Sei sulla pagina 1di 52

SECRETARÍA DE EDUCACIÓN CULTURA Y DEPORTE

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL


UNIDAD UPN 042

LA DESNUTRICIÓN Y SU IMPACTO EN EL
RENDIMIENTO ESCOLAR EN EL NIVEL PRIMARIA

NELLY CHABLÉ GARCÍA

CD. DEL CARMEN, CAMPECHE, 2009


1
SECRETARÍA DE EDUCACIÓN CULTURA Y DEPORTE
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL
UNIDAD UPN 042

LA DESNUTRICIÓN Y SU IMPACTO EN EL
RENDIMIENTO ESCOLAR EN EL NIVEL PRIMARIA

TESINA
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE
LICENCIADO EN EDUCACIÓN
PLAN 94

PRESENTA:

NELLY CHABLÉ GARCÍA

CD. DEL CARMEN, CAMPECHE, 2009

3
DEDICATORIAS

A mi madre. He vivido una vida repleta de


problemas, pero no son nada comparadas
con los problemas que tuvo que afrontar
para comenzar una vida profesional.

A mi hijo porque es el ser que me ha


alentado para terminar este trabajo y por él
he sido capaz de superarme cada día más
para darle un buen ejemplo en la vida.

5
ÍNDICE
Página

INTRODUCCIÓN………………………………………………………………............. 6

CAPÍTULO I: EFECTOS DE LA DESNUTRICIÓN EN EL CRECIMIENTO DEL


NIÑO

1.1 Algunos conceptos sobre nutrición y desnutrición………………………………. 9

1.2 Tipos de nutrición en los seres vivos……………………………………………... 16

1.3 Tipos de desnutrición……………………………………………………………….. 18

1.3.1 Grados de desnutrición……………………………………………………… 21

1.4 La desnutrición y sus efectos en los niños……………………………………… 24

1.5 Características del crecimiento infantil…………………………………………… 26

1.6 Patrones generales del crecimiento………………………………………………. 29

CAPÍTULO II: IMPLICACIONES PEDAGÓGICAS DE LA DESNUTRICIÓN

2.1 Alimentación y aprendizaje en los niños………………………………………… 33

2.2 Alimentación vs rendimiento académico………………………………………… 34

2.3 Desnutrición y desarrollo cognoscitivo del niño………………………………… 40

2.5 Implicaciones pedagógicas de la desnutrición…………………………………. 42

CONCLUSIONES………………………………………………………………………. 48

BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………………. 51

6
INTRODUCCIÓN

La desnutrición es un problema de salud, que desde décadas atrás lo padecen


muchos países, principalmente los de escasos recursos o en vías de desarrollo.

Desde la antigüedad se viene reconociendo el valor de una alimentación adecuada a


las necesidades de los individuos y los grupos, como elemento básico para la
subsistencia y por constituir uno de los principales factores que determinan la salud.

En la etapa de la infancia, el crecimiento y la maduración física y mental, el cuidado


de la alimentación de niños y niñas adquiere especial relevancia.

El aspecto educacional también juega un papel relevante, ya que durante la infancia


se van adquiriendo una serie de conductas y actitudes hacia distintas facetas de la
vida. La información que disponemos sobre la alimentación en la infancia, nos indica
que en nuestra sociedad se está produciendo una desviación importante respecto de
los modelos y hábitos alimentarios más saludables. Se está abandonando el modelo
de nuestros antepasados, basado en un mayor consumo de una amplia variedad de
vegetales y productos naturales, a la vez que se incorpora una alimentación, en la
que predominan las carnes y sus derivados, las mantequillas y margarinas, los
alimentos de servicio rápido (hamburguesas, pizzas, salchichas), y una amplia gama
de golosinas, fritos, refrescos y otros productos pre elaborados, excesivamente
azucarados, refinados y/o de alta densidad energética, la llamada comida “chatarra”.

Nuevos comportamientos relacionados con los estilos de vida, por las nuevas
condiciones laborales, económicas y sociales, están ocasionando una gran
transformación en los hábitos alimentarios y en la actitud hacia la comida respecto de
la población infantil: eliminación y/o abandono prematuro de la lactancia materna,
descontrol en los desayunos diarios, comida fuera del hogar, desajuste de horarios
en las comidas, influencia de los medios de comunicación, la publicidad y las modas.
Los errores alimentarios, sobre todo por excesos, pero también por defectos
nutricionales, favorecen, principalmente, el sobrepeso y la obesidad, pero también,

7
diversos trastornos alimenticios. Tales situaciones influyen significativamente en el
aumento de riesgo de enfermedades.

En la mayor parte del mundo, la mala alimentación está estrechamente ligada a la


pobreza. Las consecuencias de una inadecuada alimentación, pueden ser
desnutrición, obesidad y anemia, que es la principal característica en los niños en
desarrollo y mal alimentados.

La desnutrición es una deficiencia de la nutrición que puede deberse a la falta de


ingestión, absorción, o utilización de nutrientes, a una pérdida exagerada de calorías
o a malos hábitos nutricionales.

Durante los años de la infancia que corresponden a los de la escuela elemental,


entre los seis a doce años, los niños continúan a grandes pasos su desarrollo. El
progreso físico e intelectual de los niños de esta edad, influye de manera
determinante en las capacidades de aprendizaje de los mismos, es decir en su
rendimiento escolar y en ese aspecto, el estado de nutrición de los niños toma
especial importancia ya que influye de manera importante en las capacidades para el
aprendizaje ya que éstas se ven disminuidas cuando el niño no cuenta con una
adecuada nutrición.

Con base en esto, el propósito de esta tesina es profundizar sobre la desnutrición y


relacionar los efectos de ésta sobre el desarrollo físico e intelectual del niño.

Está conformada por dos capítulos. En el primero se abordan temas como los
conceptos de nutrición y desnutrición, los grados en que se manifiesta y algunas
características del desarrollo infantil.

En el segundo se mencionan aspectos como la relación entre desnutrición y


rendimiento académico del niño y sus implicaciones pedagógicas.

Finalmente se presentan las conclusiones a las que se arribó después del análisis de
las lecturas realizadas sobre el tema en cuestión.
8
CAPÍTULO I

EFECTOS DE LA DESNUTRICIÓN EN EL
CRECIMIENTO DEL NIÑO

9
1.1 Algunos conceptos sobre nutrición y desnutrición

Nutrirse no es lo mismo que comer. Todas las personas comen, pero no todas se
nutren por lo que es necesario aprender a nutrirse correctamente.

Según el Dr. Daza, CH, (2004) la nutrición opera muchos niveles. En el plano más
primitivo, es esencial para la supervivencia. La alimentación está directamente
relacionada con la provisión de energía y nutrientes que necesitan las estructuras,
para participar en los diversos sistemas metabólicos, al nivel más avanzado, es
importante para conseguir el más alto grado de rendimiento intelectual de que es
capaz.

Antes de hablar de la desnutrición y sus efectos en el aprendizaje es necesario


definir algunos conceptos:

Alimentación. Es la acción voluntaria por medio de la cual el individuo ingiere


comestibles. La alimentación varía según la cultura, la situación económica, el gusto
y el estado de ánimo.

Nutrición. Es el conjunto de procesos químicos que realiza el organismo digiriendo,


absorbiendo y utilizando los nutrientes contenidos en los alimentos para su
crecimiento, mantenimiento y reparación.

Nutriente. Es una sustancia química que contienen los alimentos y que el organismo
utiliza, para la formación de nuevos tejidos durante el crecimiento, para reemplazar
los tejidos que se desgastan o destruyen, para la reproducción y como fuente de
energía para llenar las necesidades calóricas del organismo.

Desnutrición. Es un estado deficiente de la nutrición, expresa todas las condiciones


patológicas, en las que existe un déficit de la ingestión, absorción o
aprovechamiento, de los elementos nutrientes. Es una situación de consumo o
pérdidas exageradas de calorías.

10
Aprendizaje. Según Jean Piaget, (citado por Ginsburg, K. 1977), es provocado por
situaciones, por un experimentador psicológico, o por un maestro, de acuerdo a
cierto aspecto didáctico, o por una situación externa. En general es provocado, como
opuesto a espontáneo. Además, es un proceso limitado: limitado a un solo problema,
o una sola estructura.

Desarrollo del conocimiento. Para Jean Piaget, (op. Cit.) es un proceso


espontáneo, vinculado a todo el proceso de embriogénesis. La embriogénesis se
refiere al desarrollo del cuerpo, pero concierne, de igual manera, al desarrollo del
sistema nervioso y al desarrollo de las funciones mentales. En el caso del desarrollo
del conocimiento en los niños, la embriogénesis termina sólo hasta la adultez.

La nutrición es el proceso biológico en el que los organismos asimilan los alimentos y


los líquidos necesarios para el funcionamiento, el crecimiento y el mantenimiento de
sus funciones vitales. La nutrición también es el estudio de la relación que existe
entre los alimentos y la salud, especialmente en la determinación de una dieta.

Aunque alimentación y nutrición se utilizan frecuentemente como sinónimos, son


términos diferentes ya que:

 La nutrición hace referencia a los nutrientes que componen los alimentos y


comprende un conjunto de fenómenos involuntarios que suceden tras la
ingestión de los alimentos, es decir, la digestión, la absorción o paso a la
sangre desde el tubo digestivo de sus componentes o nutrientes, su
metabolismo o transformaciones químicas en las células y excreción o
eliminación del organismo. La nutrición es la ciencia que examina la relación
entre dieta y salud. Los nutricionistas son profesionales de la salud que se
especializan en esta área de estudio, y están entrenados para proveer
consejos dietarios.

 La alimentación comprende un conjunto de actos voluntarios y conscientes


que van dirigidos a la elección, preparación e ingestión de los alimentos,
fenómenos muy relacionados con el medio sociocultural y económico (medio

11
ambiente) y determinan al menos en gran parte, los hábitos dietéticos y estilos
de vida.

Muchas enfermedades comunes y sus síntomas frecuentemente pueden ser


prevenidas o aliviadas con una buena nutrición, pero igual que comer cosas que
engordan, por esto, la ciencia de la nutrición intenta entender cómo y cuales son los
aspectos dietéticos específicos que influyen en la salud.

De acuerdo a Beal (1994) el propósito de la ciencia de la nutrición es explicar la


respuesta metabólica y fisiológica del cuerpo ante la dieta. Con los avances en
biología molecular, bioquímica y genética la ciencia de la nutrición está
adicionalmente desarrollándose en el estudio del metabolismo, lo cual procura
conectar a la dieta y la salud a través del lente de los procesos bioquímicos.

