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Trabajo de Liderazgo
El vehículo para conseguir esto son, sin duda, los recursos comunicativos ya que el proceso
de liderazgo es, fundamentalmente, un proceso de comunicación y de relación mediante el
cual se va creando el sentido compartido de la razón de ser de la relación y del futuro deseado
que se desea compartir, así como la trascendencia que tiene todo ello, tanto para el individuo
como para el grupo, tanto para el líder como para los liderados y para la sociedad en general.
Esta interpretación de la realidad debe contar con la identificación, uso, comprensión y
gestión de la emocionalidad la rodea para aprovechar la información que las emociones
proveen.
En cuanto al conjunto de preceptos y reglas necesarios para hacer algo, hablaríamos de las
diferentes teorías que se han propuesto en el estudio del liderazgo, y que entroncan con la
idea de si un líder nace o se hace o, simplemente, el líder se va haciendo desde que nace. El
convencimiento de que el liderazgo es un proceso susceptible de ser mostrado, enseñado y,
sobre todo, aprendido. Enlazando con esto, si el líder nace o se hace, aparece la cuestión de
la disposición personal o, dicho de otra forma, el carisma. El liderazgo carismático es una de
las cuestiones que más se ha tratado en las diferentes teorías del liderazgo, aunque, como
muchas otras, no ha llegado a concluirse satisfactoriamente.
El carisma, ese no sé qué, resulta, como el propio liderazgo, algo fácil de apreciar, pero difícil
de explicitar y más complejo aún desarrollar más allá de la parte innata o de crecimiento
personal que tiene este concepto. Una forma de ser que sazonará de forma singular este arte
de liderar grupos de personas. Un arte, el de liderar, que deberá ser ético, colaborativo,
emocional, transformador y trascendente para ser considerado virtuoso, difícil tarea la de
enseñar este arte, apasionante por otro lado hacerlo y también dominarlo.
EL LIDERAZGO NO ES JUEGO EFOCENTRICO
A nadie se le escapa que llevar todo el peso del liderazgo puede ser una tarea sobrehumana,
y lo es aún más en esta era de competencia global. El horizonte de cambio permanente, pone
a prueba la resistencia y flexibilidad de los elegidos para orientarse en este océano de
incertidumbres. En medio de este mapa de altas presiones hay que tener la cabeza bien
amueblada y contar con buena compañía para llevar el barco a buen puerto. De igual manera
que los líderes inspiran confianza, cuando se sienten desbordados pueden transmitir un
exceso de ansiedad que daña su salud y contagia a la empresa. Hay estudios que demuestran
cómo la influencia negativa del jefe es mucho más determinante del estrés en los empleados
que la relación con clientes, la presión laboral o los problemas personales.
El ámbito deportivo tiene una acreditada experiencia en la convivencia con la presión de los
resultados inmediatos, en un entorno que oscila como una montaña rusa, del cielo al infierno,
cada fin de semana. En el fútbol, sin ir más lejos, la capacidad del entrenador de asumir
riesgos se pone a prueba en un medio poco dado a los cambios. Al sentir que su cabeza está
en juego de un partido para otro, el entrenador puede perder la confianza y optar por tenerlo
todo atado y bien atado, sin contar con su propia gente. Esta visión cortoplacista se ha
extendido del alto rendimiento a la base de la pirámide del fútbol. Incluso en el fútbol escolar
se advierten claros síntomas de esta ansiedad devastadora. En este espacio del juego por
excelencia, muchos entrenadores también viven en la cuerda floja, de manera que se ven
obligados a elegir entre su tarea de formación y la supervivencia en el puesto.
