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ENFERMEDADES CRÓNICAS
TERRENO:
Expresa la tendencia a tener unas determinadas respuestas características que retornan
en el tiempo y que reflejan una predisposición mórbida.
Es el organismo viviente considerado como un sistema completo en el cual la anatomía,
la fisiología, el psiquismo, los antecedentes hereditarios y adquiridos, las influencias
ambientales, se presentan como estados analíticos de un todo indivisible.
Comprender hasta el máximo, es decir hasta sus verificaciones más lejanas y más
trascendentes, en que consiste el verdadero similimun y jamás contentarse o pretender que
la homeopatía se realiza con la aparente e infantil concordancia de un buen numero de
síntomas del enfermo con los más característicos producidos por un medicamento.
Así el principal o más aparente grupo de síntomas señalan el aparente remedio y engañan al
mismo médico creyendo que se hace una correcta homeopatía.
Horado L. Roux quien dice por 1955: "la enfermedad crónica constituye, aunque normal, un
estado (de existencia) al cual se ha adaptado el organismo para sobrevivir buscando un
nuevo metabolismo tolerable, asegurando uno vía de eliminación o sus toxinas y respetando
hasta donde se puede el papel más o menos eficiente de los órganos nobles.
Nicolás M. Cicenia nos define al miasma como un estado constitucional patológico básico
de un ser: "Es lo constitución íntegro psicofísica del enfermo que se encuentra alterada. Es
un organismo que está predispuesto a determinados enfermedades. o diversos
perturbaciones con caracteres y modalidades propias, y es esta individualidad, distinta en
cada ser, lo base del tratamiento homeopático".
DISCRASIA:
Termino de la medicina antigua que indica alteración en la composición de
los humores, especialmente el de la sangre, mala constitución
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Fueron las enseñanzas de Hahnemann las que nos mostraron que la remoción de la causa
es el primer paso en el método apropiado de curación. Esto puede ocasionar un
procedimiento quirúrgica algunas veces; rectificación de la dieta; la remoción de las
sustancias irritantes; el cambio de ambiente; cualquier cosa y todo lo que pueda hacer que el
paciente se encuentre en un ambiente lo más perfecto posible para que se lleve a cabo una
curación completa, que tendrá lugar una vez que se haya eliminado la causa.
Hahnemann enseñó, por precepto y ejemplo, el valor del pensamiento desde el principio, la
primera causa de las condiciones de la enfermedad, y así tratadas adecuadamente. En su
observación de casos, y en estudios posteriores sobre el progreso de las condiciones
mórbidas bajo el método de tratamiento, Hahnemann se interesó especialmente en el curso
de las enfermedades no venéreas.
Esto involucró dos líneas de investigación, una en condiciones de enfermedad crónica y otra
en condiciones de enfermedad artificialmente producida que debería ser semejante en
sintomatología y profunda en acción para enfermedad natural.
En su estudio sobre la enfermedad, separó todas las condiciones mórbidas en los cuatro
grandes grupos antes mencionados. Las condiciones mecánicas fueron detectadas y
clasificadas fácilmente.
Para los tres grupos restantes Hahnemann les otorgó el término de miasmas.
Las manifestaciones de las condiciones de la enfermedad crónica que Hahnemann denominó
miasmas fueron nombres que Hahnemann dio temporalmente, pues buscaba un mejor
término; de hecho, en alemán y en el tiempo de Hahnemann miasma definía muy
adecuadamente la idea que Hahnemann tenía en mente. En el desarrollo de los términos de
diagnóstico moderno, y en idiomas como español e inglés actuales, esta designación parece
fuera de lugar y se trata de una palabra que necesita explicarse totalmente.
PSORA
Hahnemann trazó estas enfermedades sin clasificar, y les proporcionó el nombre de la psora.
Esta palabra psora, que Hahnemann utilizó para denotar el tercer gran miasma, es definido
por el diccionario médico moderno como:
1. sarna. 2. soriasis 3. Término de Hahnemann para la "discrasia pruriginosa", definido como
el padre de todas las enfermedades crónicas - enfermedades de la piel, neoplasmas, insanía,
etc.: fue semejante a la "diátesis herpeti" de los escritores franceses y la definición añade: p.
leprosa, soriasis.