El cuerpo humano está hecho de compuestos químicos tales como agua,


aminoácidos (proteínas), ácidos grasos (lípidos), ácidos nucléicos (ADN/ARN) y
carbohidratos (por ejemplo azúcares y fibra).

Una nutrición adecuada es la que cubre:

 Los requerimientos de energía a través de la metabolización de nutrientes


como los carbohidratos, proteínas y grasas. Estos requerimientos energéticos
están relacionados con el gasto metabólico basal, el gasto por la actividad
física y el gasto inducido por la dieta.
 Las necesidades de micronutrientes no energéticos como las vitaminas y
minerales.
 La correcta hidratación basada en el consumo de bebidas, en especial del
agua.
 La ingesta suficiente de fibra dietética.

La desnutrición es una enfermedad relacionada con la nutrición. Significa que el


cuerpo de una persona no está obteniendo los nutrientes suficientes. Esta condición
puede resultar del consumo de una dieta insuficiente o mal balanceada, por
trastornos digestivos, problemas de absorción u otras condiciones.

12
La desnutrición es la enfermedad provocada por el insuficiente aporte de
combustibles (hidratos de carbono - grasas) y proteínas. Según la UNICEF, la
desnutrición es la principal causa de muerte de lactantes y niños pequeños en países
en desarrollo. La prevención es una prioridad de la Organización Mundial de la Salud
(OMS).

Esta enfermedad puede traer consecuencias para el enfermo, ya que por la falta de
alimento puede padecer de otras enfermedades como la anorexia, anemia entre
otras, este problema puede tener solución si se desea, solo con la voluntad del
paciente.

La desnutrición es la condición que ocurre cuando el cuerpo de una persona no está


obteniendo los nutrientes suficientes. Esta condición puede resultar del consumo de
una dieta inadecuada o mal balanceada, por trastornos digestivos, problemas de
absorción u otras condiciones médicas. Algunas veces es definida como nutrición
inadecuada.

Un nutriente es una sustancia química que contienen los alimentos y que el


organismo utiliza para la formación de nuevos tejidos durante el crecimiento, para
reemplazar los tejidos que se desgastan o destruyen, para la reproducción como
fuente de energía para llenar las necesidades calóricas del organismo.

El conjunto de procesos químicos que se llevan acabo en los tejidos recibe el nombre
de metabolismo y tiene dos aspectos: anabolismo y catabolismo. El anabolismo es la
suma de los procesos que intervienen en la construcción o asimilación y el
catabolismo comprende los procesos de desasimilación

Los alimentos contienen nutrientes, que son las proteínas, y las grasas, los
carbohidratos, las vitaminas y los minerales, de éstos solamente los carbohidratos,
las grasas y las proteínas proporcionan calorías.

Los carbohidratos proporcionan el calor y energía necesarios para realizar las


actividades corporales. Cuando se ingieren en exceso se almacenan en una forma
especial llamada glucógeno en el hígado y en los músculos, aunque si los depósitos

13
están llenos, se transforman en lípidos o grasas que almacenan en el tejido adiposo.
Los esenciales para la vida son: calcio, fósforo, sodio, cloro, potasio, magnesio,
hierro, azufre, yodo, manganeso, cobalto, cobre y zinc.

Una dieta correcta debe ser suficiente, completa, equilibrada y adecuada.

Suficiente. Debe ser suficiente en cantidad y calidad. Desde el punto de vista


energético debe tener la cantidad necesaria de calorías, esto quiere decir, que la
persona que realiza poca actividad debe ingerir menos calorías y que a mayor
actividad necesitará mayor cantidad de caloría.

Completa. Esto significa que debe tener alimentos de todos los grupos.

Equilibrada. Aproximadamente el 50% debe ser de carbohidratos, el 30% de


proteínas y el 20% de grasas.

Adecuada. Debe estar de acuerdo con la edad, el sexo, la constitución física, el


estado fisiológico, la actividad y el clima; y en caso necesario con el estado
patológico, por ejemplo si hay diabetes, hipertensión arterial, etcétera.

La nutrición del niño debe vigilarse desde que se encuentra en el seno materno, la
madre debe aumentar un poco la ingestión de calorías y consumir alimentos
nutritivos, pero no debe comer por dos personas. Durante la lactancia debe aumentar
la ingestión de la leche, carne, huevos, vegetales y frutas.

Los preescolares y escolares pueden tener problemas nutricionales porque la madre


no les dé la atención adecuada, el saneamiento del medio sea deficiente, porque
tengan alguna enfermedad o porque elijan sus propios alimentos que en muchas
ocasiones son inadecuados. La actitud que adopten los padres hacia los hijos
también es de gran importancia.

Los alimentos se deben preparar con las manos limpias, utensilios bien lavados; y los
alimentos que se ingieren crudos, como frutas y verduras deben también
desinfectarse debido a que frecuentemente las verduras son regadas con aguas
negras; así pues se deben lavar hoja por hoja bajo el chorro de agua de la llave y
14
después dejarlas en un recipiente que contenga agua limpia y alunas gotas de yodo
como germicida o cualquier otro antibacterial.

En la alimentación el horario debe ser fijo, la masticación adecuada y respecto al


estado psíquico de las personas se deben evitar las preocupaciones y los disgustos
a la hora de tomar los alimentos porque pueden inhibir el apetito y los procesos
digestivos.

A pesar de la importancia de una nutrición adecuada, frecuentemente se vuelve un


hábito al que no se le da el valor que requiere; así pues, siempre hay que tener
presente que satisfacer los requerimientos nutritivos implica salud, crecimiento y
desarrollo adecuados, capacidad mental, fortaleza física, actividad, eficiencia y
optimismo.

El concepto de nutrición es a la vez simple y complejo. El cuerpo depende de la


ingesta calorífica para la energía y las actividades metabólicas, y así como de los
nutrientes, del oxigeno y del agua para la formación de las células y los líquidos, para
el crecimiento y para el funcionamiento celular. Por lo tanto, la salud de un individuo
depende de la suficiencia de nutrientes para satisfacer las necesidades corporales
para el crecimiento, el desarrollo y el mantenimiento. (www.alimentos.net.com).

La carencia de algunos nutrientes puede llevar a la aparición de síntomas específicos


identificables o a estados fisiológicos que se pueden reconocer por análisis clínicos,
bioquímicos o citológicos. En las primeras etapas del desarrollo de la ciencia de la
nutrición, muchos de los estudios que condujeron a la apreciación gradual de los
efectos de la dieta tuvieron como base la cura de enfermedades carenciales
especificas.

Para Claude Bernard (2000), un nutriente es una sustancia generalmente natural y


de composición completa que, asociada a otros alimentos en proporciones
convenientes, es capaz de asegurar el ciclo regular de la vida de un individuo.

La principal consecuencia originada por la falta de alimentos (o por su consumo


excesivo) es la desnutrición, donde se genera un estado de desequilibrio en el que la

15
persona afectada consume menos alimentos que los necesarios para sus funciones
vitales y donde su actividad física e intelectual se ven mermadas considerablemente,
para los niños también significa estar enfermos gran parte de sus primeros años de
vida, con la limitación en sus oportunidades para aprender y desarrollarse.

El alimento: los alimentos están considerados como las materias reconstituyentes del
cuerpo, que bajo la actuación de los jugos gástricos, sufren diversas modificaciones
químicas que les dan la forma asimilable por el organismo. No basta consumir
alimentos, deben observarse ciertas reglas en el uso de ellos.

Los alimentos deben ser la primera preocupación de salud en una comunidad, donde
la gente sufre hambre o hay muchos desnutridos.

La alimentación: Es la acción voluntaria por medio de la cual el individuo ingiere


comestibles. La alimentación varía según la cultura, la situación económica, el gusto
y estado de ánimo de cada persona. La alimentación debe proporcionar al organismo
las sustancias que necesita para su nutrición y la cantidad adecuada de ellas.

El hombre necesita proteínas, glúcidos, lípidos o grasas, agua, sales minerales y


vitaminas. Una alimentación equilibrada consiste en la combinación correcta de estos
principios nutritivos y depende de las necesidades de cada persona según su edad,
su condición física y el tipo de actividad que realice, así, los niños necesitarán una
alimentación abundante, que les servirá para la conservación de la vida y el
crecimiento.

Según Juan Solá Mendoza (2001) dentro del proceso alimenticio se encuentra la
higiene para la salud, que se subdivide en:

a) Higiene de la digestión: al planificar la alimentación, deben tomarse en


cuenta las necesidades de alimentos en cantidad y calidad que se han de
consumir. También la preparación y conservación de los mismos y los
cuidados del aparato digestivo.

16
b) Higiene de la circulación: la sangre absorbe una parte de los alimentos y los
distribuye por todo el cuerpo a través del torrente sanguíneo, si los alimentos
son poco nutritivos o de mala calidad, lógicamente la sangre será más pobre y
la nutrición general será insuficiente para conservar la salud.

c) Higiene de la respiración: el aire es indispensable para la vida, y la


atmósfera es la capa de aire que rodea nuestro planeta y a todos los seres
vivos y no vivientes, a su composición química se le denomina aire puro,
entonces se llaman contaminantes a otras sustancias que están en la
atmósfera y que son dañinas para la salud, por lo tanto debemos respirar
siempre aire puro, ventilar salas y habitaciones, cuidar árboles y plantas, que
son los grandes purificadores de aire.

d) Higiene de movimiento: los huesos necesitan para su formación una buena


alimentación y una correcta posición al caminar, al sentarse, al descansar, etc.
Las sales minerales y los fosfatos de calcio, son indispensables para la
formación de los tejidos óseos. Para que el niño tenga un buen desarrollo,
deben proporcionárseles alimentos ricos en estas sales como: la leche,
legumbres, los mariscos, etc.

e) Higiene del sistema nervioso: por ser tan importantes las funciones del
sistema nervioso, es indispensable adoptar las medidas que favorecen al
sistema. El sueño, proporciona descanso y hace que los centros nerviosos se
alimenten y recuperen las energías gastadas durante el día. El cansancio que
proviene de las ocupaciones intelectuales son mayores que las que producen
las labores manuales, por ello son necesario los intervalos de descanso, la
distracción y el movimiento moderado como remedio contra la fatiga cerebral.

1.2 Tipos de nutrición en los seres vivos

 Nutrición autótrofa (la que produce su propio alimento) Los seres autótrofos
son organismos capaces de sintetizar sustancias esenciales para sus
metabolismos a partir de sustancias inorgánicas. El término autótrofo procede
del griego y significa "que se alimenta por sí mismo".
17
Los organismos autótrofos producen su masa celular y materia orgánica, a partir del
dióxido de carbono, que es inorgánico, como única fuente de carbono, usando la luz
o sustancias químicas como fuente de energía. Las plantas y otros organismos que
usan la fotosíntesis; las bacterias que utilizan la oxidación de compuestos
inorgánicos.

