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1
DIRECTOR
GUILLERMO WIERZBA
INVESTIGADORES
MARTÍN BURGOS ZEBALLOS
JORGE GAGGERO
VERÓNICA GRONDONA
RODRIGO LÓPEZ
PABLO MARESO
ESTANISLAO MALIC
ANDREA MEDINA
MARÍA SOL RIVAS
MAGDALENA RUA
MARÍA ANDREA URTURI
INVESTIGADOR INVITADO
MARIANO A. BARRERA
EDUARDO BASUALDO
LEANDRO BONA.
ALEJANDRO FIORITO
PABLO MANZANELLI
ANDRÉS WAINER
CONSEJO ACADÉMICO
CECILIA CARMEN FERNÁNDEZ BUGNA
ROBERTO FRENKEL
ALFREDO T. GARCÍA
FEDERICO PASTRANA
Las opiniones vertidas en el trabajo no necesariamente coinciden con las de las entidades patrocinantes del Centro.
2
Tabla de contenido
Introducción .................................................................................................................. 4
I El enfoque Clásico de los Precios y la Distribución y Crecimiento dirigido por la
Demanda Efectiva como Base del Análisis de los Patrones de Desarrollo. ................. 15
I.1 Fundamentos teóricos ............................................................................... 16
II Inicio de la industrialización sustitutiva de la Argentina 1930-1945 ...................... 27
II.1-Crisis de 1930: el surgimiento de un nuevo patrón de desarrollo ................... 27
II.2 Cambios irreversibles en la estructura productiva ..................................... 32
III -La ISI y el peronismo.1946-1958 ........................................................................ 45
III.1 Planeamiento de la ISI y redistribución del ingreso ................................... 45
III.2 Segundo gobierno de Perón y el cambio hacia un crecimiento dirigido por la
demanda autónoma. ............................................................................................ 55
IV 1959-1975 El crecimiento dirigido por la demanda autónoma y el stop-go........... 57
IV.1 Tortuosidad del Proceso institucional y formas del disciplinamiento social. 58
IV.2 Evolución favorable de la balanza comercial hacia el final de la etapa 59-75
65
V 1976-1982. Fin de la Etapa de Sustitución de Importaciones............................... 70
V.1 Disciplinamiento social y apertura comercial y financiera .............................. 70
V.2 La política económica de Martínez de Hoz y los cambios en la estructura
productiva. ........................................................................................................... 72
VI 1983-1989: Crisis de Deuda Externa e Hiperinflación .......................................... 81
VI.1 Crisis de la deuda externa y Crisis de Balanza de Pagos en la región ...... 81
VI.2 Visiones convencionales sobre las causas de la inflación ......................... 85
VII 1990-2001- Privatizaciones y Desempleo ........................................................ 90
VII.1 Condiciones para la profundización de la etapa de apertura externa ........... 91
VII.2 Estabilización vía convertibilidad con tipo de cambio fijo, desempleo y
endeudamiento externo indefinido. ...................................................................... 94
VIII 2003-2011 Hacia la recuperación de una política industrial ............................ 100
VIII.1 Crecimiento de demanda autónoma sin problemas de restricción externa 101
VIII.2 Inflación por costos y puja distributiva ...................................................... 106
IX A modo de conclusión: ................................................................................... 107
Bibliografía: ............................................................................................................... 111
3
Introducción
En este trabajo se utilizará para identificar las variables del crecimiento dirigido por la
demanda al modelo del supemultiplicador sraffiano, es decir que toma a la distribución
del ingreso como exógena al producto: es decir una conjunción del core clásico para la
distribución y con el cierre keynesiano de demanda efectiva a corto y largo plazo.
(Bortis, 1997) Se rechazará por lo tanto, el convencional core marginalista o
neoclásico como base del análisis.
4
contexto de factores institucionales que caracterizan una determinada política
económica, puede explicarse macroeconómicamente el crecimiento y la evolución de
la estructura productiva. Además, la composición de la demanda global puede influir
en la redistribución del ingreso y en la acumulación de capital. Finalmente, en todas
las etapas se trata de un crecimiento limitado por la restricción externa de divisas, que
a su vez, también puede verse afectado por las políticas económicas domésticas
adoptadas.
1
Consistente en el ritmo de crecimiento, sus transformaciones estructurales, los determinantes del progreso técnico y
del aumento de la productividad. Bielschowsky, R. (2013)
5
como al ámbito internacional y para ello el enfoque utilizado debe ser abierto como lo
es el enfoque utilizado.
2
La complejidad que desde la década del ’70 se agrega al incorporar a la restricción externa los aspectos financieros y
no sólo los comerciales.
6
conservación de la riqueza. Toda “alteración económica y política interna provoca la
sospecha de que las deudas externas pueden no ser afrontadas, y que la moneda
doméstica será depreciada respecto al dólar”. (McKinnon, 2002)
Por esta misma necesidad de divisas para crecer, las regiones periféricas suelen estar
atadas a los ciclos de financiamiento de los países del centro, (variaciones de sus
tasas de interés, innovaciones financieras) que en su dinámica elevan la volatilidad de
los precios de nuestras exportaciones, provocan una gran entrada de flujos de
capitales hacia nuestros países y terminan agudizando la restricción externa y la
fragilidad financiera. La gran importancia de las exportaciones primarias para nuestra
región implicó una fuerte puja distributiva entre exportadores, industriales locales y
trabajadores. (Medeiros, 2011, p.47)
3
Aunque es conocida la posición de la CEPAL con el tema, también en la visión marginalista aparece la descripción de
crecimientos “hacia afuera”, como en R. Cortés Conde, 1997, pp.204-206.
4
Ver presentación en Seminario - Análise e perspectiva do panorama macroeconômico do Brasil e Argentina
http://www.youtube.com/embed/nhxWCNV3OPw
7
exportaciones y de las exportaciones como inyector de divisas, suele ser frecuente en
la literatura económica. (Ver para el caso chino, Akyus, (2010))
200
150
X/PIB
100
50
Correlación: 0.02
0
-15 -10 -5 0 de PIB
Crecimiento 5 10 15
8
Desvio Standard de la Razón Comercio/Pib
9,0 7,6
8,0
8,0 6,8 6,7
7,0 5,9 6,1
5,6 5,5
6,0 4,8 5,0 5,2
4,44,64,2 4,2 4,5
4,1
5,0 4,1
3,6 3,5 3,1 3,8
3,4 3,3 3,1 3,53,33,9 3,6 3,6 3,3
4,0 2,6 2,8 2,7
2,5 2,4
3,0
2,0
1,0
0,0
East Asia & Euro area North OECD Latin Brazil China United Japan
Pacific America members America & States
(developing Caribbean
only) (developing
only)
Gráfico 2 Fuente: elaboración propia en base a datos del Banco Mundial. Puede
verse que para distintos conjuntos de países, si el desvío estándar de la razón
de comercio con el PIB es igual a uno, los movimientos estarían perfectamente
correlacionados. En todos los casos da distinto de uno. Las barras están en
orden con la leyenda.
En tercer lugar, las principales variables de demanda que explican el crecimiento son
las domésticas, como el consumo no asalariado, el consumo e inversión pública, el
crédito al consumo, y el gasto en construcción entre otras, que serán expuestas en el
primer capítulo. Como se dijo, las exportaciones son en general una porción menor de
dicha demanda global.
En cuarto lugar, las variables inducidas por el crecimiento del PIB efectivo, como la
inversión privada en equipo y maquinarias dependen totalmente de la demanda
autónoma. Sus manifestaciones empíricas a nivel mundial son tan generales como
ignoradas convencionalmente: los países que más crecen, tienen niveles de inversión
mayores. (vg. acelerador de la inversión en sección IB).
Otra variable inducida son las importaciones, que producen filtraciones en niveles
pequeños en comparación con el resto de demanda doméstica, pero que resultan muy
importantes en cuanto a filtración de divisas, vis a vis las exportaciones. Su efecto
sobre la obtención de dólares por cuenta corriente o cuenta de capital (siempre que las
condiciones internacionales lo permitan), es la que importa en pos de la continuidad
del crecimiento del producto.
9
Los países que más crecen, son los que más invierten
15%
y = 1,1564x - 0,0003
13% R² = 0,5403
Crecimiento de la Inversion
11%
SYC LAO
9% GMB NPL VNM ONM CHN
SYR EGY KOR
7% SLE JOR MDV BWA
IRQ HKG TWN MAC
SUR STP KHM MLI BTN
5% KIR BHR THA
IRN BEN LKA
HTI PAK
3% NER GTM MUS
BLZ
LBR
1% SOM ITA PRT GHA
BRB ZWE
-1% WSM PNG
-3% GNB
-5%
-2% 0% 2% 4% 6% 8% 10%
Crecimiento del PIB
5
En este sentido, otra vez la concepción clásica del excedente nos lleva a la anticipada y equivalente formulación de
Marx con el “ejército industrial de reserva” como regulador salarial.
10
Curva de Salario en la Argentina:1963-2009
4.500
4.000
3.500
y = 3647,4e-2,576x
3.000 R² = 0,4568
2.500
2.000
1.500
0% 5% 10% 15% 20% 25%
1.000
Periodización
Los primeros períodos que definen un patrón de desarrollo, se dan en una extensa
etapa de más de 40 años de sustitución de importaciones posterior a la crisis mundial
de 1930, en primer lugar como resultado necesario del hecho que Inglaterra se
desvinculara de su relación bilateral y comercial con la Argentina lo que en concepto
de Diamand inaugura una estructura productiva desequilibrada:
11
En segundo lugar, en las siguientes décadas se consolidará una estrategia de
sustitución de importaciones como objetivo de política explícita, ante el surgimiento de
un sector manufacturero que no trabajaba a precios internacionales y que dependía de
una adecuada protección de la competencia del exterior.
12
el tiempo, se pueden intentar explicar los cambios estructurales de dichos patrones y
hacerlos comparables entre sí.
La intención del trabajo es mostrar apenas la pertinencia empírica sobre los distintos
patrones de desarrollo de la Argentina (etapas, políticas aplicadas, tipo de crecimiento,
etc.) de una visión teórica alternativa basada en el crecimiento dirigido por demanda,
distribución exógena y restricción externa de divisas. Para ello se usa críticamente6
una diversa cantidad de trabajos publicados sobre este tema en punto a conformar el
entorno histórico de cada etapa.
6
Alertando en punto a cualquier posible “incrustación teórica convencional”
7
La economía Clásico-Keynesiana puede permitir esas dos condiciones: coherencia teórica y pertinencia empírica,
eliminando las incongruencias lógicas de su perspectiva.
8
Ultimo año de la serie consultada, Ferreres, (2010)
13
Tabla 1 Patrones de Desarrollo. Elaboración propia
Etapas y Vínculo Externo Libre Comercio Industrializacion vía sustitución de importaciones Apertura externa comercial y financiera Desacople regional
Post crisis.
Programa de sustitución de impo. Apertura externa,
Caracteriz. de Politica Agroexportación y dependencia Cierre de importaciones. Programa de sustitución de Crisis de la deuda Apertura externa, Desendeudamiento y
mayor integración industrial. Privatizaciones y deuda
Economica de Inglaterra sustitución Forzosa impo. y truncamiento externa. Hiperinflación convertibilidad y colapso redistribución del
Desarrollo industrial intermedio externa
ingreso
Sin cambios
Evolución de Estructura Fuerte exportación primaria. Base Proceso de industrialización mecánica y química Inicios de la industrializacion
industrial escasamente integrada pesada y IED. Stop and Go.
Desindustrialización sustitutiva estructurales de la
Productiva liviana industria.
14
I El enfoque Clásico de los Precios y la Distribución y Crecimiento dirigido
por la Demanda Efectiva como Base del Análisis de los Patrones de Desarrollo.
"Hay que subrayar la diferencia entre dos tipos de medición (del capital). En
primer lugar, aquella en la que están particularmente interesados los
estadísticos. En segundo lugar, la medición en teoría. Las medidas de los
estadísticos sólo son aproximadas y constituyen un buen campo de trabajo
para la solución de los problemas de los números índices. Las medidas
teóricas requieren una precisión absoluta. Cualquier imprecisión en estas
medidas teóricas no sólo es sencillamente fastidiosa, sino que destruye los
cimientos de todo el edificio teórico." Piero Sraffa, Conferencia sobre "la teoría
del capital", celebrada en Corfú del 4 al 11 de septiembre de 1968 y organizada
por la Internacional Economic Association. Trad. en Fiorito, (2005)
Afirma un dicho que “no hay nada más práctico que una buena teoría”, y en efecto, a
la luz de la crítica a la teoría marginalista surgida en los ‘60 del debate del capital de
Cambridge 9 , sin una teoría macroeconómica coherente para la explicación de los
canales de transmisión entre variables económicas, toda investigación económica
alternativa tiende tarde o temprano, a ser reinterpretada nuevamente bajo una mirada
convencional.
El dejar en claro cuál es la base teórica y por lo tanto la lógica causal de los canales
de transmisión entre variables económicas que guía el análisis de este trabajo es
crucial. Se suele perder de vista que la discusión teórica entre diversos enfoques se
desenvuelve en derredor a la causalidad entre variables. Y como dicha cadena causal
lógica no puede ser definida por métodos econométricos, esta cadena lógica se torna
decisiva10. Como dice Sraffa en la frase inicial, no puede haber en la teoría ningún
lugar para la aproximación, las medidas teóricas requieren una precisión absoluta.
Si la base teórica no está bien definida, puede suceder lo que se observa en corrientes
de pensamiento alternativo, como en el estructuralismo latinoamericano en el cual
permanecen incrustaciones teóricas convencionales propias de la formación inicial de
sus integrantes. Paradójicamente, una gran laboriosidad empírica para focalizar
problemas particulares de nuestra región, no ha sido acompañada por la conformación
de una nueva teoría económica común, independiente de la corriente principal
9
Lazzarini, (2011)
10
La causalidad en econometría, no abarca a la causalidad teórica y sólo indica una precedencia temporal para la
muestra en cuestión (Causalidad de Granger)
15
marginalista. En efecto, interpretaciones actuales de dicha corriente, suelen recaer en
explicaciones con causalidades convencionales explícitas.
11
El equilibrio de precios y cantidades marginal supone flexibilidad de precios y sustitución de factores, por lo que
simples modificaciones en los primeros logran adecuar en el largo plazo las cantidades producidas y consumidas con
sus ofertas respectivas. Con solo considerar el desempleo estructural, los salarios debería ser cero… (ver por ej.
Serrano, 2001)
16
importante resaltar que sin la exogeneidad de la distribución del ingreso clásica no
puede extenderse coherentemente el principio de la demanda efectiva al largo plazo.12
Tabla 2
Con este núcleo los precios son determinados deductivamente por sus costos y una
variable distributiva de manera general. (Sraffa, 1960; Garegnani, 1970; 1985) Es en
12
Por lo que en punto a denominación, pueden considerarse sinónimos “clásico-keynesiano”, “sraffiano”,
“postkeyensiano”.
13 En Pivetti, (2001) se desarrolla la posibilidad presente en Sraffa, (1960, 33) de que la variable distributiva dada sea
la tasa de interés básica que determina el banco central y como incógnita a los salarios. Por otra parte, el trabajo de
Garegnani, (1960) demuestra que no es posible obtener una “cantidad de capital” independientemente de la
distribución del ingreso dada desde fuera. Lo que significa una fuerte crítica al core marginalista que queda indefinido.
17
ese sentido que actúa la “ortogonalidad” entre precios y cantidades (y no la
determinación conjunta de un equilibrio general) en el que no operan las curvas de
oferta y demanda convencionales, ni agregadas ni desagregadas, (Petri, 2004;
Garegnani, 2003). Así, los precios y las cantidades producidas son determinados por
separado: los primeros vía costos de producción (tabla 2) y las segundas por la
demanda efectiva a largo plazo.
