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La Mediación como Mecanismo Alternativo de Resolución de Conflictos en las

Instituciones Educativas
Merwin Domingo Pérez Soto.
Resumen
Esta investigación, de tipo documental, pretende analizar la mediación como mecanismo
alternativo de resolución de conflictos aplicable en el contexto educativo, de conformidad con el
marco jurídico de nuestra república. Tomando como referentes teóricos la postura de autores
como: Antúnez, Casamayor y otros; quienes han venido desarrollando investigaciones en
relación al conflicto escolar, sus causas, tipología y mecanismos de resolución, definiéndolo
como un proceso natural de los grupos humanos. Enfatizando en las conclusiones de este estudio
la importancia de promover desde nuestras instituciones escolares una educación para la paz, que
favorezca la convivencia armónica y la resolución de conflictos de forma alternativa en la
cotidianidad educativa, como mecanismo que hará posible minimizar la violencia social que
tanto preocupa a los educadores en nuestro Sistema Educativo Nacional.
Palabras Clave: Conflicto, mecanismos alternativos de resolución de conflictos, mediación.
Introducción
Uno de los tantos pensamientos célebres de nuestro maestro Simón Rodríguez fue “Los
hombres viven juntos, pero carecen de la idea fundamental de la asociación, que es pensar cada
uno en todos, para que todos piensen en él” (Hernández, 1992, pág. 23). Así, es preciso que los
educadores comprendamos lo que indica García (2002) “El centro educativo constituye una
organización, con una estructura, normas establecidas y formas determinadas de hacer frente a
los conflictos. A través de la organización y las normas, se colocan las bases de la convivencia y
se siembra la semilla de la inserción futura de los alumnos en la vida social” (p.57).
En consecuencia, es fundamental que desde la escuela enseñemos la participación, motivando
a todos los miembros de la comunidad educativa para construir las normas de convivencia y
reglamento escolar. Educándonos en valores y entendiendo que los conflictos son procesos
naturales de los grupos humanos, que más allá de constituirse como problemas pueden
presentarse como oportunidades para el aprendizaje de la mediación y convivencia, como bases
para el logro de la paz. Tarea en la cual, nuestra legislación puede ser de mucha ayuda en
términos de facilitarnos herramientas para regular los mecanismos alternativos de resolución de
conflictos, pues si bien es cierto que establece como principal elemento para el control de la
disciplina y resolución del conflicto, el proceso de mediación, también es verdad, que da luces,
de que hacer y donde dirigirnos cuando esta vía ha sido agotada para que sean estudiadas las
faltas y medidas pedagógicas aplicables, desde la visión de los equipos especializados que
laboran en los diversos organismos y programas que contempla nuestro ordenamiento jurídico.
En este sentido, para el desarrollo de la presente investigación se formularon las siguientes
interrogantes: ¿Cómo se define el conflicto en las instituciones educativas?, ¿Qué referencias
legislativas existen en nuestro país para el manejo de los conflictos escolares? ¿Cómo puede la
mediación contribuir a la resolución alternativa de los conflictos escolares?
Por lo anteriormente expuesto este estudio se traza como objetivo principal: analizar la
mediación como mecanismo alternativo de resolución de conflictos aplicable en el contexto
educativo, para lo cual propone como objetivos específicos: Describir el conflicto en las
instituciones educativas; identificar las referencias legislativas existentes en materia de manejo
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del conflicto escolar en nuestro país y presentar la mediación como mecanismo alternativo de
resolución de conflictos escolares enmarcada en la normativa legal vigente.
Aspectos Metodológicos
La presente investigación está enmarcada en el paradigma cualitativo, definido por Vasilachis
(2009) como “un proceso interpretativo de indagación basado en distintas tradiciones
metodológicas que examina un problema humano o social” (p. 24). Su diseño fue documental
que según Arias (2006) “es un proceso basado en la búsqueda, recuperación, análisis, crítica e
interpretación de datos secundarios, es decir, los obtenidos y registrados por otros investigadores
en fuentes documentales” (p.27), con el propósito de aportar nuevos conocimientos. De nivel
descriptivo, porque consiste en la “caracterización de un hecho, fenómeno, individuo o grupo
con el fin de establecer su estructura o comportamiento” (Arias, ob.cit, p. 24).
