Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Por
*
JUAN SEBASTIÁN VERA SÁNCHEZ
Investigador post-doctoral
Derecho penal y procesal penal
Universidad de Barcelona
Revistas@iustel.com
ABSTRACT: This essay relates to the disadvantages from individual value of warrant about
inculpatory facts in trial. Thus, it is posible to note the importance of alternative facts (defense)
when evaluating the evidence in decisión-making process.
*
Doctor en Derecho Universidad de Barcelona. Master en Derecho penal Universidad de
Barcelona/Universidad Pompeu Fabra. Master en Criminología y Sociología jurídico-penal
Universidad de Barcelona. Investigador post doctoral Departamento de Derecho penal y
Departamento de Derecho Administrativo y Procesal, Universidad de Barcelona. E-mail:
juansverasanchez@gmail.com. Quisiera expresar mi gratitud a los profesores Dra. Mirentxu
Corcoy Bidasolo y al Dr. Jordi Nieva Fenoll por sus importantes comentarios para este trabajo.
RGDPR
1
En este sentido, GASCÓN ABELLÁN, Marina, Los hechos en el Derecho, 2ª edición, Marcial Pons.
Barcelona, 2004, p. 7. La autora explica (Ibid) que el conocimiento de los hechos en sede judicial
se ha considerado incontrovertible, debido a una gran confianza en la razón empírica que hace
innecesaria la argumentación: “Los hechos son evidentes, y lo que es evidente no necesita
justificación; incluso si tal evidencia se ha obtenido «indirectamente», mediante una metodología
inductiva”. Sin embargo, concluye que esta aseveración debe ser matizada.
2
Cfr. TARUFFO, Michele, Simplemente la verdad: el juez y la construcción de los hechos. Marcial
Pons. Madrid-Barcelona, 2010, p. 185; EL MISMO, “Consideraciones sobre la prueba y motivación”,
en Andrés Ibañez/Caudau Pérez, Consideraciones sobre la prueba judicial. Fundación Coloquio
jurídico europeo de Madrid. Madrid, 2009, p. 23.
3
FERRAJOLI, Luigi, Derecho y Razón. Editorial Trotta. Madrid, 1995, p. 139.
2
Vera Sánchez - ¿Son importantes las hipótesis alternativas para valorar la prueba de los hechos imputados en
el juicio penal?
4
Vid., TARUFFO, Simplemente cit., p. 99, donde desarrolla, precedido de un apartado dedicado al
análisis del retorno a la verdad, que la distinción entre verdad absoluta y relativa es inútil. Agrega
que: “Siendo evidente que la Verdad con mayúsculas, es decir, la verdad absoluta, no pertenece al
mundo de las cosas humanas, es del mismo modo evidente que no pertenece al mundo de la
justicia y del proceso”.
5
TARUFFO, Michele, La prueba de los hechos. Trotta, Madrid, 2002, p. 241. EL MISMO,
Simplemente cit., p. 98., considera que no parece justificado un relativismo nihilista a propósito del
concepto de verdad, al estar determinada la verdad de un enunciado por la realidad de los
acontecimientos que ese enunciado describe.
6
TARUFFO, La prueba cit., p. 242.
7
Ibid., p. 243.
3
RGDPR
8
Ibid., p. 294.
9
TARUFFO, Simplemente cit., p. 98.
10
TARUFFO, La prueba cit., p. 251.
11
Ibid., p. 253.
12
Ibid.,p. 256.
13
TARUFFO, Simplemente cit., p. 107. El autor considera que: “…la probabilidad es función de la
justificación que se atribuye a un enunciado, sobre la base de los elementos cognoscitivos
disponibles”.
14
TARUFFO, La prueba cit., p. 256.
15
Ibid., p. 296.
4
Vera Sánchez - ¿Son importantes las hipótesis alternativas para valorar la prueba de los hechos imputados en
el juicio penal?
, a través del realismo crítico. Ello, en cuanto es la realidad la que determina la verdad o
16
falsedad de los enunciados que la describen .
El autor considera que, en el caso de la prueba directa, el grado de aceptabilidad de
17
la prueba equivale al grado de confirmación de la hipótesis sobre el hecho . El principal
problema de este tipo de prueba es el de la determinación de los factores que
18
condicionan el valor de la prueba concreta . Éste no es absoluto de cada elemento de
19
prueba, sino que es relativo a la hipótesis cuyo grado de confirmación se examina . En
el grado de aceptabilidad del medio de prueba,-como elemento de prueba-, no solo
imperan criterios que tienen una relación directa con la proposición emanada de él, sino
también premisas secundarias que influyen en esa inferencia acerca de la aceptabilidad
20
del medio de prueba . Sobre todo en los casos de pruebas complejas donde hay que
evaluar también la credibilidad.
En la valoración de este tipo de elementos de prueba es probable que se utilice un
esquema lógico de la inferencia, y como tal, dicha valoración no es cuantificable en
términos de probabilidad/frecuencia. Por el contrario, se trata de una valoración racional
que depende mucho, tanto del caso concreto como del sujeto que efectúa la
21
valoración . Se trata, entonces, de “un procedimiento mediante el que un «sujeto
16
TARUFFO, Simplemente cit., pp. 94 ss. A su modo de ver, en este sentido, puede decirse que la
verdad es objetiva. Cfr. EL MISMO, consideraciones cit., p. 29.
17
TARUFFO, La prueba cit., p. 258. En este sentido resulta muy similar a lo que plantea COHEN,
desde la probabilidad, acerca de que ésta es equivalente al grado de soporte inductivo de la
generalización. Vid., COHEN, Jonathan, The probable and the provable. Clarendon press, Oxford,
1977, pp. 39 ss.
18
TARUFFO, La prueba cit., p. 258. El autor considera que ningún elemento de prueba tiene valor
per se, de manera que los elementos de prueba no pueden tener un valor fuera del factum
probandum.Así, no es ilógico pensar que un elemento de prueba, dentro del proceso, evoca una
operación cognitiva circular.
19
Ibid., p. 259. El autor agrega que “más propiamente, se trata de la vinculación que se instaura
entre la proposición que constituye la hipótesis sobre el hecho y la proposición que enuncia el
elemento de prueba y que en cierto modo lo constituye”.
20
Ibid., p. 262. En este sentido considera que “…la valoración del grado de aceptabilidad de un
elemento de prueba es el resultado de inferencias (de distinta naturaleza) fundadas en premisas
constituidas por las más diversas “circunstancias” o características referidas a la formación del
medio de prueba”.
