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EL LIDERAZGO EN LAS

FUERZAS ARMADAS
Antonio de la Corte García. Teniente General. DEM.

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Personal

El pasado siglo, hubo un torero que cambió y del respeto que conlleva (dignitas). En la
el arte de torear. Su nombre, Juan Belmonte. De milicia las RROO, al tratar la disciplina, señalan
ser rebelde en todas las manifestaciones de su la obligación de mandar con responsabilidad.
vida, pasó a innovador en lo que le importa- La responsabilidad es la capacidad de respon-
ba. Revolucionó el toreo y el estilo, a pesar de der de lo hecho libremente. Digo capacidad y
compartir época con uno de los más grandes y no virtud, como Kant, porque creo que es una
puros maestros; Joselito. Fue al mismo tiempo un cualidad o su conjunto, para el buen ejercicio de
hombre con una gran inquietud intelectual, fruto algo. El hombre es libre y por ello responsable
de su vida interior, hasta el punto de codearse por lo menos ante sí mismo, a no ser que pres-
con muchos de los miembros de la generación cinda del bien y de la verdad.
del 98, sobre todo con Valle-Inclán. La voluntad, que tiende al bien, es la primera
En cierta ocasión le preguntaron sobre su potencia del hombre, y es donde se aloja la
arte, la respuesta fue: «Si quieres torear bien, libertad. La libertad es indispensable para que
olvídate del cuerpo. Se torea y se entusiasma a exista responsabilidad (libertas versus licentia).
los públicos, del mismo modo que se ama y se También es cierto que la libertad tiene su última
enamora; por virtud de una secreta fuente de raíz en la otra potencia del hombre, el enten-
energía espiritual que, a mi entender, tiene allá dimiento, que tiende a la verdad, y cuya razón
en lo hondo del ser, el mismo origen. Se torea la voluntad asume como razón para decidir, en
como se es». esa simbiosis de armónica colaboración entre
Toda una filosofía; se torea, se entusiasma, entendimiento y voluntad.
se enamora…y se manda, como se es. Tu pro- En la milicia, lo hondo del ser, nuestra con-
pia sustancia, tu naturaleza, tu naturalidad, es ciencia, nuestra moral, es vivir la vocación con
la gran virtud del mando. Es fundamental que autenticidad, y nuestra verdad de vida es la res-
te conozcan como eres, con tus específicos o ponsabilidad en el ejercicio del mando, o lo que
matizados comportamientos
«...esa secreta fuente de energía, que
y hábitos. Y es decisivo que
es esencial para el arte de mandar »
saques lo que tienes dentro,
como única forma de emo-
cionar y de evitar la inercia.
Innovación y rebeldía sir-
vieron para que Belmonte
aprendiera a parar, templar
y mandar. No tengo duda de
que son los antídotos del re-
lativismo y la mediocridad,
agentes corrosivos del espíritu
del que manda.
Mandar supone autoridad,
ya sea investida en razón
de su cargo, es decir poder
(potestas), lo que implica
forzar para ordenar, encargar,
imponer, encomendar, o bien,
incorpore arte (auctoritas), al
conseguir que otros hagan
nuestra voluntad libremente.
Y, aunque no sea en todos los
casos la finalidad del ejercicio
de la auctoritas, es el camino
del reconocimiento del mérito

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Tu propia sustancia, tu
naturaleza, tu naturalidad, es
la gran virtud del mando

mandar, es la clave del mando. Y del liderazgo


sí, siempre que se acepte este concepto como
un mando excelente, que es donde nos lleva la
doctrina hoy día, y siempre que se reconozca
al líder como el espejo de ese mando y no solo
como el que va el primero.
Por lo tanto, podemos decir, que la clave del
mando y del líder es el ser, y que hablaremos del
deber ser, en el entorno señalado por Ortega:
«Solo debe ser, lo que puede ser y solo puede
ser lo que se mueve dentro de las condiciones
de lo que es».
Ahora bien, el líder se manifiesta al actuar,
ya que como decía Aristóteles: «El obrar le sigue
al ser», por lo que la acción formará parte del
análisis.

