sembradas * 100%
4. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

4.1. Estacas herbáceas

La propagación de asexual tiene como fin mantener la uniformidad genética de una planta en
un cultivo por medio de la implementación de técnicas como los esquejes, estacas o acodos.
La propagación en plantas aromáticas es de gran importancia puesto que muchas de ellas se
propagan principalmente por esquejes debido a su rápido crecimiento y las características
botánicas de la especie, ésta práctica es muy implementada en plantas aromáticas como la
salvia, orégano, tomillo y romero.

El romero es una planta que por sus características botánicas se propaga de manera asexual,
ya que no florece con facilidad y las semillas presentan una viabilidad baja del 40% (Álvarez
et al., 2007), es por esto que la mejor manera de propagar esta especie es por medio de
esquejes, sin embargo, también se tienen dificultades a la hora de propagar de manera
asexual, ya que los esquejes son de difícil enraizamiento y por tanto de lento crecimiento
(Álvarez et al., 2007).

De acuerdo con los resultados mostrados en la figura 1, los esquejes de romero presentaron
una viabilidad y un porcentaje de enraizamiento entre 80 y 100%, lo cual indica que es alto,
mostrando que no hay diferencias significativas entre las aplicaciones de reguladores de
crecimiento (Auxinas) con respecto las plantas sin aplicación, ésto concuerda con los
resultados encontrados por Lemes et al (2001) quien menciona que no hay diferencias
significativas en la viabilidad y enraizamiento del romero para las diferentes concentraciones
de ANA (0,100 y 500 ppm) ni tampoco en el tamaño seleccionado de la estaca (6, 8 y 10 cm)
lo cual concuerda con los resultados debido a que se utilizaron las estacas de 10 cm de largo,
en contraste, Kumar (1980) reportó que la aplicación de ANA a 5000 ppm en esquejes de
romero mejoró el enraizamiento, alcanzando un enraizamiento de 95% para éste tratamiento,
lo cual se observó en nuestro ensayo encontrando hasta un 100% de enraizamiento en las
estacas basales con aplicación de auxinas (BA-AUX) (Figura 2).
Figura 1. Porcentaje de viabilidad (A) y porcentaje de enraizamiento (B) de estacas de
estacas de Romero y Menta evaluado para cada tratamiento a las 10 semanas después de
siembra (sds).

Como se observa en la figura 3A y la tabla 1, las variables número, longitud y peso fresco de
raíces, presentan mayores valores para el tratamiento dónde la estaca se toma del ápice y se
realizan aplicaciones de auxinas (API-AUX), de acuerdo con Kiuru et al (2015) la aplicación
de reguladores de crecimiento como las auxinas en esquejes de romero incrementan variables
como número y longitud de raíces, como se pudo encontrar en éste estudio, debido a que las
auxinas exógenas y endógenas favorecen el enraizamiento de tal manera que la planta puede
tomar agua y nutrientes favoreciendo su crecimiento y viabilidad para posteriormente
trasplantarla a campo (Martínez, 2009), los tratamientos sin auxinas presentaron diferencias
para las variables ya mencionadas anteriormente, mostrando que el tratamiento Apicales- sin
auxinas tuvo valores más altos que los del tratamiento Basales-sin auxinas, debido a que las
plantas que presentan meristemo apical producen mayor cantidad de auxinas, lo cual favorece
el enraizamiento y la generación de raíces adventicias (Taiz y Zeiger, 2006).

Figura 2. Número de raíces en estacas de Romero (A) y Menta (B) evaluadas a las 10 sds..
La Menta es una planta herbácea que no produce semillas y se reproduce por esquejes,
considerándose una especie de fácil enraizamiento (Vacca et al., 2015). Según los resultados
obtenidos (Figura 1) se encontró que la especie presenta entre un 80 y 100% de viabilidad y
enraizamiento sin diferencias significativas, lo cual concuerda con los resultados reportados
por Vacca et al., (2015), en donde se encontró un 100% de enraizamiento con el uso de ANA
y AIB a diferentes concentraciones (10, 25 y 50 mg/L).

En relación con el número de raíces (Figura 2) y peso fresco de raíces de menta (Tabla 1) se
encontró que los tratamientos que presentaban reguladores de crecimiento (auxinas)
registraron los mayores valores, principalmente en estacas apicales; se resalta que los
tratamientos con estacas basales tanto con y sin auxina presentaron un menor número de
raíces con diferencias significativas. La longitud de las raíces para las estacas apicales sin
auxinas presentan el mayor valor promedio en comparación con los otros tratamientos. Estos
resultados fueron similares a los encontrados por Silva (2003), en donde los esquejes apicales
de brotes mostraron mayores valores de biomasa fresca y seca; sin embargo Sousa (2005)
demostraron que el corte basal con 15 cm fue el mejor tratamiento para propagar la mente.