Para Daniel Goleman, los modelos básicos de liderazgo concuerdan con la imagen del buen
padre y el mal padre que inspiran, de un lado, confianza y, de otro, ansiedad, es decir,
bienestar o malestar. Todos los estudios relacionan al buen jefe con la capacidad de escucha,
es alentador, sociable, valiente, posee sentido del humor, simpatía, resolución,
responsabilidad, humildad y es partidario de una autoridad compartida. Por el contrario, al
mal jefe se le percibe más insensible, incrédulo, reservado, intimidador, de mal genio,
egocéntrico, indeciso, culpabilizador, soberbio y de confianza puede incluso prevenir y
manejar las emociones negativas, estableciendo un clima emocional tan contagioso que hasta
las personas más ansiosas se sientan relajadas.
Una actividad tan apasionante puede llegar a ser también muy estresante, al punto de que,
incluso los mejores, por los que pondríamos la mano en el fuego, se pueden sentir
desbordados y poner en peligro su salud y la de la propia organización. Sencillamente es
inhumano tratar con una presión tan extraordinaria día tras día, de manera que el síndrome
del sacrificio puede agotar al más pintado, convirtiéndole en una fuente de contaminación
que envenena el ambiente de la empresa.
Desgraciadamente, en la mayoría de las compañías aún está bien visto el estrés, y se premian
más las horas en el puesto de trabajo y el sacrificio prolongado, que la calidad y la
productividad. Esta seriedad mal entendida puede desbordar a cualquiera cuando excede sus
capacidades y el sacrificio no parece tener fin, ni recompensas que puedan aliviar tanto
esfuerzo. Se conoce también como el síndrome de la rana cocida porque mientras el animal
saltaría inmediatamente, poniéndose a salvo si se le echa en un recipiente de agua caliente,
no sucede lo mismo cuando el recipiente se calienta poco a poco y, para cuando se percata
de lo que hay, ya no puede hacer nada. Lo mismo pasa con quienes se rodean de gente que
les da siempre la razón, exhiben su estrés con la misma naturalidad que el valor el soldado y,
antes de darse cuenta, están quemados sin remedio. Aunque a corto plazo estos líderes
parecen muy eficaces, a largo plazo crean grupos donde los individuos están desconectados
unos de otros. El comienzo del fin de un buen líder siempre es el mismo: su aislamiento. Las
señales de alarma son inequívocas y, a menudo, se pasan el tiempo diciendo lo mucho que
hacen y lo poco que se les reconoce.
Daniel Goleman explica cómo esta nueva fuente de liderazgo no tiene que ver con el control
de los demás, sino con el arte de persuadirles para colaborar en la construcción de un objetivo
común. Los líderes mejor valorados son también excepcionales comunicadores y se mueven
como pez en el agua en su ambiente. Eso sí, cada uno con su propio estilo, que tampoco se
trata de imitar a nadie e incurrir en la impostura. El reto, para Howard Gardner, no es otro
que armonizar la mente del especialista, su condición de profundo conocedor de la materia
con la de un niño de cinco años, su fantasía y autenticidad.
LIDERAZGO Y RESPONSABILIDAD
Conoce cuáles son los compromisos clave al convertirte en el titular de una empresa o
proyecto, alcanzar metas e idear soluciones a los conflictos son capacidades deseables en un
buen dirigente.
Las siguientes responsabilidades principales de un líder son:
3. Resolver problemas y tomar decisiones: Una meta sin alcanzar es un problema por
resolver, si quieres ser un buen líder, las dificultades y las barreras deben dejar de serlo
para convertirse en retos que puedan ser superados.
5. Ser un modelo para los demás: Enseñar con el ejemplo es la única forma en que se
puede lograr aprendizaje en una organización. Los líderes se comportan como si los
estuvieran viendo aun cuando nadie los mira.
Liderazgo burocrático
Es un tipo de liderazgo muy impersonal, no se involucran en la motivación de las personas
ya que su función es dirigir las tareas en función de un libro de estilo o un documento ya
elaborado donde indica las pautas que debes seguir para actuar como líder. Este tipo de
liderazgo se utiliza en empresas que obligan a los empleados a cumplir con determinados
objetivos y cumplimiento de tareas. Este tipo de liderazgo es poco empático a los integrantes
del equipo. De esta forma los empleados aceptan el liderazgo y supervisión de acuerdo a los
objetivos y el líder tiene el poder de revisar todas las veces que sean necesarias la tarea y
procesos de los integrantes. Es común que los empleados reciban bonos y recompensas al
final del proyecto.