3.800
3.300
$ /mes
2009
2.800
2.300
1.800
1930
1933
1936
1939
1942
1945
1948
1951
1954
1957
1960
1963
1966
1969
1972
1975
1978
1981
1984
1987
1990
1993
1996
1999
2002
2005
2008
18
estos, también son fuertemente influidos en un país periférico por los vaivenes de la
restricción externa. Canitrot desde una perspectiva convencional, llega a señalarlo:
10
devaluacion convertibilidad
compensada
8
$ / US$ de 2009
4
crisis bza.pagos
2 52
0
1930
1933
1936
1939
1942
1945
1948
1951
1954
1957
1960
1963
1966
1969
1972
1975
1978
1981
1984
1987
1990
1993
1996
1999
2002
2005
2008
16
Para el periodo 1977-1988 se expresa el índice de precios como expresión de W que designa a los salarios, E que
es la tasa de cambio nominal, Pub las tarifas públicas y Pflex los precios de la carne y de las verduras (IPC = 0,38W +
0,14E + 0,34Pub + 0,14P flex). Y en otra regresión para el periodo 1990-2003 como IPC = 0.42W + 0.14E + 0.45PUB.
en la primera ecuación se lee como que el 38% de las variaciones de los salarios y el 14% de las del tipo de cambio,
correlaciona con la variación de precios. Ver Baldi-Delatte, (2004) pp.3-4; y también en Frenkel, J. (2003)
19
(erróneamente asignados causalmente a la emisión monetaria del Banco Central; De
Lucchi, (2012)) sino con costos (salarios, importaciones, efectos traccionamiento de
los precios domésticos de las exportaciones que pertenecen a la canasta salarial) y la
determinación del ingreso (puja distributiva entre salarios y ganancias). Por otro lado la
restricción externa juega un rol en la formación de precios si la situación de escasez
relativa de divisas fuerza a devaluar el tipo de cambio, siendo esta ultima variable
parte de los costos de producción.
20
Las distintas visiones normativas que debían regular el proceso de desarrollo, se han
calificado en la Argentina como “autárquicas”, “neo desarrollista industrial”, “neo
desarrollista agraria” y “neoliberal”. (Porta & Bianco, 2004) Sin embargo, la mayoría de
los economistas que trabajan temas de crecimiento y de desarrollo, no le reconocen
explícitamente la posibilidad de éxito a las políticas de expansión de demanda para el
crecimiento (largo plazo) y por ende ni como condición necesaria (no suficiente) para
el desarrollo. De hecho, se verá en este trabajo el papel sistemático de la demanda
autónoma como motor productivo de una economía en persistente situación de no
pleno empleo ni de capacidad productiva.
dpib dinv
Puede notarse que el acelerador de la inversión (ver para Argentina, Fiorito, (2009),
pero también para la región, Bielschowsky, (2013), p.26) que es una de las pocas
regularidades empíricas de la economía -junto al “efecto Kaldor-Verdoorn”, la “Ley de
Okun”, (Amico, Fiorito & Hang, (2011), cap. 3), el “Efecto Repase”, la curva salarial
21
(Oswald & Blanchflower, 1995) etc.17 Donde se observa como las variaciones de la
inversión son más grandes que las variaciones del producto efectivo descontada la
inversión. Estas variables en el largo plazo están cointegradas18.
65% 10.0%
45% 8.0%
25% 6.0%
5% 4.0%
-15% 2.0%
-35% 0.0%
I 03 II III IV I 04 II III IV I 05 II III IV I 06 II III IV I 07 II III IV I 08 II III IV I 09 II III IV I 10 II III IV I 11 II III IV I 12 II III IV I 13 II III
03 03 03 04 04 04 05 05 05 06 06 06 07 07 07 08 08 08 09 09 09 10 10 10 11 11 11 12 12 12 13 13
equipo durable maquinaria
pib neto de inversión (der) 6 per. media móvil (equipo durable)
6 per. media móvil (maquinaria) 6 per. media móvil (pib neto de inversión (der))
Por lo que el crecimiento está explicado por la porción de demanda que es autónoma19
e independiente de la evolución del producto efectivo y con la existencia de algunas
regularidades empíricas ya citadas (Gráfico 9). Bajo esa mirada el consumo e
inversión pública llevan la preeminencia por sobre las exportaciones en la región.20
17
En un trabajo sobre la inversión en la Argentina, los autores hallan dicho funcionamiento inducido de la inversión: “Un
incremento esperado en la demanda de los productos de la firma incentivará la inversión ya que la firma necesitará una
mayor capacidad instalada a los fines de incrementar la producción y satisfacer los mayores niveles de demanda”.
También desarrollan formalmente una versión de acelerador flexible, aunque a partir de un esquema convencional.
Coremberg et all, 2006, Pp.16-17.
18
Las series de inversión en equipo durable y el resto de las variables de demanda para 111 años de la Argentina, se
muestran cointegradas, es decir que guardan una relación de largo plazo entre ellas. Puede encontrarse entonces la
expresión formal de largo plazo con un vector de corrección de errores aunque no es el objetivo en este trabajo el
hallarla.
19
Demanda autónoma está conformada principalmente por el consumo no asalariado, el gasto e inversión pública,
construcción de viviendas, el crédito al consumo y las exportaciones, y al ser elementos históricos y no deductivos,
depende del momento y . (Amico, Fiorito & Hang, 2011)
20
En realidad la importancia en tanto demanda de las exportaciones se vincula a la estructura de importaciones y como
afecta a cada componente de la demanda. Por lo que se necesitaría una matriz de insumos y producto para establecer
cada componente importado de la estructura de demanda de cada período.
22
permiten el pago de obligaciones externas e importaciones vinculadas al nivel de
actividad de la economía.
Tabla 3
21
En Fiorito, (2008) se muestra que el producto se encuentra cointegrado con la demanda autónoma y que cada
elemento de esta última explica al primero para el corto plazo en MCO.
23
180000
Variables Autónomas y Producto a precios del 93 450000
160000 400000
140000 350000
Millones de pesos
120000 300000
100000 250000
80000 200000
60000 150000
40000 100000
20000 50000
0 0
II 1973
II 1978
II 1983
II 1988
II 1993
II 1998
II 2003
II 2008
IV 1970
IV 1975
IV 1980
IV 1985
IV 1990
IV 1995
IV 2000
IV 2005
I 1972
I 1977
I 1982
I 1987
I 1992
I 1997
I 2002
I 2007
III 1974
III 1979
III 1984
III 1989
III 1994
III 1999
III 2004
III 2009
Ca G X PIB (p de 1993) 9 per. media móvil (Ca)
250.000
200.000
150.000
100.000
50.000
0
I 1972
I 1977
I 1982
I 1987
I 1992
I 1997
I 2002
I 2007
III 1974
III 1979
III 1984
III 1989
III 1994
III 1999
III 2004
III 2009
II 1973
II 1978
II 1983
II 1988
II 1993
II 1998
II 2003
II 2008
IV 1970
IV 1975
IV 1980
IV 1985
IV 1990
IV 1995
IV 2000
IV 2005
Ecuación 1
22
Dado que las importaciones no dependen únicamente de la demanda doméstica, se las puede vincular con la
demanda total.
24
de estabilidad es que: el numerador de la ecuación 1 sea positivo y que el
denominador sea menor a uno.
En resumen, tanto las cantidades producidas como los precios relativos están
determinados por variables exógenas como la demanda autónoma efectiva, la
distribución del ingreso y la tecnología dominante, lo que descarta que el crecimiento
pueda establecerse causalmente a partir de variables inducidas como la participación
salarial o bien la de ganancias en el producto, en lo que se conoce como crecimiento
tirado por salarios o por ganancias23. (Ver Blecker, 2002, cap. 8). Esa exogeneidad
obliga a complementar cualquier estudio económico con determinantes causales
históricos. (Tabla 4)
1,30
1935
1937
1939
1941
1943
1945
1947
1949
1951
1953
1955
1957
1959
1961
1963
1965
1967
1969
1971
1973
1975
1977
1979
1981
1983
1985
1987
1989
1991
1993
1995
1997
1999
2001
2003
2005
2007
2009
Gráfico 11 Elaboración propia en base a Ferreres, (2010); Graña, 2007; y Graña &
Kennedy, 2008.
23
O lo que es lo mismo en economías abiertas, el asociar al crecimiento de las exportaciones no a una variable
autónoma de demanda externa, sino a un margen de ganancia. Por lo que no resulta ser una condición necesaria que:
“una redistribución de la renta a favor de los salarios (equivalente a una apreciación real) presiona a la baja la demanda
agregada vía el canal de comercio exterior” (Blecker, 2002, p.151). Como tampoco al revés, una depreciación real no
implica que aumenten las exportaciones, puesto que como demanda externa está dada e independiente de los
movimientos de precios de un país (más aun si no determina precios internacionales, (Fiorito, Guaita, N. & Guaita, S.,
2013).
25
Tabla 4
Variables Variables
Inducidas Autónomas
Aumento
de nivel de PIB
actividad
Una regresión con datos de 79 años para la Argentina, del período 1930-2009 que
muestra al gasto autónomo (DA) 24 , explicando al producto (PBI neto de DA) en
logaritmos. (Según numerador de ecuación 1)
Desde esta visión teórica entonces se analizarán las relaciones entre cambios
estructurales con las variaciones de la distribución del ingreso y los cambios en la
composición de la demanda desde 1930 hasta ahora, estableciendo así patrones de
desarrollo que permitan explicar las diversas dinámicas del crecimiento y sus cambios
en la Argentina. Se ve en Tabla 5 los valores de los coeficientes de DA:
Como resultado de ello, se puede concluir de manera general que el crecimiento del
PBI a largo plazo está correlacionado con las variaciones de la demanda autónoma
(DA) - el gasto e inversión pública, construcciones y exportaciones- y que la única
restricción al crecimiento es la externa de divisas y no una restricción doméstica dada
24
Donde DA está conformado por la suma del gasto público, inversión en construcciones y exportaciones.
26
por un producto potencial exógeno. (Amico, Fiorito, & Hang, 2011). Los temas de
causalidad como se dijo, están dados por parte de la teoría, en tanto que por la
econometría podemos ver solamente la correlación de largo plazo.25
En efecto, hubo dos momentos previos de limitaciones externas que no lograron forzar
una salida industrial doméstica que se produjeron en 1890 y a finales de la primera
guerra mundial. En 1890 la irrupción de una anomalía externa necesitó el auxilio de
medidas de protección doméstica estatal y luego de la primera guerra mundial por
segunda vez con el límite efectivo de unas exportaciones menguadas que no permitía la
expansión del producto. En esos dos casos todo el avance pro industria realizado fue
posteriormente revertido ante la perspectiva por parte de la elite gobernante de lo efímero
del problema. El colapso de la etapa agroexportadora al depender tanto del precio de las
commodities que exportaba como de la capacidad de endeudamiento del país, muestra
las limitaciones estratégicas de su patrón de desarrollo. Esto suele olvidarse cuando
simplemente se comparan tasas de crecimiento del PIB antes y después del ‘30, como
25
También se probó la cointegración de estas variables a largo plazo por Engle-Granger, (1987) y la precedencia
temporal para un lag va de acuerdo a la teoría de gasto autónomo a producto.
26
Más allá de los trabajos que nos advierten e ilustran sobre la necesidad de una fuerte intervención Estatal en los
países que han tenido éxito en su proceso de industrialización, como Chang, (2009), el problema del desarrollo
económico suele exceder a los esfuerzos de previsión de un Estado en particular e involucra otros aspectos como los
geopolíticos, evidenciados en los desarrollos de los países de industrialización tardía. En efecto luego del plan
Marshall, EEUU “invitó” por el lado de su costa oeste a desarrollarse a Japón, Taiwán, Corea y China, dentro del marco
de la guerra fría, y con el fin de tener los frentes de batalla lejos de sus costas. “La apertura del mercado interno
americano a las economías asiáticas – en el contexto político de la guerra fría – fue el principal mecanismo inductor del
desarrollo asiático y el principal instrumento de presión de los Estados Unidos sobre las economías de la región. De
forma progresiva se fue afirmando en los Estados Unidos una complementariedad de su mercado interno con las
exportaciones asiáticas de productos industriales de bajo valor unitario”. (Medeiros, 1998, p.157 ; Medeiros & , 1999)
27
también que a diferencia de otros países de la región, como México, que tuvieron una
revolución antes del colapso del modelo agroexportador. (Camara Neto & Vernengo,
2003)
En 1930, la profundidad de la crisis fue reforzada luego con la segunda guerra mundial,
creándose otro período donde la oposición de las elites locales a la industrialización
“artificial” es doblegada por la fuerza de un completo aislamiento comercial, y que ya no
puede echarse atrás a partir de la sustitución forzada que se produce.27
Desde esta fecha, cuando se intenta una especie de “solución final” para la
Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI) y el poder de puja de los
trabajadores en la Argentina, mucho queda aún en el sentido común interpretativo de la
historia económica donde esos cuarenta y cinco años (1930-1975) son considerados una
rémora ideológica para la promoción de los objetivos de desarrollo, en donde una
industria “ineficiente” nunca pudo alcanzar la posibilidad de proveerse de sus propias
divisas, su único logro –a los ojos convencionales- fue el evitar volver a un modelo
agroexportador presentado siempre como exitoso y sustentable y de acuerdo a las
ventajas comparativas por el grueso de analistas de historia económica argentina.
Autores como Cortés Conde (1993) afirman que la Argentina "entre 1870 y 1913 pasó
por tasas de crecimiento más altas que las de la economía mundial" y que fueron
mayores que las tasas posteriores del ‘30. Sobre el planteo de cuáles fueron las
condiciones que permitieron dicha mejor performance, afirma que fue "el bajo peso del
sector público en la economía, medido por la participación del gasto del Estado (gobierno
y déficits de empresas como porcentaje del PBI) y el elevado grado de apertura. Y otra
vez, los vincula en lógica marginalista a una “mejor asignación de recursos, productividad
y competitividad” como si estos fuesen resultados endógenos que no obedecen a la
articulación estatal de la economía todo el tiempo.
27
Estos resultados contrarían a la teoría convencional apoya la idea de un tipo de cambio endógeno que adaptando su
valor elimina cualquier temporal incompatibilidad externa, explicada desde el apartamiento de la situación ideal de
equilibrio.
28
Para la base de datos usada aquí, el crecimiento del producto per cápita promedio anual
desde 1875 hasta 1913, es de 2.41% y si se toma hasta 1930 lo es de 1.78%, resultando
efectivamente más grandes que las tasas posteriores. Sin embargo, dado que después
de 1976 ante los cambios aperturistas de la economía no se logró mejorar dichos valores,
sino todo lo contrario, importa mucho entonces, en lo que impulsa este trabajo, entender
los cambios ocurridos en 1930 en tanto que son irreversibles. (Gráfico 12 y Tabla 6)
Estos valores de las tasas de crecimiento fueron argumentos utilizados muchas veces en
contra del proceso surgido luego de la crisis. Sin embargo, las condiciones mundiales
posteriores a 1930 (y 1945) no fueron las mismas, sumándose las transformaciones
irreversibles que suponen el surgimiento de una estructura industrial de desarrollo
intermedio durante cuatro décadas por medio de un tipo de crecimiento con sustitución
de importaciones.
