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 CIENTÍFICA UMSS

Volumen 1, Número 1; enero - agosto

Dr. Luis René Gonzáles Mercado

Revista Fundada en 2018
Director de la Revista Científica UMSS

Lic. Jheyson Aguilar Hinojosa

Docente de la Facultad de Ciencias Sociales
Editor en Jefe

Comité Editorial

Mgr. Vicente Limachi

Docente de la Facultad de Humanidades y
Ciencias de la Educación, Universidad Mayor de
San Simón. Cochabamba - Bolivia.

Lic. María del Rosario Aro.

Docente de la Universidad Mayor de San Simón.
Cochabamba - Bolivia

Ing. Jannette Maldonado Murguía.

Docente de la Escuela de Ciencias Forestales,
Universidad Mayor de San Simón. Cochabamba
- Bolivia.

Mgr. Juan Carlos Soto Pareja

Docente de la Facultad de Humanidades y
Ciencias de la Educación, Universidad Mayor de
San Simón. Cochabamba - Bolivia.

Mgr. María Esther Cortéz López

Docente de la Facultad de Humanidades y
Ciencias de la Educación, Universidad Mayor de
San Simón. Cochabamba - Bolivia.

Mgr. Lourdes Marcela Michel Salinas

Docente de la Facultad de Humanidades REVISTA CIENTÍFICA UMSS
y Ciencias de la Educación, Universidad Mayor Escuela Universitaria de Posgrado
de San Simón. Cochabamba - Bolivia. Universidad Mayor de San Simón
Av. Ballivián Esq. Reza N°591
Cochabamba - Bolivia
Teléfono: 4525797 - 4529554
e-mail: revistacientificaumss@gmail.com
www.posgrado.umss.edu.bo

1
 CONTENIDO
Nuestra Palabra
Dr. René Gonzáles Mercado

Artículo Científico
6 Integración de métodos hidrogeológicos
y geofísicos como base para el
planteamiento de un manejo sostenible
de aguas subterráneas: caso de estudio
en el abanico aluvial de Punata
Andrés Gonzáles Amaya
(Laboratorio de Hidráulica - UMSS)

Ensayo
24 Calles y paredes nos cuentan: violencia
inter-ciudadana e inseguridad en la
construcción territorial de la Región
Metropolitana de Cochabamba
Alejandra Ramírez Soruco
(CESU)

Artículos - Ponencias
53 Gestión de calidad e innovación para el
posgrado
Claudio Rama Vitale
(Uruguay)

63 Evaluación y acreditación de la
investigación y el posgrado.
Álvaro Padilla Omiste
(Bolivia)

68 El difícil derrotero hacia un posgrado

generador de conocimiento
René González Mercado
(EUPG)

72 La EUPG UMSS

Normas de publicación

2 Enero – Agosto 2018

 CIENTÍFICA UMSS

NUESTRA PALABRA

C
onducir al país hacia los Objetivos de Desarrollo
Sostenible de las Naciones Unidas (2016-2030)
implica la unificación nacional de todo el sistema
de investigación, en función de avanzar en la
búsqueda de soluciones viables y factibles mediante la creación
de propuestas originales y creativas a los graves problemas
estructurales bolivianos.

A partir de la actual gestión del señor Rector Mgr. Juan Ríos del
Prado y el Director de la Escuela Universitaria de Posgrado, Mgr.
René Gonzales Mercado, se han multiplicado los esfuerzos para
cualificar y expandir el sistema de investigación de la Universidad
Mayor de San Simón.
Rector
A través de un prolongado proceso participativo se ha logrado que Mgr. Juan Ríos del Prado
docentes de las diecisiete unidades facultativas, elaboren la Agenda
Vicerrectora
Universitaria de Investigación y Formación de Investigadores
Mgr. María Esther Pozo Vallejo
2018 – 2027 de la UMSS, instrumento que pretende reconducir
las investigaciones que se desarrollen en nuestra universidad Secretaria General
hacia la intervención, y en la medida de lo posible, la solución de Dra. Carmen Quiróz Gómez
los problemas del país, disminuyendo el énfasis que tienen hasta
ahora las investigaciones teórico – académicas.

Este ambicioso objetivo requiere, primordialmente, ampliar la

masa crítica de investigadores de primer nivel, es decir, magísters
y doctores, principalmente en el área tecnológica, sin restar en
absoluto importancia a las investigaciones de carácter social.
Tienen este sentido los convenios internacionales firmados con
varios países de la cooperación internacional.

Parte de la presente publicación son las contribuciones teóricas del

Ph.D. Álvaro Padilla Omiste y la autoridad mundial en Educación
Superior, Ph.D. Claudio Rama Vitale, quienes hicieron incidencia en
la orientación y coordinación internacionalista que deben asumir
los sistemas de investigación y posgrado de la UMSS.

Dr. René González Mercado

Director de la Escuela Universitaria de Posgrado

3
 ARTÍCULO
CIENTÍFICO
INTEGRACIÓN DE MÉTODOS HIDROGEOLÓGICOS Y GEOFÍSICOS
COMO BASE PARA EL PLANTEAMIENTO DE UN MANEJO SOSTE-
NIBLE DE AGUAS SUBTERRÁNEAS: CASO DE ESTUDIO EN EL ABANICO
ALUVIAL DE PUNATA
Andrés Gonzales Amaya*
Doctorante programa UMSS -
ASDI
Laboratorio de Hidráulica, Uni-
versidad Mayor de San Simón,
Cochabamba-Bolivia
Engineering Geology, Lund Uni-
versity. Lund - Suecia
*Contacto: andres.gonzales@
tg.lth.se
4 Enero – Agosto 2018
Resumen
Los países en desarrollo tienen el reto de plantear y aplicar políticas de
protección y manejo sostenible de los recursos hídricos subterráneos.
Estos retos se vuelven más importantes en zonas áridas y semiáridas,
como el abanico aluvial de Punata (Cochabamba, Bolivia), donde el agua
subterránea es la fuente principal de abastecimiento. El planeamiento
de políticas de manejo de aguas subterráneas debe ser realizado bajo
la implementación de diferentes disciplinas que puedan generar infor-
mación suficiente para su manejo equitativo y sostenible. Este estudio
analizó los posibles efectos de la variabilidad climática sobre las aguas
subterráneas en la zona mencionada precedentemente.
Se estimaron las distribuciones espaciales de algunas variables hidro-
lógicas como evapotranspiración (1400 mm/año), precipitación (450
mm/año), y conductividades hidráulicas que pueden variar entre 0.25
y 3.25 m/día en la capa superior del suelo. Más aun, la aplicación de
métodos geofísicos e hidroquímicos contribuyeron en la delimitación de
unidades de acuíferos: un acuífero libre en la parte del ápice con espe-
sor entre 40 a 80 m, un acuífero semiconfinado en la parte media con un
espesor de aproximadamente 60 m, y un acuífero confinado en la parte
distal del abanico con un espesor de aproximadamente 20 m.
También se realizó la zonificación de áreas con diferente calidad de
agua para consumo humano e irrigación, identificando zonas con con-
centraciones de sales mayores a los 1000 mg/L. La integración de mé-
todos multidisciplinarios proveyó información significativa para usarse
en la planeación de normas y políticas de manejo sostenible de aguas
subterráneas en el abanico aluvial de Punata.
Palabras clave: Variabilidad climática; Imágenes satelitales; Hidroquí-
mica; Geofísica, Aguas subterráneas.

1 Introducción
E
n Bolivia es muy común contar con
zonas con escasa información re-
lacionada a recursos hídricos. Por
ejemplo, la red nacional meteoroló-
gica está distribuida principalmente en las cer-
canías de los principales centros urbanos del
país, lo que resulta en un bajo número de esta-
ciones situadas en áreas remotas como en las
partes altas de montañas, las cuales son impor-
tantes zonas desde un punto de vista.
La información hidrométrica es más escasa aun,
y de igual manera está muy dispersa en tiempo
y espacio. Los datos de libre acceso son muy po-
cos, y solo algunas entidades privadas y públicas
cuentan con información acerca de calidad de
agua. En relación a las aguas subterráneas se
conoce poco o casi nada en muchas regiones del
país y finalmente, leyes o normas para su pro-
tección y manejo sostenible son prácticamente
inexistentes (Lobina, 2000; Saldías et al., 2012; y
CIENTÍFICA UMSS
Saldías et al., 2013).
En Bolivia, las instituciones nacionales que rea-
lizan investigaciones en temas relacionados al
agua son principalmente las universidades es-
tatales.
Un ejemplo claro de proyecto de investigación
es el de Gestión Integral de Recursos Hídricos
(GIRH) manejado por la Universidad Mayor de
San Simón (UMSS) en la cuenca hidrosocial de
Pucara (Cossio et al., 2014).
El término hidrosocial hace referencia a la estre-
cha vinculación de las actividades socioeconómi-
cas que existen entre el abanico aluvial de Puna-
ta, y las cuencas Pucara y Chullku-Mayu.
Entre los años 2014 a 2017, se realizaron numero-
sos estudios geofísicos e hidrogeólogicos principal-
mente en el abanico aluvial mencionado. En esta
región, la principal actividad es la agricultura, por
tanto, una adecuada oferta de agua es de vital im-
portancia para el bienestar general de la población.
5
 ARTÍCULO
CIENTÍFICO
Los pobladores de la zona, ante la insuficiente
oferta de agua superficial (ríos o precipitación),
hacen uso intensivo de las aguas subterráneas.
Sin embargo, el uso excesivo de estas fuentes
para irrigación y uso doméstico estaría causando
un descenso notorio en la cantidad y calidad de
este recurso hídrico.
Reportes locales indican que actualmente existe
una sobreexplotación de aguas subterráneas, lo
cual amenaza a las actividades socioeconómicas
de los pobladores. Por tanto, es necesario em-
pezar a planear estrategias de un manejo sos-
tenible de las aguas subterráneas en el abanico
aluvial de Punata.
Consecuentemente, el objetivo principal de este
trabajo es proveer información importante en
términos hidroclimáticos (i.e. variabilidad climá-
tica, estimación de evapotranspiración e índices
de sequía) e hidrogeológicos (i.e. conductividad
hidráulica del suelo, caracterización de unidades
de acuíferos, fluctuación de niveles de agua sub-
terráneas, y calidad de agua).
La información generada podrá ser utilizada como
base para la formulación de políticas de protec-
ción y manejo sostenible de aguas subterráneas.
2 Área de estudio
El abanico aluvial de Punata está situado en la
región de los sub-Andes bolivianos, en la parte
central de Bolivia, más específicamente en el no-
roeste del Valle Alto del departamento de Cocha-
bamba. Limita al este con la cuenca de Pucara,
la cual tiene una extensión aproximada de 440
km2, y en términos hidrogeológicos y sociales,
está fuertemente ligado con el abanico aluvial de
Punata debido a que el río Pucara es la principal
fuente de recarga de las aguas subterráneas de
Punata.
En las cabeceras de la cuenca existen numero-
sas lagunas, a partir de las cuales, volúmenes
6 Enero – Agosto 2018
importantes de agua son conducidos por canales
artificiales hasta alcanzar el río Pucara. Las ele-
vaciones en el área de estudio varían desde los
4650 a 2700 m.s.n.m. en la cuenca Pucara y en
el abanico aluvial de Punata, respectivamente. Al
oeste y sud limita con una franja arcillosa que re-
presenta el límite impermeable de los acuíferos
locales.
Los estudios de UNDP-GEOBOL (1978) y GEO-
BOL (1983) describen la geología regional y local.
El basamento rocoso del área de estudio está
formado por rocas del Ordovícico y por encima
de ellas se encuentran formaciones del Silúrico.
Los valles fueron rellenados por sedimentos no
consolidados del Cuaternario, y las principales
unidades son sedimentos fluviales, lacustrinos,
fluvio-lacustrinos y aluviales.
Durante el Pleioceno bajo, y debido a movimien-
tos tectónicos, fueron creados valles tectónicos y
paleo-lagos. El clima en ese periodo fue princi-
palmente seco y caliente por lo cual sedimentos
finos (arcilla y limo) fueron depositados junta-
mente con sales (UNDP-GEOBOL, 1978).
3 Metodología
El presente artículo utilizó una metodología mul-
tidisciplinaria la cual integra técnicas de senso-
res remotos, hidrometeorología, hidrogeología
e hidroquímicos. Los años 2011 a 2012 y 2015 a
2016 varios pozos en el abanico de Punata fueron
seleccionados para la medición del nivel de agua
subterránea. Durante el primer periodo las me-
diciones fueron semanales, mientras que en el
segundo periodo fueron cada hora (se instalaron
sensores automáticos para la medición de nive-
les). Se realizaron múltiples correlaciones entre
los niveles de agua subterránea y tasas de preci-
pitación que permitieron determinar las fluctua-
ciones de recarga de agua subterránea.
En el área de estudio existen algunas estacio-
nes meteorológicas, sin embargo solo cuatro

cuentan con registros históricos mayores a los
30 años (Fig. 1): San Benito (2710 m.a.s.l.), Arani
(2730 m.a.s.l.), Tiraque (3280 m.a.s.l.), y Corani
(3320 m.a.s.l.). Las estaciones de San Benito y
Arani se encuentran en la región valluna, donde
el clima es principalmente caliente y semiárido.
las estaciones son: precipitación, temperaturas
máxima y mínima, radiación solar, humedad
relativa y velocidad de viento. La calidad de los
registros fue evaluada con métodos cuantitativos
como la curva de doble masa. Cuando se pre-
sentó registros sin datos, estos fueron rellenados
con técnicas de regresión múltiple.
El análisis de variabilidad climática fue realiza-
do con el Método de Perturbación de Cuantiles
(MPC). El MPC utiliza series de variables meteo-
rológicas de al menos 30 años. Una vez selec-
CIENTÍFICA UMSS
Las estaciones de Tiraque y Corani están locali-
zadas en la región montañosa sub-Andina, donde
el clima es más frio y húmedo. La resolución tem-
poral de registro de las estaciones es a nivel diario
Las variables meteorológicas registradas en
Fig. 1 La cuenca hidrosocial
de Pucara, constituida por
el abanico aluvial de Punata,
y las cuencas de Pucara y
Chullku-Mayu. También se
muestran las ubicaciones de
estaciones meteorológicas,
ensayos geofísicos, y tomas
de muestra de agua y suelo.
cionada la serie a analizar, en este caso series
de precipitaciones, se la procesa organizando los
valores de menor a mayor.
De esta nueva serie, se extraen sub-series de di-
ferente periodo de duración (por ejemplo, cada
15 o 20 años), y de cada sub-serie se saca su pro-
babilidad de excedencia que luego nuevamente
es reordenada de menor a mayor.
Estas probabilidades de excedencia darán valo-
res máximos y mínimos los cuales pueden ser
interpretados como los valores extremos de pre-
7
 ARTÍCULO
CIENTÍFICO
cipitación que ocurrirán dentro de cada sub-se-
rie. El MPC está descrito a detalle en Willems
(2013), y Ntegeka y Willems (2008), y el análisis
completo sobre variabilidad climática en la zona
de estudio puede ser encontrado en Gonzáles
Amaya et al. (2018). Por otro lado, el método de
Índice Estandarizado de Precipitación (IEP) defi-
nido por el (WMO, 2012) fue aplicado para evaluar
la frecuencia e intensidad de las sequias en el
área de estudio. El IEP básicamente representa
la desviación estándar de un evento de precipi-
tación con respecto a la media. Con este valor,
se podrá evidenciar la ocurrencia de eventos por
debajo (i.e. año seco) o encima (i.e. año lluvioso)
de los valores normales.
La determinación de la distribución espacial de
la evapotranspiración real (ETR) fue realizada
con el método del Sistema de Balance Energé-
tico de la Superficie (SEBS, por sus siglas en in-
glés) desarrollado por Su (2002).
Este método incorpora el uso de imágenes sa-
telitales con datos meteorológicos de estaciones
locales. Las imágenes satelitales utilizadas son
las de reflectividad y radiancia del Level 1B de
MODIS, con condiciones de cielo libre de nubes.
La resolución espacial final para todas las imá-
genes fue de 1x1 km. Para mayor detalle de las
ecuaciones y conceptos de SEBS referirse a Su
(2002), Rwasoka et al. (2011) y Elhag et al. (2011).
La evaluación de los resultados de ETR obteni-
dos mediante SEBS fue hecha mediante una va-
loración de consistencia con datos calculados de
la evapotranspiración de referencia (ETO) de la
FAO Penman-Monteith (Allen et al., 1998).
Si se asume que ETO es la evapotranspiración
potencial (ETP) (Xu y Singh, 2005), se esperaría
que los resultados de ETO siempre sean mayo-
res o iguales a los de ETR.
Procedimiento similar fue realizado por Rwa-
soka et al. (2011), y Gonzales Amaya y Parodi
8 Enero – Agosto 2018
(2010). Adicionalmente los valores de ETR de
SEBS fueron comparados con los valores de ETR
obtenidos mediante el método de Advección-Ari-
dez (AA) (Brutsaert y Stricker, 1979). El método
AA para la estimación de valores de ETR mostró
buenos resultados en zonas áridas y semiáridas
(Mulleady y Barrera, 2013).
Un total de 30 muestras de suelo (Fig. 1) fueron
recolectadas en el abanico aluvial de Punata.
Estas muestras se encuentran localizadas prin-
cipalmente en la cabecera del abanico, debido a
que esta zona presenta una mayor heterogenei-
dad en la distribución de materiales, por tanto,
habrá una mayor variación en las propiedades
físicas del suelo que en la parte media y distal
del mencionado abanico.
En la parte media y distal, el suelo es de caracte-
rísticas predominantemente arcillosas. En cada
punto de muestreo, se realizaron pruebas de in-
filtración a tres profundidades diferentes: 30, 50
y 100 cm. Las siguientes propiedades físicas del
suelo fueron determinadas en laboratorio: textu-
ra, densidad aparente y real, capacidad de cam-
po, punto de marchitez, porosidad, y porcentajes
de grava, arena, arcilla y limo.
Los ensayos de infiltración fueron realizados
con un permeámetro de Guelph, y cuando las
condiciones no lo permitían (suelo con gran
porcentaje de grava y bolones) se utilizó el mé-
todo de doble anilla.
La estimación de la conductividad hidráulica sa-
turada (Ks) fue realizada aplicando las ecuacio-
nes de Reynolds y Elrick (1985), Reynolds y Elrick
(1987), Zangar et al. (1953), y Elrick et al. (1989).
Para verificar la consistencia de las estimacio-
nes de Ks se las comparó con la conductividad
hidráulica del software ROSETTA (Schaap et al.,
2001). ROSETTA utiliza un análisis de red neuro-
nal para estimar propiedades físicas de los sue-
los como Ks.