Los seres autótrofos son una parte esencial en la cadena alimenticia, ya que
absorben la energía solar o fuentes inorgánicas como el dióxido de carbono y las
convierten en moléculas orgánicas que son utilizadas para desarrollar funciones
biológicas como su propio crecimiento celular y la de otros seres vivos llamados
heterótrofos que los utilizan como alimento.

 Nutrición heterótrofa. Los seres heterótrofos como los animales, los hongos, y
la mayoría de bacterias, dependen de los autótrofos ya que aprovechan su
energía y la de la materia que contienen para fabricar moléculas orgánicas
complejas.

La desnutrición es una deficiencia de la nutrición, que puede deberse al a falta de


ingestión, absorción o utilización de nutrientes, a una pérdida exagerada de calorías
o a malos hábitos nutricionales.

En la desnutrición se pueden encontrar disminuidos el peso y la talla, avitaminosis,


falta de minerales y alteraciones en los diferentes sistemas de organismo.

El niño desnutrido queda rezagado en relación con los niños sanos, es más propenso
a contraer enfermedades infecciosas que en ellos tienen una evolución más larga.
Los efectos de la desnutrición trascienden en la comunidad, disminuye la eficiencia
del trabajo colectivo, aumenta el ausentismo en el trabajo, disminuye la creatividad,
el espíritu de cooperación y provoca inseguridad y desconfianza.

Se debe educar al individuo, si hay alguna alteración metabólica hay que corregirla,
respecto al valor nutritivo de los alimentos. Con mucha frecuencia hay personas que
comen poco y tienen obesidad, ésta se puede deber a que no eligen adecuadamente
sus alimentos, a que no hacen ejercicio ni acuden al médico.

18
1.3 Tipos de desnutrición

En la desnutrición del primer grado, el niño no sube de peso, después se detiene su


crecimiento, el tejido adiposo está flácido, si se trata de un niño pequeño, llora mucho
y si es más grande no juega y disminuye un poco su fuerza muscular.

En el segundo grado de desnutrición se detiene el peso y la estatura los músculos


se vuelven flácidos, el niño se siente débil, sin fuerza, puede tener trastornos
digestivo y diarrea, su piel se vuelve seca y puede tener grietas en las comisuras de
la boca, su piel se puede observar con manchas de color café rojizo, puede tener
alteraciones en el corazón, los ojos, o el sistema nervioso , porque generalmente
tiene deficiencias vitamínicas , anemia, se vuelve perezoso y se duerme con
facilidad durante el día.

Para poder quebrar este flagelo, es necesario conocer los distintos tipos de
desnutrición que puede presentar un niño.

La desnutrición se denomina primaria cuando se produce por una carencia nutritiva


y/o psicoafectiva, y secundaria, cuando existe una enfermedad de fondo que la
condiciona o la determina, independientemente de su situación sociocultural; por
ejemplo enfermedades genéticas, metabólicas, inmunológicas, malformaciones, que
puedan afectar el cerebro, corazón, riñón, hígado, etc., y que, secundariamente,
produzcan una desnutrición.

Es importante reconocer, además, que los efectos de la desnutrición se valoran a


corto y a largo plazo. En un primer momento aparecen enfermedades diarreicas,
deshidratación, deterioro de las defensas, infecciones, pérdida de peso, trastornos
hematológicos, cardio-respiratorios y renales. Más tardíamente aparecerán déficit de
talla y disminución del coeficiente intelectual.

La desnutrición primaria es debida a la ausencia de ingestión de nutrientes y la


secundaria se puede deber a enfermedades infecciosas y parasitarias, deficiencia
enzimática, por ejemplo de lactasa e incluso a la misma desnutrición que modifica el
epitelio del intestino disminuyendo la absorción de nutrientes.

19
Estudiosos del tema como Horwitz A. (1989) mencionan que:

Hay dos tipos de desnutrición: la primaria y la secundaria.


Se trata de desnutrición primaria cuando los nutrientes no pueden ser aportados por
la situación económica, cultural y/o educativa. Así mismo, se clasificará como
desnutrición secundaria si los aportes nutricionales son adecuados pero, debido a
otras enfermedades, la absorción o utilización de estos alimentos no es adecuada.

La pérdida de peso y las alteraciones en el crecimiento son las principales


manifestaciones del mal estado nutricional y basados en el peso esperado del niño
(de acuerdo a su edad o estatura) hacemos el cálculo que determina el grado de
desnutrición.

Los signos físicos que acompañan a la desnutrición son:


 Déficit del peso y de la estatura que se espera para la edad.
 Atrofia muscular (se observa un desarrollo inadecuado de los músculos).
 Retardo en la pubertad.

Los signos psicológicos que siempre encontramos en los niños con desnutrición son:

 Alteración en el desarrollo del lenguaje, alteración en el desarrollo motor y


alteración en el desarrollo del comportamiento (irritabilidad, indiferencia u
hostilidad)

 El médico también encuentra cambios en los exámenes sanguíneos y otros


hallazgos que indican la cronicidad de la desnutrición y que, en muchos casos,
son muy llamativos.

 La piel luce seca, áspera y con escamas. Generalmente se observan fisuras en


los párpados, labios y en los pliegues de codos y rodillas. Pueden verse
pequeñas lesiones como hematomas en casos en que la vitamina C ande muy
baja. Si existe una desnutrición severa, el niño tendrá los dedos de las manos y

20
los pies muy fríos y azulados debidos a trastornos circulatorios. Generalmente
estos niños tendrán lesiones en piel infectada con bacterias u hongos.

 El cabello es seco, quebradizo, de color rojizo (o pajizo) y se desprende con


facilidad. Es muy frecuente observar que el cabello del niño tiene varios colores
(negruzco en la punta, rojizo en el medio y claro o amarillento en la base de éste)
Igualmente, las uñas son muy delgadas y frágiles.

 La falta de vitamina A produce úlcera en la córnea y puede llevar a la ceguera.

 Los niños, paradójicamente, tienen anorexia, crecimiento del hígado


(hepatomegalia) y alteración en el ritmo de las deposiciones fecales.

 La frecuencia cardíaca está acelerada (taquicardia) y son frecuentes las


continuas infecciones respiratorias.

 El médico encuentra raquitismo, osteoporosis, escorbuto, debilidad muscular,


anemia por falta de hierro o vitamina B12, anemia por falta de ácido fólico,
anemia por falta de vitamina C o anemia por infecciones.

Las condiciones de salud que ocasionan desnutrición por una inadecuada absorción
o utilización de los nutrientes pueden ser las enfermedades renales crónicas, las
enfermedades cardiopulmonares, las enfermedades digestivas, hepáticas, el cáncer,
los errores del metabolismo, etc.

Es muy común que los niños desnutridos tengan infecciones repetidamente; de


hecho, es la principal causa de mortalidad en ellos. Esto es debido a que el déficit de
nutrientes altera las defensas de inmunidad que los protegen contra los gérmenes y
éstos pueden invadir fácilmente. Entre los gérmenes que más frecuentemente atacan
a las personas desnutridas están el virus del sarampión, del herpes, de la hepatitis, el
bacilo de la tuberculosis y los hongos.

21
1.3.1 Grados de desnutrición

Así como hay tipos de desnutrición también existen grados de desnutrición:

Desnutrición de primer grado

Los síntomas en un niño con desnutrición en primer grado son:

El niño se vuelve crónicamente llorón y descontento, contrastando con la felicidad, el


buen humor y el buen sueño que antes tenía; este paso es insensible y
frecuentemente no lo notan las madres, a menos que sean buenas observadoras;
tampoco se aprecia que adelgace, pero si se tiene báscula y si se compara su peso
con los anteriores, se nota que éstas se han estacionado en las últimas cuatro o seis
semanas. En este periodo no se observa diarrea, sino por el contrario ligera
constipación, no hay vómitos u otros accidentes de las vías digestivas que llame la
atención.

Así, el dato principal que se observa, y solamente si se busca, es el estacionamiento


en el peso o un ligero descenso de él que persiste a través de las semanas; el niño
avanza en edad y el peso se va quedando a la zaga, avanzando penosamente o
estacionado.

Desnutrición de segundo grado

Insensiblemente la pérdida de peso se acentúa y va pasando del 10 ó 15%, a


pérdidas mayores; se van hundiendo también los ojos y los tejidos del cuerpo se
hacen flojos, perdiendo su rigidez y su elasticidad; el niño duerme con los ojos
entreabiertos, es pasto fácil de catarros, resfriados, infecciones en el oído y se pone
de mal humor.

El final de la etapa segunda en la desnutrición es ya francamente alarmante y obliga a


los padres a recurrir al médico si antes no lo habían hecho.

Por otra parte, si las medidas dietéticas y terapéuticas a que se acuda no son lo
suficientemente cuidadosas y efectivas, el paciente cae en una intolerancia a toda
22
clase de alimentos y a toda cantidad que se le dé; esta intolerancia obliga a cambios
frecuentes en la dieta y a nuevos intentos de acomodación digestiva por parte del
organismo, en los cuales se pierde tiempo, se va aumentando la destrucción de sus
reservas y el desplome de la curva de peso, que cada vez se aleja más del
paralelismo normal con la curva de la edad, es decir, no crece de acuerdo a su edad
cronológica.

Desnutrición de tercer grado

La desnutrición de tercer grado se caracteriza por la exageración de todos los


síntomas que se han enumerado en las dos etapas anteriores de desnutrición, y el
niño llega a ella bien sea porque no hubo una mano experta que guiara la restitución
orgánica, o porque la miseria y la ignorancia hicieron su papel homicida, o porque a
pesar de las medidas tomadas, ya la célula y su mecanismo metabólico habían
entrado en una fase negativa o de desequilibrio que no permiten que se aproveche ni
las cantidades mínimas de alimento para sostener la pobre actividad del paciente.

Los ojos se hunden, la cara del niño se hace pequeña y adquiere el aspecto de ''cara
de viejo''; se ven prominentes todos los huesos de la cara.

Los músculos de los miembros cuelgan como pesadas cortinas forrados de piel seca
y arrugada; los huesos de los miembros superiores, del dorso y del tórax se observan
forrados de una piel escamosa, arrugada, sin vitalidad y sin la menor elasticidad. Los
ojos de la criatura quedan vivos, brillantes y siguen con una gran avidez, los
movimientos que a su alrededor se desarrollan, como buscando ansiosamente el
alimento que le podría servir de salvación.