21
Resulta sorprendente vislumbrar cómo ello concuerda con lo sostenido por FOUCAULT,
respecto a la necesidad de modificar la concepción de sujeto de conocimiento vinculado con la
verdad. Cfr. FOUCAULT, Michel, La verdad y las formas jurídicas. Gedisa. Barcelona, 1998, pp. 13
ss. FOUCAULT considera (p. 14) lo siguiente: “ me gustaría mostrar en particular cómo puede
formarse en el siglo XIX, un cierto saber del hombre, de la individualidad, del individuo normal o
anormal, dentro o fuera de la regla; saber éste que, en verdad, nació de las prácticas sociales de
control y vigilancia. Y cómo, de alguna manera, este saber no se le impuso a un sujeto de
conocimiento, no se le propuso ni se le imprimió, sino que hizo nacer un tipo absolutamente nuevo
de sujeto de conocimiento. Podemos decir entonces que la historia de los dominios de saber en
relación con las prácticas sociales, excluida la preeminencia de un sujeto de conocimiento dado
definitivamente, es uno de los temas de investigación que propongo”.
5
RGDPR
racional» determina con «criterios racionales» el grado en que se puede asumir que una
22
proposición específica, que expresa un elemento de prueba, es aceptable” . Esta
valoración, el autor propone cuantificarla de forma representativa con valores que van del
0 a 1, no como expresión aritmética real alguna, sino como una forma convencional
“más cómoda” que otras para expresar la presencia o ausencia de dicho criterio.
23
En relación con la prueba indirecta , el autor considera que son dos problemas los
que hay que resolver: el grado de aceptabilidad del elemento de prueba respecto del
hecho secundario y, el grado de aceptabilidad de la “regla de inferencia” que vincula el
24
hecho secundario con el principal . De esta forma, en este tipo de pruebas, el grado de
aceptabilidad de la prueba indirecta no equivale al grado de confirmación de la hipótesis
25
principal . En este caso es el juez el que tiene que resolver si es posible realizar
inferencias razonables desde el hecho secundario al hecho principal. Ello, en cuanto,
26
desde el punto de vista de la vinculación lógica, no hay relación directa . Y, en este
sentido, destaca que la determinación de los hechos en el proceso es poco exigente, de
momento que la situación normal es el uso del sentido común para la formulación de las
27
inferencias aplicables a la prueba indirecta .
La regla de inferencia tendrá una mayor o menor repercusión en el valor de
confirmación del hecho principal en cuanto la regla sea general y casi no contemple
excepciones, o no se base en máximas de la experiencia de carácter vago. La
fundamentación de la regla de inferencia utilizada también influye en el grado de la
aceptabilidad del hecho principal, y mayor será su influencia en cuanto se apoye en
leyes científicas o estadísticas, o en cuanto reduzca la vaguedad del fundamento
28
cognoscitivo empleado .
Respecto de lo que se denomina “cascaded inferences”, el autor considera que lo
importante no es el número de eslabones que tenga la cadena, sino que cada uno tenga
el grado de racionalidad suficiente para pasar al siguiente eslabón, en cuanto solo va a
22
Ibid., p. 263.
23
Es decir, según el mismo autor, la prueba indirecta es aquella que emite una proposición sobre
un hecho que no es la hipótesis principal (hecho secundario), en virtud de cual, por medio de
inferencias, se puede llegar a extraer alguna consecuencia probatoria referida a la hipótesis a
verificar.
24
TARUFFO, La prueba cit., p. 266.
25
Ibid., p. 266, considera que “la peculiaridad de esta situación deriva precisamente de la falta de
coincidencia entre el hecho que constituye el objeto específico de la prueba y el hecho que es
necesario probar en el proceso, ya que ésta impide considerar que la confirmación de la hipótesis
sobre el factum probadum coincide con el grado de probabilidad de la prueba”.
26
Ibid., p. 267.
27
Ibid., p. 270.
28
Ibid., p. 273.
6
Vera Sánchez - ¿Son importantes las hipótesis alternativas para valorar la prueba de los hechos imputados en
el juicio penal?
29
Ibid., p. 276.
30
TARUFFO, La prueba cit., p. 278.
31
Ibid., p. 285.
32
Ibid., p. 286.
33
Ibid., p. 288.
34
Ibid., pp. 289 y 290.
35
Ibid., p. 299.
36
Ibid., pp. 307 ss.
37
Ibid, p. 313.
7
RGDPR
38
TARUFFO, La prueba cit., p. 314.
39
Ibid., p. 320.
40
Ibid., p. 315. El autor considera (p. 316) que “lo que aquí importa, en realidad, no es que una
story de parte se transfiera íntegramente a la decisión, sino que la decisión se fundamente en una
story relativa a hechos verdaderos”.
41
Ibid., p. 319
42
TARUFFO, Simplemente cit., p. 253; EL MISMO, Consideraciones cit., p. 30.
43
TARUFFO, La prueba cit., p. 247. Y también en nota nº 157, p. 302.
44
Ibid., p. 294. El autor agrega que : “Es más, las consideraciones desarrolladas en los párrafos
precedentes han puesto en evidencia, junto a la posibilidad y la utilidad de disponer de esquemas
racionales de valoración, los espacios notables de «apertura», de «vaguedad» y de
discrecionalidad que en las distintas situaciones resultan irreduciblemente dejadas a la valoración
del juez en el caso concreto”.
45
Ibid., p. 276 y s. El autor agrega que: “Siendo ésta una decisión discrecional, no está ligada a
criterios rígidos y vinculantes; no se trata, sin embargo, de una decisión completamente libre y
arbitraria, sino de una decisión discrecional”.
46
Ibid., p. 295. El autor agrega que: “Se trata, efectivamente, de una valoración, es decir, de una
apreciación esencialmente discrecional que el juez realiza en la decisión sobre la base del grado
de confirmación que las pruebas disponibles confieren a la hipótesis sobre el hecho”.
8
Vera Sánchez - ¿Son importantes las hipótesis alternativas para valorar la prueba de los hechos imputados en
el juicio penal?
47
Ibid., p. 270. En este sentido considera (p. 273) que: “Es obvio que la fuente de las máximas de
experiencia es el sentido común o la cultura del hombre medio en una determinada situación
espacio-temporales, pero esto no agota el problema. Puede suceder, en efecto, que aquellas
máximas tengan una fundamentación más sólida, como cuando se trata de la vulgarización de
leyes naturales o científicas o cuando resultan aplicables criterios de control estadísticos, pero a
menudo ocurre que su fundamentación es mucho más incierta o incluso insuficiente, como cuando
se trata -más que de generalizaciones fundadas en la experiencia- de lugares comunes o de
prejuicios difundidos”.