Este software puede utilizar información limi-
tada de entrada (distribución granulométrica) o
información más detallada (distribución granu-
lométrica, densidad aparente, porosidad, punto
de marchitez y capacidad de campo) para la es-
timación de Ks.
Ensayos geofísicos fueron realizados para ma-
pear la sub-superficie del abanico aluvial de Pu-
nata y así definir la geometría de los acuíferos.
Los métodos geofísicos utilizados fueron Tomo-
grafías Eléctricas de Resistividad (TER), Polariza-
ción Inducida (PI), y Electromagnético Transitorio
(EMT). La Fig. 1 muestra que los sondeos EMT
fueron agrupados en dos áreas: área 1(A1) y área
2 (A2), las cuales están cerca del ápice y parte
distal del abanico, respectivamente.
Información detallada acerca de los métodos y
configuración de los ensayos pueden encontrar-
se en Gonzáles Amaya et al. (2016) y Gonzales
Amaya et al. (2018a). Varios perfiles TER fueron
producidos, y su interpretación hidrogeológica
fue hecha con el apoyo de informes litológicos
cercanos o sobre cada perfil. Un total de 30 km
de TER y 126 EMT de sondeos fueron realizados.
Cuando las condiciones de tiempo y logística
eran favorables, la adquisición de TER fue hecha
conjuntamente con PI.
Finalmente, se recolectaron 57 muestras de
agua en la cuenca de Pucara y el abanico de
Punata. Las muestras fueron recolectadas en
pozos y aguas superficiales. En cada lugar de
muestreo se midieron la conductividad eléctrica
(CE) y pH. Los análisis de laboratorio permitieron
determinar las concentraciones de los iones ma-
yoritarios: calcio (Ca2+), magnesio (Mg2+), sodio
(Na+), bicarbonato (HCO3-), cloruro (Cl-), sulfato
(SO42-); y especies menores: potasio (K+), nitrato
(NO3-), y hierro total (Fetot). Adicionalmente, se
determinaron las concentraciones de los isoto-
pos naturales deuterio (2H) y oxigeno-18 (18O).
Un resumen completo de los protocolos de
CIENTÍFICA UMSS
muestreo y análisis de datos está disponible en
el estudio de Gonzáles Amaya y Barmen (2018).
La evaluación de la calidad de aguas superficia-
les y subterráneas para irrigación y consumo hu-
mano fue hecha con los estándares establecidos
en WHO (2004) y Ayers (1985).
Se utilizaron métodos cuantitativos y cualitativos
para la evaluación de calidad de las aguas: el Ín-
dice de Calidad de Agua Potable (ICAP) y el Índice
de Calidad de Agua para Irrigación (ICAI). Estos
índices asignan diferentes pesos y rankings a
los diferentes parámetros fisicoquímicos de las
muestras de agua.
Para mayor detalle de estos métodos revisar
Simsek y Gunduz (2007), y Parmar and Parmar
(2010). Para el método ICAI fue necesario esti-
mar los valores de Adsorción de Magnesio (AM),
Intercambio de Sodio (IS), Adsorción de Sodio
(AS), y Carbonato de Sodio Residual (CSR). En
muchos estudios a nivel mundial existe una vas-
ta descripción de la teoría y ecuaciones para la
obtención de estas expresiones (Alkinani y Mer-
kel, 2017; Alobaidy et al., 2010; Chakraborti et al.,
2010; y Thapa et al., 2017).
4 Resultados
4.1 Estudios hidrometeorológicos
En las zonas altas del área de estudio (i.e. cuenca
Pucara) la precipitación media anual es aproxi-
madamente 500 mm, mientras que en las zonas
bajas (i.e. abanico aluvial de Punata) el clima es
semiárido con una precipitación media anual de
350 mm. Generalmente, durante la época lluvio-
sa (octubre a marzo) se precipita cerca del 80%
de la lluvia anual, mientras que durante la época
seca (abril a septiembre) las tasas de precipita-
ción son muy escasas.
La Fig. 2a muestra los valores obtenidos de la
ETR mediante los métodos SEBS y AA, y los va-
lores de la ETO obtenidos mediante el método
Penman-Monteith y tanque evaporímetro. Los
9
 ARTÍCULO
CIENTÍFICO

valores de ETO son consistente-

mente mayores que los valores
de ETR de ambos métodos, lo
cual es coherente debido a que
se asumió ETO como la ETP. Los
valores de ETR de SEBS son en
promedio mayores a los estima-
dos por AA, sin embargo, son
consistentemente menores a los
valores de ETO.

Por otro lado, también se com-

paró los valores de ETR de SEBS
con la evapotranspiración esti-
mada a partir de mediciones en
sitio de evaporación, las diferen-
cias fueron mínimas. Si se asu-
me que la evapotranspiración
derivada a partir de las medicio-
nes de evaporación es la real, se
puede decir que ERT de SEBS es
aceptable.

Consecuentemente ETR de
SEBS puede ser muy ventajoso
ya que se puede obtener valores
de evapotranspiración de mane-
ra espacial.
La información espacial de las
tasas de precipitación y evapo-
transpiración es de mucha utili-
dad para la elaboración de ma-
pas de déficit hídrico o balances
hídricos de cuenca. Por ejemplo,
la Fig. 2b muestra la tasa de pre-
cipitación y evapotranspiración
para el mes de agosto de 2016.
Esta visualización muestra un
claro déficit hídrico donde las
tasas de evapotranspiración son
mucho mayores que las de pre-
cipitación.
Fig. 2 Variación de la
evapotranspiración y precipitación en la
región de Punata. Variación mensual de
la evapotranspiración estimada por los
métodos Penman-Monteith, Advección-
aridez, evaporación de tanque
evaporímetro, y SEBS. b Ejemplo de la
distribución espacial de la precipitación
y evapotranspiración real durante el
mes de Agosto 2016.
Fig. 2 Variación de la evapotranspiración y precipitación en la re-
gión de Punata. Variación mensual de la evapotranspiración es-
timada por los métodos Penman-Monteith, Advección-aridez,
evaporación de tanque evaporímetro, y SEBS. b Ejemplo de la
distribución espacial de la precipitación y evapotranspiración real
durante el mes de Agosto 2016.
La Fig. 3a y b muestra el IEP y la variabilidad climática local de
precipitación (oscilación) obtenida después de la aplicación del
MPC para las estaciones de Arani y Tiraque, respectivamente.

10 Enero – Agosto 2018


El IEP fue calculado para escalas de tiempo
de 3, 6, 9 y 12 meses. La escala de 12 meses
es mostrada en la Fig. 3a debido a que resalta
claramente los periodos húmedo/seco. Valores
positivos de IEP son relacionados con eventos
de precipitación mayores al promedio (periodos
húmedos), mientras que valores negativos re-
presentan lo contrario (periodos secos). Aproxi-
madamente entre 10 a 13% de los años analiza-
dos tienen valores de IEP mayores a 1.5, lo que
significa años húmedos. Por otro lado, entre 15
a 19% de los años presentan valores menores a
1.5 lo cual significan años muy secos.
La variabilidad del régimen de precipitación (u
oscilación) mostró un comportamiento sinusoi-
dal (línea punteada en la Fig. 3a y b), con perio-
dos que variaron entre 12 a 18 años (Gonzáles
Amaya et al., 2018). Las oscilaciones de precipi-
tación coincidieron con las tendencias de IEP lo
cual refuerza la hipótesis de que existe una cicli-
cidad de periodos secos y húmedos.
El monitoreo de niveles de agua subterránea
mostro que las precipitaciones pueden afec-
Fig. 3 a y b Distribución temporal de los índices IEP para una escala de 12 meses, y oscilaciones obtenidas después
de aplicar el MPC en las estaciones de Arani y Tiraque, respectivamente. c y d Variación de los niveles de agua (GWL)
subterránea y tasas de precipitación para los periodos 2011-2012 y 2015-2016, respectivamente.
CIENTÍFICA UMSS
tar los niveles freáticos. El estudio de Gonzales
Amaya y Barmen (2018) sugiere que las aguas
subterráneas en el abanico aluvial de Punata son
recargadas principalmente por eventos (i.e. cre-
cidas) del río Pucara. Debido a que las precipita-
ciones son la fuente principal de la escorrentía
en cuencas, es natural esperar que en periodos
secos las aguas subterráneas no se recarguen
apropiadamente, mientras que en periodos llu-
viosos la recarga del acuífero es mayor.
La Fig. 3c muestra que después de la época llu-
viosa de los años 2011-2012 los niveles de agua
subterránea se incrementaron.
Después de la época lluviosa, en el periodo seco,
los niveles de agua subterránea empezaron a
decrecer debido a la extracción de agua de pozos
para riego y consumo humano.
La Fig. 3d muestra que durante el periodo llu-
vioso de los años 2015-2016 los niveles de agua
subterránea no se incrementaron como en el
periodo previo (2011-2012), esto puede ser de-
bido a que las tasas de precipitación no fueron
11
 ARTÍCULO
CIENTÍFICO
suficientes para igualar o superar las tasas de
extracción.
Los valores del IEP en la estación de Arani (Fig.
3a) también mostraron valores negativos duran-
te ese periodo, lo cual confirma el régimen seco
de esos años, también reportado por el estudio
de Satgé et al. (2017).
En cambio, para el periodo 2011-2012 los valo-
res del IEP fueron positivos resaltando la carac-
terística de un periodo húmedo. Las Fig. 3c y d
también muestran el nivel de agua subterránea
del año 1999 (GWL 1999), durante los años 2011-
2012 el nivel casi equiparó al del año 1999, sin
embargo durante 2015-2016 los niveles fueron
mucho menores.
Esto, una vez más, puede ser explicado por la
sobre-explotación de agua subterráneas, la cual
sobrepasó la tasa de recarga.
4.2 Estudios hidrogeológicos
La distribución granulométrica de las muestras
de suelo mostró una gradación de grava y bolo-
nes en el ápice del abanico a arcilla y limo en la
parte distal del abanico.
La Fig. 4a muestra la clasificación de textura de
todas las muestras de suelo recolectadas en esta
investigación. En esta figura, es posible identifi-
car tres nubes de puntos, la primera (parte infe-
rior izquierda) tiene concentraciones mayores de
arena, y están localizadas en la parte del ápice y
cabecera del abanico de Punta.
El segundo y tercer grupo incrementan su conte-
nido de finos, y las muestras de cada grupo están
localizadas en la parte media y distal del abanico,
respectivamente. La diferencia en los porcenta-
jes de finos y gruesos, entre cada grupo, puede
ser explicada gracias a que en las cercanías
de la cabecera del abanico, el rio Pucara tiene
mayor energía, lo cual le permite arrastrar ma-
yor cantidad de sedimentos gruesos. Mientras
12 Enero – Agosto 2018
que la parte media y distal la energía del río dis-
minuye, por lo que solo las partículas más finas
pueden ser transportadas y depositadas.
La Fig. 4b y c muestran la distribución de los valores
de Ks en tres profundidades diferentes (i.e. 30, 50,
y 100 cm). La estimación de los valores de Ks fue
hecha mediante los métodos de Reynolds y Elrick
(1985), Zangar et al. (1953), y programa ROSETTA.
Los tres métodos mostraron resultados simila-
res con un promedio en la desviación estándar
de 0.28, 0.44 y 0.5 m/d para las profundidades
de 30, 50 y 100 cm respectivamente. La deter-
minación de los valores de Ks mostró que estos
son mayores en la parte del ápice y de menor
magnitud en la parte media y distal del abanico.
Esta diferencia entre los valores de Ks se debe a
la mayor presencia de finos en la parte media y
distal de abanico, o material grueso en las cerca-
nías del ápice del abanico.
Fig. 4 La Clasificación textural mediante los por-
centajes de arena, arcilla, y limo. b Valores de
conductividad hidráulica obtenidos por los méto-
dos de Glover, Reynolds y Richards, y el progra-
ma ROSETTA. c Distribución espacial de la con-
ductividad hidráulica en las profundidades de 30,
50 y 100 cm.
4.3 Estudios geofísicos
Los resultados de los estudios geofísicos permi-
tieron elaborar más de 30 km de perfiles de dis-
tribución de resistividad eléctrica del subsuelo.
Posteriormente, estos perfiles fueron interpre-
tados hidrogeológicamente con la asistencia de
informes litológicos de pozos ubicados sobre o
cerca de cada perfil.
La máxima profundidad de investigación de los
ensayos TER fue de 150 m, la cual depende de
la geometría del ensayo (i.e. máxima separación
entre electrodos que fue de 800 m). Los resul-
tados de los ensayos TER permitieron refinar el
modelo hidrológico previo (Gonzáles Amaya et
al., 2016). Los resultados de PI fueron utilizados

cuando se presentaban ambigüedades en el pro-
ceso de interpretación de los perfiles eléctricos,
ya que existe un contraste de valores de PI entre
zonas con alto y bajo contenido de arcilla. Por lo
cual se pudo delimitar el límite inferior del siste-
ma de acuíferos, mismo que es un acuicludo con
alto contenido de arcilla.
Los sondeos EMT tuvieron una máxima profun-
didad de investigación de 200 m, la profundidad
de investigación fue restringida por el alto con-
tenido de arcilla en el fondo del acuífero, el cual
disipó las señales electromagnéticas. Los son-
deos EMT fueron muy útiles para distinguir una
zona de transición en el fondo del acuífero con
Fig. 5 a y b Distribución de la resistividad eléctrica en la sub-superficie de A2 (ubicación en Fig. 1), y su interpretación
hidrogeológica, respectivamente. c Profundidad del límite inferior del sistema de acuíferos.
Esta parte inferior está compuesta por depósitos
con alto contenido de arcilla y representaría el lí-
mite inferior (barrera impermeable) del sistema
de acuíferos. El espesor de la capa superior for-
mada por material grueso varía entre 80 a 100
m en la parte del ápice y parte distal del abani-
co, respectivamente. La alta porosidad primaria
de esta capa superior lo convierte en el princi-
pal acuífero en términos de almacenamiento de
agua subterránea.
Por otro lado, entre la capa superior y el límite
inferior del sistema de acuíferos, se detectó una
zona con resistividades entre 0.1 a 10 Ωm, inter-
CIENTÍFICA UMSS
muy bajas resistividades eléctricas. Estos valores
bajos en resistividad son atribuidos a la presen-
cia de agua salina.
Las Fig. 5a y b muestran las distribuciones típicas
de resistividad eléctrica y su interpretación hidro-
geológica, respectivamente. Las capas superio-
res mostraron rangos de resistividad de 50 a 200
Ωm. Estos valores altos están correlacionados
a depósitos de material grueso como bolones,
grava y arena. Las resistividades mostraron una
tendencia a decrecer con la profundidad, hasta
alcanzar valores de 10 Ωm en la parte inferior del
sistema de acuíferos.
pretada como agua salina, la cual debería ser
evitada cuando se perforen pozos, ya que altera-
ría la calidad de agua extraída.
La Fig. 5c muestra en la parte superior el modelo
de elevación digital de la superficie y los pozos
inventariados, en la parte más baja se muestra
la profundidad a la que se encuentra el límite in-
ferior del sistema de acuíferos.
Este límite es importante que sea conocido en el
momento del diseño y excavación de futuros po-
zos para evitar costos/perdidas innecesarias en
el momento de perforación.
13
 ARTÍCULO
CIENTÍFICO

14 Enero – Agosto 2018


4.4 Calidad de agua
Los valores de concentraciones de los diferentes
iones se resumen en la Tabla 1. La mayoría de
las muestras tienen concentraciones dentro de
los rangos permitidos para consumo humano.
Las altas concentraciones de sales, como Cl- y
Na+, son el principal motivo que afecta la calidad
de las aguas muestreadas consecuentemente,
en esas muestras los valores de CE son muy
elevados y están fuera de los rangos permitidos.
La estimación del índice ICAP aplicó los rankings
numéricos máximos (i.e. 5) a parámetros como
NO3-, TDS, Cl-, y SO42- debido a que son las
principales variables que pueden afectar la ca-
lidad de agua para consumo humano (Parmar y
Parmar, 2010; WHO, 2004). Los parámetros de
dureza (HA) y HCO3- recibieron rankings míni-
mos de 1, debido a que tienen poco impacto en
la calidad de agua. Los otros parámetros como
Ca2+, Mg2+ y Na+ recibieron rankings de 3, 3, y 4
respectivamente.
En la Fig. 6a se puede observar la distribución
espacial del índice ICAP. Valores menores a 40
significan un riesgo bajo para la salud humana,
mientras que valores entre 40 y 60 significa que
algún(os) parámetro(s) se encuentran ligera-
mente por
encima de los estándares mínimos, finalmente
Fig. 6 a y b Mapa de Índice de Calidad de Agua Potable, y mapa de Índice de Calidad de Agua para Irrigación,
respectivamente.
CIENTÍFICA UMSS
valores mayores a 60 significan que el agua no es
apta para consumo humano.
En general, los índices de ICAI mostraron mayor
riesgo a IS y AM, mientras que CSR y AS mos-
traron ser de menor riesgo (referirse a tabla 1).
La asignación de rankings numéricos para cada
parámetro fue hecha según lo recomendado en
el estudio de Ayers (1985), y Simsek y Gunduz
(2007). A los valores de CE se asignó un ranking
Fig. 5 a y b Dis
de 5, debido a que este parámetro está relacio-
hidrogeológica
nado directamente a la concentración de sales,
las cuales pueden ser perjudiciales para las
plantas. A los parámetros de AS, IS, AM, y CSR
se les asignó un ranking de 4, ya que valores al-
tos pueden relacionarse con efectos adversos a
las propiedades del suelo (i.e. salinización, in-
filtración y permeabilidad). Un ranking de 3 fue
asignado a los pesos de Na+ y Cl-, los cuales en
altas concentraciones pueden resultar tóxicos a
algunas plantas.
Finalmente, rankings no tan altos de 2, 1, 1 fue-
ron asignados a los parámetros de NO3-, HCO3-
y pH, respectivamente, debido a que en algún
momento podrían tener efectos negativos en las
plantas. En la Fig. 6b se puede observar la dis-
tribución espacial de los valores del índice ICAI.
Valores menores a 22 significa un riesgo bajo
para las plantas, mientras que valores entre 22
a 37 significan que algún(os) parámetro(s) está
15
 ARTÍCULO
CIENTÍFICO

fuera del rango. Finalmente, valores mayores a
37 significan
que el agua no es apta para fines de irrigación.
5 Discusión
La gran dependencia en las aguas subterráneas
para fines de consumo humano e irrigación en
el abanico aluvial de Punata crea la necesidad
de hacer un estudio integral de diferentes disci-
plinas (i.e. variabilidad climática, hidrogeología,
geología, y calidad de agua). Los resultados de
variabilidad climática resaltaron que existen ci-
clos recurrentes de sequía, los cuales están vin-
culados con eventos de El Niño (Gonzáles Amaya
et al., 2018).
Estos periodos secos afectan directamente los
regímenes de recarga del acuífero de Punata.
Adicionalmente a las posibles bajas tasas de re-
carga debido a los periodos secos, existen altas
tasas de extracción de agua subterránea en Pu-
nata, causando un descenso gradual en el nivel
freático de las aguas subterráneas. Por lo tanto,