Armadans y Montiel (2011) reportaron que los sistemas radiculares en plántulas de menta
presentaron aspectos diferentes en calidad y cantidad de raíces, pues al disminuir la
concentración de ANA se observan raíces finas y pequeñas, en una concentración de 50mg/L
alcanzó un 50% de raíces de categoría media, 30% raíces abundantes y 10% en categoría
escasas. Por lo tanto y según los resultados obtenidos, el uso de auxinas estimulan la división
de células localizadas en el periciclo en la zona de elongación para provocar la formación de
raíces laterales, por lo cual, promueven la emisión de raíces en esquejes inhibiendo el
crecimiento de la raíz primaria, pero estimulando la formación de raíces secundarias (Jordán
y Casaretto, 2006) y generalmente son transportadas en el sentido del eje longitudinal de la
planta, alejándose del punto apical hacia la base (basípeto) en el tallo y en el sentido contrario
(acrópeto) desde la raíz (Melgarejo et al., 2010)

Según Lionakis (1981) la presencia de las hojas en los esquejes influye en la formación de
raíces, ya que puede asegurar la supervivencia después del corte realizado tanto para la
síntesis de hidratos de carbono (fotosíntesis), como el suministro de auxinas y estimular la
actividad de intercambio y la diferenciación celular, además la presencia de hojas en los
esquejes acelera la tasa de formación de raíces y el número de raíces es proporcional al área
foliar (Ryugo, 1993). Lo cual, se ve reflejado en los resultados obtenidos (Figura 4) en donde
las estacas apicales presentan una mayor cantidad de hojas en comparación con las estacas
basales y así mismo se observa una mayor formación de raíces a las 10 sds (semanas después
de siembra).

En la propagación de menta pueden usarse estacas de tallo aéreo o rizomas, pero las estacas
de tallos aéreos son más rápidas y fáciles de manejar. Estacas de 6 a 10 cm de largo son
tomadas del conjunto de plantas y la aplicación de hormonas de enraizamiento es opcional,
porque las estacas enraizan fácilmente sin necesidad de ellas (Shaw, 1999). Sin embargo,
según los resultados del estudio, se observa que las estacas tanto apicales como basales
presentan un mayor enraizamiento con el uso de auxinas.
Tabla 1. Longitud y peso fresco de raíces de estacas de tallo de Romero y Menta para cada
tratamiento (Estacas de ápice y base, con o sin aplicación de auxinas) a las 10 semanas
después de la siembra.

Figura 3. Estacas herbáceas de Romero a los 10 sds. Basales más auxinas (A), basales sin
auxinas (B), apicales más auxinas (C) y apicales sin auxinas (D).
Figura 4. Estacas herbáceas de Menta a los 10 sds. Apicales más auxinas (A), basales sin
auxinas (B), apicales más auxinas (C) y basales sin auxinas (D).

4.2. Estacas leñosas


En la práctica se observó que las estacas de la base de brevo (Ficus carica) presentaron 100%
de viabilidad y enraizamiento; mientras que las estacas apicales, presentaron 45% de
viabilidad y 21% de enraizamiento, ambos tratamientos con aplicación de auxinas (Figura 5).
Sin embargo, Medina y Perdomo (2011) establecen que la higuera tiene un buen porcentaje
de enraizamiento sin necesidad de realizar ningún tratamiento previo, pero si se desea
mejorar dicho porcentaje se puede realizar la práctica del lesionado, el cual consiste en
eliminar una porción de corteza, de 2 a 3 centímetros de largo, en la base de la estaca e
igualmente se puede aplicar algún tipo de fitorregulador (hormonas de enraizamiento).

Según Devlin (1980) la aplicación de ácido indol-3-acético (AIA) en forma de pasta al


extremo cortado de un tallo joven estimula la intensidad de formación de raíces y aumenta el
número de éstas, por su parte, Salisbury y Ross (1978) indicaron que el papel primario de las
auxinas en la iniciación de las raíces parece ser una estimulación de las divisiones celulares,
la cual es consistente con la promoción de auxinas de la actividad cambial y por otro lado
expresan que la producción de raíces en estacas de tallo puede ser promovida lesionando la
base de la estaca.
Figura 5. Porcentaje de viabilidad y de enraizamiento para las estacas leñosas de Brevo de
acuerdo con el tratamiento (Apical+Auxinas, Basal+Auxinas) a los 10 sds.