El cuerpo del paciente se encuentra en completa bancarrota orgánica; las células


solamente tienen capacidad para transformar en alimentos de consumo, que extraen
de las miserables reservas proteicas que van quedando en los músculos; no hay
alimento por sencillo, puro y apropiado que se busque, que pueda aprovecharse y a
veces ni siquiera tolerarse. Es la etapa de los balances negativos en todos los
sistemas del organismo que en estado normal se encadenan, se equilibran y se
complementan para la asimilación.
23
Los niños menores de cinco años son los más afectados por la desnutrición puede
dejar en ellos, por ejemplo: apáticos, dificultad para desempeñar una actividad, no
logran concentrarse adecuadamente, susceptibilidad a enfermedades, etc.

En otras investigaciones como (Horwitz, et al. 1989) describen los diferentes grados
de desnutrición que existen de la siguiente manera:

Desnutrición leve: El individuo pesa de 10 a al 25% menos de su peso normal; en el


niño se observa que no sube de peso, se detiene su crecimiento, si se trata de un
niño pequeño, llora mucho y si es más grande no juega y disminuye su fuerza
muscular.

Desnutrición moderada: El individuo pesa del 26 al 40% menos de su peso normal;


el niño no incrementa su peso ni su estatura, se siente débil, sin fuerza, perezoso y
duerme con facilidad durante el día; también puede tener trastornos digestivos y
diarrea, flacidez muscular; como tiene deficiencias vitamínicas, su piel se vuelve seca
y puede presentar grietas en las comisuras de la boca, posiblemente se observen
manchas de color rojizo en su piel y alteraciones en su corazón, ojos y sistema
nervioso.

Desnutrición severa: El individuo pesa menos de 40% de su peso normal. Se trata


de desnutrición proteínico-acalórica o energético-proteínica, ya que el principal
problema en la desnutrición infantil es el aporte calórico. Los niños que la sufren, por
lo general muestran retardo en su crecimiento y desarrollo.

Marasmo nutricional
Una gran carencia de calorías y proteínas es lo que lleva a este tipo de desnutrición,
el marasmo se presenta generalmente en niños menores de un año, debido a que la
madre ya no los alimenta al seno ni les proporciona una dieta apropiada. En los niños
con este tipo de desnutrición, se observan las siguientes características:

• Disminución de talla

24
• No hay grasa subcutánea

• Parecen ancianos en miniatura

• Están particularmente expuestos a enfermedades infecciosas

• Su índice de mortalidad es elevado

1.4 La desnutrición y sus efectos en los niños

La infancia es considerada como una etapa transcendental en el proceso evolutivo


del hombre, caracterizada por dos fenómenos: crecimiento y desarrollo. Para que
estos fenómenos se produzcan con total normalidad, es fundamental una adecuada
nutrición.

La nutrición, a su vez, está sometida a factores condicionantes: algunos fijos, como


el potencial genético del individuo, y otros dinámicos, como los factores sociales,
económicos y culturales, que pueden actuar en forma favorable o desfavorable.
Cuando se quiebra el conjunto armónico de factores y se ve alterada la nutrición, se
interrumpe el crecimiento y desarrollo, y aparece entonces la desnutrición infantil.

Son muchos los factores que pueden desencadenar una mala alimentación o
desnutrición en los niños, lo que hace que un niño no logre un normal crecimiento y
desarrollo. Por ejemplo el factor económico de la familia, ya que esta pobreza
extrema, anula en sus padres o tutores, la capacidad mínima para satisfacer sus
necesidades básicas.

Podemos considerar entonces a la desnutrición como resultado final del


subdesarrollo, en donde el niño sufre el mayor impacto por depender de terceros
para su cuidado y crecimiento. Por esto, la desnutrición infantil no es sólo un
problema de falta de alimentos, es un conflicto social más profundo que debe ser
tenido en cuenta a la hora de brindar soluciones.

25
La desnutrición infantil es considerada como uno de los peores males que puede
sufrir una sociedad. Los estragos que provoca la desnutrición que se padece en la
infancia son los más lamentados por una sociedad, ya que en esta etapa el mayor
impacto lo sufre el cerebro del niño, en el que se producirán alteraciones en su
formación y crecimiento.

El cerebro es el órgano que más rápidamente crece: en los primeros meses lo hace a
un ritmo de 2 mg por minuto. Pesa 350 g cuando nace el ser humano y llega a los
900 g en 14 meses. Este peso equivale al 80% del peso del cerebro del adulto.
Cuando hay desnutrición infantil no sólo se detiene el crecimiento cerebral, sino que,
además, hay una atrofia del cerebro y el espacio es ocupado por líquido
cefalorraquídeo.

Asimismo, la suerte del sistema nervioso central está determinada en los primeros
años de edad, más exactamente en los primeros 18 meses. Si durante este tiempo
no recibe una adecuada ingesta de nutrientes, el niño se transformará en un débil
mental y en el futuro poco podrá hacerse para revertir esta situación.

Este daño no sólo afecta al individuo sino a la sociedad entera, ya que la principal
riqueza de un país reside en su capital humano, y si éste se encuentra dañado, se
diluye la posibilidad de crecer en un futuro cercano. Por esto reiteramos que sólo en
los dos primeros años de vida se puede actuar sobre la desnutrición con grandes
probabilidades de éxito. Luego de este período, la recuperación del niño se torna
más difícil, casi imposible.

Los efectos de la desnutrición en la salud son muy evidentes en los lugares del
mundo donde la disponibilidad de alimentos no es adecuada, en especial de los
alimentos caros que verdaderamente proporcionan proteínas de alta calidad y
micronutrientes más fácilmente absorbibles.

En países donde el nivel de vida es alto, los servicios de salud están disponibles
universalmente y la oferta de alimentos es suficiente; la salud y el crecimiento de la
población son superiores a la de aquellos que viven en naciones menos
privilegiadas.

26
1.5 Características del crecimiento infantil

La nutrición humana es el aporte y aprovechamiento de nutrimentos que en el niño


se manifiesta por crecimiento y desarrollo.

El crecimiento es un proceso por el cual se incrementa la masa corporal, debido al


aumento en el número y volumen de las células y el desarrollo es la diferenciación
sucesiva de órganos y sistemas. Se refiere al desarrollo de funciones, adaptaciones,
habilidades y destrezas psicomotoras, relaciones afectivas y socialización.
(www.institutodeobesidad.com.mx)

El mantenimiento de las funciones orgánicas, la actividad básica y el crecimiento y


desarrollo, en gran medida, dependen del consumo habitual de alimentos que tiene
el niño.

El estado de equilibrio entre el consumo y el gasto da como resultado un buen


estado de nutrición, si se rompe este equilibrio por el consumo excesivo se presenta
la obesidad y cuando es insuficiente la desnutrición.

Las percusiones, en ambos problemas son graves ya que la obesidad es un factor


que limita el desarrollo emocional del niño y predispone al individuo a padecer
enfermedades crónico degenerativas en la edad adulta, la desnutrición es mas
grave, por la cantidad de niños que la padecen y los factores negativos irreversibles
que tienen en el crecimiento y desarrollo, disminuye su calidad de vida presente y
futuro.

Dependiendo de la intensidad de la desnutrición, el tiempo y la edad puede presentar


para toda su vida:
 Bajo crecimiento
 Menor rendimiento intelectual
 Menor capacidad física.
 Mayor riesgo a padecer enfermedades de tipo infeccioso.

27
 Mayor peligro de morir en los primeros años de vida.

La infancia es considerada como una etapa transcendental en el proceso evolutivo


del hombre, caracterizada por dos fenómenos: crecimiento y desarrollo. Para que
estos fenómenos se produzcan con total normalidad, es fundamental una adecuada
nutrición.

La nutrición, a su vez, está sometida a factores condicionantes: algunos fijos, como


el potencial genético del individuo, y otros dinámicos, como los factores sociales,
económicos y culturales, que pueden actuar en forma favorable o desfavorable.
Cuando se quiebra el conjunto armónico de factores y se ve alterada la nutrición, se
interrumpe el crecimiento y desarrollo, y aparece entonces la desnutrición infantil.

La desnutrición infantil nace, en la mayoría de las ocasiones, como consecuencia de


una pobreza extrema sustentada en el alcoholismo, la falta de legalización de la
familia, el analfabetismo, la ausencia de inserción laboral por falta de capacitación, el
saneamiento ambiental escaso y la promiscuidad. Estos, entre innumerables
condicionantes, hacen que un niño no logre un normal crecimiento y desarrollo, ya
que esta pobreza extrema anula, en sus padres o tutores, la capacidad mínima para
satisfacer sus necesidades básicas.

Los niños desnutridos padecen retraso del desarrollo motor, trastornos de la


coordinación muscular y del lenguaje, disminución en la capacidad cognoscitiva y
bajo rendimiento escolar

“El crecimiento y desarrollo del niño se caracteriza por una secuencia ordenada de
eventos cronológicos, de numerosos detalles en su expresión física y cognoscitiva, y
por la gran variabilidad de resultados en cuanto a la capacidad física y funcional del
individuo.” (BEAL,1994:47).

Asimismo, por la interacción de múltiples factores biopsicosociales y nutricionales


que condicionan el crecimiento y el desarrollo y determinan la óptima realización del
potencial genético de cada ser humano.

28
Esencialmente, depende de la herencia y del medio social donde se desenvuelve el
niño, del acervo y las tradiciones culturales que lo rodean y de la capacidad de
satisfacer sus requerimientos nutricionales en cada momento específico de la vida.

Existe amplia documentación sobre las relaciones entre crecimiento físico, desarrollo
cognoscitivo y estado emocional, como sucede en la pubertad, cuando se alcanza en
forma muy temprana o más tardía de lo esperado para la edad cronológica
respectiva.

Son conocidos los trastornos psicológicos y de comportamiento que puede


experimentar el niño, ya sea en una u otra de las anteriores circunstancias, durante
este período crítico de la vida. Por consiguiente, es fundamental conocer los
procesos relacionados con el crecimiento y el desarrollo en los primeros años de
vida, para comprender la dinámica de la salud y los factores que determinan el
comportamiento del niño y condicionan su ulterior rendimiento escolar.

La competencia profesional y el éxito de los responsables por la salud y el


crecimiento del niño, aumentarán en razón directa al conocimiento que se tenga
sobre estos procesos, entre los que se destacan la alimentación y la nutrición como
factores esenciales para satisfacer los requerimientos fisiológicos.

