Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Entre 1765 y 1775 Wegner y Starling fueron los primeros en elaborar métodos en los
animales para efectuar diálisis peritoneal, pero siempre pensando en el cierre del
sistema linfático. Entre 1946 Frank, Seligman y Fine describieron el primer caso de
IRA tratada con diálisis peritoneal continua. En 1959 Doolan fabrico el primer catéter
que se elaboró específicamente para este procedimiento y por primera vez se utilizó la
diálisis peritoneal para el tratamiento de un paciente con insuficiencia renal crónica.
Hay 2 tipos:
La diálisis peritoneal requiere el acceso al peritoneo. Debido a que este acceso rompe
las barreras de la piel, y puesto que la gente con fallo renal generalmente tiene un
sistema inmune levemente suprimido, las infecciones son relativamente comunes. El
líquido de DP contiene azúcar, por lo que, si no se cuida la limpieza de la técnica,
puede favorecer el crecimiento de gérmenes.
Otras complicaciones que pueden ocurrir son escases de fluidos en el tejido suave
circundante, a menudo el escroto en varones. Las hernias son otros problemas que
pueden ocurrir debido a la carga de liquido abdominal. Estas a menudo requieren
reparación antes de que sea recomendada la diálisis peritoneal.
Adolph Fick (1873-1901) estudio la difusión a través del colodión, material que pudo
ser montado dentro de cilindros y bolsas, y demostró que, aunque la membrana del
peritoneo parietal de ternero era la mejor membrana, el colodión era mas practico para
la dialisis.
William H. Howell (1860-1945) público en 1918 y 1920 junto con Holt la composición
química de una heparina – un glicosamoniglicano - , producto diferente al aislado por
MacLean.
Tanto las láminas como los tubos de celofán eran resistentes (no se rompías con
presión moderada). Duraderos, con orificios apenas microscópicos, y baratos.
De forma habitual, la hemodiálisis diaria corta se realiza tres veces por semana y con una
duración de 3 a 4 horas por sesión tanto en el domicilio como el centro de diálisis. Según
estudios se ha demostrado que la misma cantidad de diálisis repartidas entre 5 o 6
sesiones por semana, disminuye las hipotensiones y las rampas de intradialisis, además
se ha relacionado con beneficios nutricionales y cardiovasculares, aunque hay pocos
ensayos clínicos con un número considerable de pacientes.
Aunque las sesiones de diálisis sean cortas, es necesario añadir el tiempo de la puesta en
marcha y la limpieza de la maquina en el domicilio, y si el tratamiento es en el centro de
diálisis se deberá considerar el tiempo de espera y de transporte.
La mayoría de pacientes con este tipo de diálisis reciben hemodiálisis entre 5 a 6 noches
por semana, con un total de 40 a 50 horas de tratamiento dialítico por semana, este modo
se realiza habitualmente en el domicilio.