Por esto, el líder para el servicio es un formador de equipos consumado. Recurre a las
fortalezas de sus seguidores y se vuelve un seguidor cuando es conveniente. Tal líder no
dirige por decreto o dictamen. En vez de ello, él o ella lidera dejando que cada quien haga lo
que hace bien. En este sentido puede funcionar como lo hace el director de un circo,
dirigiendo a los artistas a sus posiciones para luego permitir que ellos brillen por sí mismos.
La razón por la cual cientos de montañas rinden homenaje a ríos y mares es por estar ellos
debajo. Por eso, ríos y mares reinan sobre todas las montañas. Así el sabio, deseando estar
por encima de otros, se mantiene por debajo, deseando estar delante de otros, se queda atrás.
Por esto, aunque el sabio esté por encima de otros, ellos no sienten la carga, aunque esté
delante de otros, ellos no lo consideran una ofensa.
Como el sabio, el estilo de liderazgo del líder de servicio puede ser llamado no asumido. Este
estilo de orientación no es una carga para los seguidores (donde las personas, tienen la
capacidad de expresar sus preocupaciones y trabajar de acuerdo a su potencial). En vez de
eso, el líder de servicio comparte las cargas y beneficios con sus compañeros. Todos los
involucrados se benefician.
El líder servidor usa el poder honestamente. El líder para el servicio usa legítimamente el
poder del liderazgo, para el bien de las personas que sirve. Ve el liderazgo como un medio
para obtener el bien general, no como un fin de beneficio personal. Para quienes vemos a las
personas en el poder, la diferencia es muy clara. No nos impresiona el prestamista que usa
sus músculos y presume de su fuerza ni el político que habla con mucha labia y presume de
sus habilidades.
Robert Greenleaf, en su ensayo El servidor como líder, lo pone de esta manera (El liderazgo
de servicio) “Comienza como un sentimiento natural de que uno quiere servir, primero servir.
Luego la alternativa consciente lo lleva a uno a aspirar a liderar. La diferencia se manifiesta
en el sentido de que el servidor primero se asegura de que las necesidades primarias de otras
personas han sido atendidas”.
El líder para el servicio entiende la importancia de los detalles del día a día. Cuando pensamos
en el gran liderazgo, inmediatamente vienen a la mente los grandes discursos o grandes lemas
de diferentes campañas.
Sin embargo, la verdad es que estos discursos sólo forman una porción muy pequeña del
liderazgo y son escasamente necesarios para el líder por servicio. Ser un líder servidor tiene
que ver más con los discursos personales, cara a cara, y de hacerse cargo de los pequeños
detalles del día a día.
Generalmente el objetivo final puede ser el mismo, pero la gente tiene ideas diferentes
de cómo obtenerlo. Por ejemplo, un líder servidor puede querer un encuentro
diplomático con los líderes de la oposición, en un caso de contaminación ambiental,
mientras que otros desean confrontarlos. Cuando nos encontramos con este tipo de
situación, el líder servidor trata de poner las cosas en el contexto apropiado o
mostrarla de una forma clara que permita a la gente ver las cosas a su manera. “Se
logra atrapar más abejas con miel que con vinagre”, dice un antiguo dicho, por ello,
un líder efectivo explica y discute las cosas de forma que las metas comunes estén
claras o que las ventajas de hacer las cosas de cierta forma sean más obvias.
El líder servidor inspira a otros a servir. Por último, un líder servidor sabe que no
puede hacerlo todo por sí solo -y francamente, aunque pudiera, no querría. Un líder
servidor desea trabajar con y para los demás. Para hacerlo, entonces, el líder debe
poder inspirar a los que sirve para que sirvan a otros.