Luego del ’30 nada será lo mismo en la Argentina, en el plano del desarrollo cobra
relevancia el crecimiento económico y la integración de la población a mejores niveles de
vida y distribución del ingreso. Más allá que en la comparación de las tasas de
crecimiento, que son menores después de 1930, pero que son mayores que las que las
sucedieron posteriormente a 1975 con el intento de liberalización comercial y financiera
conservador, nuevos hábitos en las clases populares y nuevas instituciones impulsando
esos cambios en el consumo doméstico se sellarán indeleblemente más aun luego de la
década del ’60 con la profundización del proceso de sustitución de importaciones.
En efecto, tomando series largas del producto y del producto per cápita28, se puede
observar que el crecimiento de estas variables fue superior en estas cuatro décadas que
en los años subsiguientes hasta el 2000 (Schvarzer, 2001). En efecto, en el Gráfico 12 se
comparan las tasas de crecimiento del PBI per cápita de distintos patrones de desarrollo:
el basado en la sustitución de importaciones, y el de apertura comercial y financiera.
En efecto, cualesquiera sean los años de inicio y final de los períodos, la tasa de
crecimiento anual promedio de la etapa sustitutiva ofrece cifras mayores que la de la
etapa de apertura neoliberal después de 1975. Otro tanto pasa con el PIB o el valor
agregado industrial del país. (Tabla 7)
28
Se tomará principalmente la serie más larga construida de datos para la Argentina en Ferreres, 2010.
29
importaciones vis a vis las economías de centro, por lo que la teoría que abona este
patrón de desarrollo sustitutivo resulta avalado en términos de crecimiento.
Al revés, luego del golpe de Estado de 1976, con el retorno de la apertura comercial y
liberalización financiera, todas las tasas promedio estimadas de la Argentina, resultan
menores que los países de centro escogidos (EEUU, Inglaterra, Alemania, Canadá y
Francia).
Por lo que afirmaciones como las de Nogués, (1982) donde éste supone un mayor
crecimiento sin la intervención del Estado en la sustitución de importaciones, se verá
confrontada con el período de apertura que a la sazón se ensayaba en el país, cuando
escribió:
8,000
7,000
$ de 1993
6,000
5,000
1950-1975 1975-2000
3,000
1930 1935 1940 1945 1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000
30
mostrado que el poder predictivo de la teoría neoclásica del comercio internacional es
elevado.” Nogués, (1982, p.228-9)
Si bien es cierto que este economista aún no tenía los datos de los 25 años posteriores a
la apertura de 1976,29 su cita es pertinente como muestra de un discurso que se sigue
repitiendo ahora, donde los tratados de libre comercio parecen confiar en las ventajas
comparativas -estáticas o dinámicas-, en un mundo donde son las ventajas absolutas o
nacionales, las que con libertad de movimiento de capitales y desempleo posible, pueden
afectar la competitividad de todos los sectores productivos de un país singular.
Tabla 7 Fuente Elaboración propia sobre datos del Banco Mundial. Se toma
desde el ’60 por no haber datos anteriores del Banco Mundial
Un gráfico notable de Ocampo, J. (2008) muestra como el Pib por trabajador creció más
en la región cuando el crecimiento era “dirigido por el Estado”.
29
Y que ya pone reparos en su trabajo de 1982, donde observa que las políticas de la junta militar en 1981 “discrepan
significativamente” de su propuesta, puesto que las tasas de interés no son totalmente libres, (¿?) ni se puede importar todo
libremente. Ibídem, p.211
31
Crecimiento del Pib por trabajador, 1990-2007 vs. 1950-1980
PIB por trabajador 1990-2007 4,5%
3,5% Chi R.Dom
30
Ferrer, 1970, p.180, indica que aún luego de introducir los controles de cambios en 1932, el sesgo de tener un
“proteccionismo a la inversa” se mantuvo, favoreciendo oficialmente la importación de manufacturas y dificultando vía
impuestos, la importación de materias primas.
32
(Schvarzer, 1971). No obstante, las interpretaciones convencionales de la falta de
financiamiento externo se entremezclan con la falta de ahorro en moneda doméstica; aun
hoy se siguen manifestando dentro de la cadena causal que va de la demanda doméstica
a las importaciones. La economía en ese entonces y sistemáticamente en las décadas
sucesivas, parecería “no poder ahorrar” lo suficiente: “Consignemos además que, en la
medida en que la propensión marginal a consumir de los asalariados sea superior a la
de capitalistas y terratenientes, una mejora en la distribución del ingreso supone un
mayor nivel de consumo agregado, y por ende, de menor ahorro; si no cambia la
inversión, ello arroja como resultado un mayor nivel de déficit comercial”. Gerchunoff y
Aguirre, (2006, p.42)
31
Se debería por caso indicar a estos autores, la consulta a algún manual de cuentas nacionales como por ej. el de la
Unctad, donde dejan en claro el carácter residual del ahorro.
http://unstats.un.org/unsd/nationalaccount/docs/SNA2008.pdf
33
Crecimiento del Pib y Balance de Pagos
1500 400
350
1000
300
500
250
0 200
150
-500
100
-1000
50
-1500 0
1930
1931
1932
1933
1934
1935
1936
1937
1938
1939
1940
1941
1942
1943
1944
1945
1946
1947
1948
1949
1950
1951
1952
1953
1954
1955
1956
1957
1958
vR (der) cc (der) ck (der) dpib
32
La diferenciación entre una industria “natural” y otra artificial, deviene de que la primera se basa en elaboración a
partir de elementos de extracción primaria y la segunda basada en el desarrollo de una industria metalmecánica y sus
encadenamientos. Este error de concepción sobre los procesos de industrialización no reconoce que sólo con la
restricción de la movilidad factorial se mantiene la vigencia de las ventajas comparativas. Si como sucede hoy con la
libre movilidad de capitales, pueden a darse casos de cumplimiento de las ventajas absolutas. (Parrinello, 2006)
34
nacional, no las industrias artificiales, sin llegar al proteccionismo” (Gerchunoff, 2006,
p.49)
Esta bifurcación se produce por la dificultad de corto plazo de seguir expandiendo
extensivamente la explotación agropecuaria, y más seguramente por la restricción
externa producida por no contar con una demanda creciente de exportables y por el
empeoramiento de los términos del intercambio. Puede observarse en los Gráficos 14 y
15, que sin embargo se sostiene el crecimiento del producto sin acumulación de reservas
ni endeudamiento externo. En efecto, el nivel de deuda externa pública cae hasta el final
del período un -90% mientras que las exportaciones crecen tres veces y media en igual
período.
Habrá que esperar algunas décadas para encontrar en la historia argentina, procesos
insostenibles de deuda externa que aparecen como mitigantes de la inelasticidad-precio
del crecimiento y el comercio exterior. A lo largo de este período, una sustitución de
importaciones se impone de manera no deseada por la elite local, ante la “suelta de
mano” que Inglaterra realizó a la Argentina33. Los gobiernos de la época no logran -ni
intentan- sostener acuerdos con otros países de centro que pudiesen aliviar la
dependencia con Inglaterra. Mientras que desde mediados del siglo XIX las IEDs se
dirigían en un 50% a compras de títulos públicos, ferrocarriles e infraestructura, luego de
la crisis, estas desaparecen del horizonte para los países como la Argentina. (Ferrer,
1986, p.156)
33
Hasta ese momento la Argentina compraba el 70% de sus importaciones a dicho país. (Schvarzer, 1998, p.20).
Mientras que Inglaterra prefirió dirigir sus compras y IEDs hacia Australia, Canadá y Nueva Zelandia, países donde no
se les planteaban problemas a la hora de trasferir y repatriar divisas. (Ferrer, A, 1970; p.163; Schvarzer, 2000, cap. 5)
35
exportaciones para importaciones del reino entre otras.34 La política de carácter bilateral
seguida con Inglaterra, favoreció a esta última en su disputa por las divisas para dar
cuenta de los intercambios financieros y comerciales luego de 1933.
Luego de la instalación de los controles de cambio en 1931 (Tabla 8), los permisos
previos de importación en 1933 y la suba de aranceles a la importación, se llevó a un
cierre externo de la economía que permitió entonces dar un fuerte incentivo para
generar una ampliación de la industria doméstica con precios superiores a los
internacionales ante la imposibilidad de importarlos por la escasez de divisas. Se
produce una redistribución de ingresos desde sectores transables hacia la producción
doméstica con un estricto límite externo.
En esta etapa y hasta los ’60, las crisis externas tuvieron un impacto menor sobre el
patrón de consumo de la población, que menos sofisticado y por lo tanto más
sustituible fue más fácilmente adaptable sin representar un escollo político vis a vis
con los períodos dentro de la etapa de sustitución de importación posteriores.
34
Bajo el gobierno de Justo (1932-1938) se incrementa la influencia británica en la década, habiendo partido de las
simpatías germánicas de Uriburu los dos años anteriores. (ver Frondizi, 1955, 317-8). El uso del bilateralismo por parte
de Inglaterra, le permitía obtener como centro, ventajas por sobre los países que se abocaban a pocos productos
exportables hacia la isla.
35
Precisamente para 1930 el capital fijo invertido en la argentina había cuadriplicado el de 1900, pero el 25% del mismo se
basaba en ferrocarriles y ganado, siendo éste un porcentaje similar al de comienzos de siglo XX. (BCRA, 1976)
36
Tabla 8
10,0%
9,0%
9,7%
8,0%
8,3%
5,7%
6,0%
4,7%
4,0%
3,8% 3,6%
2,0%
1920 1922 1924 1926 1928 1930 1932 1934 1936 1938 1940 1942 1944 1946 1948 1950 1952 1954 1956 1958
37
como la notable dimensión que habían alcanzado las mismas en el período previo de
agro exportación. Partiendo de una industria sin capacidad de exportar, se comenzó a
diversificar la producción a partir de grandes empresas tecnológicamente obsoletas y
donde un 40% de la industria estaba concentrada en Buenos Aires y con una edad
promedio de 25 años. (Schvarzer, 2000, cap.5)
4.000
3.000 8
1.729 1.8731.8111.788
2.000 1.404
1.035 970 987
776 687 860 6
1.000 284 59
390
16
0
4
-1.000 -161 -168 -308 -529
-443 -403 -595
-2.000 -1.124 -1.113
-1.646 -1.570 -1.515 2
-1.880
-3.000 -2.152
-2.825
-4.000 0
1930
1931
1932
1933
1934
1935
1936
1937
1938
1939
1940
1941
1942
1943
1944
1945
1946
1947
1948
1949
1950
1951
1952
1953
1954
1955
1956
1957
1958
1959
Saldo Exportaciones Importaciones tcr (der)
36
Villanueva, (1972); Villaroya, (2007); Di Tella & Zymelman, (1971); Bunge, A. (1930, 1938)
38
“Por una ironía de la historia, el punto de inflexión en la expansión de la pampa húmeda
coincidió con la erupción de la crisis de 1929. La crisis redujo de modo abrupto y
profundo las dimensiones del mercado mundial durante la década del treinta y, en cierta
forma, cerró el acceso a la oferta argentina. Fue así que la tendencia al estancamiento
del producto agrario local (restricción que afectaría el crecimiento nacional a partir de
entonces si no se encaraba una solución) apareció subsumida por una contracción de la
demanda externa (debido a la crisis de las potencias compradoras y, sobre todo, de Gran
Bretaña)”. Schvarzer, (1998, p.4)
(2)
Puede verse en la tabla 9, que las variaciones de la demanda autónoma total, crecen en
todo el período y año tras año, hasta llegar a un 39% de aumento en 1944. Dentro de sus
componentes, el principal impulso provino del gasto público (G), que representaba
alrededor de un 10% del Pib) que de 1934 hasta 1937 tuvo un crecimiento del 47%,
aumentando aún más su tasa desde 1942 hasta el final de este período. (Gráfico 18)
La otra variable de la demanda autónoma que impulsó el crecimiento del producto fue la
construcción llegando a un máximo en 1938 dentro de este período (12% del Pib
promedio). En conjunto, las exportaciones (X), el gasto público y construcción (Co)
representan apenas un 30% del Pib, mientras que el consumo privado autónomo (Z)
promedia un 40% adicional. Sin embargo el efecto supermultiplicador se establece en un
valor más o menos constante en tanto como se observa en tabla 9 y el Gráfico 18, el
salario comienza a crecer en los dos últimos años de este período inicial de la etapa ISI,
mientras que la inversión en equipo durable de producción cae desacelerada por el
39
Demanda Autónoma 1930-1945
23.535
25.000 10.000
21.274 21.341
19.679 20.305
9.000
20.000
millones de $ de 1993
8.000
15.000 7.000
15.026
6.000
10.000 5.000
4.000
5.000
3.000
0 2.000
1930 1931 1932 1933 1934 1935 1936 1937 1938 1939 1940 1941 1942 1943 1944 1945
ibif construccion (der.) Lineal (Consumo Público (der.)) Lineal (ibif construccion (der.))
Los salarios absorbieron en el período ‘35-‘46 el 34% del ingreso nacional promedio,
pero luego de esta fecha ascenderá el porcentaje en más de 10 puntos porcentuales,
fruto del cambio de política que se profundizará luego en el primer gobierno de Perón,
entre el ’45-’47.
37
El gasto público y la construcción no parecen haber impulsado importación de maquinas y equipos hasta 1943.
40
Tabla 9 Fuente: Elaboración propia en base a Ferreres, (2010) y Graña, 2007.38
Pero sin sustitución, al caer las importaciones por falta de divisas, caen por ende las
inversiones en equipo durable desde 1938 hasta el final del período analizado. Se
observa también que converge con las importaciones de maquinaria y vehículos que
fueron en 1938 la mitad que en 1929 y la décima parte en 1945. (Eshag & Thorp,
1969, p.69).
38
El supermultiplicador es un promedio de uno calculado con y otro sin presión impositiva indirecta, ante la
imposibilidad de estimar exactamente su impacto en todo el consumo inducido (aproximado por los salarios). Ver
ecuación 1.
41
déficit fiscal. Los instrumentos elegidos (impuesto a ganancias extraordinarias,
impuesto móvil a la exportación gravando el 20% de los sobreprecios de bienes
exportados sobre el promedio de los mismos entre 1937-9) llevarán a un
resquebrajamiento del vínculo del gobierno con los sectores empresarios: «Desde
doce años a esta parte el Estado en la Argentina no ha hecho más que intervenir en
forma cuantiosa para ayudar a la industria, al comercio y la producción agropecuaria»
Acevedo, (1942: 7). (Jáuregui, 2013; Gaggero, 2008, pp.9-15)
En este sentido, se puede volver a remarcar en línea con lo expuesto en el capítulo I,
que los procesos de crecimiento suelen en general depender de las inyecciones de
demanda definidas políticamente por el Estado. Todo el problema de los límites
externos a dicho crecimiento, la restricción de divisas, recrudecerá cuando se intente
crecer más aceleradamente a lo largo de 45 años de sustitución de importaciones.
Junto a otras medidas de control estatal sobre el comercio exterior y nuevas instituciones
como el Banco Central (Tabla 8), se crean las juntas sectoriales para la regulación de los
precios domésticos de los productos. En la tabla 10 pueden verse una lista para la
primera mitad del período analizado. (Wierzba & López, 2011)
En 1935 se crea el Banco Central, se modifica su carta orgánica, más una nueva ley de
bancos y el instituto de Movilizaciones e Inversiones Bancarias. La presencia de un
organismo que acumulara reservas para poder fijar el tipo de cambio y moderar las
actividades comerciales y sus fluctuaciones, a partir de las exportaciones fue parte de las
medidas necesarias para la regulación y protección excedente 39 de las actividades
domésticas que deben sustituir la caída obligada de las importaciones. En esta decisión
tiene una gran influencia la tarea de Raúl Prebisch quien en 1934 presenta el proyecto al
ministro Pinedo. Pensado como organismo independiente, en tanto no se concebía (ni
aun hoy) que el banco lo manejara el gobierno.
