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Composición Arquitectónica

Chapter · September 2011

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Ricardo Merí de la Maza


Universitat Politècnica de València
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RICARDO MERI DE LA MAZA 25

Composición Arquitectónica
Ricardo Meri de la Maza

QUE ES COMPONER
Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua:

C O M P O N E R (Del lat. componĕre).

1. tr. Formar de varias cosas una, juntándolas y colocándolas con cierto


modo y orden.

2. tr. Constituir, formar, dar ser a un cuerpo o agregado de varias cosas


o personas. Apl. a las partes de que consta un todo, respecto del mismo,
u. t. c. prnl.

5. tr. Ordenar, concertar, reparar lo desordenado, descompuesto o roto.

Componer en genérico no es sino un proceso por el cual un determinado grupo


de “cosas” se unen, se colocan, se juntan pasando a formar una nueva entidad
Rhythm of Black Lines- Piet Mondrian- 1935-42
o grupo mediante un sistema de “orden”. Si nos centramos en la composición
arquitectónica tendremos que definir a su vez cada una de las partes de la
anterior definición para poder concretar la composición como herramienta, es
decir, de que “cosas” estamos hablando en composición arquitectónica, que
entendemos por orden referido a la arquitectura, y cuales son los sistemas y los
resultados que podemos esperar.

DIFERENCIAS ENTRE ARQUITECTURA Y SU REPRESENTACIÓN


Otro de los problemas que presenta la composición arquitectónica es que,
de manera inmediata, opera sobre los elementos de representación de la
arquitectura y no sobre la arquitectura misma. En ese sentido el uso del dibujo
o de las maquetas como instrumentos de representación de la arquitectura
conlleva la posible confusión entre las reglas de composición propias de esas
disciplinas y las de la arquitectura en si misma, más aun cuando en muchos
casos esas reglas tienen la misma manera de identificarse e incluso de operar
sobre los elementos. La arquitectura comparte herramientas compositivas
Wassily Kandinsky. Several Circles (Einige Kreise).
January-February 1926. Solomon R. Guggenheim. primarias con disciplinas como la pintura o la escultura, pero es necesario
Founding Collection New York. no perder de vista los objetivos finales de los procesos de composición para
evitar que la herramienta de resultados propios de otras disciplinas y que no
26 COMPOSICIÓN ARQUITECTÓNICA

tienen porqué coincidir con los de la arquitectura. Es importante que cuando


tomamos una determinada decisión de orden que influya en los elementos de la
arquitectura no perdamos de vista que están afectando a elementos espaciales
que han de cumplir con unas funciones determinadas, hecho que no puede
quedar supeditado a la tiranía del orden plano o volumétrico sin reflexión
alguna, aplicando criterios exclusivamente visuales que, sin lugar a duda,
son fundamentales en nuestra disciplina, pero que operan con una formación
diferente y con unos objetivos sutilmente distintos.
Con toda esta reflexión no estamos pretendiendo subordinar el orden
visual al resto de objetivos, sino sólo poner sobre aviso que la composición
arquitectónica ha de intervenir sobre muchos aspectos diferentes y, por
lo tanto, para resultar correcta debe resolver todos ellos. Sin embargo, en
ocasiones es fácil dejarse llevar por los criterios compositivos que afectan
directamente a la herramienta que estamos empleando para representar la
arquitectura, y confundir la belleza del dibujo, por ejemplo, con los objetivos
de la arquitectura.
En este mismo sentido no debemos confundir geometría con composición, Highway Composition. Palla. (Kazuhiko Kawahara )
no es lo mismo geometrizar la arquitectura que componerla, no es lo mismo
geometrizar la representación de la arquitectura que dotar de orden intrínseco
a la arquitectura.

ELEMENTOS SOBRE LOS QUE ACTUA LA COMPOSICIÓN


Si volvemos sobre la definición de composición que estamos utilizando para
trabajar, podremos comenzar por definir las “cosas” sobre las que actuamos,
y que son, en sí, los elementos de la composición arquitectónica. Debemos
distinguir dos tipos de elementos, los propiamente físicos y aquellos que
intrínsecamente no lo son pero que acabarán teniendo finalmente una Mies Van der Rohe. Casa de Ladrillo. 1924

definición física.
Elementos físicos son aquellos que definen materialmente la arquitectura,
como pueda ser una pared, un pilar o una puerta. Elementos no físicos son,
por ejemplo, las funciones que se han de incluir en un edificio, y que se
agruparan según una determinada composición funcional que, a su vez, quedará
representada por los espacios que elijamos para su realización o por las partes
del espacio que ha de acogerlas a todas ellas.
Tanto unos como los otros, ya se trate de llenos o de vacíos, vamos a representarlos
mediante una serie de elementos matemático-geométricos (PUNTO, LINEA,
PLANO Y VOUMEN) con los que operaremos de manera abstracta o simplificada
para obtener una representación de la realidad que queremos conseguir,
representación que se concretará en un dibujo, en una maqueta. Se produce así
un proceso de ida y vuelta en la arquitectura consistente en la simplificación del Le Corbusier. Vers une Architecture. 1923
mundo material para su redefinición, para intervenir sobre ella, y posteriormente
proceder a la modificación de la realidad física.
Pasemos a ver algunos ejemplos de estas abstracciones de la realidad que
utilizamos como elementos primarios:
RICARDO MERI DE LA MAZA 27