Cómo el líder servidor inspira a la gente: Los métodos que utiliza para inspirar a
las personas a servir no son necesariamente diferentes de los métodos utilizados por
cualquier otro líder para inspirar a otros a hacer algo o por cualquiera que sirva de
inspiración a la gente. El deseo del líder servidor de ayudar a los demás puede ser
fuente de inspiración en sí mismo, pero la gente puede ser inspirada por muchas,
muchas otras cosas.
Ejercicio
Antes de continuar, escriba una lista de cinco dirigentes que conoce personalmente o cinco
personas a las que admira enormemente. ¿Por qué lo inspiran? ¿Qué hacen? ¿Cómo lo hacen?
¿Qué le gusta a Ud. acerca de ellos? ¿Tienen todo el mismo estilo de liderazgo? Si no es así,
¿cómo se diferencian?
Es probable que las cinco personas sean muy diferentes. Una de ellas puede ser tranquila,
mientras otra, agresiva. Quizá una grita; la otra, cuestiona. A una quizá le encanta la
publicidad; la otra quizá tiene una saludable aversión (o desconfianza) a la prensa. Tal vez
en la lista se encuentre alguien a quien nunca se haya visto, sino que algo que esa persona le
causa a uno. una emoción tremenda.
De cualquier manera, la gente de la lista probablemente es muy diferente, lo cual aplica para
los dirigentes en general, e incluso para los líderes servidores. Si se observa de cerca, sin
embargo, algunas cualidades se repiten entre ellos. Una lista parcial de las cualidades que
inspiran son:
a) Honestidad
b) Conciencia social
c) Empatía
d) Pasión
e) Habilidad para vencer obstáculos, especialmente aquellos con los que han lidiado sus
simpatizantes.
f) Un sentido de alegría
Un líder servidor se adapta a la situación; Por ejemplo, si la casa de uno se está
incendiando, uno no quiere que el bombero diga: "¿Y a qué hora cree usted que sería
el momento más óptimo para el rescate?" Por el contrario, probablemente uno querrá
oír, "La escalera está justo ahí y vamos a sacar a usted y a los niños".
Por otro lado, si uno está en el trabajo discutiendo un cambio importante en la organización,
"¿Qué creen que debemos hacer?" se vuelve una pregunta adecuada. De hecho, cualquier
persona puede enojarse si no se le pide su opinión.
Para inspirar, entonces, un líder servidor mide cada situación y responde a cada una
individualmente. Cuando sea el caso, pasará las riendas a alguien cuyo estilo de liderazgo es
más apropiado para la situación trabaja con las fortalezas de las personas. Un buen líder
entiende cuando él /ella no es la mejor persona para el trabajo; conoce sus fortalezas y sus
debilidades y sabe dejar pasar las oportunidades que se adaptan mejor a las destrezas de otras
personas.
(En primer lugar, ser honesto. En segundo lugar, preocuparse por la gente). Sin
embargo, hay cosas que el líder servidor debe hacer, en lugar de simplemente creer.
Si se desea, se puede trabajar en estas habilidades para mantener fresca en la mente
la parte de servicio del líder para el servicio. Muchos de estas habilidades se discuten
en detalle en otras secciones, por lo que simplemente haremos mención de ellas aquí
estas incluyen:
1. Liderazgo empresarial
El liderazgo empresarial consiste en la capacidad de dirigir e influir en los
comportamientos de los componentes de la empresa, integrándolos dentro de ella,
para conseguir unos objetivos comunes que son los objetivos de la empresa o negocio.
Para ello, es bueno elegir el tipo de liderazgo más adecuado para la empresa y obtener
un buen equilibrio entre las necesidades individuales y empresariales.
2. Liderazgo autocrático
Es el tipo de líder que ordena y espera que se hagan caso a sus órdenes. Es positivo y
dogmático, dirige mediante la capacidad de ofrecer recompensas o castigos, son los
principales métodos en que se basa para esperar obediencia.