48
Ibid., p. 300.
49
Ibid., p. 302.
50
Ibid., p. 300.
51
Ibid., p. 300.
52
Ibid., p. 301.
9
RGDPR
esta forma, supongamos que existen dos hipótesis alternativas: la hipótesis A que posee
un grado de confirmación equivalente a 0,9 con base a un solo elemento de prueba. Por
otro lado, tenemos otra hipótesis B, cuyo grado de confirmación es equivalente a 1,2 con
base a 6 elementos de prueba cuyo valor individual es de 0,2. Según el criterio de la
probabilidad prevaleciente es racional optar por la hipótesis B en cuanto posee un
mayor grado de confirmación. Sin embargo, esta opción racional no refleja que el
elemento de prueba que apoya la hipótesis A ,- cuyo valor individual es 0,9 de 1-, tiene
una mayor calidad en comparación con los elementos de prueba que apoyan la
hipótesis B- cuyo valor individual, a su vez, es 0,2 de 1-. Si luego de observar esto
seguimos pensando que es completamente racional optar por la hipótesis “B”, entonces,
necesariamente habría que aceptar que el criterio cuantitativo de la valoración de la
prueba tiene importancia y, a veces, se impone por sobre el criterio cualitativo. Por el
contrario, si este caso extremo -y casi de laboratorio- no tiene un reflejo en la
probabilidad prevaleciente ello significa que, como estructura, este método es falible y,
por tanto, solo tendencial. Es decir, en casos extremos puede producir errores o
conclusiones irracionales, que se deben corregir o, al menos, tener en cuenta.
El valor de la construcción de TARUFFO se encuentra en ser uno de los primeros
juristas continentales importante en adoptar en sus estudios de la valoración de la
prueba enfoques que tienen sus raíces en la probabilidad inductiva o lógica, cuyo
desarrollo se ha dado en mayor medida en el ámbito del common law. La riqueza de
TARUFFO ha sido la de “continentalizar” estos postulados de manera brillante, conjugando
armónicamente aspectos de ambas culturas jurídicas y, probablemente, la de dos
tradiciones filosóficas: la analítica y la continental. Por ello, como estructura, la
elaboración del autor italiano cumple su finalidad inicial de reducir la incertidumbre
judicial, por lo que es un modelo completamente atendible y adherible. Sin embargo lo
anterior, no es posible afirmar que la discrecionalidad ha quedado reducida
completamente o casi al mínimo. Creo que no es temerario afirmar que en el núcleo
central de la teoría de la prueba de TARUFFO se encuentra un elemento casi
completamente discrecional: la determinación o asignación numérica del grado de
53
confirmación que un elemento de prueba tiene respecto de una hipótesis en particular .
Es decir, aunque la asignación numérica sea sólo una representación, el juez no cuenta
con reglas ni criterios para determinar el valor que aporta al grado de confirmación un
medio de prueba. Y, en este sentido, es sumamente peligroso pensar que el grado de
confirmación de las hipótesis-aún como una representación numérica-pueda tener
valores del 0 al infinito. A mi modo de ver, la presencia de la discrecionalidad en el
53
Cfr. TARUFFO, La prueba cit., p. 241 ss.
10
Vera Sánchez - ¿Son importantes las hipótesis alternativas para valorar la prueba de los hechos imputados en
el juicio penal?
54
TARUFFO, Michele, “Las situaciones probatorias. Aspectos lógicos de la decisión sobre los
hechos”, en JPD, Nº77, 2013, p. 73 y p. 74: “Al contrario de lo que suele creerse, el citado mapa no
es simple, y de hecho implica cuestiones de complejidad considerable. En efecto, suele partir de la
adopción —más o menos consciente— de un modelo binario en función del cual un enunciado
relativo a un hecho (rectius: la proposición que es objeto de un enunciado relativo a un hecho), o
es verdadero o resulta falso. Lo anterior deriva de la implícita pero necesaria (desde esta
perspectiva) referencia a la lógica clásica, según lo cual todo es:”a ó no-a”, blanco o negro, todo o
nada, y así sucesivamente. La situación en la que se encuentra el tribunal es, sin embargo, mucho
más compleja…”
55
Ibid, p. 75.
56
TARUFFO, Simplemente cit., p. 272. Por ejemplo considera: “Siempre a propósito de la plenitud
de la motivación de los hechos, vale la pena subrayar que si el razonamiento del juez sobre las
pruebas y sobre los hechos comprende —como a menudo ocurre— la formulación de juicios de
valor, también estos juicios deben ser justificados, explicitando los criterios valorativos que los han
guiado y las razones por las que estos criterios se consideran preferibles respectos de otros
criterios de valoración”.
11
RGDPR
57
criterios de inferencia entre hechos secundarios y principales . Sin embargo, aclara que
ello no necesariamente debe llevar a pensar que el conocimiento de los hechos debe ser
58
reconducido única y exclusivamente a valoraciones .
Ahora,- la verdad sea dicha-, de las tres etapas de la valoración de la prueba
(determinación de las hipótesis plausibles, asignación de grado probatorio a las hipótesis
y elección de hipótesis prevaleciente), el autor da directrices para la primera y la tercera,
dejando huérfano de tratamiento la segunda. Sin embargo, es encomiable el trabajo que
se ha hecho respecto a la prueba de los hechos, pues ha dejado mucho menos huérfano
de tratamiento el tema de la valoración probatoria.
Al margen de las consideraciones sobre la dicrecionalidad en el pensamiento del
autor italiano comentado, para terminar la primera parte, de todas las observaciones
realizadas al pensamiento de TARUFFO- y, por extensión, a todo modelo basado en el
grado de confirmación-, me parece interesante profundizar en la correccción o no de la
determinación individual del warrant de cada hipótesis. O, desde otra perspectiva, si la
objeción realizada respecto a la falta de consideración de las hipótesis alternativas para
determinar la prevalencia de la hipótesis principal inculpatoria es válida y puede ser
fundamentada por la opinión de otros autores. En este centraré el desarrollo de la
segunda parte.
57
Ibid., pp. 237 ss.