Prebisch en los ‘30 aun creía que los déficits públicos podían ser inflacionarios, pero en
oposición a la imagen de Prebisch como un conservador al servicio de las elites locales,
39
La protección excedente, es la superposición y actividad combinada de aranceles a la importación y nivel del tipo de
cambio, para permitir salarios mayores en moneda doméstica.
42
él se mostró como un funcionario político pragmático en la búsqueda de moderar los
problemas de la gran depresión en un país periférico como la Argentina. Las tareas
centralizadas en el banco incluyeron el sistema de control de cambios, compra y venta de
bonos, regulación de los controles de importación y el encontrar líneas de regulación del
ciclo económico, no para manejar la inflación, sino por el efecto de los shocks externos
que sacudían la estabilidad del crecimiento, limitando nuestra capacidad importadora
Tabla 10
por medio de la modificación de los términos del intercambio. (Pérez Caldentey &
Vernengo, 2012, 13-14) Como el mismo Prebisch afirmaba:
En 1943 se promueve por decreto un sistema de fomento industrial que dos años más
tarde se aprueba como ley en el congreso. Se intenta mejorar el aspecto crediticio
industrial de largo plazo hasta el momento vedado, también va a ser intentado de
modificar con el establecimiento del Banco Industrial. En vistas de la necesidad de
43
diversificar la producción que se encontraba concentrada en sectores como el textil y
alimentos, en 1944 se crea el Banco de Crédito Industrial, y en 1945 se reglamenta la
promoción industrial, por la cual podría darse un marco de selección de las industrias de
interés nacional y en 1946 se crea el IAPI (Instituto Argentino para la Promoción del
Intercambio) que tenía como tarea el administrar las cuotas de importación que preveía la
promoción industrial. (Golombek & Sevilla, 2008)
44
modificar la protección hacia la industria “pesada” (química, acero, etc.). Simplemente
el impulso industrializador partió de la necesidad de ahorrar divisas. (Kaldor, 1978,
p.128)
La característica central del período que va de 1946 a 1958 es la de una fuerte elevación
de los salarios reales y que determina un tipo de crecimiento donde la amplificación vía
supermultiplicador de la demanda autónoma crece en un 15% respecto al promedio del
anterior período (tabla 9). Desde el inicio de este período se lleva a cabo una política en
45
que se redistribuye el ingreso elevando 10 puntos porcentuales de su participación en el
producto (máximo de 48% en 1954) 40 y que se corresponderá con una política de
planeación de la sustitución de importaciones efectiva, dando cuenta de un mayor
consumo inducido y autónomo que permitiría un proceso de industrialización liviana inicial
(reemplazo sustitutivo de bienes finales importados). Ver gráfico 20 41 Puede verse
también en tabla 11 la coincidencia de máximo supermultiplicador con máxima
participación salarial en 1954, otra vez debido a que los coeficientes de importaciones y
de inversión tienen un orden menor.
(3)
40
Del ’46 al ’49 el crecimiento de los salarios reales es del 53% para Ferreres, (2010); 62% para Gerchunoff y Llach
(1998); y del 72% para Rappoport (2000).
41
Para el supermultiplicador otra vez es decisivo el coeficiente de participación salarial, dado que el de importaciones y
el de inversiones, son similares y se anulan en el impacto.
42
El “efecto traccionamiento”, se produce por la lógica del exportador en vender domésticamente al mejor precio
externo, “importando” un mayor precio internacional al mercado doméstico en el producto que vende.
46
Tabla 11 Fuente: Ferreres, (2010)
3.000
30%
2.800
2.600 20%
2.400
10%
2.200
2.000 0%
1935 1936 1937 1938 1939 1940 1941 1942 1943 1944 1945 1946 1947 1948 1949 1950 1951 1952 1953 1954 1955 1956 1957 1958
(4)
47
Efecto de la Variacion del Supermultiplicador en el Crecimiento
del PIB
5,7
4,7
3,7
2,7
1,7
0,7
-0,3
1935 1937 1939 1941 1943 1945 1947 1949 1951 1953 1955 1957 1959 1961 1963 1965 1967 1969 1971 1973 1975
vardaut varpib
43
Por el comportamiento inducido de las importaciones, el supermultiplicador siempre tiene en su seno pesos y
contrapesos, dada la estructura de sustitución.
44
A partir de mayo de 1948, la Argentina suspende el pago de importaciones desde EEUU, que duro hasta 1950,
cuando fue saldada con un préstamo del Eximbank. (Sourrouille, 2005, p.8)
48
Balance de Pagos de la Argentina
600 1940-1960
400
Millones de USD
200
-200
-400
-600
1940 1941 1942 1943 1944 1945 1946 1947 1948 1949 1950 1951 1952 1953 1954 1955 1956 1957 1958 1959 1960
vR cc ck
Las devaluaciones que se producen a partir de esta época, poco hacen para mejorar la
competitividad, dado que en realidad la evidencia sostenida indica que existe una gran
inelasticidad-precio de las exportaciones. En cambio, sí incentivan los costos internos,
propagando por la puja salarial, mayores valores de las importaciones y el efecto
traccionamiento y generando un proceso inflacionario por puja distributiva junto a los
sectores urbanos. (Olivera, 1962; Ferrer, 1980). Su aplicación, a partir de 1950, va a
responder a la presión del sector agroexportador para obtener vía precios un mayor
ingreso por medio de transferencias de la demanda doméstica al sector rentista. A partir
de 1952 se implementa un plan de ajuste donde el PIB disminuye un 5%, y el salario real
sufre una caída mayor al 8% en un año.
49
opuesta contra una baja de los precios de exportación del país, continuando la tónica de
la participación comercial externa en el producto -que comienza en 1930, ésta siguió
disminuyendo hasta empezado el segundo gobierno de Perón. Sin embargo, las
cantidades transadas no responden muy bien a los cambios de precios relativos, sean
por cambios en el tipo de cambio, o bien en los precios del exterior.
Se observa como las cantidades importadas crecen cuando se hacen más onerosas
mientras que las cantidades exportadas caen de manera independiente. Esto no debería
ser sorpresa, de no ser por el variopinto consenso entre economistas de toda laya en
contra toda prueba empírica de la inelasticidad-precio del tipo de cambio en series de
tiempo. Existen varios trabajos que muestran sistemáticamente una fuerte inelasticidad-
precio tanto de exportaciones como de importaciones. (Fiorito, Guaita, N. & Guaita, S.
2013, Berretoni & Castresana, 2009)
Pero la dinámica del propio crecimiento económico fuerza a tener que cambiar la
composición de las importaciones en la medida que los requerimientos técnicos, los
hábitos de consumo y las políticas comerciales se tornan diferentes (vg. acuerdos por
planes de estabilización del FMI y/o restricciones de organismos internacionales), y por lo
tanto si se pretende sostener la tasa de crecimiento económico, se debe necesariamente
planificar la continuidad de la sustitución de importaciones, teniendo en cuenta los
ingresos de divisas por exportaciones y IED esperados, variables que sistemáticamente
cayeron desde el ‘46 al ‘52. (Villanueva, 1972)
El propio Prebisch –sin desconocer las dificultades- llega a mostrarse optimista con
respecto a la restricción externa cuando afirma que los programas de sustitución de
importaciones de los países de la región sudamericana podrían perdurar en tanto son
“problemas solubles con esfuerzo o imaginación” si se ofrece a los países exportadores,
mercados crecientes en compensación. (Prebisch, 1973, p.5) Sin embargo,
efectivamente la trayectoria recorrida por la ISI es una historia de repetidos episodios de
restricción externa actuante, con variaciones negativas de las reservas y causantes de
una tortuosidad política institucional en la Argentina.
50
Términos del Intercambio y Comercio Exterior
50 200
40
150
30
100
20
50
10
0 0
1930
1931
1932
1933
1934
1935
1936
1937
1938
1939
1940
1941
1942
1943
1944
1945
1946
1947
1948
1949
1950
1951
1952
1953
1954
1955
1956
1957
1958
1959
1960
valor expo valor impo cant.expo cant. Impo TI (der)
De todas formas, es el propio Prebisch junto a Singer que sostiene la dificultad por parte
de los países periféricos de continuar su crecimiento en base a exportaciones primarias
debido a la fuerte inelasticidad de las mismas, en lo que puede asociarse al efecto de la
ley de Engel46 a nivel internacional. (Gráfico 24)47
45
El fenómeno caracterizado por las mejoras de precios relativos internacionales en base a las mejoras salariales en
los países del centro, puede ocurrir en tanto se pueda generalizar dichos cambios en dos bloques complementarios de
comercio.
46
Dicha regularidad empírica se manifiesta en una caída de demanda de productos de menor “jerarquía” en tanto
suben los ingresos, por lo que alimentos sufren una continua caída de demanda vis a vis los productos de mayor
jerarquía como los manufacturados y electrónicos. De allí que a largo plazo afecten los precios relativos. (Pasinetti,
1985, p81-85)
47
También puede verse este resultado en Global Economics Prospect, 2009, p. 5
51
La insistencia de Prebisch sobre la necesidad de los países periféricos en
industrializarse, chocaba contra la posición de muchos economistas convencionales, que
recomendaban que los países subdesarrollados debieran abandonar dicha ambición y
mejorar en cambio su productividad agrícola. (Viner, 1952)
Por ende, la política sustitutiva parece ser más manejable que la promoción de
exportaciones, en tanto se trata de variables endógenas al crecimiento y pasibles de ser
determinadas. Siguiendo directrices como las de Diamand, que sugiere que las políticas
de sustitución de importaciones si bien se encuentran con “callejones sin salida”, deben
ser por estas tendencias una política de Estado permanente:
52
Ley de Okun, Kaldor-Verdoorn y el empleo
La necesidad de reemplazar a las importaciones, implica un esfuerzo industrializador que
requiere el aporte de mano de obra extra. Y en efecto, esta vendrá suplida
endógenamente por una fuerte inmigración que se produce por la correlación existente
ya anunciada por Ferns, (1961) para este fenómeno poblacional: “Una caída sostenida
de los salarios reales (producida por la devaluación, provocaba el efecto de detener la
inmigración y de invertir el flujo de personas entre uno y otro lado del Atlántico”, sólo que
en este caso será a la inversa del efecto de una devaluación, es decir con una elevación
el salario real. 48
Con la ayuda del control de cambios a partir de 1931 y la regulación estatal del comercio
exterior entre 1945-1955, se pudo transferir recursos de la exportación agropecuaria
hacia los trabajadores, que posibilitó los incentivos para inducir tal migración entre otros
factores de expulsión de los países del centro luego de la segunda guerra mundial.
Asimismo mediante el IAPI se reforzaba el control cambiario, con la determinación de los
precios que se pagaban a los productores de manera oficial.
Sin embargo, con respecto a la inducción del empleo y la conexión de la demanda con la
productividad, el crecimiento del PIB genera subas de la productividad de la economía
por las regularidades empíricas denominadas ley de Okun y efecto Kaldor-Verdoorn
(Amico, Fiorito & Hang, 2011, p.24) haciendo que cada trabajador que se intente
emplear, lo haga en un entorno económico más productivo y se dificulte
monotónicamente seguir reduciendo el desempleo49. (Fiorito, 2011, p.66) El argumento
que se desprende es que los salarios pueden subir sin generar mayores pujas sobre el
excedente, si lo hacen hasta el tope de la misma tasa de crecimiento de la productividad
de la economía. (Formalmente puede deducirse de la ecuación 4) Para la Argentina con
datos anuales 1931-2009 los resultados muestran que para cada punto porcentual de
crecimiento del PIB, la productividad crece un 0.72%. (Gráfico 25)
Si bien se han utilizado los resultados de Okun para tratar de encontrar límites al
crecimiento y al aumento de la ocupación que lleve al desempleo a un nivel inferior de la
“tasa natural” (Friedman, 1968), en realidad el aporte original de Okun fue el tratar de
analizar cuantos puntos de crecimiento del producto hacían falta para disminuir un punto
48
En toda la historia del capitalismo el “factor” trabajo jamás fue un límite para la acumulación del capital: como
afirmaba Marx en el cap. XV del libro III del Capital, “El verdadero límite de la producción capitalista lo es el propio
capital”
49
Este hecho estilizado no conlleva ningún supuesto funcional o aparato marginalista.
53
en el desempleo 50 . (Okun, 1962) y en ese sentido se ubica dentro de una de las
regularidades destacadas por la visión clásico-keynesiana.
10%
5%
0%
-15% -10% -5% 0% 5% 10% 15%
-5%
-10%
Crecimiento del Producto
Por ej. para la Argentina con datos anuales 1960-2009, hace falta un aumento del
producto de 1.72% para que caiga 1% el desempleo(Gráfico 26)
5%
0%
-6,0% -4,0% -2,0% 0,0% 2,0% 4,0% 6,0% 8,0%
-5%
-10%
-15%
50
Que en promedio da un 3% de aumento en el desempleo con la caída de un punto en el producto bruto. Okun, 1962
54
III.2 Segundo gobierno de Perón y el cambio hacia un crecimiento dirigido por la
demanda autónoma.
A partir de 1952 se produce un aumento en la tasa de crecimiento del gasto autónomo
agregado combinado con una merma del crecimiento anual de los salarios a un 4% hasta
el final del periodo analizado, anticipando la dinámica que prevalecería en la década del
’60. En 1951 se produce una caída del gasto autónomo y de las variables inducidas como
la inversión en equipo durable y las importaciones. El salario real en 1952 marca un
mínimo51 (desde 1946 a 1949, habían crecido un 53%, mas luego de ese año cae un -
19%). (Gráficos 29 y 30) Posteriormente los salarios reales repuntarán aunque a partir de
1955 dentro de una caída en la participación en el producto.
Dentro de las variables autónomas, las que crecen más pronunciadamente son el gasto
público y el consumo autónomo, aunque a fines de la década se amesetan. En todo el
período, la demanda autónoma crece en un promedio anual de 2.63% (Tabla 11). Las
políticas para frenar la inflación, entendiéndola como un exceso de demanda, hizo que se
comenzara en 1948 con cortes de la demanda autónoma, como el crédito a los sectores
privados y posteriormente entre 1949 a 1952 la caída del salario real (-19%) en un marco
de estrechez creciente de divisas.
Pero este esquema virtuoso, sin su acompañamiento del crecimiento de divisas, sufrió de
1950 a 1952 una continua mella en la capacidad real de consumo de los salarios reales.
El alza de salarios empezó a quedar rezagado nominalmente frente a los precios cuando
los límites a la importación comenzaron a erosionar la capacidad adquisitiva de los
trabajadores. (Gráfico 30) (Eshag & Thorp, 1965, p.2)
Luego del golpe del `55, se invierte el sentido de la transferencia de ingresos que existía,
desde sectores del agro a la economía doméstica. A partir de ese momento cuando se
produce una devaluación que hace pasar de 5 a 18 pesos por dólar, toma forma desde
un nuevo gobierno la oposición de los sectores tradicionales rentistas del agro, al mayor
51
No necesariamente coincide con la mínima participación salarial
55
protagonismo de la clase obrera y sus logros en la redistribución del ingreso y por lo tanto
tienen como objetivo inmediato el frenar las subas salariales. En efecto, desde 1955 a
1959, la participación salarial cae en más 10 puntos (Gráfico 20), elevándose
simultáneamente la demanda autónoma, y anticipando así, la dinámica de crecimiento
del período siguiente, que la tendrá como motor.
