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Div. Scopometría
de P.F.A.
Revista
Revista de Criminalística. de Criminalística.
Publicación Publicación Trimestral
trimestral
Año- Agosto
Año 2 - N°4 Junio II · N°52014
· Septiembre - Noviembre 2014
La Justicia en Manos de la Ciencia
ISSN
2346-9307
2
N°5 Revista Skopein - Criminalística y Ciencias Forenses
Grafoscopía
La Justicia en Manos de la Ciencia
info@skopein.org
*mayor información en www.skopein.org/publicarskopein.html 3
N°5 Revista Skopein - Publicación trimestral de difusión gratuita
La Justicia en Manos de la Ciencia
NOTA EDITORIAL
EQUIPO
En este número especial en el que Skopein cumple su primer
año, contamos con dos notas elaboradas por sus integrantes de gran
DIRECTORES importancia para la criminalística. Por un lado, recibimos
autorización por parte del Ministerio de Justicia y DD.HH. para realizar
Diego A. Alvarez una entrevista a la División Scopometría de PFA. Queremos agradecer
Carlos M. Diribarne al Ministerio de Seguridad, a la Policía Federal Argentina, y a la
Superintendencia de Policía Científica por la amabilidad y disposición
puesta de su parte, que permitieron la realizacion de la misma.
JEFA DE REDACCIÓN
POSICIONAMIENTO Y DIFUSIÓN
Diego A. Alvarez
Patricio M. Doyle
4
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La Justicia en Manos de la Ciencia
Entrevista exclusiva a:
Div. Scopometría de PFA 12
Estimación de la Data de
Rastros Papiloscópicos Latentes 18
Por: Lucas Bravo Berruezo
Fascinación por la 43
Narco-Cultura Por: Gabriela S. Sosa
Skopein Responde 50
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La Justicia en Manos de la Ciencia
Roberto O. Foyo*
rfoyo1@yahoo.com.ar
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La Justicia en Manos de la Ciencia
mundo su Teoría de la Evolución de las Especies, Ese aporte, se agrega a la elaboración de
le da un impulso irreversible al nuevo modo de una clasificación delincuencial, la primera en su
pensar en ciencia: positivismo, que, si bien surge género que explica la conducta y motivación de
el lo filosófico con Saint Simon y, muy especial- los diferentes tipos de criminales.
mente con Comte, pasa a ser protagonismo puro
de la ciencias médicas y físicas. Para entonces, Se lo reconoce por ello como el Padre de
la avidez de las observaciones, descubrimientos y la Antropología Criminal, la primera fase del Posi-
estudio se centró en el hombre como ser biológico tivismo Criminológico y, con justo mérito, como el
y así el efecto dominó en esta materia dominará Padre de la Crminología. 3
toda la segunda mitad del siglo XIX.
El impacto del positivismo en Medicina TIPOLOGIA CRIMINAL: ANTROPOLOGIA
inició a la Medicina Moderna creando especiali-
dades, entre ella la Criminología (como muestra Lombroso aplica el método científico en
de ello basta la expresión del jurista español Luis toda su extensión: la observación como punto de
Jiménez de Asúa quien afirmara: “la Criminología partida le permite plantear la hipótesis que “dem-
es hija de la Medicina Legal aunque luego la uestra” con los resultados obtenidos en su tarea.
