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latinoamericano
UNSAM: Quienes vivimos en el cono argumento para dotar de un contenido
sur de América Latina tenemos la im- más potente a la tesis de la razón popu-
presión de estar atravesando una si- lista de Laclau, para quien la construc-
tuación que algunos definen como “cri- ción de cadenas equivalenciales desde
sis de representación política”. En este abajo se resolvería por medio de un li-
marco, la pregunta por la relación ciu- derazgo que concentra la decisión polí-
dadanía-soberanía y ciudadanía-deci- tica? En suma, la lectura de tus textos en
sión política, tal como podemos leerla este tiempo de crisis lleva a pensar que
en tus trabajos desde hace unos veinte estaríamos viviendo un cierto punto de
años, se torna un problema particular- inflexión en los procesos progresistas y
mente urgente para nosotros. Cierta democráticos abiertos en América Lati-
corrupción del sentido ciudadano de na y, en este sentido, las preguntas se
la política –para decirlo en tus propios nos hacen más urgentes.
términos–, que se hace patente cuando
se generaliza la impresión de que las Balibar: Déjame hacer un rodeo antes
decisiones políticas fundamentales se de referirme a las discusiones con La-
adoptan más por la fuerza del finan- clau, con quien estábamos de acuerdo
ciamiento privado que por la fuerza sobre ciertos puntos decisivos. Tengo
del argumento público. En el caso chi- que decir ante todo que aprendí mucho
leno, por ejemplo, en medio de un es- de él, aun si tuvimos no diría miradas
cándalo de corrupción y frente al des- opuestas, sino divergencias de valo-
concierto y la desolación de la clase ración o de interpretación de algunas
política en su conjunto, una comisión nociones y de algunos hechos. Esto me
de expertos (economistas y abogados) lleva a una de las cosas que hacen que
fue designada por la propia presidenta la contribución de Ernesto [Laclau] sea
para que produjera un informe sobre tan importante para nosotros: el hecho
cómo regular el sistema político desde de que él tenía una genuina experien-
el punto de vista de su financiamiento cia de la política, del discurso políti-
y su relación con la economía privada. co y de la actividad teórica con base
De modo que la respuesta a un proble- en lugares distintos: América Latina o
ma político, a una situación de crisis parte de América Latina, por un lado,
política, se transformó en un problema y Europa y América del Norte, por el
de técnica económica y de derecho pú- otro. Según percibí, se trataba para él
blico. Esto nos llevaría a una primera de enfocar una problemática suficien-
pregunta: la cuestión de la circulación temente general o universal como para
de poder y autoridad en un régimen producir comparaciones; que las expe-
democrático entre los titulares del de- riencias se nutran recíprocamente to-
recho de ciudadanía, por una parte, y mando en cuenta, al mismo tiempo, la
la de la administración e institución especificidad o lo incomparable entre
del gobierno, por la otra. las historias de nuestros países y conti-
Foto: Pablo Carrera Oser Si esto es así, ¿no encontraríamos en nentes, aun si nuestra tradición común
tus trabajos en torno a la constitución en tanto parte de Occidente incluye la
de la ciudadanía, y en los trabajos de herencia teológico-política de la noción
ÉTIENNE BALIBAR, filósofo francés, discípulo Habermas en torno a la relación entre misma de soberanía. Ahora bien, desde
de Canguilhem y Althusser, visitó Argentina sociedad civil e instituciones, un buen el punto de vista geográfico, esta gran
y el IDAES de la universidad, del que participaron Abal Medina, Santiago González Casares, Ariel Wilkis, Claudio Ingerflom, Cristina López, Silvia
Di Sanza, Silvia Bernatené, Maximiliano Cladakis, Horacio Ianneschi, Mario Greco, Eduardo
estudiantes, investigadores e invitados. De este Rojas, Micaela Cuesta, Waldemar Cubilla, Mario Cruz, Hernán Borisonik, Verónica Gago, Gisele
Bilañski, Anaïs Roig, Nahuel D’Angelo, Julieta Wanda del Campo Castellano, Adriano Peirone,
último reproducimos aquí algunos fragmentos.* Mariano Zarowsky, Luis Blengino, Virginia Giannoni, Nataly Salazar y María Stegmayer.
El ciclo ¿Qué hacer con Marx?, organizado por el programa Lectura Mundi, presenta conferencias de diferentes especialistas que ponen en foco, de una manera novedosa, temáticas previamente
planteadas por el marxismo para pensar con Marx, y más allá de él, la economía, la sociedad y la política bajo el capitalismo contemporáneo.
