Las metamorfosis de la pubertad - Freud

Según Freud la sexualidad está presente desde la niñez tornándose mas compleja en la pubertad debido a
que ocurren cambios físicos y fisiológicos los cuales se manifiestan en esta edad pasando por todo un
proceso de transformación, debido a que todo era expresando mediante la pulsión sexual auto erótica, las
pulsiones llevan un proceso de maduración que adquieren funciones diferentes de acuerdo a los dos sexos. El
hombre es el más consciente de los cambios surgidos en el organismo, mientras que la mujer tiene esa
necesidad de seguir perteneciendo esa etapa anterior infantil. La meta sexual para el hombre es función de
reproducción. Durante el desarrollo sexual se van llevando acabo atapas como lo son las zonas genitales y el
placer previo: este proceso se da durante la pubertad se presenta: el crecimiento de los genitales que va
desde latencia de la niñez mostrando una separación con el desarrollo de los genitales internos vs avanzado
hasta el punto de gestación de un nuevo ser. Puede en marcha mediante estímulos por tres caminos: desde
el mundo exterior, por excitación de las zonas genitales; desde el interior del organismo y desde la vida
anímica. Provocando un estado de excitación sexual, y se da a conocer por dos clases de signos, anímicos
sentimiento de tensión y somáticos provocando la preparación para el acto sexual. La tensión sexual: el
estado de excitación y un sentimiento de tensión tiene que conllevar el carácter de displacer el cual cuenta
con sentimientos y una idea equivocada como placentera, esta tensión producida por los procesos sexuales.
Las zonas erógenas se integran de la siguiente manera: El ojo puede ser estimulado mediante el “encanto”.
Del objeto sexual. teniendo como consecuencia aumentar el estado de excitación sexual.
Mecanismo del placer previo: se desarrolla cuando las zonas erógenas aplican para brindar un cierto monto de
placer; de este arranca el incremento de la tensión la cual tiene que ofrecer la energía motriz necesaria para
llevar a su término el acto sexual. Diferenciación entre el hombre y la mujer. Durante el desarrollo de la
sexualidad se desarrollan sentimientos (vergüenza, asco, compasión) en la niña presentándose Zonas
rectoras en el hombre y en la mujer: en la niña la zona erógena se sitúa en el clítoris y la zona genital
masculina, el glande. Objeto sexual del periodo de lactancia: A lo largo de el periodo de latencia, el niño
aprende a amar a otras personas que satisfacen sus necesidades. Este trato ayuda a favorecer la satisfacción
sexual a sentimientos que brotan por medio de caricia, beso etc. Angustia infantil: es la expresión de su
añoranza de la persona amada; por eso responden a todo extraño con angustia; por ejemplo tienen miedo a la
oscuridad porque en esta no se ve a la persona amada no puede satisfacer su libido, la muda en angustia; y a
la inversa, el adulto, cuando se ha vuelto neurótico por una libido insatisfecha, se porta en su angustia como
un niño: empezara a tener miedo apenas quede solo y a querer apaciguar su angustia con las medidas más
infantiles
Pero la elección de objeto llega a su totalidad en la juventud ; y es difícil que la vida sexual del joven que
madura pueda desplegarse en otro espacio de juego que el de las fantasías, o sea representación de estas
fantasías vuelven a surgir en todos los hombres solo que ahora con un refuerzo somático. ya diferenciada por
la atracción del sexo opuesto: la del varón hacia su madre y la de la niña hacia su padre la negación de estas
se termina uno de los logros psíquicos más importantes, pero también más dolorosos, del periodo de la
pubertad: el abandono respecto de la autoridad de los progenitores. El amor a los padres, no sexual en
apariencia, y el amor sexual se alimentan de las mismas fuentes; vale decir: el primero corresponde solamente
a una fijación infantil de la libido. Efectos posteriores de la elección infantil de objeto: el hecho de que el primer
enamoramiento de un joven, se dirija a una mujer madura, y el de la joven a un hombre mayor, es la
repercusión de esta fase del desarrollo: pueden revivirles la imagen de la madre y del padre. El hombre
persigue, la figura de la madre, tal como desde el principio de su infancia. Es por esto la importancia de los
vínculos infantiles con los padres para la posterior elección del objeto sexual
La tendencia infantil hacia los padres es sin duda la más importante, pero no la única, en la pubertad, marcan
después el camino a la elección de objeto.
Prevención de la inversión: una de las tareas que plantea la elección de objeto en la atracción reciproca de
los caracteres sexuales opuestos..
En el hombre, cabe suponer que su recuerdo infantil de la ternura de la madre contribuye fuertemente a
dirigir su elección hacia la mujer. La educación de los varones por personas del sexo masculino parece
favorecer la homosexualidad.
En muchos histéricos, la ausencia temprana de uno de los miembros de la pareja parental, a raíz de la cual
el miembro restante atrajo sobre sí todo el amor del niño, resulta ser la condición que fija después el sexo de
la persona escogida como objeto sexual y, de esta manera, posibilita una inversión permanente.