3.000
5000 2.500
2.000
4000 1.500
1.000
3000
500
2000 0
1946 1947 1948 1949 1950 1951 1952 1953 1954 1955 1956 1957 1958
Las otras variables inducidas como las inversiones en equipo durable de producción,
(edp) e importaciones, acompañaron el movimiento restringido por la restricción externa
del ciclo (Gráfico 27). En 1952 se produce un cuello de botella externo, que obliga a
cambiar las políticas de ingreso hacia un crecimiento dirigido por la demanda autónoma
junto con un ajuste de los salarios. Esto, sin embargo, no detuvo la puja salarial, bien por
el contrario, las condiciones de negociación aún con proscripción del peronismo se
fortalecieron con el aumento del empleo.
Sin embargo, los sectores empresariales verán alentados sus intereses al detener la
creciente participación de los trabajadores en el producto. Mientras que los sectores
conservadores de origen agropecuario, vieron la oportunidad de avanzar contra la
“ineficiencia” del sector industrial no competitivo que había copado la escena productiva
desde el ‘30, y que junto a toda la batería de regulaciones externas proteccionistas, se
habían afianzado en ella. Aun manteniendo los tipos de cambio diferenciales, el traspaso
de las exportaciones desde un tipo de cambio oficial a 18 pesos por dólar, hacia otro del
mercado libre de más de 35 pesos por dólar, implicaron una transferencia importante de
ingresos desde los sectores de ingresos en pesos a los exportadores. (Ferrer, 1980,
p.214). Estaba preparado el escenario para un plan de estabilización a partir de menores
niveles salariales por medio de una mayor presión disciplinaria sobre los trabajadores, en
lo que Esag & Thorp, (1965) denominaron “políticas económicas ortodoxas”
56
Hacia los primeros “planes de Estabilización”
Hacia el final de esta etapa, la caída de reservas frente al empeoramiento de las
condiciones externas, junto al mantenimiento del consumo doméstico, implicaron la
necesidad de devaluar la moneda, frenar inducidamente la suba de importaciones por
caída en el nivel de actividad. Sin embargo la resistencia salarial anclada en una muy
fuerte organización gremial, mantendrá hasta el final de este período los intentos de
recuperación de la capacidad de consumo real obtenida previamente.
El resumen de la etapa, muestra que una mayor propensión a consumir implicaba una
mayor presión sobre las importaciones y de allí el surgimiento de un escollo estructural
externo, que se convertirá hasta la actualidad en el único límite recurrente para el
crecimiento, en el disparador de la elevación de costos domésticos, y en la restricción de
divisas que marca el proceso conocido como “Stop and Go”. (Amico, Fiorito, & Zelada,
2012)
Sin embargo, puede decirse que el patrón de desarrollo de este período moldeará la
resistencia salarial hasta el día de hoy. El cambio ascendente en estos años de los
hábitos de consumo de los trabajadores, representa a los consumidores reales, sin
mediación de teorías normativas convencionales “del consumidor”. Su persistencia
temporal cuantitativa y cualitativa, determinó un ascenso social y del nivel de vida de los
trabajadores en la región para toda una época, agravando problemas externos:
literalmente la puja por obtener las divisas, en un país en que se consume lo que se
exporta.
El aumento de salarios representa por un lado un mayor costo para el “insumo más
difundido” y además representa una disputa política por el excedente. (Pivetti, 2008,
p.481) los efectos y consecuencias de los procesos inflacionarios serán más notables y
persistentes que en otros países de la región. De hecho, esta resistencia salarial de
mayor ponderación en la industria, es la que genera no una mayor dificultad competitiva a
los sectores exportadores, sino una disputa por el excedente que hace menguar la
participación de las ganancias en el producto de estos últimos. El acostumbrado pedido
de devaluaciones por argumentos “competitivos” simplemente impactan en una regresión
distributiva, que terminan disparando un fenómeno circular de puja inflacionaria.
57
balance de pagos; a pesar de que debemos pedirle a nuestros trabajadores
sacrificios, éstos son sacrificios que deben realizar, más o menos, todas las
clases sociales. Más o menos, los intereses de las distintas clases sociales son
concurrentes. Pero (en el caso de la Argentina) un aumento de los precios de
exportación es desfavorable para los salarios reales y estimula, en consecuencia,
la inflación de costos…No existe la misma armonía de intereses entre las clases
sociales (en la Argentina que en Inglaterra)”. JR. Hicks52
52
Conferencia sobre “Inflación y Desarrollo” en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos
Aires- en Ferrer, (1969)
53
Denominación dada por el ex ministro de economía, el ingeniero Alvaro Alsogaray, conspicuo representante de la
derecha política conservadora.
58
dominantes en su respectivo campo de alianzas, ha logrado transformarse en
hegemónica de un bloque de fuerzas sociales”. Portantiero, 1973, p.84
Como puede verse en el Gráfico 28, los cambios de gobiernos desde 1959 hasta
1983, tienen la alternancia entre gobiernos democráticos -con y sin proscripción
política del peronismo- y de golpes militares, donde el ejército argentino representaba
una especie de “partido militar” de los sectores conservadores. En realidad, dichos
sectores, desde 1916 y hasta el triunfo de Menem en los ’90, nunca habían podido
tener opciones democráticas presidenciables.
LASTIRI '73; 91
PERON '73; 263
59
Fallidos intentos de reducción de la capacidad de negociación de los
asalariados
En esas condiciones, la reducción de la participación salarial en el producto, desde
1954 a 1960 fue enorme, llegando hasta su piso anterior de un 35%, que era el
guarismo a los comienzos del peronismo. En 1959 los salarios reales bajaron un -25 %
(-15.9% la participación en el Pib) debido a un segundo cuello de botella externo luego de
1950, donde el salario había caído en tres años un 19%. Sin embargo los nuevos hábitos
de consumo54 de la clase obrera argentina surgidos en la década anterior en su disputa
por el excedente, se convertirán en normales y persistentes, lo que explica la importante
puja distributiva de ese momento, y que aún hoy en virtud de fuertes sindicatos, se hacen
sentir en la resistencia salarial y la consecuencia de la existencia de mayores tasas de
inflación que en otros países de la región55. Claro está que los salarios reales se moverán
de acuerdo a las magnitudes nominales relativas y afectarán a la demanda global
dependiendo de la relativa heterogeneidad laboral. Un mercado con un gran porcentaje
de trabajo informal, puede verse afectado por una merma en la demanda global, vía
caída del salario real en dicha porción laboral por la existencia de inflación.56
54
Este fenómeno de la persistencia del nivel de consumo obtenido fue estudiado en la crisis del ’30 en países del centro por
(Duesenberry, 1948), y la resistencia a disminuir el consumo al que se ha habituado la población. Aquí simplemente se
reprodujo para dar lugar a la explicación de la inflación por puja distributiva incrementado por factores institucionales
como la presencia de un núcleo gremial fuerte.
55
. Lo que quita bastante asidero al argumento convencional de la existencia de inflación sin variaciones de costo
salarial nominal
56
Tal es el caso de la economía argentina luego de los ’90, con un 35% de trabajo informal. Ver Palomino & Schvarzer,
(1996)
60
Participación Salarial en el Producto
50,0% 48%
48,0% 46% 47% 47%
45% 45%
46,0% 44% 43%
44,0% 42% 42% 42%
41% 41%
42,0% 40% 40% 40% 39%
40,0% 38%
37% 37%
38,0% 36% 36% 36%
36,0% 35% 34% 35%
34% 34%
33%
34,0%
32,0%
30,0%
1938 1940 1942 1944 1946 1948 1950 1952 1954 1956 1958 1960 1962 1964 1966 1968 1970 1972 1974
61
Un dato que sobresale, es el notable aumento en dos años iniciales de este
período 59-75, es el de la propensión media a invertir (Gráfico 30) sin los resultados
concomitantes –en las experiencias del ‘45-’47, de finales de los ’70 y de inicios de los
’90- de una suba de la participación de las importaciones en el producto, a pesar de que
el aumento de la importación fue de hasta un 46% en los primeros dos años. En efecto, la
propensión a invertir h, recibe un gran impulso en la salida del período anterior en gran
parte por el intento de subir el consumo e inversión pública autónoma y que al mismo
tiempo se aliviaba la restricción externa por medio del ingreso de divisas vía
endeudamiento e inversiones externas.
A comienzos de la década del 60, se impulsó con inversión externa directa en equipos
productivos la recomposición de la industria hacia la producción de insumos
intermedios y continuar hacia el desarrollo de una industria pesada, no por impulso de
mayores exportaciones, sino profundizando la sustitución de importaciones. El uso de
una política de shock y el impulso doméstico de una demanda autónoma creciendo a
una tasa anual promedio de 2.57% (Tabla 12) permitió que nuevos emprendimientos
en insumos básicos y automotrices se desenvolvieran. Este proceso, aún con
numerables interrupciones y cambios de medidas desde los diversos gobiernos,
permite en 1975, llegar a generar un superávit comercial en base a exportaciones de
manufacturas crecientes, sólo interrumpido exógenamente por un golpe de Estado.
(Gráfico 32)
Probablemente fue producida por la idea de que la inversión externa en divisas por sí
misma evitaría dicha restricción, sea por “un manejo desaprensivo del sector externo”
57
Aun con una participación salarial en el producto menor que antes, (0.39 vs 0.43 de tablas) se logra un mayor
supermultiplicador por efecto de menor m/D y una mayor h.
62
(Schvarzer, 2000, p.236); o bien en opinión de otros economistas heterodoxos, por
confundir “la disponibilidad de divisas necesarias para afrontar las importaciones
corrientes de la economía con los ahorros.” (Diamand, 1973).
Sin embargo, cuatro años más tarde el gobierno desarrollista enfrentaba una nueva y
muy fuerte crisis externa de insuficiencia de divisas, que le pondría fin.
58
“Entre 1959 y 1962 se autorizaron radicaciones por un valor de 500 millones de USD, monto que duplica la suma de
todas las autorizaciones concedidas entre 1954 y 1958 y entre 1963 y 1970”. Sourrouille, et all, (1985, p.26)
63
Deuda Pública y Balanza de Pagos 1959-1975
1.000 6000
5000
500
Millones de USD
4000
0
3000
-500
2000
-1.000
1000
-1.500 0
1959 1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973 1974 1975
Las causas esgrimidas por el gobierno desarrollista para implantar una industria
automotriz en 1958, se basaban en su aspecto catalizador de sustitución de
importaciones, sumado a los efectos multiplicadores, la mayor generación de empleo y
la adquisición de tecnologías de punta. Las objeciones formuladas a este proyecto
fueron variadas: en primer lugar por dejar de lado el ferrocarril; por ubicar en igual
posición a la sustitución de importaciones de camiones y colectivos con los
automóviles individuales y no utilitarios; la falta de previsión de considerar que existen
tamaños óptimos para las automotrices que con escalas muy pequeñas sus costos los
dejan fuera del mercado. En efecto, de 26 empresas que intentaban beneficiarse
con los altos aranceles y facilidades dadas por el gobierno, solo sobrevivieron
las más apalancadas desde el exterior. (Lenicov, R., 1974, pp.127-9)
En 1964, luego del proceso de crecimiento y cierres de empresas por falta de escala,
quedaron solo la mitad de ellas. Para 1958 había 3 automotrices que con
fortalecimiento y ampliación hubiesen dado la escala adecuada, propiciar la
continuidad por parte de Mercedes Benz de camiones y colectivos, limitar la cantidad
64
de modelos de automóviles particulares de la IKA, mejorar el control de calidad,
estableciendo modelos uniformes, mayor coordinación con fabricantes de autopartes,
etc. De esa manera podría haberse evitado destinar entre 1961 y 1962 “unos 300
millones de dólares para importar productos terminados y más partes y accesorios
para el sector automotriz” Ibídem 59
Pero dichas incongruencias con respecto a cuidar la restricción externa, fueron muy
probablemente el resultado de dar prioridades indicativas entre 1958-1964 en vez de
realizar un plan con el Estado interviniendo directamente en la producción.
Tal vez no eran muchas las opciones del desarrollismo por haber dejado que el
mercado decida, lo que derivó finalmente en la imposibilidad de la conformación de un
plan desde el punto de vista político. En tanto que imbuidos en la guerra fría y los
planes quinquenales del peronismo proscripto, los militares argentinos eran reacios a
permitir y desconfiaban de cualquier atisbo planificador.60
Para la década del ’60, las exportaciones todavía dependían abrumadoramente de sus
ventajas provenientes de su base en recursos naturales, en tanto que el 87% de las
exportaciones hacia 1961 eran provenientes de alimentos, cueros, y productos
químicos. (Teitel & Thoumi, 2011, p.32) el retraso en inversiones en áreas de energía
como de transporte, hacía que hubiese un retardo respecto a los cambios que se
estaban produciendo a nivel productivo. Pero en esta década se producen grandes
59
Entre 1958 y 1964 fueron autorizados convenios con las empresas para invertir 113 millones de dólares de los cuales
se invirtieron sólo 33.132.000 USD (30%). En esos mismos años, lo remesado en conceptos de utilidades fue de
52.287.000 USD. (ibídem, p.131)
60
Una década más tarde en plena dictadura de Videla la palabra planificación se había reemplazado por planeamiento.
65
cambios en la productividad de las metalúrgicas y metalmecánicas que le permitió al
país en empezar a revertir la composición de las exportaciones en medio del “stop and
go”. (Las MOI pasaron desde 170 millones de USD en 1969 a 840 millones de USD en
1974, representando la tercera parte de todo lo exportado. (Schvarzer, 2000, p.237)
La hipótesis sobre las causas de estos resultados exitosos en la balanza comercial de los
‘70, se refiere a que el proceso de crecimiento continuo y avance en la SI en la década
anterior, produjeron una diversificación de exportaciones. Las mejoras en la productividad
en las que el impulso de las nuevas plantas más el efecto Kaldor-Verdoorn debido al
propio crecimiento del producto y los efectos de la protección arancelaria, son decisivas
para explicar el fenómeno de exportación de MOI y la suba de la participación de los
salarios en el ingreso. Esto impulsó un mayor tamaño de las empresas que permitió
bajas en los precios relativos como en la metalurgia y los químicos. (Sourrouille &
Lucangelli, 1985).
Exportaciones e Importaciones
10.700,0
Golpe Militar
Millones de Pesos de 1993
9.700,0
Maxima
8.700,0 exportacion de MOI
7.700,0
inflacion con recesion
6.700,0
inflacion con estancamiento
5.700,0
4.700,0
3.700,0
1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980
Exportaciones Importaciones
La protección permitió una mayor producción doméstica con múltiples empresas que
compiten entre sí a partir de una tasa de crecimiento de los gastos autónomos (y no sin
ellos). Pero, de esta manera puede ocurrir que los precios de estos productos caigan por
debajo del nivel de protección y también de los precios internacionales. Entonces a la luz
de los resultados sorprendentes de la balanza comercial que se observan en el Gráfico
32, donde el impulso llega hasta 1978, por medio de exportaciones de manufacturas de
origen industrial. Este último resultado depende bastante si el país en cuestión (escalas)
puede producir esos bienes y pasar de la sustitución primero, para exportarlos
66
posteriormente. (Teitel y Thoumi, 1986; Pazos, 1986, Amico, 2011).61 Este período con
sus muy buenos resultados en materia de exportaciones industriales, suele ser
desdeñada para no dar pábulo al éxito e insistir con el fracaso y agotamiento de la ISI
5)
r) 6)
Si los costos son sólo costos laborales, se tiene que y por lo tanto puede
despejarse de la ecuación 5 y 6:
7)
Su valor mínimo puede bajar más cuanto mayor sea el arancel sin afectar la tasa de
rentabilidad normal de las empresas r. (ecuación 7) Con esta protección arancelaria, la
presión externa erosionante no afectaba a las mayores pujas en la determinación de
mayores salarios domésticos en las empresas locales.
61
De hecho países como Alemania y EEUU han desarrollado bajo este esquema.