Es pertinente anotar que en los últimos años se ha observado un incremento


progresivo de la malnutrición por exceso en varios países de Latinoamérica, debido
entre otros factores, al desequilibrio entre consumo y gasto calórico, que ocasiona
una mayor prevalencia de sobrepeso y obesidad, tanto en grupos afluentes como en
estratos de bajos ingresos de la sociedad.

Las complicaciones que sufre un niño cuando es alimentado deficientemente no sólo


tienen efecto en la estatura y el peso. Esto se debe a que una dieta inadecuada tiene
consecuencias negativas en los niveles de vitaminas, proteínas y minerales, lo cual
conduce a la desnutrición.

La desnutrición daña principalmente a los pequeños que viven en la pobreza


extrema, pues carecen de recursos económicos necesarios que les permitan llevar

29
un buen régimen alimenticio. Por otra parte, también se desarrolla porque la dieta de
algunos niños no es vigilada y por tanto, no tiene un balance de nutrientes. Así, a
medida que este mal avanza se originan trastornos en la salud de los pequeños y
son más susceptibles a adquirir diversas infecciones. (www.invdes.com.mx/)

1.6 Patrones generales del crecimiento

A continuación mencionaremos algunos aspectos generales del crecimiento de los


niños.

Según BERNARD Claude. (2001), existe una secuencia ordenada de eventos en el


crecimiento y desarrollo del ser humano que ayuda al estudio y comprensión del
proceso. Por ejemplo, el sistema nervioso autónomo es el centro principal del
organismo que dirige y coordina el crecimiento del niño. Por tanto, es lógico que este
sistema y su cubierta protectora crezcan y se desarrollen a una velocidad superior
que el resto del cuerpo al que sirven.

La curva de crecimiento neural muestra este patrón de crecimiento, donde el tejido


nervioso alcanza en el momento del nacimiento, cerca de la cuarta parte del tamaño
final, uno poco más de la mitad en el primer año de vida y 90% a los seis años de
edad. Este crecimiento acelerado es característico del cerebro, la médula espinal, los
ojos y varios de los diámetros del cráneo.

De acuerdo con CONTRERAS J, (1999) El crecimiento del cuerpo en forma global,


sigue otro patrón, con un arranque rápido en el período fetal y durante la infancia,
seguido de un período largo de crecimiento relativamente lento, y luego de una
segunda aceleración en la adolescencia. Esta curva en forma de «S» es el patrón de
crecimiento del esqueleto, la estatura y el peso, de los órganos de la respiración y
digestión, del volumen sanguíneo, y otros componentes de la masa corporal.

La aceleración inicial del crecimiento es bastante uniforme en cuanto a edad de


aparición, pero el momento de la segunda aceleración, o período de la adolescencia,
tiene una gran variabilidad e introduce una serie de diferencias individuales que se
deben tener en cuenta.

30
El hecho que el cuerpo no crece simétricamente en todas sus partes, determina
cambios en las proporciones corporales durante las distintas edades del individuo. La
cabeza, como se indicó antes, crece con más rapidez que otras partes en la vida
fetal y en la primera infancia. De ahí hasta la pubertad, las extremidades crecen más
rápido que el tronco y ambos más rápidamente que la cabeza. La velocidad de
crecimiento del tronco y de las extremidades es casi igual hasta la pubertad, pero el
tronco continúa creciendo después que los brazos y las piernas completan su
crecimiento. Así, la cabeza comprende cerca de la mitad de la dimensión vertical en
los primeros meses de la vida fetal, un cuarto al nacimiento, y menos de un octavo
en el adulto. Y las piernas aumentan su proporción de altura vertical, de un tercio
aproximadamente en el recién nacido a casi la mitad en el adulto.

Como rutina, cada examen de salud del individuo en crecimiento incluye una
evaluación de su tamaño y estado nutricional, que empieza en el nacimiento,
continúa en la primera infancia, sigue en la edad escolar y culmina en la
adolescencia, a fin de establecer un juicio sobre si la talla o el peso que tiene
corresponde al esperado, o si está por debajo o por encima del patrón de referencia.

En la toma de mediciones físicas periódicas durante un período determinado, en el


cual se observa la evolución del proceso, es necesario hacer una comparación con
tablas o curvas de referencia para individuos sanos en la edad correspondiente. Así
se puede corroborar el propio juicio clínico sobre si el niño o el joven observado
crece o no de la manera esperada. La talla o estatura y el peso son las mediciones
más usadas con este propósito, lo mismo que los diámetros de cabeza, tronco,
cintura y cadera, circunferencia del brazo y pliegues cutáneos.

Según la UNESCO (2002) (Declaración del Comité permanente de nutrición del


sistema de las Naciones Unidas) los gráficos del Centro Nacional de Estadísticas de
la Salud de los Estados Unidos son el patrón que más se sigue para comparar los
pesos y las tallas de los individuos según edad y sexo. Estas curvas, que
proporcionan percentiles (porcentajes) basados en el peso, la altura, el sexo y la
edad cronológica, se construyeron a partir de una gran muestra de su población.

31
Las curvas de crecimiento de Stuart y Stevenson, basadas en estudios realizados en
niños de Boston y de Iowa City (Iowa) durante la década de 1950, y los estándares
británicos sobre velocidad de crecimiento en estatura y peso publicados por Tanner y
Davis en 1985, (Citados por Castañeda, 2008:17) se usan todavía en algunos
centros de investigación.

Con estos patrones de referencia, numerosos investigadores a nivel nacional y


mundial, han podido determinar la extensión y magnitud en que los niños presentan
un crecimiento normal, acelerado, o con retardo para la edad correspondiente.

Además, se siguen estos estándares para determinar si los niños están obesos o
desnutridos según su edad. Sin embargo, se ha cuestionado su confiabilidad en la
edad de la pubertad y sobre todo en la adolescencia, pues aunque se reconoce su
utilidad para comparaciones de grupos, estos gráficos no son adecuados para
adolescentes en forma individual.

32
CAPÍTULO II
NUTRICIÓN INFANTIL Y EL RENDIMIENTO ESCOLAR

33
2.1 Alimentación y aprendizaje en los niños

En la niñez, una alimentación inadecuada incide negativamente en su crecimiento,


desarrollo y socialización de las demás personas.

El cerebro, para desarrollar eficientemente sus funciones (entre otras, pensamiento,


inteligencia, sensaciones, memoria, imaginación y aprendizaje), necesita
básicamente dos moléculas: oxígeno y glucosa (azúcares). Esta última constituye la
única fuente de energía en el sistema nervioso.

En cuanto a su evolución, el cerebro presenta una marcada aceleración de su


crecimiento en el último trimestre del embarazo y hasta casi los 2 años de edad, por
lo que es imprescindible otorgarle una correcta nutrición que le permita al niño
desplegar su máximo potencial tanto en términos de estructura (crecimiento), como
de función (desarrollo). Podemos reflexionar entonces que un individuo puede
alcanzar un nivel óptimo de su talento natural sólo si acompaña su crecimiento y su
aprendizaje con una alimentación correcta y eficiente. (SCHEIDER, 1985)

Contrario a la situación anteriormente planteada, y en la que además habitualmente


está presente la desnutrición, pueden observarse rasgos como: atención disminuida,
escaso rendimiento escolar, apatía, irritabilidad, atraso en la adquisición del lenguaje,
mayor torpeza y timidez. Estas observaciones, sumadas al atraso curricular y al
retardo en la maduración psicofísica, son síntomas que en los niños pueden sugerir
carencias de elementos nutritivos, vitaminas, minerales etc.

Un ejemplo concreto es la insuficiencia de hierro en el cerebro, que determina fallas


en la capacidad intelectual, con características definitivas, ya que este mineral puede
solamente ingresar al cerebro mientras está en proceso de formación, causando
daños irreparables en sus estructuras cognoscitivas.

Minerales como el yodo, el zinc los cuales resultan indispensables para la


elaboración de las hormonas tiroideas. Éstas constituyen un elemento esencial para

34
el desarrollo normal de las personas, provocando su deficiencia la disminución del
coeficiente intelectual.

Un punto fundamental a lo largo de los procesos de desarrollo y de aprendizaje, y al


margen del ámbito nutricional, es el aspecto emocional de los niños. Desde que el
niño nace requiere ser atendido, tanto en sus necesidades fisiológicas (alimentación,
higiene, salud física) como afectivas (protección, cariño, atención).

En este sentido, cada niño adopta una manera propia de comunicar a los padres y a
los que lo rodean sus estados de ánimo y necesidades (sed, hambre, dolor, calor).
Por ende, es fundamental cómo los adultos decodifiquen estos mensajes, y los
traduzcan en acciones tendientes a crear un espacio de aprendizaje ameno y
constructivo para ese nuevo ser.

La alimentación adecuada, armónica, completa y suficiente constituye un factor


condicionante en este proceso de continuo cambio y adaptación que ocurre en cada
uno de nosotros, cuya desatención puede provocar no sólo dificultades en el aspecto
biológico sino también en lo social y en lo económico.

2.2 Alimentación vs rendimiento académico

Los niños de edad escolar no presentan, en general, una gran manifestación de


síntomas por causa de la desnutrición. Han pasado los años de mayor riesgo en la
primera infancia. La velocidad de crecimiento es más lenta que en los primeros cinco
años de vida y son capaces de consumir todos los alimentos que componen la dieta
familiar. Han adquirido un alto nivel de inmunidad, por lo menos contra algunas de
las infecciones y parasitosis más comunes. Sin embargo, los escolares de familias de
bajos ingresos están a menudo mal alimentados y presentan signos de malnutrición,
incluyendo índices por debajo de los promedios nacionales, con baja talla o baja
estatura y poca grasa subcutánea, aunque sin síntomas suficientes para justificar su
asistencia a un servicio de salud.
www.sds.df.gob.mx/sector/leyes/normas/norma%20_asisten_%20alimen.

35
Se ha sugerido que, en comparación con sus compañeros bien nutridos, el niño mal
alimentado casi siempre es indiferente, apático, desatento, con una capacidad
limitada para comprender y retener hechos y con frecuencia se ausenta de la
escuela. Todo ello se refleja en el proceso de aprendizaje y en el rendimiento
escolar.

