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Francisco Rodríguez
ABSTN,ACT
After discussing some l¿tin American poetic trends developed after vanguard.ismo, this anicle
discusses the different denomi¡ratior» that literary c¡iticism has usd to make one of these
Poetics, conversational poetry, uniform: exteriorism, existential poetry, aotipoetry and
conversational poetry. Then, the origins of üis poetry are exam.ined, andin üis process the
c/orks of Ezra Pound, of the English imagists and of the Nicaraguan writer José coronel
Urtecho and the Vanguardia group are pointed out. Reference is also-rnade to the difussion that
this type of poetry has had from Nicaragua to üe rest of l.atin Americe.
cabe mencionar a los que siguieron, en cuanto sin ambigüedades, que tengan eistencia por sí
perspectiva estética a "I¡s Contemporáneos" en mismos. Esta poesía desea eihar a un lado las
México{, entre quienes destacan Alí Chumacero connotaciones, vaciar al lenguaje de su pluri-
(1918), Rubén Bonifaz Nuño (1923), Isabel valencia para elaborar palabras que sean obje-
Fraire (7934) y Gabriel Zud (1918). tos autónomos. "La poesía concreta - afirma
También el surrealismo se extiende con Ramón Xirau - se propone realizar poemas-
más ñ¡erza a pertir de 1950: escritores como objeto, poemas cuyo significado está en íntima
Marco Antonio Montes de Oca (1932), Homero relación con la forma misma del poema"7.
Aridjis (1,940), Guillermo Sucre (192, y Participando de la evolución crítica de las
Ale.iandra Pizarnik (1937 -1972) incorporan ral formas y considerando concluido el círculo del
tendencia a su discurso poético para "elaboÍar" verso en tanto unidad rítmico-formal, los fun-
una realidad distinta a la que viven. dadores del grupo confiesan su interés por
Se reencuentran en América Latina ejercer una escritura que asuma como elemen-
corrientes artísticas evasivas, entre las que se tos estructurantes el espacio cargado de tem-
distinguen, además del surrealismo, el existen- poralidad, el ámbito iconográfico, la capacidad
cialismo de actitud idealista y la poesía pura sintáctica del ideograma y las posibilidades
que ya se había manifestado con fuerza en semánücas de la yuxtaposición directa de los
muchos países. No obstante, el deseo de eludir elementos poéticos.
una realidad problematizada es la orientación No obstante tales pretensiones, la ahisto-
de estas poéticas. Para Saúl Yurkievich', los l.zación de todo fenómeno artístico resulta
poetas puros, los existencialistas y los surrealis- imposible y absurda. Así lo demuestra el
tas mantienen una férrea actitud idealista y siguiente texto de Décio Pignatari, en el que
siguen creyendo en una poesía sublimadora, intenta exponer sus teorías sobre el poema
c Láfiic y redentora; no obstante que sufren la concreto. Obsérvese que el develamiento pau-
contradicción entre los deseos de un arte tras- sado de las formas de la propaganda (más bien
cendentalista, pleno, liberador, y la cruda reali- antipropaganda), acentúan el aspecto histórico
dad contemporánea que exhibe por doquier de esta poesía al descubrir el asfixiante proce-
agresiones, amputaciones y restricciones. so de la publicidad e invertido para semantizar
Otra tendencia de poesía pura es la "poe- el carácter nocivo de los elementos publicita-
sía concreta" de Brasil, que surge en Sao Paulo rios, para mostrar lo que esá deuás de las for-
eo '1,952, cuando Augusto de Campos (1931), mas rutilantes de los anuncios: !