secuestrara la Sociología”). 2 Evaluando el resultado de la autopsia que practic-
ara sobre uno de los más violentos criminales de
la región, el calabrés Gaetano Vilella, que a los
LOMBROSO: SU OBRA sesenta años había fugado del penal y había ofre-
cido feroz resistencia a los carabineros, observó la
Llegado a este punto, se debe considerar presencia de una anomalía anatómica occipital
la figura de Cesare Lombroso. Hijo de Aaron Lom- que denominó quinta foseta, foseta occipital o
broso y Zefora Levi, ambos de origen hebreo, foseta media, en lugar de la cresta occipital habit-
nació en Verona (cuando esta pertenecía al impe- ualmente descripta para esa ubicación medial. (1,
rio austrohúngaro), el 6 de noviembre de 1835. 3) Este hallazgo, que en rigor de verdad no
Recibido de médico en la Universidad de Pavía, se excedía la condición de variable étnica no profun-
dedicó a estudiar el fenómeno del cretinismo dizada por los anatomistas franceses de cuyos
presentando un trabajo que trata sobre la “Influ- textos se basaba el estudio anatómico europeo
encia de la civilización sobre la locura y de la vigente para la época, le sirvió como punto de
locura sobre la civilización”, y que puede ser inter- partida para la formulación de su teoría. Si un
pretado como el esbozo de su teoría positivista. sujeto tan peligroso y violento como Vilella, posee
un rasgo anatómico diferente a lo descrito habit-
A partir de 1971 se dedica de lleno al ualmente, este rasgo debería estar unido a su
estudio del delincuente facilitado por su tarea conducta criminal, forma parte de una consti-
como Médico de Prisiones en Pesaro, observando tución delincuencial y, por ello, posee una condi-
lo que, hasta el momento, no había sido analiza- ción de inmodificable.
do: la necesidad de un estudio sobre el autor de la
infracción a través de la Medicina Legal, el objeto Su conclusión ofrecía severas dificulta-
de estudio de la conducta criminal debe ser el des, la única forma de determinar la condición
criminal en sí, dejando el delito para los juristas. criminal de un individuo, surgía necesariamente
Sentaba con ello las bases de la futura Crimi- con la autopsia, lo cual era en extremo tardío y ya
nología, originando una nueva línea de estudio, hubiera cometido los crímenes que merecieron su
un nuevo objeto de interés y la introducción del condena.
método científico.
Este hallazgo de la foseta media no es
El clivaje irreversible en este ámbito que más que el punto de partida para su estudio crimi-
brinda Lombroso con su obra “L’ uomo delin- nológico: observando otros signos netamente
cuente” (1876), no tendrá marcha atrás. A ella antropomórficos podía inducir la condición delin-
se sumará L’ uomo genio (1889), Medicina Legal, cuencial del sospechoso. Esas expresiones mor-
Medicina Legal de las alienaciones mentales fológicas eran visibles sin necesidad de recurrir a
(1863), La escuela criminológica (1890), la necropsia, se presentaban con tanta habituali-
dad como el signo precursor y su ventaja estriba-
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ba en su “portación”. En el contexto descriptivo que define al
delincuente nato, incluye, además:
En su texto Medicina Legal, Tomo I,
Lección IV, página 38, Punto II, bajo el título de 1. condiciones anatomopatológicas
“Atavismo y morbosidad del delito y del delin- del cráneo y cara tales como capacidad craneana
cuente”4 expresa: menor – medida con perdigones de plomo -, longi-
tud facial mayor, mayor profusión de la arcada
“La antropología criminal ha reconocido dentaria inferior comparada con la superior, maxi-
pues, en el hombre delincuente, máxime en su lar inferior de mayor peso, mayor anchura (mo-
tipo más característico, una multitud de carac- tivada según esta postura por la repetición de
teres anormales, muchos de los cuales tienen gestos especiales de hombre que ejecutan una
una significación atávica, por cuanto reproducen actitud de venganza o por odio), orejas en forma
las formas propias de los antepasados del de asas, nistagmus lateral, labios gruesos, en los
hombre, aún de los prehumanos: como por ejem- homicidas y autores de estupro, y delgados en los
plo entre los caracteres anatómicos la fosita estafadores; caries precoz, ausencia de tercer
occipital, la mandíbula voluminosa, los pómulos y molar, cabellos negros, rara vez se observa calvi-
lo senos frontales salientes la estenocrotafia, etc. cie, precocidad y profundidad de las arrugas,
y entre los caracteres funcionales, la zurdez moto- senos frontales prominentes. Los ladrones
ria (sic) y sensorial, la hpioestesia, la analgesia, la tienen una movilidad notable de la cara y de las
sensibilidad meteórica y magnética …. Y como manos el ojo pequeño a menudo oblicuo, las
quiera que a estos caracteres atávicos se asocian cejas pobladas y juntas, la nariz torcida y chata,
manifestaciones y tendencias criminosas, y estas escasez de barba, la frente pequeña. , los homici-
son, según hemos visto, normales y frecuentísi- das habituales tiene la mirada vidriosa, fría,
mas en los animales y en los pueblos primitivos y inmóvil, a veces sanguínea, la nariz con frecuen-
salvajes, es lícito concluir que también en los cia aguileña, curva o semejante al pico de las aves
criminales son naturales estas tendencias en el de rapiña, voluminosa, mandíbulas robustas
sentido en que dependen de su organización orejas largas cabellos crespos, pómulos anchos.