EL SER DEL LÍDER


Julio César La personalidad del hombre tiene componen-
tes innatos que algunos llaman temperamento, y
otros que se adquieren y que constituyen el ca-
es lo mismo, es mandar con autoridad, mandar rácter. En todo caso, son componentes variables,
bien. El famoso artículo «quinto del cabo», que por lo que podemos afirmar que la personalidad
resume el arte del buen mandar, hoy 53 de las es absolutamente valorable.
RROO, dice: «El militar que ejerza mando, se ha- Por otro lado, esa secreta fuerza interior que
rá querer y respetar por sus subordinados…». Y el vimos antes forma parte de la personalidad, y
no menos famoso «doce del oficial», que instaba en lo hondo del ser es potencia, no es acto,
a la autenticidad, hoy 14, dice: «El militar cuyo en términos de filosofía aristotélica. Así, en el
propio honor y espíritu no le estimulan a obrar ser del líder, que llamaremos liderazgo, hay un
siempre bien, vale muy poco para el servicio…». elemento potencial que puede o no llegar a ser
Sacar de tu ser esa secreta fuente de energía, acto, incluso que puede no ser.
que es esencial para el arte, para el arte de Voy a hacer un análisis teórico, didáctico,
al expresar el liderazgo (L) en una fórmula: el
potencial del líder (p) opera como factor de mul-
«El que vence a los demás es tiplicación en un producto, en el que el multipli-
cando es la capacidad de liderazgo (C): L= p·C.
el fuerte, el que se vence a sí El potencial, que en buena medida es don,
responde a la afirmación del actual Papa, Be-
mismo es la fuerza» nedicto XVl, en su encíclica Caritas in Veritatis,
de que: «El don supera al mérito». E incide:
(Sun Tzu) «El ser humano está hecho para el don, el cual

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Película “Gladiator”

desarrolla su dimensión trascendente. A veces Las cualidades (X) abarcan un conjunto de


el hombre moderno tiene la errónea convicción ellas: físicas, morales e intelectuales.
de ser el único autor de sí mismo, de su vida y En las cualidades físicas no voy a entrar, aun
de la sociedad». cuando es evidente que tienen una importancia
El líder saca a relucir su sustancia, en la que el capital para cualquier mando.
ser tiene su identidad, que además es verdadera Las cualidades morales son virtudes que un
porque muestra precisamente el ser que tiene; el militar, que pretenda ser líder, tiene que con-
acto que se corresponde con su potencia de lí- seguir. Al ser virtudes, necesitan la repetición
der. La sustancia de cada uno es algo único, que de actos hasta alcanzar la habitualidad en la
existe en sí y no en otro, y el paso de un modo conducta. En relación con ellas, quiero destacar
del ser a otro, también es único, porque surge algunas virtudes humanas y otras típicamente
del propio ser, de su naturaleza. Luego, el po- militares.
tencial es variable e independiente en cada ser. Entre las virtudes humanas, la más importante
La capacidad de liderazgo (C) se podría igua- para un líder es la humildad. Consiste en saber
lar a lo expresado antes como responsabilidad que el mando tiene que tener espíritu de servicio
en el ejercicio del mando, nuestra verdad de y, que para servir: servir. Debe hacer lo contrario
vida, pero la voy a definir de forma separada, de aparentar, figurar y apuntarse los tantos de
como una función exponencial, en la que la los subordinados. Debe señalar el buen hacer
base son las cualidades, y el exponente, el com- de aquellos, cuando le feliciten, y asumir los
promiso C=xy fallos como propios, cuando se los recriminen.

