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TUOZOS ESCOGIDOS
EN l'fiU::i.\ y VERSO
SELECCIÓN HECHA
pon
MARTÍN CORONADO
TOMO PRIMERO.-PROSA.
BUENOS AIRES
lGON HERMANOS, EDITORES
Librcrlra del Cologio
60, r..\LI.E OOU\',\R, y AL'I~A, 90
f885
E.la obra es propiedad de los edilores, quienes la ponen
bajo la proleeeidn de la ley.
LITERATURA A][ERICANA
LA POESÍA AMERICANA,
YAPEYÚ.
LA blARIA DE ISAACS.
EL GAUCHO ARGENTINO.
a
volvían con dos ú mas' nillos la choza de donde ha-
bían luído, sin que esto tuviese conse~~encias, ni
causase la menor contrariedad en la famllta.
Á todos estos rasgos, propios del género de "ida
que hacían, los gauchos agregaban las dotes' de. un
temperamento fuerte, nervioso é inquiet~. El c11I?a
en que yivian les pel'mitía viajar á la JOtempe.rJe,
bajo las influencias, templadas algunas veces, rlgldas
oH'as ycces de la naturaleza v del espacio. Acostum-
brados al I;eligro, y ariscos 'por decÍl'lo de una Yez,
estaban siempre pl'ontos á pelear ú la justi~ia del rey ~
cuando los sOl'prendía; y como ella no usaba de pro-
cedimientos muy cuidadosos para determinar sus fa-
llos y sus castigos, los gauchos la evitaban, siempre
que podían, como se evita un peligro gl'ave, Ó como
se huye de un yugo incómodo,
Su cuerpo era por consiguiente muy ágil. Sus miem·
bros mostraban, por su esbeltez y delicadeza, que,.
de una generación en otra, se habían criado sueltos
de las taren:; ahrumadol'as y serviles de la agl'icultura
Ó de la industria. Esa constante gimn:Jsia del caballo
les daba un:J destrez:J admiJ'able para sorprender con
la velocidad de un gato las furias dd. potro salvaje,
y sentarse gallardamente en su~ lomos, con un équi-
Iibrio que la fiel'a nunca descomponía, aunque brin-
c~se y se revolviese con demencia por deshacerse del
glllcte que la domaba, Su porte era elegante y cauto.
Sus manel'as serias; y aunque parecían mansas, lo
hacían impenetrable y digno al mismo tiempo. Al-
gunas veces, fiero é impetuoso, daba rienda suelta
á. ~us pasi~nes; otras, era hidalgo y generoso. Pero
sIempre era dificil y desigual, col1\o los seres bravíos
que se crían en las soledades de la tierra. Era bello,
c?mo ellos, por el temple y por los rasgos 'pronun-
CIados de su tipo,
LITERATURA A¡IERICAM.
En general, el gaucho tenía á pecho ser amígable
y hospitalario en su cabaña. Recto en el cumpli-
miento de su palabra, no se excusaba jamás de pro-
teger con nobleza á los que reclamaban su amparo,
aunque hubiesen sido sus enemígos. Hablaba tranquilo,
y con una voz cubierta que podría parecer dulce, si no
fuese que sus palabras eran siempre escasas, ambiguas
ó taimadas. Cuando encontraba algo de que burlarse,
su ironía era profunda, pero siempre disimulada con
la doblez del sentido, con el monosilabo ó con un
acento particular que daba á sus expresiones. El enojo
no le arrancaba gritos ni gestos; y ya en las dificul-
tades del peligro, ó dominado por la ira, era siempre
concentrado, guardando las apariencias de una mode-
ración, que era amenazante por su propio laconismo.
Destituido de toda creencia en la fatalidad de los
sucesos, ponía su personalismo sobre todos los inte-
reses de la vida y ~nbre todas las inlluencias reli-
giosas; así es que siempre estaba pronto para reac-
cionar en defensa de su persona ó de su. libertad, y
aun reducido al último trance, marchando, por ejem-
plo, al suplicio entre filas de enemigos, ocultaba bajo
un aire resignado la atención mús vigilante al menor
azar, al menor descuido de su~ verdugos, para ti-
rarse al fondo de un río, salvar un percipicio, ó saltar
sobre un caballo y desaparecer como una sombra
entre los arcabuces y sablazos de sus perseguidores.