sacionale, que incorpora el lenguaje coloquial Fernández Moreno, Ernesto Cardenal llama a
al plano expresivo y explora la problemática tal corriente exteriorista, asociándola con la
sociopolítica del contexto latinoamericano, noción de impureza:
rnuchas veces incorporándola en diferentes
niveles a la plurivalencia discursiva de los tex- '...1a poes'ra creada con las imágenes del mundo exte¡ioÍ,
tos. Esta referencialidad de los texos poéücos el mundo que vernos y palpamos y que es, por lo general,
el mundo espec'rfico de la poesía. El exteriorismo es la
muchas veces los ha convertido en contestata- poesíe objetiva: oznativa y anecdótica, heche con los ele
rios, lo cual ha desatado mecanismos de coer- mentos de la vida real y con cosz.s coocret¿¡s, con nombres
ción, como la censura, la intervención textual, propios y detalles precisos y datos exactos y cifras y
el no reconocimiento, etc. La int¡oducción del hechos y dichos. En fin, es la poes'ra impura" r'1.
diferencias " que no quedan claras y no satis- organización scoan. su. \rae caóüco hacia la
facen para distinguir dos tendencias poéticas: destrucción final.
antipoesía y conversacionalismo. Obsérver»e, En otrm a¡..lioÍes lar- -l::a l'aioración más
resumidas, tales distinciones: positiva y menos vrcleil[a de ia sociedad,
como en Roberto Fe¡nández Retamar, quien
1. La antipoesía se define negativamente; la ve en ei sociaiismo 1a pos:br:idad de una orga-
poesía conversacional, positivamente- ruzactón social y econórnica en la que preva-
lezca la justicia.
2. La antipoesía üende al sarcasmo; la poe- Consideramos que ios términos poesía
sía conversacional es grave. existencial, exteriorismo, antipoesía y poesía
conversacional se refieren a un mi§mo fenÓme-
3. La antipoesía tiende al escepticismo; la no poético, ya que los críücos y po€tas men-
poesía conversacional tiende a afirmarse cionados (Fernández lr{oreno, Cardenal,
en sus creencias. Alegría y Fernández Reumar) aluden a los mis-
mos autores (por ejemplo \lario Benedetti,
4. Ia antipoesía tiene un sentido demoledor Ernesto Cardenal, Roque Dalton) para ejempli-
con el cual mira el pasado; la poesía con- ficar las "diferentes corrientes" que pretenden
versacional mira el presente y el porvenir. establecer.
Alavez, las caracter-lsticas que se le otor-
5. La anlipoesía señala la incongruencia de gan a cada una de estas "tendencias poéLicas"
lo cotidiano; la poesía conversacional pueden ser asignadas, sin conradicción algu-
señala la sorpresa o el misterio de lo na, a cualquiera de las otras. Por ejemplo,
cotidiano. según Fernández ivloreno la poesía existencial
remite a un tiempo histórico, concreto, y
6. La antipoesía engendra una retórica Ernesto Cardenal señala que el exteriorismo
cerrada sobre sí; la poesía conversacional involucra datos, nombres concretos, etc., de un
no se encierra en fórmulas. momento histórico; Fernando Alegría indica
que la anüpoesía emplea un lenguaje directo
Tales diferencias no son convincentes, que intenta devolvede al hombre la realidad
puesto que si se desea, se pueden encontrar (aludir a un momento histórico determinado).
unas y otras características en autores como Por último, Fernández Retamar apunta que la
Ernesto Cardenal, Roque Dalton, Mario poesía conversacional incorpora elementos de
Benedetti, e incluso en los autores más jóve- la cotidianidad del momento histórico presen-
nes, como el hondureño Rigoberto Paredes te. Nótese la ambigüedad en este fracasado
(1948), el argentino Ricardo Miguel Costa intento por establecer los límites de tales "nue-
(1958) y el costarricense Jorge A¡turo Venegas vas corrientes" poéticas. Al final, lo que sí
(1961)'6. queda claro es que al intentar establecer fron-
Sin embargo, lo más importante es seña- leras, se abre el espacio de la relatividad. Al
lar que dentro de la corriente conversacional buscar la identidad se impone la diferencia.
pueden confluir (y de hecho lo hacen) distin- Triunfan los cruces de discursos, las múltiples
tas intenciones que están determinadas por el voces que confluyen en el espacio textual de la
contexto histórico en que se produce la poesía nueva poesía latinoamericana.