El Punto como elemento primario más sencillo nos indica posición, suele
relacionarse con lo singular o con lo principal.
La Linea nos marca dirección y longitud, nos puede aportar tensión, ya sea
horizontal, vertical o diagonal, y combinada con el punto nos puede aportar
sentido a la dirección.
El Plano nos marca longitud y anchura, nos delimita superficie y nos aporta
la posibilidad de la forma, al tiempo que nos define posición y orientación con
respecto a si mismo.
Y, por último, el Volumen que nos define forma/espacio de los elementos
arquitectónicos.

FUNDAMENTOS DE LA COMPOSICIÓN ARQUITECTÓNICA. ORDEN.


Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua:

ORDENES Table of architecture, Cyclopaedia 1728 volume 1

O R D E N (Del lat. ordo, -ı̆nis).


1. amb. Colocación de las cosas en el lugar que les corresponde.
2. amb. Concierto, buena disposición de las cosas entre sí.
3. amb. Regla o modo que se observa para hacer las cosas.
8. m. Relación o respecto de una cosa a otra.
10. m. Arq. Cierta disposición y proporción de los cuerpos principales que
componen un edificio.

P R O P O R C I Ó N (Del lat. proportı̆o, -ŏnis).


1. f. Disposición, conformidad o correspondencia debida de las partes de
una cosa con el todo o entre cosas relacionadas entre sí.
4. f. Mayor o menor dimensión de una cosa.
5. f. Mat. Igualdad de dos razones. Proporción aritmética, geométrica.

Si volvemos nuevamente a la definición de composición sobre la que estamos


trabajando, vemos que cobra especial importancia la idea de orden que se aplica
a la arquitectura. El concepto de orden que vamos a utilizar, de hecho, va mucho
más allá del orden físico de los elementos que componen la propia arquitectura. La
idea de orden implica una determinada idea de arquitectura, y conlleva por tanto la
necesaria intervención de la voluntad del hombre para su definición. Es el hombre
el que da sentido con sus intenciones a la definición de la arquitectura, ya que esta
es realizada para el hombre y por el hombre, e incluso en el caso de que se opte
por el caos, esta voluntad existe en el hombre que actúa conforme a su decisión y
para los demás hombres que han de coexistir con esa realidad transformada. Por
lo tanto asumimos que si no existe transformación, o si no existe voluntad alguna
del hombre en esa transformación, no puede darse la composición arquitectónica.
28 COMPOSICIÓN ARQUITECTÓNICA

A partir de este punto la composición arquitectónica puede basarse en reglas


o principios muy diversos, principios que han ido variando conforme a las
diferentes aproximaciones filosóficas que de la realidad ha ido considerando el
propio hombre. Así, las leyes de orden han tenido referencias a lo natural, a lo
absoluto, a lo matemático, a la idea de dios, etc.
Esta aproximación a la idea de orden queda referenciada en los niveles más
básicos y por ello abstractos de la propia arquitectura, pero por debajo de estos
siempre ha coexistido con la arquitectura la geometría como sustento y apoyo
con el que desarrollar el orden interno de los diferentes niveles de la composición
arquitectónica. Es importante no confundir las leyes geométricas de orden con
la composición arquitectónica, ya que aplicamos las leyes matemáticas de la
primera como soporte y ayuda para lograr una determinada idea de orden de
la segunda.
En ese sentido podemos recurrir a relaciones tan antiguas como la razón áurea,
o tan recientes como el Modulor, sistema de medidas y de relaciones propuesto
por Le Corbusier en base a dos series basadas en la “antigua” proporción áurea.
Un sistema de orden fractal o uno basado en los números primos, entre otros
posibles, dan resultados diversos a aquellos basados en las relaciones “clásicas”
entre las partes, resultados que pueden resultar más o menos reconocibles Leonardo da Vinci. Uomo Vitruviano. 1490.
para el sujeto que los vive, en tanto ya existan en la propia naturaleza, en el
mundo físico que nos rodea, o no.
Va a ser entonces prerrogativa del proyectista el elegir una determinada idea o
ideas de orden que afecten a las decisiones de organización de la arquitectura
que se está generando. Sistemas de orden que intervienen desde lo más
abstracto y conceptual de esas relaciones hasta los aspectos prácticos de mayor
detalle y, por supuesto, en la elección de determinados sistemas compositivos y
las relaciones que se establezcan entre ellos.