Verdad es, que nunca le faltaba entre estos mismos
un cómplice, ó un aparcero que se interesase por su
suerte, y que preparase el lance dejándole 10& riesgos
de la ejecución.
Todos estos contrastes hacían del gaucho argentino
un hombre libre y civilizado en medio de la semibar-
barie en que vivía, ó más bien, en que vagaba. Por-
que aunque distante de la vida urbana de los pueblos
LITERATURA A~IERICAIU.
LOS GRA~ADEROS.
LA SELVA DE LA YERBA-BUENA.
~hGUEL CAX~.
SAX LORE~ZO.
EL CHI~IBORAZO,
JosÉ V LASTARRI.\.
5' L1TEMTURA AMERIC,\NA.
LlIs L. DOlliNGUEZ.
62 LITERATL:RA AlIERlCANA;
VUELTA.i.. LA PATRIA.
BOGOTA.
MIGUEL C.\:"É.
EL CÓ:\"DOn.
DOlIINGO F. S"8lIlE:'ITO.
¡I) ZaD; ••
LITERATL;RA AMERICANA. 111
adelante por un paredón desde cuyo tope se conocía,
por la hoya que tení.a al pie, que en los días de lluvia
se despeñaban por allí las corrientes de la falda.
Contra lo que creía yo conveniente, buscamos otra
vez la ribera del río, y continuamos subiendo por ella.
A poco halló Braulio las huellas del tigre en una playa,
y esta vez llegaban hasta la orilla del río.
Era necesario cerciorarse de si la fiera había pasa-
do por allí al otro lado, ó sí, impidiéndoselo las co-
I'rienles, ya muy descolgadas é impetuosas, había con:"
tinuado subiendo por la .ribera en quc estábamos, que
era lo más probable.
Braulio, la escopeta terciada á la espalda, vadeó el
raudal atándose á la cintura un rejo, cuyo extremo
I'etenía José para evitar que un mal paso hiciera ro-
dar al sobríno á la cascada inmediata.
Guardábamos un silencio prorundo y acallábamos
uno que otro aullido de impaciencia que dejaban es-
capar lo~ perros.
- No hay rastro acá, - dijo Braulio después de
examinal' las arenas y las malezas.
Al ponerse en pie, vuelto hacia nosotros, sobre la
cima de un peñón, le entendimos por los ademanes
que nos mandaba estar quietos.
Zafóse de los hombros la escopeta; la apoyó en el
pecho como para disparal' sobre las peñas que tenía-
mos é la espalda; se inclinó ligeramente hacia adelante,
firme y tranquilo, y dió fuego. '
- i Allí ! - gritó señalando hacia' el arbolado de las
peñas cuyos fIlos nos era imposible divisar; y bajando
·á saltos á la ribera, añadió:
- i La cuerda firme! i los, perros més arriba!
Los perros parecían estar al corriente d.~ lo que ha-
bia sucedido: no·bien los soltamos, cumpliendo la' or-
den de Braulio, nti®traa José le ayudaba é pas&r el
II~
LlTEltATURA A)lERIC.-\.iU.
río, desaparecieron ú nuestra derecha por entre los
caJiaverales.
_ ¡Quietos! - volvió á gritar ~l'~ulio ganando ya
la ribera; y mientras cargaba precIpitadamente la es-
copeta, divisándome á mí, agregó:
- Usted aquí, patrón.
Los perros perseguían de cerca la presa,. que no
debía tener fácil salida, puesto que los ladridos ve-
nían de un mismo punto de la falda.
Braulio tomó una lanza de manos de José dicién-
donos á los dos:
_ Ustedes más abajo y más altos, para cuidar este
paso, porque el tigre volverá sobre su rastro si se nos
escapa de donde está Tiburcio con ustedes, -agregó.
y dirigiéndose á Lucas :
- Los dos ú costear el peJión pOI' arriIJa.
Luego, con su sonrisa dulce de siempre, terminó al
coloca l' con pulso firme un pistón en la chimenea de
la escopeta. :
- Es un gatico, y está ya herido.
En diciendo las últimas palabras nos. dispersamos.
