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INTRODUCCIÓN

Con la adopción de la nueva Constitución de 1999, se restablece la justicia,


violada sistemáticamente, no solo después del descubrimiento con los
procedimientos de la sociedad dominante durante la conquista subsiguiente,
sino que luego de haber sido independizada la República del yugo colonial
español, cuando violando la primera Constitución de 1811, los nuevos dueños
de la República, se las arreglaron para apropiarse de cuanta tierra disponible y
útil había, desconociendo de paso todo derecho de los aborígenes venezolanos
a vivir en sus propios hábitats, a mantener sus inveteradas costumbres y su
cultura, arrinconándolos y desconociéndoles todos sus derechos.
En la nueva Constitución de 1999, se reconocen los derechos inalienables de
los pueblos indígenas del país y se echan las bases para un desarrollo
equilibrado de las etnias sobrevivientes, salvando sus costumbres, cultura,
cosmovisión, medicina y otorgándoles el derecho al acceso de los bienes
culturales de la sociedad criolla, respetando sus hábitats y conocimientos y, en
especial, impidiendo que continúe la depredación de los lugares que por miles
de años han utilizado para vivir y desarrollarse como seres humanos.

La sociedad criolla, compuesta de una gran mezcla de razas: indígena,


europea y africana, se apropió primero por la fuerza y la violencia, luego con
los despojos de los terratenientes criollos hambrientos de cuanta tierra existía y
finalmente, con la ley en la mano, se fue empujando a las etnias que ocupaban
terrenos en las llanuras, en las cercanías a las ciudades, donde los cultivos
eran propicios y donde la ganadería extensiva, como hasta hoy hacen muchos
ganaderos criollos, eran fácil pasto de los grandes dueños de tierras que con o
sin ningún título, avanzaban los cercados a su antojo.
Con los cambios operados en la política venezolana a partir de 1999, mediante
la convocatoria de una Asamblea Constituyente, se discute y aprueba luego de
una amplia participación popular y de las entidades indígenas organizadas, el
novedoso articulado del “Capítulo VIII De los Derechos de los Pueblos
Indígenas” que forma parte de la actual Constitución de la República.
Ante esa nueva realidad jurídica, reconocidos ampliamente los derechos de los
pueblos indígenas, se han sentado las bases para una rectificación de los
atropellos e injusticias cometidos por la sociedad criolla en contra de los
indígenas venezolanos. Es tal vez el comienzo de la reparación de daños
infligidos a seres indefensos, a quienes se les ha negado su derecho a
mantener su cultura, sus hábitos ecológicos (dignos de ser copiados), a
desarrollarse según sus propios patrones, a mantener sus lenguas nativas, en
fin a vivir según sus propias normas, respetándolos y dándoles el lugar que
merecen
Derecho a la salud
9.1.- "RECONOCIMIENTO A LA MEDICINA TRADICIONAL INDÍGENA".
Artículo 122. Ejusdem. Los pueblos indígenas tienen derecho a una
salud integral que considere sus prácticas y culturas. El Estado reconocerá su
medicina tradicional y las terapias complementarias, con sujeción a principios
bioéticos.
Los pueblos indígenas tienen derecho a sus propias medicinas tradicionales y a
mantener sus prácticas de salud, incluida la conservación de sus
plantas medicinales, animales y minerales de interés vital. Las personas
indígenas también tienen derecho de acceso, sin discriminación alguna, a
todos los servicios sociales y de salud.
El reconocimiento de la medicina indígena se enmarca dentro de un proceso de
reconocimiento oficial de los derechos de los pueblos indígenas, se basa en un
entendimiento de la salud y de enfermedad, originado en la cultura indígena,
que a lo largo de la historia se ha trasmitido de etnia en etnia.

10. Derecho a la autonomía y a la autogestión de los Pueblos


indígenas.
Se reconoció formalmente que los pueblos indígenas, son históricamente auto
gobernables, con su propia lengua, culturas, leyes y tradiciones", y quedaron
bien definidos conceptualmente los términos de autonomía y/o autogobierno y
auto identificación, como elementos propios y distintos entre sí del derecho de
autodeterminación de los pueblos.
Por lo tanto, el derecho a la libre determinación o autodeterminación de todos
los pueblos –como concepto global-, viene a ser el derecho que tienen todos
los seres humanos a perseguir su desarrollo material, cultural y espiritual como
grupo social, es decir, controlar su propio destino y el cual se manifiesta
"externamente" a través de la autonomía y la autogestión de cada uno de los
pueblos. La autonomía, llamada también autogobierno, está referida
directamente con la independencia político-administrativa de las naciones que
conlleva el derecho a dirigir sus asuntos según sus propias leyes, mientras que
la autogestión se vincula con los mecanismos de desarrollo implementados por
la creatividad de cada pueblo, utilizando sus propios medios, para su
supervivencia económica y cultura. Por ello, este último término se equipara al
de "autodesarrollo".