58
TARUFFO, La motivación cit., p. 230. El autor señala: “Que, en concreto, el juicio de hecho
dependa también de juicios de valor es algo indubitable, pero ello, en tanto que no es algo que
implique la total reducción del conocimiento de los hechos a valoraciones, requiere de algunas
precisiones”.
12
Vera Sánchez - ¿Son importantes las hipótesis alternativas para valorar la prueba de los hechos imputados en
el juicio penal?
59
Vid, por ejemplo, en este sentido, FERRER BELTRÁN, Jordi, La valoración racional de la prueba.
Marcial Pons. Barcelona, 2007, p. 117.
13
RGDPR
60
TARUFFO, La prueba cit., p. 287. El autor considera que: “El problema fundamental es, pues, la
forma en que se analizan y valoran las pruebas que componen un conjunto contradictorio. Este
problema no se resuelve simplemente pensando en alguna suerte de suma algebraica entre
elementos de prueba positivos y negativos y tampoco suponiendo que, de alguna forma no
precisada, los elementos negativos «cancelen» o «reduzcan» a los positivos o viceversa.”
61
TARUFFO, Simplemente cit., p. 247.
14
Vera Sánchez - ¿Son importantes las hipótesis alternativas para valorar la prueba de los hechos imputados en
el juicio penal?
grado de confirmación de una hipótesis respecto de otra que cuenta con un grado de
confirmación y que es incompatible con la principal.
62
COHEN, Jonathan, “The role of evidential weight in criminal proof”, en B.U.L.Rev Nº 635, año
1986, p. 645. En el original: “it would be a supposed sufficiency of weight that counted, not a
supposed size of probability, if the question were whether the facts incriminated the accused
beyond reasonable doubt”.
63
GASCÓN ABELLÁN, Los hechos cit., p. 175. En este sentido, se puede afirmar que la probabilidad
inductiva respecto a una evidencia no tiene una posible representación en términos de la
probabilidad matemática o pascaliana. Cfr.AÍSA MOREU, Diego, El razonamiento inductivo en la
ciencia y en la prueba judicial. Prensas Universitarias de Zaragoza. Zaragoza, 1997., p. 329 .
64
TARUFFO, La prueba cit., p. 226. COHEN,The probable cit., p. 14 y 27 ss.
65
TARUFFO, La prueba cit., p. 226. Como señala el autor en este sentido: “En un contexto de este
género el problema fundamental de la prueba (también) judicial resulta ser, pues, el de la conexión
lógica entre la prueba y la hipótesis de hecho; esa conexión determina el grado de apoyo
inferencial que corresponde a la hipótesis sobre la base de la prueba, siendo evidente que el
incremento de ese grado (debido, por ejemplo, a la acumulación de más elementos de prueba
convergentes hacia la misma conclusión) implica un incremento de la probabilidad de la hipótesis”.
66
Cfr. FERRER, La valoración cit. p 123.
15
RGDPR
67 68
sistematizada” de la inducción eliminativa de BACON, MILL y HERSCHELL . La
comprobación de la concurrencia de la hipótesis debe considerar todas las hipótesis
69
rivales y desechar aquellas que sean contradichas por las pruebas .
En el sentido anterior, COHEN considera que la probabilidad inductiva de una hipótesis
puede ser comprobada constatando que, de acuerdo al material probatorio, la hipótesis
juzgada es altamente demostrable, y es también excluida cualquier otra hipótesis
70
alternativa o contraria que explique los acontecimientos . En otras palabras, se ha de
buscar eliminar la duda razonable a través de la exclusión de las razones (posibles
escapatorias) que hagan dudar de la hipótesis incriminatoria, en cuanto que la fuerza de
71
la prueba va a depender de la medida en que esas escapatorias hayan sido cubiertas .
La fuerza de la imputación en contra del acusado no sólo se mide conforme al material
probatorio (soporte inductivo) que apoya esa hipótesis, sino también excluyendo otras
posibilidades que sean compatibles con el material probatorio presentado. De esta
forma, se da al proceso de valoración de la prueba sencillez y sentido común sobre la
naturaleza básica de las pruebas forenses. Con ello, el juez solo tiene que aplicar su
conocimiento general acerca de las regularidades en la naturaleza y en los asuntos
humanos, y apreciar las circunstancias bajo las cuales esas regularidades admiten
72
excepciones .
67
GASCÓN ABELLÁN, Los hechos cit., p. 175; AÍSA, El razonamiento cit, p. 270.
68
Como lo reconoce el mismo COHEN. Cfr. ÉL MISMO, The probable cit., p. 42.
69
NIEVA FENOLL, La valoración cit., p. 102.
70
GASCÓN ABELLÁN, Los hechos cit., p. 175. Para la autora dicha regla de comprobación consiste
en que “…en el caso particular no concurren circunstancias concretas que excluirían la aplicación
de la regla general: no basta con que las pruebas disponibles proporcionen un alto grado de apoyo
a la hipótesis; es necesario, además, que permitan excluir hipótesis alternativas”. Para NIEVA
FENOLL, Jordi, La valoración de la prueba. Marcial Pons. Barcelona 2010, p. 102., atendida la
imposibilidad de obtener una prueba directa COHEN propone “que se obtenga una convicción si se
demuestra al menos que no ha podido suceder lo contrario a lo que dice la intuición—formada
naturalmente por las máximas de la experiencia—o la estadística”.
71
AÍSA, El razonamiento cit., p. 283. En este sentido, el autor señala, cuando trata el
pensamiento de COHEN, que “lo que parece necesario en la práctica para evaluar una prueba en
los casos criminales es el establecimiento de una serie de puntos diversos y de las posibles
escapatorias, todas las cuales tienen que ser barridas, en relación a cada punto del crimen, si hay
que probar la culpa más allá de toda duda razonable. La fuerza de la prueba depende de la medida
en que ha sido cubierta la lista”.
72
COHEN, The role cit., p. 648. La traducción es mía. En el original: “A trier of fact just has to
apply to the instant case his general knowledge about regularities in nature and in human affairs
and his appreciation of the circumstances under which those regularities admit of exceptions”.
16
Vera Sánchez - ¿Son importantes las hipótesis alternativas para valorar la prueba de los hechos imputados en
el juicio penal?
73
TARUFFO, Simplemente cit., p. 234.
74
HAACK, Susan, “Of Truth, in Science and in Law”, en Brooklyn Law Review, Vol. 73,(985),
2007-2008, p. 993.