y por los intereses personales de los autores. Antes que buscar nombres, diferencias y
En el caso de Nicanor Parra, su poética la nuevas fronteras, es más importante determi-
determina su percepción del mundo moderno nar la especificidad de cada texto particular y
"como una monumental cloaca para cazar de ahí vislumbrar los diálogos que éste plantea
ratas y hombres"'7. De ahí su intención des- con algún(os) género(s) o movimiento litera-
tructiva, irónica, sarcástica. Pero esto es un rio. Así, esos cruces de formas o dicciones
asunto semántico que no le hace apartarse de pasan de problemas a relaciones intertextuali-
lalinea conversecional, pues su poesía es pro- zadas que asumen la contradicción no como
saica, coloquial y en ella se observa la proble- conflicto o anormalidad escandalosa, sino en
matización de su contexto, el exterminio de la tanto un código de verosimilj¡ud no regido por
RoDRIGUEZ: Ie poes.ul posvanguardiste latinoamericana: notas para un acerc¿mient o a la
li¡icz conversacional 39
la raz6n tradicional Oéase lógica formal), sino La nueva poesía es un espacio textual en
como uno que se sumerge en la dialéctica del el que múltiples textos culturales entran en un
lenguaje poético 18. diálogo permanente. También se observan
Tampoco existen diferencias cronológi- diversos tipos de lenguajes: periodístico, jurídi-
cas para distinguir el exteriorismo, la poesía co, musical, etc. Para Guillermo Sucre, el len-
existencial, la antipoesía y la poesía conversa- guaje poético "se ve convertido en una suert€
cional. Todas eslas "tendencias" se desarrollan de contra-lenguaje en el cual caben todos los
después de la década de 1940, es deciq cuan- materiales "despreciados" pare la antigua con-
do decaen las escuelas vanguardistas. ciencia (y no sólo estéticamente) valorativa.
Pero veamos más objeciones. para empe- Dominan ahora no sólo lo narrativo, lo oral o
zar, la poesía existencial remite no a un pro- lo prosaico; aún son visibles el material en
blema de historiografia litereria, sino a una bruto, la composición en forma de catálogo o
problemáüca filosófica que traslada la discu- inventario, el uso y la superposición de los
sión a la historia de Ia filosofta. El exteriorismo mismos signos lingüísticos de la sociedad que
dice remitir a Ia objetividad, pero ¿existirá una se criüca."'e.
poesía objetiva, fuera de toda subjetividad?, y El presente estudio, indiferente al juego
si existe esa expresión ¿será exterior a, qué?, ¿a de inventar nuevos nombres para asir una mul-
una individualidad que escribe? No creemos üplicidad de dicciones, ha elegido el nombre
que esa dicción sea posible; ninguna escritura de "poesía conversacional", sin que nos impor-
puede darse fuera de un autor. por otra parte, te dicho nombre en cuanto tal (tampoco se
la anüpoesía pretende el absurdo de oponerse entienda el conversacionalismo como aquella
a la misma poesía. De hecho y por definición poética en la que sólo se reproduce el habla
tal escritura estaria fuera de la poesía. Entonces de la conversación cotidiana. Este es un ele-
no puede concebirse una antipoesía, tan sólo mento más en la diversidad de voces que con-
cabe la idea de una retórica que enfrenta otras forman esta tendencia de Ia nueva poesía lati-
(la vanguardista, la modernista, etc., en el noamericana). Lo que sí se quiere destacar es
planteamiento que hace Alegría). Así, en vez que se trata de un solo fenómeno, no de varias
de antipoesia dekria hablarse de ',ante-equis corrientes literarias. Ia razón de tal elección es
tipo de retórica". Por su parte, el paradigmide que el término apunta en dos direcciones fun-
Fernández Ret¿mar se equivoca desde su ini- damentales que no son definidas en oposición
cio, cuando indica que son únicamente dos a otras poéticas. Primero, atiende al lenguaje
corrientes las que se han desarrollado en que se emplea, el coloquial-cotidiano; segun-
América Latina después del vanguardismo: la do, este lenguaje posibilita la incorporación de
antipoesía y la poesía conversacional, ya que la cotidianidad de los individuos, dicho sea, el
están presentes el surrealismo y el modernis- carácÍer existencial, histórico, concreto, de los
mo, entre otras, todas mezcladas en la nueva habitantes de América Lafina.
