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Planetas personales, tránsitos y ciclos de estacionamiento

A la hora de considerar la importancia de un tránsito, o lo que es


lo mismo, de los aspectos o ángulos que un planeta en su
movimiento actual por la esfera del zodíaco forma con las
posiciones en las que estos estaban en el momento de nuestro
nacimiento, es básico el hecho de la duración de este.

Esta duración depende de la velocidad del planeta en cuestión, o


lo que es decir lo mismo, del tiempo que este tarde en dar una
vuelta alrededor del Sol; cuanto mayor sea esta, mayor será la
duración del tránsito en cuestión y mayor también su impacto.

Es por esto por lo que sobre todo se toman en consideración los


tránsitos de Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón; o lo que es
lo mismo, los tránsitos de los planetas lentos.

A los planetas lentos en cambio, Luna, Mercurio, Venus y Marte,


no suele tenérselos demasiado en cuenta.

Sin embargo hay algo que si debe tenerse muy en cuenta a la hora
de considerar la importancia de los pequeños tránsitos de estos
planetas rápidos, y ese algo son sus ciclos estacionarios.

Un planeta está en ciclo estacionario cuando en su movimiento


aparente desde la tierra recorre un lugar determinado de la esfera
zodiacal primero hacia delante para luego “retroceder” y mas
tarde continuar su “normal”camino de avance.

Este curioso “fenómeno óptico” llamado retrogradación, hace que


el planeta en tránsito pase varias veces por los mismos grados
zodiacales, primero hacia delante, luego hacia atrás y de nuevo
vuelva a recorrerlos de nuevo para dejarlos atrás, e incluso que se
detenga o “estacione” en un determinado grado durante cierto
tiempo.
Cuando un planeta rápido se vuelve estacionario y sobre todo
cuando se mantiene quieto en el mismo grado su tránsito adquiere
una gran importancia.

Los tránsitos lunares pueden y suelen actuar como una especie de


“matrona” de otros tránsitos lentos.
Al ser la Luna el “planeta” más rápido de todos, los tránsitos
lunares y sus efectos, salvo cuando están interconectados con
otros tránsitos, suelen manifestarse como hechos de naturaleza
cíclica, dando vida cada cierto tiempo a ciertas partes o dinámicas
existentes en nuestra carta. En concreto se relaciona con los ciclos
de nuestro estado anímico, de nuestras emociones, de nuestro
subconsciente y de nuestra vida onírica.

Y siguiendo con el tema de los ciclos, decir quelos ciclos de


estacionamiento de Mercurio pueden durar hasta 40 días, es
entonces cuando el efecto de sus tránsitos se vuelve más obvio. El
caso de Venus es aún más importante ya que los suyos pueden
llegar a los 4 meses.

Al igual que la Luna, Marte es un poco diferente; sus ciclos


estacionarios son bienales, y puede llegar a pasarse hasta 3 días en
el mismo grado.

Los ciclos estacionarios algo que convierte los tránsitos de los


pequeños planetas en algo a tener muy en cuenta.

Cuando esta se da les otorga una importancia básica y muy


determinante en el conjunto de los tránsitos de la carta, ya que
entonces no solo funcionan como “apoyos” o elementos
“detonantes” de los tránsitos de los planetas lentos, sino que
constituyen además fuerzas a tener en cuenta de manera
individual, por si mismas.

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