Sei sulla pagina 1di 1

LAS PROMESAS DE DIOS PARA EL CREYENTE

Competencia: Reconoce que la promesa de la Biblia es verdadera. Los niños y niñas creen que las
promesas de Dios son para ellos. (Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para
reprender, para corregir, para instruir en justicia. 2 Timoteo 3:16 LBLA)
Introducción: Si somos seguidor de Jesucristo, las promesas de Dios son para nosotros. Muchas
personas saben las palabras de estas promesas pero no las hacen propias para experimentar el poder
de la Verdad. ¡Es importante que te apropies de las promesas y elijas creer que son verdaderas para ti!
“Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder,
mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos
ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la
naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia.”
2 Pedro 1:3-4,

Yo tengo la promesa de vida eterna.


1 Juan 2:24-25, “Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros. Si lo que habéis oído
desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre. Y
esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna.”
Hebreos 9:15, “Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la
remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la
herencia eterna.”

Yo soy un hijo de Dios.


Juan 1:12-13, “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser
hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad
de varón, sino de Dios.”
Romanos 8:14, “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.”
Romanos 8:16-17, “16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y
si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente
con él, para que juntamente con él seamos glorificados.”
Gálatas 4:6-7, “Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual
clama ¡Abba, Padre! Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio
de Cristo.”

Yo tengo acceso a Dios.


Efesios 2:18, “porque por medio de [Cristo] los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu
al Padre.”
Efesios 3:11-12, “1conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor, en quien
tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en él…”
Romanos 5:2, “por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y
nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.”

Potrebbero piacerti anche