José, Tiburcio y yo subimos á una roca convenien-
temente situada. Tiburcio miraba y remiraba la ceba
de su escopeta. José era lodo ojos. Desde alli veíamos
lo que pasaba en el peJión y podíamos guardar el paso
recomendado; porque los árIJoles de la falJa, aunque
corpulentos, eran raros.
De los seis perros, dos estaban ya fuera de combate:
uno de ellos destripado á los pies de la fiera; el otro,
dejando ver las entraJias por entre uno de los costi-
llares desgarrado, hahía venido á buscamos y expi-
raba dando quejidos lastimeros junto á la piedra que
ocupábamos.
De espaldas contra un gru po de robles, haciendo ser-
pentear la cola, el'izado el dOI"~o, los o~os llameantes y
LlTEI\Al'UR.\ AftIERICANA. tl3
JORGIl ISH.cs.
LITERATURA AMERICA:<iA. 115
BOLÍ\TAR.
AnísTIDEs ROJAS.
LITERATURA AMERICANA. I !ti
. BELGRAXO,
BARTOLOHé MITRE.
LITERATURA AMERICANA.
EL BOSQUE DE CIIAPULTEPEC.
LI.;JS DE U ROSA.
EL ItiO GRANDE.
EL GUARDIERO,
EL AVESTRUZ A~JERlCAN'O.
LA SERENA.
AI.LENDE.
25 DE \lIAYO DE t81O.
Lns L. DO~IÍ:'iGl"EZ.
l\IARIANO MORENO.
CAHACAS.-cosrmIBRES A:\"TlGUAS.
EL COTOPAXI.
LA CASCADA DE TEQUENDAMA.
VICENTEFIDEL LÓPEZ.
IS8 L1TERATl·R.\ AMERICANA.
BOLÍVAR E~ CASACOIMA.
EL NEGRO FALUCHO.
BARTOLOllÉ MITRE.
MONÓLOGO EN EL MAR.
LAS CARRERAS.
CHORRILLOS .•
Chorrillos, situado á orillas del mar, á tres ó cua-
tro leguas de Lima, rué en tiempo remoto un pueble- •
L1TERATn\.\ A1IERICANA.
SA:I'TIAGO ESTRADA.
FRAXCISCO J. DE C.\L1HS.
LOS LLANEROS.
~IORELOS.
l.
EL VIAJERO.
n.
GRA:'iIJES J\'oricJAs.
- ¿ y qué deja de nuevo mi seftor don Rafael por
esos mundos? - ' preguntó el cura.
- i Cómo! - exclamó el otro - ¿ pues aun no
sabe su merced las novedades?
- No. ¿ Hay algo nuevo?
- Y mucho, y muy grave.
- Cuénteme V" cuente me V.
- Pues, ¿ recuerda su merced al señor hachiller
D. iIIiguel Hidalgo, que estaba en Valladolid en el co-
legio de ... ?
- Sí, si, y mucho; ¿ le ha sucedido algo?
- ¡Pues lIO digo Ilada! está su merced para sa-
ber, que se ha levantado. .
- ¿Levantado?
. - Levantado contra el virey y contra los gachu-
pines.
- Pero, ¿ es cierto? ¿ es cosa de im portancia? -
L1IEl1.\ TlRA AM~I\It:A:'iA. ::lll
lll.
EL GUERRILLERO.
IV.
EL CArDII.LO.
y,
EL l11RTlli.
SAXTIAGO V, GUZM.ll'í,
ESTEBAN ECHEVERRfA.
EL RASTREADOR.
LA CALANDRIA.
I l\lARc08 SASTRE.
LITERATURA A1IERICAXA. 263
ROSAS.
LA BATALLA DE AYACI;CIlO.·
EL HOGAR PATER~O,
DO)IJ~GO F. SAlIlUENTO.
LA TUMBA DE CIlATEAUBRIA~D.
·r;\,iU:l~.
AOYERTESCIA.............................................. I
La. poesía americana, por Jua/I .tlada .Gulitrre; . ........••.
Fisonomia del Nuevo Mundo, por Juan Gnreía del Río.. . . . . 1)
Yapcyú, por Domingo F. Sarmie/lto....................... 13
La MIII'ía do lsaacs, pOI' José Mal/uel Es/rada.............. 16
Retrato de San Ma.rtin, por Benjamíll Vicu/la Makelll/a. . ... !!1
El gaucho argentino, por Vicenle F. L6pe:........... .....
