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ETNOGRAFIA

El 16 de junio de 2003 Harry Wolcott dictó su versión para


Medellín de la conferencia originalmente presentada en Bournemouth.
La charla trató sobre la búsqueda de la esencia de la etnografía
y responde preguntas como :
¿qué hace a un estudio etnográfico?
El conferenciante, en su carrera, ha identificado doce atributos que
pueden esperarse razonablemente en un reporte etnográfico. Es así
como nos dice que la etnografía es holística, comparativa, basada
en experiencias propias, realizada en escenarios naturales y que
requiere una familiarización íntima y prolongada con el tema; no es
evaluativa, es básicamente descriptiva, específica, adaptativa,
corroborativa y finalmente, idiosincrásica e individualista.
Todos y cada uno de estos atributos se discuten en la conferencia
con la advertencia de que no hay un conjunto absoluto de ellos
que pueda operar en todas las investigaciones. Wolcott concluye
que cualquiera denosotros puede utilizar las técnicas de la
investigación y tomar los datos de la experiencia de cada día,
tanto los propios como los que se refieren a otros. Desde luego,
para la producción de etnografía, es más propicio cuando éste ha
sido el propósito de un investigador que además tiene claro cómo
lograrlo.

"El género de investigación que se conoce con una variedad de


rótulos como etnografía educativa, observación participativa, observación
cualitativa, estudio de caso, o estudio de campo. En muchos casos
los utilizaré como sinónimos."
Lou Smith quería que los investigadores se sintieran cómodos con
las similitudes de los diferentes abordajes cualitativos. Creo que mi
reacción fue impedir que mis colegas se sintieran muy cómodos. Yo
he trabajado hacia una meta diferente aunque no incompatible, para
preservar cualquier contribución única de la etnografía, tanto
conceptual como metodológica.
¿Pero, ¿qué es lo que hace especial la etnografía?
¿Qué es lo que realmente se puede esperar cuando se dice que
se debe hacer etnografía, antes que emplear otros esquemas
conceptuales (análisis de conversación, interaccionismo simbólico,
metodología etnográfica), o un nombre genérico que no conlleve un
vínculo con una disciplina particular -términos como estudio de
observación participativa, estudio de caso, o estudio naturalístico?
¿Qué hace un estudio etnográfico?
¿Cuándo es importante esta pregunta? Y si usted desea su estudio
"más etnográfico", ¿qué tiene que hacer? Yo nunca he sentido que
realmente haya "puntualizado" la esencia de la etnografía de tal
manera que pueda explicar qué tiene o qué le falta a un estudio
particular para calificarlo en esa categoría

En cierto sentido todos estamos haciendo, todo el tiempo, lo que


los etnógrafos hacen parte del tiempo, excepto que nosotros lo
hacemos para cumplir los propósitos individuales y no para hacer
descripciones de la conducta social colectiva de otros. Y permítanme
sugerir un propósito directo de la etnografía.
Nosotros conducimos nuestros estudios con el fin de examinar cómo
los otros orientan sus vidas, y así obtener una visión más clara
de las nuestras. Ésta es una forma, pero por supuesto no la
única, de estudiar el potencial humano. Por el momento no
abordaré el problema que algunos de estos atributos ponen en el
campo de trabajo, ya revisaré posteriormente la lista de estos
apuntes para hacer eso.

Tampoco hay una secuencia especial en la manera como los


discutiré. Es solamente una colección de atributos - expectativas
razonables acerca de lo que esperamos de la etnografía.
Recuerdo que, una vez, un antropólogo sintetizó que la etnografía
es holística, trans- cultural y comparativa. Considerando que la
etnografía es la mano derecha de la antropología cultural, debe
tener sus mismas cualidades, así que empezaré mi inventario con
esos atributos.