análoga por inferioridad de estructura y de Incluso hace una confirmación empírica del tipo
funciones físicas y psíquicas a las de los pueblos criminal por los proverbios: al hombre rojo y a la
primitivos y los salvajes y, algunas veces a las de mujer barbuda desde lejos se les saluda (omo
los animales.” rosso e femmina barbuta da lontan xe megio la
Esta descripción le lleva a concluir en la salutta), líbrate de quien se ríe y mira para arriba
creación de algo mayor a un biotipo particular: y de los ojos pequeños y muy móviles( guardati da
modelo con características definidas, surge la chi ride e guarda in là e dagli occhi piccoli e molto
figura del DELINCUENTE NATO 1, 3. Se trata de mobili).mejor es vender un campo y una casa que
aquel individuo que ha nacido con una carga tomar una mujer de nariz remangada (megio
predestinada para delinquir, y que merecía ser vender un campo e una ca che tor una dona del
observado de manera diferente al resto de los naso lèva).Considera que el pueblo no ha llegado
sujetos. Su condición de delincuente viene acar- a estos resultados de un golpe sino por fuerza de
reada en forma hereditaria, lo acompaña desde el adquisiciones estratificadas por espacios de
nacimiento hasta la muerte y es irreversible. muchas generaciones. 4
Esos rasgos eran patrimonio de un ser que 1. de la estatura (los honrados super-
rememoraba las formas siminanas (el aspecto de an a los que no lo son en proporción 1.2 a 0, los
su cara, la longitud de sus extremidades, la salteadores y ladrones tienen la estatura mas alta
tendencia y similitud con las formas animales, y los mas bajos son los autores de estupro y los
etc.), que carecía de poder de freno a sus expre- incendiarios,) 4
siones instintivas básicas con lo cual se expresa-
ba como un salvaje en el sentido literal del térmi- 2. el peso (el peso también es superi-
no. Su similitud en formas y conductas con los or al de los normales) 4
primates inferiores será remarcada permanente-
mente por Lombroso en su obra, como modo de 3. del tórax (perímetro torácico mayor,
reafirmar la pertenencia a estratos evolutivos insuficiencias valvulares cardiacas, vértebras y
inferiores por parte del criminal. costillas supernumerarias o ausencia de ellas), 4
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4. genitales (anomalías en genitales de la especie).
de tipo criptorquidia hidrocele, varicocele, fimosis,
hipospadia y atrofia testicular), 4 d. En relación al atavismo (esa pauta
regresiva evolucionista), lo concilia con la morbo-
5. de las extremidades (pies planos, sidad en términos de enfermedad mental y muy
manos gruesas, largas en ladrones, estupradores especialmente como “suspensión del desarrollo”,
rateros y estafadores, anomalías en los surcos la cual se ve en el delincuente en mayor propor-
palmares que adoptan rasgos simiescos) 4. ción a los normales (rasgos patológicos tan
amplios como hernias, dientes en sierra, osteo-
La presencia de todas estas anomalías mas, etc.).
