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Bulling, un término nuevo, con mucha historia

Como todos ya saben, la violencia vive entre nosotros, no distingue clase social ni
ámbitos, y está inserta en nuestra sociedad. Pero en este ensayo se centrara
específicamente en la violencia que existe en los niveles escolares.
Ahora bien, ¿qué les hace pensar que solo existe violencia en las escuelas, si acaso la
sociedad no está cada vez más violenta?
Creo que todos en algún momento en su paso por los diferentes niveles escolares han
sufrido o ejercido algún maltrato hacia algún compañero/ra, ahora bien ¿alguna vez
reflexionaron sobre eso? A continuación se hablarán de las posibles causas y efectos
que producen el bulluing.

El bullying es el acoso físico o psicológico al que someten, de forma continuada, a un


alumno sus compañeros de clase. Es cierto que no siempre tienen por qué ser del
mismo colegio, ya que de hecho algunos niños y adolescentes pueden desplazarse al
colegio de al lado para acosar a otros estudiantes, pero lo más habitual es que
pertenezcan a la misma clase.

Esta forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre estudiantes de


forma reiterada en las aulas está cada vez más presente en las redes sociales, conocido
con el nombre de ciberacoso, que se caracteriza principalmente por la utilización de
medios de comunicación digitales para acosar mediante ataques personales o a través
de la divulgación de una información confidencial o falsa. Y esto también es bullying.

Sea como sea, es fundamental intentar prevenirlo y sobre todo frenarlo rápidamente si
este se desencadena. El bullying tiene muchos efectos negativos en la salud física, el
bienestar emocional, el rendimiento académico de los niños e incluso en el clima
escolar del centro educativo si la violencia se origina de manera repetitiva. Este acoso
es un tipo de violencia escolar que provoca una reiteración encaminada a conseguir la
intimidación de la víctima, implicando un abuso de poder ejercido por un agresor
Además, esta problemática social es muy peligrosa ya que algunas de las víctimas
acaban suicidándose con apenas 11 o 12 años porque no aguantan más ese
sufrimiento, porque la idea de ir al colegio cada mañana les aterra y porque viven con
un temor y miedo constantes cuando tienen que encontrarse con sus agresores dentro
y fuera de él. Y esto es algo que debe frenarse.

Causas del bullying

¿Se han preguntado alguna vez cuáles son los factores que llevan a un niño o
adolescente a acosar y agredir verbal y físicamente a otro? Las causas pueden ser
personales o familiares o bien pueden deberse a la falta de control y vigilancia en la
propia escuela, la cual es en general el ámbito donde más ocurre este tipo de
acontecimientos, cabe resaltar que, seriamos hipócritas en pensar que solo sucede en
este ámbito. El bulling es una problemática social, que se encuentra en todos los
sectores sociales, como en los distintos ambientes.

En lo referente a las causas personales, normalmente el niño que ejerce bullying sobre
otro, en la mayoría de casos, lo hace porque es frecuentemente humillado por los
adultos. Este alumno se siente superior, ya sea porque cuenta con el apoyo de otros en
el colegio o porque la víctima que sufre bullying cuenta con muy poca capacidad para
responder a las agresiones.

Por su parte, las causas familiares están relacionadas con la forma de expresar sus
sentimientos ante un entorno familiar poco afectivo, donde por ejemplo existen
situaciones de ausencia de algún familiar (padre o madre), un divorcio o un abuso o
humillación ejercida por parte de sus padres o hermanos mayores. Puede ser un niño
que viva bajo una presión constante en su casa o sencillamente puede tratarse de un
niño excesivamente mimado.

Todo ello puede derivar en un comportamiento agresivo siendo niños y arrastrarles a


la violencia cuando son adultos.
Consecuencias del bullying

¿Qué efectos puede causar en un niño que sufre este maltrato? No hace falta decir
que las consecuencias para la víctima son muchas y algunas de ellas, irreversibles.
Una autoestima baja, una actitud pasiva, gran pérdida de interés en los estudios,
depresión, ansiedad, trastornos emocionales, problemas psicosomáticos e incluso
pensamientos suicidas, que como ya se mencionó anteriormente, se llegan a
cumplirse porque muchos, por desgracia, acaban con su vida “para dejar de sufrir”.