1. La etnografía es holística. Posiblemente el término holístico ya


no esté de moda. Mejor tal vez es la idea de que la etnografía
es muy sensitiva al contexto, y a múltiples contextos.
Yo estoy muy influenciado por la idea de que el comportamiento
humano está "sobredeterminado"; siempre hay múltiples factores que
influyen en cada comportamiento. En consecuencia, siempre debemos
considerar múltiples causas e influencias en nuestras acciones.
2. La etnografía es transcultural. Es el estudio del otro, otra forma
de vida. Difícil de argumentar como descripción general. 3. La
etnografía es comparativa. Cada cosa que hacemos y comprendemos
se basa en comparación. Al ser transcultural permite la comparación.
Pero la etnografía es comparativa de múltiples maneras, no un
listado interminable de similitudes y diferencias, pero como dice el
antropólogo Clifford Geetz busca "relaciones sistemáticas entre
fenómenos diversos, no identidades sustantivas entre similares"
Establecidos estos puntos como base, fue relativamente fácil
identificar los otros a medida que se avanzó en el trabajo.
Identifiqué nueve atributos adicionales que consideraba englobaban
colectivamente la esencia de la etnografía. Verdaderamente, al inicio
parecía difícil imaginarse la etnografía sin todos y cada uno de
ellos, así que continué desarrollando mi lista.
4. La etnografía informa acerca de experiencias propias.. El
etnógrafo ha estado ahí, el informe es personal y de primera
mano.
El trabajo de campo algunas veces se describe como "vivir su
camino dentro de una cultura". El etnógrafo se toma a sí mismo
como el primer instrumento para la recolección de los datos. Y
¿cuál podría ser el mejor instrumento para observar la conducta
humana? En verdad somos censurados por algunos colegas de otras
disciplinas que se sorprenden con nosotros porque construimos
nuestros propios datos. Pero, ¿no es esto preferible a depender
completamente de datos obtenidos por otros?
5. La etnografía se conduce en escenarios naturales. No hay nada
inventado en la conducta de los etnógrafos que observan y anotan,
sin grupos de control ni situaciones hipotéticas: personas reales que
actúan como lo hacen en sus ambientes cotidianos. Cómo actúa
realmente la gente, cómo dicen que actúan, y cómo dicen que
deberían actuar, son los datos con los trabajamos.
6. La etnografía requiere conocimiento íntimo y prolongado. El
tiempo trabaja a favor del etnógrafo. Nadie puede mantener una
apariencia indefinidamente, así que el etnógrafo eventualmente ve las
cosas como realmente son. James Clifford describe la etnografía
como "un encuentro investigativo especialmente profundo, amplio e
interactivo". También la he visto descrita más modestamente como
"una entrega profunda".
7. La etnografía es no evaluativa. Suspender todo juicio es la
orden para cada día. El etnógrafo quiere ver las cosas como son
y cómo encajan todas para formar patrones. El etnógrafo no está
ahí para juzgar.
8. La etnografía es básicamente descriptiva; y una descripción
amplia, obviamente, es mejor que una concisa. Consistente con no
hacer juicios, el informe se basa en lo observado, no en cómo el
etnógrafo siente acerca de ello.. No hay espacio para esto en el
informe final, pero los puntos de vista personales se mantienen
separados, y hasta hace poco, no eran parte del informe
etnográfico. En muchos de los clásicos etnográficos, los británicos
especialmente, los etnógrafos no aparecían.
9. La etnografía es específica. Es local y particular - individuos en
lugares específicos y en un tiempo determinado. Está siempre
fundamentada en instancias específicas para observación de la
conducta. Es acerca de alguien, no de todo el mundo. 10. La
etnografía es flexible, adaptable.. El etnógrafo trabaja con un diseño
de investigación "abierto", si es que en realidad hay algún diseño,
o un propósito continuamente refinado a medida que el trabajo
avanza. La hipótesis es que usted tiene que estar presente en el
medio, para describir cuál es la pregunta apropiada, o cómo va a
indagar acerca de ésta. Para el etnógrafo, los datos conforman la
teoría, no lo contrario.
Algunas veces se menciona el proceso descrito como "dialéctico".
Como en la frase de Michael Agar, la etnografía es "dialéctica no
lineal" Tomo la descripción de Agar sobre la etnografía como un
enfoque selectivamente cerrado, lo que él denomina la "aproximación
en embudo"cuando escribe:
"En etnografía... usted algo aprende ("datos obtenidos"), luego trata
de encontrarles algún sentido ("análisis"), luego revisa si las
interpretaciones tienen sentido a la luz de nuevas experiencias
("obtener más datos"), se refina la interpretación ("mayores análisis")
y así sucesivamente. El proceso es dialéctico, no lineal."
La etnografía es corroborativa. Una buena norma para el trabajo
de campo es no apoyarse en una sola fuente de datos. Un
término popular para esto es "triangulación". Verdaderamente, la
triangulación es tan popular que he escuchado a entusiastas
estudiantes de postgrado describirla como el método que pretenden
seguir. Cómo chequear sus datos o confirmar sus fuentes podría,
en algún momento, convertirse en método, es algo que no
entiendo; pero esto no significa que usted no deba confrontar sus
fuentes. En un seminario sobre trabajo de campo, uno puede ir
tan lejos como para declarar que nunca reportarían un dato que
no haya sido confirmado. 11. La etnografía es idiosincrásica e
individualista. Su aproximación encaja bien con el ethos de la auto-
confianza e independencia -la etnografía es más frecuentemente
lograda por una persona que asuma la plena responsabilidad de un
estudio, desde su propósito hasta el informe final. 12. Ningún
estudio es exactamente igual a otro, y cada estudio tiene el sello
de la persona que lo orienta. Dado que existen múltiples
escenarios culturales, no es necesario que alguien vaya exactamente
al mismo sitio a estudiar justamente un caso igual en el mismo
tiempo. Generalmente, aún un re-estudio será conducido por la
misma persona que hizo la investigación original.
A medida que avanzábamos en la escritura del texto y en rastrear
los atributos, presumí que mi lista se tornaría aún más concisa.
Los puntos relativamente menores serían subsumidos para hacer más
fuertes los más importantes. Eventualmente asumí que la lista sería
"cocinada" en unas pocas características fuertes que yo podría
identificar como el contenido "esencial" de la etnografía.
Pero no ocurrió así. A medida que crecía mi lista, empezó a
formarse una sombra de duda acerca de las cualidades que había
identificado. Cada característica que me parecía esencial para la
etnografía tenía algunas condiciones o problemas especiales, o un
aspecto o sutileza que la debilitaba para ser considerada
absolutamente esencial para el atributo.

Permítanme retomar de nuevo la lista, ahora de manera más


crítica, para cuestionar si cada una de las características identificadas
es una característica de cada etnografía, una necesidad absoluta sin
la cual la pretensión de la etnografía puede lograrse.