75
HAACK, Susan, “Defending science-within reason”, en Principia Nº 3, (2), año 1999, Editora da
UFSC, p. 196. Considera (Ibid): “Our standards of good, strong, supportive evidence and of well-
conducted, honest, thorough, imaginative inquiry are not internal to the sciences. In judging where
science has succeeded and where it has failed, in what areas and at what times it has done better
and in what worse, we are appealing to the standards by which we judge the solidity of empirical
beliefs, or the rigor and thoroughness of empirical inquiry, generally. But the sciences, at least
some of them at least some of the time, have succeeded remarkably well by those standards”. En
el mismo sentido, LA MISMA, “Federal Philosophy of sciencie: A deconstruction and a
reconstruction”, en New York University Journal of Law and Liberty, 5 (394), 2010, p. 434,
considera que : “So the final step is to stop thinking of scientific rationality in purely logical terms,
and acknowledge that successful scientific inquiry, like successful empirical inquiry of any kind, is a
matter in part of our interactions with the world, and so is possible only because we, and the world,
are a certain way”.
76
TARUFFO, Simplemente cit., p. 235.
77
HAACK, Defending cit., p. 197. En este sentido, por ejemplo, considera que el consenso es un
subcategoría posterior al warrant, en el sentido que “…as more and stronger evidence comes in,
however, more will be persuaded, until the former skeptics are convinced (or perhaps marginalized,
or retired), and consensus solidifies”. Cfr. LA MISMA, Of truth cit., p. 998.
78
HAACK, Of Truth cit., p. 997. En el original: “«Warrant» is an epistemological term of art: how
warranted a claim is depends on how good the evidence with respect to that claim is”. LA MISMA,
Defending, p. 195.
17
RGDPR
79
HAACK, Defending cit., p. 198; LA MISMA: “Epistemology legalized: or, Truth, Justice, and the
american way”, en The american Journal of Jurisprudence, (43), 2004, p. 46; “Proving causation:
The holism of Warrant and the Atomism of Daubert”, en Journal of Health and Biomedical Law,
Suffolk University Law School, IV, 2008, p. 263.
80
Cfr. TARUFFO, Simplemente cit., p. 236.
81
HAACK, Proving cit., p. 263; TARUFFO, Simplemente cit., p. 235.
82
HAACK, Proving cit., p. 263. En este sentido, también considera (p. 265) que: “So a combination
of pieces of evidence will warrant a conclusion to a higher degree than any of its components alone
would do when, but only when, combining the various elements enhances supportiveness;
enhances the independent security of evidence favorable to the conclusion; and/or enhances
comprehensiveness by introducing further, no less supportive, elements”.
83
La autora lo explica (Ibid, p. 269), de la siguiente manera: “How supportive evidence is of a
conclusion depends, to put it quite briefly and roughly, on how well the evidence and the conclusion
fit together to form an explanatory account”.
84
Ello significa: “how solid the evidence itself is, independent of the conclusion”.
85
Ello significa: “how much of the relevant evidence the evidence includes”.
86
HAACK, Federal cit., p. 433.
87
HAACK, Proving cit., p. 271.
88
Ibid, p. 271; HAACK, Federal cit., p. 433.
18
Vera Sánchez - ¿Son importantes las hipótesis alternativas para valorar la prueba de los hechos imputados en
el juicio penal?
89
TARUFFO, Simplemente cit., p. 236.
90
HAACK, Of Truth cit., p. 1008. En el original: “it doesn't follow that scientific truths can be legally
constructed. Legal truths are made true by legal decisions; and so, sometimes, are scientific
«truths». But it is the character of phenomena and events in the world that scientific propositions
describe—not legal decisions about evidentiary reliability, and not arguments and cross-
examination in court—that make true scientific propositions true, and false scientific propositions
false.”
91
MACCORMICK, Neil, Rhetoric and the rule of law: a theory of legal reasoning. Oxford. Oxford
University Press, 2009, p. 189.
92
MACCORMICK, Rhetoric cit., p. 214.
93
Ibid, p. 215. El autor considera (Ibid) que: “Consciousness of the instant ‘now’ has logically to
be based in a consciousness of a broader specious present. The ‘now’ of each instant is
necessarily embedded in the ‘now’ of some larger project.”
94
Ibid, p. 217.
19
RGDPR
95
Ibid, p. 218.
96
En este sentido, vid., SCAPARONE, Metello, “La motivazione della sentenza penale”, en Diritto
penale e proceso, Nº 4, 2010, p. 477., quién considera a la prueba testimonial un ejemplo de prova
narrativa.
97
MACCORMICK, Rhetoric cit., p. 222.
98
Ibid, p. 225.
20
Vera Sánchez - ¿Son importantes las hipótesis alternativas para valorar la prueba de los hechos imputados en
el juicio penal?
99
Ibid, p. 226. En el original: “The test is of the explicability of the tested proposition within the
same scheme of explanation as explains propositions considered true on the basis of perception”.
100
Cfr. También, GASCÓN, Los hechos cit., p. 186.
101
Sin embargo, MacCormick agrega (Rhetoric cit., p. 226), que: “Few such stories allow of
certainty about the truth of the proposition to be proved. Such a test justifies beliefs, and thus
justifies decisions about matters of past fact because (a) it is a necessary condition of the
intelligibility of the phenomenal world; and because (b) rationality requires us to make the
phenomenal world intelligible…. So the propositions which satisfy truth conditions set within our
schemes of explanation could be true about the reality of things. But we could never be sure that
they are”.
102
Ibid, p. 226.
103
Ibid, p. 228.
21
RGDPR
104
lo planteara en esos términos ), me parece que es una buena herramienta de control
105
del grado de confirmación de la hipótesis que se considere concurrente . Ello, en
cuanto la coherencia narrativa es un criterio de racionalidad que engloba la explicación
del mundo conforme al principio de causalidad y a la motivación racional de las acciones
humanas, sin descartar de plano las situaciones excepcionales.
No creo que la distinción entre aspectos de hecho y de derecho sea una división
irrestricta en el ámbito de la valoración de la prueba. Más bien me parece una división
metodológica que aporta más al entendimiento de una noción primaria de decisión
judicial que a otra cosa. En efecto, la distinción entre hecho y derecho no posee una
base ontológica que permita un control frente a apreciaciones incorrectas de parte de los
tribunales. Pues en ellas, como pueden dar cuenta los trabajos en recurso de casación,
106
no hay criterios suficientes ni menos unánimes .