Las fuentes utilizadas para su desarrollo estarán constituidas por el marco jurídico legal
vigente en materia de resolución alternativa de conflictos en nuestro país e investigaciones
desarrolladas por autores expertos en el tema, cuya reflexión e interpretación se hará a través del
método hermenéutico como aquel que “permite develar los significados presentes en textos y el
significado que el intérprete atribuye a ellos” (Rojas, 2014, p. 42), relacionados con el objeto de
estudio: el conflicto y la mediación como mecanismo alternativo para su resolución en las
instituciones educativas.
Definición del conflicto
Según Antúnez, Casamayor y Otros (2000), el conflicto es un “proceso disociativo que se
produce entre individuos y grupos que tratan de alcanzar un objetivo y, para ello, buscan la
aniquilación, derrota o subordinación de la otra parte o defenderse de las acciones del contrario”
(pág. 143). De tal modo, para que haya un conflicto deben existir dos partes en disputa de algo,
por variadas razones, tales como: diferencias culturales, de creencias, ideas, opiniones,
costumbres, supuestos, experiencias, hábitos, percepciones, expectativas, conductas y pautas de
comunicación. Considerando a este como una situación intrínseca a la convivencia, sentido en el
cual Antúnez, Casamayor y Otros (ob.cit) indica que “Nadie, ningún grupo humano, ninguna
pareja por más reciente que sea, e incluso aunque disponga de una coraza ideológica como el
opus, está a salvo de conflictos. Convivir produce roces, y estos pueden ser de diversa naturaleza
y gravedad” (p.19).
Siendo pertinente destacar que se hallan tantas definiciones de conflicto, como del amor, en
este contexto Lederach (2000) propone una sencilla conceptualización: “El conflicto es
fundamentalmente la interacción de personas con objetivos incompatibles” (p.57). Ahora bien,
Lederach (ob.cit) especifica que “el conflicto es esencialmente un proceso natural a toda
sociedad y un fenómeno necesario para la vida humana, que puede ser un factor positivo en el
cambio y en las relaciones, o destructivo, según la manera de regularlo” (p.59). Apoyando esta
idea, por sí mismo el conflicto no tiene que ser una experiencia negativa, al contrario, puede
convertirse en un elemento favorecedor para el aprendizaje. De este modo, el conflicto puede
definirse como una fuerza necesaria en nuestra existencia, para que ocurran transformaciones en
la vida social, sin las cuales mejorar nuestras relaciones y aprender no sería posible.
Clasificación del conflicto en las instituciones educativas
El conflicto en las instituciones educativas como lo catalogan Antúnez, Casamayor y Otros
(ob.cit) se clasifica en: Conflictos de relación entre el alumnado, y entre estos y el profesorado
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(actitudes peyorativas, de desprecio, agresividad verbal, física, violencia). Conflictos de
rendimiento (pasividad, apatía, parasitismo). Conflictos de poder (liderazgos negativos,
arbitrariedad). Y conflictos de identidad (actitudes cerradas y agresivas que se vuelven contra los
demás, los objetos, el mobiliario o el edificio).
Al respecto, Ibarra (2007) citando un estudio realizado por (Schmuck y Schmuck (1983,
pág.276-281) en el ámbito educativo sugiere la existencia de cuatro tipos de conflictos: 1) De
procedimiento: Caracterizado por el desacuerdo ante acciones que se deben cumplir para llevar a
cabo una meta. 2) De metas: Desacuerdo de los valores u objetivos a perseguir. 3) Conceptuales:
Desacuerdos sobre ideas, informaciones, teorías u opiniones, y 4) Interpersonales: Incongruencia
en necesidades y estilos personales. Otro tipo de conflictos que se presentan frecuentemente en
el aula son los de roles, puesto que en una institución las personas ocupan diferentes papeles y la
interacción entre estos puede generar situaciones, cuyo origen puede tener raíz en el sistema
social o en las características de la personalidad de quienes ocupan esos roles.
