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25 de abril, 2019
INDICE
INTRODUCCION
CAPITULO 1: VICTOR PIMENTEL
1.1 ¿QUIÉN ES VICTOR PIMENTEL?
1.2 FORMACION DEL ARQUITECTO
1.3 ESCUELA
1.4 OBRAS
CAPITULO 2: LA CARTA DE VENECIA
2.1 ANTECEDENTES CARTA DE VENECIA
2.2 IMPACTO EN EL MUNDO
2.3 ANALISIS
CAPITULO 3: CONTEXTO HISTORICO
3.1 INTERNACIONAL
3.1.1ARQUITECTOS
3.1.2TENDENCIAS ARQUITECTONICAS
3.2 NACIONAL
3.2.1 ARQUITECTOS
3.2.2 TENDENCIAS ARQUITECTONICAS
CAPITULO 4: LA CASA OSAMBELA
4.1 HISTORIA
4.2 ARQUITECTURA
4.3 DESCRIPCION
4.4 RESTAURACIONES
4.5 ARBOL GENEALOGICO
CAPITULO 5: ANALISIS
5.1 LA CARTA DE VENECIA EN LA CASA OSAMBELA
5.2 OBRAS
5.3 COMPARACION
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFIA
CAPÍTULO 1: Víctor Pimentel
1
Artículo Pulso: Pimentel el poder de la línea (https://www.pulso.ca/2016/11/pimentel-el-poder-de-la-
linea/)
ideas, sino cuando fue residente en la construcción de la sede institucional que
el proyectó. Su trato fue estrecho, cordial y abierto, donde el arquitecto Bianco le
permitía participar activamente con preguntas y sugerencias en sus obras donde
era residente, la influencia de sus maestros hizo que tenga una formación
humanista y técnica.
Respecto al arquitecto Fernando Belaunde el afirma ‘’Fernando Belaúnde, fue a
mi parecer dentro y fuera de la institución, el gran protagonista. Con la empatía
del líder nato, tuve ocasión de tratarlo de manera mucho más estrecha que mis
condiscípulos, en mi privilegiada labor de residente, con la que me identifiqué
plenamente y que, a la distancia del tiempo, confirmo como un hecho tan fortuito
como afortunado. Sea por la oportunidad que tuve de aprender temprano y muy
de cerca la dinámica de la obra, cuanto por la posibilidad de tratar estrechamente
con Bianco y Belaúnde, de quienes aprendí cosas distintas y valiosas.’’ (Textos
escogidos, Víctor Pimentel). 2
En su último año de carrera, Fernando Belaunde como jefe del Departamento de
Arquitectura de la Escuela Nacional de Ingenieros, fue quien propuso que el
curso de Diseño de 5to año estuviera dedicado a la elaboración del proyecto de
Grado. Víctor eligió como tema ‘’Jauja, ciudad sanitaria’’, un tema que era de
énfasis urbano en la ciudad donde había un gran problema de tuberculosis, este
tema tenía un conjunto de arqueología, turismo y materiales de construcción.
Dentro del jurado estuvieron Belaunde, Linder y Morales, quienes fueron muy
exigentes pero sus respuestas llegaron a ser tan contundentes que le otorgaron
la nota más alta. Gracias a su gran desempeño en su proyecto el propio
Belaunde y Mario Bianco lo animaron a presentarse a la beca ofrecida por el
Gobierno italiano.
1.3 Escuela
En 1955 al conseguir una Beca en Roma , Pimentel tuvo la
oportunidad de viajar a Italia a estudiar en la Universidad “La
Sapienzia”, donde tuvo el placer de recibir las enseñanzas
de grandes teóricos de la restauración como Guglielmo de
Angelis d'Ossat, Robert Pane, Carlo Ceschi y Cesare Brandi.
