• "Los aspectos de las cosas que nos son más importantes —anotó
Wittgenstein (1953)— nos están ocultos por su simplicidad y
familiaridad. (Uno es incapaz de advertir algo porque lo tiene siempre delante de sus ojos)". Pasa esto con muchas cosas de la vida, pero quizá en especial pasa esto con nuestra facultad lingüística. • La reflexión sobre el lenguaje, sobre la diversidad de lenguas, sobre las diversas formas de expresión humana, se encuentra presente de una manera u otra en la mayor parte de los testimonios escritos que conservamos de la Antiguedad. • Concretamente, el nombre de "Filosofía del Lenguaje" para referirse a un área especializada de la filosofía no se hizo habitual hasta después de la Segunda Guerra Mundial. • Suele considerarse que uno de los rasgos más característicos del siglo XX ha sido lo que Gustav Bergmann denominó el giro linguístico de la filosofía (Rorty 1990). • El giro linguístico de la filosofía se caracteriza tanto por la concentración de la atención en el lenguaje como por la tendencia a abordar los problemas filosóficos a partir de la forma en que aparecen en el lenguaje. • Es cierto que el replanteamiento en términos linguísticos de algunos de los problemas tradicionales de la filosofía con la pretensión de aclararlos o incluso de disolverlos, llevaba implícito en muchos casos la convicción de que buena parte de aquellos problemas eran espejismos o engaños tendidos por las propias palabras. Sin embargo, vale la pena resaltar que los filósofos de nuestro siglo no han creído ingenuamente que los problemas que desde siempre habían preocupado a los seres humanos fueran "problemas de palabras", sino que más bien pensaron que la causa de que hasta entonces no hubieran podido ser resueltos se encontraba en buena medida en que no habían podido ser formulados con exactitud y claridad. • El origen de este giro se sitúa comúnmente en los trabajos del matemático alemán Gottlob Frege (1848-1925), quien aspiraba a encontrar un lenguaje conceptual que expresara perfectamente la estructura de los razonamientos de la matemática. Frege estaba convencido de que hay un paralelismo entre pensamiento y lenguaje, de que el lenguaje es, por así decir, la expresión sensible del pensamiento. • A Frege le interesaba el pensamiento, no tanto el lenguaje en sí mismo; se preocupó del lenguaje en la medida en que afecta a la expresión del pensamiento para eliminar todos aquellos elementos del lenguaje que resultaban irrelevantes o incluso eran engañosos para la expresión genuina del pensamiento. Su estrategia para analizar el pensamiento fue la de analizar las formas de su expresión lingü.stica y es aquella estrategia la que finalmente se convirtió en la marca distintiva de la filosofía analítica (Dummett 1991). • En las primeras décadas del siglo XX muchos filósofos y científicos centraron su atención en el análisis lógico del lenguaje en busca de un esclarecimiento de su estructura significativa. El movimiento positivista cuajaría en los años veinte y treinta de nuestro siglo en el Círculo de Viena, alrededor de Moritz Schlick. Al disolverse el Círculo en 1938 tras la anexión de Austria a Alemania por parte de Hitler, sus miembros huyeron a Inglaterra y Estados Unidos, donde a lo largo de los años cuarenta y cincuenta lograrían un extraordinario influjo en el ámbito de la filosofía académica. Los miembros del Círculo estaban persuadidos de que el estudio del significado lingü.stico era el punto de partida adecuado para una "filosofía científica". Con este esclarecimiento se lograría de una vez por todas el encaminamiento científico de la filosofía que pondría término a las estériles e inacabables disputas de los filósofos (Schlick 1981) • A lo largo de las dos últimas década, Richard Rorty, como representante americano de la postmodernidad, criticó duramente la filosofía académica, abogando por su disolución en la literatura o en la conversación general de la humanidad. • En realidad, desde finales de los setenta y principios de los ochenta la filosofía del lenguaje dejó de ser considerada el saber propedéutico para abordar las cuestiones centrales de la filosofía, y pasó a ser considerada más bien como una disciplina metodológica o instrumental de la reflexión filosófica, o en algunos casos como aquel saber filosófico cuya misión es la de articular los mejores resultados de las ciencias particulares del lenguaje. En este sentido se confía en que la filosofía aporte su peculiar naturaleza reflexiva a las diversas ciencias especializadas del lenguaje y la comunicación que tuvieron un formidable desarrollo en el siglo XX.
Cassirer, Ernst. Filosofía de las formas simbólicas. Vol. I. Cap. 1: «El problema del lenguaje en la historia de la filosofía».