En efecto, en el juicio penal la entidad abstracta que la doctrina ha llamado “hecho
107
punible” o “hecho delictivo” ,-para así no enfrascarse ni someterse a los límites de la
noción de “hecho típico” de la dogmática penal- se delinea a partir del sistema de normas
y principios que subyacen al ámbito del Derecho penal. Es decir, el juez de instrucción, al
recibir una denuncia o atestado, está en condiciones de fijar tendencialmente el límite
inferior y el límite superior de punición de una conducta, aunque no puede decir con
108
exactitud de que tipo penal se trata, o de si se va a lograr aplicar la norma penal o no .
Este “criterio” que tiene el juzgador viene determinado, en parte, por su formación
jurídico penal, en parte, por otros conocimientos. Por eso se ha dicho-reviviendo un poco
la discusión entre la distinción entre hecho y derecho-, que no existen hechos por un
104
En este sentido, TARUFFO, La prueba cit., p. 173: “Como se verá mas adelante, la coherencia
de la reconstrucción de los hechos puede tener una importancia no despreciable para la decisión,
pero esto no significa que se deba admitir la reducción integral de la verdad de los hechos a la
coherencia narrativa de su descripción”.
105
Adhiere a la posición de MACCORMICK, GASCÓN, Los hechos cit., p. 186.
106
En este sentido, NIEVA FENOLL, Jordi, Fundamentos de Derecho procesal penal, Edisofer, B de
F, Madrid-Montevideo, Bs. Aires, 2012, p. 330: “...la doctrina ha reconocido muy mayoritariamente
la imposibilidad de separar el hecho del derecho en un juicio jurisdiccional, siendo que ambas
cuestiones, sólo separables teóricamente, aparecen inevitablemente imbrincadas en la mente
judicial y, por tanto, en la sentencia...”.
107
NIEVA FENOLL, Fundamentos cit., p. 24.
108
Esto es una forma análoga al proceso que describe TARUFFO, Michele, La motivación de la
sentencia civil. Trotta. Madrid, 2011, p. 221., en materia razonamiento judicial, a la fijación de los
enunciados normativos a partir de los cuales se propone deducir en un momento posterior.
22
Vera Sánchez - ¿Son importantes las hipótesis alternativas para valorar la prueba de los hechos imputados en
el juicio penal?
lado y leyes por otro, sino un proceso de selección simultánea en donde ambos se
109
interrelacionan .
Otro ejemplo de lo anterior, aunque reconozco que puede ser cuestionable, es la
influencia de las normas de la carga de la prueba o de la regla de juicio en la formación
de este juicio de hecho. En efecto, creo que el juez de manera inconsciente tiene a la
110
vista las consecuencias jurídicas de la decisión . No creo que pierda la memoria sobre
las normas de carga de la prueba, y luego la recupere ante la insuficiencia probatoria.
Porque, como dice Frank, los jueces piensan y deciden al revés de como luego
111
formalmente argumentan .
Por último, creo que esta distinción también se diluye en la existencia de todo un
conjunto de normas que de alguna u otra forma afectan a la calidad epistémica de la
decisión final. Si lo único relevante en el proceso penal fuera el conocimiento de los
hechos, entonces, no tendrían justificación las normas de exclusión de prueba o de
fijación de estándar más alto en sede penal, por ejemplo. En cierto punto estas
prescripciones alteran el normal curso del conocimiento de los hechos y lo encausan
hacia determinados resultados. Sobre todo en el ámbito penal. Ello ocurre porque nos
encontramos en un proceso institucionalizado. Esta es la razón por la que se limita el
plazo de investigación, se configura el proceso penal en dos o tres etapas (investigación,
intermedia, juicio principal oral), se establecen plazos de prescripción, se da el efecto de
cosa juzgada a la decisión sobre los hechos, existe el deber de excluir el material
probatorio obtenido con infracción a las garantías fundamentales, se excluye prueba
112
conforme al principio de relevancia , etc. Desde esta perspectiva, estas medidas cuya
109
En este sentido, GASCÓN ABELLÁN, Los hechos cit., p. 37., considera que el problema no es la
subsunción silogística, sino los problemas que se suscitan en el denominado círculo hermenéutico,
en donde “no existen hechos por un lado y leyes por otro, sino un proceso de selección simultánea
donde los primeros se reformulan a la luz de las prescripciones jurídicas y donde las segundas se
concretan a la luz de la realidad examinada”. En el mismo sentido, GONZÁLEZ LAGIER, Daniel,
“Hechos y argumentos (racionalidad epistemológica y prueba de los hechos en el proceso penal)
(I)”, en JPD Nº46, 2003, pp. 23 ss; SCAPARONE, La motivazione cit., p. 475.
110
TARUFFO, La motivación cit., p. 219, por ejemplo, reconoce la previsibilidad de las
consecuencias que el juez realiza en materia de juicio de decisión.
111
FRANK, Jerome, Law and the modern mind. Anchor Books. New York, 1963, p. 108: “The
process of judging, so the psychologist tell us, seldom begins with a premise from which a
conclusion is subsequently worked out. Judging begins rather the other way around —with a
conclusion more or less vaguely formed; a man ordinarily starts with such a conclusion and
afterwards tries to find premises which will substantiate it. If he cannot, to his satisfaction, find
proper arguments to link up his conclusion with premises which he finds acceptable, he will, unless
he is arbitrary or mad, reject the conclusion and seek another”.. Cfr. GASCÓN ABELLÁN, Los hechos
cit., p. 39.
112
TARUFFO, Simplemente cit., p. 164. En este sentido, FERRER, La valoración cit., p. 35 ss,
reconoce la existencia de reglas jurídicas que versan sobre la prueba que, a mi modo de ver,
pueden ser situadas en esta etapa de la valoración de la prueba: a) reglas sobre la actividad
probatoria, b) reglas sobre los medios de prueba, y c) reglas sobre el resultado probatorio.
23
RGDPR
113
finalidad no es necesariamente epistémica , se pueden tornar en algunos casos como
114
contraepistémicas . Y, en ese sentido, no se inspiran en una concepción racional de la
115
decisión . Por ello, algunos sostienen que el proceso no es una buena forma (“inquiry”)
116 117
para la búsqueda de la verdad o que en él solo es posible hallar una verdad relativa .