16 Enero – Agosto 2018


el conocimiento la variabilidad climática regional
puede asistir en la predicción de futuros escena-
rios de sequía, y así poder planificar un uso más
eficiente de agua subterránea y de su extracción.
La información de sensores remotos puede
resultar de mucha utilidad, especialmente en
zonas pobremente monitoreadas e instrumen-
tadas como la cuenca hidrosocial de Punata. El
uso de imágenes satelitales sirvió para estimar
la ETR mediante el método de SEBS, y fue eva-
luada con mediciones in-situ. En general, las
CIENTÍFICA UMSS
estimaciones de ETR de SEBS mostraron una
buena concordancia con los valores obtenidos
con otros métodos (evapotranspiración a partir
del tanque de evaporación clase A, y los métodos
Advección-Aridez y Penman-Monteith).
La ventaja principal del método SEBS es la ob-
tención de valores distribuidos espacialmente,
lo cual es muy útil para realizar estimaciones/
evaluaciones de volúmenes adecuados para
irrigación. Debido a que en el abanico de Pu-
nata la principal actividad socioeconómica es la
agricultura, y donde el agua subterránea es la
principal fuente de agua, el conocimiento de los
volúmenes adecuados para irrigación es extre-
madamente necesario para un plan sostenible
de explotación de las aguas subterráneas.
La caracterización de la distribución granulomé-
trica de la capa superior del suelo asistió en la
estimación de los valores de conductividad hi-
dráulica. Los valores de Ks en el abanico aluvial
de Punata fueron más elevados en la cabecera
del abanico e incrementaron con la profundidad
(el contenido de arcilla disminuye con la profun-
didad en los primeros metros del suelo y por tan-
to aumenta los valores de Ks).
Por otro lado, los valores de Ks fueron menores
en la parte media y distal del abanico aluvial debi-
do a las altas concentraciones de arcilla. La esti-
mación de los valores de Ks es de mucha utilidad
para entender como es el movimiento del agua
en el suelo y así poder evaluar las tasas de infil-
tración y transporte de contaminantes. Debido a
que muchos cultivos en Punata usan fertilizantes
y pesticidas es importante estimar la movilidad
de los contaminantes en el suelo para lo cual los
datos de Ks son necesarios.
Los análisis hidroquímicos mostraron bajas con-
centraciones de contaminantes como NO3-, po-
siblemente debido a que el contenido de arcilla
en la capa superior del suelo es alto, por lo tanto,
esta capa actúa como una barrera semipermea-
ble. Sin embargo, a través de la recarga horizon-
17
 ARTÍCULO
CIENTÍFICO
tal de los ríos Pucara y Pocoata pueden trans-
portarse contaminantes al acuífero, por tanto, es
importante cuidar las cuencas de aporte y evitar
posibles contaminaciones.
El ICAP arrojó valores bajos, reflejando la bue-
na calidad para consumo humano de las aguas
subterráneas en el abanico de Punata. En algu-
nas zonas (i.e. norte y noroeste del abanico), la
calidad del agua disminuyó debido a las altas
concentraciones de Cl-, sin embargo, la calidad
del agua aún está dentro de los rangos permisi-
bles para consumo humano.
Por otro lado, los valores de ICAI mostraron
grandes áreas donde existe un moderado riesgo
del uso de agua subterránea para propósitos de
irrigación. Los principales riesgos son la salini-
zación del suelo o toxicidad a algunas plantas,
sensibles a elevadas concentraciones de sales
como Cl- o Na+. La zonificación basada en los
índices de calidad de agua para irrigación y con-
sumo humano puede usarse para planear la in-
troducción de cultivos más resistentes a sales, o
para proteger áreas vulnerables a la salinización
del suelo, o para evitar la extracción de aguas
subterráneas donde las concentraciones de sa-
les son elevadas.
La interpretación de los resultados geofísicos
reveló la ubicación de un acuífero libre en la
parte de la cabecera del abanico y con un es-
pesor entre los 60 a 80 m. En la parte media
del abanico el acuífero se vuelve semiconfina-
do por la capa superior arcillosa del suelo. El
acuífero semiconfinado tiene un espesor que
varía de 20 a 40 m. El conocimiento acerca
de la estratificación, del espesor de acuíferos
y su extensión lateral es importante para de-
terminar variables hidráulicas (e.g. volumen
de almacenamiento). Este tipo de información
juntamente con las tasas de recarga/descarga,
son imprescindibles para proponer políticas de
manejo sostenible de acuíferos. Más aun, los
resultados geofísicos, aportaron importante
información en términos de calidad de agua
18 Enero – Agosto 2018
subterránea ya que se pudo delimitar una capa
con alta salinidad en los niveles más bajos de
los acuíferos.
Los resultados del EMT arrojaron valores muy
bajos de resistividad (i.e. 0.1 a 5 Ωm) en el fon-
do del sistema de acuíferos, y fue interpretada
como agua salobre. Finalmente, se delimitó la
capa confinante inferior, la cual tiene valores ba-
jos de resistividad (i.e. ̴ 10 Ωm) y está asociada a
la concentración elevada de arcilla.
La delimitación de estas dos últimas zonas, es
importante cuando se planifique la perforación de
nuevos pozos. Informes locales indican que la per-
foración del metro lineal de pozo es muy costosa
en términos económicos, por lo tanto, es necesa-
rio que los comunarios y empresas perforadoras
conozcan la profundidad de la capa salina y capa
confinante para evitar cobros excesivos e innece-
sarios durante la etapa de perforación de pozos.
La información generada en este estudio pue-
de ser útil para proponer un modelo conceptual
del sistema hidrogeológico en el abanico aluvial
de Punata. Un modelo conceptual es una he-
rramienta donde se puede entender de manera
visual los principales procesos y mecanismos
que ocurren en un sistema de acuíferos. Por
ejemplo, se pueden identificar los procesos de
descarga/recarga de aguas subterráneas, la
dirección de flujo, procesos de evolución hidro-
geoquímica, puntos de contaminación, interac-
ción de aguas superficiales con el sub-suelo,
extensión y límites de las unidades de acuíferos.
Por lo tanto, un modelo conceptual que esté
respaldado correctamente (e.g. mediciones en
campo) puede resultar de mucha utilidad como
una herramienta para el planear manejos sos-
tenibles de agua subterránea, y delimitar zonas
de protección.
Conclusiones
El presente trabajo ha utilizado un estudio mul-
tidisciplinario para generar información impor-
 CIENTÍFICA UMSS

tante que se puede utilizar en el desarrollo de

planes o políticas de manejo sostenible de aguas
subterráneas. El análisis de la variabilidad climá-
tica en la zona de estudio sugirió la recurrencia
periódica de años secos, por tanto, escenarios
de periodos secos deben ser tomados en cuenta
para planificar un uso más eficiente de las aguas
subterráneas.

La estimación de variables hidrológicas, como

la evapotranspiración, derivadas de imágenes
satelitales mostraron una buena correlación con
mediciones in-situ.

Consecuentemente, la aplicación de técnicas

de sensores remotos puede contribuir a la es-
timación más precisa de volumen de agua para
irrigación, y así contribuir al uso eficiente de este
recurso hídrico. El uso de técnicas con imáge-
nes satelitales para la estimación de variables
hidrogeológicas es de especial utilidad en zonas
pobremente instrumentadas y monitoreadas,
como la cuenca hidrosocial de Pucara.

La información generada por los estudios hidro-

químicos y geofísicos, demostró la importancia
de estas disciplinas en términos de caracteriza-
ción de calidad de agua y delimitación de unida-
des de acuíferos.

La calidad de aguas subterráneas en el abanico

de Punata mostró resultados predominantemen-
te aptos para consumo humano, con excepción de
algunos pozos donde la concentración de sales
es muy elevada. Por otro lado, la calidad de agua
para usos de irrigación, mostró resultados más
conservadores, con posibles problemas como la
salinización del suelo, lo cual puede alterar la tasa
de infiltración y permeabilidad de los suelos.

La delimitación de unidades de acuífero resaltó

las zonas donde posiblemente es más probable
encontrar agua subterránea almacenada. Más
aun, la caracterización hidrogeológica realizada,
puede ser utilizada para elaborar modelos nu-
méricos, donde se puede determinar variables

19
 ARTÍCULO
CIENTÍFICO
hidráulicas como la capacidad de almacenaje, o
futuros escenarios de sobreexplotación.
Aparte de toda la información hidrogeológica ge-
nerada con diferentes métodos y disciplinas, es
necesario integrar a los actores sociales como
municipalidades, tomadores de decisiones, orga-
nizaciones de agua, o los usos y costumbres loca-
les. Esta integración podrá conllevar a un manejo
sostenible e íntegro de las aguas subterráneas.
Agradecimientos: El presente estudio fue
financiado por la Agencia Internacional de
Cooperación para el Desarrollo Sueca (SIDA),
en colaboración con la Sociedad de Exploración
Geofísica-Geofísicos Sin Fronteras (SEG-GWB),
Universidad de Lund (Suecia), Universidad
Mayor de San Simón (Bolivia), y la Universidad de
Aarhus (Dinamarca). Gracias a Guideline Geo por
el soporte con equipos para los sondeos TEM.
Gracias también a todos los estudiantes de pregrado
y maestría que colaboraron en este trabajo.
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21
 ENSAYO

CALLESYPAREDESNOSCUENTAN:VIOLENCIAINTER-CIUDADANA
E INSEGURIDAD EN LA CONSTRUCCIÓN TERRITORIAL DE LA
REGIÓN METROPOLITANA DE COCHABAMBA 1

Alejandra Ramírez Soruco
Centro de Estudios Superiores Uni-
versitarios CESU-UMSS
Boliviana, PhD. en Estudios del Desa-
rrollo. Responsable del Área de Estu-
dios del Desarrollo del CESU-UMSS.
alejandraramirezsoruco@gmail.com
RESUMEN:
Una de los principales variables que deben ser tomadas en cuenta al mo-
mento de planificar el funcionamiento de las entidades territoriales metropo-
litanas, como es el caso de la actual Región Metropolitana de Cochabamba
(RMC), es la de las crecientes y diversas formas de violencias y de inseguri-
dad ciudadana. Datos oficiales, percepciones y miedos de los ciudadanos,
e incluso manifestaciones en el mismo territorio, reflejan un constante cre-
cimiento de la problemática. Frente a ello, la solución optada hasta el mo-
mento apuesta al control, la represión (“mano dura”) y la punición; medidas
que parecen, paradójicamente, acrecentar las violencias inter-ciudadanas,
creándose así, una suerte de círculo vicioso entre violencias, inseguridad y
políticas públicas de seguridad ciudadana. Ello está, a su vez, impactando en
la misma construcción física (calles, paredes, infraestructura) del territorio
metropolitano.

Palabras clave: violencia inter-ciudadana, inseguridad ciudadana, construc-

ción del territorio.

Este trabajo forma parte de la investigación “Factores que fomentan la violencia en su dimensión social” actualmente en curso entre
diferentes centros de la Universidad Mayor de San Simón: el Centro de Estudios de Población (CEP); el Centro de Estudios Superiores
Universitarios (CESU), el Instituto de Investigaciones de Humanidades y Ciencias de la Educación (IIHCE) la Facultad de Ciencias Ju-
rídicas y Acción Andina (como socio externo).

22 Enero – Agosto 2018

 CIENTÍFICA UMSS

“ Las denominadas
regiones metropolitanas
están vinculadas a las
crecientes y diversas
formas de violencias y de
inseguridad ciudadana
que se dan en esos

”
espacios.

Sistema de teleco-
municaciones para
luchar contra la inse-
guridad ciudadana
INTRODUCCIÓN

U
no de los principales problemas
del crecimiento de las áreas ur-
banas en América Latina, parti-
cularmente en la conformación
de las denominadas regiones metropolitanas,
está vinculado a las crecientes y diversas for-
mas de violencias y de inseguridad ciudadana
que se dan en esos espacios. Es por eso que
esta problemática es considerada como una
principal variable a ser tomada en cuenta en
la gestión pública de estas construcciones te-
rritoriales.

Asi está estipulado en las diferentes regla-

mentaciones latinoamericanas sobre las ges-
tiones territoriales a nivel de las metrópolis,
traduciéndose a su vez en políticas que, bajo
la premisa de que la seguridad es un derecho
ciudadano, se están empezando a delinear.

En el caso de la Región Metropolitana de Co-

chabamba (RMC), ocurre lo mismo en otras

23
 ENSAYO
regiones latinoamericanas, con la salvedad de
que se trata de una metrópolis construida desde
abajo, desde la acción –conflictiva y en muchos
casos violenta(1) - de los agentes sociales.
En esta región, indudablemente los hechos de
inseguridad ciudadana se han ido incrementa-
do: lo muestran los datos oficiales y lo reflejan
las percepciones y los miedos que los ciudada-
nos que habitan este espacio tienen, frente a lo
cual las políticas públicas, haciendo lecturas uni-
lineales y unidimensionales de la problemática,
han empezado a apostar al control, la represión
(“mano dura”) y la punición, reproduciendo de
cierta forma la línea neoliberal new yorkina –a
su vez violenta- de “tolerancia 0” (Cf. CÓRDOVA
2015).
Estas medidas, como muchos analistas argu-
mentan (2), no solo producen en la práctica la
privatización de derechos civiles y la mercan-
tilización de la seguridad, sin lograr resolver el
problema de inseguridad en sí, sino que, acre-
cientan, paradójicamente, lo que aquí vamos a
denominar las violencias inter-ciudadanas.
Así, se está creando una suerte de círculo vi-
cioso entre violencias, inseguridad y políticas
públicas de seguridad ciudadana que está im-
pactando en la misma construcción del terri-
torio metropolitano. Y ello se manifiesta en las
formas que adquiere la fisionomía del territorio:
las paredes, las calles, las formas visibles que
adquieren los barrios así como las interaccio-
nes inter-ciudadanas en ellas, nos relatan el
fenómeno.
En esta línea, el artículo busca explicar la relación
existente entre inseguridad-violencia inter-ciu-
dadana y construcción física del territorio en el
caso de la RMC. Concretamente, tiene como
objetivo mostrar las complejas dimensiones que
hacen a esta relación triangular (“inseguridad [y
políticas afines] – violencia - territorio”); y que, se
sostiene como hipótesis de partida, se inscriben
en las calles, las paredes, las organizaciones fí-
24 Enero – Agosto 2018
sicas –visibles- del territorio.
Éstas se presentan como una suerte de distin-
tos relatos/narrativas de la problemática y, por lo
tanto, pueden ser tomadas en cuenta metodo-
lógicamente, aportando con nuevos parámetros
para explicar la relación investigada.
Para demostrar la hipótesis, se divide el texto en
tres partes. En la primera se abordan dos pun-
tos; en el primero se muestra la perspectiva teó-
rica conceptual privilegiada
para comprender la relación entre violencia-in-
seguridad (y respectivas políticas públicas) y
construcción territorial; y en el segundo se pre-
sentan algunos datos cuantitativos que respal-
dan la relación para la RMC (3).
En la segunda parte, se ejemplifica ese lazo a
partir del estudio de cómo se manifiestan -–en
las paredes, en las calles, en la infraestructura
visible- tanto los hechos de inseguridad ciudada-
na –poniendo el énfasis en mostrar cómo la po-
blación los vive y los percibe- como las distintas
formas de violencias inter-ciudadanas. Termina-
mos presentando los nuevos indicios que surgen
de la metodología visual para complejizar la mi-
rada sobre la relación triangular analizada.
1. Perspectiva privilegiada para
comprender la relación violencia
inter-ciudadana, inseguridad y
construcción territorial
Se sostiene como punto de partida para presen-
tar la perspectiva de análisis que se está privile-
giando en esta ponencia, que existe una relación
triangular (4) entre inseguridad ciudadana, vio-
lencia inter-ciudadana y construcción territorial
de la RMC. Tal como ésta se está construyendo,
parecen ser tres facetas que acompañan –en
realidad motorizan- un mismo proceso.
Vale la pena entonces, mostrar cómo estamos
comprendiendo cada una de los segmentos/vér-
tices del triángulo.

1.1. Perspectiva teórica privilegiada
Una primera idea básica al respecto es que ha-
blar de inseguridad y de violencia inter-ciudada-
na, es hablar de dos caras de una problemática
absolutamente inter-relacionada. Ambos con-
ceptos, si bien distinguibles, se explican mutua-
mente.
Concretamente, cuando hablamos de violencia
nos referimos a una relación social particular
que “surge de intereses y poderes que no en-
cuentran otras soluciones que la fuerza […] un
nivel de conflicto que no puede procesarse den-
tro de la institucionalidad vigente” (CARRIÓN
2004: 60).
Específicamente lo que aquí se denomina violen-
cia inter-ciudadana incluye A, desde las acciones
destructivas intencionales utilizadas para con-
seguir ciertos fines concretos, hasta las diver-
sas formas de rupturas en la convivencia social
armónica, no necesariamente sancionables por
ley, pasando por actitudes emocionales que sur-
gen como respuestas impulsivas frente a algún
tipo de acción que se considera agresiva (5). En
todos los casos, lo que va a ser comprendido
CIENTÍFICA UMSS
como violencia depende de los códigos morales
y paisajes de sentidos de violencia que poseen
los miembros de una sociedad (Cf. WILKSTROM
2009).
Por su parte el concepto de inseguridad ciudada-
na será entendido como los “fenómenos delicti-
vos y de violencia [que redundan en] la fractura
de las sociedades y el deterioro del tejido social”
(PALACIOS y SIERRA 2014: 60). Así, la inseguri-
dad ciudadana comprende la dimensión delictiva
(y por lo tanto sancionada por normas y reglas)
de la violencia social.
¿Cómo ello se relaciona con la construcción del
territorio? Como ocurre en muchas otras regio-
nes metropolitanas, la misma construcción del
territorio es, y ha sido, violenta e insegura. De
hecho, gran parte de los ahora vecindarios son
producto de asentamientos ilegales, peleas por
sanear tierras o conseguir servicios básicos,
luchas por, a partir de la consolidación de “sus
vecindarios”, establecer diferencias frente a los
“otros”.
Un ejemplo concreto al respecto, es la violencia
ciudadana que marca los límites territoriales de
25
 ENSAYO
un barrio, ya sea al contratar guardias, poner re-
jas o anuncios de intimidación para el ingreso, es
decir a partir de acciones de violencia inter-ciu-
dadana donde se impide la circulación de otros
“extraños” a través de sus barrios. La excusa
para ello se respalda por lo general en la insegu-
ridad ciudadana, el miedo al otro, pero también
en un proyecto de consolidación de un “nosotros”
colectivo, territorialmente establecido.
En este sentido, la consolidación de barrios, su
encierro y protección, vendría a ser una suerte
de “activación de divisorias” entre un nosotros
(los del barrio, territorialmente consolidados) y
ellos (a los que se busca prohibir, o en todo caso
controlar, el ingreso al barrio) (6). Así la constitu-
ción del territorio a partir de los barrios, sería un
acto logrado a partir del ejercicio de una violen-
cia inter-ciudadana que tiene como trasfondo la
inseguridad ciudadana. Un acto de violencia que
se marca (también se ancla) en el territorio, en
su configuración y en su estética (Cf. SAAVEDRA
2015).
Concretamente ¿cuáles serían los puntos de
enlace entre los diferentes vértices del trián-
gulo? (a) Se alimentan mutuamente: a mayor
inseguridad ciudadana, mayor violencia social
inter-ciudadana: la gente responde con violen-
cia a los hechos de inseguridad pero también al
miedo que éstos despiertan y, en ambos casos,
lo que se vive son rupturas en las interrelacio-
nes sociales ciudadanas que se marcan –que-
dan inscritas y narradas- en la infraestructura
física del territorio. (b) La inseguridad también
conlleva políticas públicas de control y punición
dando protagonismo central a la policía, aunque
con un discurso que enfatiza en la responsabi-
lidad del ciudadano. Justamente, para algunos
autores, es el discurso de seguridad ciudadana
el que lleva a una mayor violencia. Santillán, por
ejemplo, plantea:
La divulgación y hasta el abuso de la noción de
seguridad ciudadana ha introducido y popula-
rizado en la urbe el slogan de que ‘la seguri-
dad es responsabilidad de todos’, lo cual hace
26 Enero – Agosto 2018
referencia al trabajo conjunto […] Sin embargo,
no están claras las competencias y responsabi-
lidades de cada uno de estos actores y es más
ambiguo aún el de la ciudadanía […] esta falta
de claridad en los roles, acompañada de la des-
coordinación, contribuyen a que la población
asuma acciones no sólo de prevención sino de
represión y castigo. Como discurso polimorfo,
la seguridad ciudadana da cabida a múltiples
cruces de sentido. (2008:67)
Así, esos cruces de sentido que se dan en tor-
no al discurso de inseguridad, están acarreando
diferentes tipos de reacciones violentas: por un
lado, una actitud autoritaria abusiva por parte de
la policía, que no sólo vulnera derechos ciudada-
nos (7) sino también genera mayor violencia –re-
activa- ciudadana así como también, inter-ciu-
dadana. Todo ello queda, a su vez, inscrito en el
territorio, marcando la forma en que éste se va
consolidando, lo que se visibiliza con la multipli-
cación de cámaras e instrumentos de control,
módulos policiales, presupuesto destinado a ga-
solina en vez de resolver otras necesidades ciu-
dadanas, destrucción de áreas verdes o espacios
de recreación para ubicar espacios de control y
punición, etc.
Por otro lado, (c) los tres fenómenos o vértices
no pueden ser explicados por perspectivas linea-
les y unidimensionales y por lo tanto, tampoco
pueden ser solamente aprehendidos por técni-
cas empíricas cuantitativas (como las encuestas,
aunque éstas también, como veremos sirven
para visibilizar sus relaciones) o cualitativas tra-
dicionales (como las entrevistas); es, además,
necesario utilizar técnicas que permitan visuali-
zar los anclajes de las interrelaciones, de ahí la
necesidad de recuperar las marcas físicas en las
paredes y las calles.
Por último (d) en los tres casos, las dinámicas
de inter-relacionamiento son las que van a ir
marcando la constitución –de orden, desorden,
armonía y/o caos- de la región y, por ende, debe-
rían servir de base para definir los desafíos de la
gestión territorial metropolitana.