modifica la fisonomía. Parafraseando a Vidocq,
el creador de la Suretè o Policía de Investiga- Admite además, atavismo por rasgos
ciones de Francia, “ocultad, si queréis su cara, psicológicos que determinan refractariedad para
que yo los conozco por sus ojos”. 3 el trabajo metódico y la impulsividad, aceptando
en esta última la prioridad en la manifestación
El poseedor de estos poco agraciados criminal, debido a que los sentimientos y concep-
rasgos, merece su inclusión en el llamado por tos morales disminuyen su influencia cuanto
Lombroso, tipo criminal, definido además de su mayor fuera la impulsividad
antropomorfismo, por los tatuajes, insensibilidad
moral, degeneración, atavismo, epilepsia, carac- e. No obstante, si hay una patología que
teres funcionales y psíquicos influye en el delincuente y que determina su
condición, esa es la epilepsia. Sobre ella afirma
En relación a los otros puntos, se debe que “hace retroceder al individuo a formas
acotar: somáticas y psíquicas propias de sus antepasa-
a. El tatuaje es, para el padre de la Crimi- dos (hábitos de ladrar, morder)”. 2
nología, uno de los caracteres más singulares del Obviamente, el conocimiento que, para su
hombre primitivo, marca el estilo de vestimenta, época se tenía de la epilepsia era todavía muy
su atracción sexual, el distintivo nobiliario, o crimi- primitivo: desde un episodio con repercusión
nal que posee, asociando en sus formas repre- política como era para los romanos (la anulación
sentaciones relativas a la muerte y al tipo de de los comicios senatoriales frente a crisis convul-
delito tales como formas fálicas en violadores, sivas o “crisis comiciales”) hasta fenómenos de
armas en homicidios, siendo expresión todas posesión demoníaca en la Edad Media para termi-
ellas, de su instinto criminal, nar en un trastorno desconocido e intratable
b. La psicología del delincuente también hasta los trabajos de Jackson, la epilepsia llevaba
es diferente a la normalidad, por presentar insen- consigo manifestaciones corporales bruscas, que
sibilidad moral (ausencia de “sentimiento de com- recordaban la violencia en la manifestación agre-
pasión por las desgracias ajenas”, desprecio de la siva del delincuente.
vida propia y ajena, con formas pasionales tales Al respecto, dice en la Lección XIII, pag.
como la vanidad, venganza, crueldad, tendencias 163 de Medicina Legal 4
al consumo de vino y a los juegos de azar, a las
orgías, irreligiosidad).
c. Degeneración: En el contexto de la “…la epilepsia funde a ambos (se refiere
evolución, el delincuente representa un al delincuente nato y al loco moral) en una gran
estancamiento en el desarrollo, es producto de familia natural. Verdaderamente para quien no
una involución, se convierte de tal forma en un ser vea en la epilepsia más que el acceso convulsivo
atávico. Deja de ser un hombre que, desde su o todo lo más la privación y los vértigos, esta iden-
libre albedrío, elige el camino del delito y pasa a tificación parecerá la cosa más absurda del
ser un predeterminado biológicamente, un degen- mundo. Mas por el contrario para admitirla basta
erado (término que utiliza reiteradamente en reconocer las varias formas morbosas tan diver-
términos de desviación del tipo normal trasmisi- sas entre sí pero sin embrago todas ellas aprecia-
bles a los descendientes “bajo la forma de tabes das como de naturaleza epiléptica en atención a
hereditaria” que lo lleva a la extinción del sujeto y su común mecanismo genético. Las pruebas de
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esta identificación las he sacado ante todo de la confirma y completa mi teoría del origen epilépti-
estadística y después de examen antropológico y co del delito. La enfermedad, especialmente
de la comparación del mecanismo que interviene durante el período fetal, alterando el desarrollo
en estos individuos para la realización del acto del Sistema Nervioso Central, haría retroceder al
criminosos mecanismo que corresponde perfect- individuo a formas automáticas y psíquicas
amente al de su acceso epiléptico” propias de los antepasados”.4
f. Los caracteres biológicos también com-
parten vínculos entre ambos procesos: daltonis-
Admite una casuística coincidente con mo, discromantopsia, zurdez, anisocoria, hiperre-
otras (Morselli) y destaca una incidencia del 5% flexia tendinosa, escotomas, estreñimiento, etc.