Lectura Mundi | I
dualidad entre América del Sur y Amé-
rica del Norte tiene un lenguaje común
pero a la vez diferencias profundas, de
manera que palabras como “populis- ¿Qué hacer con Balibar?
mo”, por ejemplo, llegan a estar en este
momento en el centro de discusiones, Por Mario Greco*
de polémicas y de reflexiones críticas
sobre las situaciones que tu pregun- El anuncio profético del espectro amenazando el no conseguimos atisbar de modo conclusivo, nos dio
ta describe. Pero tampoco en Europa,
viejo continente, ese fantasma que recorría Eu- una clase magistral en señal de agradecimiento por
Francia, Grecia o Alemania tienen exac-
ropa, habita desde hace tres años el programa la entrega del Doctorado Honoris Causa. Ese atar-
tamente la misma historia o las mis-
Lectura Mundi de la Universidad Nacional de San decer en el campus de la universidad aprendimos
mas modalidades de uso. Y Laclau era
Martín. Y lo hace de manera interrogativa: ¿qué un poco más de sus vaivenes y aventuras intelec-
muy consciente de este doble aspecto.
hacer con Marx?, nos hemos preguntado en este tuales en la voz de Horacio Tarcus, quien desplegó
Pienso que la llamada globalización no
tiempo, y para auxiliarnos en la respuesta se hi- con erudición y rigor su poblado itinerario biográfi-
resuelve el problema y al intensificar
cieron presentes Richard Sennett, Gayatri Spivak, co intelectual. En el transcurso de los días fuimos no
las interdependencias, al introducir es-
Toni Negri, Jacques Rancière, Alain Badiou, Nancy sólo pasando revista a lo que Balibar hizo o hace sino
tructuras de poder –no hay otra pala-
bra–, de dominación, la cuestión de la Fraser, entre otros. Durante abril, el espectro que también anoticiándonos de sus “pendientes”: volver
autoridad, la legitimación/deslegitima- moldea nuestras prácticas cotidianas de leer y hacer a la economía política para escribir una vez más su
ción que se establece por encima de las el mundo vistió otro nombre propio. Étienne Balibar, demorada crítica (y aprovechar mejor así su curso
soberanías tradicionales adquiere una espíritu antes que espectro, apareció entre nosotros, anual en la Universidad de Columbia); cumplir con la
figura muy extraña, desconocida por la que, sin vanidad, ya lo anticipábamos. Lo leímos entrega de la entrada plusvalía para una colosal obra
filosofía política clásica y la sociología hace apenas unos meses en sus intervenciones so- alemana que pretende recoger de los escritos de
política clásica que seguimos más o me- bre la tragedia de Charlie Hebdo, pero también en su Marx un vocabulario crítico-conceptual. La visita de
nos utilizando hoy y en el marco de la urgente artículo con Sandro Mezzadra sobre la situa- Balibar se tradujo en interpelaciones a nuestra pro-
cual la noción de hegemonía en el sen- ción griega. Antes fue su franca lección de Althusser pia práctica y a nuestras formas actuales de leer el
tido laclausiano podría nombrarse como y luego, sin pretensión cronológica, su provocativa mundo. Constatamos así un movimiento paradojal:
pseudosoberanía o, en inglés: global fi- interrogación de algo así como una filosofía marxis- el espíritu/espectro que recorre Europa, sosteniendo
nancial market. Pseudosoberanía porque ta, sus tesis sobre la ciudadanía y su más reciente una práctica teórica que se asume política y críti-
formalmente está realizando una de las y formidable aporte: el concepto de égaliberté. Es- ca a la vez, transmuta entre nosotros en pensador
características más fundamentales de las tas pocas invocaciones nos hablan de la vitalidad de latinoamericano permitiéndonos captar, desde ese
formas de soberanía tal como las definía un pensador, militante, que no teme enfrentarse con emplazamiento, afinidades y resonancias entre sus
Carl Schmitt: la capacidad de distribuir problemas incómodos, sobre los que reflexiona con desarrollos y los de otros pensadores como Fra-
las situaciones entre normalidad y ex- agudeza y responsabilidad. Pensamos, por ejemplo, ser y Laclau, con quienes también intercambiamos.
cepción por encima de las autoridades
en la enriquecedora conversación sostenida con Er- Pudimos ponderar, así, la singular lectura que hace
legales pero, al mismo tiempo, pseudo-
nesto Laclau en torno al populismo, al juicio determi- Balibar de Marx como “pasador” insoslayable entre
soberanía porque no hay un sujeto vi-
nante y juicio reflexionante, al lugar de la diferencia la filosofía y la política, y vincular este programa
sible, no hay una atribución posible ni
en la política. Pero mentamos sobre todo su amorosa teórico-político con el pensamiento latinoamericano
aun formal de remisión de este poder
disposición al intercambio, la discusión y el diálogo de Mariátegui, Aricó y Zavaleta Mercado.
a un cuerpo de representación política.
que tuvo lugar durante su breve estadía en Buenos Pasaron los “días Balibar”. No podemos anticipar
No es el FMI el soberano, no es el im-
Aires. Diálogo que hasta donde el género habilita, aquí el conjunto de sus efectos en investigaciones,
perio norteamericano o su sucesor po-
compartimos. El presente suplemento incluye frag- ideas, prácticas o futuros intercambios. Pero quedan
sible del otro lado del mundo. Es una
red, una estructura no informal sino mentos del encuentro entre Balibar e investigadores fragmentos de una respuesta posible a nuestra pre-
descentralizada. Si luego se habla de de la UNSAM, para quienes leerlo significa tanto pen- gunta inicial que, deseamos, puedan ser leídos en
globalización no se hace justicia a la sar América Latina como reelaborar el legado del es- estas páginas.
diversidad de las situaciones y de las tructuralismo. Sobre ese momento estructuralista del
historias. Por eso fue muy importante marxismo, cuyas huellas imborrables en nuestro país * Director de Lectura Mundi (UNSAM).