En sus inicios estudió con Pier Luigi Nervi, ingeniero italiano
y visito museos.En 1956 y 1957 asistió a los cursos de
Restauración a cargo de Carlo Ceschi, teniendo como tema
importante la restauración que en esos momentos llegaba
Víctor Pimentel en Milán 1955 al punto más alto de la época, enriqueciendo de manera
excepcional su formación. De esta manera se introdujo en
las ideas de la restauración y conservacción. Al ser influenciado por estos
teóricos, el restaurador se acopló a las ideas de la escuela italiana adquieriendo
un perfil más ortodoxo a sus ideales. En Italia tenían principios conservadores y
con lazos muy estrechos a la historia de las edificaciones.
2
Víctor Pimentel Gurmendi y el Patrimonio Monumental Textos
escogidos(http://www.eduni.uni.edu.pe/4%20Libro%20El%20patrimonio%20monumental.pdf)
En 1960 viajó a Perú de manera temporal, sin embargo se quedo
permanentemente ya que aquí encontro un amplio y alto valor del patrimonio
peruano y un escaso estudio e importancia con respecto a su especialidad.
Pimentel trajo nuevas ideas y técnicas a Perú gracias a su formación en Italia.
Esto hizo que su trabajo en Perú fuera de mucha importancia, llegando a
intercambiar ideas y principios con uno de los padres de la restauración en el
Perú, Emilio HarthTerré.
1.4 Obras
Dentro de sus obras más importantes con respecto a la restauración, podemos
destacar
Convento de San Francisco (Lima)
La Casa Osambela (Lima)
La Fortaleza del Real Felipe (Callao) restaurada en 1962.
Los restos de Zaña (Lambayeque) Se creó la ‘’Ley Zaña‘’ en 1965
El monasterio de Santa Catalina en 1970 (Arequipa)
La iglesia de la Compañía en 1972 (Arequipa)
La estación ferroviaria en 1978 (Tacna) que actualmente funciona como
museo ferroviario nacional.
El Palacio del Almirante en 1979 (Cusco)
La Casa Vivanco en 1985 (Ayacucho)
La casa del Inca Garcilaso de la Vega en 1989 (Cusco)
Conjunto Arqueológicos Gran Pajaten en 1990 (San Martin)
La Antigua Casona de San Marcos (Lima)
La iglesia de la Quinua (Ayacucho)
La iglesia Conayca (Huancavelica)
CAPÍTULO 2 : La carta de Venecia
2.1 Antecedentes
Antes de redactarse la carta de Venecia existieron documentos que tenian
similares principios con respecto a la restauración y conservación que sirvieron
de referencia y base para la redacción de la Carta.
El primero fue la ley italiana para la conservación de monumentos y los objetos
de antigüedad y el arte (1902).
Esta ley se creó debido a que en esos tiempos italia tenía ideales de destruir y
centralizar, por lo que el Estado tardó mas de cuarenta años en elaborar una ley
para proteger todo el territorio nacional. Durante esos cuarenta años el territorio
fue usado para estudios deliberadamente. Cuando apareció la ley, esta delegó
todos los poderes al Estado, centralizó todo el poder. En vez de controlar la
situación el Estado no manejo bien
Dando una primera forma a estos principios fundamentales, la Carta de Atenas
de 1931 ha contribuido al desarrollo de un vasto movimiento internacional, que
se ha traducido principalmente en los documentos nacionales, en la actividad del
ICOM y de la UNESCO y en la creación, por esta última, de un Centro
internacional de estudios para la conservación de los bienes culturales. La
sensibilidad y el espíritu crítico se han vertido sobre problemas cada vez más
complejos y más utiles; también ha llegado el momento de volver a examinar los
principios de la Carta a fin de profundizar en ellos y de ensanchar su contenido
en un nuevo documento.
CARTA INTERNACIONAL SOBRE LA
CONSERVACION Y
LA RESTAURACION DE MONUMENTOS Y SITIOS
(CARTA DE VENECIA 1964)
Por lo tanto, es esencial que los principios que deben presidir la conservación y la restauración
de los monumentos sean establecidos de común y formulados en un plan internacional
dejando que cada nación cuide de asegurar su aplicación en el marco de su propia cultura y de
sus tradiciones.