de epilépticos verdaderos (con convulsiones), Pero la identidad se manifiesta más claramente,
entre los presos y solo un 5 por mil en las perso- para Lombroso, en los caracteres psíquicos. Hay
nas no delincuentes. Remarca su inicio en los “intermitencia y excesividad contradictorias de los
jóvenes (la llama la enfermedad de los niños) y sentimiento y de las pasiones que sustituyen a los
homologa los accesos de ira de estos y de los afectos, por lo que pasan indiferentemente del
salvajes con la “iracundia morbosa de los epilépti- odio al amor, de la vanidad a la humildad, del
cos” Destaca el predominio de ambas en el sexo cinismo a la excesiva religiosidad”.
masculino. Establece una analogía entre los
caracteres físicos de los delincuentes y de los Agrega a lo expuesto la tendencia a la
epilépticos (peso, estatura, capacidad craneana vagancia, la calma y la apatía, el sonambulismo,
anomalías físicas atávicas), llegando a admitir la obscenidad, la precocidad para los placeres
que “el epiléptico parece el producto de dos mita- venéreos, el placer por el alcohol, la necesidad
des de hombres distintos soldadas entre sí”. La automática de destrucción de objetos inanima-
ginecomastia, sindactilia, fosita occipital escolio- dos, el canibalismo, con un marco intelectivo que
sis vertebral, pie pénsil, encefalitis y meningitis va desde “el genio al idiota”, son desconfiados,
son todos hallazgos comunes y frecuentes en irascibles, raros, pocas veces afables, calum-
ambos. niadores, litigantes, indiferencia ante el peligro
que amenaza su existencia. 4
Establece analogía de causas para el
delito y la epilepsia: el alcoholismo, los traumas Con todo lo expuesto, edifica un modelo o
(en términos de traumatismo de cráneo, la menin- tipo criminal llamado Delincuente Nato que repre-
gitis, las enfermedades exantemáticas y febriles. senta el primer intento fundado científicamente
En todas las citadas, la epilepsia se agrava y de estudio de un modelo de personalidad crimi-
aumenta la peligrosidad criminal precipitando nal.
conductas homicidas a raíz de “los estímulos
criminales que afloran en estos sujetos y los Nace a través de ello la Antropología Crim-
transforman en salvajes”4 inal, primera etapa en el desarrollo de la Crimi-
nología, de corte netamente medico descriptivo y
Admite una epilepsia psíquica (la conoci- anatómico que, como se expresara, sustentaba
da hoy en día como temporal) a la que rotula como en la existencia de rasgos o estigmas físicos un
equivalentes psíquicos de la epilepsia. Destaca modelo de estudio cuyos integrantes eran consid-
el caso de un criminal, Medea, que mantenía “la erados como expresión de pertenencia a esa
mirada en los otros que lo saludaban pero sin especie. 3,5
responder, siendo cuando le acometían los
accesos violentos, totalmente incontenibles”4. Al realizar el peritaje de Verzeni, un
Medea era portador de una epilepsia temporal. estrangulador con conductas canibalescas, con-
firmo su hipótesis atávica. A ello, sumó el caso
Concluye con una aseveración tajante: “la de Medea y de Matto, casos de criminales, epilép-
epilepsia no excluye el atavismo, sino que más ticos todos con conducta y agresividad extrema,
bien lo confirma. La epilepsia psíquica se revela que ingresaban en los supuestos teóricos plant-
por actos criminosos preferentemente en aquel- eados. 5
los que están congénitamente predispuestos a
ella, es decir en aquellos que presentan mayor El atavismo y la epilepsia larvada pasaron
número de caracteres degenerativos, lo cual a constituirse como el eje medular de la teoría
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positivista medicolegal y lombrosiana. Si ese dos sino por escasos números de individuos a los
individuo hubiera desarrollado como corresponde cuales consideramos y tratamos como criminales.