1. La etnografía es holística. Esta es una buena meta y un sabio


consejo para el investigador de campo. Sin embargo, no sería un
criterio para la evaluación de un estudio. Usted puede quedar
atrapado en cualquiera de las dos. Si está muy centrado en el
enfoque puede ser criticado porque no ha ofrecido un contexto
suficiente. Y si se atiene demasiado al contexto, se somete a la
crítica porque no se concentró suficientemente en el enfoque.
Básicamente, la preocupación es sobre el balance en términos del
propósito del estudio. Este es el clásico dilema de los cuenteros:
¿qué guadañadora usar para cortar?
Comprometidos en atender el enfoque y la periferia, tal vez la
mejor estrategia es hacer lo que usted crea mejor. Al etnógrafo lo
asustan las advertencias de que la antropología podría llegar a ser
solo historia lo cual nos hace desear estar seguros de que
nuestros recuentos sean siempre algo más que esto.
2. La etnografía es transcultural. Reconocemos que la etnografía
tuvo sus inicios en estudios transculturales, reconocemos que lo
ideal sería que cada persona interesada en realizarla pudiera tener
alguna experiencia previa en otro contexto cultural o realizara
inicialmente un trabajo de campo en un contexto similar. Pero
varias cosas se oponen a ello: • No es práctico que todo el que
quiere hacer etnografía tenga una experiencia previa en una cultura
dramáticamente diferente. • Las oportunidades para una experiencia
transcultural son limitadas, aún para aquellas que tienen el tiempo
y la inclinación porque hay resistencia de algunos grupos a recibir
etnógrafos que "los estudien". • Especialmente por fuera de la
disciplina de la antropología,: nosotros mismos hacemos parte, con
frecuencia, de grupos que queremos estudiar: educadores investigando
escuelas, enfermeros (as) haciendo estudios en hospitales o a otros
trabajadores de la salud; o un etnógrafo de la institución,
estudiando las relaciones dentro de la empresa, etc. • Con
términos como "auto-etnografía", flotando en el ambiente, podría
asumirse (incorrectamente) que en la actualidad usted podría hacer
etnografía sobre (o "de") usted mismo.
Los ambientes transculturales podrían estar donde está la acción,
pero hoy estos métodos han sido llevados al hogar. Aún para los
antropólogos el ideal de estudio transcultural previo, por lo menos
en una sociedad dramáticamente diferente, sigue siendo una meta
deseable, pero no siempre alcanzable. En ausencia de diferencias
culturales dramáticas, hoy hacemos más diferencias microculturales,
reconociendo con el antropólogo Ward Goodenough, que todos
participamos en múltiples sistemas culturales, que el multiculturalismo
es la "experiencia normal humana". Reconocer que los empleados
del mercado local, del restaurante, de la estación de bomberos
tienen una "cultura" propia hace que de alguna manera le falte el
aspecto dramático sobre la clase de perspectiva que una Margaret
Mead o Branislaw Malinowski -o Indiana Jones- podrían tener de
su trabajo.
Nos consolábamos pensando que donde los etnógrafos alguna vez
buscaron lograr que lo extraño fuera familiar, los etnógrafos de
hoy con mayor frecuencia necesitan hacer lo familiar extraño (para
aquellos de ustedes que hicieron el taller, piensen en el problema
para lograr que la directora de la escuela se haga lo
"suficientemente extraña", para que pueda ver su propio "ciclo
anual" diferente al de sus maestras. Así se hace "extraño" lo
"familiar")

3. La etnografía es comparativa. Si se supone que la etnografía es


comparativa, ¿qué es aquello que usted supone debe comparar? La
comparación transcultural fue en un momento la pauta a seguir.
De hecho, en la época de la antropología de escritorio, cuando
los diálogos se basaban en los informes de primera mano de
alguien, tales como los misioneros o los aventureros, se hacían
comparaciones interminables de personas con quienes estos
académicos no tenían una experiencia de primera mano.
Este tipo de comparación pasó de moda hace años, y precisamente
la forma en que hacemos y empleamos hoy la comparación, me
desconcierta. Yo aconsejo a los investigadores de campo hacer el
mínimo de comparaciones posibles. Las comparaciones tienden a
alejar nuestra atención de lo que se observa. En sí misma la
comparación puede volverse interminable y torpe.
En la antropología norteamericana se hace con frecuencia una
distinción entre etnografía y etnología. Etnografía es la descripción
de la forma de vida de un grupo humano, etnología es la
comparación de dos o más grupos diferentes. Su tarea como
etnógrafo es hacer una descripción cuidadosa, por lo menos hasta
que usted vaya a dirigir su segunda o tercera investigación; o a
estudiar un grupo durante un período largo como tienden a
hacerlo los etnógrafos británicos.
Considero que en la investigación cualitativa se le da mucho
crédito a la comparación, especialmente a las comparaciones en la
escala de lo que puede hacer un estudiante que realiza una tesis
de maestría o una disertación doctoral con orientación descriptiva.
Con mucha frecuencia he presenciado cuando a los estudiantes se
les anima para que "aumenten sus números", es decir hacer dos,
tres, cinco casos "pequeños" en lugar de restringir sus observaciones
a un sitio estudiándolo en profundidad. La creencia es que esto
hará el estudio más sólido o más específico. Pero lo que ocurre
es que esos números mayores actúan como denominadores; reducen
el tiempo que se puede dedicar a cada caso individual. Si usted
elabora tres "pequeños" casos, cada uno recibirá un tercio de la
atención del tiempo que usted dedicaría si se hubiera enfocado en
uno solo. Esto estaría bien si quiere observar un rango de
prácticas posibles - pero dónde va a dar el contexto si usted
realmente está dirigiendo una sola investigación, ¡La etnografía no
es la mejor manera de dirigir una investigación!
Cuando llega el momento de comparar, como inevitablemente ocurre,
así usted trate de resistirse, puede guiarse por Clifford Geertz,
quien aconseja observar la "relación sistemática", antes que caer en
la tentación de investigar simplemente las similitudes y las
diferencias.
Aquí estoy, tratando de explicar una tradición que exhorta a ser
holístico, transcultural y a comparar pero que más bien resulta con
preguntas en relación a si estos atributos forman parte de los
fundamentos sólidos en los cuales se basa la etnografía
contemporánea. Existen entre éstos un número deseable de rasgos
encontrados con frecuencia en la etnografía, aunque no son
atributos básicos. Su importancia parece disminuir a medida que la
investigación etnográfica se adapta a las circunstancias actuales. Nos
gustaría hacerles seguimiento, pero no siempre podemos adaptarlos.
Para continuar examinando la lista:

4. La etnografía reporta experiencia de primera mano. Bien,


finalmente aquí hay un rasgo característico de toda etnografía: la
presencia del etnógrafo en la escena que se está reportando.
Virtualmente esto es un imperativo! Excepto, por supuesto, en
situaciones donde "estar ahí" es imposible, impráctico, ilegal y
algunas veces sólo inconveniente. Los etnógrafos con frecuencia se
van a extremos para "estar allí", pero uno puede fácilmente pensar
en límites dentro de los cuales se sienta satisfecho con los datos
de una entrevista y no insistir en la observación de primera
mano. Me vienen rápidamente a la mente los estudios sobre la
vida en prisión o de la prostitución, pero aún para los
etnohistoriadores no hay manera de llegar al pasado, excepto a
través de la memoria cultural de los informantes ancianos. Podemos
mirar esto como cambios recientes de los eventos, con etnógrafos
que conducen su carro a los sitios de estudio temprano en la
mañana, o aún tomando el metro. Sin embargo, de Franz Boas, el
llamado padre de la antropología americana, se dice que esperó
impacientemente en su cuarto de hotel en Port Ardí, en British
Columbia, Canadá, para que sus informantes kwakiutl, aparecieran, o
fumando cuando no cumplían las citas. ¡Eso fue hace más de 100
años!
Y aún si usted está ahí -en el sitio y en persona- su presencia
difícilmente garantiza la exactitud y la totalidad de sus datos. Usted
no puede estar en todas partes al mismo tiempo.Sus propios
sesgos limitan y distorsionan lo que observa, y su sola presencia
hace exigencias sobre su tiempo y energía, porque implica hacer
arreglos para comer, dormir y atender las necesidades personales, y
también alejarse de las personas que usted está estudiando, para
mantener su propia perspectiva. Si usted viaja todos los días a su
sitio de origen puede perder algo de la visión holística que se
desea tener; pero si vive en el mismo lugar, invariablemente estará
importunado por alborotos y pequeñas envidias; simplemente porque
donde quiera que esté, usted no puede estar en otro sitio.
La idea de estar ahí representa una visión idealizada y romántica
de cómo debe dirigirse el trabajo de campo, algo que
consideramos altamente deseable, pero con frecuencia poco práctico,
especialmente en nuestro caso. El tiempo simplemente puede limitar
la posibilidad de estar ahí, y es posible que no haya ningún
"ahí", por ejemplo, cuando se estudian las comunidades sin una
interacción cara a cara, tal como lo hacen los corresponsales del
correo electrónico, los radio-aficionados o las personas que se
atraen sexualmente por teléfono.

5. La etnografía se desarrolla en ambientes naturales. Es


completamente cierto que los etnógrafos no se imaginan los
ambientes o situaciones que estudian, pero no es tan fácil
determinar exactamente qué constituye un ambiente "natural".
Escuelas, hospitales, prisiones, oficinas, fábricas, todos son ambientes
lo suficientemente comunes para parecernos "naturales" Sin embargo,
alrededor de ellos hay algunas cualidades no naturales. Posiblemente
los ambientes naturales son ellos mismos parte de la memoria
cultural, como eran las cosas en los "viejos tiempos" que son
idealizadas al confrontarlas con la realidad presente.
Tenemos que decir que existe una preferencia por estudiar las
cosas en su estado natural, pero elegimos ambientes que nosotros
como etnógrafos no manipulamos, ni podemos controlar. Algunas
veces deseamos poderlos controlar, mantener al margen las
influencias externas (como nosotros) y que permanezcan en su
condición original. Nuestros esfuerzos al respecto son algunas veces
transparentes como cuando escribimos acerca de la gente como si
tuvieran poco a ningún contacto con el "mundo exterior", o
escribimos acerca de ellos en tercera persona, lo que sugiere que
ni siquiera nosotros mismos estábamos ahí para estudiarlos.