poesía laünoamericana. Luego, las distinciones La poesía conversacional, al inscribirse en
entre las dos poéticas no demuestran las dife- el mundo cotidiano, toma como pertinentes
rencias. pué significa que una sea positiva y para su perspectiva estética tanto los temas no
la otra negaüva, que una sea grave y la otra marginales, como los tradicionalmente margi-
sarcástica, que una mka al pasado y la ova al nados, así como "lo anlirretórico" (oposición a
presente y al porvenir? ¿En relación con qué se las retóricas tradicionales, v.gr. la modernista).
afirman tales distinciones? Las respuestas no se Ot¡a característica de esta poesía es que analiza
presentan; todo es un impresionismo forzado los problemas socio-políticos, pero sin abando-
que se úaiciona, pues cualquiera podria ver nar los temas tradicionales, como por ejemplo
esos calificativos en muchas otras poéticas. el intimismo amoroso, el cual se trata incorpo-
La poesía conversacional no se presenta rándolo a la cotidianidad de los individuos. En
en una forma "purart; corrlo toda corriente lite- cuanto alaforma,, el verso libre es el que mate-
raria aparece mezclada con diversas voces pro- rializa un lenguaje coloquial, que según
venientes de otras poéticas (surrealistas, pos- Alfredo Veiravé "atraviesa el poema y destruye
modernistas, etc.) y de todos los órdenes cul- la sintaxis y el orden temáüco, esquivando la
turales, económicos, políticos, sociales, etc. función de la poesía a la de la narrativa en
40 REYISTA DE FII,OI.OCIA Y tI\GL§TrcA
provocó que el 17 de abril de 193i nacie- papel en el movimiento intelecn¡al del país, y
ra la Anti-Ac¿demia Nicaragüense, prime- sus esnrdios abarcaban los principales medios l
ra manifestación colecüva del movimien- culturales de la nación, como el suplemento de i
to que para ese momento era únicamente La hercaa partir de 1954 Olamada In Prensa
literario. Literaria desde 1,96r),le revista El Pez y la
Serptente y Reuista Consen¡adora (luego
Los vanguardistas se reunían, intercam- Reulsta Conseruadora del Pensamlento
biaban lectnras, traducÍan del inglés y del fran- Centroa¡nerkano y Reuista dcl Pmsamiento
cés a poetas contemporáneos para dialogar Cmtroameñcano).
con las tendencias literarias modernas y recodi- El grupo de vanguardia produjo un orden
fice,r la poesía nicaragüense. poético nuevo: la poesía conversacional, que
El grupo luchó contra la tradición moder- se aprecia en tres antologías: Nueua poesía
nista nicaragüense para instaurar una poesía nicaragüense (Madrid: Seminario de Pro-
coloquial, preocupada por los elementos con- blemas Americanos, 1949), Pesía reuoluclo'
cretos y cotidianos del hombre contemporá- naria nicaragüerse (México: Ediciones Patria
neo. Publicó trabajos en El dlarío Nica- y Libercad, t%2) y Poesía nicaraguerce (La
ragüense y sus ideas se plasmaban principal- Habana: Casa de las Américas,1973).
mente en la "Página de Vanguardia", una ho.ia En la década de ios sesenta es de gran
que salía en el diario El Coreo. Allí los van- importancia parule poesía nicaragüense la fun-
guardistas divulgaron a autores norteamerica- dación del grupo "Frente Ventana", que se pro-
nos, españoles, franceses, etc. También pole- dujo a principios de 1960 en la Universidad
mizaron con los representantes de generacio- Nacional Autónoma de Nicaragua. Este grupo
nes anteriores y expusieron su deseo de una se definía como un conjunto de intelectuales y
renovación política y social. de trabajadores de la cultura comprometido
Después de 1933, el grupo se alejó de la con la realidad de los habitantes nicaragüen-
producción literaria y se involucró en la políti- ses. Así aspírabe a ser el nuevo movimiento
ca. A raiz del asesinato de Augusto César ideológico y cultural del país, en coordinación
Sandino (ocurrido en 1934), apoyaron la figura con las organizaciones puramente políticas del
de Anastasio Somoza Garcia. Tal apoyo se Frente Sandinista para la Liberación Nacional.