para mí discutir con Ernesto [Laclau],
tratando de tomar sus proposiciones
sin caer en una especie de formalismo
generalizador. Tal vez usamos termino-
logías diversas, pero creo que hay una me plantean sobre la cuestión central importante. Pero sí estoy de acuerdo en Francia en este momento. Por mu-
conexión entre cualquier forma de ins- del liderazgo en Laclau resulta proble- con Ernesto en que la cuestión de la cho tiempo tuvieron la capacidad de
titución de lo político y el papel que la mática. Me parece que para Ernesto decisión existe, y hablar de la cuestión resistir y en este momento están des-
noción de ciudadanía ocupó en la his- lo necesario para que una hegemonía de la decisión es hablar de lo que se esperando de la posibilidad de influir,
toria como régimen de inclusión y de se constituya, cualquier hegemonía, puede llamar liderazgo: un poder que entonces la crisis es también una crisis
exclusión. ¿Qué quiere decir esto? No tanto un populismo de derecha como goza de legitimidad. La mejor defini- moral desde el abajo. Para terminar,
solamente la inclusión jurídica: ¿quién un populismo de izquierda, es que el ción que conozco de la legitimidad es creo que lo que Ernesto y yo teníamos
es ciudadano? Hay extranjeros en el conjunto de significantes de orden en la definición pragmática: una política en común era la idea de que hay que
mundo de hoy en el mismo sentido que torno de los cuales se constituye la que sí hace que sus propuestas sean reinventar las instituciones de la épo-
hubo extranjeros en el pasado, no sólo equivalencia que excluye al adversa- seguidas efectivamente. Tal vez en- ca de la globalización. Hay que rein-
en el sentido jurídico sino en el sen- rio estén lo más vacíos posible. Y yo, tonces es esa tensión la que puede dar ventar las instituciones. Aunque ellas
tido social, en el sentido completo de como viejo marxista, considero impor- la impresión de que él ve la política son un elemento necesario, no son el
la palabra que nombra quiénes están tante tener un programa pleno de con- desde lo alto, lo alto construido, se elemento activo. Hay que reinventar
incluidos en la esfera pública, es decir, tenido. Y quien dice “programa” quiere pregunta cómo construir una vertica- la política: estamos de acuerdo en que
el lugar donde se puede hablar, don- decir “intereses materiales”, y esos in- lidad, y yo la veo desde abajo, desde el factor decisivo es la política y no
de se puede encontrar representación, tereses materiales hay que articular- la comunidad, digamos. Esta es una la legislación o la institución; es más,
donde se es un ciudadano activo y no los, hay que encontrar una posibilidad tensión imprescindible. Entonces la es bien la capacidad de hacer política
sólo pasivo, etc. No hay ciudadanía sin de entendimiento común, pero no hay crisis está ciertamente en lo alto pero con ciertas instituciones. Pero el ele-
una cierta noción de comunidad, y eso que vaciarlos ni expulsarlos. Sigo pen- más claramente, en cierto sentido, la mento central –y en esto acuerdo con
cambia, es función de conflictos y de sando que si queremos discutir la cri- crisis está en la base… Me pregunta- Laclau y algunos otros–, aquel que es
luchas, y también de factores simbó- sis que tú describes, ese es un punto ba cuál fue el tejido de la democracia como la sangre de esos cuerpos polí-
licos y morales muy importantes. En relativa pero no nula que tuvimos en ticos, es el conflicto. Sin conflicto no
este sentido fuimos muy golpeados... ciertos países de Europa durante un si- hay democracia pero con conflicto hay
Algunos hablan de desdemocratiza- glo de movimiento obrero, iniciativas riesgo de incivilidad y, como decían,
ción en nuestros tiempos neoliberales. militantes; no hay esfera pública sin esa es una de las razones, tengo que
La ciudadanía no se amplía sino que esto y estoy observando con tristeza admitirlo, que más me aterrorizan del
se restringe cada día más fuertemen- e inquietud enorme algo que llamo el mecanismo perverso de terrorismo y
te. Por el otro lado, la insistencia que “pesimismo radical de los militantes” contraterrorismo en el cual estamos
Lectura Mundi | III
discusiones cuyas consecuencias no
serían puramente económicas: es una
cuestión de civilización. El problema
se ha convertido, o probablemente lo Afinidades electivas: razón
popular, razón de movimiento
ha sido siempre, no en un problema de
planificación, industrialización o dis-
tribución simplemente, sino más bien
en un problema de civilización y, lue-
go, de subjetividad colectiva. social y razón ciudadana
UNSAM: Teniendo en cuenta el escena- Por Eduardo Rojas y Micaela Cuesta*
rio latinoamericano de los últimos diez
años, estamos tratando de problemati-
zar la idea de una financiarización de la Diversos autores latinoamericanos, desde René Za- governance. La governance se opone a la idea de una
mediación social, cuestión que supone valeta Mercado hasta Norbert Lechner, han rechaza- ciudadanía política no sólo por relativizar su carác-
pensar una serie de cambios significa- do otorgar al juicio político un principio esencialista ter estatal, sino también porque modifica la índole
tivos en la relación entre movimiento tecnocientífico o utilitarista desligado de toda verifi- pública de la decisión y el ejercicio del poder. Para
social, movimiento popular e institucio- cación popular. En la actualidad, esta alusión despre- decirlo sin ambages: no hay ciudadanía sin Estado.