Funk y Wagnall en su diccionario definen la psora como: 1. Pathol. El prurito, o alguna
enfermedad semejante de la piel. 2. comezón. La derivación es latina y griega, pero es más
bien hebrea en origen, viniendo a través del griego y del latín, de tal forma, la palabra original
es tsorat.
La interpretación de esta palabra hebrea conviene claramente a la idea que Hahneman tenía
en mente.
Tsorat; una falla, una contaminación, un estigma, frecuentemente aplicada a las
manifestaciones leprosas y a las grandes plagas. Es el significado de la palabra original
hebrea que debemos tener en cuenta como base del término que cubre este defecto
constitucional.
En muchos ejemplos Hahnemann encontró que había una conexión cercana entre las
enfermedades infecciosas graves y los pacientes con síntomas obstinadamente
recurrentes.
Hahnemann vio que esta forma de enfermedad se manifestaba primero sobre la piel,
como una infección o una erupción; éste era su lugar natural, pero aquí la
manifestación natural es susceptible a la supresión por muchas formas de tratamiento
tales como lociones, ungüentos, baños minerales, operaciones quirúrgicas con la
extirpación de los órganos, y cualquier cosa que tiende a obliterar la manifestación
sobre la superficie por medio de curas aparentes de los síntomas externos.
Estas crisis pueden presentarse en forma de accidentes, exposición, alguna ligera infección,
falta de cuidado en la dieta o en la higiene, algunas cosas que parecen simples pero que son
en proporción de considerables consecuencias.
En esta clase vienen algunas neumonías luego de accidentes y exposiciones; infecciones
luego de heridas ligeras; todos estos estados graves aparentemente causados por algo
ligero..
Aquí el médico homeópata, al tomar en consideración el origen de la psora, trae al terreno de
juego a los medicamentos que están relacionados en su sintomatología con estos estados
psóricos, y podrá realizar un trabajo muy efectivo. El desarrollo del medicamento semejante
para eliminar estas condiciones permitió que Hahnemann entendiera la naturaleza real de la
enfermedad. Se dio cuenta que era la fuerza dinámica del remedio la que se encontraba
con la fuerza dinámica de la enfermedad y que el medicamento debía encontrarse con
la enfermedad en el plano dinámico, pero que el dinamismo del remedio debía ser más
potente que el dinamismo de la enfermedad para que esta última pudiera erradicarse.
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La acción del estigma es debilitar la fuerza de la vida, deformar el cuerpo, entorpecer el
intelecto y perturbar a la razón.
Los miasmas son destructivos en cada forma, tanto de la mente como del cuerpo, y además
dañan el espíritu del hombre. Es la enfermedad desorganizadora la que llena el estado de
cada prescripción, y no podemos conocer estas condiciones inteligentemente hasta
reconocer el origen antiguo de la enfermedad y tomado en cuenta para la exterminación de la
enfermedad misma.
Clasificar las condiciones mórbidas como circunstanciales o ambientales es vedas de una
manera limitada, y debemos reconocer el origen y conocerlas en todos los sentidos para
poder eliminarlas y curar al individuo.
De hecho, sólo la forma dinámica del medicamento semejante puede ser posiblemente el
simillimum para estos casos, ya que estas condiciones crónicas están tan ligadas con cada
fibra del ser humano que han influencia do su dinamismo más interno. De tal manera, lo más
importante no es qué tan semejante sea la sintomatología del medicamento con la del
paciente, lo importante es que sólo podemos eliminar el problema por medio de una forma
dinámica.
"SYCOSIS"
Es el miasma producto del egoísmo, de la ambición --ambición del placer sin pensar en los
demás--- con el egoísmo que hace olvidarse de todos y anteponerse uno mismo. Esa íntima
sensación de egoísmo de saberse defraudador de los demás por no considerarlos, por
aprovecharse de todo lo que nos rodea sin hermanarnos o ello. Imprimirá forzosamente en el
espíritu del sycósico, el sobresalto y el miedo franco que de ninguna manera es la timidez o
ansiedad psórica.
EL MIASMA SIFILíTICO
Otra peculiaridad del estado mental es la ansiedad. Este síntoma se escribe sobre todos
los demás; los pacientes están, ansiosos hasta el punto de la preocupación y el miedo:
miedo de ser capaces de lograr lo que, desean; de no poder llevar a cabo sus planes:
miedo de que su salud no sea tan buena.
Si se enferman, temen morir, o temen ser incurables, y se deprimen con el miedo de que
serán dependientes.