Art.123. Ejusdem. Derechos económico-sociales y laborales. Los pueblos


indígenas tienen derecho a mantener y promover sus propias prácticas
económicas basadas en la reciprocidad, la solidaridad y el intercambio; sus
actividades productivas tradicionales, su participación en la economía nacional
y a definir sus prioridades. Los pueblos indígenas tienen derecho a servicios de
formación profesional y a participar en la elaboración, ejecución y gestión de
programas específicos de capacitación, servicios de asistencia técnica y
financiera que fortalezcan sus actividades económicas en el marco del
desarrollo local sustentable. El Estado garantizará a los trabajadores y
trabajadoras pertenecientes a los pueblos indígenas el goce de los derechos
que confiere la legislación laboral.
11. Derecho a la propiedad intelectual colectiva.
Artículo 124. Ejusdem. Se garantiza y protege la propiedad intelectual colectiva
de los conocimientos, tecnologías e innovaciones de los pueblos indígenas.
Toda actividad relacionada con los recursos genéticos y los conocimientos
asociados a los mismos perseguirán beneficios colectivos. Se prohíbe el
registro de patentes sobre estos recursos y conocimientos ancestrales.
Una de las reivindicaciones de los pueblos indígenas plantea el reconocimiento
de los derechos intelectuales colectivos.
Esta demanda confronta la supremacía que la sociedad oficial otorga al
conocimiento lógico y científico con la vigencia y efectividad que tienen otras
formas de aproximación al conocimiento. Un ejemplo de ello es el conjunto de
saberes y conocimientos que por siglos han mantenido y desarrollado dichos
pueblos, dentro de un contexto de vida comunitaria.
Las organizaciones indígenas, en más de una ocasión, han manifestado que
ellos no se oponen al desarrollo tecnológico ni a la investigación para el
descubrimiento de nuevas alternativas de supervivencia para la humanidad,
pero sí desean que ésta respete sus propias formas de vida, su diversidad
cultural, el valor intrínseco de los conocimientos y la cosmovisión indígena. En
Derecho, la propiedad es el poder directo e inmediato sobre un objeto o bien,
por la que se atribuye a su titular la capacidad de disponer del mismo, sin más
limitaciones que las que imponga la ley. Es el derecho real que implica el
ejercicio de las facultades jurídicas más amplias que el ordenamiento jurídico
concede sobre un bien.

12. Derecho a la participación política.


12.1.- CLÁUSULA DE SALVAGUARDA SOBRE EL TÉRMINO PUEBLOS
INDÍGENAS.
Artículo 125 Ejusdem. Los pueblos indígenas tienen derecho a la participación
política. El Estado garantizará la representación indígena en la Asamblea
Nacional y en los cuerpos deliberantes de las entidades federales y locales
con población indígena, conforme a la ley.
Los Pueblos Indígenas tienen derecho a participar en la adopción de
decisiones en las cuestiones que afecten a sus derechos, vida y destino, por
conducto de representantes elegidos por ellos de conformidad con sus propios
procedimientos, así como mantener y desarrollar sus propias instituciones de
adopción de decisiones.
El Estado reconoce y garantiza el derecho de los Pueblos y comunidades
indígenas a la participación y el protagonismo político en ejercicio de la
soberanía como parte del pueblo venezolano, atendiendo a lo dispuesto en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Como parte del
ejercicio de este derecho, el Estado garantizará la representación indígena en
los cargos de elección popular, en la Asamblea Nacional, en los cuerpos
legislativos de los Estados, Municipios y Parroquias con presencia ancestral y
tradicional de comunidades indígenas.
De igual manera se garantiza la participación de los pueblos y comunidades
indígenas en los consejos de planificación de políticas públicas o en
cualquier otra instancia de participación, tanto a nivel municipal como estadal,
de conformidad con las leyes respectivas.
En la Asamblea Nacional, los pueblos indígenas serán representados por tres
(3) diputados conforme a lo establecido en la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, los cuales serán elegidos de acuerdo a la ley
electoral.