6. La etnografía requiere conocimiento íntimo y prolongado. El


saber exactamente qué constituye una relación íntima en el trabajo
de campo, y por cuánto tiempo debe sobrevivir una relación para
calificarla como "prolongada" parece que nunca hubiera sido
considerado cuando se discuten los criterios para el trabajo de
campo. Así que éste atributo es algo así como una abstracción.
Sin embargo, tiene un marco de satisfacción. Posiblemente, en
comparación con otros estilos de investigación, podríamos llegar a
pensar que los etnógrafos son simplemente "mas" amigables, sus
amistades "más" prolongadas, que aquellas de cualquier otro tipo de
investigación social. Como descripción general y expresado
comparativamente eso es correcto.
Pero los términos no son fácilmente operativos. ¿Qué tan íntimo
es lo íntimo?, volúmenes recientes referentes al sexo y al
trabajador de campo, con títulos como Tabú (Kelick y Wilson, 1995)
o los dos volúmenes complementarios (de Lewin y Leap, 1996 y
2002) Afuera en el campo y Fuera de la teoría, están
cuestionando esto? ¿Es la intimidad en sí misma necesariamente
deseable, siendo así que la amenaza de la traición ronda en todo
informe etnográfico, revelando cosas contadas confidencialmente o
reportando descuidadamente algo que incomoda a quien lo dijo?.
Además, no todos los etnógrafos manejan bien la intimidad o
tienen el deseo de llegar a la intimidad de los participantes.
Pueden sentir temor de perder la objetividad que profesionalmente
se sienten obligados a mantener. También les pueden estar faltando
habilidades sociales propias.
La permanencia en el campo es con frecuencia una espada de
doble filo. El tiempo de permanencia, en sí mismo, no es garantía
de un mejor trabajo de campo. Parecería razonable asumir que los
trabajadores de campo son tan aptos para prolongar su estadía
como para salir muy pronto. En cierto sentido, mientras más
tiempo permanezcan, tienen un mayor chance de forzar la relación
y antagonizar con alguien, o dar un gran traspiés. La desconfianza
es mucho más fácil de lograr que la confianza. Como su propósito
es recolectar información, la mayoría de los trabajadores de campo
"hacen su mejor papel", por lo menos durante un tiempo. Pero
mientras más tiempo se permanezca, menos posible será "mantener
la máscara" o jugar sólo el rol de investigador. Posiblemente la
mejor manera de lograr una relación a largo plazo es permanecer
un período amplio, no continuo, lo que se logra con visitas
intermitentes. Esto es posible en el transcurso de una carrera. Sin
embargo, este no es el tipo de consejo que uno desearía escuchar
cuando empieza a trabajar. La atención está dirigida al tiempo
mínimo necesario. Pero cuando estas preguntas se vuelven un tema
candente, debemos preocuparnos por dirigir nuestros esfuerzos a
recortar la práctica etnográfica. Cómo responde usted la pregunta:
"¿Qué tan corto puede ser un estudio de largo plazo?".

7. La etnografía no es evaluativa. Se aconseja al etnógrafo no


precipitarse en sus juicios. Pero es difícil guardarse los juicios aún
bajo la apariencia del aprendizaje acerca de cómo vive la gente.
Nosotros estudiamos al Otro sin intención irrespetuosa, pero sufrimos
con lo que siempre surge como la posición privilegiada del
observador. Cambiamos nuestro lenguaje: ahora nosotros estudiamos
con usted, tenemos cuidado de no llamarlos nuestros sujetos.
Tampoco queremos llamarlos nuestros informantes, aunque ustedes
nos informan Incluso nuestra posición relativista se ha vuelto
relativa. A medida que surge la ocasión para que los etnógrafos
acepten las asignaciones específicas de regular o evaluar, súbitamente
admitimos que después de todo somos adictos a las evaluaciones.
Simplemente reivindicamos aproximarnos a tales asignaciones de otra
manera, con el enfoque de tratar de comprender lo que es en
lugar de lo que debería ser. Y nos acercamos a nuestros estudios
sin malicia. Pero ciertamente no quisiéramos ser dejados por fuera
si la evaluación ocurre donde está la acción. Independientemente de
la posición profesional esperada, es de la naturaleza humana tener
preferencias, aunque no es una buena idea revelarlas. Los
etnógrafos han encontrado una forma de resolver el dilema
contrastando ser objetivo con ser neutral, tomando la posición de
que uno no necesita ser neutral para ser objetivo. En síntesis,
hacemos juicios, si eso es lo que se quiere, no los hacemos si
eso es lo que se desea. "Juicios diferidos" parece un rótulo
cómodo, convenientemente impreciso, probablemente tan cercano del
trabajo de campo como uno quiere que esté sosteniendo la torta
y también comiéndosela.
8. La etnografía básicamente es descriptiva. La mejor manera para
no ser evaluadora es ser altamente descriptiva, atender a lo que
es, y lo que quienes están en el medio hacen de ello,mejor que
preocuparse con lo que está mal o con lo que debería ser. Pero
la descripción es interminable. Margaret Mead y Branislaw
Malinowski, dos de nuestros más sobresaliente ejemplares, han sido
acusados de "descripciones sin objeto" y cualquiera que haya
tratado de ofrecer una descripción completa de algo, reconoce que
potencialmente es una actividad sobre la cual no se tiene control.
Una descripción minuciosa es mejor que una superficial, pero,
¿cuándo es suficiente? Y si podermos darnos cuenta de esto
considerando que contextualizar es uno de nuestros fuertes,¿qué tan
lejos podemos llegar, a qué nivel de detalle, teniendo en cuenta
que la atención que le dediquemos al contexto nos distrae del
enfoque?.
Además, un llamado a la descripción implica, de alguna manera,
un acto puro, porque cuando describimos nos liberamos de los
juicios o de ideas preconcebidas. Sin embargo, como lo observó
alguna vez William James, - usted no puede siquiera coger piedras
en un campo sin una teoría- La descripción requiere que se hagan
elecciones - qué se va a describir, en qué nivel de detalle,
mientras que algo es ignorado o descrito con menos detalle.
Algunas veces se refieren a la descripción pura como ligera, como
una "percepción inmaculada". La etnografía enfatiza en la descripción,
pero cuando usted se encuentra "haciéndola", puede sentirse
sorprendido de lo inseguro que se siente, y lo imposible que
puede volverse hacer una descripción pura o completa.
Al mismo tiempo, usted termina con más descripción de la que
puede incluir. Y mientras más completa está, más posibilidades tiene
de dejar descubiertos temas considerados personales y privados. Así,
que mientras más conoce, mayor es el problema que puede tener
para decidir qué necesidades reportar, qué puede omitirse, y
definitivamente qué debe omitir. Después de todo la "descripción
básica" no es un camino fácil de seguir.