Le Corbusier. MODULOR. 1948


RICARDO MERI DE LA MAZA 29

SISTEMAS DE COMPOSICIÓN ARQUITECTÓNICA


Llegados a este punto vamos a proceder a tomar de la definición de composición
inicial tres de los elementos constituyentes: orden+juntar+nuevos elementos.
Dejamos aparte la “cosa”, que como ya hemos visto puede ser ella misma
(unidades de un determinado tema arquitectónico) o los elementos de
representación que utilizamos para trabajar con ella.
Existen una serie de principios o sistemas que nos van a permitir operar con
los elementos existentes para, por medio de una determinada idea de orden
y de un proceso de unión o transformación de los mismos, obtener nuevos
elementos más complejos que los anteriores, que deben de responder de
manera adecuada a las necesidades internas de cada aspecto de la arquitectura
con el que estamos trabajando.
Habitualmente se han realizado tres clasificaciones para estas operaciones
con la forma: principios ordenadores, principios transformadores y sistemas
Le Corbusier. Asamblea en Chandigarh, India. Planta de agrupación, según actúen en diferentes niveles relativos a los elementos
primarios o a los elementos resultantes.
Estos sistemas o principios no son excluyentes entre sí, y, de hecho, en
ocasiones pueden ser complementarios e incluso coincidentes aunque trabajen
a distintos niveles. Tampoco son categorías cerradas, en tanto puede haber más
sistemas dentro de cada clasificación que aquí se aporta, y la combinación de
varios sistemas puede dar lugar a sistemas más complejos que lleguen a ser
algo distinto, más allá que la mera suma de las partes.

Sistemas Ordenadores.
Eje, Simetría, Jerarquía, Ritmo/Repetición, Pauta…

Hans Scharoun. Colegio Geschwister. 1962.


Sistemas Transformadores.
Adición, Sustracción, Multiplicación, División, Fractales, Distorsión Formal…
Sistemas de Agrupación.
Nucleares, Lineales/Axiales, Radiales, Escalonados, en Trama/Malla, Conexos,
Articulados, Aleatorios, Matemáticos, de Pliegues, de Bandas, Agrupados…

Capítulo aparte merece el “sistema” de composición arquitectónica basado en


la forma como a priori. En realidad actúa de manera intrínsecamente diferente
a lo que hemos visto hasta este punto. En esos casos la forma es fruto de
una decisión apriorística del proyectista, decisión que puede resultar más o
menos culta, o apropiada, o basada en la intuición, y más o menos efectiva en
su resultado, pero que indefectiblemente no pasa por el proceso de analizar
las necesidades para obtener un resultado determinado que las satisfaga, sino
que sobrepone a todo ello la necesidad del creador de que la forma anteceda a
todo lo demás. En este sentido podemos encontrarnos desde las más variadas
asimilaciones antropomórficas o zoomórficas hasta los objetos y formas más
caprichosas, pasando por los objetos geométricos más puros. En todos los
casos se busca, por encima de todo, la pregnancia de la forma, anteponiéndola
a su verdadero sustrato o ser.
30 COMPOSICIÓN ARQUITECTÓNICA

No se está defendiendo aquí que existan formas erróneas, sino maneras


equivocas de llegar a ellas. Una flor siempre es hermosa y la naturaleza las hace
crecer conforme a principios a veces iguales, a veces diversos, pero siempre da
por resultado una flor que cumple con la esencia de sí misma. Un edificio puede
ordenarse intrínsecamente como una flor, puede funcionar estructuralmente
como los pétalos de una flor (incluso podemos hacer que huela como una
flor), pero no es su objetivo el ser una flor, ni siquiera el parecerse a la flor…
siempre será un edificio que se parece a un edificio que se compone como una
(determinada) flor.