Después de haber contrastado las anteriores clasificaciones, se puede afirmar que la
categorización de los conflictos comúnmente se efectúa atendiendo a las causas que lo han
generado, permitiéndonos entonces plantear o diseñar estrategias a nivel institucional que
inicialmente promuevan su prevención y posteriormente faciliten brindar atención adecuada a los
conflictos que resulten inevitables, contribuyendo a comprender su origen, para que una vez
subsanados, no se presenten nuevamente, comprendiéndoles de forma integral a través de la
aplicación de la mediación o las sanciones disciplinarias, según sea el caso.
Manejo legislativo del conflicto en el contexto educativo
Para comprender el manejo legislativo que se ha brindado al tema del conflicto escolar en
nuestro país, es necesario conocer las leyes anteriores y las vigentes en materia educativa y de
protección, empezando por la Ley Tutelar del Menor (1980), Ley Orgánica de Educación (1980),
y luego la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (2007) y Ley
Orgánica de Educación (2009).
La Ley Tutelar del Menor (1980) presentaba una visión de los menores de dieciocho (18) años
como objetos de tutela, por tanto, no reconocía la capacidad de un niño o adolescente para
participar en la resolución de conflictos que le afectarán, en ningún contexto. Aunado a esto, la
Ley Orgánica de Educación (1980), en sus artículos 123 a 128, establecía un régimen de de faltas
y sanciones al cual deberían ser sometidos los alumnos de los diferentes niveles del Sistema
Educativo Nacional, penalizando aquellas conductas que se consideraba obstaculizaban el
normal desarrollo de las actividades escolares. Tratadas todas las situaciones anteriormente
expuestas a través de la suspensión del estudiante, llamando a esta, retiro o expulsión, de
conformidad a si se trataba de una medida a corto o mediano plazo, la cual era decidida por el
docente, directivo, Consejo de Profesores o Ministerio de Educación, según la gravedad del caso.
De este modo, es posible reconocer como los(as) estudiantes se encontraban en una situación
de minusvalía, donde el Estado o una tercera persona con autoridad en la institución educativa,
determinaban la mejor vía para resolver su educación y en términos más amplios su vida.
Frente a lo expuesto hasta ahora, la Ley Orgánica de Educación de 2009, establece en su
disposición transitoria N° 10 que: Los y las estudiantes que incurran en faltas de disciplina, se
someterán a medidas alternas de resolución de conflictos, producto de la mediación y
conciliación que adopten los y las integrantes de la comunidad educativa, resguardando siempre
el derecho a la educación y a legislación de protección a niños, niñas y adolescentes. A la vez que
la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (2007), desde su artículo 54
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hasta 57 consagra los derechos educativos de los estudiantes, orientando la resolución de
conflictos desde la perspectiva de derechos humanos.
Finalmente, cuando no es posible la mediación, restablecimiento de la disciplina o resolución
de conflictos en las instituciones educativas, la Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y
Adolescente (2007) dispone de un Sistema de Protección Integral, constituido por diversos
programas y organismos con las competencias necesarias para lograr los objetivos propuestos en
esta materia. Ante los cuales deben ser remitidas las situaciones según su gravedad y atribuciones
del organismo o programa correspondiente.
Mecanismos de resolución de conflictos
Como mecanismos que permiten resolver los conflictos y prevenir su reaparición en las
instituciones educativas, se identifican: a) La educación en valores o para la paz, b) El proceso de
mediación y c) Las normas de convivencia escolar. Desde la comprensión de que convivir en el
ámbito escolar, es compartir vida con otros en armonía, para generar una red de interrelaciones
sociales, que propicie el intercambio de aprendizajes, la capacidad de elegir, el ejercicio de la
libertad, el respeto a las diferencias, la generosidad, el agradecimiento y favorezca asumir las
consecuencias de nuestras acciones en la sociedad.
El proceso de mediación
Moreno, M (2000) indica que la mediación es “un método voluntario en el que se ofrece la
oportunidad a dos personas en conflicto de que se reúnan con una tercera persona neutral, que es
el mediador, para hablar de su problema e intentar llegar a un acuerdo” (s.p). En
correspondencia, Burguet (1999) indica que el objetivo primordial en el ámbito escolar debería
ser desarrollar y reforzar un modelo de escuela donde el conflicto sea una oportunidad para el
crecimiento, y su resolución constructiva constituya una premisa de prevención de violencia y
malos tratos, orientada por los principios de la pedagogía pacífica.
