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ISSN: 0214-7823
papeles@correo.cop.es
Consejo General de Colegios Oficiales de
Psicólogos
España
Poblational aging is developing a new working area for psychologists. This situation is
promoting new possibilities of working and applying the Psychology knowledges to a
population not usualy user of Psychology services, and at the same time, it becomes a
new professional challenge that requires psychogerontological formation. The most im-
pacting pathology between old people is Alzheimer´s disease, wich due to its clinical-
evolutive characteristics causes a progressive cognitive deterioration to the ill, and an
intensive sense of physical and emotional burden to the caregiver, wich ends affecting
the all familiar system. Psychological intervention provides an important value neu-
ropsychologicaly with the ill, at the clinical and psychosocial ambit at the work with ca-
regivers, and also as advising and formation level in centers and institutions. These
works are being specially valued by caregivers associations.
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A Fondo EL PAPEL DEL PSICÓLOGO EN LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER
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MANUEL RUIZ-ADAME REINA A Fondo
Es muy frecuente que en momentos iniciales el enfermo fermedad de Alzheimer es la heterogeneidad fenotípica
muestre trastornos del estado de ánimo y un cierto grado de su sintomatología, especialmente en fases leves de la
de perturbación de su personalidad premórbida, siendo misma.
con relativa frecuencia confundido el diagnóstico con el
de depresión, o lo que se conoce como pseudodemencia POSIBILIDADES DE INTERVENCIÓN DESDE LA
depresiva. En otros casos la depresión es una alteración PSICOLOGÍA EN LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER
añadida a la demencia. En éstos, los síntomas cognitivos El enfermo de Alzheimer pese a su heterogeneidad man-
suelen ir perdiendo peso a medida que evoluciona el tiene unas constantes como son las que conlleva un pro-
síndrome, para adquirirlo los conductuales. ceso que en cierta medida asemeja una involución
Son por tanto los trastornos depresivos y las alteracio- funcional (Reisberg, 1996) que recuerda en bastantes
nes de la memoria asociadas a la edad, u olvido senil aspectos a la descrita por Piaget e Inhelder (1993) para
benigno (Kral, 1962) las patologías con las que se hace explicar la evolución del niño.
más frecuente la necesidad de establecer un diagnóstico El conocimiento de esta prognosis es de gran utilidad a
diferencial. la hora de diseñar planes de intervención mediante pro-
Las características clínicas van ligadas a la afectación gramas de psicoestimulación, una de las posibles activi-
neuropatológica, siendo habitual en demencias de pre- dades de trabajo con el enfermo de Alzheimer desde la
dominio cortical, como la Enfermedad de Alzheimer, la Psicología.
presencia del denominado síndrome afaso-apráxo-ag- En cualquier caso, el campo de intervención desde la
nósico (León y Ruiz-Adame,1994). Las pérdidas de me- Psicología en la Enfermedad de Alzheimer no se limita a
moria, así como los trastornos afectivos y alteraciones la psicoestimulación, o la neuropscioestimulación, aun-
sensoperceptivas están relacionadas con la afectación que sea ésta una de sus posibilidades más conocidas, y
límbica (Junqué, 1995), las pérdidas del lenguaje lo es- con mayor reconocimiento social entre afectados (cuida-
tán con la afectación temporo-parietal izquierda, los dé- dores).
ficits en orientación espacial, las apráxias del vestido, y La Enfermedad de Alzheimer, por sus propias caracte-
las de tipo constructiva son signos de alteración tempo- rísticas de cronicidad y de progresivo deterioro, genera
roparietal derecha, y el fallo en tareas de memoria vi- paralelamente una dependencia del enfermo para cual-
sual con daño a nivel occipital. quier actividad de la vida diaria, ya sea básica (lavado,
Además de los fallos de memoria, y el síndrome con- vestido, uso del retrete, movilización, continencia, ali-
formado por la afasia, apraxia y agnosia, la Enferme- mentación), o instrumental (capacidad para usar el telé-
dad de Alzheimer conlleva el desarrollo del síndrome fono, ir de compras, preparar la comida, cuidar la casa,
disejecutivo o la alteración de la ejecución. Este déficit se lavado de ropa, usar medios de transporte, responsabili-
relaciona con daño de los lóbulos frontales, lo que se zarse sobre su medicación, o la utilización de dinero),
traduce en deterioro en la ejecución de tareas que re- por lo que esta dependencia hace que surja necesaria-
quieran planificación, organización, secuenciación o mente la figura del cuidador, o la del cuidador principal
abstracción. (Ruiz-Adame y Portillo, 1996).
Todos estos signos y síntomas, tal y como indica la El cuidador principal va a ser la persona que asumirá
DSM-IV, provocan una alteración respecto al nivel pre- el cuidado del enfermo durante la mayor parte del
vio de actividad del individuo, se relacionan necesaria- tiempo, tarea no siempre elegida de forma totalmente
mente con daño orgánico cerebral, o con sospecha voluntaria por éste, sino motivada por circunstancias fa-
suficiente de éste, y afectan tanto al rendimiento social, cilitadas por un entorno familiar que bien por carecer de
como laboral, no estando motivadas por otras enferme- una estructura suficientemente amplia, por falta de recur-
dades del sistema nervioso central que provoquen déficit sos económicos o socio-asistenciales, o por simple deja-
de memoria y cognoscitivos (p. ej. enfermedad cerebro- ción de apoyo termina por generar la figura de un
vascular, enfermedad de Parkinson, corea de Hunting- cuidador que va realizar esta tarea de atención al enfer-
ton, hematoma subdural, hidrocefalia normotensiva, mo de manera casi en exclusiva y durante toda la enfer-
tumor cerebral), enfermedades sistémicas que puedan medad, lo que a veces puede abarcar períodos
provocar demencia (p. ej., hipotiroidismo, deficiencia de superiores a los 15 años, con lo que esto implica de ais-
ácido fólico, vitamina B12 y niacina, hipercalcemia, lamiento social para el cuidador y de afrontamiento de
neurosífilis, infección por VIH), y/o enfermedades indu- frecuentes situaciones, para las que no se está formado
cidas por sustancias. ni preparado, y que son continuas fuentes generadoras
En cualquier caso, si hay algo característico en la En- de estrés.