Las estacas basales reportaron el mayor número y longitud de brotes, peso y longitud de las
raíces (Tabla 2), esto se debe al efecto de la ciclofisis, en donde la base que
cronológicamente es la parte más vieja, pero en relación con la formación de células es la
menos madura presenta características juveniles como el vigor y el fácil enraizamiento (Rojas
et al., 2004). Por el contrario, lo observado en las estacas apicales de brevo se debe a que los
tejidos son fisiológicamente más maduros y presentan menor porcentaje de enraizamiento y
por ende originan menor número de raíces.

En relación con la longitud de las estacas en el momento de establecer los experimentos


osciló entre 21 a 22 cm, dicho valor se encuentra en lo reportado por la literatura, en donde se
utilizan esquejes de 20 a 30 cm de longitud y de 1.0-2.0 cm de diámetro, y se recomienda que
las ramas leñosas presenten dos años de edad (Melgarejo, 2000), lo cual puede es el primer
paso para realizar la propagación asexual por esquejes a nivel comercial.

Tabla 2. Variables tomadas a los 10 sds para cada tratamiento aplicado en estacas leñosas de
Brevo.

En la higuera o brevo se pueden encontrar yemas axilares compuestas de una yema de flor y
dos yemas vegetativas (Vega, 2013), por lo tanto, dada la juvenilidad de las estacas de la
base, se pueden encontrar mayor número de brotes originados por la yema vegetativa
(Figura 6), ya que las yemas laterales, son dormantes debido a la fuerte dominancia apical de
la yemas en la punta o copa, pero estas células de las yemas laterales conservan latente el
nivel ontogénico de madurez que tenían cuando se originaron, así una vez empiezan a crecer,
se desarrollan.

Figura 6. Estacas de tallo leñosas de Brevo con aplicación de auxinas después de 10 sds.
Estaca de base (A) y estaca de ápice (B).

Se resalta que tanto en las estacas herbáceas como leñosas se observó la presencia de callo,
pero era muy pequeño para separarlo de la estaca y realizar el respectivo muestreo. Esta
formación de callo se genera por una lesión basal que es beneficiosa en el enraizamiento de
las estacas, posterior a la lesión, la producción de callos y desarrollo de raíces frecuentemente
son mayores a lo largo de los márgenes de la lesión, evidentemente, los tejidos lesionados son
estimulados para realizar la división celular y la producción de primordios radicales, esto se
debe, quizás, a una acumulación natural de auxinas y carbohidratos en el área lesionada y a
un incremento en la tasa de respiración en la creación de una nueva área de sumidero,
adicionalmente, los tejidos dañados de la lesión serían estimulados para producir etileno, el
cual puede promover la formación de raíces adventicias (Hartmann et al., 1993).

4.2. Estacas de tallo y hoja en Curuba.


En las estacas de hojas de Curuba se encontró un porcentaje de viabilidad de 25 y 50%, y de
enraizamiento de 0 y 50% con auxinas y sin auxinas, respectivamente. La mortalidad de las
estacas de hojas y tallo se explica por la presencia de caracoles en el invernadero de
propagación, y porque las estacas no recibieron la cantidad de agua necesaria para realizar el
proceso y generó la deshidratación y muerte de las mismas. De las pocas estacas de hojas
que se obtuvieron al final de las 10 semanas, se registró la presencia de callo en mayor
cantidad en las estacas de hoja sin auxinas, al igual que longitud y número de raíces (Figura
7).
Figura 7. Formación de callo en estacas de tallo (A) y en estacas de hoja (B).

A pesar de que no se tienen datos para realizar el análisis, según la literatura Mesquita et al.,
(1996) y Salomão et al., (2002), indican que en la propagación vegetativa de maracuyá se han
obtenido mejores resultados cuando se utilizan estacas con hojas, provenientes del sector
medio de las ramas, en presencia o ausencia de IBA y colocadas en ambientes con
nebulización intermitente. De otro lado, Rufini et al., (2002) evidenciaron que no es
necesario la utilización de IBA para el enraizamiento de estacas de hoja de maracuyá dulce
(Passiflora alata Curtis).

