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Tronco divisional – Área de ciencias sociales

Materia:

Profesora:

Grupo:

Alumna: Dagmar Andrea González Gonzáles

Resumen del libro Escribir en la Universidad, de


Phyllis Creme y Mary R. Lea
Capítulo 6 – Organizar y dar forma a un escrito

-Debe tener un argumento, debe tener fluidez, debe ser coherente, debe ser
lógico, debe orientar al lector, no debe limitarse a un simple relato.

Estructuras usadas en la escritura académica:

 La redacción cronológica

¿Qué sucedió?- Esta escritura se ciñe a la secuencia temporal de


los acontecimientos. La cronología también puede representarse
visualmente como “una línea temporal” que muestra la secuencia de
los acontecimientos durante un cierto periodo, tal como lo hace el
calendario. La redacción cronológica puede aparecer al comienzo de
un trabajo, con el fin de suministrar los antecedentes de lo que va a
exponerse a continuación, pero no se debe abusar de ella pues la
tarea asignada exige normalmente mucho más que un simple relato.

 La redacción descriptiva

¿Cuál es la apariencia de un individuo o de un objeto? ¿Cuáles son


sus características o las diferentes partes que los componen?
-Toda descripción necesita, por lo general, de una explicación que la
acompañe o con la cual se vincule. Podría representarse visualmente
en un diagrama cuyas partes estén rotuladas, como los que se usan
en biología. Sin embargo, si estamos describiendo algo más
abstracto (como las características de la familia del siglo XX), un
diagrama radial puede servirnos para organizar nuestra
interpretación del tema.
 La redacción causa-efecto

¿Por qué sucedió un determinado hecho? ¿Cuáles fueron sus


consecuencias?

 La redacción comparativa y de contraste

¿En que difieren y en que se asemejan dos cosas? Muestra las


similitudes y diferencias entre dos cosas, y en el proceso, nos aclara
la naturaleza de cada una de ellas. Esta estructura puede configurar
la parte principal de un trabajo o usarse solamente en determinadas
secciones. Es posible percibir la necesidad de su empleo en el titulo
mismo de la tarea encomendada.

 La redacción de resumen

¿Qué dice el autor? ¿Cuál es la idea? ¿Qué dice un determinado


autor que sea importante para su trabajo? ¿Por qué desea incluir
algunas de sus opiniones? ¿Cómo se insertan estas ideas en el
propio argumento?

 La escritura analítica

Considerado en profundidad ¿De qué trata todo esto? Análisis


significa descomponer una cosa en sus partes constitutivas. La
escritura analítica siempre nos obliga a decir algo más de lo que
estamos describiendo o comprobando. Se pueden tomar de
referencia las siguientes preguntas: ¿Qué significa esto? ¿Por qué es
importante? ¿Qué función cumple? ¿Cómo se vincula con el resto?
¿Podemos explicarlo? Sin embargo, será igualmente importante
elaborar las propias preguntas cuando se deba de redactar con
espíritu crítico. Ser analítico entraña pensar en lo que se hace y en
la información e ideas que se presentan de una manera específica,
sagaz y critica.

 La redacción centrada en la evaluación

¿Cuál es el valor de esto? ¿Por qué es importante? La redacción


centrada en la evaluación requiere de ciertos juicios – a veces, sobre
lo que dicen otros escritores- que difieren de los que suelen emitirse
en la vida cotidiana. El lector deberá evaluar diversas posiciones,
perspectivas o puntos de vista. No le bastara con afirmar que “este
argumento es falso” o que “esto es erróneo”, sino que tendrá que
respaldar con razones los juicios que emita. La evaluación implica a
veces escribir acerca de cómo las diferentes posturas, al
compararlas entre sí, revelan ciertas actitudes u omiten alguna
información esencial. Es importante recordar que la evaluación exige
un enfoque analítico.

Formular la idea central

Es importante ensamblar el argumento de tal modo que la idea central resulte


comprensible. ¿Qué desea que piense o sepa el lector al finalizar la lectura del
trabajo? ¿Qué posición asume o defiende de él? ¿Cuál es su línea argumentativa?
No siempre es sencillo poner en palabras la idea central. Sin embargo, lo seria si
quien escribe tuviera presente que esta consiste en formular la respuesta al título
(si lo tuviera). De no ser así, la idea misma que se quiere transmitir ayudara a
encontrar uno. Una vez seleccionada la idea central, resultara más fácil estructurar
el trabajo, pues el autor se habrá asegurado que la información que incluya sea
relevante en ese aspecto. Sabrá hacia donde se encamina y cuál será su
objetivo.
Capítulo 8 – Ensamblar las partes del trabajo