Hay ansiedad repentina, y ansiedad por el corazón, particularmente cuando se, presentan
condiciones estomacales.
En cuanto al trabajo físico, no pueden mantenerse trabajando durante un buen tiempo; son
inquietos; se quejan porque dicen que quieren hacer algo, pero no saben exactamente lo
que quieren hacer. Empiezan tareas que no pueden terminar, porque se cansan de ellas
con facilidad.
El cambio de temperamento sin cualquier casa aparente es parte del ciclo. Se vuelven
histéricos. Los jóvenes se vuelven histéricos, especialmente después de enfermedades
agudas debilitantes. La psora tiene periodos de cólera, pero a pesar de dichos periodos
pocas veces hay deseo de dañar a otros en el caso puramente psórico. Pero si la base
psórica se une con la sicosis o la sífilis, hay una tendencia decidida de dañar o incluso de
matar a los demás.
La mayor fuerza de causar los males de la discrasia psórica es la pena. Esta emoción
parece tener un poder particular en traer las exacerbaciones, y las personas bajo la
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influencia de la pena desarrollarán inmediatamente algunas enfermedades agudas.
Los pacientes psóricos tienen mucha depresión. Si se trata de una paciente, puede soltar
el llanto de repente, lo que le alivia toda la condición. Cuando se encuentran en esta
condición de depresión, todo mundo sabe sus problemas porque no están acostumbrados
a la pena silenciosa. Los pacientes melancólicos, al despertarse, tienen palpitaciones del
corazón, y se vuelven nerviosos y ansiosos, con una sensación de constricción alrededor
del corazón; entonces tendrán oleadas de calor.
En estas condiciones pasarán de la depresión a la indiferencia, o incluso a la irritación,
después de repente saldrán de estos estados de ánimo y actuarán completamente como
personas diferentes.
La perturbación psórica posee la fuerza de la vida misma, y es tan fundamental en el
paciente que para poder eliminar la perturbación es necesario que se utilice un remedio
que tenga una semejanza muy marcada en los rasgos mentales para poder vencer al
miasma.
De acuerdo a las consideraciones anteriores podemos deducir que no pueden concebirse las
llamados enfermedades de, generativas sin la anticipación de la enfermedad constitucional o
miasma la naturaleza podrá oponerse con todos sus recursos tendientes a hacerla persistir y
que son desde luego muy poderosos porque constituyen la síntesis del todo funcional. La na-
turaleza del ser humano en aptitud completa o íntegra representa a la naturaleza universal
actuando sobre un punto, con su propósito inherente de conservar lo creado; esto es, de per-
manecer, que es el objetivo específico que el intelecto humano puede deducir en todo lo
existente, en todos los casos.
En toda diabetes establecida, el homeópata siempre puede detectar una psora-sycósis o uno
psora psora-syphilis, lo mismo que en una epilepsia o en una tuberculosis, en un artritismo o
en una psicósis; como también puede constatar la presencia de lo psora, de la syphilis y de
la sycósis en todo cáncer en evolución y que esta evolución es en concordancia con el
miasma más prevalente; un cáncer escírrico será, producto de una psora-sycósis-syphilis,
que aún con actividad letal son, por ese orden de predominancia (1-2-3) coproductores de la
forma menos cruenta de esta temible forma de abatimiento de la vida humana. Una psicosis-
psora-syphilis dará un adenoma de evolución maligno más ostensible o una fibromatosis
también maligna por sus ostentaciones hemorrágicas que motivarán siempre lo multiplicación
de sus afecciones. Un cáncer syphilítico-sycósico-psorico (3-2-1) estará representado por lo
formas sarcomatosas más profundas y destructivas, más violentas y terribles.
Se infiere que hay tantas variedades de cáncer desde el punto de vista miasmático como
variedades de constitución en relación el aporte miasmático que presenta cada individuo o
sea a lo que de psórico, sycósico o syphilítico tenga.
Puede ser más psórico pero en seguida más sycósico y menos syphilítjco, mientras que otros
veces puede ser también más psórico, pero después más syphilítico y menos sycósico. O
bien puede ser más sycósico después psórico en menor grado syphilítico, como puede ser
también preferentemente sycósico, en seguida syphilítico y en menor proporción psórico y
por último puede ser en primer lugar syphilítico, en segundo psórico y en tercero sycósico o,
también primeramente syphilítico, en segundo sycósico y en último psórico.
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