Este líder asume la responsabilidad en la toma de decisiones, dirige, controla y
motiva, todo se centra en el líder. De hecho, considera que es la única persona
capacitada para tomar decisiones importantes y que los trabajadores no son capaces
de guiarse por sí mismos, sino que necesitan que alguien lo haga por ellos. Tiene el
control y tiene la fuerza.
3. Liderazgo democrático
El líder democrático toma decisiones consultando con los subordinados, de manera
que las decisiones y acciones son consultadas fomentando la participación de los
trabajadores.
5. Liderazgo paternalista
El líder paternalista tiene confianza en sus trabajadores dando compensas y castigos.
Su labor es que los trabajadores ofrezcan mejores resultados, que trabajen mejor y
más, por lo que los motiva, incentiva y les ofrece recompensas por lograr objetivos.
En este caso, el líder ofrece consejos a los trabajadores para que consigan resultados
e insinuando lo malo que no es cumplir con el deber, como su nombre “paternalista”
indica. Su papel de líder hace que ofrezca recompensas a los que cumplan
satisfactoriamente con su deber. Al igual que los líderes autocráticos, estos piensan
que tienen la razón y que los trabajadores no tienen criterio propio, simplemente
tienen que obedecer.
6. Liderazgo carismático
El líder carismático es aquel que tiene la capacidad de generar entusiasmo en los
trabajadores, es elegido por la forma en que da entusiasmo a las otras personas,
destaca por su capacidad de seducción y admiración.
Este líder puede dar muy buenos cambios y resultados en la empresa ya que es capaz
de hacer que los trabajadores den lo máximo de sí. Son visionarios e inspiradores,
tienden a hacer buen uso de la comunicación no verbal y estimular a los trabajadores.
El grupo se reúne en torno al líder por su gran capacidad de comunicación y su
carisma. Son capaces de cambiar incluso las necesidades, valores, objetivos o
aspiraciones de los trabajadores. Un gran problema es que sus errores se perdonan y
sus logros se mitifican no permitiendo ser objetivo en torno a los resultados que ofrece
o a sus capacidades.
7. Liderazgo lateral
Este liderazgo consiste en la capacidad de influir en las personas del mismo nivel para
conseguir objetivos en común y se da entre personas del mismo rango dentro de la
empresa. Consiste en que se es líder sin ser el jefe, es decir, ser líder dentro de los del
mismo rango.
El liderazgo lateral debe contar por encima con un líder o jefe de proyecto que permita
su rol, pero sea capaz de repartir las tareas de forma efectiva.
8. Liderazgo situacional
El líder situacional dirige al grupo o empresa aplicando el estilo de liderazgo que
corresponde según las condiciones y madurez de sus colaboradores.
Lealtad a los seguidores: El líder también debe ser leal a sus seguidores. Tus
seguidores deben saber que una de tus prioridades es alcanzar los objetivos
marcados, pero también que te importan sus necesidades y expectativas, y deben
importarte de forma sinceran tus seguidores esperan que seas su líder, que tomes
decisiones y los dirijas. El mostrarte complaciente y adulador con ellos no les hace
ningún favor, y ellos lo saben. No estarías siendo honesto, ni leal, si rehúyes tus
responsabilidades.
SENTIDO COMÚN
El liderazgo requiere una calidad que suele llamarse sentido común. El sentido común
comprende, según el punto de vista moderno, el buen juicio del hombre cuando reflexiona
sobre los problemas de la verdad y los lleva a cabo sin los prejuicios y las sutilezas de la
lógica o intereses egoístas. El Líder debe adquirir y desarrollar el sentido común para usarlo
de forma práctica en su vida cotidiana, así como, en el mundo empresarial.