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En una entrevista a un personaje popular leí su zar al buen mando. El artículo 8 de las RROO
afirmación de que para ser líder había que ser es muy claro: «Factor de cohesión, norma de
arrogante. Pues bien, la arrogancia, la soberbia, actuación».
entorpece el trabajo, debilita las relaciones hu- Collin Powel decía: «Los mediocres cumplen
manas y tiene corto recorrido, en relación con órdenes y esperan. Los mejores, no necesitan
la eficacia y el prestigio del líder. tener que pedir permiso. El líder no espera que
Las cuatro virtudes cardinales son fundamen- le pidan permiso».
tales para el líder. De ellas quiero hacer hincapié Esta afirmación deja a salvo disciplina y obe-
en la fortaleza. Aunque suene raro o sutil, es la diencia, y refleja que la lealtad hay que ganár-
virtud del amor, porque es la del querer y así, la sela, tanto de arriba abajo como de abajo arriba.
de la voluntad. El querer hace la fuerza. Lao Tse Las cualidades intelectuales son variables por
decía: «El que vence a los demás es el fuerte, el naturaleza. Volvemos al don. Es cierto que no
que se vence a sí mismo es la fuerza». No voy a todo el mundo tiene las mismas posibilidades
entrar en el tema del líder de sí mismo, pues me a la hora de conocer el ser y también es cierto
parece improcedente, pero quiero resaltar que que el sentido común opera como un factor de
la fortaleza en el líder militar es firmeza, pa- multiplicación de la inteligencia y, por lo tanto,
ciencia y perseverancia, cualidades que tienen puede rebajar o aumentar mucho el valor de
una repercusión muy alta, en el reconocimiento este parámetro. En algún caso puede llegar a
que debe alcanzar aquel. Además garantiza el anularlo. Un sentido común nulo suele coincidir
impulso en la acción, pues elimina el rozamien- con un potencial nulo y naturalmente se intuye
to del trato. que hay personas muy inteligentes que no sirven
Como virtudes militares, la obediencia es para el mando.
virtud esencial. Es también la que se enseña y El conocimiento es lo que ve el intelecto,
aprende en la Academia. Supone adecuar nues- mientras la facultad de actuar y decidir las hace
tra voluntad a la del superior, y mantener la con- la voluntad. La dificultad en la decisión es fun-
vicción de libertad. No significa eso, que haya ción del abanico que ve el intelecto. Este abani-
que intentar hacer lo que le gusta al jefe, ni que co, en el que empleamos nuestro libre albedrío,
lo único que nos preocupe sea tener contento al coincide con la responsabilidad, y debe estar en
mismo. A eso lo llamo obediencia indebida, ya concordancia con el nivel del que manda.
que cierra la puerta a que buenos profesionales Se trata, eso sí, de llenar el propio saco del
puedan contribuir con su mente, con sus ideas. conocimiento. Un militar lo llena con la instruc-
La obediencia establece una correspondencia ción, el adiestramiento y el estudio constante, sin
biunívoca con la lealtad, que, a su vez, es de descuidar las enseñanzas aprendidas y todo lo
doble dirección, es recíproca, entre superior que suponga una retroalimentación del sistema
y subordinado. Todo el mundo da más de sí, de aprendizaje. Un profesor que tuve en Segovia
cuando no está pendiente de lo que quiere el decía que «el nivel de una unidad de Artillería se
jefe, es más libre y, sin embargo, sí debe estar al mide en su capacidad de detectar errores». Hoy
tanto de lo que quieren sus subordinados; es su día esta habilidad, utilizada en la milicia desde ha-
responsabilidad. Es decir, la obediencia pone a ce mucho tiempo, se ha implantado en los nuevos
prueba las agallas y la audacia del líder. Sobran métodos de estudio y aplicación de la ingeniería
los aduladores del poder, nunca llegarán a ser de sistemas y ha evolucionado hacia los procesos
líderes, y por supuesto, una característica del de mejora continua, cero errores o seis sigma.
líder se deduce a la contra: no interesa a ningún Cuanto más y mejor sea el conocimiento más
mando rodearse de gente con el sí siempre en libres somos y por supuesto más responsables,
la boca. pero el líder tiene que conseguir que el progreso
La disciplina es la gran virtud, la integral, la de su unidad esté asegurado, con su sabiduría.
que lo llena todo y la que refleja la iniciativa, la En la sabiduría incluyo el sentido común y por
creatividad y la aptitud para la innovación del ello coincido con B. Russell cuando decía: «El
líder. Por otra parte demuestra el respeto y la progreso consiste en utilizar sabiamente el co-
comprensión y el cariño, que deben caracteri- nocimiento para la solución de los problemas».