Desde este punto de vista, los métodos de mediación serán más efectivos, cuanto más
vivenciados sean como proyectos colectivos asumidos por todo el centro educativo, donde, la
mediación escolar constituye una de las herramientas que permite abordar la resolución de
conflictos, ya que las diferentes acciones que pone en marcha, pueden favorecer el aprendizaje
de la convivencia, comunicación y participación, necesarias para mejorar las relaciones sociales,
en tanto provee mecanismos que permiten abordar las situaciones problemáticas de un modo
cooperativo, previniendo su avanzada hacia manifestaciones de violencia muy comunes en la
actualidad mundial en las instituciones educativas.
A modo de conclusión
Adecuar las normas de convivencia y los reglamentos internos de las instituciones escolares a
los actuales cambios sociales, solamente se puede realizar generando la colaboración de todos los
miembros de la comunidad educativa, de forma que sea posible afrontar los complicados retos
nacionales que se presentan a la educación en estos momentos históricos, con el fin de que en las
organizaciones educativas se conviva desde la perspectiva de los derechos humanos. Para
lograrlo hay que redefinir los roles a partir de los cuales se estructura el sistema de interrelación
educativa, dando a los estudiantes funciones más dinámicas en su propia educación,
corresponsablemente con el profesorado, sus representantes y el resto de la sociedad, para que se
desarrollen mecanismos alternativos de resolución de conflictos y resguardo de la disciplina
escolar. Coherentemente con esto, se requiere dar a conocer las nuevas legislaciones en materia
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educativa y de protección, fundamentadas en los derechos humanos, para que todas y todos los
miembros de la comunidad educativa puedan participar activamente, sin ninguna dificultad en
los procesos de mediación de las situaciones problemáticas que se producen dentro y fuera de la
institución educativa. Es evidente entonces, que cada miembro de la comunidad educativa debe
desarrollar los mecanismos de organización, que faciliten el impulso los procedimientos
necesarios para contribuir con la reducción de la violencia social que tanto preocupa a los
educadores en nuestro Sistema Educativo Nacional.
Listado de Referencias
Antúnez, S; Casamayor, G y Otros. (2000). Disciplina y convivencia en la institución escolar.
Barcelona, España: Editorial Laboratorio Educativo.
Arias, F. (2006). El proyecto de investigación. Introducción a la metodología científica. Caracas,
Venezuela: Editorial Episteme.
Burguet, M. (1999). El educador como gestor de conflictos. Barcelona, España: Desclee de
Brouwer.
Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, Nº 5.859. Ley Orgánica para la
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes. Caracas, Venezuela, 10 de Diciembre de 2007.
Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, Nº 5.929. Ley Orgánica de Educación.
Caracas, Venezuela, 15 d Agosto de 2009.
Gaceta Oficial de la República de Venezuela, Nº 2.635. Ley Orgánica de Educación. Caracas,
Venezuela, 28 de Julio de 1980.
Gaceta Oficial de la República de Venezuela, Nº 2.710. Ley Tutelar del Menor. Caracas,
Venezuela, 30 de Diciembre de 1980.
García, B. (2002). Convivir con los otros y la naturaleza. Caracas, Venezuela: Federación
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Hernández, J. (1992) Como se es buen ciudadano. Zulia, Venezuela: Tecnoconsult.
Ibarra, L. (2007) Los conflictos escolares un problema de todos. Recuperado de:
http://www.psicologia-online.com/articulos/2007/conflictos_ escolares.shtml
Lederach, J. P. (2000) El abecé de la paz y los conflictos. Barcelona, España: Ediciones La
Catarata.
Moreno, M. (2000). La mediación y la resolución de conflictos. Recuperado de:
http://www.cepis.ops-oms.org/cursomcc/e/pdf/lectura4.pdf
Rojas, B. (2014). Investigación Cualitativa. Fundamentos y Praxis. Caracas, Venezuela: Fondo
Editorial de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador.
Vasilachis, I. (2009). Estrategias de Investigación Cualitativa. Barcelona, España: Gedisa
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