nes, en el sentido de que podría abrir- juiciada a lo popular hace converger a autores como Habrá que aprender, en consecuencia, a definir la
se ahí un espacio de experimentación Nancy Fraser, Ernesto Laclau y Étienne Balibar. En ciudadanía sobre la base de una reciprocidad ins-
política, social e institucional renovado. Fraser esta marca se hace visible cuando elabora el titución/insurrección antes que sobre una riesgosa
La hipótesis alude a cómo en Améri- dispositivo teórico-conceptual llamado medios de in- –y ya consabida– identidad étnica o nacional. Con
ca Latina, en este momento, pueden terpretación y comunicación: una grilla analítica multi- esta semblanza de razón populista, Balibar podrá
coexistir un discurso neodesarrollista variada que distingue motivos, disponibilidad de tér- asegurar que “el porvenir de la ciudadanía está ín-
con un avance fuerte en la financiari- minos y formas adecuadas de utilizarlos para captar timamente ligado a invenciones democráticas que
zación de la inclusión social al punto de en la dinámica social misma valores normativos prác- no vienen ‘por arriba’, sino más bien por debajo de
configurar una “ciudadanía por consu- tico-morales cuyo fin es disputar hegemonía. Para la los ciudadanos mismos”. Esa simpatía por el argu-
mo”: un derecho al consumo como mo-
autora estadounidense, esta distinción gana en razón mento populista latinoamericano le permitió al in-
tor interno a la ciudadanía. De ser así,
política cuando se deriva de una idea de justicia (re- telectual francés, en un memorable diálogo con Er-
esto implicaría, por un lado, desplazar
conocimiento de la diferencia, igualdad en la distri- nesto Laclau, pensar la construcción de hegemonía
el discurso liberal institucionalista que
bución, participación en la decisión) que redunda en democrática en la política y, quizás, en la economía.
siempre monopolizó en América Latina
una razón democrática. Su teoría de la interpretación La razón populista entendida como equivalencia
la noción de ciudadanía y, por otro, un
se orienta así por un principio popular democrático de demandas diversas articuladas en un significan-
corrimiento de la mediación del trabajo
antes que mercantil, acercándose a la determinación te vacío podrá ser una fórmula eficaz para pensar
asalariado como eje fundamental de la
promoción de derechos. Se trata de una
de demandas por equivalencia propia de la razón po- convergencias políticas amplias, pero tiene la difi-
fórmula abierta a la discusión. Podría pulista de Ernesto Laclau. En la América Latina del si- cultad –advierte Balibar– de recurrir a un universal
aceptarse, en el sentido de que incor- glo XXI este argumento revela su potencialidad en el vacío difícil de imaginar como categoría práctica, en
pora un derecho al consumo. Debería momento en que urge la crítica ilustrada al apoliticis- la medida en que presupone un juicio más filosófi-
criticarse, retomando lo que decías mo de la institución liberal –por antidemocrático– o co que político. Por el contrario, reflexionar sobre la
al principio, en el sentido de que esa mejor, la crítica a su negación, por principio, del valor, fuerza democrática a partir de su noción de iguali-
ciudadanía por consumo abre a la vez saber y capacidad de gobierno inherentes a “lo social” bertad nos libera de esta imprecisión para llevarnos
una ambigüedad respecto de la pseu- y al pueblo en su determinación. a la idea de un significante “cargado de derecho a los
dosoberanía del capital. Es decir, habría Desde el fondo del debate teórico inscripto en esta derechos” y de “acceso universal a la ciudadanía”. Tal
que pensar cómo esa ciudadanía por coyuntura histórica, Étienne Balibar, quien desde vez la diferencia esté, entonces, en que para la igua-
consumo, que es un tipo de acceso al 1965 enseña a leer El capital a toda América Lati- libertad la pretensión de validez deviene tarea de un
consumo popular, comporta también un na, agregará argumentos claves para descifrar ese juicio reflexivo al estilo comunicativo de Arendt, caro
costado de sujeción, para decirlo con tu empeño politicista de la razón democrática por en- también a Fraser: un juicio disputado en público, ge-
término, vía el endeudamiento… contrarse y ser encontrada, cada vez, en la expe- neralizable y traducible en sentido común. La clásica
riencia social colectiva. Intento de codificar la razón figura de lo nacional popular de Gramsci parece hoy
Balibar: Para mí, esta fórmula, “ciuda- popular (Laclau) o razón de movimiento social (Fra- reemerger y reescribir sus trazos en el campo de
danía por consumo”, es casi una con- ser) en una razón ciudadana insurreccional que, lejos una ciudadanía que, sin desconocer las deudas his-
tradicción en los términos. Pero contie- de debilitar la institución democrática, propicie su tóricas que la constituyen, asume la responsabilidad
ne más que una tensión: contiene una
fortalecimiento. Momento fecundo de desestabiliza- que implicaría su saldo.
contradicción porque las formas de
ción de una institucionalización neoliberal configu-
consumo que estamos observando no
radora, dice Balibar, de una especie de “estatismo * Eduardo Rojas (Director) y Micaela Cuesta
crean ciudadanía activa, crean nuevas
sin Estado” como forma específica de privatización integran SEP-TeSA (Sociedad, economía y política.