9. La etnografía es específica. Clifford Geert considera como


"microscópica" la descripción etnográfica, dicho llanamente: "no hay
ascenso a la verdad sin un descenso correspondiente a los casos".
Otra fortaleza que puede convertirse en debilidad. Nuestros casos
son sencillos, "¿qué puedo aprender de un solo caso", nos
preguntamos repetidamente. Pasaron años antes de que yo
entendiera claramente la respuesta, "todo lo que podamos". No
obstante, nuestras generalizaciones son siempre dudosas, nuestros
esfuerzos en la teoría son saltos gigantescos desde lo que
observamos en nuestra interacción cotidiana hasta las descripciones
universales de la conducta humana. En los esfuerzos por permanecer
relevantes en el tiempo, uno escucha actualmente que hay
antropólogos cuya especialidad es la "etnografía del estado". A mí
me parece un esfuerzo curioso en ambas vías. Siento mayor
consolación con las palabras de Geertz acerca de esa consideración:
"no es necesario conocerlo todo para poder entender algo".
Pienso que la solución para los etnógrafos, y para los científicos
sociales de toda clase, fue resumida hace más de 50 años por
Clyde Kluckhohn y Henry Murray en su colección denominada
Personality in nature, society and culture cuando escribieron, con el
lenguaje de la época: Cada hombre es en ciertos aspectos:
a. Como todos los hombres.
b. Como algunos otros hombres.
c. Como ningún otro hombre. Lo que decían acerca de los
individuos es cierto tanto para las micro culturas como para
culturas nacionales. Ser particularista parece "natural" para la mayoría
de los etnógrafos, pero no todos los etnógrafos son iguales, y
tampoco lo son sus etnografías. Algunos se aproximan a su grupo
de estudio como si no hubiera individuos, sólo "gente" que parece
actuar al unísono; mientras otros construyen sus relatos alrededor
de un solo individuo a través de la historia de vida antropológica
o de una "autobiografía etnográfica".

10. La etnografía es flexible, adaptable. Si no podemos lograr que


la etnografía se mantenga quieta, posiblemente podemos recomendar
que sea flexible y adaptable.
Y verdaderamente lo es. Desde la perspectiva del etnógrafo, lo que
puede ser una de sus mejores características es que le permite a
él o ella aprovechar cualquier oportunidad que surja. A esto lo
llamamos serendipidad.
Pero una aproximación tan flexible y adaptable deja una seria duda
acerca de cómo proceder. No se desconoce entre las filas de los
antropólogos - los menos conocidos, me apresuro a agregar - que
algunos están tan impresionados con las posibilidades ilimitadas de
las cosas que pueden ser estudiadas que prácticamente nunca llegan
a estudiar algo Pero aún en el caso de quien encuentra riqueza
de oportunidades dondequiera que esté, nunca queda bien claro
para las personas ajenas al ambiente, con qué va a salir el
etnógrafo.
Si usted contrata un etnógrafo para trabajar en un proyecto, o
envía un estudiante durante un año a hacer trabajo de campo,
nunca estará seguro de cuáles van a ser los resultados. Esto hace
que tanto el etnógrafo como la etnografía sean como una carta
incógnita. He visto definida la etnografía como aquello que hacen
los etnógrafos. Cuando usted está empezando un estudio, esta clase
de advertencia es de muy poca ayuda.

11. La etnografía es corroborativa. Una de sus fortalezas es que


usamos múltiples fuentes de datos.Cuando el trabajo de campo es
a largo plazo, esto incrementa la confianza del investigador en su
relato. Nosotros podemos no ser concientes de hasta qué punto
estos relatos dependen con frecuencia de pocos informantes -
posiblemente uno o dos voluntarios que quieren hablar largamente
y responder a nuestras preguntas.
Estas largas estadías en el campo tienen el riesgo de fijarnos a
unos pocos canales para recolectar los datos, y a cerrar, antes
que ampliar, nuestras fuentes de información.
La triangulación parece muy deseable cuando se comenta en un
seminario, pero ¿cómo hace usted para chequear lo que le están
diciendo los informantes sin crearles tensión, o aún rivalidades en
la comunidad, "quién le dijo eso?"
Dependemos de nuestros informantes aunque no queramos admitir
nuestra vulnerabilidad ni tampoco sugerir la fragilidad de lo que
podemos reportar.
Se ha sugerido que nos preocupemos más de que nuestras
afimrciones sean confirmables, pero se podría exagerar la tentativa
en un recuento si usted inicia cada frase recordando que por
supuesto, éste es sólo un detalle en un momento específico en el
tiempo.
Finalmente parece que los lectores son quienes deciden sobre el
"verdadero valor" de nuestros recuentos, evaluándolos como más o
menos exactos en cualidades tales como "validez interna", que no
significa que todo sea "verdad" sino que todo el relato sea
plausible. Como recuerda Paul Kutsche a los antropólogos
principiantes en el trabajo de campo: "Recuerden que ustedes están
construyendo el modelo de una cultura, no diciendo la verdad
acerca de sus datos; existen numerosas verdades"
12. La etnografía es idiosincrásica e individualista. Bien, finalmente
un criterio sólido. Pero difícilmente muestra el camino excepto para
declarar. A largo plazo, tenemos que juzgar cada esfuerzo por sus
propios méritos. No hay un modelo estándar, ninguna manera
absoluta de evaluar todas las etnografías. Y lo que parece cierto
hoy, fue verdad aún "más atrás". Roger Sanjek reporta que en
1927 Margaret Mead quería escribir una segunda monografía más
académica para completar el trabajo que acababa de terminar,
Coming of Age in Samoa, dirigida a una audiencia general. Antes
de empezar, Mead identificó y leyó gran cantidad de lo que hoy
reconocemos como "clásicos" de la etnografía. En sus propias
palabras, "yo reuní una serie de monografías del período... y
estudié su organización" Y lo que la autora descubrió, como lo
dice Sanjek, fue que la "organización" en cada uno de estos
trabajos era única. Cito a Sanjek:
"No había un modelo simple para todos los propósitos, en el cual
sus datos de Samoa pudieran atarse a los resultados de la
monografía.
Cada autor presentó un volumen de materiales, y cada uno estaba
diseñado con una arquitectura interna sobre la cual se sostenía"
Estas dos particularidades, riqueza de detalles etnográficos y un
coherente marco de referencia, continúan animando la "estética"
antropológica.