Foto N° 1. Nos regalan miedo para vendernos
seguridad.
Fuente: https://www.google.com/search?q=Nos+regalan+mie-
do+para+vendernos+seguridad
1.2. Una primera aproximación em-
pírica a las inter-relaciones entre los
tres vértices
¿Qué nos dicen los datos empíricos cuantitativos
sobre las relaciones de los vértices del triángulo
en la RMC? Es un hecho que la inseguridad ciu-
dadana se ha incrementado en los últimos años,
tal como muestran los pocos datos empíricos
que se pueden conseguir (8). Dividiendo por de-
litos, según lo registrado, a nivel nacional, por el
Observatorio Nacional de Seguridad Ciudadana
(ONSC 2014), la violencia intrafamiliar es el delito
más denunciado en la región (en promedio re-
presenta el 59% del total de casos denunciados
entre el 2005 y el 2013), seguido por los hechos
de robos y robos agravados, estafa y estelionato.
Otra forma de inseguridad que ha empezado a
incrementarse en los últimos años es el crimen
organizado (incluye secuestro, extorsión, organi-
zación criminal nacional, asociación delictuosa).
En la RMC, la tendencia es similar. Según datos
oficiales de la FELCC (2015), todas las formas
de delito se han incrementado en los últimos
CIENTÍFICA UMSS
10 años (Cf. Gráfico N° 2), siendo el mayor nú-
mero de denuncias del tipo “delitos contra la
integridad personal” (9) y “contra la propiedad”;
también destacan los casos de “delitos contra la
libertad sexual”. Comparando por provincias (Cf.
Gráfico N° 3), la provincia Cercado aparece como
una de las más perjudicadas, ello también se ex-
plica por la cantidad de población que habita en
ese territorio, así como por el mayor acceso a las
instancias de la FELCC.
Estos datos, tienen su propio impacto en la per-
cepción de la población: la gente tiene miedo y se
siente insegura. Aunque si bien es cierto que hay
un incremento de hechos de inseguridad, tam-
bién es claro que la percepción de inseguridad
es mayor a la que podrían sugerir los hechos de
inseguridad.
Por ejemplo, en la Encuesta sobre violencia e in-
seguridad ciudadana levantada el 2015 (Cf. RA-
MÍREZ y CAMACHO 2016), 82% de los entrevista-
dos consideraban a su municipio inseguro y 57%
afirmaba que su barrio era inseguro; así, el nivel
de percepción de inseguridad, era mucho más
alto que los hechos de inseguridad sufridos por
las personas(10).
Estos datos nos pueden llevar a plantear que la
percepción de inseguridad, es decir el miedo, se
debe más a lo que se escucha que a lo que se
vive (Cf. TORRALBA 2016).
Y es, por lo tanto, esa percepción la que, en mu-
chos casos, determina las formas en que se van
organizando los barrios -y por ende las fisiono-
mías y dinámicas de configuración que adquie-
ren los territorios a niveles locales- así como el
modo en que la gente vive y disfruta la ciudad; es
decir, la manera que ocupa las calles, los espa-
cios abiertos, las plazas etc. y que, obviamente,
a la vez, repercute en las formas que adquiere el
territorio.
Al respecto resulta interesante ver que, según
la misma encuesta, los espacios que más inse-
guridad y miedo generan entre la gente son: las
plazuelas y puentes (72% de los entrevistados
27
 ENSAYO

Fuente: FELCC, 2015. Los datos presentados para el 2015 eran preliminares

Fuente: FELCC, 2015.

mencionaron sentir inseguridad, cuando, por
ejemplo tienen que cruzar los puentes); los lotes
baldíos (72%) y los mercados (56%). Ello provo-
ca que 38% de la gente deje de circular por esos
espacios y 23% declara no dejar de circular solo
porque lo tiene que obligatoriamente hacer –si
tuviesen alternativa, dejarían de hacerlo.
En este sentido, la proliferación de supermerca-
dos –que poco a poco remplazan el uso de los
antiguos mercados tradicionales-, los parques

28 Enero – Agosto 2018


cerrados –o su consecuente remplazo por in-
fraestructura física vinculada al cemento –mu-
chas veces módulos policiales- etc. que están
configurando la fisionomía de la ciudad, tiene
también que ver con estos miedos e inseguri-
dades que marcan la vida cotidiana de las per-
sonas.
Por último llama la atención el hecho de que
65% de la población se sienta inseguro en el
transporte público (57% en los taxis, 20% en los
micros y 11% en los trufis). Habría que ver algún
momento, si la proliferación nociva del parque
automotor en la región, no está de alguna ma-
nera vinculado a este sentimiento de inseguridad
(además de la ineficiencia del servicio).
Son estas sensaciones de inseguridad las que
también van a avalar la puesta en práctica de po-
líticas públicas de índole represiva.
No es gratuito que en su discurso durante la in-
auguración de la VI Cumbre Nacional de Seguri-
dad Ciudadana, llevada a cabo en la ciudad de El
Alto el 11 de abril del 2016, el presidente Morales
declare: “Algunas madres plantean cómo hacer
y tal vez en su imaginación queda como un to-
que de queda, no siempre al estilo militar, pero
alguna medida, eso pasa por la responsabilidad
de las Alcaldías, de la Gobernación del Gobierno
nacional, habría que empezar a practicar y de-
batir estos temas que se presentan […] [aunque
para ello] siento que la democracia tiene algunas
desventajas” (en El Día, 12 de abril 2006).
Esta cita muestra de manera clara este vínculo
existente entre inseguridad, violencia inter-ciu-
dadana y gestión de la circulación de la gente
por el territorio (“toque de queda”) y por ende con
modelos democráticos que se pueden estable-
cer en un espacio determinado.
Es que esta concepción de inseguridad, está,
como se mencionaba anteriormente, estrecha-
mente vinculada con prácticas (o tendencias en
las mismas) de violencia inter-ciudadana. De
hecho ésta se ha incrementado –según una re-
visión hemerográfica realizada entre 1950 y 2014
CIENTÍFICA UMSS
(11)- de manera acelerada desde la década de
los 90’s y sobre todo desde el nuevo milenio,
adquiriendo diferentes matices que van desde
estrategias ciudadanas violentas(12) hasta, su
máxima expresión, linchamientos.
Por lo general detrás de estas acciones, está la
idea de la seguridad (en términos de combate a
la delincuencia o de acceso a derechos ciudada-
nos) de un “nosotros” (el colectivo que se movili-
za) frente a los “otros” (diferenciados sin impor-
tar quienes son).
Ello se visibiliza aún más, cuando se observan
las estrategias que las personas entrevistadas
en la Encuesta utilizan para hacer frente a la in-
seguridad. En el primer caso, hay que destacar
la prioridad que los residentes de la RMC dan a la
organización colectiva de base para hacer frente
a la inseguridad(13).
A partir de ésta, los vecinos van asumiendo di-
versas acciones frente al problema que incluyen
desde utilizar instrumentos de alerta hasta col-
gar carteles con amenazas a los “delincuentes”,
o muñecos ahorcados(14).
En general, muchos de los mecanismos des-
plegados por las organizaciones comunales vio-
lan derechos individuales de otros ciudadanos,
como los de circular libremente –y sin peligro-
por las diferentes zonas de la región, creando
mini-territorios cerrados, en muchos casos con
sus propias lógicas societales(15) -que incluyen
normas, instituciones y reglas, algunas veces en
pugna con las del funcionamiento de la sociedad
en su conjunto- en el marco de territorios más
grandes.
Ello, obviamente, tiene consecuencias en cuan-
to a la gestión territorial se refiere, ya que:
¿Cómo gestionar una región como conjunto,
cuando su mismo funcionamiento es aislado y
fragmentado?.
Otro indicador para comprender la violencia in-
ter-ciudadana está relacionado con los niveles
de aprobación de actitudes violentas en la pobla-
29
 ENSAYO
ción. El hecho de que, según los datos registra-
dos en la encuesta realizada, casi la mitad de la
población (44%) esté de acuerdo con el lincha-
miento, 57% con la pena de muerte, 60% con
prohibir la entrada al barrio a personas extrañas
y 77% con la castración es un indicio de las ten-
dencias mencionadas.
Revisando los datos, la coincidencia directa entre
aprobar estas actitudes por haber sufrido hechos
de violencia es demasiado baja; lo que nos lleva
a plantear que la aprobación y desaprobación de
las actitudes violentas no necesariamente está
vinculada con haber vivido o no hechos de inse-
guridad, sino por un lado, con ciertas caracterís-
ticas grupales e individuales (16); y con el predo-
minio de una visión de supremacía de lo colectivo
sobre lo individual.
De hecho, cuando se cruza cohesión grupal (me-
dible a partir de la pregunta si existe mayor rela-
cionamiento barrial a raíz de la inseguridad) con
aprobación de actitudes violentas, se observa
una estrecha relación (Cf. Cuadro N° 1).
Estos datos nos llevan a plantear que no sólo
estamos viviendo un período de intensificación
de la inseguridad ciudadana, sino, sobre todo,
una crisis en la convivencia cotidiana de los que
30 Enero – Agosto 2018
habitamos esta región, y ello se refleja en las
paredes y las calles, que son las que, muchas
veces nos narran, las diversas violencias e in-
seguridades.
2. Calles y paredes nos cuentan….
Hasta ahora los datos nos están mostrando que
gran parte de la construcción física de los barrios
de la RMC así como las formas de circulación de
la gente por su territorio están vinculados a las
percepciones e imaginarios de inseguridad que
se traducen en formas violentas de inter-relacio-
namiento inter-ciudadano.
Esta hipótesis, que hemos ido validando a partir
de datos recopilados por técnicas tradicionales,
también puede ser enriquecida por otras en-
tradas que den cuenta de la dimensión intangi-
ble: las emociones, los odios y rencores (17), los
miedos, etc. de la gente que habita y construye
este territorio; es decir, lo que Arteaga y otros
(2014) llaman “paisajes de sentido de violencia”
definidos como las “redes de códigos en contex-
tos que permiten [la] expansión y, por ende, [la]
reproducción, pero sobre todo que hablan de la
constitución de valores propicios a la violencia”
(2014: 37).
 CIENTÍFICA UMSS

Para aprehender estos paisajes de sentido, las
técnicas tradicionales aparecen como insuficien-
tes y hay que buscar otras que puedan hacerlo.
Una herramienta que ha empezado a ser difun-
dida en los estudios de ciencias sociales ya des-
de mediados del siglo XX, es la recopilación –y
por lo tanto construcción– visual de la realidad.
Como argumenta Suárez (2008) recuperando a
Becker (durante la década de los setenta), la fo-
tografía es una herramienta de exploración de la
sociedad que tiene la potencialidad de “al conge-
lar imágenes, dejar ver situaciones sociales que
con otros instrumentos no podrían ser observa-
da” (En SUAREZ 2008: 13), que “supone también
una proximidad familiar, atenta y sensible a de-
talles imperceptibles’ (BOURDIEU en Ob.cit: 23).
Es decir, mostrar cómo los puntos de interrela-
ción entre la inseguridad, la violencia inter-ciu-
dadana y la construcción del territorio quedan
plasmados en anclajes específicos, visibles,
mostrados, narrados en el territorio de la RMC.
A continuación, mostraremos algunos de estos
relatos. Éstos son rescatados del archivo visual
del Proyecto “Factores que explican la violencia
en su dimensión social” (Cf. SOTO y otros 2016).
Si algo nos muestra un recorrido visual por el
territorio de la RMC, es que está plagado de na-
rraciones de miedos, inseguridad, violencias y
códigos que cada grupo/individuo que habita y
construye un determinado territorio, tiene. Para
mostrar este recorrido, se empezará recuperan-

No obstante, en Bolivia, como observa Sánchez,

las técnicas visuales han tenido “un uso casi nulo
en las investigaciones sociológicas, decorativo Foto N°2:
en los trabajos historiográficos e ilustrativo en A. Ramírez
los textos antropológicos” (2009: 7). Tomando en
cuenta que “si vivimos en sociedades de cono-
cimiento signadas cada vez más por la visuali-
dad, la incorporación de los documentos visuales
como la fotografía, el dibujo, la caricatura, el vi-
deo y el cine, como herramientas para el estudio
y la representación de la realidad […] es un impe-
rativo” (Ob.cit: 8 ).
Aunque, estamos conscientes de que el uso
de la fotografía incluye varios problemas, entre
ellos el hecho de que “si bien una fotografía es
un instante congelado de algún momento no es
la realidad misma […] es el fotógrafo quien la
construye al decidir qué lente usar, qué encua-
dre tomar, qué luz escoger, qué instante apretar
el botón” (RAMÍREZ, SÁNCHEZ 2014: 180) y qué
fotografiar.
Alej
El hecho de recuperar, a partir de lo visual, lo que Cent
versi
las calles y paredes de esta ciudad nos cuentan
acerca de la violencia y la inseguridad, nos per- Boliv
mite aprehender los paisajes de sentido que ha- rrollo
cen al vínculo básico de nuestro triángulo. dios
aleja

31
 do relatos visuales respecto a inse-
guridad (y su relación con las políti-
cas públicas), para posteriormente
recuperar narrativas que visibilizan
las violencias inter-ciudadanas.
Respecto a la inseguridad ciudada-
na, la misma se refleja en las calles,
en los cables, en las paredes, en las
rejas de las casas. Desde denuncias
de inseguridad (asesinatos no es-
clarecidos por ejemplo), anuncios
de inseguridad (lugares de venta de
droga, marcas de robos, graffitis de
pugnas pandilleras en las puertas),
en muchos casos estrategias para
coadyuvar a enfrentar la inseguri-
dad (denuncia de niños perdidos) o,
incluso, anuncios sobre estrategias
barriales para prevenir la inseguri-
dad, así como críticas a políticas pú-
blicas vinculadas a la seguridad.
Reflejo de las denuncias de inseguri-
dad, destacan las Fotos 2, 3, 4, 5 y 6:

Foto N°4:
Daniela Soto

32 Enero – Agosto 2018

 CIENTÍFICA UMSS

Foto N°2:
A. Ramíre

Tal vez la imagen que mejor muestra y anun-

cia la inseguridad, es la recopilada por Lourdes
Saavedra (2015), acerca de los símbolos que los
ladrones dibujan en las paredes preparando su
acción.
Como plantea la autora: “La [FELCC] indica que
una estrategia de los monrreros es marcar con
códigos las paredes de las casas que se van a
robar. Descifrando estos signos, la FELCC ha
logrado identificar en el Cercado cochabambino,
20 símbolos que son los siguientes: (Véase p
En cuanto a las estrategias para enfrentar la in-
seguridad, las mismas pueden apreciarse en las
fotos: N° 7, 8, 9, 10, 11. 12, 13, 14, 15.

Fotografía:
https://www.consulado-
debolivia.com.ar

33
 ENSAYO

Símbolos utilizados para robar casas

34 Enero – Agosto 2018

 CIENTÍFICA UMSS

Foto N°2: Foto N°2:

A. Ramírez A. Ramírez

Foto N° 9, Collage de diversas formas de protección de domicilios. M.C. Torralba

35
 Foto N°12 Y 13:
L. Saavedra

En general lo que tenemos entonces son terri-

torios cerrados (ya sea físicamente: paredes,
alambrado, o tunas).
Foto N° 10. M.C. Torralba ligrosos; en las narraciones de ciertos grupos
Foto N° 11. M.C. Torralba
Hasta ahora las paredes y calles están denun-
ciando, anunciando y contando inseguridades.
Pero ocurre con los relatos lo mismo que con
los datos, estas manifestaciones de inseguridad
vienen acompañadas de narraciones visuales de
violencias inter-ciudadanas.
Ello es visible tanto en los relatos inscritos en
paredes, posters y calles que traducen códigos
de un “nosotros” que se protege contra los otros
considerados por definición –y sin prueba- pe-
frente a la sociedad, ya sea planteando sus de-
mandas (p.e. transportistas) o denunciando las
formas violentas de plantear demandas de otros
ciudadanos (p.e. avasalladores de tierras, mane-
jo de basura, etc.); en las acciones violentas de
ciertos ciudadanos en sus antipatías, rencores,
odios, frente a los otros.
Relatos que muestran la premisa de que “el otro”
es, por definición, peligroso, pueden apreciarse
en las fotos N° 11, 12, 13, 14, 15, 16 y 17.

Foto N°10:
M.C. Torralba

36 Enero – Agosto 2018

 Foto N°11: CIENTÍFICA UMSS Foto N°11:
M.C. Torralba M.C. Torralba

Foto N°11:
M.C. Torralba

Foto N°11:
M.C. Torralba
Foto N°11:
M.C. Torralba
Especialmente la Foto N° 17, da claramente
cuenta de las amenazas y regulaciones que un
vecindario puede hacer a los otros, como prohi-
birles circular de noche.
Especialmente la Foto N° 17, da claramente
cuenta de las amenazas y regulaciones que un
vecindario puede hacer a los otros, como prohi-
birles circular de noche.