formas de ciudadanía pasiva, que ya
(del Estado) “desde arriba” que recibe el nombre de Teoría social aplicada), IDAES-UNSAM.
en mi problemática suponen una con-
tradicción, salvo y excepto en el caso
de los consumidores que van a apro-
piarse de las situaciones en las que se
encuentran, es decir, del modo de con- social. En este aspecto hay enormes dena de hierro, mientras que el nuevo del uso, no consumo sino uso. En cierto
sumo que está impuesto sobre ellos desigualdades entre las regiones del esclavo, el trabajador asalariado, está sentido, encuentro el tema del uso más
cuantitativa y cualitativamente para mundo, pero habría una tendencia más vinculado a su amo, la clase capitalista interesante que el tema de lo común,
ofrecer, pedir, sugerir otras alternati- o menos general a organizar el consu- en su conjunto, por una cadena invi- que algunos amigos ponen en el cen-
vas. En este caso, naturalmente, un ele- mo no sólo en la forma de distribución sible: la forma salario y la necesidad tro de las propuestas de alternativas al
mento de ciudadanía activa se reintro- masiva de productos estandarizados... de volver cada día a la empresa para neocapitalismo actual. El uso no decide
duce en lo que aparentemente es más Todo esto está sobredeterminado por ganarse la vida. Las cadenas se han he- de antemano, ¿se trata de uso en co-
bien una forma de aplastamiento de el sistema de crédito de masas, que se cho visibles nuevamente, inmateriales mún? ¿O se trata de usos individuales?
la iniciativa personal y colectiva. Pero ha transformado progresivamente en pero muy visibles: es la tarjeta de cré- El tema de la prioridad del uso, del tipo
todo esto está sobredeterminado por fuente o mediación crucial para la re- dito o el correo electrónico que te llega de uso, de un uso no destructivo de la
lo mencionado en la pregunta: el hecho producción del capitalismo financiero. a fin de mes diciendo “usted adeuda naturaleza, del uso como criterio más
de la financiarización de la mediación No puedes pagar sin tarjeta de crédito tanto”. Entonces el problema no es sólo que el rendimiento o el valor, me pa-
y con la tarjeta de crédito viene la su- del consumo, es el problema del consu- rece una categoría crítica interesante y
jeción. Yo escribí hace como un año un mo más el crédito. Pero eso me lleva a útil. Tiene relaciones naturalmente con
ensayo donde cito una famosa frase de la idea, y lo digo sin saber cómo desa- un cierto modo de instituir la ciudada-
El capital que tal vez recuerden. En las rrollarlo completamente, de que la ca- nía: una civilización del uso no tiene
sociedades antiguas, dice, el esclavo tegoría crítica más interesante en am- el mismo tipo de ciudadanos que una
estaba vinculado a su amo por una ca- bos sentidos sería tal vez la categoría civilización del crédito.
Lectura Mundi | V
decía Horacio Tarcus de mi escepticis-
mo característico. Pero no se trata de
puro escepticismo, es un poco de epis-
temología conflictiva. ¿Cuáles serían
estos puntos de herejía característicos
del estructuralismo como movimiento?
Quisiera subrayar tres de ellos. El pri-
mero concierne a la idea misma de cons-
titución del sujeto; como decía hace un
momento, la idea de estructura no elimi-
na la cuestión del sujeto, el estructura-
lismo no desconoce al sujeto sino que se
esfuerza por pasar de la indetermina-
ción trascendental de la noción de con-
ciencia pura o de sujeto trascendental del
conocimiento a una determinación del
sujeto como efecto. El sujeto es un efec-
to de modos de producción de la subje-
tividad individual o transindividual,
no necesariamente un modo exclusiva-
mente económico. Hay que tomar la
idea de modo de producción en su sen-
tido más amplio y eso, tengo que decir-
lo, es mi punto de vista actual, en tanto
les confiere a todas las tratativas y ten-
tativas de construcción del sujeto como
Foto: Pablo Carrera Oser
efecto estructural o efecto del funciona-
miento de las estructuras que encontra-
de la causalidad: la causalidad mecáni- por lo que Althusser llamaba “continen- significa para mí un programa de traba- mos en este ámbito una dimensión an-
ca, por un lado, y la causalidad expresi- tes”, el continente historia, el continente jo, un programa científico en el campo tropológica muy característica e impor-
va, por el otro. Este estructuralismo física, el continente biología, que no de las ciencias sociales. Lo más intere- tante, reconocida por algunos, el propio
tiene ciertamente, y tal como fue reco- son definidos de una vez y para siem- sante para mí, al menos cuando lo ob- Lévi-Strauss, naturalmente, también La-
nocido después, algunos aspectos for- pre. Cada uno de estos continentes vie- servamos retrospectivamente, es el he- can, de un cierto modo y, en cierto senti-
malistas; pero en mi opinión, lo que hace ne definido por la capacidad de consti- cho de que el estructuralismo da lugar do, denegada por Althusser, aunque
que siga siendo muy importante para tuir de modo riguroso un sistema de a la permanencia de bifurcaciones, o pienso hoy que esta dimensión existe
nosotros, mucho más importante que el preguntas o una problemática. Esto no bien impone la necesidad de elegir en- también muy claramente en sus reflexio-
aspecto formalista o axiomático, es la supone lo que el mismo Milner asocia tre posibilidades opuestas, lo que, nes. Hay que tener en cuenta aquí toda