Con estas últimas consideraciones quiero ilustrar cómo algunas normas jurídicas
pueden influir en el denominado “juicio de hecho” tornando irrelevante la distinción
comentada. Y, a su vez, estas normas jurídicas muchas veces llevan aparejadas la
apreciación conjunta de dos o más hipótesis con calificaciones jurídicas distíntas o
relacionadas. Aunque no esté de acuerdo con esta apreciación, muchas veces
formalmente, el juez no puede dar lugar a una absolución pero puede jugar con las
normas para conseguir el mismo efecto jurídico. Por ejemplo, si la defensa alega una
legítima defensa, y el examen fuere particular, entonces, ante la insuficiencia probatoria
de la causal de justificación correspondería condenar al que ha alegado la defensa. Sin
embargo, al tratarse de la decisión judicial de un todo contínuo bidireccional, el juez,
rechazando la legítima defensa puede usar argumentaciones jurídicas para acreditar
“miedo insuperable” u otra causal de exculpación que consiga, más o menos, un efecto
similar al de la absolución por legítima defensa. La contínua interrrelación que existe
entre factores de hecho y de derecho que hacen cuestionar su irrestricta separación
hacen que la valoración del grado de confirmación de una hipótesis de forma individual,
no solo no se ajuste a la realidad judicial, sino que tampoco responda a las atribuciones
con que cuenta el juez de aplicar en algunos casos calificaciones jurídicas diversas a las
aportadas por las partes.
113
Por ejemplo, FERRER, La valoración cit., p. 37. considera que la limitación temporal de la
investigación dentro del proceso conlleva una finalidad de celeridad de la adopción de la decisión
jurídica.
114
En este sentido, UBERTIS, Giulio, La prova penale : profili giuridici ed epistemologici. Utet.
Torino, 1995, p. 55 lo evidencia de las siguiente manera: “In proposito, peraltro, non può obliterarsi
che la disciplina probatoria é il risultato di opzioni legislative che trovano la loro giustificazione in
due differenti ordini di motivi, tra loro interagenti e distinguibili solo a fini di analisi. Nelle regole
probatorie legali, infatti, si riscontra un fondamento che può essere sia epistemologico (o
processuale) che politico (o sostanziale),.volta a volta prevalendo I'esigenza di determinare
esplicitamente <<un metodo per guidare il giudice nella ricerca>>“. De la misma forma, TARUFFO,
Simplemente cit., p. 101., cuando considera que estas reglas puede limitar o condicionar la
búsqueda de la verdad de varias formas y que con ello se produce un déficit en la determinación
de la verdad que tiene lugar en el proceso, determinando en el peor de los casos una verdad
incompleta, limitada, ninguna verdad. En el mismo sentido que los anteriores, FERRER, La
valoración cit., p. 29.
115
TARUFFO, Consideraciones cit., p. 21.
116
En relación con lo contraepistémico en que se puede tornar el proceso adversarial y sus
reglas, como las “exclusionary rules”, vid., HAACK, Epistemology cit.,, p. 52 ss; LA MISMA, “Truth,
truth, «Truth», and «Truths» in the Law, en Harvard Journal of Law and Public Policy, Vol.26 (17),
2003, p.19
117
TARUFFO, Consideraciones cit., pp. 28 y 29.
24
Vera Sánchez - ¿Son importantes las hipótesis alternativas para valorar la prueba de los hechos imputados en
el juicio penal?
118
En este sentido, MONTERO AROCA, Juan, Proceso penal y libertad. Aranzadi. Navarra, 2008, p.
437; EL MISMO: Principios del proceso penal. Tirant lo blanch. Valencia, 1997, p. 163; Derecho
jurisdiccional III. 20º edición. Tirant lo Blanch. Valencia, 2012, p. 295
119
Acrónimo de Constraint Satisfaction Problem(s), en donde se utilizan algoritmos de
búsqueda.
120
SIMON, Dan, “A third view of the black box: Cognitive Coherence in legal decision making”, en
U.Chic.L.Rev, Nº 71, 2004, p. 523. lo expresa de la siguiente forma: “This skewed representation
reflects an artificial polarization between the inflated representation of the variables that support the
chosen conclusion and the deflated ones that support the rejected conclusion; it differs
considerably from the way the task variables were perceived before the decision-making process
got underway, and it differs also from the way they will be perceived sometime after the completion
of the task”.
121
Ibid, pp. 544 s. En el original: “Throughout the decision-making process, mental representation
of the task shifts toward a state of coherence with the emerging verdict. Ambiguous, equivocal, and
conflicting variables are transformed into coherent models, that is, lopsided and exaggerated
mental representations in which the variables that support the emerging decision are strongly
accepted while those that support the losing decision are dismissed, rejected, or ignored”.
25
RGDPR
122
hechos . El objetivo de este proceso es descartar información (en este caso elementos
123
o hipótesis) a fin de simplificar el escenario para arribar a una decisión correcta . Al
margen de la posición de SIMON, resulta ella particularmente similar a lo que FRANK
afirmaba (quizás en un sentido mas intuitivo que empírico) acerca de que los jueces
primero deciden acerca de una conclusión para luego buscar argumentaciones, como
124
veíamos .
Resulta particularmente ejemplificador constatar que INHELDER y PIAGET, en sus
estudios sobre el pensamiento lógico, ya advertían acerca del proceso de discriminación
entre las hipótesis, descartándose en primer lugar aquellas que resultan más sencillas de
contradecir y que no requieran una contraprueba empírica, centrando el sujeto la
125
atención sobre aquellas hipótesis más importantes . Se puede evidenciar, de esta
forma, como mucho tiempo antes de la asociación de la psicología del pensamiento a
ciertas estructuras de la inteligencia artificial existía en el ser humano un mecanismo de
reducción de la información disponible para la toma de decisión.
También se puede llegar a este proceso por medio de la ponderación de las reglas de
inferencia, según JOHNSON-LAIRD, en el sentido de que si cabe imaginar otros contextos
en que las premisas sean verdaderas y la conclusión falsa, entonces la hipótesis se
126
debilita y, en definitiva, se descarta. Por otro lado, según este mismo autor, es posible
afirmar que a partir de la limitación de las características de la memoria, no es posible
examinar todos los modelos mentales posibles. Desde esta perspectiva, entonces, la
teoría de los modelos mentales plantea que los individuos, habiéndose formado un
modelo mental inicial, empiezan una serie de operaciones de modificación espacial o
física concluyéndose con un proceso de abstracción de la inferencia entre los elementos
127
de la hipótesis a partir de situaciones análogas . Así, la teoría de los modelos mentales
integraría aspectos del razonamiento analógico, de la categorización, y del esquema de
122
En este sentido, ibid, p. 562: “The perception of evidence changes as the pieces interact with
the emerging verdict and indirectly also with one another; human reasoning progresses
bidirectionally, from evidence to conclusion and back to evidence”.