Dando una primera forma a estos principios fundamentales, la Carta de Atenas de 1931 ha
contribuido al desarrollo de un vasto movimiento internacional, que se ha traducido
principalmente en los documentos nacionales, en la actividad del ICOM y de la UNESCO y en la
creación, por esta última, de un Centro internacional de estudios para la conservación de los
bienes culturales. La sensibilidad y el espíritu crítico se han vertido sobre problemas cada vez
más complejos y más utiles; también ha llegado el momento de volver a examinar los
principios de la Carta a fin de profundizar en ellos y de ensanchar su contenido en un nuevo
documento.
DEFINICIONES
Artículo 1.
Artículo 2.
La conservación y restauración de monumentos constituye una disciplina que abarca todas las
ciencias y todas las técnicas que puedan contribuir al estudio y la salvaguarda del patrimonio
monumental.
Artículo 3.
CONSERVACIÓN
Artículo 4.
Artículo 5.
Artículo 6.
Artículo 7.
Artículo 8.
Los elementos de escultura, pintura o decoración que son parte integrante de un monumento
sólo pueden ser separados cuando esta medida sea la única viable para asegurar su
conservación.
RESTAURACIÓN
Artículo 9.
La restauración es una operación que debe tener un carácter excepcional. Tiene como fin
conservar y revelar los valores estéticos e históricos del monumento y se fundamenta en el
respeto a la esencia antigua y a los documentos auténticos. Su límite está allí donde comienza
la hipótesis: en el plano de las reconstituciones basadas en conjeturas, todo trabajo de
complemento reconocido como indispensable por razones estéticas o técnicas aflora de la
composición arquitectónica y llevará la marca de nuestro tiempo. La restauración estará
siempre precedida y acompañada de un estudio arqueológico e histórico del monumento.
Artículo 10.
Artículo 11.
Las valiosas aportaciones de todas las épocas en la edificación de un monumento deben ser
respetadas, puesto que la unidad de estilo no es un fin a conseguir en una obra de
restauración. Cuando un edificio presenta varios estilos superpuestos, la desaparición de un
estadio subyacente no se justifica más que excepcionalmente y bajo la condición de que los
elementos eliminados no tengan apenas interés, que el conjunto puesto al descubie rto
constituya un testimonio de alto valor histórico, arqueológico o estético, y que su estado de
conservación se juzgue suficiente. El juicio sobre el valor de los elementos en cuestión y la
decisión de las eliminaciones a efectuar no pueden depender únicamente del autor del
proyecto.
Artículo 12.
Artículo 13.
Los añadidos no deben ser tolerados en tanto que no respeten todas las partes interesantes
del edificio, su trazado tradicional, el equilibrio de su composición y sus relaciones con el
medio ambiente.
Los lugares monumentales deben ser objeto de atenciones especiales a fin de salvaguardar su
integridad y de asegurar su saneamiento, su tratamiento y su realce. Los trabajos de
conservación y de restauración que en ellos sean ejecutados deben inspirarse en los principios
enunciados en los artículos precedentes.
EXCAVACIONES
Artículo 15.
Los trabajos de excavaciones deben llevarse a cabo de acuerdo con las normas científicas y con
la "Recomendación que define los principios internacionales a aplicar en materia de
excavaciones arqueológicas" adoptada por la UNESCO en 1956.
Cualquier trabajo de reconstrucción deberá, sin embargo, excluirse a priori; sólo la anastilosis
puede ser tenida en cuenta, es decir, la recomposición de las partes existentes pero
desmembradas. Los elementos de integración serán siempre reconocibles y constituirán el
mínimo necesario para asegurar las condiciones de conservación del monumento y restablecer
la continuidad de sus formas.
DOCUMENTACIÓN Y PUBLICACIÓN
Artículo 16.