67
Margen de Protección Excedente (TC/w) 1930-2009
350
300
250
200
150
100
50
0
1930
1933
1936
1939
1942
1945
1948
1951
1954
1957
1960
1963
1966
1969
1972
1975
1978
1981
1984
1987
1990
1993
1996
1999
2002
2005
2008
Gráfico 33 Fuente: elaboración propia en base a Ferreres, (2010)
Canitrot, (1981, p.141) citando a Nogués, (1980) afirma que una evidencia de la
amplitud del margen de protección excedente es la baja elasticidad-precio de las
importaciones. Es claro que para la época, Canitrot no tenía como comprobar
fácilmente que dicha inelasticidad es más ubicua e independiente de los aranceles
altos que de lo que supuso para ese momento.
Sin embargo cuando Diamand escribe esto en 1973, apenas se estaba expresando
este resultado comercial, que fue sorprendente como lo registra Canitrot, (1980):
62
Esto último puede asociarse también a la época actual.
68
“Desde mediados de la década del sesenta comenzó a hacerse notorio un
proceso novedoso: la exportación de manufacturas industriales. Hacia 1974 el
fenómeno alcanzó un nivel significativo: representaba la mitad de las
exportaciones del país. Participaron de la exportación muchas actividades
tradicionales de producción para el consumo, forzadas, en principio, a la
búsqueda de nuevos mercados por el lento crecimiento de la demanda interna
de los asalariados. Hubo, en apoyo, importantes subsidios del gobierno. De esa
manera el modelo económico semicerrado pareció irse disolviendo
progresivamente” (Canitrot, 1980, pág. 15).
Con un largo proceso de learning by doing, que había comenzado en 1930 con un
inicial período de improvisación y posteriormente en 1946, con intentos renovados de
planes quinquenales, se avanzó desde la sustitución de bienes finales e industria
ligera hasta la maduración en la sustitución de procesos fabriles más complejos. Estos
que a su vez aumentaban la productividad y estimulaban la posibilidad de ventas al
exterior, fueron históricamente dilapidados por una política liberal en la búsqueda de
69
reorganizar un país en base a ventajas comparativas estáticas. (Pazos, 1986, Amico,
2011).
Los resultados devastadores para la ISI aún hoy se hacen sentir. Al no concretarse en
la práctica las transformaciones necesarias para la reducción de sus coeficientes y
elevar el efecto supermultiplicador en el producto, se perdió la posibilidad de un mayor
crecimiento que endógenamente mejora la productividad vía Okun y Verdoorn. Por
otra parte evita un uso mayor divisas en importaciones de maquinarias que provienen
de la aceleración de la inversión. Y para esto la sustitución de importaciones no es
reemplazable por la promoción de exportaciones, en tanto que las mismas son
exógenas. Sólo cuando el proceso de baja de coeficiente se estanca, las
exportaciones son la única variable que a largo plazo pueden aportar las divisas. Las
opciones por cuenta de capital también existen y necesitan al usarse en una estrategia
que apunte a la exportación, o un uso “racional de las finanzas” –al decir de Diamand-
dado que suponen un reflujo en algún momento para el país. (Más regalías y
transferencias si se trata de inversiones externas directas).
70
teoría económica neoclásica, asociada con nombres como los de Milton Friedman,
Friedrich Hayek, and Ronald Coase”. (Kotz & McDonough, 2008)
63
El caso del grupo Sasetru, Trozzo, y Grosso, adquirió relevancia por ser sus responsables hasta perseguidos
policialmente.
64
Donde aproximadamente el 60% de desaparecidos fueron delegados de base gremiales.
65
Los casos de la persecución de los dueños de los grupos Greco, Trozzo fueron el epítome de una mayor devastación
de grupos locales como SASETRU y una compleja trama de producción de bienes intermedios locales, en los que
algunos simplemente para sobrevivir se transformaron en importadoras de productos que estaban produciendo, en un
sentido inverso que el recorrido desde 1930. (Schvarzer, 2000, p. 293)
71
V.2 La política económica de Martínez de Hoz y los cambios en la estructura
productiva.
La grave crisis política a partir del llamado “Rodrigazo” el 4 de junio de 1975 significó
una enorme devaluación de más del 100%,66 agudizando el proceso inflacionario. Se
desencadenaron allí las fuerzas larvadas que fueron macerándose lentamente a lo
largo del proceso de sustitución de importaciones con la tortuosidad institucional que
había arrancado en el período anterior. El proceso de stop and go no sólo no se
terminará de decantar con esta interrupción de modelo, sino que por el contrario,
continuará agregándosele una nueva complejidad que superará los límites de una
cuenta corriente negativa: se le agregará la de los flujos financieros. (Gerchunoff,
2006; Frenkel, 1983; Amico, Fiorito & Zelada, 2012)
Estos tres planos se vehiculizan con un proceso de ajuste económico ortodoxo que
intentaba lograr vía determinación de precios, un nuevo piso de salario mínimo
normal en donde encajar la vuelta a las ventajas comparativas de extracción
primaria de antaño y con el objetivo de transformar las condiciones estructurales
de funcionamiento productivo, a las que se agregaba la necesidad del
financiamiento internacional para sostener la balanza de pagos.
66
Un 160% para el tipo de cambio comercial y 100% para el tipo de cambio financiero.
72
Variacion de Ipc , Nivel de Salarios y Tipo de Cambio Real
350 500
450
300
400
250 350
200 300
250
150 200
Hiperinflación
Alta inflación
Golpe Militar
100 150
100
50
50
0 0
1930
1933
1936
1939
1942
1945
1948
1951
1954
1957
1960
1963
1966
1969
1972
1975
1978
1981
1984
1987
1990
1993
1996
1999
2002
2005
2008
ipc (der) tcr wr
Del diagnóstico realizado en 1976, el primer punto apuntaba a bajar el salario real, por
medio del congelamiento de salarios nominales y una tasa de inflación anual del
777.7% en mayo (y 476.2% en julio) a fin de modificar los costos y por lo tanto los
precios relativos en favor de la reconstitución de activos privados y la acumulación de
fondos empresarios. La caída salarial real en 1976 alcanzó el 44% en sólo un año. Se
intentó entonces “sincerar precios relativos”, con la suba de tipo de cambio, y por ende
de los precios agropecuarios más la suba de tarifas, respondiendo al convencional
esquema de que la inflación era causada por un exceso de demanda.
Sin embargo, el argumento de que el libre juego de las fuerzas de oferta y demanda,
iría a solucionar los problemas, principalmente el inflacionario, no podía perdurar sin la
necesidad de nuevas medidas que efectivamente se comienzan a aplicar a partir de
1977 y que avanzarán hacia la apertura financiera manteniendo el mismo objetivo
antiinflacionario explícito.
73
afectando a 1200 posiciones con un brusco descenso de los aranceles con reducidos
valores programados recién para ese último año.67 (Sourrouille, 1985, p.108)
Primera fase de la
intervención ortodoxa:
A- Inelasticidad de las exportaciones y
devaluación
las Importaciones en el corto plazo
67
Diversas mediciones se intentaron para determinar los aranceles implícitos mediante el diferencial de precios de
diversas ramas productivas. El objetivo argumentado era el facilitar la modernización del sistema productivo, a la vista
de que sólo se afectaría la protección “redundante”. En efecto, caídas enormes desde el 93.7% al 68% sin afectar el
desempleo, puede mostrar que en efecto existía una protección excedente no utilizada.
74
Se produce entonces una transferencia de ingresos a los sectores vinculados al
comercio exterior desde los sectores con ingresos en pesos (asalariados), que al tener
una menor propensión al consumo induce una recesión.
La política antiinflacionaria
El nivel de la variación de precios se mantuvo por encima del promedio previo al golpe
de Estado, y fue “en parte resultado de la política cambiaria que apuntó a preservar,
mediante la devaluación nominal, un tipo de cambio real elevado en favor de los
sectores productores de bienes exportables”. Damill & Frenkel, (1990, p.9)
Por otro lado, la existencia de aranceles que no estaban usándose hasta su límite
superior, permitió que la apertura comercial iniciada tuviese un efecto retardado. Hacia
el año 1980, esta última recién comienza a repercutir en el mercado doméstico y ello
se transmite luego invariablemente a las variables inducidas. (Gráfico 35)
El crecimiento augurado con una política de apertura comercial y financiera (de allí la
existencia por parte del convencionalismo de las hipótesis ad-hoc de por qué no
funcionó) fue casi un 50% menor que el proceso “desorganizado” inmediatamente
anterior de sustitución de importaciones. El promedio de crecimiento de la demanda
autónoma, se mantuvo estable hasta 1982 donde se eleva fundamentalmente por
crecimiento del consumo autónomo y el gasto público. (Tabla 14)
76
1978, lo que claramente repercute en un menor crecimiento y menor aumento de la
productividad. (Gráfico 33)
En 1979, las importaciones reales crecieron 44%, mientras que las exportaciones lo
hicieron un 5.1%, llegando a fin de ese año con un resultado de cuenta corriente
negativo. (Gráfico 36)
14000
20
12000
15
10000
10
8000
6000 5
4000 -
1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982
Una segunda fase de los procesos de estabilización recesivos suelen aparecer con
situaciones de balances de pagos menos agudas, y que resultan en una profundización
de procesos de endeudamiento externo ante la imposibilidad de sostener el carácter
77
recesivo de la primera fase. Por ende, ante la recomposición de precios relativos en favor
de los sectores domésticos, en presencia de una puja distributiva menguada pero que
sostiene una inflación remanente de 8% mensual a la cual el gobierno militar no puede
doblegar, lo obligaría a una nueva devaluación, repitiendo el problema inicial.
Ante ese impasse, los planes de estabilización suelen pasar a una segunda fase de la
estabilización y recurrir a los préstamos del exterior para obtener las divisas ante el
fracaso de la receta convencional basada en la devaluación y ajuste fiscal. Las medidas
tomadas por el gobierno de facto, en 1977 establecen una reforma financiera y la
liberación del sistema cambiario, y a fines del año siguiente se planea un cronograma por
ocho meses (“tablita”) cambiaria que anticipaba el valor futuro del tipo de cambio en total
apertura al mercado de capitales y que quedaría como único instrumento de la nueva
política. Los ingresos de flujos de divisas del exterior iban limitando la capacidad de
maniobra del Estado dado que repercutía en una menor capacidad e importar.68
Es claro que en primer lugar, como afirma en la frase inicial Diamand, una política
racional financiera (ibídem, p.34), para evitar la formación externa de divisas o
dolarización de cartera, debe por lo menos ubicar la tasa pasiva de interés en igualdad
con otras tasas pasivas internacionales sumado al riesgo percibido, y en el caso más
general tiene que tener en cuenta las variaciones devaluatorias. Con menores tasas
devaluatorias es posible obtener menores tasas de interés pasivas.
Diamand objeta a esta posición, en el sentido de que eso implicaría un atraso sistemático
que perjudicaría el buen desarrollo de políticas que promocionen exportaciones y
sustituyan importaciones. Afirma que una vez obtenido un “nivel apropiado” de tipo de
cambio, debe variar con los precios domésticos. Sin embargo, esto se contrapone con la
existencia de diferenciaciones del tipo de cambio vía fiscal, y con los mismos argumentos
que Diamand vierte cuando explica la inelasticidad-precio de las exportaciones e
importaciones, por lo cual no existe dicho “nivel apropiado” de tipo de cambio.
68
Ver Wierzba, Pino Suarez, Kupelian y Lopez, (2008)
78
En efecto, gran parte de la literatura se usa el término “ahorro externo” para expresar
contablemente la ecuación macroeconómica, donde se deja interpretar que resultados
negativos del ahorro doméstico, privado o público, es compensado para uno u otro lado
por el primero. Sin embargo, la propia determinación de “ahorro externo” expresa
convencionalmente la denominación de un saldo externo en divisas positivo o negativo
confundiéndosela con una inversión. (Punto C en tabla 15)
“se puede utilizar para varias cosas. En primer lugar, el flujo bruto podría ser
simplemente estar compensado por la salida bruta de capitales por parte de los
residentes al comprar apartamentos en la Florida y su aplicación en las Islas
Caimán. En ese triste caso, M no llega a crecer, y puede ser negativo y, dado
el déficit en cuenta corriente, el país pierde reservas. Supongamos que F es,
de hecho positivo. En este caso hay una entrada neta de recursos. ¿Qué
pasaría? Una posibilidad es la siguiente: si el flujo neto es mayor que el déficit
por cuenta corriente en el país, simplemente acumula reservas. Puede también
que el fondo F financie el pago de intereses sobre la deuda externa, conocida
como de "desplazamiento" de la deuda. (Serrano, 2000)
79
Es decir que si no se adoptan criterios para mejorar las exportaciones y sustituir
importaciones, cuando se toman préstamos externos a mediano plazo el país
enfrentará una nueva crisis de balance de pagos. (Tabla 15) En medida definitiva, si se
producen subas significativas de las tasas de interés internacionales, esta estrategia
basada en mantener diferenciales positivos, no puede sostenerse.69 De hecho a partir
de fines de 1980 y hasta 1982 comenzaron las restricciones cuantitativas del crédito
internacional, lo que se profundizó con el permiso -dado por el gobierno militar- de
seguros de cambio subsidiados. Luego de las devaluaciones de 1981 y 1982, gran
parte de esta deuda privada fue estatizada. (Basualdo, 1987)
En esta ocasión la junta militar utiliza una gran abundancia de flujo de fondos prestables
internacionales debido a las crisis petroleras y el auge del monetarismo, explicando la
intensidad del crecimiento de la deuda externa que desde 1959 aumentó de 142.1
millones a 24.280 millones de USD (Ferreres, (2010))
8
10000,0
6
0,0
4
-10000,0
2
0 -20000,0
1975
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
69
A partir de 1979, la Fed norteamericana encendió una gigantesca aspiradora de divisas con la elevación de las tasas
de interés, lo que agravo la carga financiera de la deuda que en un año se incrementó desde el 10% al 50%.
Schvarzer, (1983)
70
Por suba conjunta de tasas internacionales y por aumento de endeudamiento, lo que aumenta la fragilidad financiera
del país, hasta inicios de los ‘90. (Sourrouille, 2005). La política de los seguros de cambio desde la dictadura
comenzaron este proceso de mayor endeudamiento no sustentable externo.
80
Probablemente el arrepentimiento último de la junta militar fue el no haber avanzado
desde el inicio con una mayor desocupación laboral por su temor al descontrol social,
a la luz del desbaratamiento a posteriori de su programa liberal. Sin embargo, es cierto
que desde el punto de vista estructural, sentó las bases para una profundización
neoliberal que llegaría unos años más tarde en los ’90, desde el propio campo de
disputa del poder en el peronismo. 71 Frenkel, (1982) afirma que la explicación
convencional asume que los errores en obtener determinados objetivos económicos
residen en las incoherencias de instrumentación “dejando intacto el sustrato teórico”.
(Ibídem, p.2) No obstante, el propio Canitrot, relativiza el fracaso económico de la
dictadura, en tanto que dentro de sus objetivos, como dice en su frase que inicia este
capítulo, no estaba el crecimiento, sino el cambio de comportamiento de los agentes
en un marco de apertura comercial y financiero. El resultado dejado por la gestión de
los gobiernos de la dictadura, será el de una mayor fragilidad financiera luego de la
crisis de 1980, donde las empresas encontraron mayores dificultades para repagar sus
deudas y compromisos financieros que hacían aumentar la incobrabilidad de los
bancos. A partir de 1982 se reinstaura la regulación de las tasas de interés por parte
del Banco Central, poniendo fin a la liberalización financiera de 1977. (Damill et all,
1988)
71
Schvarzer, (1991) afirma que gran parte del programa elaborado por Martínez de Hoz, responde a intentar mantener
su imprescindibilidad
81
jaque a todo el gobierno del retorno a la democracia política llegando a producirse en
un corto tiempo, dos brotes hiperinflacionarios en 1989 y 1990. (Gráfico 34)
11000 135.000
130.000
10000 125.000
9000 120.000
8000 115.000
110.000
7000 105.000
6000 100.000
1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991
72
De la tabla se observa una caída de m/D, pero también caída de w/Y y de h, lo que indica que la restricción externa
disparada por la crisis de la deuda externa, ajustó el nivel de actividad.