insistencia de Althusser en la cuestión de modo un poco irónico con una cierta usando una fórmula muy interesante una herencia filosófica que viene desde
de las relaciones, de las relaciones so- traducción aristotélica en la historia de que encuentro en la famosa obra de Mi- los filósofos teóricos de las pasiones en
ciales en el sentido de Marx, una insis- la filosofía, la famosa palabra de orden chel Foucault Las palabras y las cosas, el siglo XVII, Malebranche y Spinoza,
tencia que lo lleva al planteo o a la “no hay que transportar problemas y quisiera llamar “puntos de herejía”. Y muy importante para Althusser como to-
construcción de dilemas ontológicos, conceptos de un continente o espacio esto va a confirmar, por cierto, lo que dos sabemos, el propio Jung, el Marx
dilemas que vamos a encontrar nueva- teórico a otro”, sino que refiere, preci-
mente dentro de un momento, cuando samente, a un trabajo de traducción y
haga referencia a la cuestión de cómo transformación. Esto, decía, no obliga
entender lo que, después de Marx, Al-
thusser llamaba el Träger (portador), es
sino más bien hace posible y lógico, en
cierto sentido, combinar tal noción de
Leer El capital desde 1965: entre
decir, el sujeto que porta (y soporta) las problemática con una concepción histó- horizonte explorado y problema
relaciones. Ya que tanto en su concep- rica de la epistemológica donde los pro-
ción como en la de los estructuralistas blemas centrales, por lo que concierne por resolver
en general no hay relación que no ne- al modo de construcción de los objetos
cesite ser portada o soportada en cier- del saber y la formación de los concep- Como se ve, nuestra exposición desemboca en problemas abiertos y no
tos sentidos por sujetos, y es eso lo que tos, son los problemas de discontinui- puede tener otra pretensión que la de señalar o de producir problemas
se convierte en el problema más difícil dad, de corte epistemológico, o de fronte- abiertos, a los cuales no se pueden proponer soluciones sin realizar nue-
y central. Recordemos también que ra entre límites de dominio. Esto sí ex- vas investigaciones en profundidad. No puede ser de otra manera si se
ese programa de trabajo que combinó plica, o justifica al menos a nivel gene- quiere considerar que El capital, sobre el cual reflexionamos, funda una
dos inspiraciones introdujo una nueva ral, la insistencia sobre el concepto como disciplina científica nueva, es decir, abre un campo nuevo a la investiga-
concepción de la totalidad, de la idea unidad fundamental del saber, lo que ción científica. Contrariamente a la clausura que constituye la estructura
de totalidad o de sistema, con la conse- tiene sentido si lo contrastamos y opo- de un dominio ideológico, esta apertura es típica de un campo científico.
cuencia de plantear al mismo tiempo el nemos a otras dos posibilidades opues- Si nuestra exposición tiene un sentido, no puede ser otro que el de definir,
problema de un nuevo tipo de correla- tas entre sí. Por un lado, a la construc- en la medida de lo posible, la problemática teórica que instaura y abre
ción entre los objetos. De un lado los ción pragmática de modelos, dominan- este campo, de identificar y de formular los problemas ya planteados y
objetos, como relaciones o sistemas, y tes en un cierto número de ciencias, en resueltos por Marx y, por último, de descubrir en esa adquisición, en los
las teorías o los conceptos del otro particular la ciencia económica a la que conceptos y las formas del análisis de Marx, todo aquello que nos puede
lado. Un participante destacado de esas voy a referirme para terminar esta pre- permitir definir y plantear los problemas nuevos que se dibujan a sí mis-
discusiones, más conocido como laca- sentación y, por otro lado, a la diferencia mos en el análisis de los problemas ya resueltos, o que se perfilan en el
niano y sobre todo como lingüista, pero más tradicional en el campo filosófico, horizonte del campo ya explorado por Marx. La apertura de este campo
miembro del colectivo althusseriano kantiano y husserliano, a la constitución forma una unidad con la existencia de esos problemas por resolver.
en sus inicios, Jean-Claude Milner, autor de un sujeto trascendental del saber.
en particular de una colección notable Pero lo que me interesa más que estas Étienne Balibar, “Acerca de los conceptos
consideraciones generales es que sirven fundamentales del materialismo histórico”, en
de ensayos sobre los problemas del es-
L. Althusser y É. Balibar, Para leer El capital,
tructuralismo, señaló que en ese aspec- para introducir el primer momento im-
Siglo XXI, México, 2006, p. 335.
to de la correlación entre objetos y teo- portante sobre el que quisiera extender-
rías el estructuralismo es esencialmen- me en esta presentación: el hecho de
te antirreduccionista. Eso corresponde, que el estructuralismo, y esto vale por
en el caso de Althusser, a la idea de que su combinación con el marxismo o más La visita de Balibar coincidió con
bien porque el marxismo produjo una el 50o aniversario de la publicación
la ciencia no es una mathesis universa-
del emblemático libro escrito en
lis, un conjunto sin límites, ni tampoco intensificación de esa característica tí-
colaboración con Louis Althusser.