Los Grana.dero., por Domingo F. Sarmiel/Io.... • ... ........ . 33
.!,
La. seh'a do la Yerba-Buena, por Miguel Canl!.............. 36
San Lorenzo, por Bartolomé Mitre ... ,............ . . • . • . • . • 38
El Chimborazo, por lIIanl/el Villa/'ice/lcio.................. '3
Paso d. los AndeS. Chacabuco, por Juan Alaría Guliérre;... 46
La. cañada do las Calaveras, por José V. Las/arria......... 50
La abtlicaciun de San Martin, por Barlololllé Mi/re......... 5'
p .. imera funda.ción do Buenos Aires, por I.I/is L. Domll/-
gurz ......... · .•........•.....•................ :....... 5H
San MILI·tin en la expatriaciun, por nelljamill l'icui/a .lIa-
/;e/ma.. ............................................... G!!
Origen y civilizaciun do los alltiguos (lemanos, pOI' Ma/eo
Po: Soldán............................................ 6(;
lIuarta del genoral San Martín, por Félix FrifU............ '0
Las sierras del Ta.ndil, por'Sanlillgo Estrada.............. ,~
San Martín y Bolivar, por Benjamln Vicu¡¡a Makenrla....... ,ti
Vuelta a la. patria, por Carla. Guido U Spano........ •...•• 111
Pintura do un bosque tropical, por Josl! M. Salllper........ 8i
Antiguo. habitantes de Mojico, por Lllca. Alamdn.. .. ... . .. 89
El Abra de Yumuri, por Migllel F. roldll.................. 91
Bogotá, por Miguel Cant!................................. 95
El cundor, por J/lIJn Ignacio Molina •••.•.••.•.•..•...••. ~.. tOO
Las Huaclls dol valla del Rimac, por DOIII¡,lgo F. Sar-
miento........ ........................................ lO!
INDlCE DEL TOMO PlUMERO.
ESCRITORES ARGENTINOS.
PAri.as.
ESCRITORES BOLlVIA~OS.
ESCRITORES CHILENOS.
BLEST GANA (ALBERTO). - El ro.leo y la aparla' en Chile.. lO\)
LASTARRIA (Josl: v.l. - La Ca,iad" .Ie las Cala'·eras...... 1iU
MaLINA (JUAN IGNACIO). - El rÓOIlo,· ..•........ '.' . .. . . .• 100
VICUÑA MAKENNA (BENJAMiN). - Retralo de Sao ~Iarlin.. :11
- San ~larllD en la e"palria·
dón. ................. ij~
- San ~Iarlin y Bolivar.... 76
- L. Sorcna. .. .... • ..... . 145
I,SCRITORES COLOMBIANOS.
ESCI\ITORES C¡;BANOS.
GUlTeRAS (P. J.). - Producciones nalurales d, Cuba...... i26
BUÁREz y ROMeRO (A.). - El guardiero.. .•.•...•••.....• 139
TOLÓN (MIGUEL T.). - El Abra de Yumuri....... ..•...... !Ji
ESCRITORES ECUATORIANOS.
VILLAVIceNCJO (MANUEL). - El Chimborazo ...•.•. ."..... 4:1
- El COIOl'axi. ............•.. 183
ESCRITORES MEJICANOS.
ESCRITORES PEIIUANOS.
PALMA (RICARDO). - El lamborcito del pirala............ ~46
PAZ'SOLDAN (MATeO). - Origen y civilización do los aolli-
guas peruanos................ 66
PAZ-BOLDAN (peDRO). - La ruinas de "La t·orlalcza".... !lO'
ESCRITORES URUGI:AYOS.
MAGARIÑOB cellVAIITeB (ALeJAIIDIIO). - Las carreras.... ~1I
-
Hombro coolra
bombr". .•... ~65
lUTO (MucOa). - Incursión por l •• isla............... 15t
- La calandria. . • • . . • • . . . . . . . . • . . . . . . i5i
I~DICE POR AUTORES. 299
ESCRITORES YEXEZOLANOS.
P~ginas.