73
El problema de la deuda en la región se remite cíclicamente a las dificultades de obtener financiamiento ante las
subas de tasas de interés de EEUU.
82
que el gobierno intentó para frenar infructuosamente importaciones y cumplir con las
obligaciones que enfrentaba el país.
0,5
40000 0,4
20000 0,3
0,2
0 0,1
0
-20000 -0,1
1959
1983
2007
1935
1938
1941
1944
1947
1950
1953
1956
1962
1965
1968
1971
1974
1977
1980
1986
1989
1992
1995
1998
2001
2004
intereses x intereses/x (der)
El plan Austral
En 1985 el gobierno radical apuesta de manera original a tratar de controlar una tasa de
inflación que desde 1983, afectaba el perfil político audaz que le había impuesto Alfonsín
a su gestión de recomposición democrática. Mediante un cambio de denominación de
moneda y junto a un proceso de desindexación en conjunto con una restricción a
mantener el déficit fiscal, el llamado plan Austral apareció como una apuesta novedosa.
Pero diversos aspectos desde su implementación fueron minando la posibilidad de
estabilizar la nueva moneda: la deuda y los shocks externos (cambios de precios de
granos y oleaginosas) y las devaluaciones que aceleraban la inflación (1000% anual en
junio de 1985).
Los efectos negativos en las cuentas externas provenientes de la evolución del mercado
mundial de nuestros exportables, impulsó una mayor expectativa de devaluación que
aceleraba la inflación. Al mismo tiempo la caída de volúmenes de exportación generaba
presiones sobre el pago de los intereses de la deuda. Por último la reducción gradual de
derechos de exportación que acompañaba la caída de precios internacionales llego a su
eliminación total en septiembre de 1987. (Schvarzer, 1989). El efecto del crecimiento del
precio de los bienes salariales (flex) explica los crecientes reclamos sindicales, que aun
con estabilidad de tarifas y de precios industriales (3.5% de aumento vs 24.1% de IPC en
un año de implementación del plan) obligaban a pujar por su recuperación real, y que a
su vez presionaba sobre el tipo de cambio. Ya para 1987 el plan se había desdibujado.
83
El plan primavera
“El principal problema que presenta el Plan Primavera es que, en vez de
implementar las medidas heterodoxas que pudieran facilitar la compatibilización
necesaria, las desmantela….la supresión anunciada de las barreras no
arancelarias a la importación, sin reemplazarlas por barreras arancelarias
equivalentes, sumada a la rebaja general de aranceles, significa una fuerte
reducción de la protección y preanuncia un claro efecto desustituivo”. Diamand,
1988, p.58.
84
Ante este problema, el gobierno desdobla el tipo de cambio, con fuerte resistencia del
sector agropecuario, dado que significaba una distribución de una parte de la renta
derivada del cambio de precios relativos, a la demanda doméstica. Este tipo de acción
sobre la diferenciación de los tipos de cambio por vía fiscal, implica una política de
ingresos, que para mantenerse debe tener una cierta aceptación de la sociedad. Y eso
no fue logrado. Para el caso de marras, los salarios reales habían quedado muy por
debajo, cuando se congelaron en 1987 con el Plan Primavera.
Por lo que el gobierno intentó entonces controlar la inflación por medio de condiciones
recesivas, elevando las tasas de interés sin segmentación, y eliminando barreras no
arancelarias a la importación sin reemplazarlas con barreras arancelarias, agravando
el problema de la restricción externa. Diamand, (1988, p.59) De todas formas, en dicha
situación, sin divisas que sostengan un nivel de actividad mayor, altas tasas de interés
internacionales y hacia el final una caída de precios de los exportables, lógicamente
desencadenó un resultado de crisis externa y social por el ajuste.
74
Esto no es un problema propio de la visión alternativa, sino de la visión convencional, que prefiere simplemente
suponer que los rendimientos son constantes a escala y seguir proponiendo los instrumentos analíticos usuales
(funciones de producción para endogeneizar precios y cantidades.)
75
No entran los insumos domésticos puesto que la inflación es un problema macroeconómico y no sectorial, por lo que
en el agregado se netean los costos intermedios.
85
Si estas causas son inconsistentes entre sí, y se solapan en el tiempo (por no haber
conseguido totalmente su objetivo), dichas subas darán lugar a una aceleración de la
inflación. Si en cambio no son inconsistentes, (sin puja) la inflación podrá
desacelerarse en tanto los coeficientes inerciales son menores a uno, o mantenerse
constante si los impulsos son persistentes. (Stirati, 2007; Serrano, 2012)
Desde el punto de vista empírico, las variables explicativas que dan algún resultado
econométrico del proceso inflacionario en la Argentina, son las que parten de los
salarios (w) y el tipo de cambio reales (TCR) y que tienen como variable dependiente
las variaciones del IPC. (Baldi-Delatte, (2004), pp.3-5) Esta explicación de la inflación
dirigida por costos y puja distributiva es válida para cualquier nivel de actividad
económica, en tanto esta última está determinada independientemente por la
demanda global76.
76
La afectación de los precios desde la demanda solo es posible si indirectamente la misma modifica la distribución del
ingreso (vg. Un mayor nivel de actividad que mejore el empleo, podría mejorar la capacidad de negociación salarial,
etc.) (Stirati, 1994 )
77
Utilización normal de la capacidad productiva que oscila entre el 70-80%
86
como “presiones inflacionarias básicas”: rigidez de la producción agropecuaria;
insuficiente desarrollo de las industrias base; insuficiencia del capital de
infraestructura; carácter estructural del déficit fiscal; y como “presiones inflacionarias
circunstanciales”: expansión autónoma del gasto público; expansión autónoma del
crédito al sector privado. Estos argumentos representan la otra cara de considerar al
crecimiento del producto efectivo como inducido por la capacidad productiva y no por
la demanda. Desde el enfoque adoptado en este trabajo, cualquier “cuello de botella”
sectorial es completamente normal para una economía no planificada, y dichas
rigideces de oferta posibles en el corto plazo, pueden en efecto ser causa de una suba
de la elevación de su precio relativo, y de esa manera volver más atractiva la inversión
en dicho sector. No se sigue de allí, que la oferta sea rígida en el largo plazo (el
acelerador de la inversión) si la demanda es persistente, (cabe agregar que tampoco
en el corto plazo si se poseen divisas para importar la oferta faltante). El ejemplo del
déficit energético, es muy claro al respecto, se importa en el corto plazo, y se
incrementa la capacidad en el largo plazo, de tal forma que no impacta sobre el nivel
de precios, ni es causa de aceleración del mismo.78.
78
En tanto el coeficiente inercial es empíricamente menor a uno desde los ‘80. La aceleración del nivel de precios
necesita recursividad de choques de costos y puja distributiva.
87
En efecto, sus ecuaciones no parecen evitar la falta de límite superior para los
incrementos de precios y de su poder de mercado a favor de las firmas. De tal forma
que cuanta más alta es la inflación, más altas son las ganancias. “Lo que determinará
si el valor óptimo de la inflación caerá entre los límites previstos o superiores,
¡dependerá de los propios valores esperados! Así, la empresa tiene que tomar
decisiones de precios de acuerdo con un ejercicio de maximización en base a
parámetros que incluyen sus propias conjeturas, lo que caracteriza claramente el
razonamiento circular de este tipo de argumento”. (Ibídem, p.111-2)
8)
En segundo lugar, una inercia inflacionaria (a) igual a uno, cuando desde comienzos
de los ‘70 con la “gran moderación” este parámetro fue siempre menor a uno, por lo
que si no se repite sistemáticamente y se propaga el shock, la aceleración inflacionaria
no se puede producir “inercialmente”.
Por último, se supone al producto potencial dirigido por la oferta, e independiente del
producto efectivo. (Ya visto en III.4) Es aquí donde cabe remarcar la versión
“inercialista” surgida en el Brasil, (Lopes, 1982), que afirmaba una inflación que
perduraría sin puja distributiva. Sin embargo, con posteriores y más refinadas
regresiones, se mostraron como inexactos los parámetros por él obtenidos. En efecto,
88
el parámetro b en la ecuación es muy pequeño, por lo que las brechas de producto
positivas no impactan en los precios y a es menor a uno.79 Por lo que se suele llamar
inflación inercial está obviando la puja distributiva del análisis de la inflación y por lo
tanto las políticas de ingreso necesarias para amortiguarla.
Por ende, una suba de precios de esas características en el corto plazo, simplemente
puede modificar el nivel de una vez sin acelerar la suba. Para una aceleración de la
inflación, se necesita una persistente condición de elevación de costos inicial y una
condición de propagación. (Serrano, 2012; Fiorito, 2010). Respecto al vínculo del
“estructural déficit fiscal”, no se observa correlación significativa con la inflación como
tampoco con la “expansión autónoma del gasto público” y el crédito al sector privado.
(Amico, 2014, p.31; 2013)
Es fundamental señalar que el esquema de “stop and go” luego de los ‘70 tuvo fuertes
modificaciones por las cuales los flujos financieros comienzan a tallar fuerte en la
formación de las crisis de balanza de pagos, sumándose sobre los efectos de la
actividad doméstica en la cuenta corriente. (Ver Frenkel, 1982)
79
Hoy día se habla de inflación inercial, se está usando una interpretación por la cual, los ajustes de las partes en puja,
son completas y aun cuando dejen de pujar, la inflación continúa, a diferencia de la visión de este trabajo por costes y
puja, con esta última como condición necesaria de existencia inflacionaria.
89
anual del 300%) es la existencia de un esquema de pagos de intereses de la deuda
externa que obligaron al gobierno a devaluaciones periódicas en pos de intentar
conseguir las divisas para su cancelación.
80%
1985 1983
1987 70%
60% 1988
50%
40%
1981
30% 1989
20%
1982
10%
-100% -80% -60% -40% -20% 0% 20% 40% 60% 80% 100% 120% 140% 160% 180% 200%
80
En tanto cualquier devaluación reduce el salario real, la puja y resistencia de los sectores que tienen ingresos en
moneda doméstica, implica que un esquema causal basado en Lotka-Volterra, (1925-6) sobre la evolución cuantitativa
de la “presa y el predador” puede representar bien esta interacción que deriva en principal causa de inflación.
y donde Tc es tipo de cambio y w es salario real.
90
VII.1 Condiciones para la profundización de la etapa de apertura externa
A lo largo de las distintas etapas analizadas los regímenes cambiarios fueron el
centro de los sistemas financieros y de intercambio internacional e interregional.
Sudamérica, se caracterizó desde los ‘70 en beneficiar a su sector financiero a partir
del reemplazo de la cuenta corriente por la cuenta de capital en clara diferencia con
otras regiones que como Asia. Estos últimos países son definidos por Dooley, (2003) y
Mahon, (1996) como países de “cuenta de mercancías”. Son características
estructurales de la región, tanto la especialización en productos primarios como el alto
endeudamiento que llegaron a tener sus países y en particular la Argentina.
En efecto, los excesos de endeudamiento externo que se continuaron desde los ’80 y
que eclosionan en la crisis del 2001, se produjeron por dos vías diferentes: una
externa, debido a la “coacción prestamista foránea”, expresada en la presión de
bancos y gobiernos de países prestatarios que en determinados momentos se
encuentran con un exceso de liquidez de moneda mundial; mientras que la otra vía es
doméstica donde gobiernos periféricos y empresas vinculadas al mercado local, se
sobreendeudan, agravando la fragilidad financiera del país en cuestión. (Medeiros,
2011)
El final hiperinflacionario del período anterior derivó en una reacción contra cualquier
política activa desde el Estado en el entendimiento convencional que descuenta un
exceso de demanda como origen de la inflación. Es desde allí que surge la constante
crítica a las principales variables autónomas de la demanda que son políticamente
manejadas por los gobiernos: el gasto e inversión pública. Pero sin la experiencia
traumática hiperinflacionaria de la sociedad argentina, no hubiese podido aparecer en
las políticas del gobierno la aplicación de un esquema de caja de conversión o
convertibilidad de la moneda por ley.81
81
Una política que implica “cerrar la puerta por dentro y tirar la llave por la ventana”, respecto a los fantasmas
convencionales exogenistas del dinero cuando se refieren a “la libertad de emitir”.
91
desmontaje de las cadenas productivas industriales, se profundizó la distribución
regresiva en la región y en la Argentina. (Medeiros, 2012)
Consenso de Washington
En los ’90, las ideas prekeynesianas dominantes a partir de la caída del bloque
socialista, abogó por un retorno a la no intervención estatal, representado en ciertas
recomendaciones o reglas a seguir para retornar a la senda del crecimiento. A lo largo
de esa década, y aunque se cumplió casi la totalidad del ideario neoliberal, siempre
faltaba algún ajuste más, y la explicación redundaba en que por ese residuo de
medidas faltante, todo fracasaba (Tabla 17)
En nuestro país se llegará por esa línea a un experimento neoliberal con la base
ideológica del consenso de Washington, completándose la tarea iniciada en la
dictadura militar de 1976: “privatización, desregulación, apertura de la economía,
ajuste estructural, hegemonía de la valorización financiera y, en lo sustantivo,
confianza ciega en los mecanismos de mercado o, más apropiadamente, en el
ejercicio pleno de la capacidad de coacción sobre los mercados por parte de aquellos
actores con poder económico”. (Azpiazu et all, 2010, p.32).
92
Tabla 17 Fuente: Mira, P. en base a Heyman, (2000)
93
institutos de investigación sectoriales) junto a una apertura económica en lo que se
transformaría en una enorme transferencia de ingresos desde el trabajo hacia el
82
capital. El plan de convertibilidad vinculó estrechamente la evolución del sector
externo y el comportamiento del crédito doméstico. Mediante un sistema de caja de
conversión, restricciones monetarias adicionales por medio de una nueva carta
orgánica en 1992 y una importante apertura financiera. Este esquema hizo más
vulnerable a la economía de las volatilidades de los flujos de capitales que resultarían
amplificadas procíclicamente. En efecto, luego de 1994 ante la suba de tasas de
interés internacionales, la fragilidad externa se acrecentó hasta 1998. (Ver Gráfico 48)
82
En la experiencia argentina de los ’90, no se siguió la regla del tipo de cambio “competitivo” sugerida en el Consenso
de Washington.
83
Fuente: Privatizations 1988 to 2003—Sectors: Infrastructure, Energy, Primary, Financial, Manufacturing and Services,
Banco Mundial, 2003.
84
Es común leer sobre los ajustes fiscales, con quitas de consumo público, en el supuesto que la recaudación no será
modificada. Para fines de esta década el súmmum de ignorancia fiscal lo realizó el ministro Cavallo con su fallido
intento de obtener un “déficit cero”.
94
Esta concepción llegará hacia finales de 2001 hasta la utopía de la limitación
presupuestaria con el objetivo de “déficit cero” en manos de su ministro de economía
Cavallo, y con el fin último de reestructurar el directorio de las empresas
descentralizadas, de fusionar y desaparecer organismos públicos, reducir el sistema
de compras estatales de servicios, y recortar las remuneraciones hasta el 30% al
personal contratado, etc. (Informe de la Subsecretaria de Financiamiento, 2001). Sin
diferenciar que las mejoras fiscales no son exógenas y que de nada ayuda el reducir el
mercado de demanda para “atraer IED”, el modelo toca a su fin por su inviabilidad
dependiente de las divisas entrantes por endeudamiento.