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De las cualidades se deduce la confianza. La militar se mide por el nivel de su vocación, por
confianza, no es una virtud, es el resultado de su espíritu, por su entrega sin reservas. Está claro
una persona virtuosa, aunque se base en la vir- que es un don y que es un parámetro trascen-
tud de la honradez, o lo que es lo mismo, en un dente en la medida del valor del líder.
desarrollo integral del hombre. De aquí se deriva De la capacidad de liderazgo brota la influen-
la honestidad, la coherencia y la congruencia. La cia, que no es un componente del liderazgo, sino
confianza hace que la organización funcione y una consecuencia. La influencia es decisiva para
a su vez es la semilla del compromiso. el líder, ya que no hay líder que no sea influ-
El compromiso (Y) es el exponente de esa yente, aunque hay personas con influencia que
función que es la capacidad de liderazgo. Po- no son líderes. De hecho, un gran especialista
dríamos asimilarlo a una obligación contraída, que influya por su calidad en el trabajo, puede
que se pone de manifiesto en rigor profesional, pasar a ser un jefe, de esa misma especialidad,
dar ejemplo, ser líder de uno mismo e incluso incompetente. El auténtico mando necesita algo
en tener un afán proselitista. más, que se refleja en el coraje del líder.
Para nosotros el compromiso es eso y mucho
más; es la vocación. La vocación es una fuerza EL OBRAR DEL LÍDER
extraordinaria que nos mueve a obrar, y es la Hemos visto que el mando, el líder, depende
esencia de la creatividad. La grandeza de un del ser. Podemos decir, también, que líder, ade-
Jura de Santa Gadea

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siones para el futuro. Esto será un deleite para la
mente de muchos intelectuales, pero no resuelve
lo actual, no hace lo que tiene que hacer ahora,
no vale para el líder.
Ahora bien, el enemigo del obrar del líder es
la tibieza. Eres tibio, cuando cedes sin lucha,
cuando piensas: esto no me conviene, no debo
quemarme, no saco ningún beneficio, esto es
irrelevante. Pues bien, para el mando no hay na-
da que sea irrelevante. La tibieza es el camino al
relativismo, el punto más alejado del liderazgo.

NIVELES DE LIDERAZGO
El ser y el actuar del líder son variables. Res-
pecto al ser, los niveles se refieren a lo valorable
de los parámetros que inciden en el liderazgo.
En el actuar se corresponden con los mismos de
la responsabilidad en el ejercicio del mando, y
que para un militar deberían coincidir con los
de su evaluación.
Para un militar, el primer nivel de mando es
el militar, al que muchos autores llaman directo.
Se trata del actuar puro, de sentir el momento de
forma casi instintiva, según lo expresado antes.
Es básico, porque constituye los cimientos y,
Espejo mágico
aunque muchos mandos puedan quedarse aquí,
los niveles superiores deben tenerlo.
El siguiente nivel es el organizativo, un nivel
más de buen mando, es el ser que conduce, guía intermedio, en el que el líder tiene que demos-
y orienta a otros. Liderazgo es, pues, el ejercicio trar además otras cualidades. En primer lugar es
de las actividades del líder, que como hemos fundamental que sepa utilizar y aprovechar la or-
visto, se plasma en el producto del potencial ganización para funcionar. Esto está muy ligado
individual por la capacidad de liderazgo. a la humildad, porque un exceso de confianza
Al ser el liderazgo variable, admite grados, en uno mismo, puede repercutir en que nos so-
tanto en el ser como en el obrar. En el obrar, bre la orgánica y con ella, las herramientas que
para ser mando, para ser líder, el sentimiento tenemos a nuestro alcance.
es más importante que el pensamiento, hay que En segundo plano hay que saber dar sentido
vivir lo real, en el sentido orteguiano de razón al trabajo, disfrutar con él y trasmitirlo. Se trata
vital. Vivir es entender. Desde el conocimiento, de contagiar, de entusiasmar y de llenar de sig-
el líder toma conciencia del momento y actúa, nificado lo prosaico de cada día. El optimista
en una clara conexión con lo real. Hay que darse rinde más. Y muchas veces hay que hablar de
cuenta, saber lo que tienes que hacer, y hacerlo. la profesión militar como reza aquel artículo,
Solo existe el presente.
El obrar del líder es el «pensamiento que no
se piensa», como decía Ortega de la creencia, y El compromiso (Y) es el
añadía: «Es la vida la que somete a la razón. Vivir
es constantemente decidir lo que vamos a ser. exponente de esa función que
Nuestra vida es ante todo toparse con el futuro».
Regodearse en el análisis puede significar des- es la capacidad de liderazgo
de extraer enseñanzas aprendidas, hasta previ-