• La cuestión sobre el lenguaje es tan antigua como el cuestionamiento
humano por la realidad que lo circunda. Cuando el hombre empieza a reflexionar sobre la totalidad del mundo, todavía la palabra y la realidad a la que ésta se refiere se presentan como indistinguibles. Cassirer piensa, a partir de este hecho, que el lenguaje es condición de posibilidad de la reflexión temática sobre el mundo. • Ésta, que ha sido denominada «concepción mítica» del lenguaje, es anterior a la filosofía e implica elementos mágicos en la medida en que supone que la esencia de cada cosa es idéntica a su nombre. Se postula la identidad entre la palabra y la cosa. • Pero esta relación entre instancias individuales que representa la concepción mágica del mundo y el lenguaje, pronto se vuelve, a su vez, objeto de reflexión. Es decir, en cuanto se intenta comprender la naturaleza de esta actividad mágica (vinculante de entes singulares), se alcanza un nuevo grado de universalidad en la reflexión sobre el lenguaje. • Y es que, considerada en su formalidad/funcionalidad, la concepción mítica del lenguaje plantea la necesidad de hallar y/o reconocer constantes universales (permanentes) en cada una de las instancias individuales a las que se refieren, dando paso a la configuración de una idea del habla como totalidad. • Esta concepción es recurrente en la reflexión religiosa de las diversas culturas y regiones. Siendo en Grecia Antigua donde la caracterización mítico/religiosa da paso a las primeras formulaciones filosóficas. Estamos ante la configuración del poder del logos. • En la versión de Heráclito, el logos es increado y gobierna el cosmos como principio caótico de la realidad. Desde este momento la totalidad que toma papel central en la reflexión sobre el mundo se refiere a la legalidad introducida a través de este logos en el mundo. • La confrontación entre la legalidad universal y la contingencia del mundo es reproducida en el lenguaje empleado por Heráclito, que no sin razón ha sido catalogado como «obscuro». Encontramos quizá por primera vez planteada, aun que sea «empíricamente», la relación indisociable y mutuamente condicionante entre el lenguaje y el conocimiento. • La idea heracliteana según la cual el lenguaje (y, por tanto, el pensamiento) es capaz de acceder al ser con mayor plenitud en la medida en sus limites son forzados hasta el punto de evidenciar su provisionalidad ha reaparecido con cierta regularidad en la historia de Occidente (Sofística, Mística, Hegel…), pero casi siempre vinculada a la poética (Beckett). • A partir de Heráclito, sin embargo, esta intuición obscura aunque unitaria se fragmentó. El pensamiento filosófico a partir de Platón enfatizó en la parcialidad de la palabra mientras que la vertiente sofística insiste en la multivocidad (en última instancia indiferenciada) de la misma. • En Platón la reflexión sobre el lenguaje es una constante y presenta un movimiento de evolución identificable en el transcurso de maduración de su pensamiento; que pasa de la confianza ingenua del Cratilo a la reserva de la Carta VII. • El Sócrates que nos presenta Platón puede ser comprendido en clave lingüística. El empeño socrático de los diálogos por la búsqueda de la esencia tiene su correlato en la búsqueda de la definición unívoca. • En el Cratilo se derrumba la tesis de la correspondencia natural entre palabra y ser, pero sólo para exigir como explicación fundadora la dialéctica que conduce a la idea. Es solamente la renuncia a la confianza ingenua. Nombre e imagen son insinuaciones de la realidad de las ideas. Platón inauguraba así, para siempre, la comprensión de lenguaje en cuanto representación. • Pero la separación entre pensamiento y palabra es frágil. Tan pronto como en el pensamiento de Aristóteles «las categorías representan las más universales relaciones del ser que, en cuanto tales, significan al mismo tiempo los géneros supremos de la predicación». La especulación lógica y gramatical parecen condicionarse mutuamente. • La misma "prueba" para sustentar el principio que cimienta todo el sistema del pensar aristotélico tiene una clara raigambre ligüística. Así lo entenderán también los medievales. • Los progresos incomparables que el Renacimiento logra en la ciencia natural a partir del método matemático, llevan a pensar a los filósofos de la época que la esencia del lenguaje debe ser aclarada y sistematizada echando mano del mismo método. Aparece entonces la idea del lenguaje como codificación del pensamiento. • De acuerdo con esta concepción naturalista del lenguaje retomada por Locke, las lenguas son códigos útiles para hacer públicos estados subjetivos. El lenguaje es espejo de la mente. Sólo de manera secundaria el lenguaje se convierte en un medio de representación del mundo externo. (Modelo RP; PL) • La versión cartesiana añade una precisión: los estados internos son también de naturaleza lingüística y alcanza su desarrollo más extremo en el proyecto leibniziano de la Característica Universal. • En efecto, de acuerdo con Descartes el conocimiento del mundo consistiría en desentrañar su estructura matemática subyacente de tal modo que, a partir de un número reducido de elementos y de las reglas que establecen las combinaciones posibles entre esos elementos, sería posible conocer la totalidad de lo real. • Este modo de plantear el problema fue llevado al estudio del conocimiento y al proyecto de constitución de un lenguaje universal como condición de realización del conocimiento. Sin embargo, en la medida en que el lenguaje es un reflejo de las ideas, Descartes se da cuenta de haberse visto conducido a una paradoja: para fundar la lengua universal es necesario partir del conocimiento realizado del mundo, pero esta lengua universal es una condición indispensable para ese conocimiento. • Pensadores posteriores intentan, sin mayor éxito, la realización del proyecto cartesiano ignorando la paradoja hasta que Leibniz retoma la idea de la lengua universal y le da una nueva dimensión. Piensa que el otorgamiento de los signos universales se realiza en paralelo al análisis de las ideas. • Pero el proyecto de la característica universal de Leibniz se refiere a toda realidad simbólica y en el se pierde la especificidad del lenguaje humano.