37
 ENSAYO

Foto N°19:
A. Ramírez

Por su parte, la foto N° 19, refleja bien esa co-
nexión entre violencia inter-ciudadana, insegu-
ridad, y construcción territorial (lote en venta):
anunciando las tres ideas a la vez.
El recorrido visual también da cuenta de narra-
ciones de demandas –violentas- en torno a de-
rechos ciudadanos, como se puede ver en las
Fotos N° 19, 20 y 21.
Foto N°20 y 21:
E. Torrez

38 Enero – Agosto 2018

 CIENTÍFICA UMSS

Foto N°19:
A. Ramírez
Foto N°19:
A. Ramírez

Por otro lado, también encontramos imá-

genes cada vez más recurrentes donde se
muestra la violencia de algunos sectores al
momento de establecer sus demandas como
los son la foto que hace referencia a un paro
de transportistas (Foto N° 23) y la que mues-
tra los incendios provocados por los cha-
queos o los avasallamientos de tierras (Foto
N° 24), panorama cada vez más cotidiano en
Foto N°19:
la construcción territorial de la RMC. A. Ramírez
Por último, las paredes también nos narran
relatos de antipatías, rencores y odios que
hacen a las interrelaciones entre ciudadanos,
como se puede ver en las Fotos N° 25, 26 y 27

Foto N°19:
A. Ramírez

39
 ENSAYO
Foto N°20 y 21:
E. Torrez
En todo caso, estos mensajes lanzados por la
gente, muestran también las formas en que las
personas van viviendo y construyendo sus terri-
torios.
3. A manera de conclusión,
abriendo nuevos debates a partir de
lo visual
A continuación se resumen las ideas, que se
considera centrales, que surgen de este recorri-
do visual y que deben ser sometidas al debate.
(a) La construcción del territorio en la RMC es
producto de diversos procesos/conflictos –como
las diversa violencias inter-ciudadanas (en sus
luchas por tener acceso no sólo a tierra sino tam-
40 Enero – Agosto 2018
bién a servicios básicos) y/o las formas en que la
gente enfrenta sus miedos ante el incremento
de los hechos de inseguridad ciudadana- que se
inscriben, se anclan, en la misma fisionomía que
va adquiriendo la región: su forma, la circulación
de la gente en ella, su estética, entre otros.
(b) Es decir, existe una estrecha relación –que
se ha metaforizado como triangular- entre inse-
guridad, violencia inter-ciudadana y construcción
física del territorio.
(c) Esta relación, que es compleja, debe ser
re-construida, por un lado, a partir de técnicas
tradicionales de investigación –que den cuenta
de las tendencias cuantitativas y cualitativas en
torno al objeto de estudio- y por otro lado, a par-
tir de nuevas herramientas–como la visual- que
nos permitan aprehender los relatos, narrativas,
códigos y paisajes de sentidos que la población
tiene sobre esa relación.
(d) A partir de todas las técnicas recopiladas se
plantea que: la percepción de inseguridad –más
que los datos (aunque también en éstos se ve un
incremento)- es la que activa una interrelación
ciudadana cada vez más conflictiva, empeorada
por la desconfianza que existe ante las entidades
oficiales encargadas de la problemática. A la vez,
la tendencia de las políticas públicas –y el mismo
discurso- sobre seguridad ciudadana, basadas en
el control, la punición, la represión y la correspon-
sabilidad ciudadana, también acentúan el proble-
ma. Así, teniendo como telón de fondo este tema
de la inseguridad ciudadana, se están activando
prácticas de violencia inter-ciudadana como una
suerte de reforzamiento de un “nosotros”, colecti-
vo, vecinal, que se protege contra unos “otros” por
Foto N°20 y 21:
E. Torrez

definición considerados peligrosos. De esta ma-
nera, los relatos que las paredes y las calles nos
cuentan, es de un territorio plagado de paisajes
de sentidos, que transmiten códigos que a su vez
visibilizan la idea de que los otros desconocidos
son por lo general sospechosos.
(e) A la vez, ello se traduce en la construcción de
una región sobre la base de un territorio frag-
mentado, con pequeñas islas cerradas ya sea
físicamente (paredes) o simbólicamente (ame-
nazas). Lo que impide una gestión integral del
territorio; no solo en lo que se refiere al problema
de inseguridad sino también a temas de servi-
cios básicos y otros.
NOTAS.
1. Traducida en tomas de tierras, peleas por
saneamientos de tierras, encuentros violen-
tos en torno al acceso a pozos de agua, etc.
2. A nivel internacional, Cf. KARDSETD y EIS-
NER 2009; WACQUANT, 2014. Para una vi-
sión local Cf. RONCKEN y CHACIN, 2014;
CÓRDOVA 2015, entre otros),
3. Todos estos datos han sido recopilados en el
marco del proyecto “Factores que explican la
violencia en su dimensión social” (y del pro-
yecto que lo antecede: Violencia e inseguri-
dad ciudadana en la Región Metropolitana
de Cochabamba -2014-2016). Entre los prin-
cipales instrumentos de campo utilizados,
destacan: un encuesta sobre Violencia en
inseguridad ciudadana recogida en la RMC
(1450 boletas) durante agosto-septiembre
2015; una revisión hemerográfica sobre el
tema entre el 1950 y 2014; más de 100 en-
trevistas a dirigentes vecinales; construcción
de un archivo visual; revisión documental (Cf.
detalles en RAMÍREZ y CAMACHO 2016).
4. Se utiliza, de manera absolutamente arbi-
traria e intuitiva, una figura geométrica para
metaforizar el proceso de construcción de
la Región por dos motivos principalmen-
te: por un lado, ello permite dar cuenta de
una construcción física territorial, por otro
CIENTÍFICA UMSS
permite mostrar una dinámica a la vez de
retroalimentación continua, movible, cuyas
oscilaciones van moldeando los resultados.
5. Estaríamos hablando de acciones donde lo
subjetivo juega un papel fundamental (Cf. WIE-
VORKA, TILLY, JOAS en ARTEAGA y otros 2014).
6. Retomamos la idea de GAMALLO (2015),
aunque en su texto él la utiliza para analizar
los casos de linchamientos. Recuperando
a Charles Tilly, plantea que los mismos se
instalan como un “mecanismo de activación
de divisorias, gracias al cual las acciones se
orientan a través de una división entre un no-
sotros, el colectivo que lincha, y un ellos, los
linchados” (Ob.Cit.: 196).
7. El caso del programa Mochila Segura –en
el que policías municipales pueden contro-
lar las mochilas de estudiantes –menores
de edad- a la entrada de los colegios-, es un
ejemplo de cómo desde políticas públicas se
pueden vulnerar derechos ciudadanos –de
privacidad por ejemplo-, en este caso de los
jóvenes.
8. De hecho un verdadero problema de los es-
tudios sobre el tema es la dificultad de en-
contrar datos empíricos oficiales sobre el
tema (Cf. RONCKEN 2016).
9. Se refiere a lesiones gravísimas y leves: asal-
tos con arma blanca, heridas, etc. sin llegar
a homicidios.
10. En efecto, según la misma encuesta, cerca
del 40% de las familias de las personas a las
que se entrevistó, había sufrido un hecho de
inseguridad (sumando hechos sufridos por
el entrevistado y/o por los miembros de sus
familias) y el 53% de las personas conocían
algún hecho ocurrido en su barrio. Es decir,
los datos sobre inseguridad no eran propor-
cionales a los hechos de inseguridad sufridos.
11. En el proyecto se realizó una revisión heme-
rográfica en los principales periódicos loca-
les (El Pueblo, Prensa Libre, Los Tiempos,
Opinión y Gente) entre 1950 al 2014. Se re-
41
 ENSAYO
copilaron 19150 fichas sobre el tema de vio-
lencias e inseguridad ciudadana. Respecto a
la violencia inter-ciudadana, si en la década
de 1950, del total de casos registrados sobre
inseguridad y violencia, los hechos de estra-
tegias ciudadanas violentas representaban
el 1.8% del total, y los linchamientos –máxi-
ma expresión de este tipo de violencia- sólo
el 1.6%, para la década de 1980, los porcen-
tajes suben a 11% y 5.3% respectivamente,
para la década del 2000 a 44.4% y 60.3%, y
entre el 2010 y el 2014, el registro de estrate-
gias ciudadanas violentas alcanzan el 22.9%
de los casos registrados ese año, y los lin-
chamientos e intentos de linchamientos el
12%.
12. Dentro de las estrategias ciudadanas vio-
lentas consignamos a: tomas de tierras
ilegales, conflictos en torno a las mismas,
bloqueos y manifestaciones por demandas
ciudadanas con agresiones y peleas físicas
entre ciudadanos –chicotazos, pinchazos de
llanta, etc. También a acciones ciudadanas
en contra el medio ambiente, visibles en: in-
cendios provocados, destrozo de área verdes,
mal manejo de la basura, quemas de llantas,
contaminación ambiental por mal estado de
vehículos o por trabajo de ladrilleras, entre
otros.
13. 67% de la población encuestada declara
confiar solamente en la seguridad vecinal,
mientras que la mayoría manifiesta una des-
confianza absoluta en las entidades públicas
existentes para gestionar el problema; en el
caso de la policía: 76% de los encuestados
desconfían de esta entidad.
14. Como plantea Gamallo (2015), estos símbo-
los muestran que los linchamientos o inten-
tos de linchamientos, si bien son contingen-
tes, están pre-determinados sobre la base
de relaciones sociales previamente consti-
tuidas, que son el detonador básico de los
actos violentos en sí. Se trata, de “colectivo
de personas que coordina sus acciones para
hacerle frente a lo que considera un enemi-
42 Enero – Agosto 2018
go común” (2015: 196).
15. Entendiendo lógicas societales, siguiendo a
Debuyst (2001) como aquellas lógicas que se
refieren al sentido y a la coherencia de la for-
ma de pensar y de actuar de los miembros
de una sociedad.
16. Por ejemplo distinguiendo estos datos según
sexo, nivel de instrucción, adscripción reli-
giosa y auto-identificación étnica, se observa
que mayor respaldo hacia las actitudes vio-
lentas se da entre las mujeres, las personas
con menor nivel educativo formal, las que se
adscriben a alguna religión (generalmente
católica) y las que se auto-identifican con
alguna identidad étnica (Guarani, Quechua y
Aymara) (Cf. RAMÍREZ 2016).
17. También los amores, aunque este aspecto
no lo vamos a trabajar aquí.
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no camino… Reflexiones teórica-conceptuales
para comprender la violencia y la inseguridad en
ámbitos urbanos. Cochabamba: CESU-IIA-Ac-
ción Andina- CEP- IIFCHCE-IESE-DICYT-ASDI,
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QUEZ, José de Jesús. 2014. El concepto de segu-
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Estado de México, Universidad autónoma del Es-
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9. RAMÍREZ Alejandra, SÁNCHEZ, Walter. 2014.
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Cochabamba: CESU-IIA-Acción Andina- CEP- II-
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11. RAMÍREZ, Alejandra. 2016. Inseguridad, violencia
inter-ciudadana y construcción de la Región Metro-
politana de Cochabamba, Violencias e inseguridad
ciudadana en la Región Metropolitana de Cocha-
bamba. Cochabamba: CESU-IIA-Acción Andina-
CEP- IIFCHCE-IESE-DICYT-ASDI, 179-218.
12. RONCKEN, Theo; CHACIN, Joaquín. 2014. Los
alcances de la seguridad ciudadana en Boli-
via como Bien público y tarea de todos, Revista
Cuestiones de sociología N° 10. Buenos Aires:
FaHCE/Universidad Nacional de La Plata, 67-80.
13. RONCKEN, Theo. 2016. La importancia de la
investigación, los indicadores y la difusión de la
información, Pautas, desde la investigación, para
las políticas públicas. Boletín N° 1. Publicado en
formato digital, junto con el libro Violencias e in-
CIENTÍFICA UMSS
seguridad ciudadana en la Región Metropolitana
de Cochabamba. Cochabamba: CESU-IIA-Acción
Andina- CEP- IIFCHCE-IESE-DICYT-ASDI.
14. SAAVEDRA BERBETTY, Lourdes. 2015. Marcas
simbólicas en el espacio público: una aproxima-
ción a las estéticas de la violencia, en Por esos
lugares no camino… Reflexiones teórica-con-
ceptuales para comprender la violencia y la in-
seguridad en ámbitos urbanos. Cochabamba:
CESU-CEP-IESE-IIFHCE, IIA, Acción Andina. Pp.
101-114
15. SÁNCHEZ CANEDO, Walter. 2009. Miradas. En-
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en Bolivia. La Paz: Alejandría-Gente Común
16. SANTILLAN, ALFREDO. 2008. Linchamientos ur-
banos. “ajusticiamiento popular” en tiempos de
la seguridad ciudadana, Iconos Revista de Cien-
cias Sociales, Num. 31. Quito, mayo 2008. Pp.
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17. SOTO, Daniela y otros. 2016. Violencias en inse-
guridad desde lo visual, Cuaderno de trabajo N°
4. Publicado en formato digital, junto con el libro
Violencias e inseguridad ciudadana en la Región
Metropolitana de Cochabamba. Cochabamba:
CESU-IIA-Acción Andina- CEP- IIFCHCE-IE-
SE-DICYT-ASDI.
18. SUÁREZ, Hugo José. 2008. La fotografía como
fuente de sentidos, Cuaderno de ciencias socia-
les N° 150. Costa Rica: Facultad latinoamericana
de Ciencias Sociales (FLACSO)
19. TORRALBA MEDINA, María del Carmen. 2016.
Miedos, inseguridad y territorio en los márgenes
de una agencia democrática, Violencias e inse-
guridad ciudadana en la Región Metropolitana de
Cochabamba. Cochabamba: CESU-IIA-Acción
Andina- CEP- IIFCHCE-IESE-DICYT-ASDI, 85-
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20. WACQUANT, Loic. 2014. Marginalidad, etnicidad
y penalidad en la ciudad neoliberal: una carto-
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decadencia civilizatoria (ed. Wacquant, McLaren;
Vega Cantor). Ciudad Autónoma de Buenos Aires:
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21. WILKSTROM, Per-Olof. 2009. Violence as Situa-
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Violence (IJCV), Vol. 3 (1), 75-96.
43
 PONENCIA

Andrés Gonzales Amaya*

Doctorante programa UMSS -
ASDI
Laboratorio de Hidráulica, Uni-
versidad Mayor de San Simón,
Cochabamba-Bolivia
Engineering Geology, Lund Uni-
versity. Lund - Suecia
*Contacto: andres.gonzales@
tg.lth.se

“GESTIÓN DE CALIDAD E INNOVACIÓN PARA LA INVESTIGACIÓN Y

POSGRADO”
Claudio Rama Vitale
Consejero Red de Universidades ILUMNO
Investigador, profesor, consultor. Conse-
jero de la Red de Universidades ILUMNO.
ExDirector del Instituto Internacional de la
UNESCO para la Educación Superior en
América Latina y el Caribe (IESALC).
zada, postcultural, tecnotrónica o sociedad de la
información y del conocimiento, es este último
elemento el que rige el vertiginoso desarrollo de
los países que dominan ambas tecnologías. Con-
ceptualmente, estos cambios cíclicos de época
son parecidos a las fases prolongadas de expan-
sión y declinación de la economía capitalista, for-
muladas por el economista ruso Kondratiev.

E
l nuevo conocimiento es la fuerza que
en toda la historia de la humanidad ha
ocasionado el progreso y el paso de
una época a otra; así sucedió cuando
en la sociedad primitiva fueron descubiertos el
fuego, el arco y la flecha; el descubrimiento de la
agricultura generó los grandes imperios escla-
vistas de la antigüedad; el descubrimiento de la
energía derivada del vapor estuvo en la base de
la revolución industrial; la corta edad moderna
y sus maravillas se caracterizó por el dominio
del átomo y del electrón; en la actual sociedad
llamada indistintamente postmoderna, globali-
La nueva modalidad de desarrollo ha agudizado
el proceso de acumulación económica desigual
entre los países pero también ha ocurrido el
mismo fenómeno en los propios países deno-
minados desarrollados; se han multiplicado los
bloques de países con poderío económico, ahora
no solo se debe contar con Estados Unidos y la
Comunidad Europea, sino con China, India y va-
rios países asiáticos.
La producción y la tecnología se han transnacio-
nalizado al ritmo marcado por el factor intangible
de la información, elemento que es a la vez insu-
mo esencial de la actual modalidad de desarrollo

44 Enero – Agosto 2018

 CIENTÍFICA UMSS

y también producto de consumo que acelera Recientemente sucedió lo mismo con los len-
el desarrollo. En otras palabras, la información guajes de programación COBOL y FORTRAN,
actúa sobre la información para producir nue- ahora predomina la Programación Web. Lo
va información. mismo sucede actualmente con quienes no
optan por la especialización ofrecida por los
La lógica de esta nueva época histórica es de cursos de posgrado.
naturaleza capitalista, de esencia corporati-
va multinacional, con alcance transnacional y Los profundos cambios económicos, socio-
funcionamiento basado en la microelectróni- culturales y tecnológicos mencionados han
ca, las redes virtuales y la tecnología digital de repercutido sustancialmente en la educación
la información, en una espiral que complejiza superior de todos los continentes y muy espe-
el conocimiento y obliga a la “superespeciali- cialmente en el ciclo de posgrado. La UNESCO,
zación”, al mismo tiempo que condiciona el ya en 1997, advertía sobre tres características
crecimiento de los sistemas de posgrado por- de este impacto: la masificación democrática
que este término es sinónimo de conocimiento de la educación superior, la diversificación y la
nuevo y de educación superior. especialización acelerada del conocimiento,
que se gestiona en redes comunicacionales
La nueva realidad ha creado un gran impacto virtuales internacionales, de la mano de Inter-
en todos los sistemas de posgrado del mundo, net, la integración electrónica de textos, cur-
determinando su expansión, complejización, sos completos “on line”, sonidos e imágenes
superespecialización, e internacionalización. compartidas en vivo y en tiempo real, además
Se debe entender que el inimaginable volu- de espacios reales (residencias, oficinas, fábri-
men de conocimientos producidos cotidiana- cas, etc) operativizadas y vigiladas por compu-
mente obliga a los sistemas de posgrado a tadoras y sensores. Justamente, la demanda
responder a las crecientes demandas diver-
sificadas del mercado, constatación que exige
nuevo crecimiento del posgrado, repitiéndose
el ciclo indefinidamente.
Esta situación repercute directamente en
quienes detienen el estudio disciplinario en el
nivel de pregrado, puesto que ellos no tienen
ya las nuevas capacidades especializadas que
demanda el mercado, creándose así el “ejérci-
to de reserva” de desocupados o, en el mejor
de los casos, destinados a recibir sueldos muy
bajos.
Schumpeter explicaba este mismo fenómeno
en el área de la economía denominándolo “ci-
clo de destrucción constructiva”, es decir, las
nuevas habilidades y capacidades inutilizan y
dejan obsoletas aquellas predominantes en
otra época, por ejemplo, cuando fue inventa-
do el automóvil desaparecieron en Francia los
especialistas en construir carruajes, quedó
eliminada del mercado una actividad cente-
naria que daba empleo a decenas de miles de
personas.

45
 PONENCIA
de estos insumos alimenta la necesidad de pro-
ducción tecnológica y científica en los cursos de
posgrado que son los “nichos especializados” en
generar otras tecnologías (robótica, nanotecno-
logía, genética y biotecnología).
Estas nuevas necesidades han delimitado sin
ninguna duda el campo de la enseñanza en el
pregrado, ámbito al que corresponden los cono-
cimientos generales de las diferentes disciplinas,
el posgrado que profundiza dichos conocimientos,
pero las maestrías, doctorados y posdoctorados
están exclusivamente destinados a la investiga-
ción avanzada y a la producción tecnológica.
Actualmente, los cursos de posgrado se caracte-
rizan por su creciente internacionalización. Aún
en los países desarrollados, se contrata los do-
centes más calificados de otras latitudes o conti-
nentes, los estudiantes de estos cursos viajan de
un continente a otro para determinados apren-
dizajes a fin de retornar a su país y completar el
resto, esto cuando enviados por una institución,
no cursan el posgrado íntegramente en otro país
para retornar al final al suyo, donde se les pro-
porciona un trabajo seguro.
Esto no quiere decir que no se reconozca la “fuga
de cerebros” que asola a Latinoamérica y en ge-
neral a todos los países desarrollados, consta-
tación que se ve agravada por el desnivel de los
salarios que no compensan el sacrificio ni las
inversiones de muchos años de estudio. A esta
desventaja debe agregarse que en el sistema
interamericano de universidades el bajo nivel de
incentivos económicos adjudicado a posgradua-
dos hace que ellos no produzcan nuevos conoci-
mientos ni innovaciones tecnológicas, por eso se
recomienda que maestros en ciencias y doctores
sean compensados de acuerdo a la producción
intelectual, es decir, determinado monto por ar-
tículo publicado en revistas científicas indexadas,
otro monto superior por libro publicado y mayor
recompensa por patentes registradas.
Merece un capítulo aparte la organización de
cursos de posgrado impartidos totalmente me-
diante la vía “on line”, incluidos doctorados y pos-
doctorados. Existen investigaciones que indican
46 Enero – Agosto 2018
mejores resultados de estos cursos que aquellos
presenciales o semipresenciales.
Naturalmente, se trata de cursos diseñados por
especialistas en programación, diseño por com-
petencias, especialistas en seguimiento utilizan-
do la robótica, especialistas en evaluación, y en
programación para prevenir el fraude, etc. Es
algo muy diferente a la simple enseñanza me-
diante plataforma “Moodle”.
Pero no son éstas las únicas transformaciones
que han sufrido los cursos de posgrado, en el
campo social sobre todo, pero también en cur-
sos de posgrado muy especializados, ahora son
integrados contenidos transdisciplinarios y mul-
tidisciplinarios.
No solamente son incluidos contenidos técnico
– científicos, sino valores éticos y de solidaridad
social local e internacional. Así lo exige la reali-
dad de los grandes problemas de la humanidad,
nos referimos al cambio climático, al exterminio
de la biodiversidad, a la creciente conciencia de
los pueblos respecto a la necesidad de elimi-
nar la pobreza, la discriminación y la inequidad;
puesto que la riqueza siempre ha sido construida
en base a los recursos naturales que pertenecen
a todo el género humano.
Una visión general del sistema de posgrado bo-
liviano muestra una serie de características que
lo sitúan en un nivel de desventaja respecto a la
evolución del sistema íberoamericano y mucho
más si lo comparamos con los sistemas de pos-
grado de Estados Unidos, Europa o Asia, dife-
rencias cuantificadas por varios de los sistemas
internacionales de evaluación de universidades
que han determinado el bajísimo índice de ma-
gísters y doctores trabajando en las universida-
des, aun considerando los 92 que trabajan en la
Universidad Mayor de San Simón.
Bolivia, posiblemente a raíz de las constantes
confrontaciones político – ideológicas, no ha te-
nido la capacidad de organizar un ente nacional
estatal o privado para los efectos inevitables de la
evaluación, la acreditación y el control de la cali-
dad en todos los niveles universitarios.