Redactar la Introducción

En los consejos sobre la escritura universitaria siempre se hace hincapié en la


importancia de la introducción, que a veces tendrá que ceñirse a fórmulas muy
específicas. Una de las más comunes es la siguiente:
-Introducción: comuníquele al lector lo que hará en el ensayo
-Cuerpo principal: presente el argumento
-Conclusión: explique cuanto ha prometido en la introducción y reúnalo en un todo
En la práctica, hay diversas maneras de introducir un ensayo, según el
tema, la tarea a realizar y la longitud del trabajo. La forma exacta de la
introducción deberá variar según las convenciones concretas del tema y de
acuerdo con los requisitos específicos de cada trabajo individual. Es importante
recordar que uno mismo es quien decide como presentar un trabajo. Algunas
introducciones son mucho más obvias que otras, pues se hayan “separadas” del
cuerpo principal y anuncian las intenciones del autor. Otras, en cambio, soslayan
la identidad del escritor y sirven como una apertura o comienzo que se integra
más fluidamente al resto del trabajo.
Si quien escribe admite que no siempre sabe lo que piensa hasta ponerlo
por escrito, deducirá que solo puede introducir al lector en su trabajo una vez
concluido este. Pese a lo dicho, hay escritores a quienes le resulta más sencillo
comenzar con la introducción.

Redactar la conclusión

La conclusión de un trabajo es la última oportunidad que tiene el autor de integrar


lo consignado, de forma que transmita al lector la siguiente reflexión: “En rigor,
esto se infiere de todo lo dicho antes; esto es lo que deseo que tú, lector, pienses
al terminar la lectura de mi ensayo. “ Así como hemos recomendado a nuestro
lector que redacte la introducción al final, le sugerimos ahora esbozar la
conclusión en las primeras etapas del proceso de escritura. Ello le proporcionará
una orientación general. Ayudándolo a discernir cual es la meta y como atraer la
atención del lector hasta el último párrafo. Si vislumbra la meta que persigue, le
será más fácil encontrar el camino que conduzca a ella.
¿Cómo evitar que la conclusión se limite a repetir la introducción? En
realidad, hasta cierto punto lo hace, con la salvedad de que en ella debería
tomarse en cuenta el viaje que el lector y el autor han emprendido juntos a lo
largo de todo el ensayo. Pero en muchos casos esto no es posible. En términos
generales, el propósito de la conclusión es dar un sentido de completitud al
ensayo e indicar cuál es la idea central. A veces la conclusión consiste en un
resumen de la totalidad del trabajo.

Revisar el trabajo: corrección y revisión general

La corrección difiere de la revisión en más de un sentido. Por ejemplo, la primera


la realiza normalmente el autor cuando trata de expresar sus verdaderas opiniones
y se lleva a cabo durante todo el proceso de escritura. Ciertamente este puede ser
el caso cuando se escribe para averiguar lo que uno, el escritor, piensa, y que
lugar le cabe en el texto. En líneas generales, la organización y el estilo del
ensayo incumben a la fase de revisión, pero también es posible ocuparse en esa
etapa de algunos temas referentes al contenido del texto.
La revisión general se efectúa desde la perspectiva de un tercero, aunque
este sea el propio autor. Por consiguiente, nuestro lector percibirá que el tipo de
enfoque individualista, aplicado a menudo a la evaluación de los escritos
universitarios de los estudiantes, no se extiende al mundo de los académicos
experimentados. Creemos que es provechoso e interesante para el estudiante
analizar su trabajo con otro compañero. Incluido las tareas asignadas. Tal
intercambio o retroalimentación constituye una parte esencial del proceso de
comunicación mediante la escritura, un hecho olvidado con suma frecuencia por
estudiantes y tutores.
Capítulo 9 – Terminar el trabajo y prepararse para el próximo

Gramática y puntuación

-Punto: Los puntos señalan el término de una oración e indican que el escritor ha
completado un pensamiento o idea. Se colocan al final de la oración, sea esta
simple o compuesta.
-Coma: La comas hacen más fácil el empleo de oraciones breves, pues estas
facilitan el ordenamiento de conceptos.
-Punto y coma: Tiene dos usos: Primero, sirve para separar los elementos de una
lista precedida por dos puntos. Segundo, puede indicar un tipo especial de
relación y conexión entre dos partes de una oración.
-Dos puntos: Tradicionalmente, los dos puntos se usan en una oración cuando la
segunda parte amplia la primera. Así mismo, se usan también para presentar una
lista cuyos elementos se separan mediante el punto y coma.

Técnicas para escribir en forma correcta

-Cohesión: La cohesión incumbe al modo como las partes de un texto se enlazan


entre sí para conformar un todo, evitando la fragmentación. La cohesión se puede
verificar con las siguientes preguntas: ¿Tienen las oraciones un sentido completo?
¿Las oraciones contienen demasiadas ideas? ¿Cómo se relacionan los parrados
entre sí? ¿Introduce cada párrafo una idea nueva?
-Referencias: La referencia tiene que ver con el modo como las diferentes partes
del texto remiten las unas a las otras. El concepto de referencia contribuye a que
los textos escritos resulten más interesantes. En lugar de repetir lo mismo
agregándole otros elementos, nos valemos de distintas formas de referencia para
hablar de los asuntos ya mencionados y a la vez ampliarlos.
-Coherencia: La coherencia se relaciona intrínsecamente con el sentido global de
un escrito. La cohesión y la referencia son dos elementos que contribuyen a crear
un texto coherente.

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