¿Acaso el agresor, no es víctima? Por otro lado, el niño o adolescente agresor acaba
sintiéndose frustrado porque se le dificulta la convivencia con los demás niños, pues
habrá rechazo en la escuela por parte de los demás estudiantes. Su rendimiento
académico será más bajo, tendrá dificultades para cumplir las normas y sus relaciones
sociales serán bastante negativas.

A continuación se dará una seria de características de lo que engloba esta


problemática que afecta a nuestros niños/as:

 Suele incluir conductas de diversa naturaleza (burlas, amenazas, agresiones


físicas, aislamiento sistemático, etc.).
 Tiende a originar problemas que se repiten y prolongan durante cierto tiempo.
 Suele estar provocado por un alumno, apoyado por un grupo, contra una
víctima que se encuentra indefensa.
 Se mantiene debido a la ignorancia o pasividad de las personas que rodean a
los agresores y a las víctimas sin intervenir directamente.
 La víctima desarrolla miedo y rechazo al contexto en el que sufre la violencia;
pérdida de confianza en sí mismo y en los demás y disminución del rendimiento
escolar.
 Disminuye la capacidad de comprensión moral y de empatía del agresor,
mientras que se produce un refuerzo de un estilo violento de interacción.
 En las personas que observan la violencia sin hacer nada para evitarla, se
produce falta de sensibilidad, apatía e insolidaridad.
 Se reduce la calidad de vida del entorno en el que se produce: dificultad para
lograr objetivos y aumento de los problemas y tensiones.
Cyberbulling

Como antes se mencionó, el ámbito escolar no es solo el único lugar donde se da el


bulling, ¿imaginaron alguna vez, que les pudieran hacer daño anónimamente?, ¿si no
es un daño físico, cuenta cómo daño?, ¿las redes sociales, no fomentan la agresión
anónima? Esta seria algunas de las incontables interrogantes que se plantearan a
continuación.