puede reducirse a un modelo único de pica del estructuralismo, no fue nunca
cientificidad, sino que está constituida un movimiento unificado. Estructuralismo
Lectura Mundi | VII
absoluta o de una traducción perfecta desplazamiento para una vaporización un texto muy notable que escribió en ciencia de objetos hacia la idea de
entre las culturas, es decir: un diferen- de los dilemas del pasado reciente en 1976 que se llama “Marx y Freud”, una ciencia de problemas, para usar la
cialismo integral. Esta oposición entre el contexto actual, y eso nos lleva a propone una comparación implícita en formulación de Foucault en particular.
universalidad biológica y diferencialis- nuevas reflexiones. Primero, quisiera muchos de sus trabajos entre el psi- Y descubrí además con sorpresa y mu-
mo cultural es ciertamente una de las profundizar en el sentido de la no- coanálisis y el materialismo histórico cho interés releyendo la contribución a
grandes diferencias antropológicas que ción misma de teoría, me parece que en los extraños términos de ciencias Para leer El capital de mi amigo, de mi
permanentemente trabajan la noción la noción de teoría se ha visto muchas escisionistas o ciencias cismáticas, hermano y rival, Jacques Rancière [ri-
de lo universal en la civilización mo- veces encarcelada, digamos, en ciertas una paradoja, que de hecho es la que sas] que él usa la fórmula problemati-
derna. Sería interesante preguntarnos oposiciones clásicas que son insufi- tenemos que habitar. Segundo punto, zación al menos tres veces en el campo
si existe un punto de herejía similar, cientes, del tipo: teoría versus práctica derivado de la precedente articulación de su exposición, y según creo recor-
o que pudiera compararse, en el caso o constructivismo versus descripción necesaria de ciencia y de crítica, y este dar Althusser hablaba de problemática
de Althusser, y la respuesta más obvia, y encuesta empírica. Según quisiera es interesante porque el teoreticismo y no de problematización. Ciertamente,
y más interesante en cierto sentido, y proponer, hay una necesidad de in- en sus versiones más estructuralis- hablaron de problematización un poco
nuevamente me refiero a los análisis de cluir en la definición misma de teoría tas o más marxistas, con Lévi-Strauss más tarde Deleuze y Foucault. Si bien
Emilio de Ípola, es la tensión jamás re- el estatuto inevitablemente polémico de un lado, que no ignoraba a Marx, habría que verificar esto, sería enton-
suelta entre su noción de ideología en conflictual de los conceptos en el cam- y con Althusser del otro, parece estar ces Rancière el responsable de haber
general, es decir, una estructura de des- po del conocimiento social y también permanentemente encarcelado en una introducido en el lenguaje epistemoló-
conocimiento-reconocimiento, de inter- histórico. Y para demostrar que eso no situación de oscilación entre dos idea- gico esa noción de problematización.
pelación del sujeto que sería común a necesariamente necesita una traduc- les intelectuales: una idea de ciencia El mismo Milner, a quien yo mencio-
toda formación ideológica, tanto en el ción en los términos marxistas de con- más positivista, por una parte, y una naba hace un momento, explicaba que
pasado como en el presente y el futuro, flicto de clases, reductivos aun siendo idea de pensamiento crítico, por la el estructuralismo clásico representa el
y, por otro lado, su insistencia perma- muy importantes. Querría referirme a la otra. Hay elementos que los combinan, triunfo de la idea de una ciencia de ob-
nente en el hecho de que la lucha de formulación propuesta hace ya muchos sobre todo en el ambiente universita- jetos que viene de Aristóteles y llega
clases no se desarrolla solamente en el años, en medio de los años cincuenta, rio, y en particular en una cierta idea hasta Kant, Husserl y otros. Es decir la
campo social y económico, sino que se por un filósofo muy extraño, un filósofo de pedagogía que puede nutrirse a la idea de que cada ciencia se define como
vez de la idea de ciencia y de la idea una mathesis o una teoría en términos
de crítica. En su efectividad, quisiera de la clausura semántica de su domi-
sostener la idea de que no son igua- nio de saber, en el interior del cual se
Entonces el problema no sería el de pensar les pero hay una dialéctica, es decir, pueden identificar leyes o tendencias a
que es la crítica la que hace avanzar partir de ciertos axiomas. Otra orienta-
objetos dados o construidos sino más bien a la ciencia y es la ciencia como con- ción la encontramos en Marx, en Freud,
el de plantear o formular problemas que ceptualización la que hace avanzar a la en Foucault. También en este sentido
crítica, de tal modo que lo equivalente puede interpretarse una fórmula in-
desestabilizan a los objetos y a los sujetos en el campo del conocimiento social o teresante de Lacan que habla de una
de las ciencias humanas y sociales de ciencia conjetural, o la combinación de
en la práctica o en la institución del discurso.