Paulo Mendes da Rocha. Casa Mendes da Rocha. 1964


NIVELES DE COMPOSICIÓN ARQUITECTÓNICA
La composición afecta a la arquitectura, de manera evidente, en todos sus
aspectos visuales, pero también la afecta en aquellos aspectos que no se ven.
Así, pues, podemos hablar de composición de un alzado o de una planta, pero
también existe sistema de orden en una estructura, con independencia de que
esta sea vista o no, o composición funcional de un edificio, aunque esta solo
se aprecie en la bondad de su uso y no la veamos con nuestros ojos. Por lo
tanto, hablaremos de composición funcional, estructural, espacial y formal, con
independencia de que cada una de ellas afecte o no a determinados aspectos
visuales del resultado arquitectónico.
Uno de los grados de libertad que ha introducido la arquitectura moderna ha
sido el de la independencia física, y por lo tanto compositiva, de los diferentes
aspectos de la arquitectura entre sí. No necesitamos hacer coincidir el orden
estructural con el funcional y el espacial, lo cual nos otorga un mayor grado Casa Mendes da Rocha. Esquema Estructural
de libertad y, consecuentemente, mayor riqueza de resultados. Pero ello nos
otorga, al tiempo que más posibilidades, la necesidad de controlar aun más las
nuevas relaciones entre las partes. De esta manera podemos utilizar el mismo
sistema de composición para la estructura y el espacio o, por el contrario,
utilizar sistemas diferentes que pueden o no estar coordinados entre sí, y el
resultado, según nuestras decisiones, variará enormemente.
La importancia de esta circunstancia ya fue recogida en su día por Le Corbusier
en los cinco puntos para la nueva arquitectura. De hecho Le Corbusier no hacia
sino poner de manifiesto algunos de los grados de libertad mas importantes
que se obtenían a raíz de la independencia entre espacio, función, estructura y
visualidad de la forma, llámense planta libre (función), sección libre (estructura)
o fachada libre (forma). Las nuevas libertades constructivo-estructurales
generaban nuevas posibilidades compositivo-proyectuales, o por lo menos por
primera vez se tenía consciencia y como tal se expresaba la existencia de esa Casa Mendes da Rocha. Esquema Funcional

libertad, dándole un cuerpo teórico y una base sobre la que comenzar a trabajar
con ella.
La composición afecta de diferente manera a cada uno de estos aspectos de la
arquitectura, siendo diferentes las reglas que debemos observar a la hora de
concretar una idea de orden correcta para cada uno de los aspectos que debemos
tratar. A su vez hemos de ser capaces de coordinar estas ideas de orden entre sí
para poder obtener un todo coherente que llamaremos arquitectura.
RICARDO MERI DE LA MAZA 31

En este sentido, al contrario de lo que pueda parecer, la composición como


herramienta de proyecto ha cobrado mayor importancia aun si cabe en la
definición de la arquitectura moderna, siendo la herramienta que nos permite
avanzar con seguridad más allá de las nuevas fronteras abiertas, fronteras
que apenas acabamos de cruzar, y tras las cuales sin claridad de objetivos nos
resultará fácil perdernos en la confusión de los múltiples caminos abiertos.
La arquitectura ha necesitado muchos siglos para explotar la mayor parte de
las posibilidades de los sistemas compositivos-geométricos limitados a la
coincidencia entre espacio, estructura y función, moviéndose siempre en los
límites de aquellos que la forma le permitía. Tanto más habremos de necesitar
para explorar el nuevo campo que se nos ha abierto y que apenas comenzamos
a intuir, pero para realizar con éxito esta nueva empresa debemos tener siempre
presente cuales son las bases sobre las que estamos trabajando y cuales son
las reglas que nos van a impedir avanzar de manera errática.

Bibliografia
ARQUITECTURA. Forma, espacio y orden, Ching, Francis D.K., Ed. Gustavo Gili.

ARQUITECTURA. Temas de composición, Roger C. Clark, Michael Pause. Ed. Gustavo Gili.

INTENCIONES EN ARQUITECTURA, Christian Norberg-Schulz. Editorial Gustavo Gili, 1979.

PROYECTAR UN EDIFICIO (Ocho lecciones de arquitectura), Ludovico Quaroni.


Xarait Ediciones, Madrid, 1980.

LA FORMA VISUAL DE LA ARQUITECTURA, Rudolf Arnheim. Editorial Gustavo Gili, 1978.

LA ARQUITECTURA DIDÁCTICA, Franco Purini. Edición del Colegio Oficial de Aparejadores y


Arquitectos Técnicos de Murcia, 1984.

FORMA Y DEFORMACIÓN, Alain Borie, P. Micheloni, P. Pinon. Editorial Reverté, Barcelona, 2008.

LOS PRINCIPIOS DE LA ARQUITECTURA MODERNA, Christian Norberg-Schulz.


Editorial Reverté, Barcelona, 2005.

EL MODULOR, Le Corbusier. Ed. Poseidón, Buenos Aires, 1953

REGLA DE LOS CINCO ÓRDENES DE LA ARQUITECTURA. Iacomo de Vignola.


ED. Albatros, Valencia, 1985 facsímil

LAS LEYES DEL CAOS, I. Prigogine. Grijalbo-Mondadori, Barcelona, 1997

¿ES DIOS UN GEÓMETRA? Las asimetrías de la naturaleza. Steward, Golubitsky,


Grijalbo-Mondadori, Barcelona, 1992

SIMETRÍA. Un viaje por los patrones de la naturaleza. Marcus du Satoy, Ed. Acantilado, 2009.

EL CÓDIGO SECRETO. Priya Hemenway, Ed. Evergreen, 2008.

THE SECRETS OF ANCIENT GEOMETRY AND ITS USE. Tons Brunés, 1967.

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