123
En este sentido, SORIA, Miguel Ángel, Psicología y práctica jurídica. Ariel. Barcelona, 1998, p.
65: “el proceso de simplificación de la información resulta necesario para los jueces cuando debe
manejarse con una gran cantidad de información. Por ello muy importante el efecto final. Según
éste, se selecciona aquella información que tiende a reforzar las hipótesis básicas y se rechazan
las disonantes produciéndose la aplicación a categorías y esquemas típicos. En síntesis, el juez
recoge prioritariamente aquella información que más y mejor se adecua a sus esquemas mentales,
y finalmente, a la reglas de decisión establecida por su formación o experiencia profesional”.
124
Cfr. FRANK, Jerome, Law cit., p. 108.
125
Vid., INHELDER, Barbel/ PIAGET, Jean, De la lógica del niño a la lógica del adolescente. Paidós.
Barcelona, 1996, pp. 29 ss.
126
JOHNSON-LAIRD, Philip, “Mental models and probabilistic thinking” en, Cognition 50 (1994) p.
197
127
Ibid, p. 201 ss. Vid., también, NIEVA FENOLL, La valoración, cit., p. 118.
26
Vera Sánchez - ¿Son importantes las hipótesis alternativas para valorar la prueba de los hechos imputados en
el juicio penal?
control de variables. Los modelos iniciales que se toman para realizar este proceso son
limitados, y en este sentido, se muestran concordante con la actitud cognitiva de
reducción de información hacia las hipótesis que pudieran llegar a ser más fuertes. De
esta forma, aquellos modelos mentales iniciales que son probables, generalmente serán
estimados por las personas como verdaderos, existiendo una autolimitación inconsciente
128
para generar nuevos modelos alternativos al inicial .
El proceso de polarización concluirá cuando se obtenga los elementos o hipótesis que
sean completamente coherentes de acuerdo al criterio de validez para extraer una
conclusión.
He agregado a este proceso de polarización el calificativo de “centrifugo” en cuanto,
como anotaba, tiene el objetivo de eliminar información que pudiera parecer innecesaria
de acuerdo a la fuerza que presente respecto de las conclusiones.
Como he anotado, este proceso de polarización centrífuga- con todos sus aspectos
vinculados a la psicología del pensamiento- puede tener una importancia en la decisión
probatoria. En efecto, si bien es posible advertir que el juez elabora un árbol de hipótesis
de las cuales descarta aquellas que considera poco probables, este proceso se realiza
de una forma muy similar a lo que describen los psicólogos.
El proceso de polarización centrífuga no necesariamente sirve para valorar la fuerza
de las hipótesis sobre los hechos en un caso penal. Una cosa es un mecanismo
cognitivo de eliminación de hipótesis como facilitación de la adaptabilidad y otra, a veces
muy distinta, el descarte de hipótesis que no se consideren que den explicación a los
hechos en un proceso penal. Por ejemplo, siguiendo la lógica de esta polarización, las
hipótesis más complejas tenderán a debilitarse, mientras que las hipótesis simples
incrementarán. Y, de esta forma, los efectos negativos de la utilización de la polarización
centrífuga de las hipótesis son potenciados por la determinación individual, desde el
punto de vista probatorio, del grado de confirmación de las hipótesis, como sugiere
TARUFFO. O dicho de otra forma, la valoración de las hipótesis alternativas al momento
de determinar el grado de confirmación de una hipótesis individual puede neutralizar los
efectos negativos de la polarización centrífuga recién explicada. Ello, en cuanto la
vinculación racional de diversas hipótesis impedirá que todo el árbol de supuestas
explicaciones sobre los hechos se reduzca por motivos equivocados. O dicho de otro
modo, si vinculamos las hipótesis alternativas con las principales se hará más difícil el
descarte de las primeras y la potenciación de estas últimas, por razones diversas que no
obedezcan a suficiencia o insuficiencia probatoria. Por ello resulta atendible que la
128
Ibid, p. 204.
27
RGDPR
129
Además de los analizados recientemente, vid, FERRER, La valoración cit., p. 149., quien
considera que el estándar penal exige que se hayan refutado todas las hipótesis compatibles con
la inocencia. Del mismo modo, STEIN, Alex, Foundations of Evidence Law. Oxford University press.
New York, 2005, p. 178, para quién “This standard (duda razonable) requires elimination of all
evidenced and case-specific—as opposed to merely abstract and theoretical —scenarios in which
the defendant is innocent. If any such scenario is both evidenced and not fully refuted by the
prosecution, the defendant should be acquitted”. En el mismo sentido, GASCÓN, Los hechos cit.,
p.183., quién ve en el mecanismo de eliminación de las hipótesis una forma de reforzar el grado de
confirmación de la hipótesis que subyace a la exclusión. También, en cuanto considera que la no
refutación de la hipótesis es la “prueba de fuego” para aceptarla. A favor del proceso de
eliminación de hipótesis vid, también, HO, Hock Lai, A philosophy of law: justice in the search of
truth. Oxford. Oxford University Press, 2008, pp. 85 ss; GONZÁLEZ LAGIER, Daniel, “Hechos y
argumentos (racionalidad epistemológica y prueba de los hechos en el proceso penal) (II)”, en JPD
Nº47, 2003, p. 44; ACCATINO, Daniela, “Certezas, dudas y propuestas en torno al estándar de
prueba penal”, en Revista de Derecho Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Nº37, 2011,
pp. 503 ss.
28
Vera Sánchez - ¿Son importantes las hipótesis alternativas para valorar la prueba de los hechos imputados en
el juicio penal?
130
Un explicación sobre el modelo narrativo o perspectiva holística puede verse en, HO, A
philosophy cit., p. 161 ss.
131
Cfr. PETERS, Karl, Strafprozeβ. 4. Auflage. C.F. Müller Juristischer Verlag. Heildelberg, 1985,
p. 279.En este sentido, considera que el dinamismo del proceso arranca de la relación
acontecimiento—acusado (“Geschehnis-Beschuldigter”), por un lado. También, de la relación entre
el acontecimiento y su significación jurídica (“Geschehnis-rechtlicher Bedeutung”).
29
RGDPR
BIBLIOGRAFÍA
30
Vera Sánchez - ¿Son importantes las hipótesis alternativas para valorar la prueba de los hechos imputados en
el juicio penal?
31
RGDPR
32