esa combinación de matemática y de crítica y de clínica que encontramos en
De allí que podamos pasar a una representación experimentación que admiramos tanto Deleuze, o la idea de pensar no sólo la
en las descripciones de Bachelard y de coyuntura como objeto de conocimien-
del conocimiento científico como práctica de otros se transfiere o se convierte, a la to sino conocimiento bajo la coyuntura
problematización basada en diferencias de vez, en el caso del conocimiento social, o al interior de la coyuntura, como la
en unidad y tensión entre la crítica y la encontramos en Althusser. Entonces el
visibilidad e invisibilidad, en conflictos entre ciencia. Decía Althusser en un pasaje problema no sería el de pensar objetos
interesante del prefacio de Para leer dados o construidos sino más bien el de
sujeción y rebelión o entre normalización
El capital, donde de hecho retomaba plantear o formular problemas que des-
de dominación, o en una correlación de fuerzas una fórmula spinoziana ya usada por estabilizan a los objetos y a los sujetos
su propio discípulo, Pierre Macherey; en la práctica o en la institución del dis-
lo cito: “toda ciencia es conocimiento curso. De allí que podamos pasar a una
de la ideología”; eso tenemos que to- representación del conocimiento cientí-
desarrolla en el campo de la ideología, inglés no exactamente analítico sino marlo en sentido fuerte, es decir, no fico como práctica de problematización
es decir que la palabra, el concepto de precursor del análisis del lenguaje or- sólo conocimiento o crítica de las ideo- basada en diferencias de visibilidad e
ideología, no puede ser usado sin dife- dinario, que se llamaba Walter Bryce logías externas o de las ideologías de invisibilidad, en conflictos entre suje-
renciar inmediatamente entre ideolo- Gallie. Él explica que los conceptos los otros, tiene que ser conocimiento y ción y rebelión o entre normalización
gías dominantes e ideologías domina- con los que tenemos que trabajar en reconocimiento progresivo de su pro- de dominación, o en una correlación de
das o entre discursos dominantes y dis- el campo de las ciencias son en inglés pia ideología interna o intrínseca y, se fuerzas. Como consecuencia, la catego-
cursos dominados, una distinción que “esencially contested concepts”, es de- sigue, toda crítica es intervención, es ría central sería la categoría de la actua-
de hecho, tal como podemos ver hoy, cir, conceptos que, por su naturaleza transformación pragmática del lengua- lidad o de lo actual, que encontramos
puede aplicarse más allá de un único misma, ya desde el inicio tienen que je de la ciencia en tanto que combina- tanto en Foucault como en Althusser, y
caso o de los efectos de la lucha de cla- poder ser objetados. Entonces llega do con un cierto lenguaje de poder. el problema de su genealogía, que no
ses en el tradicional sentido marxiano. no simplemente a una analítica en tér- Termino con una tercera consideración es exactamente lo mismo que la temá-
Quisiera pasar ahora a la segunda minos kantianos sino a una antitética epistemológica. Mi tercer punto sería tica filosófica del acontecimiento, muy
parte de mi ponencia para tratar no de la razón y a una posibilidad, en el el siguiente: la reflexión retrospectiva de moda en estos momentos. Hay una
sólo de describir ciertos aspectos ca- mejor de los casos, de reflexionar so- sobre la aventura del encuentro entre complejidad o una materialidad que se-
racterísticos del trabajo teórico en el bre su propio compromiso en el cam- estructuralismo y marxismo nos lleva gún pienso le falta a la simple noción
trabajo de la problemática estructura- po social desde el interior de la teo- a proponer otra bifurcación o posibi- de acontecimiento, pero ciertamente
lista influida o que se encuentra con ría misma. Eso va más allá de lo que lidad de superación de la idea de una también está caracterizada, por lo que
el marxismo, sino tratando de dirigir- proponía Kuhn en su famosa caracte- ciencia de objetos, que era natural- entendimos, en la formulación de Al-
me hacia el futuro o al menos hacia rización del cambio de paradigma, o mente muy fuerte en el althusserismo thusser de “pensar bajo la coyuntura el
ciertos aspectos de las cuestiones que si ustedes prefieren, quiere decir que de la época de Para leer El capital. Us- sentimiento de urgencia o de inminen-
nos interesan en el momento actual, en el campo de las ciencias sociales no tedes probablemente recuerdan que cia”. Finalmente esto me lleva a sugerir
cuando estamos tratando de definir lo existe algo así como la “ciencia nor- hay una parte central muy importante que el trabajo encaminado a la supera-
que llamamos “conocimiento” o “cono- mal”, existe sólo la “ciencia crítica“ o la de la contribución del propio Althusser ción de los dilemas de la epistemología
cimiento científico” en el campo social “ciencia en estado de crisis”, es decir, que se llama “el objeto del capital” o clásica, o positivista si ustedes quieren,
y humano. Los puntos de herejía que una en la que las posiciones opuestas “el objeto de Marx”. Pero el movimien- y en particular la distinción entre jui-
acabo de subrayar son de hecho tam- se reflexionan. El propio Althusser, to que se produjo a partir de ello lle- cios de hecho y juicios de valor, sigue
bién puntos de apertura, puntos de en un texto que encuentro muy lúcido, vó, según me parece, de la idea de una elaborándose y desplazándose.
: Rector: Carlos Ruta. Director Lectura Mundi: Mario Greco. Editores de este suplemento: Eduardo Rojas, Micaela Cuesta y María Stegmayer.
Edición general: María Stegmayer. Colaboran en este suplemento: Étienne Balibar, Horacio Tarcus y Verónica Gago.
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