También se hará alusión, que en los tiempos de hoy en día, nuestros niños viven
hiperconectados, a través de redes sociales, Instagram, whashap etc., en las cuales
también existe el bulling, mejor llamado Cyber
bulling. A continuación se tratara de describirlo,
caracterizarlo, visualizarlo.
Según indican las estadísticas, los protagonistas de
los casos de acoso suelen ser niños y niñas en
proceso de entrada en la adolescencia. Los chicos
que resultan objeto de este tipo de agresiones,
sufren las agresiones deliberadas de otros niños o
jóvenes que se comportan cruelmente, con
objetivo de someterlos, arrinconarlos,
amenazarlos, intimidarlos
o marginarlos, divertirse a costa suya u obtener algo de su parte.
El acoso suele ser sistemático y extenderse durante un período más o menos
prolongado. Un dato llamativo es que las víctimas son en su mayoría mujeres, pero
que también las agresoras son en su mayoría chicas.
Los principales síntomas que pueden presentar un joven o adolescente en el caso de
sufrir cyberbullying son variados y van a depender de la personalidad previa a la
situación de acoso por las redes. Pueden concurrir
a clase, signos de depresión, trastornos de
ansiedad, retraimiento, aislamiento hasta
somatizaciones varias, y otros.
Hay niños y jóvenes que rápidamente hacen saber
a sus padres del problema que están atravesando
pero también hay otros que demoran en contarlo y
presentan las manifestaciones a las que se refirió, y
los padres tienen que "llegar" a los hechos. A veces
el cyberbullying es parte de un proceso que se da
también en presencia, en la escuela. Puede ser una
etapa preparatoria o acompañante de un acoso que a veces llega a extremos muy
preocupantes.
Uno de los mayores inconvenientes que plantea el Cyberbullying es que los
agresores que utilizan las redes para insultar o burlar a la víctima, también es
frecuente que difundan rumores e incluso mentiras se protegen casi siempre en el
anonimato, a diferencia del hostigamiento tradicional, que habitualmente consiste en
la confrontación cara a cara, las víctimas cibernéticas no pueden ver o identificar a sus
acosadores, lo que los hace sentir aún más indefensos y vulnerables.
A continuación se darán una seria de pautas que pueden ser útiles para prevenir o
visualizar si un niño/a es acosado a través de las redes sociales:
Evitar que, en lo posible, el chico tenga una cuenta propia en una red social. Aunque
la mayor parte de los menores que viven en las grandes ciudades cuentan con una
cuenta propia, la edad de 13 años es uno de los requisitos necesario para abrir una
cuenta de correo electrónico o en una red social.
Sumar a su hijo como su amigo en la red social. Eso le permitirá ejercer cierto grado
de control sobre lo que hace, comenta o pública. Cuando él tenga su propio correo
electrónico, el pacto puede ser que usted también disponga de la contraseña de
acceso. Explíquele la necesidad de ser cuidadoso en el manejo de estas herramientas.
Establecer las bases para una buena comunicación con su hijo. Recuerde que usted
está a cargo de su cuidado y educación, y explíquele que si alguien lo acosa -en
persona o en Internet- él debe decírselo cuanto antes, para que usted pueda tomar las
medidas necesarias para protegerlo. Es conveniente aclarar de ante mano que sufrir
alguna agresión o acoso no es algo que a él deba avergonzarlo.
Limitar el tiempo que su hijo emplea en Internet o chateando con sus amigos. Se
pueden pautar determinadas horas por día o por semana. Lo importante es que no
tenga acceso irrestricto a las redes, en cualquier momento y horario.
Evitar que su hijo tenga computadora en su dormitorio. Cuanto más tiempo pasen los
hijos en presencia de sus padres, menos probabilidades tendrán de meterse en
problemas en Internet. Lo ideal es tener una computadora familiar, en algún lugar de
la casa –como el living o el comedor- que todos utilicen, de manera que la privacidad
quede acotada a otras prácticas y no al uso de las redes sociales.
Predecir con el ejemplo. Si sus hijos lo ven enviando mensajes de texto o hablando por
celular a toda hora, e incluso usando Facebook con excesiva frecuencia, esto les
parecerá lo más normal del mundo. Internet es una gran fuente de información y
socialización, pero es importante aprender a equilibrar su uso.
Observar el comportamiento y la actitud de tu hijo. Aunque crea que su hijo le cuenta
todo, no de esto por hecho. Si lo nota más triste de lo habitual, o percibe un menor
rendimiento escolar, indague en las causas del cambio de comportamiento. Explíquele
que no debe tener miedo de contarle si alguien lo está molestando o agrediendo.
Si su hijo es víctima de acoso, tomar acción de inmediato. Hable con los maestros,
cambie el número de teléfono de su hijo, cierre su cuenta de correo electrónico y su
cuenta de red social, e incluso informe a las autoridades si es preciso. El bullying ha
costado la vida a pre-adolescentes y adolescentes y hay que tomarlo en serio.
Involucrarse en su vida social. Conozca a sus maestros, a sus compañeros de escuela,
a sus amigos y a los padres de sus amigos. Está muy bien lo de permitir que tenga
privacidad, pero cuando sea adulto. La niñez, la pre-adolescencia y la adolescencia son
momentos de saber siempre con quién anda y qué está haciendo.
Ayudarle a tener confianza en sí mismo. Los niños tímidos, acomplejados o con alguna
diferencia física, étnica, o social, tienen más tendencia a ser víctimas del acoso escolar
o cibernético. En caso de que su hijo pueda sentirse diferente a sus amigos, ayúdelo a
desarrollar confianza en sí mismo mediante el deporte, la pertenencia a un club o la
práctica de algún hobby que él disfrute.
Reflexión:

Todo lo antes mencionado, me llevo a reflexionar sobre mi paso por las instituciones
educativas, las veces que me sentí acorralado y agredido, las veces que ante esta
violencia tuve que responderle con más violencia, sin que el resultado sea positivo
obviamente, ya que nunca disfrute de ser violento, ni tampoco de ejercer violencia a
los demás. Como también se venían a mi recuerdo, que me llenaban de felicidad, ya
que nunca permití adelante mío, que le peguen a un compañero, por ser distinto, por
ser el más débil, como en ese tiempo se pensaba, peguémosle al “pichi”.
Por lo antes mencionado, pretendo como futuro docente, tomar una postura inflexible
ante estas situaciones, trabajar mucho con mis alumnos con la toma de conciencia con
respecto a esto, ya que pienso que tanto el agresor, como el agredido tienen un
problema, porque si bien la victima de estos abusos se lleva la peor parte, el agresor
llega a esa instancia por problemas que no se indagan, solo se piensa que pega, se
burla o molesta a otro por solo gusto, y es más que obvio que atrás de todo esto hay
un problemas que no conocemos.

Fuse Remigio

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