Margaret Mead había logrado en 1927: no hay una definición para


un propósito general, o un modelo para la etnografía. Un número
de ingredientes generalmente presentes, ninguno de los cuales es
absolutamente esencial, el producto final en cada instancia particular
refleja la única combinación de los ingredientes que lo componían.
La serendipidad me encontró en la feria de verano, y una
deseable y verdadera analogía fortuita se presentó mientras hacía
un recorrido casual por los puestos de exhibición de las panaderías.
Que tal si decidiera hacer la etnografía de los panaderos? El pan
tiene una serie de ingredientes comunes, pero no uno esencial. Es
algo que toma forma en cada instancia de acuerdo con los
propósitos, y de las manos del individuo que lo prepara.
No voy a introducirlos en el arte y ciencia de la panadería, por
lo menos no más allá de explorar la analogía que he presentado.
Nunca he asado un pan. Espero que no encuentren problemas
serios con la analogía, porque estoy seriamente comprometido con
éstas por lo menos en este escrito. Es posible que ustedes se
pregunten por qué quiero explorar la analogía antes que compartir
más con ustedes acerca de la etnografía. No quiero darles la
impresión de que con esta conferencia final, ustedes habrán
escuchado todo lo que se debe saber acerca de la etnografía. (Si
están interesados léanse algunas etnografías).
Pero si entienden la analogía, podrán apreciar por qué los atributos
de la etnografía son un poco ambiguos y cómo incluyen más que
la recolección de datos. Deben entender por qué la etnografía es
más que un método, aunque el método sea parte de ella.
Para hacer pan en la forma como generalmente se elabora
necesitamos levadura, sal, grasa y varios ingredientes denominados
aliños. Estos ingredientes se agregan a las harinas obtenidas de los
granos del trigo y de otras semillas similares, todo se combina en
una masa suave y se le añaden uno o más líquidos adecuados.
Pero si se piensa acerca de esto, observamos que no hay un
ingrediente particular común en nuestros panes, ni siquiera la harina
que parece esencial, obtenida de las semillas gramíneas, dado que
ni el trigo sarraceno ni el centeno, semillas según las considera el
panadero, son de la familia gramínea. Ni un solo ingrediente es
común a todos los panes del mundo.
El etnógrafo en el campo recoge el equivalente a los granos en
forma de pequeñas pepitas de "verdad"o "hechos percibidos",
basados en datos de observación, con frecuencia argumentados con
datos ya recogidos por otros. La etapa de recolección de datos
incluye seleccionar entre lo que está disponible, con algún propósito
en mente, o recolectar lo que esté a la mano para ver qué
puede hacerse con ello. Luego, los granos recolectados, como
pedacitos de datos, tienen que ser escogidos (usted no puede
emplear toda la información recolectada). Algunos son descartados,
separados para su posible utilización en otra ocasión. Lo que debe
utilizarse se refina de acuerdo con el propósito y la preferencia.
Como ciertos panaderos, algunos etnógrafos prefieren trabajar con
materiales altamente refinados (yo los llamo "cuantificadores discretos"
Otros etnógrafos, como otros panaderos, insisten en que los
ingredientes que van a utilizar estén tan cerca como sea posible
de los originales o en estado natural. Ni en la panadería ni en
la etnografía son los materiales en sí mismos, los especiales. Como
lo observa Geertz acerca del último, "no son sus orígenes los que
los recomiendan"