Esta afirmación no quiere decir que no existan
muy buenos cursos de posgrado tanto en univer-
sidades estatales como en universidades priva-
das. Un síntoma de esta carencia fundamental
es que el número de estudiantes universitarios
extranjeros en pregrado tiene una disminución
creciente en Bolivia, porque sobre todo los es-
tudiantes brasileños prefieren inscribirse en
universidades como las del Paraguay que han
mejorado el aspecto de calidad del aprendizaje
y la enseñanza, además de haber modernizado y
virtualizado tanto la gestión administrativa de di-
chos cursos, sumándose a la modalidad europea
de asignar al ciclo de pregrado los conocimien-
tos básicos generales de las diferentes discipli-
nas, reduciendo la licenciatura a cuatro años.
Otro aspecto que es imprescindible considerar
es la creación y/o aportes contínuos de los inves-
tigadores universitarios a las revistas indexadas,
mejor si éstas son creadas por los mismos pos-
graduados; no obstante, sería una duplicación
innecesaria de esfuerzos cuando hay verdaderos
“rankings” internacionales que realizan el segui-
miento estadístico de este aspecto, clasificando
a las universidades según su producción intelec-
tual y tecnológica.
En los cursos de posgrado resulta un tanto ana-
crónica la división tajante entre lo profesionali-
zante y lo científico, cuando sobre todo en Europa,
bajo ciertas normas (Nivel 7 y 8) los créditos ob-
tenidos en una maestría pueden ser contabiliza-
dos para el desarrollo de un doctorado. Es más,
si a las especialidades se les agrega metodología
de investigación y una tesis, se tiene configurado
el acceso a una nueva maestría.
Aunque en San Andrés y San Simón han sido
aprovechados los recursos de la cooperación
internacional, fundamentalmente sueca y belga,
para crear sistemas de posgrado con buen nivel
de internacionalización, la inversión estatal en el
sistema de posgrado es muy marginal, corrién-
dose el riesgo de afrontar la inviabilidad autóno-
ma de este sistema, alejando la posibilidad de
producir ciencia que esté al servicio de las nece-
sidades del país.
CIENTÍFICA UMSS
Nos referimos también al tema de pertinencia de
todo el sistema de posgrado de Bolivia, pueden
ser muy valiosas las numerosas investigaciones
que se realizan pero todas ellas deben pasar la
prueba de la verdadera utilidad pública, se debe
establecer cómo y cuánto contribuyen a resolver
la diversidad de problemas que tiene el país; este
es el elemento esencial de cualquier sub – sis-
tema de gestión de la calidad. No puede ser la
misma universidad que califique tales logros, ne-
cesariamente son las agencias internacionales
de acreditación y los testimonios de los propios
actores sociales quienes certifiquen la pertinen-
cia o impertinencia de estos cursos. También, le
corresponde al Estado pronunciarse al respecto
como una exigencia de transparencia y de rendi-
ción de cuentas a la sociedad, sobre todo ahora
que se ha anunciado la utilización de fondos es-
tatales para promover la investigación.
El sistema de posgrado de toda Bolivia está co-
rriendo los riesgos de obsolescencia y pérdida de
competitividad si se centra como hasta ahora en
la organización exclusiva de cursos presenciales
y semipresenciales, cuando todas las universida-
des de prestigio en el mundo se han incorporado
a la virtualidad, organizando maestrías y docto-
rados totalmente digitalizados.
Naturalmente, se tiene que contar con equipos
especializados que diseñen los programas, las
metodologías de enseñanza, los sistemas de
seguimiento individualizado mediante robótica,
los especialistas en evaluación etc. Evaluaciones
internacionales han determinado que los resul-
tados objetivos que se consiguen con estos cur-
sos son superiores a los obtenidos en los cursos
presenciales y semipresenciales.
La gestión y la calidad del sistema de posgrado
deben ser desarrolladas en base a parámetros
que cada universidad debe construir en base a su
realidad, pero también deben ser considerados
los protocolos ya probados por agencias como el
CONEAU en Argentina o CINDA en Chile. Cual-
quiera sea el sistema elegido, la acreditación no
puede ser realizada por la propia universidad, no
puede ser juez y parte, necesariamente los siste-
47
 PONENCIA
mas de calidad y la calidad misma de la produc-
ción intelectual corresponde a agencias interna-
cionales especializadas en el tema.
Una breve síntesis de las circunstancias que
están afectando al sistema de posgrado de la
UMSS muestra nivel insuficiente de investiga-
ciones, pocos artículos publicados de las investi-
gaciones realizadas, relativamente bajo número
de doctores en San Simón, bajos estándares de
calidad, concentración de posgraduados en área
profesionalizante, incipiente grado de interna-
cionalización de los cursos de posgrado, ausen-
cia de creditización de especialidades hacia las
maestrías e inexistencia de acreditación interna-
cional de los cursos de posgrado.
Existe otro factor que constituye una rémora que
agrava el exceso de profesionales desocupados
con título de pregrado, se trata de la ausencia
obligatoria de la recertificación de título como
sucede en Europa y Estados Unidos.
Ante la consulta pertinente de un funcionario de
la UMSS respecto al tema de la incorporación al
sistema universitario de población de las etnias
discriminadas en Latinoamérica, Ph.D, Rama
aportó que habían tres modelos para resolver el
tema: universidades indígenas como son los ca-
sos de Ecuador y Bolivia; la incorporación directa
de estos actores a las universidades del sistema;
y la incorporación a estas últimas universidades
brindándoles todo tipo de apoyo económico, so-
cial y académico.
Según su opinión, refiriéndose a los resultados
obtenidos, hay que distinguir aquellos proyectos
político - ideológicos que no pueden ser compa-
rados con las universidades corrientes porque
en ellas prácticamente los contenidos técnicos
científicos no existen o son de muy poca inci-
dencia. En los casos de la incorporación pura y
simple de jóvenes pertenecientes a determina-
das etnias, no se tiene buenos resultados porque
ellos sufren el rechazo social y el choque cultu-
ral, factores que determinan un alto índice de de-
serción. En el tercer modelo, aparentemente los
resultados de conclusión de estudios son mejo-
res que en los anteriores, pero tienen el riesgo de
48 Enero – Agosto 2018
aculturación, persiguiendo, como cualquier otro
estudiante, el ascenso social y la búsqueda indi-
vidual del bienestar económico.
CONCLUSIONES ÚTILES PARA LOS CUR-
SOS DE POSGRADO DE LA UNIVERSIDAD
MAYOR DE SAN SIMÓN FORMULADAS POR
PhD. CLAUDIO ANTONIO RAMA VITALE
1. Los créditos de todos los cursos de
posgrado deben servir para ser incorporados a
maestrías y doctorados, según normas interna-
cionales (Norma 7 y Norma 8).
2. La internacionalización de los cursos de
posgrado debe ser una norma regular del siste-
ma pues las elevadas exigencias o, las mejores
oportunidades, rara vez están al alcance de una
sola institución.
3. La anterior información está estrecha-
mente asociada a la creación y participación de
los sistemas de posgrado en redes sociales in-
ternacionales.
4. La organización de los cursos de pos-
grado debe ser compatibilizada con los protoco-
los internacionales (reglamentos).
5. Los salarios de los titulados en maes-
trías y doctorados deben guardar relación con la
mayor idoneidad y utilidad social que prestan en
sus labores.
6. Se recomienda que los sistemas de in-
centivos a los magísters y doctores contratados
estén diseñados para aumentar los beneficios
económicos en función de artículos publicados,
libros escritos, patentes tecnológicas, etc.
7. La formulación de cursos de posgrado
deben cumplir con el requisito de pertinencia so-
cial.
8. Los actuales cursos de posgrado deben
incorporar elementos de virtualidad necesaria-
mente para estar al día con lo que está sucedien-
do en los sistemas de posgrado del continente.
9. La acreditación externa es una necesi-
 CIENTÍFICA UMSS

dad impostergable, lo mismo que la contribución

de la universidad a la organización de un ente
nacional de acreditación y evaluación de los pos-
grados.
10. La calidad de los cursos de posgrado la
califican las agencias especializadas en las dife-
rentes metodologías de evaluación, resultando
recomendable la contratación de agencias acre-
ditadas internacionalmente.
11. La recertificación continua de los títulos
es una norma internacional que no se aplica en
Bolivia.
12. A condición de que existan profesiona-
les especializados en la programación de cursos
“on line”, es recomendable que San Simón se
prepare en esta especialidad que exige la forma-
ción de especialistas en manejo de sistemas de
programación educativa, seguimiento individua-
lizado e informatizado (robótica), especialistas en
didáctica y pedagogía apropiada a cada disciplina
y especialistas en evaluación integral “on line”
(evaluación de contenidos, evaluación de progra-
mas, evaluación de técnicas didácticas, expertos
en seguimiento individualizado, etc.), puesto que
evaluaciones comparativas internacionales han
constatado mejor rendimiento de quienes egre-
san con esta modalidad de aprendizaje, frente a
las clases presenciales o semipresenciales.
13. El posgrado de San Simón debe tener
en cuenta que el pregrado debe preparar recur-
sos humanos con conocimientos generales de
las disciplinas (licenciaturas en 4 años), la espe-
cialidad y las maestrías sirven para impartir co-
nocimientos de mayor profundidad (incluida me-
todología de investigación), pero los doctorados,
y mucho más los postdoctorados, son sinónimos
de investigación aplicada y producción tecnológi-
ca.
14. Las direcciones universitarias de inte-
racción social, acreditación y evaluación, plani-
ficación académica y administración financiera
deben cumplir el rol estatutario que le corres-
ponde en la organización de los cursos de pos-
grado y en el sistema de control de la calidad.

49
 ARTÍCULO
EVALUACIÓN Y ACREDITACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN Y EL
POSGRADO
Álvaro Enrique Padilla Omiste, PhD.
Álvaro E. Padilla Omiste, es un académico
boliviano, docente de postgrado, investiga-
dor educativo y consultor en evaluación de
la calidad y acreditación de programas de
formación universitaria, en Bolivia y otros
países de América Latina y El Caribe.
50 Enero – Agosto 2018
Resumen
El trabajo presenta un análisis de la evolución de la
oferta de programas de la educación de posgrado por
las universidades bolivianas en general y la Universi-
dad Mayor de San Simón, en particular, enfatizando la
importancia de valorar la calidad de los programas.
Se comparan diferentes modelos aplicados local y
regionalmente con fines de evaluación, acreditación
y aseguramiento de la calidad de los programas de
posgrado. Se presenta en forma sintética la cualime-
tría, ciencia de la medición de la calidad, en la pers-
pectiva de emplearla en la construcción de modelos
unificadores de evaluación y acreditación.
Palabras clave: Calidad, gestión, evaluación, acredi-
tación, regulación. posgrado, cualimetría.

1. Antecedentes
L
a educación superior y el quehacer
científico tecnológico no son activi-
dades recientes de la intelectualidad
boliviana. La primera universidad de
la Real Audiencia de Charcas, fue fundada, el
27 de marzo de 1624, por el Padre Joan de Frías
Herrán S.J, al amparo de la Bula del Papa Gre-
gorio XV y de dos Cédulas del Católico Rey Don
Felipe y que es conocida hasta hoy como Uni-
versidad Mayor Real y Pontificia de San Fran-
cisco Xavier de Chuquisaca, siendo su primer
programa académico el de Derecho. (Moreno
de Landívar, 2004)
El “Arte de los metales”, escrito en Potosí (Alto
Perú, hoy Bolivia) por el padre Álvaro Alonso
Barba, puede considerarse como el primer li-
bro de ciencia y tecnología escrito en América
Hispana.
En él se describen métodos para la refinación
de oro, plata y cobre y los primitivos hornos de
fundición empleados por siglos en Sud Améri-
ca, así como detalles de la riqueza argentífera
del subsuelo americano y el “método de cazo”,
fundamental para la explotación de la plata.
La obra trata sobre el control de laboratorio, en
el control completo de un proceso y en el estu-
dio de costos de producción, contenidos que en
muchos casos continúan empleándose por la
minería boliviana. Académicamente fue aplica-
do en “...la Escuela o Colegio que nuevamente
manda fundar el Rey en esta Villa,...” donde “...
se enseñará la química, la mineralogía y la me-
talurgia,...” (Alonso Barba, 1640).
En la Época Republicana boliviana surgen las
universidades públicas y posteriormente las
privadas, las que fundamentalmente se dedi-
can a formar profesionales en carreras libera-
les a nivel de licenciatura, con menosprecio de
lo técnico, con resultados criticados por escri-
CIENTÍFICA UMSS
tores de principios del Siglo XX1 . Con poste-
rioridad y muy lentamente, las universidades
comienzan a preocuparse por la formación de
personal científico y por la investigación cientí-
fica y tecnológica en torno al desarrollo de un
país con grandes riquezas naturales, así como
también enormes problemas de desarrollo
económico y social
1.1. Formación de talento
Actualmente la formación a nivel de posgrado
es considerada, no sólo para el perfecciona-
miento y la formación continua de los profe-
sionales, sino también, y esencialmente, para
formar el personal de ciencia y tecnología que
requiere el país y, lamentablemente existe un
marcado déficit en todos los ámbitos. En un im-
portante y completo análisis de las repercusio-
nes políticas y de gestión de gobierno en Amé-
rica Latina que realiza el Académico boliviano
Dr. Blithz Lozada Pereira, (2017) señala:
Estrictamente, respecto de la investigación
universitaria efectuada por estudiantes del
nivel de posgrado, solo las tesis de docto-
rado deben ser consideradas como incre-
mento a I+D. No obstante, si la gestión de
proyectos de investigación se orienta a de-
sarrollar la creatividad y a establecer nuevos
conocimientos, sea en el nivel de maestría o
inclusive en el grado o en cualquier entidad
terciaria; tanto el trabajo del plantel docen-
te relacionado con los proyectos como los
estudiantes que participaron en lograr el
producto, deben incorporarse como parte de
I+D (Lozada Pereira, 2017)
1.2. El Plan Nacional de Ciencia, Tec-
nología e Innovación.
De mantenerse tal déficit, pone incluso en duda
el logro de algunas de las Metas de la Agenda
1 Es importante “El Huayralevismo. O la enseñaza univer-
sitaria en Bolivia” obra de Carlos Medinacelli, que realiza
un dura crítica a las universidades y que tuvo gran impor-
tancia en la política educativa del país a mediados del Siglo
XX. (Medinaceli, 2007)
51
 ARTÍCULO
2025 fijadas por el gobierno actual del país. (Bo-
livia, 2013). En previsión de ello, el Plan Nacional
de Ciencia, Tecnología e Innovación, PNCTI. (MI-
NEDU, 2013) ha señalado como su acción cen-
tral, la formación de talento humano.
Para dirigir este accionar, el Tercer Capítulo del
Plan está íntegramente dedicado a la Educa-
ción y particularmente al fortalecimiento de los
programas de posgrado científico, tomando en
cuenta que las actuales limitaciones de la ofer-
ta de formación posgradual, en los niveles de
maestría y doctorado, impiden contribuir al de-
sarrollo de procesos de investigación científica
y tecnológica, por lo que éstos no contribuyen a
resolver los problemas y demandas sociales del
país.
Así mismo el PNCTI busca atender la necesi-
dad de implementar programas de posgrado,
en los citados niveles, con carácter científico, en
las áreas de prioridad nacional, para formar los
talentos necesarios que contribuyan a lograr los
resultados y efectos previstos a corto y mediano
plazo en el Plan Nacional de CTI. (MINEDU, 2013)
2. Evolución de la oferta de programas
de pregrado y posgrado
Existen al momento en Bolivia 65 universidades,
divididas en:
1. Universidades Públicas Autónomas: son
aquellas que gozan de la Autonomía Univer-
sitaria consagrada en la Constitución Política
del Estado2.
2. Universidades Privadas: sujetas a la tuición
del Ministerio de Educación por las faculta-
des otorgadas constitucionalmente.
3. Universidades de Régimen Especial: admi-
2 En el marco de la Autonomía Universitaria, el Comité Ejecu-
tivo de la Universidad Boliviana (CEUB), es su organismo eje-
cutivo y el Congreso Nacional de Universidades su máximo
organismo directivo.
La “segunda reforma”, que señala el Prof. Claudio Rama Vi-
tale. (Rama Vitale, 2006, 2013)
52 Enero – Agosto 2018
nistradas y financiadas por el Estado; institu-
cionalmente se encuentran bajo tuición del
Ministerio del ramo; y en lo académico bajo
tuición del Ministerio de Educación.
4. Universidades Indígenas: se encuentran bajo
tuición de las Juntas Comunitarias; y en lo
académico e institucional las reglamenta el
Ministerio de Educación.
2.1. Evolución de los programas de
grado
A partir de la década de los años 90, con el sur-
gimiento y posterior de las universidades priva-
das3 crece también la oferta de programas de
formación profesional, principalmente a nivel de
Licenciatura y en menor medida a nivel Técnico
Superior.
2.2. Evolución del posgrado
La formación a nivel de posgrado en las univer-
sidades bolivianas es una experiencia más bien
reciente, aunque autores, como la Dra. Zully Mo-
reno de Landívar señalan que tal propósito ya se
manifestaba en los años 1940, consolidándose
el año 1974 (Moreno de Landívar, 2004), siendo
los cursos con los que se inicia el posgrado en el
Sistema de la Universidad Boliviana (SUB) los de
Especialidades Médicas, a través de las residen-
cias médicas.
Con el surgimiento en 1985 de las universidades
privadas, el Ministerio de Educación el 11 de ene-
ro de 1999 aprueba el primer Reglamento Gene-
ral del Posgrado, reconociéndose los siguientes
tipos de programa: diplomado, actualización,
educación continua, extensión y ampliación, que
no otorgan grado académico y son más bien pro-
fesionalizantes; y las especialidades médicas y
no médicas, las maestrías y el doctorado, estos
últimos sin hacer mayores distinciones entre
profesionalizantes y científicos4.
3 La “segunda reforma”, que señala el Prof. Claudio Rama Vi-
tale. (Rama Vitale, 2006, 2013)
4 Ver Moreno de Landivar (op. cit.),