Las trabas políticas de la dictadura para avanzar en el desguace del Estado, lograron
ser pragmáticamente evadidas en los ’90 por medio de la cooptación gremial desde el
gobierno85, en la medida que se produce la participación de los gremios en carácter de
“empresarios” sobre las empresas privatizadas. Estos gremios concedieron al
ejecutivo la aprobación del Proyecto de Ley de los topes indemnizatorios y las leyes de
flexibilización laboral en intercambio por la licuación de sus deudas 86 . Por lo que
Menem “pudo formar una inédita y poderosa coalición de gobierno, en la que reunió el
poder institucional de la mayoría electoral peronista con el respaldo de los núcleos
más expresivos del poder económico” (Torre & Gerchunoff, 1999, p.6) Las
denominadas “reformas” tanto del sistema de seguridad social como el laboral
intentaron rebajar los costos laborales del sector privado, siguiendo la convicción
convencional que las inversiones serán alentadas por los menores costos.87
95
En un análisis abierto por sectores entre el ’92-‘01 se observa que el papel central en
la superavitaria cuenta de capital, lo lleva el sector de gobierno con el 57% de los
ingresos no financieros (pubnf).89 (Gráfico 42)
la Epd importada
20000
15000
10000
5000
96
una tercera parte en bonos del tesoro denominados en dólares, de forma tal que toda
seriedad empírica como teórica (el valor de la moneda no depende de la cantidad de
reservas) sobre la “emisión con respaldo” queda evaporada. (De Lucchi, 2012, p.47)
10.000
5.000
0
-5.000
-10.000
-15.000
1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001
¿Pero cuáles fueron esas condiciones para que la inflación fuera sofrenada?
Como ya vimos en el trabajo son las dos variables que explican empírica y
teóricamente la formación de precios y sus variaciones en la Argentina. El control
salarial real se dio por la consecución de la quita de los derechos laborales vigentes
90
Cabe señalar que el proceso de concentración económica no logró hacer elevar la inflación en la década del ’90 en
tanto que dichos procesos son reducidores de costos, y ampliadores de márgenes de ganancias.
97
desde los ’40, y la generación de un “ejército de desocupados” que estructuralmente
presionarán a la baja al salario real (Gráfico 44).
43,7%
20% 22,4% 43%
17,5% 41,1%
37,9%
38,9%
15% 38%
37,2%
35,9% 12,9%
10% 32,8% 12,3% 11,7% 33%
7,6%
9,0%
5% 7,0% 28%
6,1%
4,7% 27,2% 26,5%
0% 23%
La “apertura externa” refuerza este efecto disciplinador para “planchar” la gráfica al ser
insignificante la inflación importada. Por todo esto no es tan sorprendente que se haya
logrado controlar la inflación sin por ello convalidar la parrafada de argumentos
convencionales sobre la “emisión” y el “respaldo” de la moneda.
98
Control Inflacionario en la Convertibilidad
200
180
160
140
120
100
80
60
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002
tcr wr ipc
91
Se observa en la tabla 19, que el supermultiplicador promedio es mayor que durante los ’80, aun con caída anual
promedio (menor) de la participación salarial, debido a que los valores promedio w/Y y h también resultaron más altos
(0.38 vs 0.35) y (0.07 vs 0.04)
99
eleva vertiginosamente hasta una cifra record histórico para la Argentina con el fin del
ciclo de la convertibilidad (Gráfico 43)
Algunos economistas ortodoxos veían una especie de círculo virtuoso en todo este
proceso:
Ante problemas que en vez de corregirse, sólo se agravaban, como los propios
objetivos fiscales que desde una concepción de finanzas sanas, se llegó a intentar un
objetivo de déficit cero, considerando como exógeno al resultado fiscal. El uso del
especioso nunca es suficiente sólo atinaba a pedir más medidas “market friendly”
puesto que el fracaso de las mismas era explicado por no haber ido a más fondo, de lo
que se observa en la tabla 16.
100
el mercado interno, etc.etc. Por ello el margen de sustitución que se logra con
una devaluación no es elevado”. Diamand, 1981, p.15
En el 2005, para eliminar el peso del control de demanda por parte del FMI, la
Argentina pagó la totalidad de la deuda con dicho organismo. Para ese mismo año se
realizó una quita de deuda que permitió iniciar el camino hacia una menor fragilidad
financiera y mayor sustentabilidad financiera. (Gráficos 47 y 48)
92
Libro del ex ministro de economía Cavallo al inicio de su plan de convertibilidad.
101
Tabla 19 Fuente: elaboración propia en base a Ferreres, (2010)
El método usado es de “general a particular”, desarrollada por Hendry y otros en los años
‘80 (véase H. Ahumada, 1992, 1995). Esta metodología avanza en varios niveles:
primero se considera un modelo general que es consistente con la teoría y restringe al
mínimo la dinámica del proceso. En el segundo paso, se restringe el modelo mediante la
eliminación de las variables no significativas, y finalmente se aplica una extensa batería
de pruebas para asegurar que la representación es satisfactoria. (Hendry, D., 1996). Y
con el resumen de los test de hipótesis se muestra que la regresión es aceptable para la
explicación del crecimiento del producto vía el crecimiento de las variables de demanda
autónoma (tabla 5) y en este caso como ese producto explica a la inversión.
93
Si los salarios crecen exactamente lo que los aumentos de productividad, no implican presión sobre el nivel general
de precios.
102
Tabla 20 Regresión en MCO donde la variable dependiente es el logaritmo de la
Inversión (Inv) y la variable explicativa es el logaritmo del producto neto de
inversiones privadas: P-i ambas a precios constantes. 94 Con 78 observaciones
anuales (1932-2009) Con R2=0.97 y DW=1.79
94
Todas las variables se toman en logaritmos y sin diferenciar.
95
La ecuación estimada en primeras diferencias es d (Inv)= -0.057803 + 3.545218 d (p-i)-0.220297 Ut-1 donde el ultimo
término restaura paulatinamente el equilibrio en el período siguiente.
96
Se acepta la hipótesis nula de Homoscedasticidad en los residuos con tests de White y ARCH (los tests son
invariables a cambios en el número de rezagos, es decir variando el número de lags no puede rechazarse ausencia de
autocorrelación y ausencia de Heterocedasticidad); aunque no se acepta con el test B-P-G; se acepta la ausencia de
autocorrelación con el test de B-P; y sí el de la normalidad en los residuos; finalmente el test de Ramsey permite
aceptar la hipótesis nula de forma funcional correcta.
97
Que como ya se vio en Gráfico 41 desde 1991 el componente importado de la inversión desplazó al nacional, sin
modificarse hasta hoy.
103
producto (w/y) y de inversiones sobre producto (h) fue de 3.7% y 11.2%
respectivamente98.
14,1% 14,1%
15,0% 14,7% 15.000
12,2%
12,5% 13,7%
10,2% 11,3%
10,0% 11,3% 12,4% 10.000
11,2% 8,0%
6,3%
5,0% 5.000
0,0% 0
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
saldo en mill. USD x/pib M/pib
98
Con niveles de h son pequeños comparados a los de w/y y m
104
en el crecimiento fue la reestructuración de la deuda externa, con una quita del 73% en
2005 y que se continuó en 2010 con una ampliación hasta el 92.4% de los acreedores.
En el 2004 la deuda alcanzaba los 190 mil millones de U$S, y bajó a 125 mil millones en
el 2005.
4.000
millones de U$S
2.000
-2.000
-4.000
-6.000
-8.000
I-03 III-03 I-04 III-04 I-05 III-05 I-06 III-06 I-07 III-07 I-08 III-08 I-09 III-09 I-10 III-10 I-11 III-11 I-12 III-12 I-13 III-13 I-14
VARIACIÓN DE RESERVAS INTERNACIONALES CORRIENTE CUENTA CAPITAL Y FINANCIERA
Posteriormente en el 2010 se amplió con un 16% del resto de bonos en default. Esta
reducción redujo la deuda en unos 20.000 millones de dólares con una transformación en
deuda en moneda doméstica que prolongó los efectos del crecimiento de las
importaciones sobre el valor de las exportaciones, cuyos precios se elevaron en la
década. (Muller & Benassi, 2013)
200
162
127
100 92 87
0
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
105
En efecto, el proceso de desendeudamiento permitió disminuir los niveles de fragilidad
financiera presentes en la década anterior como se observa en el Gráfico 47 que muestra
la relación de deuda sobre exportaciones mientras que en el Gráfico 48 que muestra los
intereses pagados en función de las exportaciones 99 , y como ir adecuando la
composición de la misma para hacerla sustentable medida en exportaciones.
Sin embargo, los niveles actuales de la relación la deuda pública neta (con privados y
organismos multilaterales y bilaterales) en moneda extranjera con respecto a las reservas
supera el 200% (De Lucchi, 2014, p.37)
20000 50%
millones de USD
40%
15000
30%
10000
20%
5000 10%
0 0%
II-96
II-99
II-02
II-05
II-08
II-11
III-95
III-98
IV-00
III-01
III-04
III-07
III-10
I-94
IV-94
I-97
IV-97
I-00
I-03
IV-03
I-06
IV-06
I-09
IV-09
I-12
Intereses Exportaciones intereses/Exportaciones (%)
99
Fuente de divisas en el largo plazo. Ver también en Amico, (2013)
106
IX A modo de conclusión:
1-El trabajo aborda el análisis de las distintas etapas de crecimiento que tuvo la
Argentina 1930 desde un punto de vista clásico-keynesiano, el cual se basa en una
determinación exógena de precios relativos y distribución del ingreso, y separado de la
determinación del crecimiento de la producción, el cual es impulsado por la demanda
autónoma en el largo plazo. (Sraffa, 1960; Garegnani, 1992) Se tienen en cuenta las
influencias sociales e institucionales domésticas, como así también los efectos
externos, muy relevantes en el inicio y finalización de la etapa ISI. De tal forma que a
diferencia del convencionalismo, en esta visión casi toda variable macroeconómica es
exógena, al depender de fenómenos sociales, técnicos y políticos, y que configuran
una determinación de las cantidades producidas directamente separada u ortogonal a
la de los precios100. Este año, un trabajo de la CEPAL de Manuelito & Jiménez, (2015)
muestra que en la región la precedencia temporal va desde el ingreso a la inversión, lo
que da un nuevo espaldarazo a la causalidad de crecimiento por demanda y
acelerador de la inversión, con la única restricción centrada en la demanda autónoma
y las divisas.
Los principales resultados del trabajo son: 1- que la demanda autónoma puede
explicar el crecimiento del producto sin ninguna necesidad de variaciones en la
distribución del ingreso ni en el grado de la utilización de la capacidad productiva de un
país, y 2- que el supermultiplicador es un instrumento ponderador sintético de
aspectos históricos distributivos, técnicos y de restricción externa, que permite como
un factor modificador del nivel del producto identificar etapas de desarrollo económico.
2-Respecto al crecimiento del PIB se muestran dos características básicas (Tabla 22):
el impulso de crecimiento que genera la variación de la demanda autónoma doméstica
y su ponderación por parte del supermultiplicador (sm) (Serrano, 1995), en el que se
expresan aspectos estructurales que condicionan el nivel del producto, por medio de:
la proporción de filtraciones de la importación (m/D), las variaciones inducidas en la
propensión media a invertir -dadas por el acelerador de la inversión- (h) y la variación
del empleo que puede impactar en la puja distributiva y participación salarial en el
producto (w/y). Se analiza también respecto a esta puja, las políticas redistributivas del
Estado, su apertura a canales de negociación con las patronales, y la generación de
una protección excedente que permitió un mayor nivel salarial doméstico en buena
parte de los 80 años analizados. Con este enfoque, la dinámica abordada dentro de
100
Recientemente este modelo de crecimiento ha recibido distintos apoyos académicos tanto teóricos como empíricos.
Investigadores como Allain, (2013) han avalado los resultados alcanzados no sólo en términos estáticos sino también
dinámicos, como también Lavoie, (2013) –que incluyó en su último libro New Foundations of Post Keynesian
Economics los resultados del supermultiplicador.
107
cada etapa depende de yuxtaposición de las políticas domésticas aplicadas, factores
institucionales e influencias de la política internacional. Al respecto destaca el sm que
se manifiesta en el patrón de la etapa de sustitución de importaciones y que termina
afectando el nivel del producto a largo plazo.
108
Tabla 22 Valores iniciales y finales en cada período analizado. Ferreres, (2010) y
Graña, 2008
6-Desde 1959 los intentos de sofrenar esa resistencia fueron moldeando las políticas
económicas aplicadas con los primeros intentos de ajustes ortodoxos, pasando por
fenómenos inflacionarios hasta llegar a la feroz represión de la dictadura militar con el
objetivo de disciplinar a los trabajadores. Al mismo tiempo el disciplinamiento se
extiende a sectores industriales sin anclaje en las exportaciones tradicionales, se
continúa en los ‘80 con “ajustes heterodoxos” y culmina con un mazazo final a los
restos del proceso sustituidor previo, de la mano del consenso de Washington y la
convertibilidad. Su eclosión en los ’90 terminó por generar una tasa de desocupación
enorme y una fuerte heterogeneidad laboral que hizo menguar aun más dicha fuerza
gremial, resultando de ello una disminución en la participación salarial en el producto a
una tasa anual de 1.85%. En el último período el promedio del porcentaje de demanda
autónoma sobre producto es máximo, lo que indica una política de crecimiento por
109
parte del Estado evidente y es máximo también el promedio de la propensión a invertir.
La recuperación salarial se da en el último periodo a una tasa anual de 3.72% hasta el
2009.Sin embargo, esta última razón se ve neutralizada en el supermultiplicador al ser
también máximo el promedio del porcentaje de importaciones sobre producto,
reflejando esto la importancia de la sustitución de importaciones como objetivos de
política permanente.
101
No se excluye acá otros temas afines como los “precios de transferencia” y otras formas de elusión fiscal y de
divisas. Ver Grondona (2014). Un estudio de la importancia de la cuenta de capital a partir de los ’70, no se aborda en
este trabajo, pero puede verse en Amico, Fiorito y Zelada, (2012)
110
Se trata de un trabajo inicial dentro de un programa de investigación donde poder dar
una explicación teórica coherente alternativa al convencionalismo económico, donde
poder incorporar diversos aspectos exógenos históricos a una matriz lógica de
crecimiento dirigido por la demanda y restringido por divisas.
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N°40 - “IMPACTO DEL PRESUPUESTO SOBRE LA EQUIDAD. CUADRO DE SITUACIÓN
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N° 44 – “El enfoque de dinero endógeno y tasa de interés exógena”. Juan Matías De Lucchi.
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Nº 53 “MACROECONOMÍA DE LA DEUDA PÚBLICA. EL DESENDEUDAMIENTO
ARGENTINO (2003-2012) Juan Matías De Lucchi. Enero 2014.
Nº 62 “UNA MIRADA CRITICA AL PARADIGMA DEL MULC” Autor: Estanislao Malic. Octubre
2014
Nº 66 “EL G20 Y LOS DEBATES PENDIENTES” Autores: Parte I: Guillermo Wierzba, con la
colaboración de Verónica Grondona. Parte II: Jorge Gaggero, con la colaboración de Fabián
Amico y Romina Kupelian. Febrero 2015
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Nº67 “LOS SALARIOS REALES EN EL LARGO PLAZO: SURGIMIENTO DE UN NUEVO PISO
ESTRUCTURAL DE LAS REMUNERACIONES EN ARGENTINA” Autor: Fabián Amico. Marzo
2015
128