a su condición humana no presentaría esa forma . La mala tendencia de estos individuos es una
criminal: su estancamiento evolutivo determina el consecuencia de su organización física y psíquica,
insuficiente desarrollo y lo limita a las formas la cual es esencialmente diversa a la del hombre
resultantes. normal. En los criminales son naturales estas
tendencias Esos retroceso atávicos de la mor-
Pocas líneas definen con más precisión fología y de la psicología individuales se atribuyen
su teoría como las siguientes comúnmente a la degeneración, que es una
desviación del tipo normal transmisible a los
descendientes bajo la forma de tabes hereditaria
“En sujetos que tienen tal condición, que conduce gradualmente con fenómenos de
eminentemente biológica, se los equipara a involución a la extinción del individuo y de la espe-
bestias, animales salvajes o seres despreciables cie. Efecto y manifestación de causas morbosas
que no merecen la consideración de humanos, de generales como enfermedades propiamente
allí que la ocasión no hace al ladrón, le da opor- dichas, intoxicaciones, traumas en el individuo,
tunidad de expresarse”. sífilis, vejez en los padres, etc. Existen en los
delincuentes en proporción mayor que en los
Solo mucho después se me ocurrió que normales, caracteres llamados patológicos tales
estos caracteres coincidían con los que se le como dientes a manera de sierra, las hernias, las
atribuyen al loco moral y uníanse a ellos otros asimetrías La causa primera mas frecuente y
caracteres que eran patológicos y no atávico. Los profunda de la criminalidad (la epilepsia), la enfer-
accesos coléricos, tan frecuentes en los epilépti- medad alterando el desarrollo del sistema nervio-
cos ante cualquier provocación, registran un sos central haría retroceder al individuo a formas
aumento de la presión así, bajo la influencia de la somáticas y psíquicas propias de los antepasa-
cólera, la presión arterial puede aumentar un dos. Por consiguiente la epilepsia no es contra-
cuarto desempeñando un importante papel en dictoria con el atavismo sin antes bien lo incluye y
las reacciones violentas. Como afirmaba Trous- en efecto hace ya muchísimo tiempo que se has
seau, si un individuo cometía un homicidio sin observado en los epilépticos hábitos animales
motivo era posible afirmar que había obrado bajo (ladrar morder)”. -
la influencia de la epilepsia. En los ocasionales
pondero el factor biológico como variable predis-
posicional, difiriendo con Ferri en el origen de la
fuerza criminal (en el sociólogo el nato tiene una
fuerza interior y el ocasional una exterior). Por
que todos los hombres que sufren un agravio no
lo vengan matando al ofensor? Porque todos los
ofendidos por adulterio no matan a su mujer? La
ocasión no hace al ladrón lo revela. La ocasión
no obra por si misma mas que sobre una
disposición interna del sujeto causada bien por la Bibliografía
herencia ya por la educación o mejor por una (1)Bonnet, F.E.P., Tratado de Medicina Legal, Ed. López Libreros,
combinación de ambas peor en todo caso por la Segunda Edición, Tomo II, Libro XII
(2) Dato obtenido por referencia directa del Dr. César Barral, formado
acción directa o indirecta del medio ambiente en Derecho Penal por el citado jurista
social en el cual los antepasados del individuo (3) Tieghi, O.; Tratado de Criminología, Edit. Universidad; Bs. As.; 3º
como el mismo desenvolvieron su vida. Edición actualizada, 2004;
(4). Lombroso, C.; Medicina Legal, Tomo I, Edit. La España Moderna,
Madrid, año 1890
El hurto, el incesto, el infanticidio, el parri- (5) Cajías, H.; Criminología; Cuarta ed., Librería Edit. Juventud, La Paz,
cidio, son actos que hemos encontrado como Bolivia, 1978,
manifestaciones normales entre los pueblos prim- (6) Bruno, A.H, Martínez Pérez, G.; Biopsicología General y Criminal,
Editorial Educa, ,año 2003.
itivos y entre los salvajes. Gracias al progreso (7) Lombroso, C. y cols.; La escuela criminológica, Editorial La España
realizado en la evolución del sentido moral, hoy Moderna,
(8) Ingenieros, J., Criminología, Elmer Editor, 1916,
son reprobados como delitos y ya no son cometi-
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