A pesar de que no se dispone de información específica sobre la relación que existe


entre estado nutricional y desempeño escolar, sí se tienen elementos de juicio
derivados de estudios importantes sobre desnutrición y desarrollo intelectual en la
edad preescolar que se pueden extrapolar con cautela para explorar la dinámica de
interrelaciones semejantes en la edad escolar. En otras palabras, se puede asumir
que si un niño llega a la edad escolar después de haber padecido desnutrición
crónica en sus primero años, retardo en el crecimiento y atraso en su desarrollo
cognoscitivo, es bien probable que su rendimiento educativo se vea afectado
negativamente en alguna forma e intensidad. De ahí la importancia de mantener una
óptima nutrición de la madre y el niño, prevenir la enfermedad y asegurar el
desarrollo del potencial genético de cada individuo, promoviendo acciones en pro de
la salud, que empiezan desde el momento de la concepción y continúan durante todo
el período del crecimiento y desarrollo del niño

“Los efectos de la desnutrición severa sobre el funcionamiento cognoscitivo y sobre


la conducta, según se ha observado en países subdesarrollados, se hacen aparentes
en el período post-infantil. La desnutrición severa durante el crecimiento puede
ocasionar una reducción del tamaño cerebral, una disminución del número de células
cerebrales y una organización del cerebro inmadura o incompleta”(Daza, CH.1992: 6)

Diversas áreas de estudio se han unido a la investigación de la relación entre la


nutrición y el desarrollo o conducto cerebral.

El niño desnutrido a menudo es apático, se fatiga fácilmente, somnoliento e inmaduro


y por lo tanto se expone menos a estímulos ambientales, su capacidad de respuesta
es limitada en un período crítico del desarrollo. Los cambios adversos de la
personalidad, de la emotividad y de la conducta pueden interrumpir aún más el
proceso normal de aprendizaje.
36
La inactividad y la falta de capacidad de respuestas del niño limitan más la
interacción con otros miembros de la familia, afectados por su propia desnutrición. La
falta de actividad física y de estímulos externos limita la oportunidad de aprender y
desarrollar habilidades.

Algunos estudios confirman que la capacidad intelectual se ve afectada por la calidad


nutritiva de la dieta. Según algunas investigaciones realizadas sobre la importancia
de la nutrición y rendimiento escolar, los alumnos que se saltan el desayuno cometen
más errores en los ejercicios de resolución de problemas. Expertos de la Universidad
de Gales (SCHEIDER, William L. 1985) consideran que el desayuno incrementa el
índice de glucosa en la sangre, que a su vez activa un transmisor cerebral al que
relacionan con la memoria. Los investigadores consideran que las sustancias que
frenan la producción de este transmisor reducen la capacidad para recordar nueva
información. La vitamina B1, presente en alimentos a base de cereales como pan
integral o enriquecido, es una de las principales productoras de este transmisor.

Y es que desde hace tiempo el desayuno ha sido una de las comidas a las que más
importancia se le ha dado en la capacidad intelectual. Los expertos recomiendan que
el desayuno sea el 25% de la energía y los nutrientes necesarios para el resto del
día.

Los niños que comen mejor rinden más en la escuela, afirmó un estudio sobre
alumnos de quinto grado realizado en Canadá. Los chicos que comen una cantidad
adecuada de frutas, vegetales, proteína, fibra y otros alimentos en una dieta
saludable eran menos propensos a desaprobar un examen de conocimientos, según
el equipo dirigido por el doctor Paul J. Veugelers, y otros, de la Universidad de
Alberta, en Edmonton (2000).

Si bien se conoce la importancia de la alimentación saludable en el buen rendimiento


escolar, actualmente existen pocos estudios disponibles, afirmaron los autores. Para
investigarlo, analizaron a 4.589 alumnos de quinto grado que participaban en el
Estudio Infantil sobre Estilos de Vida y Rendimiento Escolar. De ellos, 875 (el 19,1%)
no habían aprobado un test de conocimientos del nivel básico. El equipo observó que

37
a mayor calidad y variedad de los hábitos alimentarios de un alumno, menor
probabilidad de haber fallado en la prueba, aun tras controlar los efectos del ingreso
económico y la educación de los padres, la escuela y el género.

Consumir frutas y verduras e ingerir menos calorías derivadas de la grasa también


determinó la reducción del riesgo de fallar en el examen. Hasta ahora, indicó el
equipo, la mayoría de los estudios sobre alimentación y rendimiento escolar se ha
concentrado en la importancia del desayuno y los efectos adversos del hambre y la
malnutrición.

Este estudio amplía el conocimiento de este tema al demostrar la importancia


independiente de la calidad de la dieta en el rendimiento académico. La repetición de
esta relación en varios indicadores de calidad alimentaria subraya la importancia de
la nutrición infantil durante el desayuno y el resto del día.

El conocimiento actual sobre nutrición y desarrollo cognoscitivo carece de datos


experimentales que permitan establecer con certeza la interrelación entre
malnutrición y rendimiento intelectual del niño en la escuela. Aceptadas estas
limitaciones, se resumen principios básicos sobre crecimiento y desarrollo infantil y
algunos estudios recientes sobre desnutrición y función cognoscitiva en la edad
escolar.

Al intentar la exploración de estas interrelaciones, se puede asumir que la función


cognoscitiva del escolar y su rendimiento intelectual, están influidos por su historia
nutricional y el ambiente psicosocial y familiar que enmarca su crecimiento y
desarrollo.

Estos hallazgos indican que funciones cognoscitivas alteradas por la desnutrición,


pueden estar más en relación con respuestas emocionales a situaciones de estrés,
que a déficits cognoscitivos per se. Se espera que esta revisión sea útil a educadores
y personal de salud, tanto en la prestación de servicios como en la realización de
estudios sobre el tema.

38
El conocimiento que se tiene sobre nutrición y desarrollo cognoscitivo del niño,
carece de datos experimentales suficientes que permitan establecer con certeza, la
interrelación que existe entre desnutrición y rendimiento intelectual del niño en la
edad escolar.

Casi todos los estudios de nutrición realizados en niños de edad escolar, se basan
fundamentalmente en la apreciación del crecimiento corporal, mediante mediciones
antropométricas (por lo general peso y talla), que al ser comparadas con curvas
estándar o poblaciones de referencia, permiten establecer con bastante
aproximación si existe un crecimiento físico normal, o por el contrario, un retardo o
una aceleración en la velocidad del crecimiento.

En lo que respecta a nutrición y rendimiento intelectual del niño escolar, todavía


existen grandes vacíos de conocimiento, debido quizá a la complejidad de los
factores comprometidos (genéticos, hereditarios, ambientales, psicosociales,
educativos y nutricionales), que dificultan su evaluación e interpretación y, por tanto,
el diseño de investigaciones relevantes sobre el tema.

Por esta razón, y en un intento de aproximar la revisión de estas complejas


interrelaciones, se puede asumir que la función cognoscitiva del escolar está influida
por su estado nutricional previo y el ambiente psicosocial que enmarcan su
crecimiento y desarrollo, y que por tanto, todas las acciones del estado y la sociedad
para mejorar la nutrición de madres y niños, redundarán ulteriormente en la salud y el
comportamiento del niño en la escuela.

Con todas estas limitaciones que aún existen en el conocimiento sobre nutrición y
rendimiento escolar, el presente trabajo enfatiza principios básicos sobre crecimiento
y desarrollo del niño, seguido de una revisión de estudios recientes sobre la relación
entre desnutrición y desarrollo cognoscitivo del niño en sus primeros años de vida.

Como la salud y respuesta del escolar a los procesos educativos está condicionada,
de alguna manera, por variables nutricionales y psicosociales que han rodeado su
infancia, la información que se tenga sobre nutrición y desarrollo intelectual en los
primeros años de vida, es una forma apropiada para abordar la comprensión de esto.
39
Por esta razón, los niños de edad escolar se deben incluir estudios extensos para
evaluar su crecimiento y desarrollo, mediante la ficha de salud que incluya
determinaciones sucesivas del peso y la estatura de cada alumno. Cuando estos
datos existen y son dignos de crédito, su análisis puede aportar información útil sobre
el estado nutricional de la población escolar de un país o región.

Como el crecimiento del escolar es relativamente lento, se requiere un intervalo más


largo para demostrar un incremento significativo y medible. En general, entre los 5 y
10 años de edad el peso aumenta en 10% y la estatura en 5 cm anualmente.

Los problemas inherentes a la interpretación de las características del desarrollo en


los escolares mayores, incluyen las variaciones entre sujetos que alcanzan precoz o
tardíamente la madurez, la llegada de la menarquia en las mujeres y el retraso del
desarrollo que puede preceder al estirón de la pubertad.

Es usual que los índices en medidas y tallas de los niños se utilicen para evaluar el
estado nutricional del niño en el momento de su ingreso a la escuela, como parte de
los servicios de higiene escolar que vigilan su salud y promueven estilos de vida
saludable en la familia y la comunidad.

Asimismo, estos índices sirven para descubrir grupos expuestos a riesgo de


desnutrición, que se pueden beneficiar con programas de complementación
alimentaria (restaurantes, desayunos o almuerzos escolares), y para evaluar su
eficacia en la prevención y corrección de los problemas identificados.

Por otra parte, varios países latinoamericanos realizan los llamados «censos de talla
escolar,» pues toman a este grupo como indicador de la situación nutricional de una
población respecto a prevalencia de desnutrición crónica, que se manifiesta entre
otros indicadores, con un retardo de crecimiento para la talla en el niño de edad
escolar.

La desnutrición se acompaña frecuentemente de deficiencia de algunos


micronutrientes (especialmente hierro y vitamina A), lo cual hace imperativo incluir su

40
evaluación sistemática en aquellas regiones o países donde se sabe que son más
prevalentes.

Esto es sobre todo cierto en el caso del hierro, cuya deficiencia se ha asociado con
trastornos en el desarrollo cognoscitivo de niños en edad preescolar y escolar.

En síntesis, aunque no hay datos experimentales concretos sobre la relación de la


nutrición con el rendimiento intelectual del niño escolar, sí se puede decir
enfáticamente que la desnutrición en los primeros años de vida puede afectar el
comportamiento y el rendimiento del niño en esta etapa de su vida.

2.3 Desnutrición y desarrollo cognoscitivo del niño

Son conocidos los trastornos psicológicos y de comportamiento que puede


experimentar el niño, ya sea en una u otra de las anteriores circunstancias, durante
este período crítico de la vida. Por consiguiente, es fundamental conocer los
procesos relacionados con el crecimiento y el desarrollo en los primeros años de
vida, para comprender la dinámica de la salud y los factores que determinan el
comportamiento del niño y condicionan su ulterior rendimiento escolar.

El desarrollo del niño esencialmente, depende de la herencia y del medio social


donde se desenvuelve el niño, del acervo y las tradiciones culturales que lo rodean y
de la capacidad de satisfacer sus requerimientos nutricionales en cada momento
específico de la vida. Además, está influido por la enfermedad y a su vez la
enfermedad es constantemente modificada por el crecimiento.