Para las estacas de tallo en Curuba se encontró un 25% de viabilidad y enraizamiento sin la
aplicación de auxinas, acompañado de la presencia de callo (Figura 8). A pesar de los
resultados, Hartmman et al. (1997) recomiendan sumergir las estacas en una solución con
auxinas ácido indol acético (AIA) y ácido indol butírico (IBA) en concentración de 500 ppm
por corto tiempo, con el fin de promover el desarrollo del sistema radical y las estacas deben
transferirse de inmediato a bolsas de polietileno con buen sustrato y mantenerlas en
condiciones de alta humedad para lograr un buen desarrollo. Adicionalmente, Otahola y
Vidal (2010), encontraron que (ANA) estimuló el enraizamiento de las estacas de Passiflora
edulis f. flavicarpa Deg., generando un alto porcentaje de sobrevivencia, número y longitud
de las raíces. Los mejores resultados se obtuvieron cuando se utilizaron estacas de
procedencia media y basal con dos nudos en presencia de ANA, mientras que las estacas de
procedencia apical independiente del número de nudos y en ausencia del enraizador
mostraron los valores más bajos en las evaluaciones realizadas.
Figura 8. Estacas de tallo de Curuba. Mortalidad de estacas (A) y presencia de callo (B) .
4.3. Acodos de Feijoa
En el acodo de Feijoa sin presencia de auxinas se dio la formación de raíces (Tabla 2) y en
ambos tratamientos estuvo ausente la presencia de callos. Estas raíces, se formaron a partir
de meristemos existentes, en donde se dio la desdiferenciación celular y se generó el
meristemo radical; en el anillo realizado para el acodo se acumulo la mayor cantidad de
carbohidratos y hormonas, ya que no pueden translocarse por interrupción del paso vía
acrópeta y basípetala de los compuestos orgánicos, carbohidratos y auxinas (Rojas et al.,
2004). Por lo tanto, el crecimiento de la raíz es regulado por señales endógenas que
mantienen la actividad del meristemo apical de la raíz y contribuyen con el patrón de
generación de nuevas raíces laterales.

Tabla 2. Número, longitud y peso de raíces en acodos de Feijoa.

Se ha reportado en acodos de guayabo que con la aplicación de 5000 mg/kg-1 de AIB se


logró un 100% de enraizamiento de acodos aéreos (Mata y Rodríguez, 1990). Mientras que
con una dosis de 5000 mg/kg-1 de ANA se indujo un 96% de acodos aéreos enraizados
(Vilchez et al., 1996). Lo cual indica que la respuesta que se produce después de la aplicación
de auxinas en las plantas depende de la velocidad de transporte, dónde está relacionada la
concentración del regulador de crecimiento y del órgano tratado (genotipo, condición
fenológica del tejido, nutrición, hidratación, edad). Así mismo, la intensidad de la respuesta
depende de la longitud de las secciones tratadas y/o de la concentración del regulador de
crecimiento aplicado (Acosta et al., 2000).

Por lo tanto, para la práctica la constitución genética de los árboles de Feijoa, las condiciones
agroecológicas y el manejo aplicado influye decisivamente en el desarrollo de las raíces de
los acodos aéreos, en donde se encontró que se requeria mas de 10 semanas para que se
genera la formación de raíces (Figura 9) y posiblemente observar las diferencias entre el
tratamiento con auxinas y sin auxinas.

Figura 9. Acodos de Feijoa. (A) Tratamiento con auxinas (B) Tratamiento sin auxinas.
4.4. Injertos
En la Figura 10A se puede observar que el injerto en T es viable debido a la coloración verde
que presenta el tejido, en contraste, se puede observar que el injerto en parche (Figura 10B)
presentó incompatibilidad, logrando observar necrosis del tejido, ésto concuerda con Arcos
et al (2013) quien menciona que el injerto en T presenta mayor viabilidad que el injerto en
parche, tomando como variable el % de viabilidad de los mismos. Por otra parte Somarriba et
al (2010) menciona que ambos métodos son válidos para la injertación en rosa, sin embargo,
la viabilidad de éstos depende directamente del tipo de yema seleccionado; Rojas et al (2008)
reporta que el injerto de T es implementado en plantas cuyos diámetros se encuentran entre
0.5 y 2.5 cm ya que presentan una corteza mucho más flexible, como lo pudimos apreciar en
la práctica, mientras que los injertos en parches tienden a realizarse en plantas cuyo diámetro
sea superior a 10 cm.

Figura 10: Injerto de yema en rosa. Injerto en T (A), injerto en parche (B).
5. CONCLUSIONES
● La aplicación exógena de auxinas es de gran importancia para garantizar un buen
porcentaje de enraizamiento en estacas de ápice, estacas de base y acodos, puesto que
su aplicación además aumentar variables como el número, longitud y peso de raíces es
asequible al agricultor, ofreciéndole una nueva planta con buen soporte para
sostenerse en campo y además garantizar un mejor consumo de agua y nutrientes del
suelo para su desarrollo.

● La presencia de la yema apical en la propagación de estacas herbáceas para Romero y


Menta no es esencial para un exitoso enraizamiento sin embargo ésta se mejora con
aplicaciones de reguladores de crecimiento.

● El éxito en el tipo de propagación que se realizará en una planta está íntimamente


ligado con los requerimientos de cada especie y con su hábito, debido a que no
siempre se tendrá éxito así se realicen aplicaciones de reguladores de crecimiento.

● El método de injertación en “T” fue mejor en comparación con el injerto en parche


debido a las características de la especie y a la selección de la yema que se va a
injertar.

6. REFERENCIAS

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