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antes citado. Cualquier mueble de El enemigo del obrar del líder es la


cualquier despacho es reemplazable
y puede sobrar. El líder debe hacerse tibieza. Eres tibio, cuando cedes sin
necesario.
Por último, tiene que saber dele- lucha, cuando piensas esto no me
gar y escuchar, y así conseguir que
el personal a su cargo se sienta lleno conviene, no debo quemarme, no
de responsabilidad, bien empleado
y apoyado en el nivel que le corres- saco ningún beneficio, …
ponda, como le gustaría que hicieran
consigo mismo.
Superados estos dos niveles, al-
guno podría alcanzar el nivel supe-
rior, que muchos llaman estratégico. Es cierto Improvisación y experimentación constituyen
que cuadra con ese término, porque el líder es un entorno infinitesimal similar al que forman
clave para definir y matizar la estrategia, y por el miedo y la libertad. Hay remedios para la
el contrario, no tener estrategia en cualquier inseguridad que producen más de lo mismo, ya
organización humana es síntoma de carencia sea por improvisación o por la ausencia de un
de líderes. marco conceptual correcto, y hay medidas para
También es cierto que se trata este nivel como la incertidumbre inoportunas, que nos obligan
el superior y mucho más en la milicia, porque el a ir por detrás de los acontecimientos. En la
líder tiene que hacer prevalecer la justicia, que milicia, la doctrina y la orgánica normalmente
se eleva por encima de la estrategia. La justicia han ido detrás del tren.
es el bálsamo de la organización que manda y La solución es la rapidez en adaptarse, es de-
con ella se logra la paz interna. Debe ser capaz cir, la flexibilidad, entendida como un ajuste en
de mantener la moral como principal valor in- fino de la inteligencia. No sirve ver el problema
dividual y colectivo y como factor de solución a y tardar en poner remedio. Su fundamento es,
cualquier tipo de crisis. La crisis, cualquier crisis, por tanto, la calidad y la formación del líder, una
es crisis de liderazgo. vez más, pero también, la inmediatez de saber
En este mundo actual, globalizado, lo expre- cambiar cualquier plan, por sólido que sea, al
sado como forma sólida de las cosas cambia entender la llamada de lo que merece la pena.
hasta convertirse en líquida, sin que podamos La flexibilidad no es un ajuste de la volun-
sujetarla en nuestras manos o incluso sin poder tad. No puede ser un capricho de oportunidad,
evitar que se evapore. Hay que actuar antes. Los ni una disculpa para abandonar compromisos,
acontecimientos tienen una vida tan corta, que ni una flojera para el incumplimiento de obli-
no da tiempo a diseñar y desarrollar la estrate- gaciones, que se traducen, en definitiva, en
gia. Cobra vida lo inmediato, lo improvisado, fallos de confianza. Un líder no se los puede
lo experimentado. Tomar conciencia de lo que permitir.
sucede al momento y actuar, porque las ca- El líder tiene que impedir que el miedo venga
racterísticas de lo efímero son la inseguridad y para quedarse. El líder es el antídoto de la in-
también la incertidumbre, es decir, el presente seguridad y el que controla la incertidumbre. El
mirando al futuro inmediato. líder incluso tiene que conseguir que las cosas
El líder debe decidir en ese ambiente, para sucedan.
aclarar la incertidumbre y demostrar un altísimo Todo mando militar, en cualquier nivel, debe
nivel de adaptación. Debe descubrir los obstácu- aumentar la fe y hacer posible la esperanza en
los que impiden la seguridad y sus causas, y de- la justicia a la vez que trasmitir entusiasmo y
be superar la impotencia que produce el miedo pasión.
que se ha instalado en nosotros. Esa impotencia, Belmonte, cuando dejó de entusiasmar, de
colapsa la mente, satura el pensamiento y pro- enamorar, de mandar…decidió quitarse la
duce ansiedad y agresividad. vida.

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