Estos son relativamente comunes, materiales corrientes recolectados de


manera ordinaria en la cotidianidad. Basarse en los hechos es otra
característica destacable de la etnografía. No son los recuentos de
individuos heroícos que llevan a cabo hazañas heroícas, sino de
personas comunes cumpliendo con sus actividades cotidianas. Es lo
que se hace con la materia prima lo que convierte algunos
recuentos en etnografía, otros en biografía y otros en alguna clase
de producto característico de otras ciencias sociales o arenas de
práctica Es lo que alguien hace con el intento explícito de
producir etnografía, lo que logra que la etnografía surja de algunos
recuentos y de otros no.....
Insisto en la analogía. Los granos y otros ingredientes para hacer
el pan se mezclan en una masa, sólo cuando se les agrega el
líquido. Me sorprendí cuando me di cuenta de la gran variedad
de líquidos que pueden usarse: leche descremada, leche entera o
crema, agua, sopa o agua mineral, jugos de frutas, crema agria,
cuajada, café o té, cerveza, cerveza negra, además de las formas
líquidas de otros posibles ingredientes tales como melazas o miel,
mantequilla derretida, mantequilla vegetal o aceite, vinagre, huevos,
etc.
Se me ocurrió que cualquier líquido o líquidos que se le agreguen
hacen posible combinar otros ingredientes secos (esos pedacitos de
datos inanimados) que son son lo que distinguen una aproximación
de la otra. Es decir, todos los investigadores cualitativos obtienen
sus datos de escenas comunes de la vida social cotidiana. Cómo
seleccionamos entre combinar y darle forma a estos datos, es lo
que hace la diferencia. Esa selección y forma se logra en las
manos del investigador individual. La variación no es tanto una
consecuencia de los datos en sí mismos, sino de cómo se
combinan con la adición de algo que los enriquece lo que les
permite cohesionarse. .
Para el etnógrafo, al menos en Estados Unidos, estos datos se
trabajan como masa cohesionada con la adición del concepto de
cultura. La cultura no está "ahí esperando modestamente ser
descubierta", es algo que el etnógrafo agrega porque es una forma
de lograr que los datos sean manejables. (En contraste, los
etnógrafos británicos tradicionalmente han logrado resultados
comparables con la estructura social, y por supuesto, los americanos
sentimos que no funciona demasiado bien).
En un sentido técnico el antropólogo Ward Goodenough afirma que
el antropólogo "atribuye" cultura o estructura social a un grupo.
Otros científicos sociales que trabajan en disciplinas relacionadas
tienen sus conceptos preferidos para hacer un "enlace" en sus
recuentos. Pueden agregar una o dos alusiones de cultura, así
como los etnógrafos extraen conceptos utilizados predominantemente
por otros científicos sociales, tales como "institución" en sociología.
Pero si el producto final va a ser etnografía, "cultura o algún
concepto equivalente tal como estructura social, perspectiva global ,
o la interesante noción de Jean Lave, de "comunidad de práctica",
tienen que estar ahí. Los datos obtenidos de las fuentes cotidianas
por economistas, historiadores, sociólogos, etc, agregan los conceptos
que caracterizan sus disciplinas.
Ellos agregan los mismos conceptos que usan sus colegas con el
fin de obtener resultados comparables. Y les dan la información y
la forma que esperamos en las diferentes arenas de la práctica.
Aunque hay panes de elaboración rápida y rápidos etnógrafos,
ordinariamente esperamos que la masa atraviese unas serie de
etapas. En su desarrollo el recuento, como la masa, tiene que
estar bien prensado para que no quede llena de huecos agujeros.
La analogía invita a una multitud de comparaciones. Lo que deseo
enfatizar es que el etnógrafo agrega algo que hace un estudio
etnográfico, el investigador del interaccionismo simbólico,
fenomenológico o feminista agrega algo diferente que aparece en
resultados ligeramente diferentes y así sucesivamente. Sus recuentos
están salpicados de compasión, humor, introyección, para adaptarse a
los gustos de sus múltiples audiencias.
Uno no tiene que recibir entrenamiento formal como panadero para
asar un pan; ni tiene que hacer un entrenamiento formal en
etnografía para hacer etnografía; pero sí necesita una buena idea
de los ingredientes comunes, las posibles sustituciones, los aliños, la
aceptación del rango de variación, y otros, y una idea clara de
cómo debe aparecer el producto final.
La valoración final está reservada para el producto final. Existen
panaderos al estilo antiguo y etnógrafos antiguos (como yo) que
tienden a aferrarse a las viejas formas de ensayar verdaderas
recetas, el tratamiento estándar. Existen otros a quienes les gusta
experimentar o empujar los límites. Con frecuencia las líneas se
trazan entre generaciones. Los mayores se quedan fijos en su estilo
y denigran de nuevas tecnologías que parecen ignorar el carácter
constructivo de cualidades asociadas con el estilo antiguo, tal como
la máquina que mezcla los ingredientes del pan o los programas
de computador para acelerar el procesamiento de datos.
Tradicionalmente las etnografías han sido, y hasta donde las
circunstancias lo permiten siguen siendo caracterizadas como estudios:
• Holísticos • Transculturales • Comparativos • Basados en
experiencias iniciales • Conducidos en ambientes naturales •
Resultado de conocimiento íntimo y prolongado • No evaluativos •
Básicamente descriptivos • Específicos o "particulares" • Flexibles y
adaptables • Corroborativos • Idiosincrásicos e individualistas
Sin embargo, ninguno de estos atributos parece ser indispensable, y
satisfacerlos todos no asegura la etnografía. La persona que hace
etnografía debe tener un sentimiento hacia aquellos ingredientes que
son apropiados para lograr el propósito y tener una idea general
de las expectativas y limitaciones.
Es la apropiación de los datos lo que permite que el recuento
sea cohesivo y tenga la esencia de la etnografía. Es con algo que
el etnógrafo pone dentro, no con pedazos exóticos de datos, como
se combinan los elementos en un todo coherente, es permitiéndoles
reposo y actividad, volviéndolos a trabajar y finalmente dándoles
forma satisfactoria e identificable. Trabajo de la mente, no trabajo
de campo.
Yo empecé buscando un grupo absoluto de atributos. Aquellos que
identifiqué eran habituales, no inviolables. Es así como los datos
son suavizados y trabajados en una masa cohesiva, eso es lo que
tiene que agregarse para que se logre el resultado propuesto. El
antropólogo Paul Bohannan lo resumió con la observación "sin un
etnógrafo no hay etnografía" Cualquiera puede tomar prestadas las
técnicas de investigación, y todos nosotros obtenemos nuestros datos
de la experiencia cotidiana, tanto de la nuestra como de la de
los demás.
Los resultados están cerca de producir etnografía cuando un
investigador se propone crear etnografía y tiene una idea clara de
aquello en lo que está comprometido.

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