manifestó en publicaciones en el diario L a Los fundadores del grupo fueron Fernando
Reacción y en la revista Opera Bufa Gordillo (L94-1967) y Sergio Ranírez (1942),
Q935-1936). En 1936 Somoza Garcia subió a la a quienes se unieron otros escritores, en tanto
Presidencia de la República, se distanció del miembros directos o seguidores de sus objeti-
grupo Reaccionario y consolidó una dictadura vos. La agrupación publicó entre 1960 y 1%4
militar. Para ese entonces, los miembros de la revista Ventanl, su órgano difusor; organizÓ
Vanguardia ya se habían dispersado. la primera mesa redonda de poetas jóvenes de
En'1.942, Pablo Antonio Cuadra convocó Nicaragua en 1%4 y efectuó dos concursos de
a sus antiguos compañeros a fundar en poesía, uno en 1961 y otro al año siguiente.
Grenada el Taller San Lucas, que presidió Asimismo, el grupo combatió las ideas de la
Cados Cuadra Pasos y contó con la ayuda de Generación Traicionada, ya que ésta era de
José Coronel Urtecho. Junto con ellos aparecen tendencia burguesa y defendía una poética
voces nuevas: Erne§to Melia Sánchez nihilista, extranjerizante y metafsica.
(1923-198), Carlos Martinez Rivas (1924), Otros grupos que constituyen la genera-
Ernesto Cardenal (1,925), Fernando Silv a (1927) ción de 1960 son El U de Boaco, el de
y Ernesto Gutiérrez (1'929), entre otros autores. Granada, Bandoleros de Granada, El Grupo M
Este grupo desde finales de los años treinta se de Managua, el grupo Presencia de Diriamba y
dedicó al estudio de la culrura popular nicara- la Generación Traicionada, fundada por
güense, investigaciones que dieron a conocer Roberto Cuadra (1940) y Edwin Yllescas
en publicaciones periódicas como Algora (1941).
(1939), Centro (1939-41,), Los lunes de La En 1961, Carlos Fonseca Amador fundó el
Prerca (1940-41) y Ya (1940-41). Desde esos Frente Sandinista de Liberación Nacional. Este
años, el grupo pasó a cumplir un importante grupo aoalizó y adaptó a su lucha política las
RoDRIGUEZ: Ia poesÍa posvanguardista latinoamericar¡a: notas para un acercamiento
zlzli¡iczconversacional 43
7. Ramón Xi¡au. ,'Teoría de la poesía concreta del 77. Ferrnndo Alegría. Op. cit,, p. 217.
Brazil." En: Poesb bispnu¡nerícana conterrpo-
ránea. (Méxtco: Sep Diana, 1979, p. 165. 18. Ya Kristeva señaló ia urgente necesidad de
replantear las concepciones que sobre los géneros
8. Citado por Xirau. Ibíd., p. 175. ha mantenido la c¡itica li¡erzria t¡adicional; "Uno
de los problemas de la semiologÍa sería el de susti-
9. El vanguardismo se Íranifiesta entre las décadas de tuir la antigua división retórica de los géneros por
1920 y 1940. le, poesin conversacional se empieza a una tipología de los textos, definir la especificidad
desarrollar en la década de 1940 y en los años pos- de las distintas organ2aciones tem¡ales siruándo-
teriores. Algunos de sus autores representativos las en el texto cultural (la cultura) de que forman
son: César Fernández Moreno (Argent.ina, 1919), parte y que forma pane de ellas." Julia Kristeva.
Merio Benedetti (Uruguay, f 920), Jorge Enrique El texto de la ¡ouela. Trad. de Jordi Llovet.
Adoum (Ecuador, 1926), Ca¡los Germag Beili (perú, (Barcelona: Editorial Lumen, 1974), p. 15.