Existe amplia documentación sobre las relaciones entre crecimiento físico, desarrollo
cognoscitivo y estado emocional, como sucede en la pubertad, cuando se alcanza en
forma muy temprana o más tardía de lo esperado para la edad cronológica
respectiva.

La competencia profesional y el éxito de los responsables por la salud y el


crecimiento del niño, aumentarán en razón directa al conocimiento que se tenga
sobre estos procesos, entre los que se destacan la alimentación y la nutrición como

41
factores esenciales para satisfacer los requerimientos fisiológicos. Por otro lado, con
bases científicas sólidas se podrá incrementar la capacidad para el manejo
apropiado de las desviaciones que se produzcan como resultado de los
desequilibrios, por exceso o por defecto, en el consumo de nutrientes, lo que
constituye un factor importante de riesgo para la salud individual y colectiva de los
países en desarrollo.

Es pertinente anotar que en los últimos años se ha observado un incremento


progresivo de la malnutrición por exceso principalmente en nuestro país, debido
entre otros factores, al desequilibrio entre consumo y gasto calórico, que ocasiona
una mayor prevalencia de sobrepeso y obesidad, tanto en grupos afluentes como en
estratos de bajos ingresos de la sociedad, como producto de la aculturación del país
del norte en donde predomina la aceptación por las comidas rápidas o chatarra, lo
que nos convierte en uno país de obesos.

Las ideas que se tenían sobre la acción degeneradora de la desnutrición en época


temprana de la vida y su efecto en el desarrollo del cerebro, evolucionaron
considerablemente desde mediados de la década de 1960. Hasta esa época, se
temía que la desnutrición sufrida durante ciertos períodos sensitivos de la vida, sobre
todo al comienzo del desarrollo del niño, produciría cambios irreversibles en el
cerebro, acompañados probablemente de retardo mental y trastornos en las
funciones cerebrales.

Se sabe ahora, que la mayoría de los cambios en el crecimiento de las estructuras


cerebrales eventualmente se recuperan en alguna medida, aunque perduran las
alteraciones. Sin embargo, recientes investigaciones neuro-farmacológicas han
revelado cambios duraderos, aunque no permanentes, en la función neural receptora
del cerebro, como resultado de un episodio temprano de malnutrición energético-
proteica. Estos últimos hallazgos indican que los tipos de comportamiento y
funciones cognoscitivas alteradas por la desnutrición, pueden estar más relacionados
con respuestas emocionales a situaciones de estrés, que a déficit cognoscitivos.

Según la edad del individuo, los efectos de la desnutrición a largo plazo, pueden ser
mucho mayores de lo que se había sospechado y aún se desconoce el nivel mínimo
42
de desnutrición (déficit de ingesta de alimentos) que es necesario para producir estas
alteraciones de largo término. Gran parte de los estudios sobre desnutrición y retardo
mental se han realizado en niños de edad preescolar, al reconocerse el papel
esencial de la nutrición en el crecimiento y desarrollo físico del niño.

Se concluye que la mejoría del estado nutricional en los primeros años de vida tiene
importantes efectos a largo plazo en la adolescencia y la edad adulta, lo cual podría
considerarse como un factor favorable en el desempeño y rendimiento intelectual del
niño en la edad escolar.

2.4 Implicaciones pedagógicas de la desnutrición

• Se puede presentar un retardo general de todo el proceso de aprendizaje,


observándose lentitud, deficiencia en la atención y concentración,
afectando el rendimiento global.

• Niños que presentan un desarrollo normal con inmadurez en el área


cognitiva o verbal, lo que provoca una lentitud para aprender.

• Alumnos de aprendizaje lento, es decir que presentan dificultades para


seguir un ritmo de aprendizaje normal. Por presentar problemas a nivel
de memoria, junto con una menor capacidad de atención a estímulos
verbales, de expansión y dificultades para evocar y recuperar la
información aprendida.

La desnutrición se encuentra ligada con la insuficiencia intelectual durante el período


fetal y la lactancia. Aun cuando su importancia no se comprende del todo, los niños
que sufren una grave desnutrición tienen cerebros más pequeños que el tamaño
promedio. Asimismo, en ciertos artículos al respecto se señala a la desnutrición
como causante de una conducta anormal y se demuestra que la presencia de ésta
en los pequeños puede producir anormalidades permanentes. (Jiménez, 2009)

Es obvio que la desnutrición inhibe la capacidad del niño para hacer frente a las
demandas de la existencia cotidiana. Sin embargo, apenas se comienza a dar
43
respuesta a la compleja interrogante sobre los perjuicios que ocasiona. Los estudios
realizados en diversos países indican que en las pruebas de inteligencia realizadas
en años posteriores, el desempeño de los jovencitos que alguna vez estuvieron
desnutridos es inferior que el de quienes gozan de una adecuada nutrición.

Según los pioneros de estas determinaciones, lo más probable es que tanto la


anormalidad primaria en el sistema nervioso como las experiencias insuficientes o
defectuosas sean independientes e interactivas. No obstante, casi no cabe duda
sobre el hecho de que la desnutrición grave que requiere hospitalización, acarrea un
efecto persistente a largo plazo no sólo en la inteligencia, sino también en el
aprendizaje de la instrucción académica básica. Quienes sobreviven a una grave
desnutrición prematura son diferentes de los niños normales. Más aún, los
conocimientos disponibles verifican la estrecha relación que existe entre el
antecedente de una desnutrición grave durante la lactancia y el desempeño por
debajo del nivel óptimo en la edad escolar. Ha sido un punto convertido el que la
desnutrición cause o no un daño reversible en una etapa posterior de la vida.

Algunos piensan que son cada vez de mayor peso las pruebas de que la desnutrición
durante la lactancia afecta de modo permanente las mentes de los niños que son ví-
ctimas de ésta. Otros no están tan seguros y opinan que es prematuro sacar
conclusiones sobre los efectos permanentes de la desnutrición.

Desafortunadamente, si el daño producido por la desnutrición es reversible o no, ha


dominado a tal grado los conceptos y las investigaciones sobre la misma, que la
atención ya no está puesta en la consideración de las políticas públicas, que son más
importantes. Esta tendencia es comprensible; el carácter irreversible sugiere una
dramática diferencia en la naturaleza infantil y, por tanto, sus consecuencias son
muchísimo menos tolerables que las de un mal temporal. A muchos funcionarios
públicos les parece imperativo hacer algo de inmediato respecto a la desnutrición si
produce efectos tan terribles; de no ser así, se juzga que el asunto es menos
apremiante y los gobiernos de los países no hacen nada para remediar la pobreza
que en la mayoría de las veces es la que ocasiona la desnutrición.

44
Desde el punto de vista de la política, dicha postura entraña un peligroso engaño. La
desnutrición interfiere con la motivación del niño y su capacidad de concentración y
de aprendizaje, sin importar sus efectos últimos sobre el estado del cerebro mismo.
El tiempo de aprendizaje se pierde en los períodos más críticos para éste.

Un niño desnutrido se distrae, carece de curiosidad y no responde a los estímulos


maternos o de otro tipo. Aun cuando no fuera así, es frecuente que no halle el estí-
mulo materno requerido para su adecuado desarrollo, pues la madre misma a
menudo es víctima de un letargo producido por problemas de la nutrición.

Sin tomar en cuenta el origen de la apatía del niño, éste tarda en alcanzar las metas
normales del desarrollo; se sale de las normas y cuando empieza a asistir a la
escuela ya se encuentra rezagado respecto a sus compañeros que tienen la nutrición
apropiada. Este niño se percata menos que sus condiscípulos del mundo que lo
rodea, se halla física y mentalmente fatigado y por consiguiente le resulta difícil estar
atento en clase. A menudo parece que está ausente de la vida que le rodea.

Si esta desventaja competitiva no fuera suficiente, el jovencito desnutrido está muy


por detrás de sus compañeros debido a que las enfermedades relacionadas con la
nutrición lo atacan muy seguido.

El niño desnutrido tiene un avance muy lento y así continúa hasta que llega un
momento en que no puede enfrentarse a la situación escolar.

Así, sin importar lo que pueda ocurrir o no con su desarrollo cerebral en lo futuro, el
niño desnutrido tendrá permanentes obstáculos, puesto que ha sufrido una pérdida
irreversible de oportunidades.

Por las consideraciones señaladas, es de las más alta relevancia para la educación,
poder analizar las interacciones entre estado nutricional, desarrollo cerebral,
inteligencia y rendimiento escolar, considerando que los problemas nutricionales
afectan a todos los estratos socioeconómicos, en especial, a los sectores más
desprotegidos de nuestra sociedad, los cuales han estado sometidos a condiciones
de una mala alimentación crónica.
45
Al respecto y tal como queda de manifiesto en este trabajo, adquiere especial
importancia, ya que actualmente, la desnutrición es el problema más relevante en los
países en desarrollo; en algunas partes del mundo, principalmente en Latinoamérica
y en los países del Asia Oriental, se han logrado importantes avances en la
reducción de las tasas de desnutrición, pero, en general, el número absoluto de niños
desnutridos se ha incrementado en el mundo. La mitad de los niños del Asia
meridional están desnutridos; en África un tercio de los niños tiene peso bajo los
estándares de normalidad y, en muchos países del continente africano la situación
nutricional de los niños rápidamente se sigue deteriorando.

Las condiciones de malnutrición limitan seriamente la capacidad productiva e


intelectual de los pueblos. Este hecho es especialmente relevante en los países del
tercer mundo, en donde el crecimiento económico se ve afectado seriamente, debido
a las limitaciones de los sectores sociales que presentan adversas condiciones
socioeconómicas, socioculturales, familiares, intelectuales y nutricionales y que, en el
presente, no satisfacen sus necesidades básicas, presentando a la vez, una historia
de pobreza muy negativa, con el consecuente deterioro de la calidad de vida.
(Alvarez, 1996)

Considerando que la educación es la principal herramienta, mediante la cual se


puede mejorar la calidad de vida de los pueblos y, que en términos absolutos el
número de desnutridos ha aumentado en el mundo, es de la más alta relevancia para
la educación analizar los efectos a largo plazo de la desnutrición acaecida a edad
temprana.

Las investigaciones relativas a determinar las interrelaciones entre estado nutricional,


desarrollo cerebral, inteligencia y rendimiento escolar son fundamentales de llevar a
cabo, especialmente en la edad escolar, ya que los problemas nutricionales afectan
especialmente a los estratos socioeconómicos más bajos de nuestra sociedad, con
consecuencias negativas para el desarrollo económico; en la edad escolar, esto se
traduce en altos índices de deserción escolar, problemas de aprendizaje y bajo
ingreso a la educación superior.