Como puede apreciarse, la tendencia de la oferta
de programas de posgrado es seguir creciendo.
3. Acreditación de programas
A partir del año 1990 se inician en las universi-
dades bolivianas procesos de autoevaluación,
generalmente con fines de acreditación y excep-
cionalmente sólo como instrumentos de mejo-
ramiento y aseguramiento de la calidad.
Tales procesos fueron aplicados esencialmente
a los programas (carreras) a nivel de Pregrado,
siguiendo los modelos del Mercosur Educativo
(MEXA y ARCU-SUR) y del Comité Ejecutivo de la
Universidad Boliviana (CEUB).
3.1. Acreditación de programas de
Posgrado
En América Latina la acreditación de programas
de posgrado es posible gracias a la existencia de
organismos, entre los que sobresalen: la Asocia-
ción Universitaria Iberoamericana de Post- gra-
do (AUIP) y el Consejo de Acreditación en Cien-
Creación de programas de posgrado en Bolivia
CIENTÍFICA UMSS
cias Sociales, Contables y Administrativas en la
Educación Superior de Latinoamérica (CACSLA);
el primero, un organismo internacional no gu-
bernamental reconocido por la UNESCO, que
considera los siguientes niveles de posgrado:
1. De Especialización. Considerada como una
extensión de la formación universitaria, des-
tinada a profundizar un campo del saber
especifico, actualizar conocimientos y desa-
rrollar y refinar habilidades para cualificar el
ejercicio profesional.
2. Maestrías. Programas que amplían la for-
mación y profundización en un campo del
saber académico o profesional, con cono-
cimientos avanzados. Sus objetivos pueden
ser: la innovación del ejercicio profesional,
el ejercicio de la docencia y la investigación.
Dependiendo de la meta a alcanzar, pueden
ser académicas o de investigación y maes-
trías profesionales.
3. Doctorado. Programas que preparan para la
investigación y la innovación. En su desarro-
53
 ARTÍCULO
llo, se generan aportes originales y significa-
tivos a un área específica del conocimiento.
CACSLA es una agencia acreditadora indepen-
diente que nace en México, bajo el seno y expe-
riencia de su homólogo CACECA. Es una orga-
nización legalmente constituida en febrero de
2009, cuyo fin inicial fue la acreditación de pro-
gramas en las áreas de Cs. Sociales y Negocios
y su abanico viene abriéndose continuamente. A
la fecha, cuenta con 53 programas académicos
acreditados, tanto en México, como en Centro y
Sud América.
Comparación de características de diferentes modelos
54 Enero – Agosto 2018
3.1.1. Modelos de evaluación y acredita-
ción de programas
Existe en América Latina una variedad de mo-
delos de evaluación de la calidad de programas
de formación de pregrado y posgrado, especial-
mente con fines de acreditación. En Bolivia, se
han aplicado principalmente modelos dirigidos a
evaluar y acreditar programas de pregrado, den-
tro de los sistemas MEXA y ARCU_SUR, ambos
correspondientes al Mercosur Educativo.

4. Modelo cualimétrico de medición 4.2. Principios
de la calidad del posgrado Se resumen a continuación algunos principios
Ante la diversidad de enfoques y modelos de eva-
luación y acreditación de programas, tanto de
formación de pregrado, como de posgrado, se
presenta un modelo concebido desde el Campo
de Acción de la Dirección Educacional Institucio-
nalizada y el sustento de la Cualimetría, ciencia
que nace en 1968 (Azgaldov, 1971; Azgaldov & Az-
galdova, 1971; Glichev, Panov, & Azgaldov, 1968).
Es una ciencia que busca “medir lo no medible”
y se constituye hoy en día en una herramienta
para mejorar la eficiencia en cualquier actividad.
(Garry Gaikovich Azgaldov, 1971; Garry Gaikovich
Azgaldov & Azgaldova, 1971; Garry Gaikovich Az-
galdov, Glichev, & Panov, 1968; Garry G. Azgaldov,
Kostin, & E, 2015)
El término cualimetría (del latín qualis, “de qué
tipo” y del griego μέτρησης, “para medir”) fue
inicialmente aplicado a una disciplina científica
encargada del estudio de la metodología y los
problemas de la evaluación cuantitativa de la
calidad de diversos objetos, principalmente pro-
ductos industriales.
Con el crecimiento de la conciencia acerca de la
necesidad de expandir su campo de aplicación,
pasando de la calidad del producto, que era el
foco de algunos investigadores, a la calidad de
los objetos, sea cual fuese su naturaleza; inclu-
yendo objetos socioeconómicos y dentro de és-
tos, los servicios, y objetos tan abstractos y sen-
sibles como la educación.
4.1. Leyes de la cualimetría
Las leyes de la Cualimetría permiten asegurar
un balance apropiado entre lo objetivo (cuantitati-
vo) y lo subjetivo (cualitativo), y la comparabilidad
(desarrollo de estándares). Sus relaciones esen-
ciales se producen entre lo cualitativo-cuantita-
tivo, objetivo-subjetivo, planificado-logrado, ase-
guramiento de la calidad y gestión y rendición de
cuentas (accountability).
CIENTÍFICA UMSS
derivados de las mencionadas leyes. (Padilla
Omiste, 2015)
1. La calidad es una combinación de las pro-
piedades de los objetos, asociadas con su
uso y finalidad, que aparecen durante su
consumo.
2. Algunas de la propiedades, simples o com-
plejas pueden ser medidas por el indicador
absoluto Q_i=(i=1,n), donde n=n^0 de pro-
piedades valorables del objeto. El valor re-
sultante del parámetro Q puede expresarse
en las unidades específicas de cada propie-
dad, cuyas mediciones pueden ser hechas
por metrología, juicio experto o aplicación
de métodos analíticos específicos.
3. Todas las propiedades que constituyen la
cualidad forman una estructura jerárquica
que toma la forma de un “árbol de calidad”,
donde la propiedad más compleja constitu-
ye la raíz del árbol y las propiedades más
simples ocupan las ramas.
4. Para comparar propiedades medidas en
diferentes escalas, se emplea Ki, un pará-
metro relativo adimensional que refleja el
grado de aproximación del indicador ab-
soluto Q con los valores de referencia y de
rechazo establecidos de antemano. Las
medidas relativas están descritas por la
relación K_i=∫(Q,Q_i^min,Q_i^max ), que en
el caso de un método cualimétrico simplifi-
cado puede ser representado por la función
de normalización:
5. Para comparar la importancia relativa
de todas las propiedades pertenecientes
55
 ARTÍCULO

Árbol genérico de calidad

56 Enero – Agosto 2018

 CIENTÍFICA UMSS

al “árbol de propiedades” se utilizan co- donde:

eficientes adimensionales de pondera-
ción G_i Por conveniencia usualmente se 〖 K〗_k: es la estimación cuantitativa de la cali-
toma: 0<Gi <1. Así como ∑_(i=1)^n▒〖G_i=1 dad del programa,
〗 . Los factores de ponderación son cal- 
 φ: es el Parámetro de calidad aditiva
culados por juicio experto o empleando
métodos analíticos específicos. Q_i: es el Parámetro cuantificable en unidades
determinadas,
6. El resultado de una evaluación cuan-
titativa de la calidad se expresa por un K_i: es un Normalizador del parámetro Q_i (adi-
indicador φ (función aditiva): K_x= K_φ mensional)
(K_i,G_i K_ϕ) Cuando se aplica un método
G_i: es un factor de ponderación, que denota la
cualimétrico simplificado (Azgaldov et al.,
importancia del parámetro.
2015), la función puede expresarse por la
fórmula: K_x= K_ϕ ∑_(i=1)^n▒K_i G_i

La calidad de un determinado programa de for- 4.3. Estructura

mación de posgrado será:
La siguiente figura muestra la estructura del
Modelo Propuesto para medir cualimétricamen-
te la calidad de un programa de posgrado.

Árbol cualimétrico para medir la calidad de un programa de posgrado

57
 ARTÍCULO

Conclusiones
1) Se constata un permanente crecimiento
de la oferta y la matrícula de programas de pre-
grado y posgrado en las universidades bolivianas
y concretamente en la Universidad Mayor de San
Simón. Es cada vez más demandada su acredi-
tación, tanto por la sociedad y el Estado, así como
por los organismos internacionales.

2) La evaluación de programas de pregra-

do ha venido desarrollándose a partir de la últi-
ma década del siglo pasado, pero se evidencia un
crecimiento de la preocupación por autoevaluar
programas de pregrado (carreras), fundamen-
talmente con propósitos de acreditación.

3) La acreditación está establecida en las

universidades bolivianas, exclusivamente para el
nivel del pregrado, pero es prácticamente inexis-
tente en el posgrado. Sólo se tiene conocimiento
de dos programas de las universidades del SUB
que han logrado un reconocimiento: el

Doctorado de Ciencias de la Educación de la

UMSFX, en Chuquisaca (por la AUIP), y el Docto-
rado en Ciencias del Desarrollo de la UMSA (por
el CEUB).

4) Dominan el escenario de la evaluación

y la acreditación de programas de pregrado:
modelos cualitativos, como el ARCU-SUR, co-
rrespondiente al Mecanismo de Acreditación del
Mercosur Educativo; cualicuantitativos, como el
del CEUB, en Bolivia; y el del SICEVAES en Cen-
tro América.

5) El modelo, denominado “cualimétrico”,

que posee un conveniente soporte científico y
académico y que comprende aspectos cualitati-
vos y cuantitativos, ponderaciones por metrología
y benchmarking, ofrece posibilidades de fortale-
cer y unificar modelos de evaluación de pregra-
do, posgrado, así como programas de desarrollo
científico y tecnológico de las universidades.

58 Enero – Agosto 2018


Referencias
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en que se enseña el verdadero beneficio de
los de oro ... , y como se ha de refinar, y apartar
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Moscú, Rusia: LABRATE.
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8. Lozada Pereira, B. Y. (2017). Cultura política,
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11. MINEDU. (2013). Plan Nacional de Ciencia,
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Bolivia: Grupo Editorial La Nación Bolivia.
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perspectiva de los estudios de postgrado en
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14. Rama Vitale, C. (2006). La tercera reforma
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II(46), 11-24 pp.
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21. MINEDU. (2016). Guía de Universidades del
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22. Sebastián, J. (2017). “La dimensión interna-
cional en el desarrollo institucional de las
universidades en América Latina La univer-
sidad reformada - Hacia el centenario de la
Reforma Universitaria de 1918 (pp. 283-311).
Buenos Aires, Argentina: EUDEBA.
59
 ARTÍCULO
EL DIFÍCIL DERROTERO HACIA UN POSGRADO GENERADOR DE
CONOCIMIENTO
Luis René Gonzales Mercado
Director Escuela Universitaria de Posgra-
do de la Universidad Mayor de San Simón.
Docente de la Facultad de Medicina de la
UMSS.
*Contacto: ckdbl081@gmail.com
60 Enero – Agosto 2018
Resumen
A pesar de un importante incremento de los posgra-
dos de tipo profesionalizante en la Universidad Mayor
de San Simón, la formación de doctores todavía es
incipiente y llevará un tiempo relativamente largo lo-
grar que nuestra institución cuente con una masa crí-
tica de este tipo de profesional el cual es un requisito
sin el cual no podemos incursionar plenamente en la
producción de conocimiento científico y tecnológico
que responda a las demandas sociales y económicas
de nuestro país.
Problemas estructurales y económicos son la causa
de la deficiencia mencionada, tales como: masifica-
ción, modelos académicos anacrónicos, falta de in-
centivos económicos y de otro tipo a los docentes y
a la inexistencia de un fondo institucional o nacional
importante que respalde la formación de científicos y
el desarrollo de ciencia y tecnología.
Palabras clave: educación, posgrado, investigación.

L
ograr encaminar con paso firme a la Uni-
versidad Mayor de San Simón, y al posgrado
en particular, hacia un sitial de excelencia
entre aquellas instituciones que se desta-
can por la producción de conocimiento útil orientado
a facilitar la resolución de problemas y a mejorar las
condiciones de vida de la población boliviana en gene-
ral y en especial de la más marginada, es una tarea
muy difícil, dadas las condiciones estructurales que
la conforman y que constituyen un enorme escollo en
este camino.
Sin embargo, a nivel del posgrado la tarea de estruc-
turar las bases para un desarrollo progresista es re-
lativamente menos dificultosa debido a que, al gozar
de una moderada autonomía administrativa, está
menos influenciada por los avatares que producen
las pugnas políticas que lamentablemente degradan
el Cogobierno y los principios de la Autonomía Univer-
sitaria. Otra causa de ventaja es que depende sustan-
cialmente de la generación de recursos propios, y en
menor medida del Tesoro Universitario.
Los problemas estructurales
La principal barrera para el cambio en la Universidad
Mayor de San Simón, es un Estatuto Orgánico que
data de los años 80, que no ha podido ser moderni-
zado debido a los problemas inherentes a las luchas
de poder que han priorizado los intereses personales
y de grupo en detrimento de la academia y la ciencia,
constituyendo ambos factores un círculo vicioso ex-
presado en una estructura de gobierno universitario
supeditada al predominio político, condición contra-
dictoria que inviabiliza el progreso científico.
La estructura de gobierno universitario se basa en el
Cogobierno Paritario Docente Estudiantil, instancias
de poder a las que se accede a través de elecciones
en las que participan todos los docentes y todos los
estudiantes. El resultado de este sistema es la elec-
ción del Consejo Universitario que cuenta con aproxi-
madamente 54 miembros, y los consejos facultativos
cuyo número de integrantes depende del número de
carreras en cada facultad.
En estos órganos colegiados reside gran parte de las
atribuciones para gobernar la Universidad, restando
para los cargos ejecutivos (rector, decanos, jefes de
carrera) pocas atribuciones. En la práctica, este mo-
delo organizativo significa dejar en esos consejos la
resolución de numerosos problemas que deberían
CIENTÍFICA UMSS
estar en manos de los responsables ejecutivos, de-
jando su resolución librada a postergaciones indefini-
das por “falta de quórum”, indefiniciones ocasionadas
por consignas políticas, la falta de interés o por “em-
pantanamiento” en la votación.
Del anterior fenómeno deriva una penosa práctica pre-
bendal, es decir, la negociación entre sectores o esta-
mentos para exigir beneficios particulares o de grupo, a
cambio de algún apoyo para alguna resolución.
Por todo ello, es muy difícil gobernar con este sistema
perverso. Si las decisiones y votaciones son un serio
problema, peor aún es esperar que estos organismos
legislen, tal cual lo establece el actual Estatuto Orgá-
nico; una de las consecuencias negativas es que exis-
te un gran número de reglamentos que no tienen la
aprobación del Consejo Universitario, tan solo cuen-
tan con una Resolución Rectoral.
El resultado de estas y otras dificultades menores es
nuestra universidad, poco ágil para cambios –en un
mundo donde el cambio es la norma diaria- lastra-
da por su estructura y con desafíos administrativos
y académicos que no encuentran un curso para ser
encarados.
Así descrita la causa mayor de las deficiencias uni-
versitarias, sus efectos son evidentes en todos los
quehaceres de la vida institucional. Una aproximación
diagnóstica nos muestra con claridad lo siguiente:
• Masificación. Por supuesto que todos tienen
el derecho a la formación profesional, este es
un principio de nuestra Universidad y del Sis-
tema de la Universidad Boliviana. Pero este
derecho no debe colisionar con la realidad, es
decir, que no existiendo mayor presupuesto y
por lo tanto mayor capacidad, el número de
estudiantes debería adaptase a esta circuns-
tancia.
Por ejemplo, en el caso de las carreras del
área de salud se tienen claramente estable-
cido que el número de nuevos alumnos debe
ser tal que permita el desarrollo de prácticas
profesionales eficaces. Este es un problema
relativamente fácil de resolver, pues compete
a los órganos de gobierno intermedios tomar
la decisión de establecer cupos de ingreso
fundamentados en capacidades académicas.
Sin embargo, una vez más, esta decisión po-
dría depender de conductas inspiradas en el
61
 ARTÍCULO
poder y la política y no así en la racionalidad téc-
nica - administrativa.
• Bajo rendimiento estudiantil. Traducido en un
promedio de tiempo de egreso de casi 7 años.
Las probables causas debería investigarse,
pero como hipótesis podríamos mencionar
las siguientes: escasa motivación, problemas
de subsistencia y deficiente preparación en el
ciclo medio de educación.
• Contenidos de aprendizaje enciclopédicos
y/o anacrónicos.
A principios del siglo pasado, no podía imagi-
narse un estudiante universitario que no revise
durante su carrera casi la totalidad de informa-
ción producida hasta ese momento en el área de
su formación.
Sin embargo, con el transcurrir de los años la
producción de conocimientos ha alcanzado una
velocidad impresionante y los volúmenes de
ella son imposibles de ser administrados en la
formación de pre grado, peor aún, el corres-
pondiente a las ramas de especialidades y sub
especialidades. Lo apropiado para todos los ca-
sos sería racionalizar contenidos en este ciclo,
reduciéndolos a aquellos más importantes que
luego servirán como base para la complemen-
tación posgradual profesionalizante o de investi-
gación. Merece un párrafo adicional el mencio-
nar la importancia de revisar periódicamente la
calidad de los contenidos para así garantizar la
actualización y pertinencia con las demandas de
la sociedad y del estado.
• Estudios de licenciatura innecesariamente
extendidos.
Teniendo en cuenta la actual especialización del
trabajo, la clásica duración de los estudios de li-
cenciatura de 5 años ya no se justifica. Mas bien,
como una respuesta a la creciente especializa-
ción de la ciencia y del trabajo, ya es habitual
que una gran mayoría de los licenciados tome
cursos de posgrado con el fin de mejorar sus
posibilidades de encontrar trabajo, pero tam-
bién para complementar o mejorar su capaci-
dad profesional. Urge por ello reducir el tiempo
dedicado al pregrado.
62 Enero – Agosto 2018
• Sistema de selección y admisión docente ob-
soleto.
Como una herencia de la universidad napoleóni-
ca, todavía se prioriza para el ingreso de nuevos
recursos humanos a la universidad, la memo-
ria y el demostrar habilidades didácticas para
la enseñanza, antes que la meritocracia, como
ocurre en toda universidad moderna y de pres-
tigio.
De esta manera, profesionales muy bien for-
mados y con preciosa experiencia pueden que-
dar relegados en un proceso de selección solo
porque algún otro se aprendió de memoria los
contenidos de la asignatura en concurso. Peor
aún si se considera a la investigación como el
principal propósito de nuestra institución. Por
tanto, esta forma de contratación debe cambiar,
puesto que a un docente o a un investigador se
lo deberá evaluar en función del desempeño y
de su producción, no por la forma de ingreso.
• Falta de incentivos para mejorar el desem-
peño y la producción docente.
Uno de los reglamentos no aplicados en la
UMSS es el del Escalafón Docente: este instru-
mento debe permitir la evaluación periódica y,
eventualmente el retiro justificado de los docen-
tes, pero en los casos de buen rendimiento debe
proceder la promoción o premiación mediante
estímulos económicos o de carácter moral,
debe ser actualizado porque data de hace más
de 20 años.
• Falta de recursos económicos suficientes.
El soporte económico que recibe la UMSS del
Estado se dedica fundamentalmente al pago
de salarios y para gastos de funcionamiento co-
rriente. Fondos especiales para investigación y
otras actividades de esta fuente no existen.
Adicionalmente, existe otro recurso que ingresa
a las arcas de la Universidad que es el prove-
niente del Impuesto Directo a los Hidrocarburos
(IDH), sin embargo, el uso de este está limitado
por Ley. Durante varios años se lo ha utilizado
con bastante intensidad, en la construcción de
infraestructura para casi todas las unidades
académicas y para equipamiento, casi exclusi-
vamente para el pre grado. También el sector
estudiantil accede a estos fondos para la do-
 CIENTÍFICA UMSS

tación de varios tipos de becas y para pago de

Seguro Médico Estudiantil. Finalmente y como
dato positivo, se ha aprobado que el 25% de los
recursos IDH pueda ser también utilizado para
la formación de posgrado a nivel de maestrías
científicas y de doctorados y no solamente a in-
vestigación como fue antes.
• Sistema administrativo burocrático e inefi-
ciente.
Como indicamos anteriormente, el cambio per-
manente es la característica fundamental de
nuestra época, frente a esta realidad el pesado
sistema administrativo de nuestra universidad,
con una dirección gremial también fuertemente
politizada, constituye una rémora que eterniza
y complica los trámites, encarece los procedi-
mientos y no responde a las necesidades del
pre grado, del posgrado ni a las oportunidades
académicas y/o económicas que deberían ser
aprovechadas por la universidad; además de ser
impermeable a las demandas de los diferentes
sectores de la sociedad.
haciendo esfuerzos para sentar las bases y condicio-
nes que permitan a corto plazo iniciar un proceso sos-
tenible en el tiempo, administrativa y económicamen-
te, de formación de investigadores a través de una
agenda para los próximos diez años y con un Sistema
de Gestión de Calidad que garantice productos útiles
para las empresas estratégicas del país, tanto públi-
cas como privadas.
Unos de los principales mecanismos para asegurar
calidad y PERTINENCIA social, es el que todas las in-
vestigaciones que en calidad de tesis se realicen por
los posgraduantes, deberían responder a demandas
de resolución de problemas concretos de las empre-
sas estratégicas del estado y de la pequeña, mediana
y gran empresa privada, así como otros de índole so-
cial. Para ello, es imprescindible establecer alianzas
y redes de investigación. Este es el trabajo que ahora
se desarrolla desde el Posgrado y desde la Dirección
Científica y Tecnológica de la UMSS.