1. Lenguaje corporal
Nos guste o no nuestro cuerpo habla, incluso aunque estemos en silencio.
a) Ponte recto: Mantener los hombros hacia atrás y mostrar tu cuerpo al completo
te dará un aire de confianza.
b) Saca las manos de los bolsillos: A menudo es visto como que tienes algo que
ocultar.
c) Los brazos cruzados detrás de la espalda: Te ayudará a ajustar tu postura y la
posición de tus manos es abierta y no intimidante.
d) Haz contacto visual: Mira directamente a los ojos de las personas con las que
hablas. Demuestra interés y confianza en uno mismo.
e) Siéntate con la espalda recta: Encorvarse puede hacerte parecer desinteresado
y te da un aire de pereza.
f) Estate enfrente de la persona con la que estás hablando: Demuestra interés y
compromiso en la conversación.
g) Da la mano con firmeza: Para muchos el apretón de manos es el reflejo de la
persona. No quieres parecer ni inseguro ni dominante por lo que asegúrate que el
tuyo es profesional y seguro.
h) Sonríe siempre: Las sonrisas son contagiosas y harán que los demás se sientan
cómodos y positivos contigo.
i) Estética aceptable: No tienes que vestirte como un modelo todos los días. Pero
debes vestirte limpia y apropiadamente. La ropa puede tener un gran impacto en
la forma en que eres percibido.
j) Camina con confianza: Cabeza alta y hombros rectos.
2. Cumplimiento de plazos
Ni tú ni tu equipo de trabajo será feliz si tiene que correr a sprint en el último momento
para terminar el proyecto.
a) Promete sólo lo que puedas ofrecer: No alimentes falsas esperanzas con cosas
que no puedes cumplir.
b) Establece metas claras: Una vez sepas qué necesitas para llevarlo a cabo, es
muy útil saber cómo y cuándo quieres hacerlo. Pon las metas en un papel y
asegúrate que todo tu equipo tiene una copia.
c) Organiza un equipo: Cada persona tiene unas fortalezas y formación únicas que
pueden hacer de ellos grandes activos para ciertos proyectos. Elige un equipo con
los conocimientos adecuados para cada trabajo.
d) Delega tareas: Repartir el trabajo entre tus empleados es una manera de no
sobrecargar a nadie, además de que agiliza el ritmo del proyecto.
e) Crea objetivos: La creación de objetivos os ayudará a mantener tanto a ti como
a tu equipo un seguimiento del progreso. Además, da un sentido de logro al llegar
a cada objetivo.
f) Mantén una comunicación abierta: Mantener a todos informados con el estado
del proyecto es clave para asegurarte de que se completará a tiempo.
g) Organízate: Mantenerte organizado te evitará perder tiempo buscando
documentos y archivos.
h) Asegúrate de que las expectativas han quedado claras: Asegúrate de que cada
miembro de tu equipo sabe lo que tiene que hacer, cómo y cuándo.
i) Crea un plan: Crea un plan integral con tus objetivos, metas y características
para abordar próximos proyectos. Así registrarás el proyecto y todo tu equipo lo
conocerá.
5. Impulsar la productividad
Sacar el máximo provecho de tu día puede sonar difícil con una apretada agenda.
a) Predica con el ejemplo: Por mucho que hables de nada servirá si tus empleados
no ven que haces lo que dices.
b) Ensúciate las manos: A veces es bueno mostrar a tus empleados que el líder
también hace tareas poco atractivas.
c) Marca la diferencia con tus empleados: No te limites a ser un jefe, sé un líder.
d) Gánate la confianza y el respeto de tus empleados.
e) Sé empático a problemas personales: La vida personal puede afectar mucho a
la calidad del trabajo. Sensibilízate ante los problemas que puedan tener tus
empleados.
f) Sé único como líder: No intentes imitar a otros. Tú eres único, y tus formas
también. Esfuérzate por ser un modelo a seguir.
g) La ética está por encima de todo: Sé honesto y sincero en todos tus negocios y
relaciones personales.
h) Estate a la mira de nuevas ideas: Nunca sabes de dónde vendrá tu próxima
inspiración.
i) Conoce a tus empleados: Aprende algo más que sus nombres. Interésate por su
familia, sus gustos, interese. Acercarte más a ellos logrará que ellos se acerquen
más a ti.