13. Jurisdicción especial indígena.


El derecho indígena está conformado por el sistema de normas, principios,
valores, prácticas, instituciones, usos y costumbres que los pueblos indígenas
consideran legítimo y obligatorio, y les permite regular la vida social, auto
gobernarse, organizar el orden público interno, establecer derechos y deberes,
resolver conflictos y tomar decisiones en el ámbito interno y externo.
La jurisdicción especial indígena consiste en la potestad de los pueblos
indígenas de actuar mediante sus propias autoridades e instancias para
solucionar de forma autónoma y definitiva las controversias que se susciten
dentro de su hábitat, y tomar decisiones de acuerdo a su propio derecho y
cultura. Las decisiones de la jurisdicción indígena constituyen cosa juzgada,
tienen carácter vinculante, validez oficial y efectos en el ámbito nacional. Las
partes, el Estado y los terceros están obligados a respetar y acatar dichas
decisiones.
La jurisdicción indígena tiene las funciones y facultades que sean definidas por
cada pueblo indígena, así como aquellas que el Estado le reconoce a la
jurisdicción ordinaria. Estas facultades incluyen la potestad de investigar,
conocer los casos, tomar decisiones y ejecutar dichas decisiones, incluyendo la
posible restricción de derechos o el uso de la fuerza para obligar el
cumplimiento de las mismas cuando sea necesario.
La jurisdicción indígena, sin menoscabo de otras, comprende las
siguientes competencias:
a) Competencia Territorial: La jurisdicción indígena tiene competencia sobre
todo el hábitat del pueblo o los pueblos indígenas correspondientes. Tiene
competencia extra-territorial respecto de controversias surgidas fuera del
ámbito territorial indígena, cuando las mismas sean entre indígenas, no afecten
derechos de terceros no-indígenas, y siempre que la jurisdicción indígena
decida asumir dichas controversias.
b) Competencia Material: La jurisdicción indígena tiene competencia para
conocer todo tipo de materias y de todo monto o gravedad que se susciten
dentro de su ámbito territorial y que la misma decida asumir. Ello no obsta para
que la jurisdicción indígena pida colaboración de la jurisdicción ordinaria y la
fuerza pública en los casos que considere necesario.
c) Competencia Personal: La jurisdicción indígena tiene competencia sobre
las personas indígenas. También tiene competencia sobre las personas no
indígenas que se encuentren dentro de su ámbito territorial y realicen hechos o
actos que afecten derechos indígenas o comprometan bienes jurídicos
indígenas.

-CONCLUSIONES
Consideramos que el primer hecho importante, en la nueva Constitución de
1999, es el reconocimiento de la existencia de los pueblos indígenas con todos
sus derechos como el de sus hábitats, su cultura, su cosmovisión, sus tierras,
su saber tradicional, su medicina, sus idiomas.
Además, se restablecen sus derechos consagrados en la primera Constitución
de 1811, que como vimos anteriormente, fueron pisoteados y desconocidos, no
solamente por las autoridades coloniales españolas, sino por la propia
sociedad criolla aún hasta en las leyes del Siglo XX.
Ha comenzado pues, un nuevo proceso que será deber de los venezolanos
todos, incluidos los indígenas, desarrollar y ampliar para tratar de resarcir
tantos sufrimientos y sobre todo cambiar el desconocimiento por parte de la
sociedad criolla, del significado que tiene la existencia de etnias que al fin y al
cabo, son descendientes de los primeros pobladores de esta patria que
llamamos Venezuela. Este proceso ha dado comienzo, al designarse las
comisiones mixtas para el deslindamiento de las tierras ancestrales
pertenecientes a los pueblos indígenas, no sin la oposición pertinaz de quienes,
usando los “contactos” con funcionarios corruptos, o engañando a unos y otros,
fueron adueñándose de las tierras, no solamente campesinas sino de los
indígenas. Estas nuevas luchas de los pueblos indígenas por sus derechos, se
libran hoy en un nuevo marco de las relaciones sociales en Venezuela.
Confiamos en que este proceso, no resulte revertido o remendado, según los
intereses de los grandes terratenientes, quienes hacen todo lo posible con dar
al traste con lo avanzado hasta ahora.

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