1927), En¡ique Lihn (Chile, 1929-19§), FayadJamis Anteriormente y en forma más radical Bajrn, al
(Cuba, 193G1988), Juan Gelman (ergentina, 1930), estudia¡ la cultura popular abogaba no sólo por
Roberto Fernández Reramar (Cuba, 1930), Roque replantear el problema de los géneros, sino por
Dalton (El Salvador, 1935-197», José Emilio reformular todas las concepciones art'lsticas e ide-
P¿checo (México, 1939), Orro René Castillo ológicas de l¿ sociedad: "Si Rabelais es el más difi-
(Guatemala, 1936-1967) y Jaime Labastida (México, cil de los autores dásicos, es porque exige, para
1939). En el gr,:po de los más jóvenes esrán ped¡o ser comprendido, la reformulación radical de
Sh.imose (Bolivia, 1940), Jav\er Heraud (perú, todas las concepciones artísticas e ideológicas, la
1942-1963>, Antonio Cisneros (Perú, 7!42), tván capacidad de rechazar muchas exigencias del
Silén (Puerto Rico, 1944), Julio Valle Castiilo gusto literario hondamente arraigadzs, la revisión
(Nicaragua, 1952), J orge Boccanera (Argenrina, de una multitud de nociones..." Mijaít BajlíJ:.. La
1952) y Ricardo Miguei Costa (Argeruina, lg58). Sin cultura popular en la Edad Medía y en el
embargo, no se piense encontrar en esta breve lista Renacimíento. El contexto de Frangoís Rabelais.
poéticas homogéneas, por el contrario, la diversi- Trad. de Julio Forcat y César Conroy. (México:
dad es lo que las ceracfer'na; ante esto cre€rnos que Nianzz Editorial, 1990), p.8.
es el esrudio particular de cada autot y más aún, de
cada texto, el que debe señala¡ las caracter-tsticas 19 Guillermo Sucre. l¿ máscara, b transparencia.
retóricas de estas dicciones, esa especifidad te:<tual (C,aracas: Monte Editores, 1979, p.329.
de cada escritura, lejana a la rotulación. Inscribi¡ a ^vila
un autor en la poesía conve¡sacional es tan sólo un 20. Alfredo Vei¡avé. Cp. cit., p.284.
'rnfimo ¡ecurso que da alguna vaga idea de su
momento histórico y de su ideario estético. 21. José Emilio Pacheco. "I.a otra vangrsardia". Crísis.
55: 34-39, noviembre, t987, p. 35.
10 Césa¡ Fernández Mo¡eno. "Pa¡a Amé¡ica Latina, una
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notas de Orlando Cuadra Downing. Madrid:
11. 1bíd, p.33. Seminario de P¡oblemas Hispanoamericanos,
r94D, p.43.
12. Ernesto Cardenal, citado por Robeno Fernández
Retamar. "Prólogo a Ernesto C¿¡denal,,. Casa de bs 23. Antología de la nuetn poesía nicaragtiense., p.
Américas. 134, 4M7, setiembre-ocrubre, 1982, p. 156.
46.
24 José Coronel Unecho. Rápído tránsito. (Madrid:
13. Fernando Alegría. Literahsa y retolución. (México; Aguilar, t95D, p. 156.
Fondo de Cultura Económicz,1971), p.203.
25. Juan Carlos Yargas. "Ezra Pound y su influencia".
14. Robeno Fernández Retamar. ',Antipoesía y poesía (San José, C.R.), 13 de abril de 1980. Suplemento
conversacional en Hispanoamé¡ica',. En: Para una Arrcora, Iz Nación(Sanlosé, C.R.) p. 5.
teolí4 de b líteratu¡a bíspanumerícan4 y otlas
aproximaciones. lz }Iabanz: Casa de las Américas, ?6. Ezra Pound, citado por AgusrÍ Basua. "Prblogo" a
r975, pp. 111-726. Antología de la poesía florteame"icana. (México:
UNAM, 1972), p. 17.
15. Ibid, p. 124.
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