46
En esta tarea, el conocimiento que se tenga sobre la interrelación de nutrición, salud
y desarrollo intelectual, tanto a nivel de la familia como de las instituciones
responsables de la salud de madres y niños, será factor básico para asegurar la
incorporación normal del niño a la escuela.

Asimismo, el rendimiento del niño en la escuela dependerá en grado sumo de las


facilidades físicas existentes y de la capacidad pedagógica e interés de los maestros
por desarrollar en sus educandos todo su potencial intelectivo.

Un buen ambiente escolar, unido a condiciones mínimas de bienestar económico y


psicosocial en la familia, que incluya una alimentación saludable para el niño, son
elementos indispensables para el éxito del niño en la escuela.

Por otra parte, los servicios de salud escolar pueden jugar un papel importante en la
realización de estudios que permitan avanzar el conocimiento sobre las relaciones
que existen entre nutrición, salud y rendimiento escolar. Es un campo abierto para la
investigación epidemiológica de los factores implicados en estos procesos.

El crecimiento físico y el desarrollo psicosocial durante la niñez, intervienen en la


capacidad del adulto para adaptarse a su sociedad. El niño que es sano, bien nutrido
y amado, tiene más probabilidades de volverse un adulto fuerte, feliz y bien
adaptado. Por otro lado si se presentan enfermedades severas, desnutrición de
privación física y emocional, estas interfieren el crecimiento normal y la maduración;
la salud del adulto para comprometerse. Si los factores adversos están presentes
solo por un breve periodo, es posible recuperar el crecimiento físico y el desarrollo
mental adecuados, dependiendo de cuanto fue la de privación y del grado de
mejoramiento ambiental que le siga.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2009), La alimentación


deficiente en la infancia deja huellas irreversibles. El crecimiento y desarrollo
defectuosos provocarán baja estatura, mayores riesgos de enfermedad y bajo
desempeño escolar. La desnutrición en menores de cinco años provoca un gran
número de consecuencias en diversas áreas del sujeto. Se han documentado efectos
a corto, mediano y largo plazo, a largo plazo la desnutrición afecta la capacidad de
47
trabajo físico, el desempeño intelectual y escolar durante la adolescencia y edad
adulta.

48
CONCLUSIONES

La desnutrición es una enfermedad relacionada con la nutrición. Significa que el


cuerpo de una persona no está obteniendo los nutrientes suficientes. Esta condición
puede resultar del consumo de una dieta insuficiente o mal balanceada, por
trastornos digestivos, problemas de absorción u otras condiciones de salud.

El estado de salud de los niños depende de la calidad de la nutrición de las células


que constituyen sus tejidos: puesto que es bastante difícil actuar voluntariamente en
los procesos de nutrición, si queremos mejorar el estado nutricional de los niños solo
podemos hacerlo mejorando sus hábitos alimenticios.

La lucha contra el hambre y la malnutrición debe ser una manera constante de lucha
para tener siempre presente este recordatorio hasta que todos los niños crezcan
según su genética y no según lo que puedan comer; hasta que la vocación se decida
por las aptitudes reales y no por las que impone la carencia de alimentos.

De una buena o mala nutrición dependerán una serie de situaciones que afectan a
los niños, sino que interfiere de manera definitiva en las posibilidades de integración
social, de capacidad intelectual. Es así un obstáculo en las oportunidades del
desarrollo de quien la padece.

La desnutrición en los niños es una enfermedad que interfiere en la vida y en las


oportunidades de los niños que se subalimentan y ocasiona un círculo vicioso de
desnutrición-pobreza-desnutrición difícil de romper. Los niños desnutridos se
enfrentan a las situaciones particulares con menos instrumentos, con menos
capacidades. Disminuye el aprendizaje, la asimilación de conocimientos y también
dificulta las relaciones sociales.

A pesar de que no se dispone de información específica sobre la relación que existe


entre estado nutricional y desempeño escolar, sí se tienen elementos de juicio
derivados de estudios importantes sobre desnutrición y desarrollo intelectual en la

49
edad escolar, que se pueden extrapolar con cautela para explorar la dinámica de
interrelaciones semejantes en la edad escolar.

En otras palabras, se puede decir que si un niño llega a la edad escolar después de
haber padecido desnutrición crónica en sus primero años, retardo en el crecimiento y
atraso en su desarrollo cognoscitivo, es bien probable que su rendimiento educativo
se vea afectado negativamente en alguna forma e intensidad.

La desnutrición limita el potencial intelectual de una nación. Tiene efectos profundos


durante el período que va desde la concepción hasta el segundo año de vida.
Durante este período ocurre un daño irreversible al desarrollo físico, mental y social.
El cuidado de la salud, la nutrición y la estimulación psicosocial tempranas pueden
prevenir la desnutrición y su impacto sobre el aprendizaje. Esta poderosa sinergia
entre la estimulación psicosocial y la nutrición sugiere que es crítico que exista una
atención integrada del niño.

Las intervenciones tardías en niños en edad escolar son medidas terapéuticas útiles
cuando el niño ha sufrido daños a una edad temprana y continúa sufriendo de
desnutrición. Se debe hacer un gran esfuerzo para prevenir la desnutrición antes del
segundo año de vida, como una inversión de alta prioridad en el potencial educativo
y en el crecimiento económico.

Durante la etapa desde el nacimiento hasta los cinco años ocurren los cambios más
importantes en el crecimiento y desarrollo, el crecimiento alcanza las velocidades
más elevadas en esta etapa de la vida. Es durante esta fase en la que el menor logra
su madurez inmunológica y adquiere habilidades y destrezas en su desarrollo
psicomotor que lo preparan para su ingreso exitoso al sistema educativo formal. En
un periodo tan importante para la formación del individuo, la alimentación y la
nutrición ocupan un lugar central, al proporcionar la energía y los nutrimentos
necesarios para soportar las exigencias del crecimiento y propiciar las condiciones
para que se manifieste un desarrollo óptimo.

50
La desnutrición afecta todos los campos del desarrollo de un niño, no solamente el
aprendizaje, pero, además no es solo la falta de nutrición o la mala nutrición en vida
del niño, es desde el embarazo de la madre y la lactancia.

Si el niño no está bien alimentado durante los primeros años de vida, puede tener un
efecto profundo en su salud, así como en su habilidad para aprender, comunicarse,
pensar analíticamente, socializar efectivamente y adaptarse a nuevos ambientes y
personas. Una buena nutrición es la primera línea de defensa contra numerosas
enfermedades infantiles que pueden dejar huellas en los niños de por vida. Cuando
no hay suficiente comida, el cuerpo tiene que tomar una decisión sobre cómo invertir
la cantidad limitada de sustancias alimenticias disponibles. Primero está la
supervivencia, luego el crecimiento. En cuanto a la nutrición, el cuerpo parece que
está obligado a clasificar el aprendizaje en último lugar.

Por lo tanto, la buena alimentación es sana para todo el mundo, pues es la base del
buen funcionamiento de nuestro organismo, ya que necesita ingerir los nutrientes
que le permiten tener una buena calidad de vida.

Las consecuencias sociales de la desnutrición son graves y muy preocupantes: los


niños desnutridos son apáticos, con dificultades para concentrarse en una actividad,
con deficiencias en su maduración intelectual.

Una mala alimentación de los niños, provoca múltiples consecuencias que se ven
más acentuadas y con mayor repercusión dentro del medio rural, zonas y colonias
marginadas y pobres.

51
BIBLIOGRAFÍA

ALVAREZ DEL REAL María Eloisa. (2001). El Niño De 6-13 Años. México. Editorial,
Samra, S.A. de C.V.

ALVAREZ MORALES Juan. (1996). La Nutrición. Un Enfoque Bioquímico. Editorial


UTEHA. Noriega Editores. México.

BERNARD Claude. (2001) El Alimento. Factor Indispensable para el Organismo.


Publicaciones CITEM. Gráficas la Prensa. México, D.F.

BEAL Virginia. (1994). Nutrición en el Ciclo de Vida. Editorial UTEHA. Noriega


Editores. México.

BOURGUEZ Dr. Héctor. (1985). Nutrición y Alimentación: su Problemática en México.


Compañía Editorial Continental, S.A. de CV. México

CASTAÑEDA, O. et al (2008) Evaluación de los hábitos alimenticios y estado


nutricional de los adolescentes de Sonora, México. Revista de medicina
familiar del IMSS, Vol. 10, Cd. Obregón, Sonora, México.

CONTRERAS J, (1999) Alimentación y cultura, necesidades, gustos y costumbres. 1ra


Ed. Barcelona: Publicaciones Universitarias de Barcelona.

HORWITZ A. (1999) El costo de la malnutrición en vigilancia alimentaria y nutricional


en la Américas. Conferencia Internacional, México. Washington; OPS,
Publicación Científica Nº 516.

52
RAMOS GALVÁN R. (1989) Alimentación normal en niños y adolescentes, teoría y
práctica, 1° edición, Ed. El Manual Moderno. México, D.F.

SCHEIDER, William L. (1985) Nutrición. Conceptos básicos y aplicaciones. México,


Mc Graw Hill.

SOLÁ MENDOZA Juan. (1999) Introducción a las Ciencias de la Salud. Editorial


Trillas. México, D.F.

UNESCO (2002) (Declaración del Comité permanente de nutrición del sistema de las
Naciones Unidas).

VEUGELERS, PJ AL Fitzgerald, E. Johnston. (2005) La ingesta alimentaria y factores


de riesgo para la mala alimentación de calidad entre los niños en Nueva
Escocia. Canadian Journal of Public Health

Direcciones electrónicas consultadas

Desnutrición infantil en México (2001) (30 de marzo de 2009) Disponible en


http://www.esmas.com/noticierostelevisa/mexico/217553.html

Jiménez. Maria Cristina. Alimentación Infantil (29 de abril de 2009) Núm. 736.
Disponible en: http://www.mailxmail.com/curso/vida/alimentacioninfantil

Diario Oficial. Secretaria de Salud (17 de Mayo de 2009) en:


http://www.sds.df.gob.mx/sector/leyes/normas/norma%20_asisten_%20alimen.pdf

Dr. Antonio González Meneces. (27 de febrero de 2009):


http://www.comtf.es/pediatria/Congreso_AEP_2000/Ponencias
htm/Gonz%C3%A1lez_Meneses.htm

53
OMS / OPS (2003), (30 enero de 2009) “Estadísticas de Salud para las Américas”,
Washington. http://www.unic.org.ar/pag_esp/esp_crisis/c_alimentaria.html

54

Potrebbero piacerti anche