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psicólogo está integrado en estos equipos de trabajo lativamente escasas las asociaciones profesionales de
aporta una visión muy enriquecedora que amplía los co- psicólogos dedicados a temas de envejecimiento, con al-
nocimientos sobre la problemática que genera esta en- guna excepción tal como la Sociedad Andaluza de Psi-
fermedad, tanto es sus aspectos epidemiológicos, como cogerontología (en trámites de constitución), estando
en la clínica, con la participación en el desarrollo de principalmente el colectivo de psicogerontólogos integra-
pruebas de evaluación, o en su validación a población dos en sociedades de tipo multidisciplinares, siendo la
española, téngase aquí como ejemplo el caso del CAM- más representativa de todas la Sociedad Española de
DEX (Llinàs, Vilalta, López-Pousa, 1991) como a nivel de Geriatría y Gerontología, aunque con una orientación
desarrollo de técnicas de tratamiento neuropsicológico en su actividad más de tipo médico.
(Tárraga, 1994), o en el de intervención con familias y En el campo concreto de la Enfermedad de Alzheimer
cuidadores, entre otros. hay que destacar la colaboración mutua que se viene
desarrollando entre profesionales de la Psicología y el
FORMACIÓN PSICOGERONTOLÓGICA colectivo de cuidadores de afectados, integrados a tra-
El hecho de que la Enfermedad de Alzheimer sea una vés del movimiento asociativo (AFA´s), lo que verdade-
enfermedad ligada al proceso de envejecimiento hace ramente ha permitido en muchos casos el acceso directo
que sea necesario un incremento de la formación en los a la práctica con afectados por el Mal de Alzheimer, y el
profesionales que se dediquen de manera preferente a mayor conocimiento y valoración de las posibilidades de
ella hacia los cambios evolutivos esperables con la edad, trabajo del psicólogo en esta enfermedad.
y especialmente aquéllos que se aprecian en edades Es evidente que tanto la introducción laboral de la figu-
avanzadas. ra del psicólogo, pese a sus posibilidades de aportación,
El incremento poblacional del grupo de mayores de 65 como las vías de formación sobre psicogerontología que
años conlleva nuevas demandas específicas de asisten- permitan el desarrollo profesional hacia la aplicación de
cia, que exigen al psicólogo profundizar en su forma- la actividad en campos concretos como el que represen-
ción para atender a éstas. Tradicionalmente, en las ta la Enfermedad de Alzheimer están aún en expansión,
facultades de Psicología apenas se ha dedicado espacio existiendo por el momento una oferta muy limitada para
a la vejez, incluso en las asignaturas de Psicología Evo- las demandas que en un futuro próximo cabe esperarse
lutiva, centrándose los temarios en los períodos de infan- para el colectivo de psicólogos.
cia y adolescencia.
La formación necesaria para el trabajo con Mayores se BIBLIOGRAFÍA
ha venido obteniendo (aunque esto también está cam- Abellán García, A., Fernández-Mayoralas Fernández,
biando) por vía de estudios complementarios a los de la G., Rodríguez Rodríguez, V., y Rojo Pérez, F.,
licenciatura, bien sea vía masters de Gerontología. y/o, (1996): Envejecer en España. Manual estadístico so-
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Salamanca, Universidad de Granada, o la Universidad dación Caja Madrid.
Autónoma (Madrid); y los conocimientos más de tipo clí- Bermejo, F, y Colmenarejo, C (1990): Epidemiología. En
nico vía masters de neuropsicología como los que ofre- Tolosa, E. y Alom, J. Enfermedad de Alzheimer. (1-
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(Madrid), o la Universidad de Sevilla. DSM-IV. Manual diagnóstico y estadístico de los trastor-
Otra vía de acceso a la formación son los programas nos mentales. (1995). American Psychiatric Associa-
de doctorado, como el de Desarrollo Adulto y Envejeci- tion. Barcelona: Masson
miento, que ofrece la Universidad de Salamanca, y asig- Hernando Galiano, A.L., Pereda Fuster, M., Martín Albo,
naturas específicas que comienzan a incluirse dentro del R.M., Mauri, R. (1988). Demencia senil – Rehabilita-
currículo en algunas licenciaturas, como sucede en los ción: aportación al tratamiento sintomático con pro-
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Por otra parte, desde el COP se han ido formando re- Instituto Nacional de estadística. (1998): Hipótesis futura
cientemente vocalías como la del COP de Baleares, y sobre mortalidad. En Proyecciones de la población es-
grupos de trabajo como el del COP de Sevilla, relativa- pañola calculadas a partir del censo de 1991.
mente estables desde los que se promueve el intercambio Junqué, C. (1995). Envejecimiento, demencias y otros
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