Esta es una aproximación diagnóstica general de la

situación en la que se halla nuestra universidad que,
dicho sea de paso, probablemente sea la de todas las
del Sistema de la Universidad Boliviana.

Un balance general nos permite asegurar que por las

condiciones de Gobierno anteriormente descritas, la
tarea de mejorar la formación en el pregrado es difícil,
se deben remontar muchos obstáculos, en especial
el político que se constituye en la llave para el resto
de las transformaciones. En cambio el desafío para
el Posgrado, desde la perspectiva de reglamentos,
estímulos al sector docente, al sector administrativo,
sistemas administrativos ágiles, es menor, aunque
sigue siendo muy difícil incursionar con fuerza en el
área de la formación posgradual científica, puesto que
esto significa, en primer lugar, lograr motivación en
los docentes de San Simón y en segundo lugar, que
los proyectos de tesis respondan a demandas del
sector productivo estatal y del privado, práctica casi
inexistente en el ámbito regional y nacional, probable-
mente debido a una mutua desconfianza, a nuestro
incipiente esfuerzo por el desarrollo de la investiga-
ción de alto nivel y a debilidades administrativas en el
sector del Estado.

En el anterior contexto y a partir de una clara visión de

desarrollo de la actual gestión universitaria, se están

63
 ARTÍCULO
EL DIFÍCIL DERROTERO HACIA UN POSGRADO GENERADOR DE
CONOCIMIENTO
1. ESCUELA UNIVERSITARIA DE
POSGRADO (EUPG)
1.1 HISTORIA
L
os estudios de posgrado en la Universidad
Mayor de San Simón, se inician el año 1974
en la Facultad de Medicina, con programas
de especialidad en el campo médico. Pos-
teriormente, en 1987, en la UMSS se desarrolló la pri-
mera Maestría en Educación Superior, bajo la
tuición de la Facultad de Humanidades y Ciencias de
la Educación, iniciativa que fue recogida, unos pocos
años después, por la Oficina de Educación Médica de
la Facultad de Medicina que, en 1996, con el apoyo de
la Cooperación Holandesa (NUFFIC/Universidad de
64 Enero – Agosto 2018
Nijmegen), implementó la Maestría en Educación Su-
perior en Salud.
A partir de estas experiencias, otras unidades acadé-
micas como las Facultades de Ciencias Económicas
y Ciencias y Tecnología, desarrollaron programas de
formación posgradual, lo que hizo que la cifra de pro-
gramas comenzara a multiplicarse vertiginosamente.
Ante ese exponencial desarrollo, el 21 de enero de
2001 fue creada la Escuela Universitaria de Posgra-
do (EUPG), mediante Resolución Rectoral N° 13/01,
como una unidad descentralizada y multidisciplina-
ria, encargada de dirigir, planificar, normar, ejecutar
y coordinar las actividades de posgrado de la Univer-
sidad Mayor de San Simón. Actualmente la EUPG,
cuenta con 16 unidades que desarrollan programas
en todos los niveles académicos: diplomado, especia-
lidad, maestría y doctorado.

MISIÓN
Promover la formación integral de recursos huma-
nos a nivel posgradual, a través de la gestión eficien-
te de los procesos académicos y administrativos de
las diferentes unidades de la UMSS y la ejecución
de cursos o programas estratégicos orientados al
desarrollo universitario y nacional, en el marco de
la interacción social y la investigación, con personal
altamente comprometido.
1.2 Estructura organizativa
• Comité Académico del posgrado.
• Dirección de la Escuela Universitaria de Pos-
grado.
• Comité Académico de la unidad académica o
centro universitario.
• Direcciones de posgrado de las unidades aca-
démicas y centros universitarios.
1.3 Estructura orgánica
La EUPG funcionalmente depende de Vicerrectora-
do de la UMSS y, para el cumplimiento de sus fun-
ciones, cuenta con una Dirección Ejecutiva de la que
dependen cuatro departamentos:
1.4.1 Departamento de Formación Docen-
te y Educación Continua (DFDEC)
El Departamento de Formación Docente y Educa-
ción Continua (DFDEC) está orientado a contribuir a
la optimización de la educación posgradual que se
oferta en la UMSS, cuidando que el diseño y desa-
rrollo de programas se encuentre en el marco del
Modelo Académico del Posgrado y los enfoques
educativos predominantes en la educación superior.
La gestión, coordinación y supervisión académica
de las unidades ejecutoras de posgrado respecto
a su programación de cursos, talleres, seminarios
y otros de formación posgradual, también forman
parte de sus responsabilidades.
Para su funcionamiento, el DFDEC cuenta con las
siguientes unidades:
• - Administración Académica, que tiene como
objetivo principal el asesoramiento de proyec-
tos y programas en aspectos pedagógicos, cu-
CIENTÍFICA UMSS
rriculares y otros de orden técnico académi-
co-administrativos.
• - Soporte técnico académico, que tiene como
objetivo brindar apoyo y capacitar sobre el ma-
nejo de los sistemas informáticos y procedi-
mientos académicos y administrativos de los
programas de la EUPG.
1.4.2 Departamento de Coordinación
Académica (DCA)
El Departamento de Coordinación Académica
(DCA) tiene la tarea de cumplir y hacer cumplir las
normas universitarias relacionadas al posgrado en
la UMSS. En lo referente a los temas académicos,
el DCA debe coordinar el cumplimiento de planes,
programas de los cursos de posgrado, cronogra-
mas, así como propiciar talleres y seminarios que
posibiliten la comunicación y socialización de expe-
riencias positivas, entre las unidades del posgrado
y la dirección de la EUPG.
Entre las políticas del departamento, está el coor-
dinar y relacionar las diferentes unidades de pos-
grado, con el propósito de intercambiar experien-
cias orientadas a mejorar la eficiencia y eficacia del
posgrado, buscando el mejoramiento constante de
la formación.
Las directrices y actividades principales del depar-
tamento son, entre otras:
• Relacionar las unidades de posgrado de la
UMSS, facilitando comunicación e intercam-
bio de experiencias.
• Propiciar la interrelación de las ofertas de
posgrado unidisciplinar, buscando construir
experiencias multidiscipliarias.
• Coadyuvar a la calidad de los cursos de pos-
grado, propiciando la aplicación de procesos
de autoevaluación, evaluación externa y acre-
ditación.
• Coordinar el diseño de talleres de análisis
y evaluación cualitativa con las unidades de
posgrado, como base para el mejoramiento
de las ofertas curriculares.
• Lograr mayor relacionamiento con universi-
dades y programas de posgrado nacionales e
internacionales.
65
 ARTÍCULO
• Coadyuvar en la implementación, en el mediano
plazo, del programa de formación continua, inte-
grando grado y posgrado.
1.4.3 Departamento de Educación a Distan- CENTRO UNIVERSITARIO DE ATENCIÓN A
cia (DED) LA DISCAPACIDAD (CUADIS)
El Departamento de Educación a Distancia (DED) tie-
ne como misión la formación posgradual a través de
la promoción e implementación permanente y conti-
nua de los procesos de innovación educativa a distan-
cia de la UMSS. Asimismo, es responsable de la ad-
ministración del repositorio digital institucional para
la difusión de la producción intelectual del posgrado.
Actividades de la Unidad:
• Supervisar las plataformas académicas vir-
tuales de la EUPG de la UMSS, brindando
capacitación técnica y pedagógica, tanto a do-
centes como a estudiantes, en el manejo de
estas tecnologías orientadas a la educación a
distancia.
• Fomentar e impulsar la publicación de la pro-
ducción intelectual del posgrado de la UMSS, a
través del repositorio digital institucional.
• Elaborar los lineamientos para la presenta-
ción de programas de posgrado virtuales y
semipresenciales, con alta calidad científica y
académica, acordes con la realidad.
1.3.1 El Departamento de Gestión Admi-
nistrativa y Financiera (DGAF)
El Departamento de Gestión Administrativa y Finan-
ciera (DGAF) contribuye al fortalecimiento de la EUPG,
a través de la gestión y administración de los recursos
generados en el posgrado, mediante la planificación,
programación, ejecución y control de las actividades
económicas, financieras y administrativas, en el mar-
co de la normativa establecida por la Constitución Po-
lítica del Estado Plurinacional de Bolivia, la Ley 1178
(SAFCO), las normas básicas de control interno gu-
bernamental, disposiciones legales, Estatuto Orgáni-
co universitario y reglamentos de la EUPG, en su apli-
cación por la dirección y por las unidades facultativas
y centros de posgrado de la UMSS.
El DGAF gestiona y administra los recursos gene-
rados en el posgrado, de manera eficaz, eficiente,
oportuna y transparente, cumpliendo la normativa
nacional y universitaria vigente, en concordancia con
66 Enero – Agosto 2018
el cumplimiento de los objetivos trazados por la EUPG
y su Dirección, utilizando criterios de mejora continua
y satisfacción del cliente final.
Como producto de la calidad de la primera versión
de la Maestría en Gestión y Atención a Personas con
Discapacidad, la ONG Luz Para el Mundo, además de
apoyar una segunda versión y el Diplomado en Reha-
bilitación Basada en la Comunidad, ha invertido re-
cursos económicos para la implementación del Cen-
tro Universitario para la Inclusión de las Personas con
Discapacidad, inaugurado el mes de mayo de 2011.
Este Centro se constituye en la primera experiencia
nacional en este importante rubro y en una oportuni-
dad, para que la UMSS se convierta en un lugar don-
de docentes, estudiantes y administrativos, aplique la
política inclusiva de la UMSS en el desarrollo de cien-
cia y tecnología.
1.4 Aporte al desarrollo regional, na-
cional y relacionamiento con la sociedad
La EUPG aporta al desarrollo de nuestro país cualifi-
cando a profesionales con formación posgradual, con
cursos cortos, diplomados, especialidades, maestrías
y doctorados, quienes aportan conocimientos vincula-
dos con la realidad.
Desde la Dirección, junto a las diversas unidades de
posgrado de la UMSS, impulsa el desarrollo de la
investigación como un eje fundamental en el marco
de las políticas y líneas de acción que tiene nuestra
universidad.
Desde la EUPG se ha trabajado en un Sistema de
Gestión de Calidad que busca cualificar los cursos de
posgrado de acuerdo a normas y estándares interna-
cionales que garanticen una educación competitiva y
de calidad.
Unidades dependientes de la eupg
1. Posgrado de la Facultad de Odontología.
2. Posgrado de Enfermería.
3. Posgrado de la Escuela de Ciencias Forestales.
4. Posgrado de la Facultad de Bioquímica y Farma-
cia.
 CIENTÍFICA UMSS

5. Posgrado de la Facultad de Arquitectura y Cien-

cias del Hábitat. .

6. Posgrado de la Facultad de Ciencias Económi-

cas.

7. Posgrado de la facultad de Ciencias Agrícolas y

Pecuarias.

8. Posgrado de la Facultad de Medicina.

9. Posgrado de la Facultad de Ciencias Jurídicas y

Políticas.

10. Posgrado de la Facultad de Ciencias Sociales

(FACSO).

11. Posgrado de la Facultad de Ciencias y Tecnología.

12. Posgrado de la Facultad de Desarrollo Rural y

Territorial.

13. Posgrado de la Facultad de Humanidades y Cien-

cias de la Educación.

14. Posgrado de la Facultad de Ciencias Veterinarias.

15. Posgrado del Centro de Levantamientos Aeroes-

paciales (CLAS).

16. Posgrado del Centro de Estudios Superiores Uni-

versitarios (CESU).

67
NORMAS DE PUBLICACIÓN
REVISTA CIENTÍFICA UMSS: NORMAS PARA LA PUBLICACIÓN DE
ARTÍCULOS EN LA REVISTA
T
odas las personas interesadas en
publicar sus artículos pueden enviar
trabajos que presenten resultados de
investigación, estudios de caso, ensa-
yos argumentativos, artículos de reflexión y/o de
revisión temática, que aborden temas de investiga-
ción científica en general y/o de su relación con la
cultura, la política, la educación y el desarrollo.
Antes de la aceptación de su publicación, todos los
artículos recibidos pasarán dos fases de revisión,
una editorial y otra por el sistema de doble pares
ciegos, resultado de lo cual la “Revista Científica
68 Enero – Agosto 2018
UMSS” podrá solicitar a los autores correcciones o
modificaciones a sus trabajos.
Requisitos para la presentación de los artículos:
Los artículos deben tener una extensión máxima de
25.000 y mínima de 15.000 caracteres (sin espacio). La
fuente debe ser Times New Roman / Arial de 12 pun-
tos, con espacio 1,5 en hoja tamaño carta.
El trabajo debe incluir en la primera página:
• Título
• Nombre y apellido del autor o autores
• Breve reseña biográfica del autor o autores con-
siderando la siguiente información y puntuación:
Nacionalidad, grados académicos alcanzados.
Cargo(s) que actualmente se encuentra desem-
peñando y lugar(es) en el que lo hacen.
• Resumen en español e inglés, mismo que no de-
berá exceder las 10 (diez) líneas.
• El cuerpo central del trabajo debe ser escrito sin
márgenes especiales o sangrías. El uso de ma-
yúsculas sólo corresponde a nombres propios,
inicios de títulos, párrafos o frases después de
punto seguido.
• Los títulos y subtítulos deberán ser jerarquiza-
dos de acuerdo al sistema decimal de nomen-
cladores (1., 1.1., 1.1.1, etc.) según corresponda.
• La consignación de fuentes en caso de citas
textuales o paráfrasis debe hacerse en el mis-
mo párrafo de acuerdo al siguiente formato:
(APELLIDO año: # página), por ejemplo (AGUI-
LAR 2002: 56). En caso de haber realizado una
paráfrasis deberá añadirse delante del apellido
la abreviatura Cf. (confróntese), por ejemplo (Cf.
RIVERA 1982: 2).
• Se recomienda verificar que toda fuente citada
sea referenciada luego en la bibliografía, cons-
tatando que no existen modificaciones en el año,
lugar, nombre, etc.
• Toda nota aclaratoria debe realizarse a través de
una llamada numérica al final del trabajo (y no
 CIENTÍFICA UMSS

así a pie de página), justo antes de la bibliografía,

bajo el título “Notas”.

• La bibliografía con las respectivas referencias bi-

bliográficas de los textos utilizados debe incluir-
se al final del trabajo, después del título “Notas”,
en orden alfabético y considerando el siguiente
formato y puntuación:

• Libros: APELLIDO, Nombre (año). Título. (Tradu-

cido por... -si corresponde-) Nº edición (cuando
no es la primera). Lugar de publicación, Casa
editora.

• Revistas: APELLIDO, Nombre (año). Título del ar-

tículo. Nombre de la Revista. Volumen (número
de la edición): número páginas, Lugar de publi-
cación.

• Documentos Electrónicos: APELLIDO, Nombre

(año). Título del trabajo o artículo. <Dirección
URL>. (Fecha de Consulta).

• Pág. Web institucional: Título de la página web.

Editor. <Dirección URL>. (Fecha de consulta)

• Pág. Web personal: Título de la página web (nor-

malmente es el nombre de la persona), seguido
de las palabras Home page. <Dirección URL>.
(Fecha de Consulta).

Si el trabajo incluyera fotografías, cuadros y/o gráfi-

cas, los mismos deben enviarse por separado, indi-
cando claramente su ubicación en el interior del texto
de la siguiente manera: Ilustración, Cuadro o Gráfico
Nº, Título (ej. Cuadro Nº 1 Comparación sobre las
nociones de comunicación). Al pie de la ilustración,
cuadro o gráfico debe indicarse la fuente (ej. FUENTE:
Elaboración propia a partir de MAMANI 2003: 43).

Considerar que la digitalización de fotografías o ilus-

traciones, para ser incluida en el trabajo, deben ser
realizadas con una resolución de 300 dpi al momento
de realizarse el escaneado, en formato de archivos
gráficos JPG, GIF o TIF.

Los artículos publicados serán escritos en español,

si bien esta es la preferencia, se aceptan artículos en
inglés.

El artículo enviado deberá ser preferiblemente inédi-

to. En caso contrario, se deberá incluir el nombre y
la fecha de la publicación en la que ha aparecido, la
dirección del editor y una carta del autor o del editor
en la que se autoriza su reproducción.

69
NORMAS DE PUBLICACIÓN

Los criterios que guían la selección de los trabajos Envío de manuscritos

son los siguientes: prioridad para trabajos inéditos
como ser: Colaboraciones y/o consultas pueden ser enviadas en
formato electrónico a:
a) Artículos que presenten hallazgos de una
investigación y que incluyan una introducción, • Revista CIENTÍFICA UMSS: revistacientifi-
metodología, resultados y conclusiones. caumss@gmail.com

b) Ensayos argumentativos, debidamente sus- • (Favor indicar en ASUNTO: REVISTA CIENTÍFICA

tentados en una adecuada investigación docu- UMSS N°2 )
mental.
• El autor (o autores), al momento de enviar el tra-
c) Artículos de reflexión basados en resultados bajo, deberá(n) identificarse proporcionando la
de investigaciones. siguiente información:

d) Reseñas. • Nombre completo

e) Artículos de revisión que muestren resulta- • Correo electrónico

dos, sistematizaciones y avances del campo de
estudios y que presenten una revisión bibliográ- • Nacionalidad
fica cuidadosa y exhaustiva. • Afiliación institucional y/u ocupación actual.

EUPG - Edificio Mcal. Andrés de Sta. Cruz, 5º y 6º piso, Av. Ballivián N°

591 esq. Reza
Tel. 591 4 4525797 / 4529554 - Fax: 591 4 4525797 - E-mail: posgrado@
umss.edu.bo -http://www.posgrado.umss.edu.bo/ Facebook: Escuela
Universitaria de Posgrado UMSS

70 Enero – Agosto 2018