FLEXIBILIDAD
La flexibilidad en el liderazgo se vuelve cada vez más esencial cuanto más crece la diversidad
en las empresas. Diferencias en cuanto habilidades y personalidad, así como diferencias
culturales entre los empleados, hacen que la flexibilidad sea altamente deseable como un
rasgo del líder.
Hemos de recordar que además de nuestras tareas más técnicas, hemos de ejercer tareas de
dirección, desarrollar nuestro liderazgo, estar pendiente del equipo, conocerlo, para saber
cuál es la mejor forma de apoyarlo o ayudarlo. Como en tantas otras habilidades, la virtud
está en el equilibrio.
ÉXITO
Para ser un líder exitoso, no solo se debe tener conocimientos técnicos, sino que se deben
desarrollar varias habilidades como liderar a un equipo con eficiencia, estimular a las
personas, tener una vida equilibrada y practicar la ética y ser proactivo.
1. Elija liderar
El liderazgo no es un título ni una insignia, menos un cargo. El liderazgo es una
elección. Los grandes cambios, transformaciones y contribuciones comienzan con
decisiones y actitudes de las personas que no siempre tienen el poder formal, pero
encontraron dentro de sí el poder para tomar decisiones.
5. Sea valiente
Los líderes exitosos son valientes, y eso no significa ausencia de miedo, pero aprender
a reconocer sus temores y a enfrentar la realidad de cada situación y escoger la mejor
manera de actuar para alcanzar los objetivos.
9. Realizar
El líder es responsable de realizar y no necesariamente ejecutar, ya que, para esto hay
personal. Los líderes exitosos desarrollan, preparan y capacitan a las personas para
llevar a cabo las actividades de excelencia.
10. Conózcase
El liderazgo es un viaje que se inicia desde el interior. Antes de guiar a otros debe
hacerlo con usted mismo a través del autoconocimiento y auto liderazgo.
1. Habilidades sociales
Es decir, capacidad para conectar emocionalmente con los demás a través de
emociones tan importantes como la colaboración y la amabilidad. El líder inspira
emociones sociales, aquellas que nacen en contacto con los demás. Por esta razón,
tiene el poder de ayudar a que los integrantes del equipo desarrollen lazos de
afiliación y pertenencia.
2. Autoestima alta
Es muy difícil que una persona con baja autoestima pueda ser líder de una empresa
puesto que a partir de un bajo amor propio se corre el riesgo de proyectar inseguridad.
Para ser un buen líder, en primer lugar, debes creer en ti mismo, saber quién eres y
cuáles son tus prioridades. En definitiva, para que otros puedan creer en tus ideas.
3. Empatía personal
Un líder es consciente de que cada persona es única e irrepetible. Por tanto, desde su
rol también debe escuchar a otras personas. Y así conseguir que cada una ofrezca lo
mejor de sí misma al proyecto. Para tener empatía es esencial desarrollar la escucha
activa y el respeto hacia la opinión ajena.
4. Comunicación asertiva
Un líder ético es aquel que cree en el poder de la palabra como medio para transformar
la realidad empresarial. Por tanto, un buen líder es aquel que ofrece ejemplo de
comunicación asertiva no solo en sus palabras, sino también, en la forma en la que
expresa su mensaje.
5. Resolución de conflicto
Ser mediador es una característica muy importante en cualquier tipo de líder de
equipo, capaz de fomentar el entendimiento entre dos o más integrantes del grupo,
logrando coincidencia entre distintas propuestas y buscando unidad en el equipo de
trabajo.
6. Carisma
Es una persona auténtica, que se muestra tal y como es, gracias a la coherencia que
proyecta entre sus palabras y acciones. De este modo, al ser un ejemplo ético, se
convierte en un referente social para los demás y ejemplo a seguir.
7. Mentor
Es una persona que tiene ganas de enseñar a los trabajadores, al compartir su propia
experiencia personal con los demás.
Un líder de equipo es una persona que tiene las ideas claras. Integra el aprendizaje pasado en
el presente. Pero también, se observa a sí mismo en la perspectiva del potencial que todavía
puede desarrollar para seguir perfeccionándose.