Mantenimiento de Rutina de un Elevador de

Cangilones
Inspecciona visualmente el elevador de cangilones mientras está funcionando. Escucha
los sonidos que están "apagados". Debido a que estos transportadores levantan los
materiales sueltos y pesados a una alta velocidad, pronto aprenderás cómo suenan y
cómo se ven las partes del elevador de cangilones cuando funcionan correctamente. Si
algo no está bien, apaga el sistema inmediatamente para que puedas hacer una revisión
de mantenimiento más a fondo. Al apagar el elevador de cangilones, ten en cuenta si el
elevador se detiene de inmediato y mantiene su posición tan pronto como cortes la
energía al mismo. Esto pone a prueba la capacidad de parada o antirretorno del elevador
de cangilones. Nunca se debe correr hacia atrás, especialmente cuando está cargado con
los materiales. Debes saber cómo activar el bloqueo de las características de seguridad
para el elevador de cangilones antes de realizar cualquier tipo de mantenimiento. Esto
evita que la máquina arranque accidentalmente por alguien que no esté familiarizado
con la comprobación del mantenimiento en curso. Limpia el equipo como parte del
mantenimiento del elevador de cangilones. Las piezas limpias y lubricadas duran mucho
más y te costarán menos a largo plazo. A medida que limpies, busca cubos que tengan
grietas en ellos. Cambia las piezas malas del elevador de cangilones por unas buenas tan
pronto como sea posible. Con tantas partes móviles, puede que te tome tiempo poder
revisar cada una de ellas. Por motivos de seguridad, cada revisión de mantenimiento
debe comprobar cada tuerca, tornillo y el perno de la máquina para asegurarse de que
están bien ajustadas. Examina las patas de la estructura del elevador de cangilones.
Busca grietas y cualquier pieza suelta. Recuerda comprobar que las escaleras estén
seguras a la estructura. Haz las reparaciones tan pronto como sea posible. Verifica las
cadenas que operan en las poleas del elevador de cangilones. Si están demasiado flojas,
apriétalas para tomar el relevo. Asegúrate de que las cadenas se bloqueen sin problemas
con los dientes de las ruedas. Reemplaza las chavetas que puedan faltar o que estén
dobladas. Si el elevador de cangilones opera sobre cintas, haz una inspección visual de
cada cinta en busca de cualquier signo de desgaste. Los empalmes deben estar seguras
en el cinturón sin puntas afiladas que sobresalgan y que puedan engancharse en los
materiales transportados en el elevador de cangilones. Las poleas deberían tener el
lubricante adecuado para estas y los rodamientos no deben presentar signos de fugas.