• Otra línea de pensamiento en los intentos de explicación del lenguaje es
el Empirismo: el lenguaje es, ante todo, un medio de conocimiento (igual que en el racionalismo de Descartes y Liebniz). • Locke ve en el lenguaje la confirmación de su concepción de la realidad y su relación con el conocimiento. Todo conocimiento es reductible, si es analizado, a su origen sensible. Las ideas universales se convierten en palabras universales. • Los nombres son signos de los conceptos pero ahora la que está rota es la relación R-P. • Las definiciones pasan a ser así sólo perífrasis de los nombres de las cosas, desvinculados de su existencia y/o su constitución ontológica. • Se parece a Leibniz: “las palabras son reflejo de las ideas”. Pero se ha modificado radicalmente la idea de “idea”. • La explicación de la objetividad y veracidad del lenguaje se complica en la visión empirista. • Para Berkeley, la universalidad es una rasgo de falsificación que se introduce en el conocimiento por la palabra. Verdad y falsedad pasan a ser predicados de las palabras y ya no de lo real. • Sin embargo, no todos los caminos del empirismo conducen a Berkeley. El empirismo inauguro una forma de enfocar el problema del lenguaje que no se preocupaba sólo por definirlo en su universalidad, sino que se interesaba especialmente por la individualidad, por los lenguajes particulares. • El estudio de las diversas lenguas y sus estructuras se convierte en el medio para especular cómo habrían de ser las estructuras lingüísticas universales, pero también para conocer a las diferentes culturas a través de sus lenguas. • Sin embargo, la insistencia sobre el genio (momento espontáneo de creatividad) de las lenguas particulares pronto pone sobre la mesa una nueva cuestión: la cuestión de la traducción. • A través del genio la actividad del artista vuelve a aproximarse a la de la divinidad creadora. • De donde derivan pronto la noción de genio o espíritu de la las lenguas. Cada lengua tiene su propio genio • Teoría energética del lenguaje: como el arte, el lenguaje no es sólo obra sino también forma activa, energeia.
• Tanto racionalista como empiristas explican el lenguaje en clave
teorético-cognoscitiva; sin embargo no debe olvidarse que en sus orígenes el lenguaje parece haber sido un signo de los afectos y emociontes del pathos. De ahí Vico y su “teoría del sonido natural” que tiene la virtud de esbozar cómo sería un teoría completa del lenguaje que no sólo apunta a su idealización sino a su modificación a partir de elementos prerreflexivos. • Los filósofos del Romanticismo alemán encabezan la primera gran reacción contra la visión del lenguaje que se remonta a Descartes. El lenguaje no sólo es la fase de exteriorización del pensamiento sino que juega un papel fundamental también en su constitución. No puede haber pensamiento sin lenguaje. • Johan George Hamman pan lomismo del lenguaje: el lenguaje es reflejo de la visa y sabiduría divina y sólo puede ser comprendido desde un más allá de la razón. • Herder: es verdad que todo lenguaje tiene origen en la sensación y sentimiento pero esto es sólo la mitad de la explicación. La forma interna del lenguaje, su forma espiritual, se explica a partir de la índole fundamentalmente reflexiva de nuestras sensaciones y nuestra vida espiritual en general. • Humboldt: la diversidad de las lenguas no estriba sólo en una diversidad de sonidos sino en una diversidad de modos de entender y representar el mundo. La objetividad lingüística es una meta y no un punto de partida. De aquí l a posibilidad del nacimiento de la Lingüística. Es también un pensador que reacciona contra la concepción cartesiana del lenguaje en la medida en que el lenguaje no es concebido como la expresión de una realidad independiente sino como «órgano formador del pensamiento». • El nacimiento de esta disciplina está marcado por la aplicación del concepto de organismo al estudio del lenguaje. • Scleicher: significación y relación. Si las lenguas son seres naturales, deben ser estudiadas con métodos de la ciencia natural. Nos encontramos a un paso de la comprensión de la lingüística en términos de ciencia natural. En el lenguaje, realidad natural, se conjugan naturaleza y espíritu.